tag:blogger.com,1999:blog-23370736331640594832024-03-14T00:40:41.636-07:00EutaxiaFelipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.comBlogger389125tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-79176373210858080072024-02-15T01:16:00.000-08:002024-02-15T01:16:36.866-08:00Sofística comunista-ecologistaWolfgang Harich (1923-1995) fue pionero de la síntesis entre comunismo y ecologismo. Considerado precursor del ecosocialismo y de las teorías del decrecimiento, el filósofo y periodista de la RDA Wolfgang Harich nadó a contracorriente del pensamiento oficial en los países del Este. Defendió desde el marxismo las tesis del Club de Roma sobre los límites del crecimiento, aunque su propuesta se basaba en plantear un comunismo decrecentista con un Estado fuerte, pues consideraba que la sociedad solo aceptaría restricciones al consumo de bienes mediante mecanismos coercitivos. Ambas corrientes tendieron a converger en las décadas posteriores, siendo la base del ecosocialismo desde el ámbito más teórico al más activista que ha llegado a nuestros días: interpretar el desarrollo del capitalismo como una Raubwirtschaft o economía de rapiña continuada y creciente para impulsar la acumulación de capital. Entendidos así, los movimientos sociales a menudo tienen un contenido ecológico al intentar resguardar los recursos naturales fuera de la economía mercantil, y colocarlos bajo control comunitario. «El estudio de Harich tiene toda la solidez cultural de Lukács, con una acribia filológica particular y sin las simplificaciones filosóficas y las rudezas de método que el ambiente impuso o inspiró al maestro húngaro.» Manuel Sacristán. Otro zascandil dixit.. Sofística de la peor especie. Admitir que el socialismo es miseria y decirlo a las claras.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-4468049131496468682024-02-15T01:09:00.000-08:002024-02-15T01:09:37.736-08:00Izquierdismo y antisemitismo"Algunos pensadores de izquierdas han apoyado numerosos combates antisemitas so pretexto de defender al pueblo palestino: Sartre apoya a Septiembre Negro, organización que fue la autora de la masacre de los atletas israelíes en Múnich en 1972, y a la banda Baader-Meinhof (uno de cuyos cofundadores, Horst Mahler, se unió a la extrema derecha alemana y hoy es perseguido por haber hecho el saludo nazi en público); Genet, que fue amante de SS durante la Ocupación, elogia la «poesía» de la matanza de Oradour-sur-Glane y magnifica el «bandidismo más loco» de Hitler, la belleza de los milicianos, la de los militantes de Baader-Meinhof, pero también de la OLP, lo cual no molesta a Sartre, ni a Derrida (que dedica un libro a Genet, Glas, en 1974), ni a Foucault, que le admiran; Garaudy, el intelectual oficial del PCF de 1933 a 1970, fecha de su expulsión por izquierdista, se convierte en el pensador por excelencia del negacionismo y sus aportaciones al lenguaje de este movimiento son determinantes; Rassinier, comunista, cegetista y afiliado a la Sección Francesa de la Internacional Obrera, también es un inspirador del negacionismo; Soral, que fue miembro del PCF durante una docena de años antes de convertirse en lo que sabemos... También cabe recordar el apoyo de Jean-Luc Mélenchon, el jefe del Frente de Izquierdas, a Ahmadineyad cuando ocupaba el poder en Irán no hace mucho y cuando este último amenazaba con borrar a Israel del mapa o manifestaba su afecto por Hugo Chávez, según el cual «una minoría, los descendientes de quienes crucificaron a Cristo [...] se ha apoderado de las riquezas del mundo [...] y ha concentrado esas riquezas en pocas manos». La oposición de esos dos dictadores a Estados Unidos no puede justificar, una vez más, que uno se contente con la idea de que los enemigos antisemitas de izquierdas de nuestros enemigos capitalistas de derechas sean nuestros amigos."
Entrevista a Michel Onfray.Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-41500551190720789232024-01-05T16:15:00.000-08:002024-01-05T16:15:02.560-08:00Acerca del pesimismo filosóficoAcerca del pesimismo filosófico.
Pesimismo significa pensar en la negatividad del mundo, del ser, que caminamos hacia lo peor. Siempre hay y ha habido y habrá pesimistas y melancólicos y ello tanto a nivel psicológico-social o antropológico como en los demás ámbitos de la praxis humana. En la filosofía occidental ha habido filósofos pesimistas en todas las épocas. No hay teodicea de Leibniz o del estoicismo que valga frente al pesimismo filosófico. El problema del mal en el mundo queda zanjado con un ¿Qué se le va a hacer? Nosotros nos vamos a ocupar en el presente escrito del pesimismo filosófico contemporáneo surgido En el siglo XIX en Alemania después de las revoluciones burguesas, en los países germánicos, sí, de tradición protestante y luterana. Al optimismo ilustrado y progresista le sucedió pues el pesimismo de los filósofos pesimistas alemanes que se fue imponiendo a raíz de la revolución de 1848. Es este un pesimismo filosófico de raíz protestante luterana como ya hemos dicho, que no se da en filósofos de otras confesiones religiosas europeas, particularmente en el catolicismo, las brumas septentrionales, germánicas deben de tener algo que ver con el pesimismo como dijo Menéndez Pelayo. En Schopenhauer y en Nietzsche, Bahnsen, Mainländer y Von Hartmann por ejemplo, la voluntad prima sobre el entendimiento, se impone sobre el entendimiento, la razón. La polémica sobre el pesimismo en Alemania tiene dos fases. La primera la provocó Schopenhauer y se extiende desde 1850 a 1870 y la segunda la desató Von Hartmann y duró de 1870 a 1890.
