Abstracción. Es tomar
separadamente una característica o una propiedad de un objeto y considerarla en
sí, por sí sola. La palabra significa "sacar o quitar de". Es aquella
actividad intelectual que, partiendo de un todo concreto dado en la percepción,
extrae y pone de relieve una propiedad inherente a ese todo. En consecuencia,
hay que distinguir: 1) ese todo "de donde algo" se abstrae; 2) la
propiedad o las propiedades "que" se abstraen de ese todo; y 3) lo
que se ha abandonado en el resultado de la Abstracción, es decir, en el
concepto abstracto, aquello de lo cual se abstrae, de lo que se prescinde.
Accidente. Lo que se da en algo
y se le puede atribuir con verdad, pero no necesariamente ni en la mayoría de
los casos. Aquello que es en otro y para otro pero no es en sí.
Acción.(praxis). En el sentido técnico, significa, no cualquier acto del hombre, sino
sólo aquellos que van precedidos de deliberación y por ello expresan mejor el
carácter real de la persona.
Acto (enérgeia, entelékheia).-Potencia (dynamis). Son nociones básicas de la filosofía aristotélica.
Acto es la realización de lo que está en potencia; aquello que está perfecto,
cumplido, realizado, que hace ser a lo que es. Potencia es un modo de ser entre
el no-ser y el ser en acto. Es capacidad de poder llegar a ser lo que en cierto
modo ya es. Por eso está ordenada al acto y requiere la intervención de un ser
en acto. Es lo imperfecto, lo incumplido, lo no realizado, pero en cuanto puede
llegar a la perfección y la realización. Todos los entes del universo
representan una mezcla de potencia y acto. Dios es el Acto Puro, es decir, el
Acto sin potencia, el Acto pleno y absoluto
Adecuacionismo. Corriente de la filosofía de la ciencia que afirma que la teoría y la
experiencia mantienen entre sí relaciones de isomorfismo y adecuación. La
experiencia y la teoría son paralelas. Discurren paralelamente. Una de las
cuatro alternativas consideradas básicas entre las concepciones gnoseológicas
de la ciencia, caracterizada, en primer lugar, por distinguir, en los cuerpos
de las ciencias, una forma (lingüística, conceptual, teórica, &c.) y una
materia (empírica, real, &c.), y, en segundo lugar, por definir la verdad
científica como correspondencia (adaequatio) entre las construcciones formales
de las ciencias y la materia empírica o real constitutiva de sus campos.
Adopcionismo o adopcionismo ibérico. Doctrina herética de Elipando, arzobispo de Toledo,
y de Félix, obispo de Urgel en la segunda mitad del siglo VIII, según la cual
Cristo, por su naturaleza divina, es el verdadero hijo natural de Dios, pero,
según su naturaleza humana, es solamente hijo adoptivo de Dios. Esta doctrina
hérética supone un rebrotar del arrianismo en España. Arrio sostenía que Cristo
era sólo un hombre. Según el adopcionismo ibérico, Cristo es hijo adoptivo de
Dios. Sólo el Padre es Dios. Tal tesis estuvo muy influida por la polémica con
los musulmanes en España. El Beato Santo Toribio de Liébana participó en la
polémica contra Elipando por parte de la Iglesia Católica y Elipando le llamó
testículo del Anticristo.
Agnosticismo. Teoría filosófica que niega la cognoscibilidad de lo suprasensible y,
por tanto, la posibilidad de la metafísica como ciencia. El agnosticismo niega
la posibilidad de conocer a Dios. Según Bertrand Russell, el agnóstico es un
ateo vergonzante que busca la paz y huye de la contienda ideológica con el
teísmo y el deísmo. Para Gustavo Bueno, es un creyente vergonzante que le deja
al creyente la posibilidad de su fe al renunciar a la lucha ideológica. Es una
posición antifilosófica.
Algoritmo. Mecanismo operatorio
que tras una serie de pasos ejecutables mecánicamente produce necesariamente un
resultado. Goza de decidibilidad.
Anamórfosis. Configuración de nuevas realidades o propiedades por recombinación o
refundición de realidades o propiedades ya existentes. La anamórfosis supone
siempre procesos de confluencia. Ontológicamente
se opone al emergentismo, al subrayar que la riqueza y pluralidad de la materia
es capaz de segregar internamente nuevas determinaciones en virtud de las
confluencias de sus múltiples flujos. Gnoseológicamente se opone al
reduccionismo, al destacar el carácter irreductible de las nuevas realidades
que cristalizan por anamórfosis. Se trata de un concepto dinámico y dialéctico,
que tiene aplicación en todos los campos desde la Física a la Sociología y la
Historia.
Anámnesis. Reminiscencia o recuerdo. Hace alusión a la primera teoría platónica
del conocimiento, según la cual "saber es recordar". Aquí se toma en
sentido operatorio para indicar el conjunto de recuerdos activos que están
influyendo, consciente o inconscientemente, en la praxis actual, bien sea de un
individuo o de un grupo social, o incluso de una cultura o civilización. Su
término dual es Prolepsis.
Alma. Causa y principio del cuerpo viviente; causa en cuanto principio del
movimiento mismo, en cuanto fin y entidad de los cuerpos animados. Principio
vital.
Análisis. Descomposición de un todo en sus partes simples o en sus partes
integrantes, aunque no se encuentren las partes simples. Descomposición de un
todo en partes.
Analítico y Sintético. Una útil distinción hecha por Kant entre dos tipos
de verdad.
Verdades
analíticas son aquellas que resultan verdaderas en virtud del significado de
las palabras que contienen, independientemente de las mismas (por ejemplo
"Todos los solteros carecen de esposa"); Verdades sintéticas (por
ejemplo "Ningún arenque es cantante de ópera") son verdaderas o
falsas de acuerdo con las circunstancias empíricas (pues podría haber arenques
que actuasen en la Scala). Una de las grandes tragedias de la vida es que las
verdades analíticas, pese a ser ciertas y libres de toda sospecha, apenas
sirven para nada, en tanto que las verdades sintéticas, aunque son muy útiles,
no siempre son verdaderas o están libres de sospecha. De hecho Kant no estaba
de acuerdo con ello, pues pensaba que podría haber verdades sintéticas a
priori, como ocurre por ejemplo en la geometría.
Angular. En la teoría del espacio antropológico, eje que relaciona a los
hombres con entidades no humanas, pero dotadas de inteligencia y capacidad de
decisión. Una clase de estos entes son los númenes.
Animismo. Doctrina según la cual todos los entes que conforman el universo
están dotados de alma.
Antilogía. Enunciado siempre falso, sea cual sea el valor de verdad de sus
componentes.
Antinomia. Antinomia designa un conflicto entre dos ideas o proposiciones.
Específicamente se emplea "antinomia" dentro de la crítica kantiana
del sistema de las Ideas cosmológicas en la "Dialéctica Trascendental de
la Crítica de la Razón Pura. Kant habla de "la antinomia de la razón
pura" la cual consiste en usar ideas trascendentales con el fin de obtener
conocimientos relativos al mundo. Según Kant, hay cuatro antinomias de la razón
pura, y cada una de ellas consiste en una "antitética de la razón
pura", esto es, en un conflicto entre dos juicios dogmáticos ninguno de
los cuales puede aceptarse con más razón que el otro".
Antítesis. Negación de la Tesis. Contraposición. Víd. "Tesis".
Antropología. Disciplina filosófica o científica que se ocupa del hombre (cf.
antropológico).
Antropomorfismo. Tendencia a representar o pensar la realidad no humana (y en especial
la divina) bajo la forma humana. Proyección de cualidades típicamente humanas,
a los dioses o las máquinas. Hay en este mecanismo de proyección, además,
atribución explícita de intenciones y propósitos a fuerzas inanimadas o a
conductas animales. El antropomorfismo se produce cuando el eje circular del
espacio antropológica absorbe en su seno las relaciones típicas del eje radial
y del eje angular. El antropomorfismo es así pues, un antropocentrismo.
Apagógico. Es un razonamiento que prueba la verdad de la tesis que se afirma de
forma indirecta, esto es, por la negación de las opuestas o contrarias. La
prueba se realiza descartando las otras alternativas por inválidas. Es un
razonamiento que muestra la verdad de la tesis que se quiere demostrar ex consequentiis.
Apotético. Concepto relacional que sirve para designar lo que se presenta u
ofrece a distancia, con evacuación de los objetos interpuestos, tanto espacial
como temporalmente del sujeto operatorio. Son apotéticas las conductas de
acecho de los animales, la captación de los comportamientos de otro a
distancia, los planes y proyectos o fines de los sujetos humanos y, en general,
toda secuencia de acciones operatorias que impliquen un distanciamiento
respecto al objeto al que se refieren. Se opone a paratético.
A priori y A posteriori. Las verdades a priori pueden ser conocidas
independientemente de los hechos empíricos; las a posteriori, no.
A priori. Significa pasar de un elemento anterior a otro
posterior. En la lógica escolástica, consiste en la demostración que
concluye de la causa al efecto, de la
esencia a la propiedad. En Kant es aquello que no procede de la experiencia,
que es lógicamente independiente de la experiencia. Lo a priori es necesario.
A posteriori. En general significa pasar de un elemento posterior a otro anterior
(sea o no la serie temporal). En la lógica escolástica significa aquella
demostración que concluye del efecto o de la propiedad (ontológicamente
posterior) a la causa o esencia. En Kant es lo que procede de la experiencia o
no es lógicamente independiente de ella. Lo a posteriori es contingente.
Areté.
Virtud, excelencia.
Arrianismo. El arrianismo niega
la divinidad a Cristo como consecuencia de la negación de su unidad divina.
Para Arrio el Hijo está excluído de la esfera de la divinidad, no es de
naturaleza divina: sólo por gracia es llamado Dios, o sea, es Hijo adoptivo del
Padre. No es consustancial (homousios)
con el Padre: de aquí el nombre de anomeos
(anomaioi) que se da a los arrianos rígidos; no es, pues, coeterno con el
Padre, ni por ende igual a Él en dignidad. El Hijo es esencialmente una
criatura, por la voluntad del Padre sacado de la nada: de aquí la denominación
de exocuntienos (ex ouk ónton) que tienen los arrianos; pero su dignidad es la más
alta después de Dios: por Él ha creado Dios todas las cosas. Su voluntad viene
de sí sujeta a mutación: es, sin embargo, de hecho moralmente inmutable e
impecable por el buen uso del libre albedrío. Su gloria es consecuencia de la
santidad de su vida prevista por Dios.
Asebeia. Ver "Impiedad".
Ateísmo. Se entiende por ateísmo la negación teórica y práctica de la
existencia de Dios. Según Gustavo Bueno, ateísmo debiera entenderse como
negación de una religión o de un dios determinado de tal religión, no
excluyendo la creencia en otros dioses o en otras religiones. Se puede ser ateo
tanto por respecto al Dios terciario de las religiones monoteístas, como
también por respecto a los dioses paganos. Esto significa que se puede ser
simultáneamente ateo y piadoso o religioso o supersticioso. La negación total y
no parcial o relativa de Dios y las religiones es la impiedad o asebeia. La
asebeia o impiedad es la actitud filosófica de la filosofía crítica. La
filosofía no conduce tanto al ateísmo (negación de una religión) cuanto a la
impiedad (negación de toda religión o creencia religiosa y negación práctica y
teórica de Dios). La filosofía crítica conduce a la impiedad: "No es, por tanto, en todo caso, el
ateísmo, sino la asebeia lo que podría considerarse característico de la
filosofía crítica, en cuanto tal, y esto dicho en términos funcionales" G.
Bueno, "¿Qué es la filosofía?" 2ª edición, p. 122.
Atributo. Según Descartes: "Y tampoco deben llamarse cualidades o modos,
sino atributos, los que nunca se dan de modo diferente en las cosas creadas,
como la existencia y la duración en la cosa existente y duradera." &
56 Principia. Los atributos son cualidades esenciales de la sustancia, que
están en ella muy en general. La sustancia se conoce por algún atributo suyo,
pues "en efecto, al percibir la presencia de algún atributo, concluimos
que también está presente necesariamente alguna cosa existente, es decir, una
sustancia a la que puede atribuirse aquél. Según Spinoza, "Por atributo
entiendo aquello que el entendimiento percibe de una substancia como
constitutivo de la esencia de la misma".
Atributivo. En el contexto de las relaciones entre todo y parte, llámase todo
atributivo al que se constituye por acumulación de partes heterogéneas que
mantienen relaciones asimétricas entre sus partes y son partes atributivas las
que resultan de una división física o lógica del todo en base a las diferencias
más que a las semejanzas. Se opone a distributivo.
Autologismos. Uno de los sectores del eje pragmático en la gnoseología general
analítica del cierre categorial, en el que se agrupan las relaciones que todo
sujeto mantiene consigo mismo en el proceso operatorio de construcción de una
ciencia: vgr. recuerdos, inferencias, razonamientos privados, los recuentos de
la cuarta regla de Descartes, el reconocimiento e identificación de los signos
convencionales del álgebra; pero también ensayos, pruebas y toda suerte de
operaciones "quirúrgicas" llevadas a cabo en solitario. Se conexiona
con los dialogismos y las normas.
Autónoma. Que puede darse a sí misma sus propias leyes. Para Kant la voluntad
es autónoma, esto es, es a la vez legisladora y súbdito de sí misma. La ética
kantiana, la filosofía moral de Kant es autónoma, su fundamento trascendental a
priori reside en ella misma, sin referirse a fuentes exteriores o a contenidos
materiales, entonces sería heterónoma. La ética kantiana es por esta razón
formal y autónoma y trascendental a priori. Una conducta es ética no sólo
cuando concuerda exteriormente con el imperativo categórico sino además para
ser considerada autónoma necesita ser ejecutada por el mero respeto a la ley
moral. Es cumplir el deber por el deber.
Axiología. Teoría de los valores. Los valores son objetos puros o, según otros,
ideas-fuerza autónomas y no determinadas social ni culturalmente que
fundamentan y critican tanto los códigos jurídicos positivos como los códigos
morales. Se caracterizan por su polaridad (bueno/malo; santo/profano;
verdadero/falso) y por su categoricidad (son irreductibles entre sí y pueden
entrar en conflicto). Constituyen una esfera independiente de la realidad entitativa
o física: "los seres, son, los valores valen". Pero los valores sólo
demuestran su fuerza cuando se realizan.
Axioma. Principio que es verdadero por sí mismo y que sirve de fundamento al
conocimiento científico correspondiente; es indemostrable y su verdad se impone
por sí misma. Es un principio autoevidente. Axiomas son las verdades de una
teoría aceptadas sin demostración.
Axiomatización. La
axiomatización de una teoría fue estudiada por Aristóteles y perfectamente
plasmada en la concepción de la geometría de Euclides que nos legó en su libro
“Elementos”. Según esta forma clásica, una teoría axiomática sobre una realidad
es aquella que se organiza alrededor de un conjunto de conceptos primitivos, de
verdades de las que se obtienen los restantes conceptos. Además existen los
axiomas, unas pocas verdades generales que se aceptan como verdaderas y que no
requieren ser demostradas. Todas las afirmaciones de la teoría deben estar
basadas en los conceptos y los axiomas y deben deducirse de ellos. Este es el
modelo de teoría axiomática de Frege.
Base empírica y fenoménica. Aquello que se dice en las proposiciones debe
tener, para los empiristas lógicos, una base que lo sostiene, y ésta debe ser
empírica, hacer relación a cosas existentes, observables y que se aparecen como
fenómenos a quien hace la proposición.
Categorías. Cada uno de los géneros supremos en que se divide la realidad, según
Aristóteles. Modos de ser, manifestarse y decirse el ente en Aristóteles. En
Aristóteles son los géneros supremos del ser. En Kant son los conceptos puros
del Entendimiento. En Aristóteles, las categorías son ontológicas, en Kant,
gnoseológicas. La categoría expresa una esfera dotada de una legalidad
arquitectónica propia e irreductible a la de las restantes categorías, aunque
no separada de ellas, puesto que las Ideas trascendentales las atraviesan. Por
tanto, las categorías de Aristóteles podrían considerarse como una
reformulación de la doctrina platónica de la symploké, ejecutada por medio de
la lógica de clases. Toda filosofía construye tablas de categorías con valor
ontológico. Pero la noción de categoría envuelve distintos planos. Lógica y
psicológicamente , la categorización implica identificación de los objetos en
cuanto miembros de una clase. Gnoseológicamente, sin embargo, las categorías
son cada una de las regiones que la actividad científica va demarcando en la
realidad material a partir de procesos que impliquen técnicas materiales
específicas previas. En este sentido preciso, una categoría es el dominio de
una ciencia demarcado operatoriamente a través de un cierre categorial
específico. Las categorías se diferencian de las Ideas como las ciencias de la
filosofía. El materialismo filosófico reinstaura una dialéctica permanente
entre categorías e Ideas al estilo de la dialéctica de Platón.
Causa. Principio productivo de efectos; respuesta al por qué se produce
algo. Hay causa eficiente, material, formal y final.
Causa sui. Causa de sí mismo. Negativamente implica el que no debe el ser a
ningún otro, independencia absoluta del ser; positivamente, es el ser cuya
esencia implica su existencia, el que es causa eficiente de sí mismo. Este
sentido último es el que adopta en Descartes cuando se refiere a Dios como
fundamento de sí mismo. Spinoza lo adopta para definir a aquel ser cuya
naturaleza no puede concebirse sino como existente: "Por causa sui
entiendo aquello cuya esencia implica la existencia, o, lo que es lo mismo,
aquello cuya naturaleza sólo puede concebirse como existente".
Causalidad. Todo lo que acontece tiene una
causa, es decir, nada de lo que acontece deja de tener una o varias causas que
lo producen.
Cierre categorial. Teoría de la ciencia gnoseológica, característica del materialismo
filosófico, que atribuye a las ciencias un cierre operatorio como distintivo
específico esencial, tanto para su constitución genética como para el
mantenimiento de su estructura dinámica. El discurso científico es cerrado
mirado desde el punto de vista del pensamiento, de las categorías científicas
que lo componen. La idea de cierre tiene alcance sintáctico, operativo,
oponiéndose más a amorfo o indeterminado que a aislado o clausurado; la idea de
categoría tiene alcance ontológico-semántico. El proceso de cierre es un
proceso objetual, porque incluye a los objetos o términos fisicalistamente
dados en un campo específico; tales objetos, enclasados pluralmente (se
requieren al menos dos clases de términos) mantienen entre sí relaciones
constantes, que se expresan a través de reglas o leyes proposicionales (cierre
proposicional). Pero, sobre todo, el cierre se instaura en el nivel de las
operaciones, por cuanto toda transformación ejecutada sobre cualesquiera
términos del campo, produce siempre nuevos términos incluidos en el campo
original. El cierre categorial es, ante todo, un cierre operatorio y viene
determinado por el sistema de operaciones características del campo. De ahí que
los cierres no sean absolutos, sino parciales. Todas las ciencias pueden
ampliar los dominios de sus campos incorporando nuevos términos y configuraciones
vinculados operatoriamente a los primitivos y ampliando el número de sus
relaciones. Cierre categorial significa:"que
el cierre que investiga en las ciencias no es meramente el cierre sintáctico
(p.ej. el de los sistemas axiomáticos, que es genérico o proposicional), sino,
sobre todo, un cierre de las cosas mismas que son tratadas por las ciencias, en
tanto que, de algún modo, son estas cosas mismas (representadas aquí por los
términos simples o complejos) aquellas que pasan a formar parte de la ciencia
categorial. En modo alguno podrá concebirse la ciencia, pues, como un sistema
de proposiciones y, menos aún, como un lenguaje, aunque esté bien hecho. La
teoría del cierre categorial quiere, con su denominación, aludir a una
concepción gnoseológica que se resuelve inmediatamente en una ontología. Por
ello no es una teoría lógico-formal, sino que es una doctrina
lógico-material."
Distingue
Bueno entre materia y forma gnoseológica. La distinción entre teoría y
experiencia se reformula en la relación materia/forma. Hay una materia propia
de cada ciencia y una forma común que hace que esa diversidad lo sea de las
ciencias. Esta multiplicidad busca una clasificación de las ciencias.
Declarar
sobre el contenido de la forma de las ciencias es ya adquirir compromisos con
una teoría determinada de las ciencias: "por
nuestra parte, nos apresuramos a decir que aquello en lo que hacemos descansar
la forma de las ciencias es precisamente el proceso mismo del cierre
categorial, en tanto que incluye la constitución de la verdad científica; un
proceso que tiene lugar no ya en la proposición, sino en el teorema material,
considerado como unidad, célula o parte formal mínima de una ciencia."
