En
2005 apareció un ensayo del prof. D. Antonio Muñoz Ballesta que pasó
desapercibido y me parece que merece recibir nuestra atención. Además, después
de la gran polémica acerca del núcleo de la religión protagonizada por D. David
Alvargonzález y sus antagonistas, creo que conviene leer lo que ha escrito D.
Antonio Muñoz Ballesta.
El
libro es un breve ensayo de 64 páginas en las que Antonio Muñoz Ballesta expone
su particular filosofía de la religión deudora del materialismo filosófico de
Gustavo Bueno. Desde mi perspectiva no es más que una feliz o infeliz ocurrencia de Antonio Muñoz Ballesta que tendrá poco recorrido.
El
punto de partida de Antonio Muñoz Ballesta no es otro que el materialismo
filosófico de Gustavo Bueno, en particular, su filosofía materialista de la
religión, expuesta ésta e “El animal divino”, (1985,1996). El numen es un
centro de voluntad y de inteligencia capaz de mantener relaciones lingüísticas
con el hombre.
Según
Antonio Muñoz Ballesta el numen de la religión es el numen comercial. La
economía, el intercambio comercial está en el núcleo de la religión. Es que en
el eje radial está lo económico. El homo sapiens sapiens superó al homo sapiens
neandertalensis por la economía.
Los
númenes son animales. La cuestión es ¿Cómo los animales llegaron a ser númenes?
La respuesta según Antonio Muñoz Ballesta es “mediante la constitución del
numen comercial”.[1]
Según
Gustavo Bueno, el factor lingüístico es fundamental a la hora de llegar a
pensar de forma universal al numen mediante la palabra. El lenguaje fonético
articulado sería el elemento principal que permitiría pensar al numen. Según
Antonio Muñoz Ballesta habría que añadir a esto el comercio y la división
social del trabajo. El hombre de Neandertal era alalo, mudo. No tenía lenguaje.
Juan Luis Arsuaga y otros afirman hoy que el Neandertalense podía hablar. David
Alvargonzález recoge en su teoría II los descubrimientos de la ciencia positiva
más recientes sobre la posibilidad del lenguaje de los neandertales.
Hay
etapas o fases del curso de la religión en las cuales el numen pasa a un
segundo plano, incluso se desvanece según Gustavo Bueno, pero según Antonio
Muñoz Ballesta, eso no tiene lugar del todo nunca, “porque los númenes eran, en
realidad, númenes comerciales.”[2]
“El
comercio y la división del trabajo son instituciones humanas que de forma etic
han demostrado su “racionalidad” para el avance de las sociedades humanas,
mucho más que la magia.
La
“política” incipiente y el comercio requieren también del despegue del lenguaje.
En cambio, en el espacio 1) se ha “probado” que el lenguaje era posible, y sin
embargo, no pudo imponerse al espacio 2) cuando empezaron sus contactos y
conflictos.”[3] Lo que hace pues Antonio
Muñoz Ballesta es subrayar el papel de la economía en la configuración de la
religión.
El
núcleo de la religión debiera concebirse de forma dinámica y múltiple. La
posición de Antonio Muñoz Ballesta es una síntesis ecléctica entre Gustavo
Bueno y David Alvargonzález. A esto añade él la suya propia, afirmando que el
numen animal es un numen comercial. “No considero improbable la coexistencia de
las tesis de Gustavo Bueno y las de Alvargonzález. Es posible que los númenes
con correlato en un animal real a los que se refiere David Alvargonzález sean
los númenes reales del “Animal divino” de Gustavo Bueno, y que no
necesariamente estén mediados siempre por explicaciones míticas en el núcleo
porque el núcleo de las religiones no
está exento no está exento de los demás núcleos del espacio antropológico.”[4]
Distingue
Antonio Muñoz Ballesta tres clases de númenes: El numen prístino, que pertenece
al eje angular. El numen teriomorfo, que pertenece al eje angular y el numen
teriántropo, que pertenece al eje angular. “Se pueden integrar los númenes de
Gustavo Bueno y los de David Alvargonzález siempre que tengamos en cuenta el
proceso de construcción de distintos espacios antropológicos en biocenosis
entre ellos en la realidad del Paleolítico.”[5]
Esta
interpretación de Antonio Muñoz Ballesta se autoconcibe a sí misma como plural,
temporal y conflictiva.