Según Schopenhauer (1788-1860) filósofo alemán fundador del pesimismo filosófico contemporáneo, la voluntad de vivir, der Wille, ésta consiste en una “global aflicción en que consiste la vida”, “Aquello que quiebra la voluntad de vivir-1816- es el sufrimiento”. Partiendo de la distinción entre fenómeno .representación, Vorstellung, y noúmeno, cosa en sí o Voluntad, Wille, Schopenhauer llega a la conclusión pesimista de que “Nuestra vida es como un sueño en medio de la extensa noche del tiempo infinito”. Pues como dijo Calderón, la vida es sueño. “¿Acaso no es la vida entera un sueño?,” Estamos hechos de la materia de nuestros sueños decía también Shakespeare. Sueño de una sombra es el hombre. Píndaro dixit en las Píticas.
“La vida real y los sueños son sendas páginas de un único libro. La presunta diferencia entre ambos estriba en que cuando consultamos y leemos aquellas hojas ordenadas según su paginación, entonces lo llamamos vida real; sin embargo, si entreabrimos ese libro al azar, una vez que han transcurrido las horas habituales de lectura (el día) y ha comenzado el tiempo de reposo, ojeando sin orden ni concierto algunas de sus páginas, entonces se trata de sueños. En ellos tan pronto nos encontramos con una hoja que ya habíamos leído en aquella lectura sistemática y correlativa como de repente topamos alguna que todavía no conocíamos, pero siempre se trata del mismo libro. Por eso escribió Calderón que “la vida es sueño”.
Como dice Georg Simmel, “la imagen definitiva del valor de la vida, que ha dado a la filosofía de Schopenhauer su marca exterior y la ha hecho importante para su influencia sobre la cultura de los últimos decenios, se concentra en el absoluto predominio que en ella adquiere el valor de la vida sobre la felicidad. A diferencia de las veleidades pesimistas que no faltaban y que caracterizaban al mundo como un valle de lágrimas, la vida como no digna de ser vivida y la felicidad como un sueños pasajero, Schopenhauer hace del dolor la substancia absoluta de la vida, lo convierte en su determinación a priori, lo sumerge en la raíz de nuestra existencia de tal modo que ninguno de sus frutos puede tener otra naturaleza que la del dolor. Por primera vez el dolor es aquí, no un accidente del ser, sino el ser mismo en tanto se refleja en sentimientos.”
Para Schopenhauer el pesimismo no es una meta, sino una senda que nos conduce hacia nuestro destino metafísico. La voluntad de vivir no tiene límites, nunca se satisface. El mundo es el egoísmo, el mal, el sufrimiento. La voluntad es un impulso ciego. La existencia humana está sumida en el dolor. Como dijo el Buddha, el nacimiento es dolor, la muerte es dolor, la unión con lo que se odia es dolor, la separación de lo que se ama es dolor, la impotencia para obtener lo que se desea es dolor.
La vida según Schopenhauer es angustia, dolor, insatisfacción, aburrimiento, ansiedad y muerte. No hay ningún Dios y por lo tanto no hay ningún consuelo ni nadie que nos pueda consolar. Schopenhauer es el primer filósofo que se confiesa ateo. La vida humana desde el pesimismo de Schopenhauer resulta ser un negocio ruinoso en el que el dolor supera con creces al placer. La felicidad es un mito filisteo afirma Schopenhauer como dirá y repetirá en el siglo XXI el filósofo español Gustavo Bueno añadiendo de paso que es un mito confusionario. No hay felicidad porque felicidad significa voluntad satisfecha y la voluntad nunca está satisfecha.
¿Qué hacer entonces? Pues algo muy parecido a lo que preconiza el Buddha, practicar la renuncia, no desear, ejercitar el ascetismo. La representación, el fenómeno es comprendido teóricamente pero negada prácticamente por la voluntad. La libertad no existe. La única libertad es la negación de la voluntad. Sólo la muerte es el gran remedio de la vida. También es el gran desengaño. La vida carece de sentido. La existencia no tiene en sí ningún valor. La necesidad y el aburrimiento son los dos polos de la vida humana. Cuán presto se va el placer y qué pronto llega el dolor o el aburrimiento. “El mundo es el infierno y los hombres son, por un lado, las almas atormentadas y, por otro, los diablos” Ante el dolor de los demás tenemos que sentir piedad y compasión, que son los fundamentos de la ética racional. Por cierto, el quietismo de Schopenhauer es herencia del quietismo del español Miguel de Molinos (1628-1696).
Georg Simmel sostiene que Schopenhauer no ha extraído todas las consecuencias que se derivan de su pesimismo. Finalmente Schopenhauer desemboca en conclusiones muy parecidas a las que llegó ya Epicuro: la felicidad es fácil de conseguir porque con evitar el dolor es ya suficiente. Esto es a la vez pesimismo y optimismo. El dolor es fácil de evitar, el placer es fácil de conseguir. Epicuro dixit en el Tetrafármaco.