Lo
que Bueno propone es:
"una opción circularista o, si se prefiere, es el
intento de recurrir al camino circular que Aristóteles conoció ya, pero
entonces como camino inviable. Según esto, la unidad de una ciencia y su
distinción de otras ciencias brotará no de la materia (descripcionismo) ni de
la forma constructiva (teoricismo) ni del paralelismo de ambas a la vez
(adecuacionismo), sino de la construcción de partes materiales dadas según
lazos circulares derivados de las propias características materiales (la
identidad sintética), nexos en los que haremos consistir la forma de una
ciencia y su verdad."
Circular. En la teoría del
espacio antropológico, eje en el que se despliegan las relaciones entre los
individuos, grupos, clases y organizaciones que se consideran real o
imaginariamente humanos. Estas relaciones circulares son complejas y se
desarrollan tanto en el plano zoológico como, sobre todo, en el plano cultural
y simbólico. Las relaciones circulares
determinan círculos culturales.
Circularismo. Cualquier tendencia a concebir los sistemas (proposicionales o
causales) como multiplicidades de elementos que se relacionan entre sí, no
tanto según el orden lineal (de principios o consecuencias, de causas a
efectos) sino según un orden circular, en el que las "consecuencias"
o los "efectos" puedan desempeñar a su vez, en un momento dado, el
papel de "principios" (o de causas). En la teoría del cierre
categorial el término circularismo se especifica por respecto a los sistemas
científicos categoriales en la medida en la cual puedan ser descompuestos en
multiplicidades formales y materiales. El circularismo alude aquí a la
concepción de la ciencia que concibe la unidad entre esas multiplicidades según
nexos circulares y no de mera yuxtaposición ni de reducción mutua. Estrategia
metacientífica que se mueve constantemente de la teoría a la experiencia y a la
inversa, constituyendo así un círculo. El circularismo establece una relación
dialéctica entre teoría y experiencia.
Clase. La noción de clase es lógica. Hace referencia a un todo, a una
totalidad. Las clases son todos distributivos. Hay dos tipos de clases:
porfirianas/combinatorias.
clases porfirianas. Son aquellas (i) cuyas notas o propiedades intensionales están unidas
conjuntivamente y (ii) su extensión se desarrolla por repetición multiplicativa
y (iii) rige entre su extensión y su intensión la ley de la relación inversa a
causa de que los árboles de Porfirio que constituyen su entramado se rigen por
una estricta dicotomía impuesta por la ley del tercio excluso. Puesto que las
notas se dan simutáneamente, de una vez, todas copulativa o conjuntamente
poseen un significado inmarcesible, que los avatares de su extensión no pueden
alterar. Las clases porfirianas son rígidas, representan situaciones estáticas
y tomadas en su conjunto ofrecen categorizaciones inmóviles de la realidad. Su
procedimiento típico es la partición.
clases combinatorias. Se caracterizan porque (i) las notas o propiedades de su intensión se
proyectan de modo disyuntivo, (ii) las notas de la intensión se construyen y se
entienden a través de la intensión como un sistema de alternativas y (iii) no
hay relación inversa entre intensión y extensión. Representan clases
combinatorias "la ecuación de las cónicas", "el conjunto de
tiradas de la moneda en cara o cruz". En el desarrollo de las partes se
tienen en cuenta simultáneamente los rasgos que aparecen y los que faltan.
Conceptos conjugados. Pares de conceptos que surgen a la vez, de forma
apareada y mutuamente referente, se presentan en un plano fenoménico y en otro
esencial, tienen una historia sistemática similar y soportan alternativamente
el sistema complejo de sus conexiones. Estas conexiones pueden ser metaméricas
o diaméricas. Los conceptos conjugados forman una familia no muy numerosa, pero
sí muy significativa gnoseológicamente: Alma/Cuerpo; Espacio/Tiempo;
Conocimiento/Acción; Sujeto/Objeto; Materia/Forma; Significante/Significado;
Libertad/Necesidad; Cultura/Sociedad; Base/Superestructura; Bien/Mal;
Conducta/Praxis; Moral/Derecho; Contradicción/Identidad; etc. Por ejemplo, los
términos Reposo/Movimiento pueden considerarse como conjugados. En efecto: el
reposo, el ser inmóvil, ha sido considerado como el término reductor respecto
del cual el movimiento es una pura apariencia (escuela eleática); o bien,
recíprocamente, el movimiento es la única estructura real, siendo el reposo
mera apariencia (Heráclito). Aristóteles representa el esquema de
yuxtaposición: existe un ser inmóvil y un ser móvil (el mundo como conjunto de
cosas que se mueven) que coexisten eternamente. El esquema de yuxtaposición subsiste
en las formulaciones antiguas del principio de inercia. El esquema de conexión
diamérico está representado por el principio de la relatividad del movimiento
de Galileo y de Einstein: el reposo es una relación entre cuerpos
vectorialmente equipolentes que pertenecen a un mismo sistema inercial. Si
tomamos la definición relativista como esencial o estructural, las otras
posiciones aparecen dadas en el plano fenoménico y precientífico. La
conjugación constituye una relación de oposición que no se identifica con las
oposiciones clásicas de contradicción, contrariedad, ni con meras
correlaciones.
Conceptos primarios. Son los conceptos mínimos para construir la teoría.
Concreto. Dícese de lo real y efectivamente existente, del singular completo.
En Aristóteles es la sustancia individual.
Condiciones de verdad. Son las
condiciones bajo las cuales algo resulta ser verdad. Aunque parezca mentira,
los profesionales andan enzarzados en furiosas discusiones al respecto.
Condicionales. Las frases del tipo "si...entonces...." son los fundamentos
del argumento lógico.
Conductismo. Lo único de lo que podemos hablar de aquellos seres que tienen psique
es de su comportamiento, de su conducta observable; de las mentes y de otras
interioridades nada sabemos, no interesan, seguramente no las hay. Movimiento
psicológico que estudia y analiza la conducta objetiva humana, prescindiendo de
hipótesis sobre la conciencia o la persona y ateniéndose a los movimientos
musculares o glandulares. Es un prototipo de las metodologías Alfa-operatorias
en ciencias humanas. El conductismo es un reduccionismo que adopta las
conductas individuales como configuraciones básicas para el análisis por
oposición a la praxis.
Confirmabilidad. Posibilidad de confirmación. Afirmar que una proposición es
confirmable equivale a decir que su confirmación sería posible en ciertas
circunstancias, aunque estas circunstancias no sean reales.
Confirmación: Las leyes científicas son proposiciones universales que afirman algo
de un número potencialmente infinito de instancias particulares. A causa de
esto, su comprobación completa y efectiva es imposible. A causa de este hecho y
del deseo de justificar que las leyes de la ciencia empírica son, pese a todo,
proposiciones con significado cognitivo, los empiristas lógicos introdujeron el
concepto de confirmación. Las leyes científicas no son verificables, pero
pueden ser confirmadas, es decir, podemos comprobar que las leyes se cumplen
para distintas instancias particulares. El grado de confirmación de una ley es la
medida en que los casos particulares confirman la ley. O también, es la
probabilidad de que la ley sea verdadera, si tenemos en cuenta los resultados
de su comprobación en los casos particulares examinados.
Confluencia. Proceso anamórfico de constitución, objetivación y consolidación de
una realidad nueva a partir de cursos operatorios heterogéneos. En el plano
histórico-cultural las confluencias producen recristalizaciones o refundiciones
culturales. En el plano gnoseológico dan lugar a identidades sintéticas
materiales. Las demostraciones científicas son procesos de confluencia.
Conjunto. La noción de conjunto hace referencia en matemáticas a una totalidad.
Según Zermelo, una entidad es un conjunto cuando existe una clase de la que es
elemento. Por tanto, los elementos de las clases son conjuntos, con lo que las
clases se sitúan en un nivel más abstracto que los conjuntos. Clase y conjunto
son conceptos sinónimos y se hallan ensortijados en symploké. Las matemáticas
trabajan con conjuntos y éstos son atributivos, víd. "Todo" infra.
Las clases son todos distributivos y los conjuntos son todos atributivos.
Conocimiento. El problema del conocimiento tiene una larga historia. En su poema
filosófico, Parménides afirma que el mundo de los sentidos es el mundo del
devenir, del engaño. Por tanto, en realidad no existe. El cambio es engaño; la
verdadera realidad es sin más -sin
cambios, actual, eterna, intemporal-. Sólo el nous puede comprender esta realidad; los sentidos conducen
solamente a opiniones y a error. Es el primero que distingue entre nous y sentidos.
Heráclito
opinó que sólo el cambio es real; incluso que el cambio es la sustancia de las
cosas. Empédocles intentó unir estas dos teorías; para él, todas las cosas se
componen de partículas últimas e invariables que se asocian y se separan. El
cambio es real, pero los elementos fundamentales de las cosas son invariables.
Empédocles desarrolló los primeros esbozos de una teoría articulada sobre el
conocimiento: las emanaciones de las cosas llegan a los sentidos a través de
los poros de los órganos sensoriales; estas emanaciones constan de las mismas
partículas que las cosas y las percepciones se producen si están presentes las
mismas partículas en el sujeto del conocimiento.
Los
sofistas, los primeros escépticos, se apartaron de esta teoría. Las
interminables discusiones de sus predecesores y la multitud de las concepciones
éticas los condujeron a una relativización tanto de la ética como de la teoría
del conocimiento. "El hombre es la medida de todas las cosas" dice
Protágoras; puesto que hombres distintos describen a menudo el mismo suceso de
modo diferente, los sofistas opinaron que los sentidos, y por tanto, el
conocimiento sensible eran inseguros y subjetivos.
Sócrates
reconoció la teoría del conocimiento como problema relevante e intentó
demostrar la validez universal de las normas morales.
Platón
elaboró la primera teoría completa del conocimiento en profunda dependencia
respecto a su ontología. Se basa en los siguientes supuestos: a) El mundo sensible
cambia sin cesar; b) el saber (episteme)
(a diferencia de la opinión(doxa))
sólo puede ser de lo invariable; c) existe un mundo con realidad eterna e
invariable, que se diferencia de este nuestro, mundo de apariencias efímeras.
Hay, por tanto, dos órdenes de realidades: uno, invisible e invariable, y otro,
visible y variable. Este es el pensamiento fundamental de toda la filosofía de
Platón; se basa en la distinción de Parménides entre realidad y apariencia. El
que sabe algo, sabe de algo que existe, lo que no existe es nada. Pero el que
sólo opina algo, posee también un tipo de saber; no un saber verdadero y real,
pero sí un saber sobre este mundo variable; saber que depende de los sentidos.
El mundo de los sentidos es y no es al mismo tiempo, puesto que, por una parte,
las cosas particulares participan siempre de sus cualidades opuestas y, por
otra parte, el mundo está sujeto al cambio y al devenir. De todo esto deduce
Platón que la opinión sólo se refiere al mundo de los sentidos, mientras que el
conocimiento se dirige al mundo suprasensorial de lo invariable eterno. Sobre
este punto son importantes dos tesis de Platón: a) el mundo eterno
suprasensible no es el nuestro, y b) a pesar de esto, no nos es desconocido,
pues para Platón está bien claro que nosotros aquí y ahora poseemos por lo
menos fragmentos de un saber cierto; sabemos lo que significa
"caballo", "hombre", "justicia", etc., y podemos
imaginar una "justicia perfecta" o un "hombre perfecto", aunque
sólo poseamos estos conocimientos por aproximaciones. Por esta razón, tenemos
que haber pertenecido originalmente al mundo ideal. E incluso con nuestro alma
estamos todavía unidos en parentesco con este mundo. Al venir del mundo de las
formas eternas a este mundo, ya poseíamos saber, aunque lo hemos olvidado.
Tenemos, por tanto, que recordar lo que ya sabíamos. Son las cosas de este
mundo las que nos ayudan a este fin. El saber es un proceso de rememoración, de
anámnesis.
Desde
el punto de vista lógico ésta es una teoría sobre el significado de los universales.
Los universales tienen una referencia objetiva real, óntica. El significado de
"caballo" es la caballidad, que no surge de ningún caballo concreto
es un "ser caballo universalmente" y este ser existe
independientemente de nuestra conciencia y del espacio y el tiempo, de ahí que
permanezca eternamente invariable. La Idea es un arquetipo del que participan
más o menos perfectamente, las cosas particulares: los seres individuales son
semejantes a este ideal en diferentes grados, aunque ninguna cosa particular
puede agotarlo o realizarlo plenamente. Platón habla de la participación,
indicando con ella que todo ser participa de su ideal y en parte se recubre con
él.
Aristóteles
rechazó la teoría platónica de la anámnesis
y su teoría de las Ideas. Admitió que nosotros: a) poseemos saber; b) que nos
hemos apropiado de este saber en este mundo; c) que se trata de un saber
natural; y d) que es un saber sobre este mundo. Toda la experiencia sensorial
conduce a un saber verdadero sobre nuestro entorno. Pero le produjo
dificultades la delimitación del saber intelectual, que para Platón era
universal, necesario y eterno. Pues igualmente cierto es un saber verdadero
sobre este mundo, que indudablemente no es universal, necesario y eterno, sino
que consta de cosas individuales, particulares, contingentes y temporales. Para
resolver esta aporía, Aristóteles diferenció el concepto de realidad. En lugar
de dos mundos como Platón, admitió dos tipos de realidad en este mundo y dos
tipos de facultades cognoscitivas. Según esto, la psicología del conocimiento
se puede formular del siguiente modo: los sentidos transmiten un saber cierto
sobre la cosa individual; pero solamente de sus accidentes, es decir, de
aquellos aspectos que pueden cambiar. El objeto permanece igual. Sin embargo,
la razón nos permite conocer el objeto en cuanto tal; la naturaleza universal
del objeto perdura a lo largo de todos los cambios accidentales a los que aquél
está expuesto. Los dos tipos de realidad, sustancial y accidental, forman de
este modo una alternativa aceptable para los dos mundos de Platón. Toda cosa
individual existente es la realización de una sustancia invariable y, al mismo
tiempo, la concreción de tal sustancia con un número variable de accidentes. En
la experiencia de los sentidos sólo se dan inmediatamente los accidentes. La
esencia inteligible de la cosa individual no es un dato sensorial.
Aristóteles
creía que entre el objeto de nuestro conocimiento y nuestro conocimiento de la
esencia existe una relación parecida a la relación que hay entre la cosa
corpórea perceptible y nuestra percepción adecuada. Las cosas individuales de
este mundo no pueden ser, sin más, objeto del conocimiento de la esencia. Para
poderlos conocer tienen que ser transformados, ante todo, en inteligibles. Esta
conversión la hace el entendimiento activo, abstrayendo los aspectos
universales e inteligibles de las particularidades individualizantes. Y si este
entendimiento tiene ante sí algo cognoscible es porque puede llegar , del mismo
modo que los sentidos, hasta el conocimiento del objeto , en cuanto
entendimiento pasivo. Sobre el problema del origen y de la validez del
conocimiento científico, Aristóteles estuvo influido por la concepción
platónica, según la cual todo conocimiento se basa en un saber preexistente;
pero no admitió que este saber se haya adquirido antes del nacimiento; intentó
resolver este problema propiamente con la formulación de una lógica científica.
Del mismo modo que el entendimiento abstrae el concepto universal de lo
particular sensible, puede lograr también el principio universal a partir de
observaciones concretas de los sentidos. A este proceso lo llama inducción.
Tanto
Platón como Aristóteles admitieron que el hombre tiene acceso a la verdad. Para
Aristóteles era particularmente una verdad sobre las cosas: una cualidad
objetiva por la que el entendimiento puede lograr conocimiento. Esta verdad se
capta descubriendo lo universal en lo particular. La pregunta por la naturaleza
y el grado de este universal llevará más
tarde a insistentes controversias.
Tomás
de Aquino formuló una extensa teoría sobre la formación del concepto: todo lo
que es, es cognoscible. El conocimiento comienza con la percepción de los
sentidos, que es absolutamente cierta respecto de su propio objeto. Pero en
cuanto juzgamos sobre esta experiencia de los sentidos, podemos errar. Los
sentidos nos ofrecen sus datos, y sobre ellos los sentidos internos -el poder
de la imaginación, del sentido y de la memoria- construyen, activamente a veces
y en ciertas circunstancias muy complejas, imágenes sensibles (phantasmata) de las que luego
abstraemos el concepto. Para este fin, en primer lugar, el entendimiento agente
despoja de la materia de su individualidad a los datos de los sentidos, en
virtud de lo cual se hace visible lo universal, que luego es captado por el
entendimiento pasivo. El entendimiento pasivo conoce una vez que capta el
contenido abstraído, haciéndolo universal en sentido estricto cuando se refiere
a él como afirmable de muchas cosas individuales.
R.
Descartes enseña que entre la res cogitans y la res extensa existe una
interacción recíproca. Las sensaciones significan, pues, la toma de conciencia
de los cambios del cuerpo, es decir, solamente de los cambios físicos.
Descartes tiene que introducir la teoría de las ideas innatas. A través de
ellas infunde Dios el saber en nuestro espíritu, garantizando la objetividad de
los conocimientos. La verdad es la certeza subjetiva de mi ego, de mi cogito. A
partir de ahí, por deducción se extraen todas las demás conclusiones teóricas.
El conocimiento fundamentalmente, es intuición y deducción intelectuales. La
experiencia es un conocimiento vago.
J.
Locke hizo una dura crítica a Descartes. Para Locke, todo nuestro conocimiento
comienza con la experiencia de los sentidos; sólo tienen validez aquellas ideas
que puedan reducirse a la experiencia de los sentidos. El espíritu es,
originariamente, un papel en blanco (tabula rasa), sin ningún saber. Sólo
partiendo de la experiencia logra saber el espíritu.
Todo
nuestro conocimiento se origina en la percepción externa combinada con la
reflexión interna. Unas ideas son simples y otras compuestas. Unas son
semejantes a su fuente y otras "no tienen más semejanza con la cosa real
existente fuera de nosotros que la que tienen con las ideas los nombres que les
asignamos para representarlas y para suscitarlas en la conciencia" (Essay
on human Understanding I.2c.8 & 7). El conocimiento se hace subjetivo, pues
Locke sostiene expresamente que sólo conocemos nuestras propias ideas, nuestros
propios contenidos de conciencia, en total oposición a la concepción
escolástica. Puso así los cimientos del idealismo subjetivo.
G.
Berkeley llevó la concepción de Locke hasta un idealismo incondicionado.
Atribuye a la subjetividad las llamadas cualidades primarias. Tanto las
cualidades primarias como las secundarias, son representaciones de mi
conciencia; y puesto que todo lo que yo puedo saber son las referidas
representaciones de la conciencia, el único mundo que puedo conocer es el mundo
de las representaciones. Mi espíritu es un fundamento suficiente para estas
representaciones, sin que necesitemos por tanto, recurrir a una materia. Si yo
tengo representaciones en mi conciencia, percibo algo; y, si no percibo nada,
no tengo representaciones. Para tener representaciones hay que partir de la
percepción activa. pero son estas representaciones precisamente las que
constituyen el objeto de mi percepción. Por tanto, los objetos dependen
completamente de mi percepción:esse est
percipi, su ser es su ser percibido. Berkeley negó, además, la existencia
de representaciones abstractas y universales. Entendió por idea el objeto que
es presentado a los sentidos o su representación como phantasma. Si determinadas representaciones aparecen siempre
juntas, son entonces denominadas con un nombre común, llamándoselas
"cosa".
Esta
teoría se puede explicar también del siguiente modo: la mera presencia corpórea
de una cosa junto a o dentro de otra no es conocimiento. Existe, sin embargo,
una relación cognoscitiva allí donde una cosa (el objeto) se ofrece a otra (el
sujeto cognoscente) de un modo distinto a la pura presencia corpórea. Al no
poder existir una cosa corpórea en cuanto tal en la conciencia, y además, al no
poderse probar la existencia de una cosa corpórea, Berkeley intentó solucionar
el problema del conocimiento afirmando que los objetos del mundo corpóreo son
representaciones no-materiales; que, por tanto, sólo pueden existir como tales
en la conciencia. Hasta aquí llegó en virtud de los presupuestos de Locke y
porque rechazó la actividad abstractiva del intelecto, que Locke aún defendía.
D.
Hume sacó las conclusiones lógicas de las afirmaciones de Locke y Berkeley.