Precisamente
, ya la conferencia que dio David Alvargonzález sobre la cuestión de la verdad
absoluta en la religión primaia en septiembre de 2003 en Murcia revela dos concepciones distintas de filosofías
materialistas de la religión, a saber, la (1) de Gustavo Bueno, que sería una
teoría filosófica materialista de la religión unidimensional, que pone el
núcleo de la religión en un solo eje del espacio antropológico (el angular) y
la (2) de David Alvargonzález, que sería una “teoría filosófica materialista de
la religión bidimensional (angular y circular), que supone construido el numen
personal beta operatoriamente, mediante elementos procedentes del eje angular y
del eje circular. Incluso constata una concecpción de la filosofía materialista
intermedia entre la (1) y la (2), la (1b), que se debe a Alfonso Fernández
Tresguerres, en la que se sostiene que los animales han pasado, por obra de las
sociedades humanas, por los tres ejes o dimensiones del espacio antropológico,
primero por el eje radial, segundo por el eje angular, precisamente en e
momento en el que surgió el hombre, tercero el animal vuelve a la dimensión
radial y en cuarto lugar los animales son situados en el eje circular.
Cuando
aparecen los ejes del espacio antropológico, en el eje radial se constituyen
los bienes económicos. Es muy probable que el núcleo de la religión primaria
fuera tridimensional. Bien pudiera
ocurrir que el numen pudiera estar también mediado por la división del trabajo
y por el comercio. El numen pues, era también numen comercial. Habría pues
una tercera teoría la (3), que es la teoría del numen comercial de Antonio
Muñoz Ballesta. Esta consiste en la ampliación de las anteriores.
Antonio
Muñoz Ballesta recurre para fundar sus asertos tan atrevidos y audaces a los
estudios de J. Shogren y de K. Chen. Los estudios de Shogren “nos permiten
afirmar que la razón determinante de que los homo sapiens sapiens se impusieran
a los homo neandertales fue que los homo sapiens practicaban la división del trabajo
y el comercio, no así los neandertales. Por lo que no es ya una hipótesis
filosófica “arbitraria” decir que el numen fue el resultado no solamente de la
mediación mítica, también tendría que ver, en gran medida, con esas
características esenciales de la división del trabajo y el comercio.
Los
estudios de K. Chen sobre el carácter natural en los hombres y primates, de la
aversión al riesgo permitirían afirmar que los númenes funcionarían también
como aporte de seguridad a las relaciones de comercio y de caza; y no solamente
eran las primeras imágenes religiosas.”[6]
La
teoría del numen comercial pone en juego los tres ejes del espacio
antropológico para constituir el núcleo de la religión primaria.
“Mi
hipótesis filosófica, dentro del Materialismo Filosófico, es la de que “el
hombre hizo a los númenes a imagen y semejanza de los animales para favorecer
el comercio y la división del trabajo componiendo elementos angulares,
circulares y radiales, lo que permitía al grupo social humano del paleolítico
vencer a otros grupos humanos y con ello, reproducir más eficientemente su
sociedad grupal.
El
numen comercial, núcleo de la religión a decir de Antonio Muñoz Ballesta les
daba a los hombres la fuerza numinosa necesaria para la caza y no solamente
para la alimentación del grupo, sino también para el comercio.
Esta
teoría III de Antonio Muñoz Ballesta permite dar cuenta adecuadamente del
carácter numinoso del Estado Moderno, del Leviatán y de la teología política.
Es el caso del Leviatán de Hobbes brillantemente analizado por Carl Schmitt.
También ocurriría lo mismo con el Behemoth de Hobbes igualmente. Lo numinoso es
previo a lo político. Los conceptos políticos son secularización de conceptos
teológicos.
En
fin, que Antonio Muñoz Ballesta irrumpe audazmente en el debate filosófico
acerca de la verdad del numen o del núcleo de la religiosidad primaria.
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