“Sólo que Schopenhauer parece o haberse dado cuenta de lo nuevo y fecundo de su propio pensamiento. La felicidad del arte, que había separado antes de la esfera de la realidad vivida, vuelve a introducirse en ella, al compararla con la felicidad del sueño. Pero así, la innegable diferencia cualitativa de estas dos formas de felicidad queda completamente obscura, y ya no puede explicarse partiendo del concepto mismo. Aun cuando la felicidad no sea por su esencia sino algo negativo, las diferencias que dentro de ella existen, y que no son simplemente cuantitativas, requieren causas positivas que no puede ofrecer el sistema pesimista. Y como resulta que la negación de una concesión negativa tiene por consecuencia que luego hay que hacerla en una más amplia medida, incluso de un modo absoluto, aquella negación de que el arte nos proporcione una felicidad positiva, contiene un optimismo enorme en dos aspectos. Primero, porque basta no ser infeliz para ser feliz. Suele ocurrir con las afirmaciones radicales que lo mismo pueden tomarse positivamente que negativamente. El considerar a la felicidad como el mero cese del dolor, es el pesimismo más profundo; pero el que el cese del dolor sea ya la felicidad, es el mayor optimismo posible.” Entonces de esta manera vemos cómo
“El pesimismo de Schopenhauer se transforma constantemente en un optimismo tal, que en un pasaje decisivo formula así uno de sus pensamientos fundamentales: “Sin tranquilidad no hay bienestar verdadero posible”.
Julius Bahnsen (1830-1881). Fue el primer pesimista posterior a Schopenhauer. Influido por Hegel pero sobre todo por Schopenhauer, desarrolló una concepción del mundo pesimista radical. El mundo es autocontradictorio, falto de lógica en su fundamento, no sólo eso, sino que además podríamos añadir que es ilógico, antilógico. Por una filosofía antilógica de la voluntad se llega a la contradicción como fundamento del ser. Una exigencia lógica de su filosofía antilógica es que el mundo es autocontradictorio, absurdo, sin sentido e irracional. El fundamento de lo real es la Voluntad, ciega, pero es una Voluntad que se pierde, por así decirlo, a sí misma, que no puede ser conocida pues no puede transformarse nunca en conocimiento. La Voluntad es incapaz entonces de captar la realidad del universo. Por lo tanto se deriva de ello la consecuencia de que no hay salvación ni redención posible. Estamos condenados sin remisión. Ni hay salvación para la Voluntad, ni hay salvación para las voluntades, puesto que más que Voluntad hay que hablar de un pluralismo de voluntades individuales. Lo trágico es la ley del mundo. Es un pesimismo radical el pesimismo al que aboca Bahnsen. Su visión del mundo es demasiado desconsoladora y trágica. Es más radical que Schopenhauer porque no hay redención ni salvación. Podríamos distinguir en el pesimismo al igual que en el hegelianismo, una derecha y una izquierda. A Bahnsen se le ha etiquetado en la extrema izquierda pesimista por su pesimismo absoluto pero individualista y pluralista. Igual que Von Hartmann, Bahnsen se propone mediar entre Hegel y Schopenhauer. Rechaza el idealismo de la dialéctica hegeliana y opone a tal dialéctica idealista una dialéctica real y contra Schopenhauer afirma que la cosa en sí, la Voluntad es autocontradictoria. Porque más que hablar de una voluntad general es más ajustado hablar de que hay una lucha descarnada de las diversas voluntades individuales entre sí. Sostiene entonces un pluralismo individualista porque la Voluntad no es una, sino una pluralidad de voluntades individuales. Sin embargo, no propone el suicidio para salir de la desesperación como sí lo hace Mainländer. La única solución es reconocer el carácter contradictorio del mundo y la imposibilidad de solución del mundo. No hay pues redención ni ninguna salvación. Contra lo que afirma Von Hartmann, no hay finalidad de la voluntad. Frente al sufrimiento del mundo, Weltschmerz, Mainländer y Von Hartmann sí que proponen algún tipo de salida y hay que decir que en Bahnsen no es el caso. Se trata pues de un pesimismo mucho más radical que el pesimismo de Schopenhauer, Von Hartmann o Mainländer. Von Hartmann calificó de miserabilismo el pesimismo de Bahnsen. Olga Plümacher acusa a Bahnsen de analizar patológicamente el sujeto humano como si fuera hipocondríaco, casi masoquista para concluir de ahí que la voluntad es ciega, ilógica, alógica, antilógica y autocontradictoria. Olga Plümacher le acusa pues a Bahnsen de partir de la psicología o de la psicopatología para edificar su pesimismo radical. La dialéctica es necesaria, porque hay dialéctica, hay negación y porque la realidad es autocontradictoria, pero es inútil porque nunca lleva a ninguna parte debido a que los deberes son inconciliables con otras obligaciones por lo que todos nuestros esfuerzos están condenados al fracaso. El mal no se puede erradicar. Sólo el humor hace la vida soportable al hombre. Nunca consigue la dialéctica real concluir en el cumplimiento de sus propósitos puesto que no hay propósitos, no hay finalidad. Es un fracaso. La acción humana fracasa. Nunca alcanza sus metas. El individuo humano es una nada consciente de sí. Sin embargo necesariamente está operando continuamente. La nada nadea, diría Heidegger. El mundo es contradictorio, pero es también trágico además de ilógico. Tampoco podemos consolarnos con el retorno a la nada como en Schopenhauer, Mainländer y Von Hartmann para superar el sufrimiento. Es una tragedia necesaria porque sin ella, nada existiría, porque la existencia es una tragedia. Propone Bahnsen el héroe trágico como Nietzsche. Propone como Schopenhauer la compasión por los demás y luchar por mejorar el entorno. La compasión es importante en Bahnsen:
“Cuando el sufrimiento y el horror alcanzan su cúspide, sólo hay una cosa indestructiblemente bella: el amor compasivo [die erbarmende Liebe] que se cuela entre los escombros para levantar, por aquí y por allá, una piedra caída sobre alguien destrozado, o alcanzarle una gotita que le refresque igual que es también de nuestras tumbas más queridas de donde brota el amor y la protección para los que viven (¿la lealtad es mejor que el nomeolvides y el amor más hermoso que las rosas y también que oremos por los que viven no menos ardientemente que por aquellos que están muertos y nada sienten!).” El pesimista lucha por imponer sus ideales a pesar de que no se cumplan. Ni sigue a Schopenhauer en su pesimismo ni a Von Hartmann en su reformismo y activismo político y en su ventana del pesimismo abierta a la esperanza en la mejoría del mundo y de las personas. Ni postula Bahnsen llegar al quietismo ni apusta por el activismo político. Bahnsen recomienda aprovechar lo poco que se tiene, contentarse con lo que se tiene, resignarse, aceptar el destino y no recomienda el suicidio. El ideal de Bahnsen es el héroe trágico, con un fuerte sentido del humor y no llorón ni plañidero. Es una lucidez desesperada. Siempre hay una discrepancia entre lo ideal y lo real. Además hay que señalar desde el ateísmo de Bahnsen el carácter falaz de los ideales políticos y religiosos. Hay una indudable veta individualista y anarquista operando en el pensamiento filosófico pesimista de Banhnsen. Léase lo siguiente: “Por lo demás, el pesimismo no se dirige en absoluto contra el Estado como tal, sino sólo contra sus excesos. En sí, todos los sacrificios que el Estado requiere de la felicidad individual son, precisamente, otros tantos documentos que respaldan la verdad del pesimismo y que le proporcionan un material que le es bienvenido, por ejemplo; la constatación estadística sobre el porcentaje, poco menos que estremecedor, de las muertes por suicidio en los ejércitos europeos, que demuestran cuán alta es la prima de seguro que ha de pagarse por la existencia de los Estados, incluso en tiempos de paz. Sólo que, incluso sin poner en discusión tales necesidades, el pesimismo mantiene su derecho a plantear su estándar ético ideal y preguntar por el defecto moral que supone, por ejemplo, que el Estado se atreva a ponerse por encima de todas las potencias éticas más elevadas, humillando con la vil palanca policial a la verdad, entronizada en su inmaculada majestad por los pesimistas.”
Philipp Mainländer (1841-1876). Seguidor de Arthur Schopenhauer, ejerció una notable influencia sobre autores como Eduard von Hartmann o Friedrich Nietzsche.
“En el mundo no hay otra cosa que la voluntad individual, que tiene una tendencia fundamental: vivir y mantenerse en la existencia. Esta tendencia se presenta en el hombre como egoísmo, que constituye la cubierta de su carácter, es decir, el modo y manera en que quiere vivir y mantenerse en la existencia.” El hombre es un animal egoísta, individualista, con sus tendencias e inclinaciones e intereses propios. La voluntad busca la sobrevivencia y la felicidad. “El egoísmo humano se muestra no sólo como impulso a la conservación, sino también como impulso a la felicidad [Glückseligkeitstrieb].” La voluntad está determinada causalmente, “la voluntad no es nunca libre, y todo lo que existe en el mundo, sucede con necesidad”. Entonces “La voluntad del hombre no es libre porque esté ligada con un espíritu capaz de deliberación, sino que esto causa que tenga un movimiento diferente al del animal.” Conclusión: el hombre no es libre. “Así pues, el hombre nunca es libre, aunque porte en sí un principio que le capacita para actuar contra su carácter; pues tal principio se ha desarrollado de forma necesaria, pertenece necesariamente a su esencia, es una parte del movimiento que le es inherente, y actúa con necesidad.” Igual que ocurre en Schopenhauer, todas las acciones humanas son egoístas e interesadas.
La existencia humana va del ser al no ser, y reconocer esto es negar la voluntad de vivir, (Verneinung des Willens zum Leben). La esencia de la vida es el padecimiento. En la muerte está la absoluta aniquilación. Igual que en Schopenhauer, la vida es dolor, aburrimiento, sufrimiento. O bien negamos la voluntad de vivir, o bien la afirmamos. En cualquiera de los dos casos el individuo desaparece.
“Quien niega activamente la voluntad de vivir, cosecha en la muerte la completa y total aniquilación del tipo. Rompe su forma, y no hay poder alguno en el universo que pueda reconstruirla. Ha sido borrado para siempre, en su especificidad y con todos los tormentos y penalidades que implica la existencia, del libro de la vida. Y ni puede exigir, ni tampoco exige nada más. Con la abstención de los goces sexuales, se ha librado del renacimiento, ante el que retrocedía espantada su voluntad, igual que el hombre embrutecido retrocede ante la muerte. Su tipo se ha redimido [Sein Typus est erlöst], y esta es su dulce recompensa.”
Lo contrario ocurre con el que afirma la voluntad de vivir: “En cambio, aquel que ha afirmado activamente su voluntad de vivir, no encuentra redención alguna en la muerte. Su tipo, por supuesto, se extingue, y se disuelve en sus elementos; pero en realidad ya ha iniciado un fatigoso periplo, por un camino cuya extensión no es puede precisar.”
Conclusión: “Ahora bien, los elementos de los que está compuesto el tipo, persisten tras su muerte. Pierden la impronta típica, la especialidad típica, y vuelven a ingresar de nuevo en la vida general cósmica, formando enlaces químicos o ingresan en otros organismos, sustentando su vida. No obstante, el sabio no ha de preocuparse porque sigan subsistiendo, primero, porque ya no pueden reunirse nunca más para formar su tipo individual; y luego, porque los sabe en el camino seguro de la redención.”
La negación de la voluntad de vivir consiste en actuar contra la naturaleza, en reprimir el impulso sexual, en la castidad. El sabio considera las ventajas de la nada absoluta y renuncia al placer. Luego llega la aniquilación, la muerte absoluta y es un final feliz. El sabio promueve el movimiento del universo desde el ser al no ser. El disoluto es devorado por su pasión, esclavo de sus pasiones. El casto se domina a sí mismo. Por lo demás, Mainländer admite el suicidio y lo alaba, contra lo que afirmaba Schopenhauer acerca de su nulidad e inutilidad. “Quien ya no es capaz de soportar el peso de la vida, que la arroje.”