Para Hume, la conciencia es un conjunto encadenado de percepciones, impresiones
y representaciones. Estas se relevan unas a otras, sucediéndose velozmente,
como las escenas de una obra representada en un escenario teatral; sólo que
aquí no hay ni escena ni teatro. Para Hume y para los empiristas británicos que
le siguieron, era perfectamente claro que la conciencia consiste en una
sucesión de estados de conciencia y que no es algo que posea esos estados o que
sea influido por ellos. Todo conocimiento comienza con las percepciones de los
sentidos. Estas producen impresiones, de las que surgen todas nuestras
representaciones. La percepción es el criterio de la realidad, la última
certeza en la que se basa todo nuestro conocer. El método de Hume consiste en
la aplicación de este criterio a todas nuestras representaciones. Sólo las
representaciones (conceptos) que se puedan reducir a experiencias de los
sentidos pueden pretender validez; las demás son rechazadas. Por eso Hume
rechaza las representaciones de sus precursores; "los filósofos
sistemáticos" y los conceptos relacionados con ellas, como "sustancia
infinita", "espíritu", "alma", "causa", etc.
Esto conduce al escepticismo.
Kant
constituye un intento de conciliación entre empirismo y racionalismo
continental. Tanto los empiristas como los racionalistas habían distinguido dos
tipos de proposiciones: proposiciones cuya negación es contradictoria, y que,
por tanto, son de validez universal y necesariamente verdaderas, y
proposiciones que se basan solamente en la experiencia del mundo exterior, y
que, por lo tanto, no son de validez universal ni necesarias. Por esto Leibniz
y Hume afirmaban que no sólo la lógica, sino también las matemáticas, constaban
únicamente de proposiciones del primer tipo. Sin embargo, mientras que Leibniz
admitía que se podía deducir una ontología y una cosmología de validez universal
a partir de principios lógicos y con ayuda del principio de razón suficiente,
Hume llegó a la idea de que las proposiciones de la ontología y de la
cosmología no eran analíticas. Hume opinaba, además, que los conceptos
metafísicos no podían en general, ser probados, de lo cual se originó su
escepticismo.
Kant
agudizó, ante todo, el análisis de Hume hasta demostrar que tanto las
proposiciones de las matemáticas como las de la física de Newton no podían
probarse con la aplicación del principio de contradicción. Pero por otra parte,
no dudó ni lo más mínimo que las matemáticas y la física clásica eran ciencias
de validez universal y necesariamente verdaderas. A partir de aquí, pensó Kant,
que, junto a los juicios analíticos, cuya negación es contradictoria, y a los
juicios sintéticos a posteriori, que se basan en la experiencia común, puede
también deducirse un tercer tipo de proposiciones o juicios: los llamados
"juicios sintéticos a priori". el ejemplo más conocido de éstos es la
proposición matemática "7 + 5 =12". La negación de esta proposición
es, sin duda, necesariamente falsa, pero no contradictoria. Por esta razón,
aunque esta proposición es de validez universal y necesariamente verdadera, y
no puede, por tanto, según Kant, basarse en la experiencia, a pesar de todo, no
puede ser deducida de principios puramente lógicos, puesto que con ella se
ofrece información sobre el mundo (en oposición a las proposiciones
analíticas).
Para
poder explicar estos juicios, en los que se basan las ciencias de la
naturaleza, consideró Kant necesario un "giro copernicano" en la
teoría del conocimiento.
La
teoría de Kant se puede esquematizar del siguiente modo: sólo hay experiencia
en relación con el sujeto de conocimiento, quien determina la constitución de
la experiencia. El yo posee una determinada constitución propia y las formas
que le corresponden a un ser activo. A estas formas tienen que someterse los
objetos para que puedan ser cognoscibles; en nuestra conciencia no puede
penetrar nada que no se subordine a sus leyes. Es imposible hablar de un
conocimiento del mundo tal como es en sí, ya que ni siquiera se puede decidir
si el mundo exterior es o no distinto del mundo que construye nuestro ego
trascendental. Sin embargo, esto no tiene mayor importancia, puesto que para
Kant todos los hombres conocen del mismo modo, por lo que el conocimiento
humano tiene el carácter de universalidad válida.
Para
Kant, la experiencia sensible ofrece la materia prima del conocimiento humano,
el contenido del conocimiento. Hay que aceptar un doble proceso: por una parte
se recibe la multiplicidad sensorial, que en cuanto tal es, sin embargo,
incognoscible. El sujeto aporta el concepto puro del entendimiento. La
sensación sin el concepto es ciega y el concepto sin la sensación es vacío. El
espacio y el tiempo son las formas puras trascendentales a priori de la
sensibilidad. Las categorías son los conceptos puros del entendimiento. La
materia viene de la experiencia, la forma es subjetiva, del sujeto o ego
trascendental.
G.W.F.
Hegel elaboró, partiendo de Kant una lógica dialéctica trascendental. Todo lo
real es racional y todo lo racional es real. Los objetos de la percepción
sensible son contingentes. Lo racional siempre es necesario. Lo contingente,
según Hegel, no es racional, no es real. Sólo lo racional es real y sólo lo
real es racional. No existe ninguna realidad al margen o independiente de la
razón. Toda realidad es, por tanto, espíritu, razón, idea. El espíritu es la
última e incondicionada realidad, el único ser verdadero y real, la totalidad
de todo ser y el medio para el conocimiento de esa totalidad. Es,
simultáneamente, sujeto y objeto del conocimiento. De este modo, Hegel llegó a
una identificación del pensar y del ser, y por eso su teoría del conocimiento
es al mismo tiempo, una ontología. Las leyes lógicas son las leyes de la
realidad y la dialéctica de los conceptos es la dialéctica de la realidad.
Consistencia. Bien utilizada, esta palabra puede ser un arma impagable para el buen
impostor. Dos o más proposiciones son inconsistentes si resulta imposible que
ambas sean verdad al mismo tiempo. El mayor inconveniente de la consistencia,
como arma, es que no puede ser utilizada demasiadas veces en una misma
discusión, entre otras cosas porque su contrincante puede descubrir el truco y
utilizarla contra usted.
Contextos de descubrimiento/Contextos de
justificación. Oposición introducida por
Reichenbach, desde la teoría neopositivista de la ciencia, para desligar el
estudio estático de la estructura lógica interna de la ciencia (Lógica y
Filosofía de la Ciencia: contextos de justificación) de sus condiciones
psicológicas, sociológicas e históricas de producción o aparición (Psicología,
Sociología e Historia de la Ciencia: contextos de descubrimiento). La oposición
recoge la que se da entre génesis/estructura, por un lado y dinámica/estática,
por otro.
Contexto de descubrimiento. Una cosa es cómo se ha descubierto una teoría
científica, lo que depende de la historia de las ideas, de la sociología, de la
psicología, etc.
Contexto de justificación. Y otra muy distinta la justificación teórica de esa
misma teoría, lo que depende ya sólo de la estructura lógica de las propias
teorías.
Contextos determinantes/Contextos determinados. Distinción introducida en la teoría del cierre
categorial para designar dos procesos complementarios. El contexto determinante
viene definido por un conjunto de
términos heterogéneos y cursos
operatorios que dan lugar por confluencia a una figura sintética privilegiada
gnoseológicamente por su capacidad de determinar un sistema de relaciones capaz
de articular e integrar, en proporciones definidas, otros cursos operatorios
constructivos en un contexto determinado. Este, a su vez, define un campo
operatorio abstracto, cuya estructura analítica filtra o segrega aquellos
términos, relaciones y operaciones específicos que constituyen el cierre
operatorio de una ciencia, reconstruyendo ahora, interna y esencialmente,
aquella figura analítica proporcionada por el contexto determinante. No se
trata de simples procesos de análisis y síntesis. Los contextos determinantes
funcionan como moldes, que deben estar dados de antemano, pues los contextos
determinados por sí solos no pueden producirlos.
Contingencia. Contingencia y necesidad son conceptos contrarios: contingente es
aquello que del mismo modo puede ser que no ser. Semejante es el significado de
"casual", por el que se entiende lo accidental (no esencial) y lo no
necesario, lo no determinado y lo no previsible. Necesario, en cambio, es lo que
es así y tiene que ser así no pudiendo ser de ninguna otra manera.
Contingente. Lo que siendo de una manera, puede igualmente ser de otra. Lo que
siendo así, podría ser de otra manera. Lo que es, pero puede igualmente no ser.
Contradicción. En un sentido estricto, se entiende por contradicción la oposición
contradictoria que se da entre proposiciones del mismo contenido, pero que son
universales (o particulares) afirmativas y particulares (o universales)
negativas (p.ej.: "Todos los hombres son racionales"- "Algunos
hombres no son racionales"). En las proposiciones no cuantificadas, se
entiende por contradicción la oposición entre frases que tienen el mismo
contenido, pero que son afirmativas y negativas (p.ej. "El hombre es
racional" - "El hombre no es racional"). En este caso, las dos
proposiciones no pueden ser verdaderas al mismo tiempo ni falsas al mismo
tiempo. En las proposiciones cuantificadas, de la veracidad de una se sigue la
falsedad de la otra, y a la inversa. Entre proposiciones del mismo contenido, pero
que son universales afirmativas y universales negativas, existe una oposición
contraria(p.ej.:"Todos los hombres tienen alma" -"Ningún hombre
tiene alma"); no pueden ser al mismo tiempo verdaderas, pero sí pueden ser
al mismo tiempo falsas Entre proposiciones universales afirmativas (o
negativas) y particulares afirmativas (o negativas) existe una oposición
subalterna(p.ej."Todos los pájaros pueden volar"- "Algunos
pájaros pueden volar"); y entre proposiciones particulares afirmativas y
particulares negativas una oposición subcontraria.
En
un sentido amplio, se entiende por contradicción toda oposición entre un
contenido y su negación absoluta, es decir, una oposición cuyos miembros se
comportan entre sí como ser y no ser(hombre -no-hombre; vida- no-vida;
inteligente- no-inteligente). Hay que distinguir a ésta de la oposición
contraria que se da entre un contenido y su negación determinada
(limitada)(hombre - animal; vida - muerte; inteligente - tonto). Mientras que
una oposición contradictoria es omnicomprensiva ("Todo es o un hombre o no
es un hombre"), las oposiciones contrarias sólo comprenden un campo
limitado y admiten por esta razón un tercero, y, en algunas circunstancias, un
medio("No todo es hombre o animal"). Los opuestos contrarios pueden también ser subsumidos bajo un
concepto ("Los hombres y animales son seres vivos", "La vida y
la muerte son acontecimientos biológicos", etc.), lo cual no ocurre en los
opuestos contradictorios. Quedan además, por añadir los opuestos relativos (los
que se dan entre dos relaciones opuestas y sus portadores: salud - enfermedad)
y los llamados opuestos polares (opuestos correlativos contrarios), que en la
realidad están necesariamente incluidos en un todo:polo norte - polo sur,
contenido - forma, espacio - tiempo.
Contrafácticos. Un tipo de condicional, en el cual una de las cláusulas de la
proposición (el "si") es falsa. Por ejemplo: "Si los cerdos
tuviesen alas, entonces los coches de policía quedarían obsoletos". Son
muy interesantes para el filósofo porque resulta muy difícil analizar sus
condiciones de verdad. Son útiles para el impostor en observaciones como:
"No estoy seguro de cómo interpretar ese contrafáctico". A veces se
conocen como "condicionales subjuntivos", generalmente por gente que
quiere que usted sepa que han estudiado latín.
Corolario. Es una verdad que se
deduce trivialmente de un teorema.
Cosmogonía. Relato que intenta explicar el origen y formación del universo. Puede
ser puramente mítico, al estilo oriental. Cuando se plantean críticamente
hipótesis científicas alternativas, se convierte en cosmología.
Cosmología. Filosofía de la Naturaleza. En la Metafísica de Chr. Wolff, es la
parte de la Metaphysica specialis que se ocupa del Mundo y recibe el nombre de
Cosmologia rationalis.
Cosmos. Orden que rige las relaciones entre los entes. El cosmos es el
conjunto de entidades en cuanto éstas tienen un sentido totalizador,
globalizador. El cosmos es una totalidad. Conjunto ordenado de todos los entes.
Convencionalismo. Nada sabemos de lo que las cosas son en sí mismas, por lo que las
leyes y teorías científicas no expresan nada de la realidad, sino que son meras
adecuaciones mentales de los datos empíricos y fenoménicos, que hacemos como
sea más conveniente para que esos datos nos cuadren.
Deber. Kant define el deber como "la necesidad de una acción por
respeto a la ley". Es un concepto con una gran riqueza de contenido:
a)
El deber es la sumisión a la ley. No son las inclinaciones o deseos empíricos
de la voluntad individual los que me determinan únicamente a obrar; sino que es
la ley la que fundamentalmente determina mi voluntad.
b)
Yo tengo conciencia de esta sumisión a la ley; la respeto, me siento partícipe
de esa necesidad objetiva, siento deberes.
c)
Mi voluntad no sentiría respeto a la ley, no sentiría deberes, si no fuera
autónoma, si no fuera ella misma la que legisla la ley e impone el deber. Si
solamente fuera partícipe de un mundo de necesidades empíricas, actuaría sólo
para satisfacer sus propias apetencias, sus deseos empíricos: se sentiría
sometida a necesidades materiales, pero no a necesidades morales, a deberes.
d)
De ahí se deduce que el deber se impone a priori, independientemente de la
experiencia, y que su fundamento sólo puede ser la voluntad autónoma, la
persona racional que es fin de la acción en sí misma.
e)
Por tanto, el deber, que de por sí implica sumisión, en cuanto esta sumisión
respetuosa sería absurda en un mundo empírico, nos conduce a la idea de
sublimidad y dignidad del hombre y de la persona; es el carácter definitorio
del hombre.
Deducción. Es la extracción de verdades o conclusiones por demostración, a
partir de premisas o condiciones previas. En este procedimiento no es necesario
ir a la experiencia. La deducción no encuentra nuevas verdades. La verdad ya
viene presupuesta a priori en las premisas. El acto de deducción sólo es un
acto de esclarecimiento, de análisis. Las verdades obtenidas por deducción son
analíticas con respecto a las premisas. Es éste un procedimiento gnoseológico
analítico.
Deductivismo. El proceso que hace avanzar a las ciencias es la deducción, pues la
ciencia se desarrolla mediante hipótesis de las que se deducen consecuencias,
que luego aparecen acertadas, con lo que la hipótesis puede valer, o
desacertadas, que hace inválida a la hipótesis.
Definición. Procedimiento gnoseológico utilizado para delimitar el significado de
los términos. Posee carácter general, pero algunas de sus modalidades son
específicamente científicas.
Deísmo. Creencia en un Dios personal, racional, no providente ni
trascendente, sin milagros ni misterios, al margen de las religiones positivas
establecidas. Es una religión artificial. Es la negación de la religión desde
la creencia en el Dios de los filósofos. La religión natural nada que ver tiene
con la religión positiva.
Demarcación, criterio de. La ciencia proporciona conocimiento seguro, el
resto no proporciona conocimiento seguro o quizá ningún conocimiento; hay que
encontrar algún criterio que demarque esos dos campos de afirmaciones: las que
son científicas y las que no lo son.
Demostración. En Aristóteles es el razonamiento por el que se muestra la necesidad
de algo; su forma más elaborada es el silogismo. Es un procedimiento
gnoseológico específicamente científico que envuelve siempre procesos operatorios
constructivos distintos que confluyen en identidades sintéticas materiales. Las
demostraciones lineales, deductivas de la Lógica Formal o de las Matemáticas, cumplen el papel
subsidiario y oblicuo de reexponer dialógicamente, esto es, pedagógicamente,
los procesos de confluencia material operatoria que posibilitan el cierre
categorial, en el plano fenoménico de la representación.
Der Wiener Kreis. El Círculo de Viena.
Descripción. Decir cómo es algo o alguien mediante un conjunto de enunciados.
Descripcionismo. Una de las cuatro alternativas consideradas básicas entre las
concepciones gnoseológicas de la ciencia, caracterizada por su tendencia a
considerar el momento constructivo de las ciencias y, por tanto, los
componentes formales de los cuerpos científicos como subordinados enteramente a
la materia dada que habría de ser meramente descrita, inventariada y archivada.
Al descripcionismo asociamos un concepto característico de la verdad
científica, a saber, la verdad como des-velamiento (aletheia) o des-cubrimiento. Corriente de la filosofía de la
ciencia que afirma que la ciencia es descripción de hechos. La ciencia sólo
puede hablar de los hechos y a ellos se reduce.
Determinismo, indeterminismo. Algo que acontece no es libre, sino que está determinado
causalmente, aunque es verdad que puede ocurrir que no seamos capaces de
conocer las causas que lo determinan de manera perfecta.El determinismo es la
tesis filosófica que afirma que todo fenómeno, todo cuanto acontece está
determinado por causas o factores, que nada es sin que se pueda dar una razón
suficiente para explicarlo. El indeterminismo asegura que esa postura es
incorrecta, hay grados de libertad en lo que acontece, no está predeterminado.
Dialéctica. En Platón ciencia suprema del Ser y del Bien. Estudiaba las
relaciones y conexiones y desconexiones entre los géneros supremos y entre las
ideas, su symploké. En Hegel es el movimiento mismo de la realidad que en un
proceso contradictorio y partiendo de la Idea en sí llega a la Idea para sí, el
Espíritu Absoluto. Esto se hace admitiendo que todo lo real es racional y todo
lo racional es real. La dialéctica implica negaciones y contradicciones, unidad
de los opuestos, contradictoriedad de la unidad en el plano del ejercicio.
Dialelo antropológico. (del griego diállelos “razonamiento recíproco”)
término usado en la lógica clásica para indicar el círculo vicioso, es decir
aquel razonamiento en el que las premisas se fundan en las consecuencias y
éstas en aquéllas, de modo qu esólo existe una apariencia de demostración.
Según los escépticos, el mismo silogismo sería un dialelo, porque la premisa
universal (p. Ej., “todos los hombres son mortales”) presupone evidente la
consecuencia particular (p. Ej., “Sócrates es mortal”). Originariamente significaba
círculo vicioso, quinto tropo de Agripa destinado a provocar la epojé o
suspensión del juicio: demostrar algo equivale a suponer en el hombre la
capacidad de demostración. Utilizamos aquí esta figura clásica para aludir a la
situación paradójica de las ciencias humanas en las que el sujeto gnoseológico
es, al mismo tiempo, epistemológicamente, sujeto y objeto. La oposición
emic/etic reproduce el dialelo en el plano metodológico. El materialismo
filosófico desbloquea parcialmente el dialelo regresando a la contraposición
entre materia y forma.
Dialogismo. Sector del eje pragmático que se refiere a la comunicación de los
sujetos en el contexto de la actividad científica. No sólo hay dialogismos en
las polémicas, disputas, evaluaciones mutuas y congresos, sino también en la
enseñanza, sin cuyo concurso sistemático en los procesos de reproducción y
transmisión, la ciencia no sería pública. Escribir artículos, libros y manuales
es una actividad dialógica.
Diamérico. Esquema de conexión entre dos conceptos conjugados, cuando éstos se
fragmentan en partes homogéneas, A={a1,a2,....,an} y B={b1,b2,....,bn}, de modo
que las relaciones entre A y B se dan a través de sus partes respectivas an,
bn, bien sea porque B es un resultado que segregan las partes de A, o bien
porque las partes bn soportan como un tejido intercalar las partes disgregadas
de A. Se opone a metamérico.
Dianoético.
(en griego dianoetikós, intelectual), adjetivo con el que Aristóteles designa
las virtudes que tienen que ver con la parte intelectual del alma (Ética a
Nicómaco”, VI), distinguiéndolas de las éticas, las cuales están relacionadas
sobre todo con la sensibilidad y los afectos y tienden a hacer de éstos otras
tantas fuerzas subsidiarias de la razón.
Diánoia.
Término que en la filosofía griega designa el conocimiento racional discursivo.
Ya opuesto por Demócrito, en cuanto conocimiento “auténtico”, al conocimiento
sensible, “oscuro”, la diánoia es la facultad de desarrollar con procesos
racionales determinadas premisas hasta sus conclusiones necesarias. En este
sentido, Platón la identifica con el conocimiento matemático y la coloca, en la
sucesión de las actividades cognoscitivas por él establecida, entre la opinión
(dóxa), fruto del contacto empírico con la realidad natural, y la inteligencia
intuitiva (nóesis), capaz de acceder al mundo de las ideas. Para Aristóteles la
diánoia es principalmente el conocimiento científico deductivo, distinto del
pensamiento noético intuitivo de los principios primeros.
