Tratamos de dilucidar aquí si el Scholástico
de Cristóbal de Villalón es una obra literaria o no lo es. Parece que sí puesto
que figura en todas las historias de la literatura española al uso. Sin
embargo, creemos necesario profundizar en la cuestión y buscar algún argumento
de algo más de peso al respecto que nos permita afirmar con certidumbre que sí
que pertenece el Scholástico a la
historia de la literatura española. Eso nos exige al menos una definición de
qué sea esa cosa llamada literatura.
Comencemos
con el autor. Un perfecto desconocido. Cristóbal de Villalón es probable que
naciera a principios del siglo XVI en Villalón de Campos o en Valladolid. Tal
vez en 1505. Obtuvo el título de bachiller en Artes en la universidad de Alcalá
de Henares y la licenciatura en Lógica en la universidad de Salamanca entre
1525 y 1530. En 1530 es catedrático de lógica en la universidad de Valladolid
hasta 1545. Viaja por Castilla y tal vez por Alemania. Parece ser que pasó la
mayor parte de su vida en la provincia de Valladolid y alrededores El Scholástico fue escrito en 1550.
Licenciado en Teología en Valladolid aunque sin venia docendi, contactos con el hereje Francisco de Encynas.
1543 ordenado sacerdote y en la parroquia de Olalla de Tábara, Zamora. 1545
recibe la licenciatura en Teología en Valladolid. Muere en 1562 en Valladolid.
Cristóbal
de Villalón fue un castellano viejo, humanista erasmista preocupado por la
educación y dedicado a ella como profesor
que fue. Fue un erasmista español. El erasmismo español no es otra cosa que el
nombre que recibe la notable influencia de las ideas de Erasmo de Rotterdam en
España. Esta influencia fue máxima en el período 1527-1532. El erasmismo
postula la necesidad de una reforma de la Iglesia y de la religión. Sostiene
pues en consecuencia que hay que despojarla de sus aspectos dogmáticos y
formalistas: Hay que aligerar el exceso de especulaciones teológicas y hay que
reformar una práctica religiosa
rutinaria que está en el límite de la superstición. Es necesario un retorno al
Evangelio, a una religión espiritual y del corazón, intima, interior, a la fe.
Ay
un género de hombres tan bárbaro y tan pertinaz en su herrada opinión: que con
todas las vozes y palmadas posibles trabajan por defender que sea pecado mortal
y aun cosa contra la cristiana religión querer saber más de lo razonable y
estudiar tanto que presumían querer alcanzar el çentro de las letras humanas. Y
aún quieren casi afirmar que se debe contentar el hombre con saber aquello que
naturaleza le enseñó: y que lo demás es superfluo y gran vanidad. Cristóbal de
Villalón dixit en el Scholástico.
El
Scholástico es un diálogo como lo es la República de Platón, o De Oratore de
Cicerón o El Cortesano de Baltasar de Castiglione. Sigue en el fondo pues la
tradición platónica. Esto nos plantea la cuestión como ya hemos dicho más
arriba de qué es eso llamado literatura, si es todo aquello que está escrito o
sólo es el uso estético del lenguaje. Si es un diálogo filosófico lógicamente
pertenecería a la filosofía pero también pudiera ser considerado una obra
literaria al igual que como muchos manuales de literatura consideran literatura
española los ensayos de Feijóo o los diálogos de Platón. Es además el
Scholástico una especie de enciclopedia del Renacimiento español.
Es Cristóbal
de Villalón entonces un autor perteneciente a la corriente humanista erasmista
española, pero sin embargo, no hace ninguna referencia a Erasmo de Rotterdam
aunque lo parafrasea incontables veces.
Diálogo
filosófico es el Scholástico, al modo platónico o ciceroniano, miscelánea
literaria, obra que contiene temas, disertaciones y otros escritos que se
ocupan de asuntos diversos y heterogéneos y que nada tienen que ver entre sí.
Este tipo de obra literaria es muy común en el siglo XVI. En España se dieron
bastantes obras de esta clase. Fue España precisamente el primer país de Europa
en el que se publicaron misceláneas escritas en lengua romance como la de Pedro
Mejía en 1540. En una miscelánea, pues como hemos dicho más arriba, se tratan asuntos diversos entremezclados.
Entonces es así que vemos que en el Scholástico se tratan materias inconexas y
mezcladas entre sí y por eso decimos que el Scholástico pertenece al género de
la miscelánea renacentista. Entonces sí que pertenece a la literatura española.