La contraposición entre optimismo y pesimismo le parece falsa a Mainländer. “¿Ha de ser el optimismo lo contrario del pesimismo? ¡Qué idea más pobre y errónea!” Da igual ser optimista que pesimista. Vamos a morir todos. “¿Quién es, pues optimista? Es necesariamente optimista aquel cuya voluntad aún no está madura para la muerte. Sus pensamientos y máximas (su cosmovisión) son fruto de su ímpetu y hambre de vivir. Si se le ofrece un conocimiento mejor desde fuera, pero este no echa raíces en su espíritu, o se apodera, ciertamente, del mismo, pero arroja tan sólo una especie de frío relámpago en su corazón, porque este es obstinado y duro- ¿qué ha de hacer? ¡Pues seguir! También le llegará su hora, pues todos los hombres, como todo lo demás en la naturaleza, tienen una única meta.”
Con el pesimismo el resultado no es muy diferente: “¿Y quién es y debe ser un pesimista? Quien está maduro para la muerte. Puede amar tan escasamente la vida, como aquel puede apartarse de ella. Si no se da cuenta de que él pervivirá en sus hijos, la procreación pierde su horrible carácter; pero si se da cuenta, retrocederá espantado ante ella, igual que Humboldt al percatarse de que es pagar muy caro unos pocos minutos de placer con los tormentos que debe soportar un ser ajeno durante quizás ochenta años, y considerará la procreación de niños, y con razón, como un crimen.
Así que dejad caer las armas, y no disputéis más, pues vuestra lucha la ha ocasionado una equivocación: ambos queréis lo mismo.”
Con Friedrich Nietzsche (1844-1900) influido por Schopenhauer en su concepción sombría de la vida, sustituye la voluntad de negación de éste por una voluntad de afirmación. Y por eso se produce la afirmación de la vida, de la voluntad de vivir que se convierte en voluntad de poder. El punto de partida de Nietzsche es la distinción entre representación y voluntad de Schopenhauer. Nietzsche va a sostener un pesimismo trágico y heroico, un pesimismo de los fuertes. “¿Es el pesimismo, necesariamente, signo de declive, de ruina, de fracaso, de instintos fatigados y debilitados? … ¿Existe un pesimismo de los fuertes?” Y más adelante afirma Nietzsche “¿Acaso es el cientificismo nada más que un miedo al pesimismo y una escapatoria frente a él?” Esto fue ensalzado por Oswald Spengler como la esencia fáustica del alemán y estaría presente en el fascismo y en Heidegger. El pesimismo de los fuertes consiste en sostener que el dolor es una realidad insuperable pero en vez del ascetismo de Schopenhauer Nietzsche sostiene la afirmación, el sí a la vida, al dolor, al sufrimiento, al placer, a la alegría. Se niega el dolor del mundo, el pesimismo y la melancolía producida por el dolor en el mundo. Es la moral de los señores frente a la moral de los esclavos. “En resumidas cuentas: quiero ser algún día un hombre que sólo diga ¡sí!” El pesimismo de Schopenhauer, ascético, negador de la vida, quietista, es un pesimismo de los débiles. Dice Nietzsche a este respecto: 34 [204] He procurado pensar el pesimismo en profundidad para redimirlo de la estrechez e ingenuidad medio cristianas, medio alemanas, en que me salió por primera vez al paso en [la] metafísica de Schopenhauer”. El pesimismo es un arma de destrucción masiva para hombres y pueblos: “Una manera de pensar pesimista resulta temporalmente (quizá por varios milenios) de sumo valor para la destrucción o para el retardamiento y profundización de hombres y pueblos;” Así pues, el pesimismo puede resultar una fase por la que necesariamente se ha de pasar por parte del filósofo. 35[82]“Una forma de pensar y una doctrina pesimistas, un nihilismo extático puede llegar a ser en ciertas circunstancias, algo imprescindible, especialmente para el filósofo: a manera de una presión y un martillo poderosos con los cuales quiebra y quita de en medio razas degeneradas y agonizantes con el fin de dar paso a un nuevo orden de la vida o con el fin de suministrar a lo que degenera y muere el ansia del fin.”
El último hombre es el hombre burgués entregado a la felicidad canalla, a la trivialidad, consumidor satisfecho de la socialdemocracia y del progresismo individualista autoposesivo, feliz en el absurdo y en la quietud nihilista, sin metas. El último hombre es el hombre del nihilismo pasivo, incapaz ya de creer en nada. El pesimismo de los fuertes es la máscara del optimismo de Nietzsche. Nietzsche afirma que hay que amar la vida, decir sí a la vida. El dolor es una realidad insuperable. En Nietzsche el sufrimiento es una experiencia esencial del tiempo. El placer es la existencia humana abierta al mundo. Es la visión más profunda del tiempo. En esto hay un distanciamiento del pesimismo de Schopenhauer. Hay entonces que reconocer que el vitalismo de Nietzsche desemboca en la resignación, en la aceptación del destino, amor fati, ego fatum como ocurría en el estoicismo: eterno retorno de lo idéntico, inocencia del devenir y aceptación del destino. Aquí tenemos entonces un fatalismo. Libertad absoluta en la necesidad absoluta. Ese es el pesimismo de los fuertes. Decir sí, al dolor, al placer. Amar la vida. El pesimismo de los fuertes no se deja intimidar por el dolor y el sufrimiento. Todo retorna. Lo bueno y lo malo, el placer y el dolor. El pensamiento de Ernst Bloch (1885-1977) es un ejemplo de pesimismo de los fuertes. El principio esperanza es la esperanza secularizada. Bloch afirma que la estructura ontológica de la vida, el mundo, la materia es la potencia o potencialidad aristotélica, el noch nicht, lo utópico, la esperanza, la espera. Esto se llama Das Prinzip Hofnung, el principio esperanza. El hombre vive en tensión hacia el futuro. Tiene un impulso a realizar la potencialidad de su interior, la realización de su posibilidad. Spinoza (1632-1677) es otro ejemplo de pesimismo de los fuertes por su exaltación del gozo, de la alegría. En cambio, el resentimiento, niega la vida.