Discusión Es la exposición razonada de un punto de vista como oposición a otro.
Aunque a diferencia de lo que ocurre en el lenguaje callejero, una discusión no
debería implicar ningún tipo de acaloramiento, es sorprendente la frecuencia
con que pierden los papeles unos y otros. Los argumentos que se esgrimen
durante la discusión pueden ser válidos, o no, sólidos o no, etc. Se considera
argumento válido aquel cuyas premisas están ligadas de tal forma que, caso de
ser verdaderas, también lo será la conclusión que se extraiga de ellas.
Distributivo. En el contexto de las relaciones entre todo y parte se llama todo
distributivo aquél que agrupa partes (elementos o individuos) homogéneas (tanto
unívoca como analógicamente), que mantienen entre sí relaciones simétricas y
transitivas. Y son partes distributivas aquéllas en las que las propiedades del
todo dividido se conservan en todos y cada uno de sus elementos. Distributivo
se opone a atributivo, pero entre los dos no agotan las relaciones entre todos
y partes.
Doxa. Opinión, conocimiento vulgar, inexacto y superficial.
Ejercicio/Representación. Planos lógicos entre los que se articula incesante
y circularmente la dialéctica. Conceptos conjugados a través de los cuales se
desarrolla la dialéctica entre materia/forma en el plano ontológico y entre
praxis científica/teoría científica en el plano gnoseológico.
Emic/Etic. Distinción metodológica elaborada por K. Pike para subrayar la
diferente perspectiva que en la investigación antropológica asumen los
participantes que van a interpretar las situaciones culturales desde dentro
(emic) respecto a la visión objetivista y nomológica que adoptan los
observadores externos (etic) que contemplan las actividades culturales y las
interpretan desde fuera, de acuerdo con las categorías universalistas de la civilización
occidental. Se trata de una formulación muy aguda del dialelo antropológico,
que puede ser reinterpretada puntualmente y con mayor rigor gnoseológico desde
nuestra distinción entre metodologías alfa-operatorias y metodologías
beta-operatorias.
Empiría. Experiencia. El ámbito de la sensibilidad
Empírico. Conocimiento experiencial o experimental o aquel conocimiento cuyo
contenido proviene de la experiencia. Conocimiento cuyos contenidos se obtienen
vía sensibilidad o sentidos.
Empirismo. Doctrina que afirma que todo
nuestro conocimiento procede de la experiencia y consiste en colecciones de
datos sensoriales. El empirismo privilegia la inducción como procedimiento para
derivar enunciados universales a partir de enunciados particulares y como procedimiento
cognoscitivo, ya que el conocimiento sensorial es un conocimiento particular
que se expresa en enunciados particulares.
Empirismo lógico. Neopositivismo o positivismo lógico. Doctrina que afirma que todo
conocimiento es empírico. Las proposiciones científicas son empíricas o se
derivan de enunciados observacionales. El significado de una proposición o es
empírico o no es nada. Todo lo que no pueda ser reducido o traducido a lo
empírico es un sinsentido.
Ente. Este concepto es equivalente al
concepto de existente o real. La metafísica de Aristóteles es, precisamente, el
estudio de aquello que hace que los entes sean tales. Es decir, el principio
que permite su existencia y su conocimiento como tales entes.
Entendimiento. Es la facultad de conocer racionalmente. En Kant significa
pensamiento conceptual o categorial (entre la sensibilidad y la razón).
Enunciado. En lógica tradicional, significa lo mismo que proposición. A veces se
usa "proposición" para un enunciado aislado, y "enunciado"
cuando está dentro de un silogismo. En ocasiones "enunciado" es un
término neutral descomponible en "proposición" (producto lógico del
pensamiento) y "juicio" (producto psicológico) del pensamiento). Esta
descomposición se efectúa a veces en sentido inverso: el enunciado designa
entonces el hecho de enunciar una proposición.
Episteme. Conocimiento objetivo, riguroso, universal y necesario.
Epistemología. Tratado sobre el conocimiento, en particular sobre el conocimiento
científico. Etimológicamente, la palabra "episteme" significa
"ciencia" en griego. Hay, sin embargo, imprecisiones y ambigüedades
en el uso de los términos epistemología y
gnoseología, que, a veces se hacen
equivalentes y otras se distinguen, restringiendo la epistemología al
conocimiento científico y dando a la gnoseología un significado más amplio,
como teoría del conocimiento, sea científico o no. Aquí, usamos epistemología
para referirnos a los planteamientos kantianos del problema del conocimiento
(¿cuáles son las condiciones de posibilidad del conocimiento?), pivotados sobre
la distinción entre sujeto/objeto, que siguen manteniendo hoy todavía muchas
teorías de la ciencia, tanto psicologistas y genéticas como estructurales. La
gnoseología, por el contrario, privilegia, como veremos, la dualidad
materia/forma y adopta una perspectiva constructivista respecto al problema de
la verdad.
Epojé. Suspensión del juicio. Abstención de juzgar.
Erkenntnis. Conocimiento. También el nombre del periódico editado por los
positivistas lógicos de Viena. Hombres como Otto Neurath, Carl Hempel y Rudolf
Carnap.
Escepticismo. Doctrina que afirma que es imposible conocer con certeza cosa alguna.
Nada podemos saber. Toda afirmación, todo juicio, es digno de duda,
desconfianza o sospecha. Ninguna afirmación o negación se puede hacer. La mejor
actitud es la epojé o suspensión del juicio, el abstenerse de afirmar o negar
algo de algo.
Escolio. Aclaración o añadido de las proposiciones de un sistema axiomático
more et ordine geometrico.
Esencia. (tí esti, tó tí ên eînai): Lo que una cosa realmente es y la
determina en su ser; lo que cada cosa es por sí. Lo específico de algo. Es la
quididad o concepto esencial. La esencia es el contenido de la definición.
Esencial. Sector del eje semántico en la teoría del cierre categorial. Hay dos
maneras de entender las esencias en la filosofía. Aristóteles identificó las
esencias con las substancias, como aquellas naturalezas inmutables que subyacen
a las cosas reales e individuales. En la tradición platónica en cambio, las
esencias son concebidas como Ideas de naturaleza relacional. El carácter
relacional de las esencias fue subrayado por Leibniz. Dentro de la tradición
relacional y constructivista, entendemos aquí por esencias aquellas
cristalizaciones conceptuales que se van fraguando históricamente en el
comercio dialéctico entre el plano de los objetos físicos materiales y el plano
de las representaciones fenoménicas o aparienciales mediante las cuales se
hacen conscientes los objetos. El plano esencial se alcanza mediante un proceso
de idealización, estilización o paso al límite producido por el choque entre el
sector fisicalista y el sector fenomenológico. Las esencias son así
independientes de los sujetos (plano fenomenológico) y reconstruyen los objetos
(plano fisicalista), envolviéndolos y dándoles el sentido de identidades
materiales sintéticas a través de la confluencia de cursos operatorios
distintos. En el plano de las esencias reside la verdad científica como
construcción objetiva.
Espacio antropológico. Sistema de coordenadas para ordenar y analizar
relacionalmente los múltiples materiales antropológicos (físicos, biológicos,
culturales o simbólicos) Articulamos el espacio antropológico en tres ejes
(circular, radial y angular) en cada uno de los cuales se relacionan, de
distinta manera y en proporciones variables, dos tipos de realidades
antropológicas: las corpóreas (Fi) y las espirituales (Pi).
Especie. La esencia completa de un ente
en cuanto común a muchos individuos. Se define según Porfirio a partir de
género y diferencia específica.
Esquema material de identidad. Sistema de referencia implícito en las relaciones
causales. Siendo la relación causal una relación n-aria (donde n>2), el
efecto se produce cuando hay una desviación o ruptura respecto a un esquema material
de identidad previo, de modo que la causa se determina positivamente como el
factor determinante de tal desviación o ruptura.
Especulativo. Referente a la actividad intelectual en tanto que tal, en
contemplación desinteresada, a diferencia de la que atiende a la acción (uso
práctico de la razón).
Estética. El estudio de lo sensible, de la sensibilidad. Parte de la filosofía,
disciplina filosófica que trata del estudio de la sensibilidad hacia lo bello,
lo feo, lo bonito, lo sublime, etc. Es, a decir de Kant, ese ámbito que ni es
teórico ni es práctico, ni científico ni ético-político. Es ese interés sin
interés, esa finalidad sin fin. Dice Kant que "bello es aquello que place
universalmente sin concepto" y acaso tenga razón.
Etica. Conjunto de normas ligadas al comportamiento racional del individuo
corpóreo. Porción de la praxis orientada a la preservación racional del
individuo corpóreo. En tanto que ethos
(=temperamento, carácter) se vincula a la esfera corpórea, segregada de la
comunidad y de las costumbres sociales, se opone a moral. En múltiples
circunstancias, las normas éticas entran en conflicto con las normas morales y
políticas. Las normas éticas, que se refieren a la fortaleza de la
individualidad corpórea son más universales que las normas morales, en la
medida en que el sujeto corpóreo es también más universal que las sociedades
políticas históricas. Los sistemas éticos individualistas se reclaman, en este
sentido autónomos y universalistas. Están regidos por dos principios: el
principio de conservación de la esfera corpórea propia (la fortaleza o firmeza)
y el principio de solidaridad con otras esferas corpóreas individuales iguales
o principio de conservación de las otras esferas corpóreas (la generosidad).
Disciplina filosófica o reflexión racional de segundo grado sobre los
fundamentos de la moralidad.
Eutanasia-Pena de muerte. Es un error
infantil proceder como si un principio ético pudiese ser aplicado con
abstracción absoluta de todos los demás principios o normas morales con los cuales
ha de estar necesariamente vinculado en symploké.
Así, la misma tradición cristiana limitaba el quinto mandamiento en los casos
de "legítima defensa". Es cierto que, en el caso de un criminal que
supondremoss encerrado entre rejas, e incapacitado para atacarme de nuevo, no
cabría justificar la aplicación de la "pena de muerte" en nombre del
principio de la legítima defensa. Pero, ¿no cabría invocar algún otro principio
ético? Sin duda: podríamos invocar el principio de la generosidad. A este efecto hay que comenzar, en efecto, por
denunciar el carácter confuso y oscuro del concepto mismo de "pena de
muerte".
Si este concepto conserva algún significado es en el
supuesto de que se acepte la supervivencia del alma del ajusticiado, puesto que
entonces podría afirmarse que el sujeto (el alma del "compuesto
hilemórfico") sufre la pena de perder el cuerpo (una suerte de "pena
de mutilación", pero no de muerte total). Pero solamente los animistas
podrían apelar al argumento del "alma en pena". Ahora bien, si dejamos
de lado el animismo, el concepto mismo de pena de muerte se nos revela como un
absurdo. La pena de muerte será pena, a lo sumo, para los familiares o amigos
del difunto. Descartada, por motivos éticos, la idea de la pena como venganza;
descartada la justificación de la pena en función de la intimidación de otros
posibles delincuentes (puesto que ello no está probado), a fin de defender a la
sociedad de un peligro cierto, habrá que tener en cuenta, sobre todo, el
principio de la subordinación de la pena a la rehabilitación del delincuente, a
fin de reinsertar a éste en la sociedad, y en el intervalo de tiempo más breve
posible. Ahora bien: desde este fundamento perderá toda justificación el
intento de encontrar una "compensación penal" `l crimen horrendo
mediante la exigencia del cumplimiento de la totalidad de las penas (exigencia
que sólo podría fundarse en la venganza, salvo suponer que el criminal es
irrecuperable). Porque propiamente, desde la hipótesis de la prisión
rehabilitadora (hipótesis que se funda en la equiparación del delincuente con
un enfermo y, correspondientemente, de la cárcel con un hospital) lo que habría
que pedir no sería tanto "el cumplimiento íntegro de la condena" ni
la reclusión vitalicia del enfermo en el hospital, sino precisamente la
utilización de las técnicas más avanzadas para la recuperación del delincuente,
para la curación del enfermo en el intervalo de tiempo más corto posible. Una
vez curado, rehabilitado, podría nuestro asesino ser puesto en libertad y
reinsertado en la sociedad.
Ahora
bien, cuando consideramos al asesino como persona responsable, la
"interrupción de su vida" como operación consecutiva al juicio, puede
apoyarse en el principio ético de la generosidad, interpretando tal operación
no como pena de muerte, sino como un acto de generosidad de la sociedad para
con el criminal convicto y confeso. En efecto, el autor considerado responsable
de crímenes horrendos, o bien tiene conciencia de su maldad, o bien no la tiene
en absoluto, e incluso, como si fuera un imbécil moral, se siente orgulloso de
ella. En el supuesto de que fuese un imbécil moral sería necesario conseguir,
mediante un tratamiento pedagógico adecuado, que el criminal alcanzase la
conciencia plena de su culpa, y cuando la hubiera adquirido habría que
aplicarle el mismo principio que utilizamos ante el criminal ya consciente de
su culpa: que, por hipótesis, la conciencia de una culpa tan enorme habrá de
significar una carga tan insoportable para el actor que el hecho de mantener en
la vida al criminal (impidiéndole incluso el suicidio) constituirá la forma de
venganza más refinada. Sólo mediante una "muerte dulce" podríamos
aliviar al criminal de la carga de su culpa. Por supuesto, descartamos la
aplicación a nuestro caso de la hipótesis de la rehabilitación: suponemos que
el crimen horrendo compromete de tal modo la "identidad" del criminal
-en gran medida por la representación que de ella tendrán también las demás
personas- que su culpa no puede ser expiada. No le aplicaremos la eutanasia,
por tanto, por motivos de ejemplaridad ("para que el crimen no se
repita") sino por motivos de su propia personalidad responsable, una e
irrepetible. En el supuesto alternativo de que el criminal moral fuese
resistente a todo género de recuperación de la conciencia de su culpa, habría
que sacar las consecuencias, destituyéndole de su condición de persona. Las
consecuencias de esta situación cualquiera puede extraerlas con el simple
recurso de las reglas de la lógica.
Experiencia. Se usa en varios sentidos: (1) La aprehensión por un sujeto de una
realidad, de una forma de ser, un modo de hacer, una manera de vivir, etc. La
experiencia es entonces un modo de conocer algo inmediatamente antes de todo
juicio formulado sobre lo aprehendido. (2) La aprehensión sensible de la
realidad externa. Se dice entonces que tal realidad se da por medio de la
experiencia. (3) La confirmación de los juicios sobre la realidad por medio de
una verificación, por lo usual, sensible, de esta realidad. Se dice entonces
que un juicio sobre la realidad es confirmable o verificable, por medio de la
experiencia. Hay algo común en estos sentidos, el hecho de que se trata de una
aprehensión inmediata por un sujeto de algo que se supone "dado".
Eutaxia. Buen gobierno, buena
dirección, buena conducción, orden. Estabilidad política, que se muestra por la
duración en el tiempo.
Falible. Que falla, que puede fallar.
Falsacionismo. Criterio de demarcación que afirma que en el campo de la ciencia lo
decisivo no es que las teorías o proposiciones científicas sean verificadas, es
decir, hechas buenas, sino falsadas, es decir, rechazadas como falsas, como no
acertantes, y por tanto rechazables. Toda teoría, para ser calificada de
científica tiene que ser falsable, esto es, tiene que haber unos enunciados
falsadores potenciales tales que si fueran verdaderos, si se dieran
efectivamente, la teoría quedaría echada por tierra. No se puede decir jamás de
una teoría que sea verdadera, sino sólo y a lo sumo, en el mejor de los casos,
aún no falsa o no falsada. Por supuesto, siendo en cualquier caso, para ser
considerada científica, falsable.
Fenómeno. La apariencia de la realidad tal como se presenta al sujeto
cognoscente. En la terminología kantiana se opone a noúmeno, realidad
subyacente o cosa en sí, que se declara incognoscible. En Hegel es aquello que
no tiene en sí mismo su propio fundamento.En la teoría del cierre categorial el
sector fenoménico se dibuja en el segundo momento del eje semántico como
conjunto de representaciones subjetivas o apariciones diversas del objeto
fisicalistamente dado. Los fenómenos son plurales tanto por la diversidad de
las condiciones de aparición del objeto como por la multiplicidad de sujetos
gnoseológicos. Su pluralidad y diversidad, sin embargo, queda neutralizada por
procedimientos de confluencia operatoria, dando lugar a cantidades esenciales.
Por ejemplo, la "estrella matutina" y la "estrella
vespertina" son apariencias fenoménicas diversas hasta que la astronomía
las neutralice al identificar ambas con el planeta Venus.
Finalidad. Existe un propósito, un para qué, un objetivo, una meta que determina
causalmente los fenómenos naturales. El finalismo afirma que existen causas
finales que explican o bien determinados fenómenos biológicos o bien todos los
fenómenos cósmicos, dando así al universo entero un orden, un fin, un sentido.
Firmeza. "Por firmeza entiendo el deseo por el que cada uno se esfuerza
en conservar su ser, en virtud del solo dictamen de la razón". Espinosa,
parte III, Etica, escolio de la prop. 59.
Fisicalista. Primer tramo del eje semántico en la teoría del cierre categorial,
que envuelve la exigencia de que los términos a partir de los que se despega la
construcción científica gocen de referentes materiales específicos. Las mal
llamadas ciencias formales (porque todas son materiales) cumplen este trámite
mediante la representación gráfica o tipográfica de los signos. La exigencia
del sector fisicalista viene determinada por la naturaleza
"quirúrgica" de las operaciones.
Forma. En Aristóteles (morphé, eídos). La forma es aquello por lo que se
determina la materia para ser algo lo que es. Eidos es la forma específica, que
estructura los elementos materiales con vistas a su funcionamiento real.
Fortaleza. Potencia de obrar. Perseverancia de cada uno en su ser. Conatus.
Esfuerzo del alma en perseverar en su ser. Fuerza activa y deseante del alma.
Generosidad. "Por generosidad entiendo
el deseo por el que cada uno se esfuerza, en virtud del solo dictamen de la
razón, en ayudar a los demás hombres y unirse a ellos mediante la
amistad". Espinosa. Parte III, Etica, escolio de la proposición 59.
Gesamtheit. Totalidad: muy útil al citar a Wittgenstein: "Die Welt ist die Gesamtheit der Tatsachen,
nicht der Dinge". (El mundo es la totalidad de
los hechos, no de las cosas.) No confundir, por si acaso, con
"Gesundheit" (salud).
Gnoseología. Teoría del conocimiento en general. Aquí utilizamos gnoseología para
referirnos al análisis lógico material de los conocimientos (en particular
científicos). La perspectiva gnoseológica se distingue de la epistemológica
internamente porque privilegia las relaciones conjugadas entre materia y forma,
tanto en el plano metacientífico como en el analítico categorial. En el plano
metacientífico son gnoseológicas las teorías de la ciencia que fracturan las
cosas en sus partes formales en lugar de regresar a sus componentes genéricos o
partes materiales. En el plano analítico categorial, la perspectiva
gnoseológica admite las siguientes subdivisiones sistemáticas: Gnoseología
general y Gnoseología especial. Gnoseología analítica y sintética.
La
Gnoseología general pretende construir una Idea general de ciencia capaz de
servir de metro o patrón para estimar el grado de cientificidad característico
de una formación categorial (científica) determinada. Conlleva dos trámites:
(1) el analítico (Gnoseología general analítica) destinado a determinar
anatómica o estructuralmente, las partes formales constitutivas de todas las
ciencias, para lo que hace uso de las dimensiones del lenguaje (sintaxis, semántica
y pragmática) como hilo conductor y (2) el sintético (gnoseología general
sintética) que estudia la constitución dinámica o fisiológica de las ciencias
en funcionamiento como un conjunto o sistema de teoremas o células
gnoseológicas, cada una de las cuales sintetizan y filtran los componentes
analíticos pertinentes. La teoría del cierre categorial hace depender la
Gnoseología general de la Gnoseología especial, esto es, la Idea general de
Ciencia del estudio pormenorizado de cada ciencia particular cristalizada
históricamente en instituciones culturales específicas, procediendo de unas a
otras por recurrencia. La definición de las ciencias y su demarcación es, así
pues, circular y recursiva.
Hedonismo. Doctrina que considera el placer como bien supremo y fin último de la
acción humana.