Este género literario pertenece a la didáctica y se dio principalmente en el
Renacimiento y en el Barroco. Este fenómeno literario responde a la curiosidad
del hombre universal del Renacimiento y constituye un precedente del ensayo que
aparece en el mismo siglo XVI con Montaigne. Es este género de la miscelánea
una colección de curiosidades o materias heterogéneas que sólo tienen en común
el que suscitan el interés del público lector que presuntamente va a adquirir
la obra y claro está, está por supuesto el
interés del compilador. Se mezclan diversas opiniones, la instrucción y la
diversión y el adoctrinamiento moralizante. Este carácter proteico de la
miscelánea explica su gran popularidad. Ya Plutarco y Aulo Gelio cultivaron en
la Antigüedad este género. Por cierto, Cristóbal de Villalón toma mucha
información y argumentos de ellos.
El
Scholástico tiene un fuerte contenido erasmista. La amistad de Cristóbal de
Villalón con Hernán Pérez de Oliva hizo que Villalón lo colocara en el
Scholástico como portavoz de sus ideas y de su posición filosófica e
ideológica. Villalón es un apasionado humanista, enamorado de la nobleza del saber
y de las bellas letras, que cree en los efectos benéficos que éstas traerán a
la república y por supuesto, al hombre adornado de tales dones y artes. Por lo
demás en Villalón se produce, tiene lugar la unión de las armas y de las
letras. Además Villalón sostiene que es buena la herencia clásica y pagana,
tanto como la herencia cristiana y cree que hay que considerarlas como un todo
a ambas juntas contra los que él denomina, parafraseando a Erasmo de Rotterdam,
los bárbaros idiotas de su tiempo.
El
Scholástico, diálogo de tradición platónica y ciceroniana con miscelánea
renacentista plantea una utopía universitaria o académica. Una república
escolástica en términos de Villalón. Se trata de definir qué es, en qué consiste un perfecto varón scholástico tanto
maestro como discípulo capaz de ennoblecer y habitar la tal utópica república
scholástica. Además se trata de decir en qué consiste un buen discípulo
scholástico. Sería esta universidad una cofradía pues de profesores y alumnos
que se reunen y asocian para enseñar y aprender, maestros y alumnos sabios,
elegantes y modelos de buen vivir. “entre todos nosotros formemos aquí un
scolástico o perfecto varón…porque con este buen trabajo nuestra salida terná
loable efeto, pues consumimos el tiempo de nuestra conversación en virtuoso
exerçiçio.” (II.iii).[1]
El Scholástico es un diálogo que representa
las conversaciones ficticias mantenidas en junio de 1528 por un grupo de
profesores de la universidad de Salamanca que abandonan la ciudad para pasar unos
días de vacaciones a orillas del Tormes en Alba de Tormes en el palacio de los
duques de Alba. Este grupo de profesores va analizando la educación de su
tiempo concluyendo que tal educación universitaria no está precisamente muy
bien y siendo francamente mejorable y a la vez propone posibles soluciones para
evitar su supuesta decadencia. Esta arcadia intelectual la componen el rector y
el maestrescuela de la universidad y un grupo reducido de profesores entre los
que lleva la voz cantante el maestro Oliva, en cuyos labios deposita Villalón
sus opiniones. Se prodigan las citas eruditas espigadas, alteradas, incorrectas.
Hay una abundancia de digresiones, como corresponde al género literario de la
miscelánea renacentista, sobre la vejez, la amistad, se prodigan las leyendas,
los cuentos, se habla sobre el amor, las mujeres, etc.
Maestros
y discípulos han de ser temerosos de Dios y de conducta intachable, obedientes
los discípulos, disciplinados, recoletos, sobrios y estudiosos. Han de tener
curiosidad por todo saber. Y tienen que ser capaces de distribuir su tiempo
entre el trabajo intelectual, el juego y el descanso. No basta con dominar la
especialidad. Hay que saber de todo en lo general, en lo universal.
Entonces,
podemos decir conclusivamente lo siguiente:
1. El
Scholástico es un diálogo como la República de Platón, el De Oratore de Cicerón
y el Cortesano de Baltasar de Castiglione. Además pertenece al género de la
miscelánea renacentista.
2. El
Scholástico forma parte del erasmismo español. Sin embargo, no hay ninguna
referencia a Erasmo de Rotterdam, aunque toma pasajes enteros de Erasmo. Es un
autor más ajeno a la influencia de Erasmo que la mayor parte de los escritores
españoles de su tiempo.