Schopenhauer es un ejemplo desde las coordenadas filosóficas de Nietzsche, de pesimismo de los débiles porque Schopenhauer extrae del dolor y el sufrimiento del mundo y de la existencia el principio ético de la compasión, de la piedad ética y racional. El otro eres tú. En cambio, Nietzsche aborrece la compasión, que es un síntoma de debilidad, de decadencia. El superhombre carece de compasión. La compasión lo debilita y lo convierte en plebeyo, en decadente. Está el superhombre situado más allá del bien y del mal, Voluntad de poder significa que es el poder el que quiere, la fuerza activa, ascendente. Lo bueno es lo aristocrático y lo malo es lo plebeyo. El optimismo ilustrado, progresista es superficial, al igual que el concepto de felicidad. La vida no puede ser juzgada. Es la vida la que juzga. El resentimiento niega la vida, Es el pesimismo de los débiles. Es el nihilismo pasivo. Lo que se puede decir del pesimismo de los fuertes o pesimismo trágico de Nietzsche es que se trata de un sentimiento trágico de la vida. Supera el pesimismo pasivo o nihilismo pasivo. De eso se trata. “Hegel nos ha enseñado que “cuando el espíritu da un salto, los filósofos también estamos allí participando”: nuestra época dio un salto hacia la autoironía, y he aquí que también participó en él E. Von Hartmann y escribió su famosa filosofía de lo inconsciente –o, más exactamente-, su filosofía de la ironía inconsciente.” Nietzsche no simpatiza con la filosofía del inconsciente de Hartmann, broma filosófica, picardía filosófica, invención graciosa. Considera Nietzsche que la filosofía del inconsciente es una parodia de filosofía.
El superhombre, el hombre que ha superado el nihilismo, más allá del bien y del mal que puede vivir gozosamente la muerte de Dios y que no necesita por lo tanto a Dios, gobernará la Tierra. El Eterno Retorno discrimina entre los que lo aceptan, los fuertes, el superhombre y los que desesperan de él, no lo pueden soportar. Los primeros son los pesimistas trágicos, fuertes y los segundos son los débiles los pesimistas débiles y decadentes. Esto es una tiranía trágica, de una realidad trágica, de un saber trágico. Lo trágico no es lo triste ni lo pesimista: es el estado que, gracias a la más alta afirmación es capaz de incluir en sí y de reivindicar incluso el mayor sufrimiento. El sufrimiento deja de ser así un argumento contra la vida. Esto es el pesimismo trágico o pesimismo de los fuertes. La afirmación del eterno retorno es trágica. El mundo no está sometido a valoración, no es justificable porque no necesita serlo. El sufrimiento es una realidad insuperable en el mundo no menos como la alegría y la debilidad es un dato irreductible tal como la fuerza.
Nietzsche desde luego no cree en el mito de la felicidad. Georg Simmel nos lo deja bastante claro cuando expone este punto del pesimismo de los fuertes de Nietzsche que deja muy claro el pensamiento de Nietzsche sobre el pesimismo de los fuertes y la felicidad canalla: “¿Busco yo acaso la felicidad?, -pregunta Zaratustra.- lo que yo busco son mis obras. Ser libre quiere decir hacerse indiferente a la fatiga, a la dureza, a las privaciones, incluso a la vida misma; vale decir que los instintos varoniles que ansían la lucha y la victoria dominan sobre los otros, por ejemplo, sobre el instinto de la felicidad. El hombre libre desprecia el bajo bienestar con que sueñan los tenderos, los cristianos, las vacas, las mujeres, los ingleses y otros demócratas. No debe pretenderse gozar allí donde no hay goce alguno y…no debe quererse gozar”. De mi profunda indiferencia hacia mí: “No quiero sacar ventaja alguna de mis conocimientos y no me arredran las desventajas que traen consigo”. Así, el que quiera la dicha deberá acaso afiliarse entre los “pobres de espíritu”. Hedonismo, pesimismo, utilitarismo, eudemonismo: todas estas formas de pensamiento que miden el valor de las cosas según el placer y dolor, es decir, según cosas secundarias, son pensamientos superficiales e ingenuidades, a las cuales todo aquel que tenga conciencia de su fuerza creadora no puede mirar sin burla y tampoco sin compasión. La lucha de la Iglesia contra la sensualidad y contra la alegría de la vida es comprensible y relativamente está justificada cuando se trata de degenerados, “cuya voluntad es tan débil que pone a los apetitos una medida”. Pues “la voluptuosidad sólo es un veneno dulzón para las violetas, pero para el leoncillo es el mejor vino de los vinos”. Y si enjuicia al “amor al prójimo” acaece “porque para él no es más que un amor propio mal disimulado”. “Más alto que el amor a los que están cerca es el amor a los lejanos y futuros; los lejanos son los que pagan vuestro amor a los cercanos.”