Heterónoma. Que las leyes proceden de algo externo, de algo diferente a uno
mismo. La moral heterónoma es aquella moral cuyos contenidos vienen dictados
desde instancias exteriores a la propia ley moral, provienen de contenidos
extramorales. Para Kant, la ética heterónoma no es racional. La razón
descalifica toda moral heterónoma porque la motivación para cumplir la ley
moral no es el deber por el deber sino otros contenidos no morales, esto es, la
moral se cumple por motivos o razones no morales. Por esto la heteronomía es
contraria a la razón.
Hilemorfismo. Teoría de Aristóteles que afirma que todos los cuerpos están
compuestos de materia (hylé, en griego) y forma (morphé). La materia es para
Aristóteles lo indeterminado (neque quantum, neque quale, neque quid); la
forma, en cambio, es la determinación, la perfección. Nosotros utilizamos la
distinción materia/forma en sentido gnoseológico, desbloqueándola del contexto
originariamente ontológico y cosmológico que tenía en Aristóteles. Materia y
forma, en tanto que conceptos conjugados, se usan como instrumental analítico
de referencia, sobre todo, en contextos lógicos, lingüísticos, etc.
Hipóstasis. "Verdadera realidad", substancia. Término usado por Platón
y más adelante por Plotino, que de esta forma llama a las tres substancias
inteligibles: lo Uno, la Inteligencia y el Alma del Mundo. Lo Uno da origen por
contemplación a la segunda hipóstasis, la Inteligencia, y ésta da origen a la
tercera hipóstasis o Alma del Mundo. Algunos filósofos cristianos usaron el
término para sus explicaciones teológicas dándole el significado de
"persona", al referirse a las Personas divinas, viniendo a designar
como "unión hipostática" la unidad de dos naturalezas en una
hipóstasis o persona.
Hipotético-deductivo, método. La ciencia procede estableciendo hipótesis (para lo
que se valdrá tanto de la imaginación como de la experiencia pasada) de las que
luego deducirá todas las consecuencias que en ellas estén encerradas.
Idea. En la psicología moderna suele significar representación general de
un objeto. Platón, aunque también le daba un uso gnoseológico, la objetivizó,
dándole el sentido de esencia o forma inteligible intemporal, subsistente,
independiente de las cosas sensibles como "modelo" que éstas
"imitan" o del que "participan". En Kant, concepto
necesario de la razón pura, al que no corresponde ningún objeto que pueda ser
dado a los sentidos. Las Ideas son las condiciones del conocimiento objetivo de
los fenómenos. La ilusión trascendental consiste en hacer un uso puro de las
ideas; es válido, sin embargo, un uso regulativo de ellas. En Hegel, "la
Idea" es el absoluto originario, a la vez origen y sentido de todo lo
real.
Idealismo. Como concepto filosófico no
tiene relación con la preocupación por el bienestar de los bebés foca (ni
tampoco con el bienestar de prominentes actrices francesas muy preocupadas por
el bienestar de los bebés foca), ni tampoco es una firme creencia en la
Hermandad de los Hombres; de hecho es una noción puesta en circulación por Berkeley al sostener que los objetos
externos no tienen ninguna existencia real distinta de su ser percibidos. En
realidad, los idealistas experimentan grandes dificultades para explicar lo que
quieren decir exactamente con esto, pues no pretenden sostener que los objetos
sean ilusorios; por otra parte, parece que la tesis sostenida por ellos es de
orden ontológico y no epistemológico. El Idealismo es contrastado por él.
Idealismo. El idealismo sirve para caracterizar unos determinados sistemas
filosóficos. Estos sistemas se caracterizan porque reducen todo lo que existe,
sea lo perceptible con los sentidos (es decir, el objeto de la aisthesis) o lo
accesible sólo al pensamiento (es decir, los objetos de la noesis), a algo que
existe de un modo no corporal y que, aunque no puede verse, puede, sin embargo,
ser comprendido; que no se abre a la mirada externa, sino a la intelección
interna; que, por tanto, se graba no como imagen externa, sino como imagen de
lo interno. A lo que existe de este modo se le llama idea, algo que presenta un aspecto no corpóreo (asómatos eidos). Por idea entendió Platón aquello que le conviene
a muchos fenómenos externos en cuanto que es algo común (to koinon), no encarnado de un modo puro en ninguna parte. lo
bello, lo bueno, lo verdadero, lo falso, la magnitud, el límite, y otros más.
La idea es, según esto, el arquetipo (paradeigma)
de las muchas imágenes sensorialmente perceptibles. El problema es cómo puede
hacerse accesible la Idea a la razón.
Idealista. Referente a idealismo. En su sentido más general, marxista o
postmarxista, toda filosofía que parte de la conciencia para explicar el
conocimiento y el mundo. En sentido más restringido, sistema filosófico que
reduce la realidad al pensamiento (al menos la forma de la realidad, como en el
kantismo) o metafísica que concede a las Ideas realidad propia, ya sea en sí
mismas (Platón) o en la mente divina (neoplatonismo cristiano), con
independencia de las cosas y de nuestra mente. Es todo sistema que sostiene que
la realidad es ideal o procede de la Idea o que todo nuestro conocimiento de la
realidad depende o consiste en Ideas.
Identidad. Se entiende por identidad aquella relación en virtud de la cual
diversas cosas o contenidos conceptuales son una misma cosa en un determinado
sentido o son concebidos como una misma cosa. Dos seres pueden tener la misma
propiedad, es decir, ser subsumidos bajo el mismo concepto (=Identidad formal).
Por otra parte, dos conceptos (proposiciones, expresiones) pueden convenirle a
un mismo ser, es decir, estar referidos a un mismo ser (=Identidad material).
Lo contrario de la identidad es la diferencia. La identidad en un sentido
cuantitativo, es una igualdad. Y, si no es posible dar un nombre exacto a aquel
aspecto respecto del cual son cualitativamente idénticas unas cosas a unos
contenidos del pensamiento, solemos decir que se trata de una semejanza.
Identidad sintética. Puesto que las relaciones reflexivas no son originarias, sino
derivadas de relaciones simétricas y transitivas previas, toda identidad, por
el mero hecho de serlo, es sintética, material. La identidad analítica es
absurda, constituye un caso límite de reflexividad, que tomada absolutamente,
carece de operatoriedad. La identidad sintética, en cambio, incluye siempre
diversidad y es operatoria. Tanto las verdades científicas como las leyes
científicas, en cuanto contenidos semánticamente esenciales, como las
demostraciones resultan de procesos de confluencia operatorios que dan lugar a
identidades sintéticas.
Impiedad. Negación absoluta teórica y
práctica de las religiones así como del contenido de sus creencias. Esto es,
negación de la existencia de dioses, demonios, ángeles y de todo tipo de
entidades sobrenaturales; negación de las supersticiones y negación de las
religiones. La impiedad es una posición más radical y dura que el ateísmo, que
es simplemente la negación de una religión o de un dios sin que queden
excluidas actitudes piadosas respecto a otras religiones o dioses.
Implicación. Es la relación entre las premisas de un argumento válido y su
conclusión: si x implica y, entonces y se sigue de x (pero ya se ve que
impresiona más hablar de implicación que de una cosa que siga lógicamente a
otra.).
Inductivismo. El proceso que hace avanzar a las ciencias es la inducción, pues la
ciencia se desarrolla mediante la acumulación inteligente de experimentaciones
y de observaciones, que estudiadas de cerca y metódicamente nos ofrecen las
teorías y las leyes científicas.
Inferencia deductiva. Cuando inferimos deductivamente una conclusión a
partir de ciertas premisas, la verdad de éstas implica la verdad de la
conclusión: las premisas no pueden ser verdaderas y la conclusión falsa. A
diferencia de lo que sucede en una inferencia deductiva, en una inferencia
inductiva la verdad de la premisa confiere tan sólo un cierto grado de
probabilidad a la verdad de la conclusión. La corrección de una inferencia
deductiva descansa en el significado de las constantes lógicas. La de una
inferencia inductiva depende del grado en que los hechos presten su apoyo a las
leyes o hipótesis.
Innato. "Innatismo" puede
decirse de toda doctrina que afirma algo innato en la mente, algo que todo
hombre, por el hecho de serlo, puede conocer sin necesidad de aprendizaje, sin
sacarlo de la experiencia. Pero "innato" no quiere decir poseído
actualmente desde el nacimiento: puede ser necesaria la experiencia para
evocarlo, para reactivar lo que era poseído sólo como una huella. En Kant no
hay contenidos innatos, pero sí formas, mediante las cuales se ordenan los
contenidos que da la experiencia.
Intelecto. Entendimiento, razón.
Intelectual. Profesional de la inteligencia. Aquellas personas cuyo oficio
requiere exclusivamente el ejercicio de su intelecto en el ámbito de la teoría
o conocimiento puro y desinteresado.
Intelectualismo. Doctrina que atribuye la primacía a la idea, a la razón, la
inteligencia.
Intuición. Conocimiento directo e inmediato de un objeto. Forma de conocimiento
que no viene mediada por ninguna instancia conceptual, sino que supone la
presencia inmediata del objeto ante la subjetividad.
Intuitivo. Referente a intuición.
Isomorfismo. Identidad de estructura entre dos conjuntos de objetos de naturaleza
diferente.
Iusnaturalismo. Doctrina que afirma la existencia de un Derecho Natural objetivo y
válido, que fundamenta y justifica todo otro Derecho positivo legítimo.
Juicio. Tiene varios significados. 1. Acto mental por medio del cual nos
formamos una opinión de algo. 2. afirmación o negación de algo (de un
predicado) con respecto a algo (un sujeto). 3. Juicio es el acto mental por
medio del cual se une (o sintetiza) afirmando, o se separa negando.
Juicio analítico. Aquél en el que el concepto del predicado está incluido en el
concepto del sujeto.
Juicio sintético. Aquél en el que el concepto del predicado no está incluido en el
concepto del sujeto, sino fuera de él.
Lema. Teorema utilizado para
demostrar la verdad de otro teorema.
Libertad. "Voluntad libre y voluntad sometida a leyes son una y la misma
cosa". Kant.
Libre albedrío. Término utilizado por los filósofos y teólogos escolásticos en íntima
conexión con la Idea de libertad. Describe, sobre todo, la posibilidad de
actuar o no actuar.
Lógica. Palabra muy útil. Puede designar tanto un sistema formal de
razonamiento (por ejemplo un silogismo de Aristóteles) como indicar la fuerza
argumentativa de un razonamiento. "¿Qué lógica hay en su
argumentación?", es la clase de pregunta que, sobre todo si lo tienen a
usted contra las cuerdas, al menos le concede un respiro.
Logicismo. Doctrina gnoseológica reduccionista que intenta fundamentar la
Matemática en la lógica, retrotrayendo todas las fórmulas al esquema común de
la relación de implicación p--->q. El logicismo ignora la naturaleza
material de los signos tipográficos y no advierte que las operaciones lógicas
son autoformantes, mientras que las matemáticas son heteroformantes.
Logos. El concepto griego que cubre este término es muy amplio y difícil de
traducir en muchos casos, ya que nuestros términos son más restringidos.
Significa "palabra", "razón", "razonamiento",
"cálculo", "tratado" y "relato".
Materia. Aristóteles, (hyle) es aquello que subyace a los cambios
sustanciales. Aquello con lo que se hace algo y que es principio (causa) de
indeterminación y potencialidad. Inicialmente, materia aparece en el contexto
tecnológico como lo correlativo a forma (a la manera como anverso es lo
correlativo de reverso). La materia es la invariante del grupo de
transformaciones. La Idea de materia no se somete a una definición unívoca y
distributiva que exprese unas notas genéricas comunes y uniformes para todas
las clases de materia, sino que debe darse mediante un concepto funcional
constructivo, que puede ir cobrando significados heterogéneos de un modo
sistemático, a la manera como ocurre con las cónicas. Según esto, materia
designa inicialmente a la materia determinada, es decir, a todo tipo de entidad
que, dotada de algún tipo de unidad, consta necesariamente de multiplicidad de
partes variables, cuantitativas o cualitativas que, sin embargo, se determinan
recíprocamente (causalmente, estructuralmente). La materia determinada
comprende diversos géneros de materialidad. Un primer género engloba a las
materialidades dadas en el espacio y en el tiempo (materialidades físicas), coordinable
con los términos; un segundo género que comprende a las materialidades dadas
antes en la dimensión temporal que en la espacial (son las materialidades de
orden subjetivo), coordinable con las operaciones y un tercer género de
materialidades en el que se incluyen los sistemas ideales de índole matemática,
lógica, etc., coordinable con las relaciones y que propiamente no se recluyen
en un lugar o tiempo propios. En una segunda fase, el término material, al desarrollarse
dialécticamente mediante la segregación sucesiva de toda determinación, puede
llegar a alcanzar dos nuevas acepciones que desbordan el horizonte del concepto
inicial de materia determinada: la acepción de la materia cósmica, como imagen de la idea filosófica de espíritu (en
tanto la idea de espíritu se redefine filosóficamente por medio del concepto de
las "formas separadas" de toda materia) y la acepción de la materia indeterminada (materia sin
ninguna forma), o materia prima en
sentido absoluto, como materialidad que desborda todo contexto categorial y se
constituye como materialidad
trascendental.
Materialismo formalista. Tesis del materialismo gnoseológico sobre la
naturaleza de las ciencias formales basada en la consideración diamérica de la
oposición materia/forma. Supone una radicalización del formalismo, al reconocer
que los signos materiales específicos de carácter tipográfico son los términos
fisicalistas de estas ciencias. Su propia estructura permite establecer las
relaciones pertinentes a través de procesos de identificación y el
establecimiento de ecuaciones. A través de su manipulación operatoria se
obtiene un cierre operatorio que, alguna de sus formas, puede ser exportado a
otras categorías en función de su mayor transparencia, operatoriedad y
simplicidad.
Materialismo gnoseológico. Teoría de la ciencia que adopta el punto de vista
gnoseológico, ofreciendo una clasificación de los conocimientos humanos
fundándose en criterios explícitos de corte materialista, una clasificación de
las alternativas metacientíficas relevantes desde el punto de vista de la
dualidad materia/forma (descripcionismo, formalismo, adecuacionismo y
circularismo), y una teoría sobre la génesis, estructura y validez de las
ciencias conocida como teoría del cierre categorial.
Materialismo ontológico. Doctrina ontológica que agrupa la totalidad de las
realidades que constituyen el campo de variabilidad del mundo Mi en tres géneros de materialidad {M1,M2,M3}
oponiéndose al reduccionismo ontológico de los distintos formalismos. Por
ejemplo, el corporeísmo que se basa en el privilegio de la realidad corpórea
(M1) es, desde esta perspectiva un formalismo
primario; y el psicologismo y el
sociologismo, que hacen del hombre
(individual o colectivamente) "la medida de todas las cosas" son formalismos secundarios (M2); el idealismo, finalmente, que convierte a
las Ideas en la única realidad efectiva y objetiva, a expensas de las entidades
físicas y de los sujetos, constituye un formalismo
terciario (M3). Frente al reduccionismo mundanista, el materialismo ontológico postula la existencia de una Materia ontológica general (M) plural e
inconmensurable, que se constituye regresivamente
a partir de la pluralidad mundana, tomando al sujeto gnoseológico (E) como
principal valedor de su positividad.
Mecanicismo. Concepción de lo real que asumiendo la existencia exclusiva de la
materia o de una realidad no subjetiva, impone como causalidad universal la que
viene regida por la ley de la acción y la reacción del choque físico.
Metafísica. Denominamos así a toda construcción sistemática doctrinal, toda idea,
&c., que, partiendo sin duda de un fundamento empírico lo transforma en una
dirección preferentemente sustancialista, tal que la unidad abstracta así
obtenida queda situada en lugares que están más allá de toda posibilidad de
retorno racional al mundo de los fenómenos.
Metamérico. Esquema de conexión entre dos conceptos
conjugados, A y B, que toman a éstos como todos enterizos, sin analizarlos
en sus componentes o partes. Las
relaciones metaméricas son holistas, globales y, dejando de lado la mera yuxtaposición, pueden ser operatorias,
tal cosa ocurre con los esquemas de conexión por reducción de un concepto a otro, por fusión de ambos en un tercero, o por articulación a través de una instancia independiente.
Metodologías alfa-operatorias. Procedimiento característico de las ciencias
naturales y de algunas versiones de las ciencias humanas mediante el que se
regresa a un plano en el que las operaciones
y demás componentes del sujeto gnoseológico han desaparecido factorizadas en
componentes objetivos o unidades mínimas, cuyas relaciones se producen
automáticamente al margen de los sujetos que las conocen o las desencadenan.
Son alfa-operatorias las
metodologías que explican el comportamiento del átomo en las reacciones en cadena
o las que explican las conductas humanas a base de cúmulos de reflejos
condicionados.
Metodologías beta-operatorias. Cualquier procedimiento mediante el cual se elabora
científicamente un campo a la misma escala de los componentes formales del
sujeto operatorio. Es característico de las ciencias sociales y humanas que
reproducen analógicamente las mismas
operaciones de los sujetos participantes, cuando tratan de explicarlas en
el plano gnoseológico. Es el tributo que deben pagar las ciencias culturales en
virtud del dialelo antropológico. El
método de la comprensión (verstehen)
weberiano, referido a las acciones
humanas, el psicoanálisis de Freud, por ejemplo, se mueven en el plano
beta-operatorio. Las ciencias culturales se hallan así constitutivamente fracturadas
en su campo de objetos por estas dos metodologías alfa y beta operatorias.
Mito. Relato fantástico, fabuloso en el que intervienen hombres, héroes y
dioses. La explicación mítica ve las entidades o algunas de ellas como divinas
o animadas. El relato mítico es intemporal y atópico. Queremos decir que versa
sobre un tiempo no real y un espacio no real ni histórico.
Modalidad. Dícese de la validez del conocimiento y del ser en relación con la
existencia, no afectando a su contenido sino a su modo de darse y su relación
con el conocimiento o con el ser en sí mismo según se trate de una tradición o
de otra. La tradición histórico-filosófica -a decir de Nicolai Hartmann- ha
suministrado seis modos fundamentales: tres positivos y tres negativos: posibilidad,
efectividad, necesidad, por un lado; imposibilidad, inefectividad,
contingencia.
Modo. Descartes: "Y entendemos aquí por modos lo mismo que en otras
partes por atributos o cualidades. Ahora bien, cuando consideramos que la
substancia es afectada o variada por ellos, los llamamos modos; cuando por esta
variación la substancia puede denominarse tal, los llamamos cualidades; y
finalmente cuando sólo tenemos en cuenta muy en general que están en la
substancia, los llamamos atributos." & 56 Principia. Spinoza.
"Por modo entiendo las afecciones de una substancia, o sea, aquello que es
en otra cosa, por medio de la cual es también conocido."
Monofisismo. Consiste en negar que en Jesucristo hubiese dos naturalezas, realmente
distintas, la divina y la humana. Antes de que se debatiese este punto de
teología, pudieron algunos escritores eclesiásticos afirmar que en Cristo había
una sola naturaleza, sin coincidir con lo que después fue formal herejía. Así
se expresó San Atanasio, admitiendo, no obstante, de hecho las dos naturalezas.
Es que la unidad personal de Cristo, con sus dos naturalezas, fácilmente se
pudo expresar por unidad natural o de naturaleza, cuando no había que temer en
esto la interpretación que negase o la humanidad o la divinidad del Verbo Encarnado.
Nestorio
negaba la unidad personal de Cristo. Algunos que le contradecían se fueron al
extremo opuesto igualmente al dogma de afirmar que de tal manera era Cristo una
persona, que no había en Él más que una sola naturaleza. En los anatematismos mismos
que contra Nestorio redactó y pronunció San Cirilo de Alejandría, se decía que
en Cristo estaban reunidas las dos naturalezas, según la unidad física o
natural. Algunos monjes se prevalieron de esta sentencia del patriarca para
difundir su opinión de que no habían permanecido en el Hombre-Dios sus dos
naturalezas, sino fundidas en una sola.
Eutiques
fue un ferviente partidario de tal herejía. En el sínodo de Constantinopla de
448 fue condenado y depuesto Eutiques por el patriarca Flaviano. Flaviano y
Eutiques acudieron a Roma. El papa León el Magno respondió a Flaviano el 13 de
junio de 449 con una declaración dogmática en pro de la distinción de las dos
naturalezas humana y divina que, con carácter de declaración ex cathedra de la fe católica, no ha
necesitado sino repetirse para terminar todos los debates sobre este punto.
