Que la enseñanza en España es un desastre es algo que vengo repitiendo machaconamente desde 1990. Comprobé la pasividad de los profesores. Comprobé la inmoralidad de los alumnos y de las autoridades educativas así como de la sociedad de las familias. La falta de libertad, de debate, de discusiones. Institutos tomados por los progresistas del Partido que pretenden convertir a la sociedad entera a sus doctrinas y que no toleran lo más mínimo la disidencia ideológica, que creen que las aulas son trincheras político-ideológicas para penetrar en la sociedad y dominarla. Luego, los que no compartíamos tal concepción del mundo éramos vilipendiados y difamados por la onorable societá de los profesores progresistas así como de los miembros progresistas de la comunidad educativa.
Han hecho un sistema de analfabetismo intelectual y moral pero eso sí, muy progresista y muy ideologizado. Su pensamiento Alicia ha dominado y domina los institutos con las nefastas consecuencias que a la vista están: falta de conocimientos y sobreabundancia de ideología progresista.
Excesivo número de aprobados autosatisfechos en su ignorancia y en sus triquiñuelas tácticas para conseguir el aprobado por motivos ridículos. Eso es lo que se ha estado cultivando en las aulas. Poca ciencia, poco conocimiento, poca memoria, poca erudición y mucho mamoneo progresista, mucha ideología y formalismo pedagógico, mucho procedimiento de aprender a aprender y poco aprender conocimientos, mucha ideología y mucha psicología y mucho mentalismo y poca ciencia, poco argumento, poco razonamiento y poco conocimiento y poco rigor.
Así nos luce el pelo actualmente. Los progresistas han dejado esto hecho un erial.