En “La voluntad de poder”, Der Wille zur Macht distingue Nietzsche varios pesimismos que en el caso de Nietzsche se identifican con las distintas fases del nihilismo europeo. Veamos eso: 25[16] “El pesimismo europeo está todavía en sus comienzos: no tiene todavía aquella tremenda fijeza anhelante de la mirada en que se refleja la nada, como sí la tuvo en otro tiempo en la India. Hay en él aún mucho que es construido y no “devenido”, mucho pesimismo de erudito y de poeta; quiero decir que en él una buena parte ha sido ideada y fabulada, es “creación”, pero no causa, algo construido y no “devenido”. Finalmente, el pesimismo es nihilismo, decadencia, debilidad. “El movimiento pesimista es sólo la expresión de una décadence fisiológica; ésta tiene sus dos centros en los lugares cuyos cielos hoy son los síntomas de ruina.”
Eduard von Hartmann (1842-1906) teniente de artillería retirado, fue uno de los seguidores más relevantes de la escuela de filosofía pesimista alemana fundada por Arthur Schopenhauer. Fue uno de los pensadores alemanes más leídos de su época y el protagonista de la polémica sobre el pesimismo que tuvo lugar a finales del siglo XIX. Philipp Mainländer se dio cuenta del éxito obtenido por Von Hartmann entre el público porque conectaba con la mentalidad popular mucho mejor y más profundamente que Schopenhauer. Se adaptaba mejor al espíritu de la época. También Nietzsche y Bahnsen vieron en Von Hartmann la alianza entre Schopenhauer y, el positivismo y Bismarck. Partiendo del pesimismo de Schopenhauer Hartmann en su monumental obra “Filosofía de lo inconsciente” (1869). “Hay una finalidad espiritual inconsciente. En dicha finalidad inconsciente deben actuar conjuntamente una representación o idea inconsciente del fin que ha de alcanzarse, y una voluntad inconsciente del proceso material que se va a producir, es, asimismo, esa voluntad inconsciente, la que constituye la causa inmediata de todas las funciones y acciones, tanto en los animales como en el ser humano.” . No sólo es inconsciente la Voluntad como ocurría en Schopenhauer, sino también la representación. A diferencia de lo que sucede en Schopenhauer, Voluntad y representación van siempre unidas. Partiendo de estas premisas Von Hartmann llega a un pesimismo humanista menos implacable y duro que el pesimismo de Schopenhauer. Este es el mejor de los mundos posibles, pero eso no significa que sea un mundo bueno. Pues se encuentra dominado por la Voluntad que se manifiesta en una permanente insatisfacción. El dolor es la esencia del universo, lo primario, el principio. Nadie aceptaría pasar una hora de sufrimientos insoportables a cambio de otra hora posterior de extraordinarios placeres. El pesimismo tiene en cuenta esta situación y se propone reducir el dolor, con aplomo, con humor. Este es el único consuelo que les queda a los hombres. Los hombres en medio del dolor y del sufrimiento pueden intentar mejorar la vida, el mundo, un mundo más habitable y soportable, aun sabiendo que el dolor y el sufrimiento de la condición humana son insuperables. Hay esperanza en la acción del hombre. Se trata de prepararse para afrontar la negatividad y perseguir la perfección moral individual para conquistar una vida más agradable, más viable. Von Hartmann fue efectivamente un pesimista filosófico. Según sus escritos la felicidad individual es inasequible o bien aquí y ahora o bien en el futuro, pero no pierde la esperanza de liberar al inconsciente de su sufrimiento por la disolución en la nada, en el nirvana. No cree en el mito de la felicidad pero piensa que algo se puede hacer para mejorar las cosas y las personas. “Olga Plümacher señala que, mientras Schopenhauer acentúa lo terrible de la naturaleza y las demoníacas aberraciones en las que cae el ser humano, Eduard Von Hartmann se centra en describir el vacío de la vida, dentro de las formas culturales de la civilización y el tráfago del mundo contemporáneo, seco, monótono y carente de estímulos. El displacer del hombre normal, diríamos “sano”, de hoy en día, constituye el momento principal de la consideración pesimista de Hartmann; de ahí el tono gris y frío que caracteriza su imagen del mundo.”
La existencia del mal y el asombro que nos produce el mal, la conciencia del mal propio y del ajeno está arraigado en la naturaleza del ser humano. Los triviales libros de autoayuda de los que Gustavo Bueno decía que eran para débiles mentales, niegan el dolor. Son un ejemplo de filisteísmo. Niegan el dolor y sostienen que éste es el mejor de los mundos posibles. Están empeñados en negar el dolor. El mundo es muy malo, pero es el mejor de todos los mundos posibles. Podemos intentar arreglarlo y aproximarnos así a la redención final.
El inconsciente o lo inconsciente, esa fuerza inconsciente se manifiesta en todo cuanto nos rodea, el amor sexual, los nervios o los movimientos reflejos. Esto es denominado por Hartmann un monismo espiritualista o panteísmo. De alguna manera esto significa admitir un telos o causa final en la naturaleza, un propósito inconsciente y final en el cosmos. Esto le aleja a Hartmann de Schopenhauer y le acerca a Aristóteles-Hegel. En la historia del pesimismo, hay un antes y un después de la Filosofía de lo inconsciente. Hartmann habla de un pesimismo-optimista al mezclar idealismo con Schopenhauer. Esto le permite abandonar la resignación y el quietismo de Schopenhauer. Schopenhauer había negado el telos, cualquier teleología general. La Voluntad de Schopenhauer es un impulso ciego e irracional. Es un conatus que impulsa a vivir, a persistir en el ser, a mantenerse en la existencia a pesar de todo y de todos. Para Von Hartmann lo inconsciente tiene no sólo un carácter volitivo sino además una intencionalidad. La Voluntad tiene un fin, una intención. En definitiva, una inteligencia. Es por eso por lo que Von Hartmann tiene rasgos idealistas como premisas en términos hegelianos. “Su panteísmo espiritualista sostiene la existencia de una inteligencia patente (y rastreable) a lo largo y ancho del mundo, por mucho que sus propósitos queden enmarcados bajo el concepto de lo inconsciente.” Este panteísmo pretende fundar una nueva religión humanista que deriva de su pesimismo.