El
Concilio de Calcedonia (451) resolvió unánimemente contra Nestorio y Eutiques
que "es uno y el mismo Hijo de Dios y Señor Jesucristo, perfecto en la
divinidad y en la humanidad, verdadero Dios y verdadero hombre, compuesto de
cuerpo y alma racional, esencialmente igual al Padre en la divinidad y
esencialmente igual a nosotros en la humanidad,...uno y el mismo Cristo...en
dos naturalezas sin confusión, sin transformación, sin separación, sin
división; pues la distinción de las dos naturalezas no se quita por su unión,
sino consérvase la propiedad de cada una de ellas, y ambas se juntan en una
misma persona y una Hipóstasis." Así la Iglesia Católica es diofisita. Hay
unión de dos naturalezas en una sola persona.
Monotelismo. Herejía del siglo VII que admitía en Cristo las dos naturalezas,
divina y humana, pero una sola voluntad divina. Mientras Nestorio negaba la
unidad de persona en Cristo, sostenía Eutiques que la divinidad y la humanidad
forman en Él una sola sustancia y una sola naturaleza y una sola persona.
Contra uno y otro lanzó el Concilio de Calcedonia (451) en su sesión quinta el
anatema, cuando definió la unidad de persona y las dos naturalezas en Cristo.
Sin
embargo, la herida que el Concilio de Calcedonia infligió a la herejía
monofisita no llegó a causarle la muerte. El Concilio había establecido de una
manera general la existencia de dos naturalezas en Cristo, pero toda una serie
de nuevas discusiones se suscitó al examinar los atributos y propiedades de
cada una de estas naturalezas. Establecidas las dos naturalezas en Cristo, lo
natural y lógico era deducir la existencia asimismo de dos voluntades, ya que
una inteligencia sin voluntad, sin facultad de elegir, no sería perfecta. Y,
sin embargo, en la doctrina que sostuviera una sola voluntad en Cristo
imaginóse poder encontrar el lazo de unión que atrajese, más que al seno de la
Iglesia Católica, a la unidad política a los numerosos contingentes de
monofisitas, que con sus hondas enemistades constituían un verdadero peligro
para el Imperio de Oriente tan gravemente amenazado por los persas.
El
Concilio de Constantinopla de 680 anatematizó el monotelismo y confirmó el
diotelismo católico y ortodoxo. Definió la dualidad de voluntades en Cristo y
las dos operaciones, sin separación, sin mezcla y sin división; voluntades no
en pugna entre sí, sino de tal suerte ordenadas que la voluntad humana
estuviese constantemente sujeta a la divina.
Moral. Conjunto de normas ligadas al comportamiento de los individuos
corpóreos en tanto que son miembros de grupos humanos, comunidades, religiones,
sociedades o culturas. En tanto que las mores
(=costumbres sociales) dependen de la sociedad en la que tienen vigencia, la moral se opone a la ética y sus
imperativos respectivos pueden entrar en conflicto. Hay una gran diversidad de
códigos morales, pero todos ellos parecen hacer referencia a la isonomía o la justicia, entendida como
igualdad geométrica, que instaura un sistema de derechos y deberes recíprocos
entre todos los miembros de la comunidad. La dialéctica interna de la moralidad
se instaura por la inconmensurabilidad que se da entre la esfera ideal de
aplicación de sus normas (toda moral intenta ser universal o estar referida a la
comunidad universal) y la esfera real de su aplicación (El Estado, la Iglesia,
la clase social, etc.) que entra en conflicto con códigos alternativos.
Mundos posibles. Caprichosa creación de un
cierto tipo de filósofo imaginativo: un Mundo
Posible es cualquier estado general de las cosas que podría darse, pero que
no se da.
Necesario y contingente. Las verdades necesarias son aquellas que,
probablemente, no podrían ser de otra manera; las contingentes, en cambio, sí.
Si, por ejemplo, digo "La señora Thatcher es la Primer Ministro" es
contingentemente verdadero, mientras que "La señora Thatcher es la señora
Thatcher" es necesariamente cierto (con lo cual se demuestra que puede
haber verdades harto desgraciadas). Otra forma de expresarlo, muy empleada por
los americanos, es decir que las verdades necesarias son verdaderas en todos
los Mundos Posibles.
Necesidad. Obligación física, racional o moral de actuar de una manera fija y
determinada. En el plano físico y biológico, la necesidad es el concepto conjugado de azar. En el plano
antropológico se opone a libertad. En la epistemología y la metodología
científica el carácter necesario de las leyes contrasta con las concepciones
probabilistas y ficcionalistas. En teología, por fin, el necesitarismo griego
suele oponerse al contingentismo cristiano. Necesario es aquello que es así y
así tiene que ser y no de otro modo. Según la Escolástica, necesario es quod non postest non esse.
Nestorianismo. Sistema cristológico
condenado como herético, juntamente con su defensor y principal representante
Nestorio, en el Concilio de Éfeso de 431. El concilio de Efeso (pero antes aún
Cirilo de Alejandría, en su "kata
ton Nestoríon dysfemion pentábiblos antírresis") condenó a Nestorio
por defender una concepción dualista de Cristo como un híbrido constituido por
dos naturalezas, una humana y otra praeterhumana (el logos), que no se unen
hipostáticamente, formando una sola persona, de suerte que la Virgen María no
podía ser llamada madre de Dios. Cirilo y el Concilio, sin embargo,
reconocieron la necesidad de contar con dos naturalezas en Cristo, una humana y
otra divina, aún cuando ellas estuvieran integradas en una sola figura
personal, por la unión hipostática.
La
doctrina de Nestorio es la siguiente:
1.
Habiendo conocido el Verbo divino en su presciencia que el Hijo de la Santísima
Virgen había de ser santo y grande, lo eligió para que lo fuese, disponiendo
que milagrosamente naciese de una Virgen y que le fuese concedida la gracia de
ser honrado con los nombres propios del mismo Verbo, y lo resucitó de entre los
muertos. Por consiguiente, la expresión "el Verbo Unigénito de Dios se
encarnó" sólo significa que estuvo siempre, como con hombre santo, con el
Hijo de la Virgen, al modo que estuvo con los profetas, aunque con asistencia o
presencia más perfecta. De aquí procede el evitar siempre la palabra henosis (unión), y el usar solamente
del término synafeia (compañía o
contacto), cual se halla entre cosas que permanecen intrínsecamente separadas
(y sólo moralmente unidas). Para ocultar, empero, su impiedad, dice Nestorio
que el Verbo estuvo con él desde su concepción en el seno de María.
2.
Por lo mismo no admite que sea verdaderamente Dios, aunque así sea llamado,
sino que plugo a Dios concederle este título; y lo mismo dice del nombre de
Señor, que suele dársele.
3.
Tampoco admite las expresiones con que afirmamos que el Hijo de Dios murió por
nosotros y resucitó. El hombre es, dice, quien murió y resucitó, y estas cosas
nada tienen que ver con el Verbo.
4.
Mas nosotros confesamos como él, que el Verbo de Dios es inmortal y la vida
misma; pero creemos, además, que se hizo carne, esto es, que unió consigo la
carne animada de alma racional, y que así padeció en la carne, según las
Escrituras; porque si bien Él en sí mismo es impasible, como empero, el cuerpo
que padeció era cuerpo suyo por la "encarnación", por esto se dice
con razón que Él padeció. Y de la misma manera y por la misma razón decimos que
resucitó. Él, por el contrario, niega todo esto, y dice que el padecer y el morir
y el resucitar fueron cosas del hombre. El cuerpo del hombre es también, dice
él lo que se contiene en los misterios (Eucaristía); mas nosotros creemos que
aquella carne es vivificadora, porque es carne del Verbo, autor de la vida.
Normas. Sector del eje pragmático en la gnoseología del cierre categorial que
alude al carácter reglamentado que deben poseer las construcciones científicas.
En virtud de las normas, los autologismos y los dialogismos se canalizan de
manera pautada, sometiéndose a una jerga y a una nomenclatura comunes,
aceptando unidades de medida homologadas, estandarizando las diferencias y
fijando las pautas de utilización de los aparatos. Por la vía de la
normalización intersubjetiva, las construcciones científicas alcanzan, a veces,
el plano objetivo de las verdades y demostraciones
esenciales. Sin embargo, no todo lo normativo pragmáticamente es esencial
semánticamente. Las normas
gnoseológicas hallan así sus precedentes genéticos en las normas jurídicas y morales. Son normas jurídicas las que cumplen una
serie de requisitos legales y alcanzan, por ello, fuerza coercitiva de ley para
imponer o prohibir determinadas conductas a los miembros de una sociedad
estatal. Son normas morales las que
sólo obligan en conciencia, aunque exista además una fuerte presión social
tendente a evitar desviaciones de la norma.
Nominalista. El que no concede a las ideas generales ninguna realidad, ni en sí
mismas ni en la mente. Lo único general es el nombre que puede asignarse a una
colección o clase de ideas particulares (como lo son todas las ideas) parecidas
y a las que el nombre designa indistintamente.
Nominalismo. Para esta línea de pensamiento,
las especies y los géneros y, en general, los Universales (como cuando decimos "gato" o
"mesa"), no son realidades anteriores a las cosas sino que son
solamente nombres o voces por medio de las cuales se designan colecciones de
individuos.
Nomos. Ley, norma. Este concepto es imprescindible para comprender por qué
las entidades están complicadas o intrincadas unas con otras. El concepto de
physis y la pregunta por la Naturaleza suponen necesariamente la totalización y
complicación de la realidad por un nomos.
Noúmeno. El idealismo defiende la realidad del contenido de las ideas, es
decir, es un realismo trascendental, en cuanto defiende la correspondencia real
de nuestras estructuras cognoscitivas y el mundo en sí. Kant define su sistema
como idealismo trascendental o realismo empírico. Hay según él, identidad de
hecho entre realismo trascendental e idealismo empírico, por un lado y realismo
empírico e idealismo trascendental, por otro. Sin negar que exista un mundo de
cosas en sí, al que de hecho se accede en las otras dos críticas, Kant llama
noúmeno, en sentido negativo, a lo que no es cognoscible como objeto de
experiencia que, por otra parte, tampoco podemos comprender que sea intuible
por el entendimiento, ya que la función del entendimiento no es intuir. Ese
sería su contenido positivo: lo que es conocido directamente por el
entendimiento.
Númenes. Entidades sobre o infrahumanas que se relacionan con los hombres en
el eje angular del espacio antropológico. La palabra
"numinoso" alude en las teorías fenomenológicas de la religión a las
experiencias de atracción y temor, al mismo tiempo, que los hombres sienten
ante fuerzas superiores de índole religiosa. Desde el materialismo filosófico,
se da un contenido objetivo a esas experiencias asignando a los grandes
animales prehistóricos la función de las experiencias religiosas en la fase
primaria de la religión. Son númenes también los ángeles y los demonios del
helenismo o los extraterrestres de nuestra época.
Objetividad. Dimensión de nuestras representaciones o de nuestro lenguaje que le
hace comunicable o universalizable a toda una comunidad.
Objetivismo. Doctrina gnoseológica sobre la naturaleza de las matemáticas que
hipostatiza o substancializa los objetos matemáticos en un mundo ideal e
independiente de los signos tipográficos materiales y de las operaciones
psicológicas constructivas de los sujetos. Así Bolzano, Frege o Gödel.
Ontológico. Referente al ser de las cosas. Que hace referencia a lo que las cosas
son en sí mismas.
Operaciones. Actividades del sujeto gnoseológico encuadrables en el eje sintáctico de la teoría del cierre
categorial. Aunque las operaciones son siempre materiales y suponen la
"manipulación quirúrgica" de términos
dados a partir de los cuales se segregan nuevos términos del campo, no se trata de operaciones concretas, en el sentido de Piaget, en tanto se oponen
a las operaciones formales
efectuadas con los signos del lenguaje. para la gnoseología del cierre
categorial también las operaciones formales son de índole material, pues las
agrupaciones, separaciones, etc. de signos son del mismo tipo de las que se realizan en todas
las ciencias: aproximar, separar, juntar, mezclar, unir, etc. El sistema de
operaciones característico de cada campo categorial define, en cada caso, el
cierre operatorio a la escala apropiada. En tanto constituyen un sector del eje sintáctico, intercalado entre el
eje de los términos y sometido al de las relaciones
legales permisibles, las operaciones adquieren un valor objetivo que permite,
en el límite desvincularlas del sujeto operatorio que las efectúa.
Panteísmo. Concepción ontológica y cosmológica que considera al mundo como una
parte o una manifestación de Dios, producto de una emanación o procesión
divinas. Etimológicamente significa "todo es Dios".
Paralogismo. La incorrección del silogismo desde el punto de vista de su forma,
sea cual sea su contenido.
Paratético. Concepto relacional, opuesto a apotético,
que sirve para designar aquellas situaciones en las que las relaciones
recíprocas entre dos cuerpos son producidas por su mutua contigüidad
espacio-temporal. Son paratéticas las leyes del choque de los cuerpos, los
principios de acción y reacción, las reacciones químicas, pero también los
tropismos, los tactismos y las conductas asimilables al esquema
estímulo-respuesta.
Partes. Trozos o fragmentos en que se divide un todo. Término relacional que
adquiere sentido gnoseológico en el marco de las relaciones holóticas (metaméricas, diaméricas) y en conexión
con la distinción entre materia y forma. En este sentido cabe distinguir entre partes materiales y partes formales
según el grado de despiece o división de una determinada totalidad. Las partes materiales son aquellas que no
conservan la forma del todo, mientras que las partes formales sí la conservan, de modo que, partiendo de ellas
resulta posible reconstruir el todo original. Aplicado a la teoría de la
ciencia, las teorías que despiezan las ciencias en componentes genéricos (vgr.
proposiciones, operaciones mentales, etc.) no pueden dar cuenta del carácter
constructivo de la ciencia, en cambio, las teorías gnoseológicas analizan las
ciencias en sus partes formales constitutivas (vgr. relaciones, demostraciones,
teoremas, etc.).
Persona. Sujeto racional de derechos y deberes con capacidad de obrar y libre.
Según Boecio, persona es la sustancia individual de naturaleza racional. persona est naturae rationalis individualis
substantia.
Physis. Naturaleza. El término Physis hace referencia a lo primero, a la
naturaleza de los entes. Etimológicamente significaría acto o proceso de
surgir, brotar o desarrollarse y crecer. Significados de Physis:
-Principio
o arkhé material de donde brotan los entes naturales (que realizan el acto de
Phynai).
-Sustancia
que componen o de las que están hechas las entidades. (Materia).
-Totalidad
de la que está compuesta la naturaleza, o de lo que está compuesto de estas sustancias.
-Orden
universal o cósmico.
-Principio
del universo.
-Conjunto
de entidades que se desarrollan o perecen conforme a un orden, a un nomos o
logos (Cosmos).
-Fin
perfectivo al que tiende cada cosa en su proceso (Telos, Entelequia).
-Lo
inteligible de cada cosa (Eidos)
-Lo
opaco a la inteligibilidad, lo concreto de cada cosa, el principio de
individuación, lo que posibilita el cambio (Materia).
Phrónesis. Prudencia política y moral, sabiduría práctica, racionalidad o razón
práctica. Según Platón es una ciencia, según Aristóteles no, sino que es un
saber práctico particular y requiere tiempo y experiencia para adquirirse. Por
ello, los jóvenes no pueden ser prudentes. Otra posibilidad es seguir el
consejo y el ejemplo de un hombre egregio (spoudaios).
Poiesis. Es la producción. Su característica es ser una actividad, cuyo fin no
reside en ella misma. Ciencias poéticas son las de las producciones artesanas y
culturales, como la carpintería o la poesía.
Posibilidad y realidad. Los términos "posibilidad" y
"realidad" se comprenden con la mayor rapidez si se los compara entre
sí, aunque concediéndole la prioridad al concepto de "realidad". Algo
es real si es completa y totalmente actual aquí y ahora, o se encuentra en un estado
de realización plena o de perfección; se opone a lo que no es actual aquí y
ahora, sino que simplemente podría ser. La realidad está pues vinculada a la
existencia real.
Lo
posible es lo que puede ser, al contrario que aquello que no puede ser, lo
imposible. Lo posible no se opone a lo real, ya que todo lo real tiene que ser
posible. Por lo tanto, podemos juzgar invariablemente la realidad por la
posibilidad, pero no a la inversa.
Positivismo. Doctrina gnoseológica que afirma que lo único que cuentan son los
hechos positivos registrados por un observador. El conocimiento es recopilación
de lo dado, de lo positivo, de los hechos o datos sensoriales.
Positivismo jurídico. Doctrina metajurídica que sostiene que no hay
normas externas al derecho que justifiquen a éste. El derecho es autónomo en su
justificación y legitimación. No hay ningún derecho natural que legitime al
derecho positivo. El derecho positivo se legitima en el acto mismo de su
autopromulgación. La legitimidad del derecho positivo descansa en él mismo.
Postulado. Proposición que se admite sin demostración como una exigencia de la
razón. Sinónimo de axioma. Usado por Euclides
Potencia. (dynamis) Es un modo de
ser entre el no-ser y el ser en acto. Es capacidad de poder llegar a ser lo que
en cierto modo ya es. Por eso, está ordenado al acto y requiere la intervención
de un ser en acto.
Pragmática. Dimensión del lenguaje que estudia el sistema de relaciones que se
dan entre los signos y sus usuarios. Cuando se toma el lenguaje como hilo
conductor para el análisis gnoseológico de las ciencias, el eje pragmático explora las relaciones
pragmáticas en tres direcciones o sectores: el de los autologismos, el de los dialogismos
y el de las normas.
Praxis. Conducta específicamente humana que incluye siempre relaciones apotéticas. Sólo en términos de praxis cabe entender las conductas
morales y éticas, el ejercicio de la libertad o el sentido de la existencia
humana frente al reduccionismo que pretende explicar las actividades humanas en
términos de conductas genéricas.
Gnoseológicamente,la praxis se opone
a la teoría. Con Kant afirmamos aquí
el primado de la razón práctica o de la praxis, pero de una forma diamérica que
no concede autonomía alguna a las teorías segregadas por la sinexión de praxis
científicas heterogéneas.
Principio. Según Aristóteles, este concepto tiene un significado lógico y
ontológico. Desde el punto de vista lógico, principio es una exigencia lógica
que debe darse en la argumentación. Desde el punto de vista ontológico,
principio es semejante a causa. Ambos significados se encuentran relacionados
entre sí de un modo inmediato, siendo más utilizado el sentido ontológico del
mismo.
Principio de causalidad. Todo cuanto existe tiene una causa. Todo cuanto
acontece está causado o es efecto de una causa. Todo lo real está sometido a
leyes causales.
Principio de no contradicción. Nada puede ser y no ser, o bien tener y no-tener
una misma cualidad al mismo tiempo y desde el mismo punto de vista. Toda
proposición idéntica es verdadera y su contradictoria es falsa.
Principio de identidad. El ser es y el no ser no es. Lo que es, es, y es lo
que es.
Principio de los indiscernibles. Leibniz formula por vez primera el principium identitatis indiscernibilium
(identidad de los indiscernibles) según el cual nunca puede haber dos cosas que
sean idénticas respecto de todas sus propiedades.
Principio de razón suficiente. Nada es sin que se pueda dar razón suficiente de
ello. Significa que se debe poder dar razón de toda verdad. Spinoza: "Debe
asignársele a cada cosa una causa, o sea, una razón, tanto de su existencia,
como de su no existencia".
Principio de tercio excluso. Entre el ser y el no ser no puede haber un medio o
un tercero del mismo contenido.
Progressus. Método de reconstrucción sintética que permite dotar de sentido o
significado alas partes obtenidas por la vía analítica de la fragmentación o
trituración efectuada en el regressus.
Platón consideraba el progressus
como un camino de vuelta, como el "descenso a la caverna".
Dialécticamente, tanto el método progresivo como su complementario, el método
regresivo, forman parte de un sólo movimiento global. El progressus puede ejecutarse tanto en el marco de la totalización
categorial científica, como en el marco de la totalización trascendental o
filosófica. En el primero el progressus
avanza en la misma dirección que el cierre
categorial propiciando la reconstrucción sintética de nuevos teoremas y
reforzando los principios del cierre. En el plano trascendental, el progressus conduce a la symploké de las Ideas, desde las que
adquiere sentido la propia praxis
moral y política.