3. No
se alude en ningún momento en el Scholástico a la reforma protestante.
4. Cristóbal
de Villalón en el Scholástico no se moja ni en la ducha. Nada y guarda la ropa
en todo tipo de cuestiones polémicas de su época. No trata pues de asuntos del
presente.
5. Aunque
hay una fuerte crítica al escolasticismo de la universidad española, sin
embargo el escolasticismo de Villalón es evidente al moverse en un marco
tradicional a la hora de exponer las diversas posiciones teóricas en el
Scholástico. Se alude a la dialéctica, a la retórica y a la filosofía. Se
utiliza pues la disputatio escolástica.
¿Qué
es literatura?
Intentaremos pergeñar ahora una definición de literatura
ya que no una teoría literaria. Para empezar sostenemos que ni la literatura es
ciencia ni la teoría de la literatura es una teoría científica.
Aristóteles define la poesía, esto es, la literatura como
mímesis y fábula, esto es, representación y ficción literaria. Esta definición
ha resultado a la postre ser insuperable.
Gustavo
Bueno denominaba artes poéticas o sustantivas a las artes que están
constituidas como orientadas a ofrecer representaciones de contenidos
heterogéneos ciertamente que rebasan o superan la prosa de la vida y de las
artes pragmáticas.
Las artes sustantivas nos ofrecen obras para ser
conocidas, para ser exploradas. La obra de arte sustantiva es segregada del
sujeto actante mediante la representación. Tales obras o representaciones
representan ideas, acciones, historias, etc.
La obra de arte no está destinada a ofrecer verdades
aunque tampoco apariencias aunque aquí podemos decir que un ensayo trata de
ofrecer verdades y teorías y doctrinas. Una obra dramática, una novela, una
película sobre mitos o creencias, posesiones diabólicas y exorcistas, no puede
considerarse como una obra de arte sustantivo, si es que la valoración positiva
de esa obra implica la participación del público en los mitos o creencias
motivos del drama. La obra de arte sustantivo consiste en ser llevada a la
representación ante un público diverso que tiene encomendada la misión de interpretar
la obra sustantiva a su manera.
No todo lo que está escrito es literatura o por lo menos,
literatura sustantiva. Un libro de química es escritura, escritura de una
ciencia, y no es literatura sustantiva, sino adjetiva. La escritura es
meramente instrumental aquí. Lo que importa en el caso del libro de química o
de física es la objetividad científica con sus teoremas y demostraciones. La
literatura tiene una finalidad estética en el uso del lenguaje aparte de
ofrecer una representación de ideas o de hechos alejados de la prosa de la vida
ficción mediante.
El Scholástico de Cristóbal de Villalón figura en los
manuales de historia de la literatura española perteneciente a la miscelánea,
un género didáctico del renacimiento muy difundido y popular por su época.
La ficción literaria la entenderemos aquí de dos maneras:
O bien como mímesis verosímil, como representación de operaciones, acciones y
realidades que bien pudieran ser verdad o realmente existentes en otro mundo
posible y composible con el mundo real y sus leyes y hechos y o bien como
fantasías, descripción o representación
de hechos o cosas irreales o imposibles que incumplen las leyes de la
naturaleza, por ejemplo, la literatura fantástica, de terror, la novela gótica
o la ciencia ficción.
La literatura puede ser definida como una de las bellas
artes consistente en el uso estético del lenguaje escrito utilizando la mímesis
o imitación o representación de realidades, acciones e ideas, rebasando la
prosa de la vida y de las artes pragmáticas y usando también la ficción, sea la
ajustada a las leyes del mundo o la fantástica y en la cual no es indiferente
el idioma que se utilice para tales fines.
Es pues el Scholástico de Cristóbal de Villalón una obra
literaria. Cumple con las características de la literatura según la teoría
clásica: imitación, ficción o fábula y es una representación como bien decía
Gustavo Bueno. Es una representación dialéctica de ideas o de diversas
posiciones teóricas en lo que se refiere a la educación universitaria. En
literatura además, al igual que en filosofía, cuenta de manera fundamental el
idioma en el que se ha escrito una obra. Filosofía, relatos, escolasticismo,
que a pesar de ser criticado acerbamente por Cristóbal de Villalón, sin embargo
es ejercitado en el transcurso del diálogo.
Felipe Giménez Pérez.
[1] Cristóbal de Villalón, “El Scholástico”
Edición de José Miguel Martínez Torrejón, Editorial Crítica, Barcelona, 1997.
488 páginas.