Prolepsis. Anticipación, previsión. Es un término de la teoría epicúrea del
conocimiento. Es algo semejante a una idea general, previa a la identificación
de objetos concretos en cada acto sensible. Pero no es una idea innata, sino
producto de la abstracción mental.El término se usa en retórica para señalar la
situación en la que un orador se adelanta a las posibles objeciones de los
oyentes o de los interlocutores. Gnoseológicamente se llama actividades prolépticas a todas aquellas
operaciones del sujeto mediante las que, partiendo de las experiencias
presentes y por analogía o imitación de cierres operatorios definidos en el
pasado, construye resultados verificables en el futuro. Son prolepsis, por
ejemplo, los fines o metas, los proyectos, los planos de un edificio, la
logística militar y, en general, todas las praxis individuales o colectivas que
conducen a construcciones nuevas en
cualquier género de materialidad implican prolepsis. En este sentido objetivo
se opone a anámnesis.
Proposición. Son simples frases que o bien son verdaderas o bien falsas. Por
ejemplo: "Margaret Thatcher es un hamster". Por el contrario, y
aunque ello parezca absurdo, "Ven a mi casa y te enseñaré mi colección de
quesos franceses antiguos" no es una proposición. Las proposiciones
atómicas son proposiciones básicas que afirman algo acerca de algo y como tales
fueron distinguidas por el primer Wittgenstein
(pero por supuesto no por el segundo) como fundamentos del lenguaje.
Proposición. La lógica clásica o tradicional, la de inspiración
aristotélico-escolástica, distingue entre la proposición y el juicio. Mientras
el juicio es el acto del espíritu por medio del cual se afirma o se niega algo
de algo, la proposición es el producto lógico de dicho acto, esto es, lo
pensado en dicho acto. A veces se usa, en vez del término
"proposición" el vocablo "enunciado". A veces se emplean
indistintamente los dos. Verdad de rango menor que un teorema.
Psicología. Parte de la Metaphysica specialis de Chr. Wolff que se ocupaba del
estudio racional del alma. Se denominaba psychologia rationalis.
Psicologismo. Doctrina que explica las leyes de la lógica como operaciones
psicológicas subjetivas. Se trata de un reduccionismo
impostado sobre el eje pragmático.
Así Stuart Mill. La estrategia psicologista se mantiene tanto cuando las
operaciones se interpretan biológicamente (Cibernética) como cuando se
interpretan sociológicamente (Durkheim).
Quiasmo. Literalmente, poner en figura de aspa. Figura retórica formada por
dos antítesis cuyos términos se cruzan. El pensamiento dialéctico se desarrolla
con frecuencia a través de quiasmos (vgr. "no es la conciencia la que
determina el ser, sino el ser el que determina la conciencia") por
oposición al pensamiento analítico que se desarrolla en forma lineal.
Racional. 1) Razonado;
2)
en matemáticas, un número que puede ser expresado como función de otros dos
números.
3) Cualquier cosa que diga uno mismo.
Irracional. 1) No razonado.
2) en matemáticas, un número que
no puede ser expresado como función de otros dos números.
3) Cualquier cosa que digan los
demás.
Racionalismo. Corriente filosófica que privilegia la razón en cuanto forma de
conocimiento y principio supremo de organización del discurso filosófico y
desconfía de los conocimientos empíricos por ser éstos contingentes. Las más
importantes figuras de esta tendencia filosófica fueron Descartes, Spinoza,
Malebranche y Leibniz. El racionalismo toma como modelo epistemológico para su
discurso filosófico las ciencias matemáticas y procede more et ordine
geometrico.
Razón. "La tarea de la razón consiste en elevarse desde la síntesis
condicionada, a la cual está siempre atado el entendimiento, a la incondicionada
que éste no puede alcanzar jamás." La razón no es lo mismo que el
entendimiento. La razón es la facultad del uso de los conceptos. El
entendimiento conoce conceptos, leyes universales; la razón los usa, mal o
bien, derivando lo particular de lo general. Para el Racionalismo la razón es
la facultad de evidencias, con lo que no pasa de ser el imperio absoluto del
entendimiento captador de ideas. La razón ha de ser fundamentalmente para Kant
sistema crítico del entendimiento o de los principios generales que éste
aplica.
Radial. En la teoría del espacio
antropológico, eje que relaciona a los hombres con realidades naturales o
artificiales no humanas. Las relaciones radiales en el plano físico aluden a
las relaciones termodinámicas de los organismos con su medio (alimentación,
cobijo, etc.), mientras que en el plano cultural se refieren a las relaciones
técnicas o tecnológicas.
Realismo. Es la creencia de que los objetos externos están ahí pese a todo, y
no sólo cuando alguien cae en la cuenta de su presencia. Sin embargo, Realismo
es un término múltiple y muy ambiguo en su sentido filosófico. En filosofía de
la ciencia implica que las leyes científicas regulan las relaciones reales en
el mundo físico.
Reducción. Operación gnoseológica legítima mediante la cual las partes de un
todo dado se analizan, descomponen o factorizan en componentes mínimos que
permiten conexiones operatorias dentro de una categoría.Toda ciencia practica
la reducción como un momento de regressus
hacia los términos o componentes esenciales del mismo.
Reduccionismo. Extrapolación ilegítima que extiende los resultados obtenidos por
reducción en un campo gnoseológico a campos heterogéneos e incluso a Ideas
trascendentales. El reduccionismo es siempre metamérico e intencional y se proyecta fundamentalmente sobre el
sector dialógico del eje pragmático.
Por ejemplo, es reduccionismo apoyar la libertad de los sujetos humanos en el
principio de indeterminación de Heisenberg o dar cuenta de la antropología
cultural en términos sociobiológicos.
Referente. Contenido material semántico de los términos en el plano de la
demostración lógica. Los referentes se dibujan siempre gnoseológicamente en el
sector fisicalista del eje semántico
y aluden a la presencia de objetos físicos independientemente de su grado de
complejidad: cuerpos, individuos, organismos, aparatos, etc.
Reflexión. Forma de actuar de la subjetividad en la relación cognoscitiva con lo
real, caracterizada por considerar al objeto como radicalmente ajeno a la
subjetividad y, por tanto, condenada a no captar de este objeto sino la
superficie y la exterioridad.
Realismo. En sentido general significa aquella posición para la cual el ente
real existe en sí con independencia de nuestro conocimiento.
Regressus. Conjunto de procedimientos analíticos característicos de la
conciencia crítica, tanto categorial (científica) como trascendental
(filosófica), cuyo significado original se encuentra en el tránsito platónico
desde el mundo de las "apariencias", vinculado a la caverna, hasta el
mundo real de las Ideas. En el plano categorial o científico, el regressus se manifiesta tanto a través
de los procesos de reducción o
trituración de los fenómenos hasta
el plano de los componentes mínimos esenciales, como a través del regreso desde
las evidencias recibidas (creencias de sentido común, analogías aparentes,
etc.) hasta el plano de las hipótesis científicas explicativas que instauran relaciones esenciales. En el plano
filosófico o trascendental, la crítica regresiva conduce a la Idea de materia indeterminada, pero como es
trascendental no produce la desintegración de la propia conciencia reflexiva
(como ocurre en el nihilismo), sino que mantiene firme la hipótesis de la
propia actividad crítica de la conciencia corpórea que se va configurando a sí
misma en el propio proceso circular que se desencadena entre el regressus y el progressus. Aunque regressus
y progressus son procesos
metodológicos complementarios y circulares, no tienen por qué ser
conmensurables y cerrados, como se muestra a propósito de los análisis del
concepto de libertad y del concepto de persona.
Relaciones. Desde la perspectiva relacionista, fundamento último de la lógica y
de todo pensamiento racional. Razonar es relacionar. Pero las relaciones son
múltiples y heterogéneas. Gnoseológicamente las relaciones constituyen uno de
los sectores del eje sintáctico en
la teoría del cierre categorial en conexión con los términos, sobre cuyas figuras enclasadas se instauran, y en
conjugación con las operaciones por
cuya mediación se constituyen. Cuando se formulan explícitamente las relaciones
toman la forma de proposiciones, que establecen la igualdad, la desigualdad, el
isomorfismo, la congruencia, la equivalencia, etc. entre términos. Pero las relaciones pueden aparecer también en
contextos no lingüísticos, como el equilibrio establecido en la balanza de
doble pesada, etc. Los elementos funcionales que establecen las relaciones se
llaman relatores. Son relatores
muchos signos tipográficos que establecen conexiones entre términos
(=,>,<, --->, ¬, etc.), pero también muchos aparatos e instrumentos
científicos. Las identidades sintéticas
obtenidas mediante procesos de confluencia de cursos operatorios heterogéneos
constituyen relaciones esenciales
que consuman los procesos característicos del cierre categorial. Entre las
ideas trascendentales se tejen también
relaciones precisas que confirman la symploké
de las ideas en cada época histórica.
Relatos. Narraciones de hechos pasados. El campo categorial de la historia
está constituido por dos clases heterogéneas: la clase de los relatos, que
tienen que estar dados en el presente mismo desde el que se reconstruye y
reinterpreta la historia y la clase de las reliquias.
Religación. Término utilizado por el filósofo español X. Zubiri para describir la
relación básica del hombre con Dios como realidad fundamental última. Desde la
teoría del espacio antropológico,
sin embargo, la religación zubiriana aparece como un caso particular de
religación dibujada
en el eje
radial. Pero el sentido de la vida humana puede concebirse pluralistamente proyectado sobre otros ejes:
circular, angular, etc.
Religión primaria, secundaria y terciaria. El comportamiento religioso del hombre aparece
ligado, en sus orígenes, a su relación con los animales considerados como seres
numinosos, bienhechores unos, peligrosos otros (religión primaria).
Posteriormente el hombre construirá seres numinosos míticos, superhombres o
héroes (religión secundaria). Más tarde, proclamará la existencia de un sólo
dios como numen espiritual omniabarcante (religiones terciarias, monoteístas,
que desarrollan la teología).
Reliquias. Vestigios materiales de culturas y acontecimientos pretéritos, tales
como restos de edificios, tumbas, cerámica, armas, joyas, inscripciones, etc.
La segunda clase complementaria de términos, que junto con la clase de los
relatos sirve para reconstruir y reinterpretar la Historia.
Santidad. Kant define la santidad como "la completa adecuación de la
voluntad con la ley moral"; y ésta es la condición para conseguir el bien supremo,
conjunción de virtud y felicidad. Si la santidad es algo que "debe
suceder", hay que postular como verdadero el sumo bien y las condiciones
para su consecución.
Semántica. Sobre todo cuando se hable con los locos de las computadoras, es muy
útil recordar la distinción que existe entre Semántica y Sintaxis. Semántica es
la ciencia que estudia las diversas relaciones de las palabras con los objetos
designados, es decir, de qué modo y bajo qué leyes las palabras se aplican a
los objetos. En tanto que la Sintaxis se ocupa de los signos con independencia
de lo que significan, así como de las relaciones de los signos entre sí. Luego
se puede seguir la sintaxis de un sistema sin tener la menor idea de su
semántica. Y eso, en realidad, es lo que hace el intruso de la filosofía: sabe,
en el mejor de los casos, cómo se manipulan los términos del lenguaje. Pero en
cambio no entiende una sola palabra de lo que está afirmando. Puesto en otros
términos, un auténtico impostor filosófico es aquel que dice lo que sabe, pero
no sabe lo que dice.
Semántica. Dimensión del lenguaje que estudia el sistema de relación que se da
entre los signos y los objetos a los que se refieren. Nociones como significado, sentido, referencia,
interpretación, satisfacción, verdad, etc. se dibujan preferentemente en la
dimensión semántica. Cuando se toma el lenguaje como hilo conductor para el
análisis gnoseológico de la ciencia, el eje
semántico explora las relaciones entre signos y objetos con la intervención
mediadora del sujeto en tres direcciones:
fisicalista, fenomenológica y esencial.
Silogismo. Razonamiento deductivo en el que de dos premisas se deriva
necesariamente una conclusión. Dice Aristóteles:"Un silogismo es un argumento donde, establecidas ciertas cosas,
resulta necesariamente de ellas -por ser lo que son- otra cosa distinta de las
antes establecidas" (Analíticos Primeros, I, 24 b 18-23.
Sinn und Bedeutung. Sentido y Referencia: una
distinción entre dos tipos de significado hecha por Frege y una de las piedras
angulares de la moderna filosofía de la lógica.
Sindéresis. Conocimiento de los primeros principios de la moral y la ética.
Conocimiento de lo que está bien o mal. No es un conocimiento científico, es
una opinión verdadera.
Sinexión. Vínculo ontológico que liga realidades o términos heterogéneos. El
vínculo sinectivo se mantiene entre los distintos esquemas de identidad que pueblan el mundo, de modo que la
identidad pueda seguir teniendo sentido, en el marco del materialismo filosófico, que es un pluralismo radical. Ejemplos intuitivos de sinexión son las
relaciones entre el anverso y el reverso de cualquier objeto o entre el polo
positivo y el negativo de un imán. Los términos que se vinculan sinectivamente
son signos diversos, pero operan necesariamente juntos, de modo que el uno no
puede existir sin el otro. Gnoseológicamente, la sinexión es el modo de
vinculación característico de las identidades
sintéticas, por oposición a las meras identidades analíticas.
Sintaxis. Dimensión del lenguaje que estudia las relaciones de los componentes
más estrictos de los lenguajes, los signos,
entre sí. En el plano de los lenguajes formalizados hay un privilegio de la
dimensión sintáctica al determinarse con precisión: los símbolos primitivos,
las reglas de formación y las reglas de transformación o derivación. Cuando se
toma el lenguaje como hilo conductor para analizar la estructura de la ciencia,
se distingue el aspecto aparentemente autónomo y autorreflexivo de la sintaxis,
que no sólo se integra y se constituye por la mediación de las otras
dimensiones (semántica y pragmática),
sino que esta mediación provoca en ella una fragmentación en tres sectores: el
sector de los términos, el sector de
las relaciones (semántica) y el
sector de las operaciones (pragmática).
Síntesis. Composición de unas partes para formar un todo.
Sintético. Producido por identificación y composición de elementos diversos en
su origen. La síntesis de elementos no es sólo una actividad epistemológica del
sujeto cognoscente como puso de manifiesto Kant con su noción de los
"juicios sintéticos a priori"; es también el resultado de procesos
operatorios ontológicos y gnoseológicos. A la constelación semántica de la
síntesis pertenecen varios de los términos utilizados como anamórfosis,
confluencia, identidad sintética, sinexión, symploké, etc.
Sistema. La razón, que justifica lo que le es propuesto, elabora un sistema.
En el sistema se articulan de modo coherente una serie de conocimientos
obtenidos por la razón bajo la unidad de la idea.
Solipsismo. Teoría que afirma que sólo yo y mis representaciones existo (solus
ipse). Me resulta imposible demostrar la existencia de otras mentes y de una
realidad extramental a la que correspondan determinadas representaciones mías
de mi conciencia. El solipsismo reduce la realidad al Ego y a sus
representaciones.
Sujeto y objeto. El término latino subiectum
(literalmente, lo que está debajo) se formó a partir del griego hypokéimenon
(de hypokeisthai, estar a los pies
de alguien, servir de soporte a algo), con el que Aristóteles designa: primero
la materia, en cuanto que le sirve de base a la forma; segundo, la sustancia o
lo individual concreto, en cuanto que le sirve de base a las propiedades y a
sus cambios, y tercero, en la lógica, aquello sobre lo cual se afirma algo. En
la filosofía medieval se usó el término subiectum
, además de en estos tres significados, en una cuarta acepción, a saber, para
designar el objeto de una actividad, de una facultad, o también de una ciencia
(en francés sujet, y en inglés, subject). La expresión obiectum (literalmente, lo que está frente a), que
apareció por primera vez en la Edad Media, significó, originalmente, lo mismo
que subiectum en el cuarto
significado.
Sujeto
y Objeto no constituyeron, por tanto, originalmente una pareja conceptual; las
parejas de conceptos habituales fueron, más bien, Sujeto y forma o propiedades
(sujeto ontológico), y también, Sujeto y predicado (sujeto lógico o
gramatical). Sujeto y Objeto se convirtieron en una pareja conceptual por
primera vez en la baja Edad Media con los giros esse subiectivum (el ser de un sujeto ontológico) y esse obiectivum (el ser de lo que sólo
es objeto, y que, por tanto, sólo existe en el pensamiento); según esta
terminología, es objetivo lo que existe sólo como objeto del pensamiento y
subjetivo, por el contrario, lo que existe independientemente de todo
pensamiento (finito).
Sólo
cuando en el idealismo alemán se concibió al yo o a la conciencia como la
realidad más importante, o incluso la única, apareció el significado gnoseológico moderno de los
conceptos "sujeto" y
"objeto". A partir de esta concepción, el concepto "sujeto"
es un término usado para designar un yo en cuanto que está orientado a conocer,
anhelar y sentir un objeto; "objeto", por el contrario, es el término
que se usa para designar lo conocido, lo anhelado, lo sentido. Como la
conciencia -según la concepción de Kant- no puede aprehender las cosas tal como
son en sí, la expresión "subjetivo" va adquiriendo progresivamente el
significado de "lo que es válido meramente desde la perspectiva del
yo", y "objetivo", el significado de "lo que es válido
sobre las cosas en sí".
Sustancia. (ousía) Aquello que hace a una cosa ser lo que es. Aristóteles
distingue entre sustancia primera y sustancia segunda. La primera es el tóde tí, el esto concreto e individual,
aquello que ni es dicho de un sujeto ni está en un sujeto. La ousía es la causa inmanente del ser en
todo aquello que no se predica de un sujeto. Este concepto es central en la
metafísica de Aristóteles. La sustancia es el ser en cuanto tal y la pregunta
por el ser se convierte en pregunta por la sustancia. Todo individuo concreto
es una sustancia, con lo que se opone a la teoría platónica de las ideas, que
consideraba que los existentes concretos eran simples copias de las ideas y no
tenían en sí mismos su propia sustancia. Que algo sea sustancia equivale a
decir que algo tiene una naturaleza propia; y ello supone afirmar que tiene en
sí mismo la causa de su propio movimiento y de su devenir, de un modo
sustancial y nunca accidental. Son sustancias segundas las formas específicas y
los géneros, pues las cosas que se predican de los sujetos individuales revelan
la sustancia primera. En la tradición racionalista, sustancia es lo que no
necesita de otra cosa para existir; es acepción que se apoya, por tanto, en la
independencia. Y, en sentido estricto, sólo Dios sería sustancia. Pero
Descartes diferencia la sustancia infinita de la finita o creada que requiere
únicamente de la primera. Spinoza adopta la definición cartesiana pero
únicamente acepta la sustancia infinita "Por substancia entiendo aquello
que es en sí y se concibe por sí, esto es, aquello cuyo concepto no necesita
del concepto de otra cosa a partir del cual deba formarse". Leibniz la
enfoca como actividad actual, por lo que relega a un segundo plano la condición
de independencia. La substancia es, en cualquier caso, el único soporte de los
atributos y de las afecciones de éstos o modos. Lo que es en sí y no en otro;
en ella, como en su soporte o fundamento, se darían los "accidentes",
cualidades o atributos.
Symploké. Término de origen griego usado para designar la composición, el
ensortijamiento, la malla o la urdimbre que forman distintos elementos o
procesos. Demócrito usó "symploké" para describir el entrelazamiento
que se produce entre los átomos invisibles e indivisibles para formar las
realidades sensibles. El viejo Platón de El
sofista y El político utilizó symploké para referirse a la
combinación de letras, sílabas y palabras mediante las que se forma el logos, el discurso significativo y la
racionalidad. Al igual que ocurre en el lenguaje, donde no son posibles todas
las combinaciones, sino sólo algunas, y en el que hay algunos elementos
privilegiados (las vocales), así también en la realidad no todas las ideas son
combinables, aunque hay algunas ideas (los géneros supremos) que tienen más
versatilidad y son más polivalentes. La symploké de las Ideas constituye el
entramado de la filosofía. Cada época histórica fragua su propia symploké.
Tautología. Enunciado siempre verdadero, sea cual sea el valor de verdad de sus
componentes. Prototipo de identidades analíticas, que encubren procesos
sintéticos de identificación.
Teísmo. Creencia en un Dios personal de las religiones terciarias.
Teleología. Existen causas finales, fines, finalidad en la evolución.
Teología. Parte de la Filosofía tradicional que se ocupaba de Dios. En la
Metaphysica specialis de Chr. Wolff se ocupaba de Dios y recibía el nombre de
Teologia naturalis, a diferencia de la teología dogmática de los teólogos
eclesiásticos. Discurso legitimador de la religión.
Teorema. Cada uno de los componentes mínimos o "células
gnoseológicas" de la ciencia, desde el punto de vista de la gnoseología general sintética. Los
teoremas, sin embargo, al igual que las células, son internamente considerados
configuraciones complejas en las que funcionan ya todos los elementos
característicos de un cierre categorial. La reunión y sistematización de varios
teoremas va constituyendo por sinexión
una ciencia, que desde esta
perspectiva sintética aparece como un conjunto estructurado de células
gnoseológicas, cuyas conexiones mutuas son lo suficientemente profundas y
estables como para garantizar su integridad orgánica y su equilibrio a través
del tiempo.
El
teorema es también en los sistemas axiomáticos una afirmación que es menester
demostrar. Los teoremas son las verdades deducidas a partir de los axiomas y de
otros teoremas previos.
Teoría axiomática. Se enuncian unos cuantos axiomas o leyes convenientemente elegidos y
el resto de la teoría es lo que se deduce de ellos; la primera teoría
axiomática nos la ofreció Euclides en sus "Elementos".
Teoricismo. Filosofía de la ciencia en la que la experiencia queda reducida a
teoría. La teoría tiene la primacía.
Término. Configuración característica de los objetos tal como se presentan a
la consideración científica. El sector de los términos constituye el primer
tramo del eje sintáctico en la
gnoseología analítica del cierre categorial. Los términos, por ejemplo, los
puntos y las rectas en geometría, los signos en álgebra, los elementos y
sustancias en química o las reliquias y relatos en historia. Pero, aunque la
estructura de ADN, p.ej., sea analizable en términos físico-químicos, el ADN es
una configuración de la genética (de la biología) y no de la química. Cada cierre categorial configura una escala
de términos complejos que es
específica de cada ciencia.
Tesis. Afirmación, posición que se sostiene por uno.
Totalidad. Idea filosófica de larga tradición metafísica y fuertemente criticada
por sus connotaciones totalitaristas. Actualmente sigue asociada a concepciones
sistémicas holistas (el todo no se reduce a la suma de sus partes) a
concepciones emergentistas (los todos exhiben propiedades nuevas de las que
carecen sus elementos) y a concepciones marxistas (vgr. el concepto de totalidad concreta de K. Kosik como
antídoto contra el dogmatismo y el idealismo de las posiciones analíticas).
Aquí usamos el concepto de totalidad de manera no estática, sino dinámica,
aludiendo a los procesos de totalización
que se producen operatoriamente en virtud de las conexiones sinectivas entre partes heterogéneas, sean materiales o formales. La idea de todo o totalidad
no tiene así un sentido al margen de la dialéctica
que mantiene con sus partes.
Todo. Totalidad. Tiene que ver con los conceptos de clase y de conjunto. Es
en la noción de totalidad en donde se entrelazan. Cuando hablamos de todos los
miembros de una clase o de un conjunto, la palabra "todos" puede
tener varios significados, según el modo en que se organice la totalidad a la
que se refiere.
La
primera distinción importante es el uso de todo en un sentido distributivo o en un sentido atributivo.
a) Un todo distributivo agrupa sus partes
(elementos o individuos) de tal manera que lo que se dice de todos se dice
también de cada uno de los miembros en particular. En lógica clásica se conoce
que un término está distribuido en cualquier proposición cuando hace referencia
a todas y cada una de las clases que representa. Técnicamente se puede decir
que las relaciones entre las partes de un todo distributivo son simétricas y
transitivas, y, por tanto, de equivalencia. Son clases distributivas según eso,
aquellas cuyas partes son homogéneas y pueden caracterizarse por una serie de
propiedades comunes.
b) Un todo atributivo, en cambio, se
construye por acumulación de partes, que guardan entre sí relaciones
asimétricas. Los todos aparecen ahora como agrupamientos y sus partes son
heterogéneas. Las matemáticas tienden a organizar sus elementos desde la
perspectiva de las totalidades atributivas. Es correcto hablar entonces de
conjuntos atributivos.
Trascendental. Dice Kant "llamo trascendental a aquel conocimiento que se ocupa
no tanto de objetos cuanto de nuestro modo de conocer a priori". En la
tradición kantiana alude a las condiciones constitutivas del sujeto
epistemológico que hacen posible el conocimiento mismo. La Crítica de la Razón Pura investigó esas condiciones de posibilidad
por contraposición al valor objetivista
de que estaba revestido el vocablo "trascendente". Trascendente en la metafísica
tradicional alude a lo que está más allá del mundo y constituye su fundamento.
Aquí usamos trascendental para
referirnos al nivel característico en el que se mueve la razón filosófica por oposición
al plano de trabajo de la razón científica que llamamos categorial. Lo trascendental es a lo categorial como las ideas a las categorías. Evitamos así entrar en la pseudoproblematización que
implica la dualidad sujeto/objeto; subjetivismo trascendental/objetivismo
trascendental. También el objetivismo es trascendental o filosófico, aunque no
sea trascendente por respecto a la materia o al mundo material.
Tropos. Motivos de dudas de los escépticos. Son cinco: 1) La relatividad de
las opiniones que hacen discutible todo principio. 2) Ninguna demostración
llega al principio último. 3) Toda sensación es subjetiva. 4) Toda premisa es
forzosamente hipotética. 5) Demostrar la capacidad de la mente humana basándose
en la misma, es un círculo vicioso.
Universales. (del latín universalia): En la escolástica se llama así a los
conceptos que se aplican a toda una clase de seres individuales, como
igualmente válidos para cada uno de éstos. Según la doctrina clásica de
Porfirio, la aplicación puede ser: como su género,
como su especie, como la diferencia especificante, como algo propio de toda la especie o como un
mero accidente individual (aunque también repetible).
Un
universal es algo común a todas las cosas particulares iguales o parecidas
entre sí. Entendido en el sentido más amplio, un universal puede ser, el mismo,
una cosa individual, una palabra escrita que se dice de cada uno de los
individuos iguales o parecidos entre sí, o una imagen semejante a cada uno de
ellos, que los representa de modo típico. También el todo, compuesto por las
cosas individuales de que se trata; el "agregado", del que cada uno
de los individuos es una parte, puede ser considerado como universal.
El
llamado problema de los universales radica en la pregunta acerca de si, además,
hay un universal en sentido más estricto,
es decir, si existen universales que no sean ellos mismos individuos, sino que
constituyan un ámbito específico "al lado" o "más allá" del
de las cosas individuales. El nominalismo
no acepta la existencia de tal ámbito "superior", mientras que el
realismo platónico cree que es
necesario explicar las semejanzas de los individuos por medio de la existencia
de un sistema específico de entes ideales o abstractos. Según la función,
constitución y modo de existencia que se atribuya a estos entes, pueden
distinguirse diversos tipos de realismos platónicos ¿Se trata de conceptos
objetivos, cualidades y esencias universales, o ideas ejemplares? ¿Son un
producto del pensamiento (conceptualismo)
o existen también independientemente de él (realismo
platónico)? ¿Son primarios o secundarios con relación a los individuos del
mundo material? ¿Cómo están relacionados entre sí, cuál es la estructura de su
jerarquía? Las extensiones de los universales ¿están determinadas de modo
simplemente fáctico, o hay también entre ellas determinadas conexiones
(intencionales) basadas en leyes esenciales (en una síntesis a priori).
Utopía. Ideal supremo concerniente normalmente a asuntos humanos, tales como
la organización social o política. Se llama utópicos a esos ideales, porque su
realización no ha tenido lugar
(topos=lugar) y es casi imposible que la tenga. De ahí que para el marxismo
lo utópico es algo ilusorio e irrealizable y tiene connotaciones peyorativas:
frente al socialismo utópico propone el socialismo científico que sí es
realizable. Hay autores sin embargo (Bloch, Marcuse), que conceden a las
utopías una función positiva en cuanto sirven para orientar la praxis y en
cuanto fomentan la crítica de las insuficiencias del presente. Pero la crítica
utópica es ineficaz; sólo es eficaz la denuncia de las contradicciones internas
que se dan realmente en el sistema.
Verdad. 1. La verdad como aletheia. Consiste en la identidad de la verdad
antepredicativa, prelingüística con la cosa, con su manifestación. La aletheia
es la presencia, el desvelamiento de la cosa. La verdad está ahí en las cosas y
sólo hace falta que la descubramos.
2.
La verdad como coincidencia o correspondencia. Afirma que la verdad consiste en
una coincidencia. Fue formulada por vez primera por Platón y Aristóteles. Sin
embargo, no ha sido la definición de Aristóteles la que ha sellado su uso
moderno, sino el giro que le dio Tomás de Aquino: "Veritas est adaequatio
intellectus et rei".
La
concepción de la verdad como una coincidencia es expresada de diversos modos:
"La verdad de una proposición consiste en su coincidencia con la
realidad"; "Una opinión es verdadera cuando le corresponde un
hecho"; "Un principio es verdadero cuando corresponde a la experiencia".
En todas estas formulaciones se expresa la idea de que la verdad y la falsedad
son cualidades de las proposiciones, principios y opiniones, y que esas
cualidades no les son de suyo intrínsecas. Lo que importa aquí, más bien, es la
relación entre las proposiciones y algo distinto en la realidad, en virtud de
la cual algo se declara como verdadero o falso. Esta relación se designa con
las palabras "coincidencia" y "correspondencia".
Tal
teoría plantea dos problemas: a) ¿Cuáles son los miembros de la relación que
determina la verdad?; b)¿Cuál es la esencia de esta relación? Algunos filósofos
opinan que esa relación de coincidencia presupone otras proposiciones; pero
otros defienden la opinión de que propiamente son las afirmaciones y no las
proposiciones, las que pueden ser verdaderas o falsas. Las proposiciones y las
afirmaciones son verdaderas en un sentido primario, mientras que los principios
y las opiniones son verdaderas en un sentido derivado. Las opiniones son
verdaderas o falsas según que las proposiciones de las que se está convencido
sean verdaderas o falsas. Los principios son verdaderos o falsos de acuerdo con
la verdad o falsedad de las proposiciones o de las afirmaciones que las
expresan. Se da por supuesto que la relación que determina la verdad presupone,
a su vez, unos acontecimientos, hechos, situaciones o circunstancias. De éstos,
los hechos no deberían incluirse en las entidades que no son definibles ni
local ni temporalmente, y a las que nos referimos cuando decimos: "El
hecho de que..." (p. ej.: "El hecho de que la Tierra es
redonda"). La palabra "hecho" designa, más bien, aquello que ha
acontecido realmente o que ocurre actualmente. En su significado corriente, los
hechos son realmente el segundo miembro adecuado de la relación de coincidencia.
Aristóteles
nunca afirmó que la relación que determina la verdad tiene que pensarse como
una relación especular. La concepción según la cual las proposiciones son
verdaderas porque reflejan hechos, parece proceder de los atomistas. En el
siglo XX ha sido resucitada por los atomistas lógicos y por los defensores de
la teoría marxista-leninista de la verdad. Sin embargo, cuando se habla de
imagen y de coincidencia, se trata, evidentemente, de relaciones distintas. La
primera es una relación asimétrica, y la segunda una relación simétrica. Por lo
tanto, aunque la imagen contiene una coincidencia, la imagen no está contenida
en la coincidencia.
Los
esfuerzos por encontrar una definición suficientemente clara y precisa de
"coincidencia" y "coincidir", tal y como aparecen estas
expresiones en la teoría clásica, no han tenido éxito alguno. Por eso algunos
filósofos (entre otros, G.E. Moore) han propuesto que se considere indefinible
la relación de coincidencia. Sin embargo, aunque no estemos capacitados para
analizar el concepto de coincidencia, de aquí no se sigue que no estemos
familiarizados con esa relación, que no sepamos cuándo nos tropezamos con ella
y que no podamos usarla para distinguir entre proposiciones verdaderas y
falsas.
Si
la verdad es coincidencia, sólo existe un hecho con el que coincide una
proposición verdadera, y este hecho es una condición necesaria y suficiente de
la verdad de la proposición. La proposición "El sol se ha puesto"
sólo puede ser verdadera si el sol se ha puesto, y "El sol se ha
puesto" tiene que ser verdadera si se cumple esa condición. Vale, por
tanto, la equivalencia: la proposición "El sol se ha puesto" es
verdadera si y sólo si el sol se ha puesto. "P" es verdadera si y
sólo si p.
3.
La teoría de la verdad como coherencia. Es un componente esencial del
idealismo. Ya en G.W.F. Hegel se encuentran algunas ideas fundamentales de la
teoría de la coherencia; pero su configuración sistemática la recibe con los
idealistas británicos y norteamericanos o neohegelianos (B. Bosanquet, F.H. Bradley,
H.H.Joachim). Incluso algunos empiristas lógicos (G. Hempel, F. Kaufmann y O.
Neurath) han apoyado ciertas afirmaciones de esta teoría. Por lo que se refiere
a las proposiciones empíricas, la teoría de la coherencia tiende a equiparar la
verdad empírica con la verdad lógica. Según esta teoría, la verdad de una
proposición consiste en su coherencia con el sistema de otras proposiciones.
"Verdadero" y "falso" son predicados relacionales. Una
proposición A no es simplemente o verdadera o falsa, sino que A es verdadera o
falsa dentro del contexto de un sistema dado de proposiciones. Una proposición
A es verdadera dentro de un sistema proposicional S si es lógicamente
conciliable con las otras proposiciones de S. De aquí se sigue que una
proposición A que es verdadera dentro del sistema S1, puede ser falsa en el
sistema S2, a saber, cuando S1 y S2 son conciliables.
La
palabra "coherencia" puede significar dos cosas. En su significado
más atenuado, una proposición A es coherente con un sistema proposicional S cuando
A y las otras proposiciones de S no se contradicen. En este sentido, la verdad
como coherencia consiste sencillamente en estar libre de contradicción. Una
proposición es verdadera si puede demostrarse que es lógicamente conciliable
con un sistema de proposiciones aceptadas; es falsa si esto no puede
demostrarse. Este criterio es la prueba más importante, y con frecuencia la más
usada, de la verdad, porque la compatibilidad lógica de una proposición con otras proposiciones ya aceptadas es una
condición necesaria de la verdad de A.
En
su sentido más riguroso, no se conciben como sinónimos la
"coherencia" y el "estar libre de contradicción". Sólo el
estar libre de contradicción no garantiza la verdad de una clase de
proposiciones, porque las proposiciones libres de contradicción no son
necesariamente también lógicas. En este sentido más riguroso, las proposiciones
coherentes tienen que estar en una relación de deductibilidad lógica. En este
sentido, una proposición A es verdadera en un sistema S si S es coherente en el
sentido más riguroso de la palabra, es decir, si toda proposición de S es una
consecuencia lógica de algunas o de todas las proposiciones de S, y ninguna
proposición de S es verdadera si es falsa cualquier otra proposición de S.
Según
esta última teoría de la coherencia, sólo puede haber un único sistema
completamente coherente del saber, dentro del cual de cualquier proposición es
posible deducir las otras y cualquier proposición es una consecuencia lógica de
las demás.
4.
Teoría de la verdad en el pragmatismo. Los pragmatistas consideran las ideas
como reglas para la acción (rules for
action), o instrumentos intermediarios entre la teoría y la acción humana,
que nos capacitan práctica e intelectualmente para adaptarnos al medio ambiente.
Si estos instrumentos realizan su función, es decir, si entre las diversas
partes de nuestra experiencia se establecen relaciones satisfactorias, o de un
modo general si cumplen con éxito las funciones que les son exigidas por ellas,
son verdaderos. Todas las ideas verdaderas son útiles. Entre verdad y utilidad
existe una relación interna y la utilidad es lo que distingue a las ideas
verdaderas de las falsas. Puesto que la utilidad es la única cualidad común a
todas las ideas verdaderas, no sólo todas las ideas verdaderas son útiles, sino
que también todas las ideas útiles son verdaderas.
5.
Teoría pragmática de la verdad o la verdad según el positivismo lógico. Una
proposición es verdadera si está confirmada por un método científico reconocido
y es aceptada en su conjunto por los científicos. Esto ya lo reconocieron
Peirce, James y Dewey y también por el convencionalismo radical de A.
Ajdukiewycz. También el principio atribuido a Wittgenstein, aunque formulado
por primera vez por M. Schlick: "El sentido de una proposición es el
método de su verificación", tiende a equiparar la verdad con su
aceptabilidad. Algunos defensores del positivismo lógico (Hempel, Kaufmann,
Neurath y H. Reichenbach) han hecho suya esta idea de que la verdad y la
falsedad de una proposición se define por su verificabilidad, estando así
justificada tal teoría de la verdad.
Según
esta teoría, el concepto de verdad no plantea en el lenguaje científico ningún
problema que no sea reducible al problema de cómo hay que definir la validez de las proposiciones
empíricas. La investigación de los métodos que se emplean para fundamentar las
diversas clases de proposiciones empíricas pertenece al campo de la filosofía
de la ciencia. Una investigación del lenguaje que haga referencia a los hombres
que hablan ese lenguaje y que tenga en cuenta sus circunstancias históricas y
sociales es considerada como algo que pertenece al ámbito de la pragmática.
En
la ciencia se acepta como verdadera una proposición cuando está suficientemente
respaldada por otras proposiciones ya anteriormente integradas en ella. La
verdad de las proposiciones empíricas consiste en que se sigan las reglas de
los métodos científicos, que prescriben cuáles son las condiciones para aceptar
y rechazar las proposiciones. La teoría de la coincidencia y la teoría
semántica de la verdad no son aplicables a las proposiciones empíricas; con
ellas nunca podemos saber con absoluta seguridad si éstas son verdaderas o
falsas; continuamente las clasificamos por su valor de verdad, y admitimos de
este modo que los valores de verdad dependen del tiempo. Una proposición
absolutamente verdadera puede ser definida como aquella proposición que es
aceptada perdurablemente. Pero, sin embargo, una proposición empírica en ningún
caso puede ser confirmada absolutamente, y por eso la verdad de las
proposiciones empíricas es, en su sentido absoluto, o un residuo metafísico o,
en el mejor de los casos, una meta ideal, que está más allá de la verdad y la
falsedad.
Verdad analítica. Una verdad analítica es una proposición verdadera en virtud del
significado de las palabras de que se compone. La expresión verdadera en virtud del significado
puede hacerse más precisa si se dice que una verdad analítica puede convertirse
en una verdad lógica reemplazando en ella las expresiones que no sean
constantes lógicas por otras sinónimas suyas.
Verdad lógica. Las verdades lógicas son esas proposiciones verdaderas en virtud del
significado de las constantes lógicas que en ellas se den. Puesto que las
constantes lógicas son temáticamente neutrales, las verdades lógicas son esas
proposiciones verdaderas sea cual sea el universo del discurso que se tome como
punto de referencia.
Verdad sintética. Las verdades sintéticas son esas proposiciones que no son analíticas.
Deben, por consiguiente, su verdad no sólo al significado de las palabras de
que constan, sino también a su acuerdo con los hechos.
Verificacionismo. El criterio de demarcación de quienes piensan que las leyes y teorías
científicas quedan aseguradas cuando se cumplen, es decir, cuando se verifican
sus predicciones; es como decir que la ciencia va de verdad en verdad.
Verosimilitud. Los racionalistas críticos que se topan con el problema de la verdad,
pero como solamente progresan por falsación, no hablan de ella, sino de un
mayor o menor, vago o no, acercamiento a ella, es decir, de una mayor o menor
verosimilitud.
Vocabulario lógico, observacional y teórico. Los empiristas lógicos distinguían estos tres
vocabularios en sus indagaciones sobre las proposiciones científicas; el
primero era la lógica o procedía de ella, el segundo describía los hechos y el
tercero construía o constituía el lenguaje teórico de las teorías científicas y
no era directamente verificable. Para ser verificado y considerado como
poseyendo sentido, era necesario que estuviese conectado con el vocabulario
observacional mediante el vocabulario teórico que confería así a las teorías
científicas una forma deductiva, derivando los enunciados observacionales
lógicamente de los enunciados teóricos.
Weltanschauung. (Esta es realmente buena). Visión del mundo, concepción del universo.
Va muy bien como corolario a una afirmación particularmente osada: "Es la
clase de cosa que le obliga a uno a cambiar su propia Weltanschauung".
Zeitgeist. El Espíritu del Tiempo, es decir, el punto de vista generalmente
aceptado en una época determinada (suponiendo que lo haya).