Ser conscientes del dolor, del sufrimiento, del mal propio es ser conscientes de nuestra realidad. No podemos cambiar ni mejorar las cosas sin darnos cuentas previamente de nuestro estado actual, de los males de nuestro tiempo presente. El optimismo deja las cosas como están. En cambio, el pesimismo es revolucionario, transformador, pues nos hace ver lo que está mal. El pesimismo nos permite pensar y nos permite pensarnos. Esto es pues un humanismo pesimista. El pesimismo es el origen del pensamiento y de la religión y de la filosofía. Ser pesimista no es ser conformista ni sumirse en la quietud autosatisfecha y abandonada. No hay que rendirse nunca ante el mundo. Sirve para pensarlo de forma realista. En constante asombro y sin concesiones. De esta manera, el pesimismo puede ser el comienzo de una verdadera revolución. El optimismo es filisteo, legitima el presente y promueve el conformismo y el quietismo. Impide así el cambio. Peor aún, impide siquiera concebir el cambio. Todo está bien, así que nada hay que hacer y hay que aceptar entonces el actual estado de cosas. El pesimismo cuestiona el mundo, no lo justifica como hace el optimismo teológico.
Vivimos sometidos a un meloso mito de la felicidad. El pesimismo llama a la revolución intelectual, a pensar las cosas como realmente son. El imperativo de la felicidad, la religión de la felicidad canalla es peligroso. Creemos que hemos nacido para ser felices y que nos lo merecemos, que nosotros lo valemos. El vulgo es blandito, sin resistencia a la frustración, de cristal, melindroso, consumidor satisfecho. Se oculta la muerte, el dolor. Se hace olvidar al vulgo la existencia del sufrimiento y por lo tanto no se le educa para resistir. No tenemos que sufrir, pero tenemos que estar preparados para sufrir. Abstine et sustine. Este lema estoico debiera ser tenido siempre en cuenta. El pesimista es pesimista en lo teórico y optimista en la praxis como decía Gramsci. No hay que crear falsas expectativas. Aunque no podemos ser felices sí que podemos contribuir al bienestar social y al bien ajeno, al mejoramiento moral de la humanidad.
Von Hartmann acepta el monismo de la voluntad de Schopenhauer pero no acepta el ascetismo ni la negación de la voluntad de vivir ni la negación del mundo. El mundo no es algo acabado y dado de una vez para siempre. Está en proceso dinámico. Esto viene del idealismo de Hegel. El mundo es un proceso inacabado, siempre en construcción. Cada individuo tiene que participar activamente en el desarrollo del mundo. Nuestra acción individual puede tener su influencia en el mundo. Y ahí está nuestra dignidad. El pesimismo de Von Hartmann desemboca en un camino de salvación universal. La perfección moral individual contribuirá positivamente a aliviar el dolor de los demás. Se trata de promover el perfeccionamiento de la cultura y de la moralidad. Igual que en Schopenhauer, hay que tener compasión, piedad, empatía con el dolor ajeno de los demás. Aquí se conecta el pesimismo de Schopenhauer con el optimismo hegeliano y su fe en el progreso histórico característica de la filosofía de Hegel. La historia es la lucha entre lo irracional de la voluntad y lo racional del progreso histórico. El pesimismo de Von Hartmann es un humanismo. El pesimismo no sólo es un pesimismo individual, sino un pesimismo común. Somos partícipes de un mal común como afirmaba Baltasar Gracián (1601-1658). –recordemos que todos los pesimistas protestantes luteranos alemanes leyeron con atención- “gran presagio de miserias es el haber nacido.” Se puede mejorar al ser humano. La acción debe estar comprometida con y por el sufrimiento ajeno. Entonces el pesimista sí cree en la felicidad. Esta felicidad no es un regalo. No nos es dada, sino que hay que conquistarla mediante el esfuerzo, sin esperanza ni miedo ni seguridad. Carpe diem. Hay que disfrutar los momentos de felicidad antes de que se vayan.
El pesimista humanista debe ejercitar el altruismo. Este pesimismo incita a hacer oídos sordos al egoísmo. Schopenhauer tenía razón cuando hablaba de la tendencia de los hombres a dañarse entre sí, al mal y Hegel tenía razón cuando hablaba del progreso de la razón histórica y de su optimismo racionalista histórico.
Los libros de autoayuda, el optimismo dulzón edulcoran la realidad y la falsean conduciéndonos al quietismo y a la pasividad. La dañina doctrina de la felicidad niega el dolor, el sufrimiento. El bien más preciado del pesimista es la tranquilidad de ánimo. Realismo y evitación de caer en la neurosis obsesiva. El pesimista no es un resignado pasivo y fatalista. El pesimista es un revolucionario intelectual y moral. Es un humanista. No espera a que las cosas cambian, más bien pone remedio y se pone manos a la obra a arreglar las cosas. Sin miedo, sin seguridad y sin esperanza. El pesimista reconoce el absurdo de la existencia. Quiere mejorarse a sí mismo, a los demás y al mundo. Tal vez por abrir ventanas a la esperanza el pesimismo de Eduard Von Hartmann no fue considerado por Nietzsche como un auténtico pesimismo. 36[49] Entre los continuadores del pesimismo no cuento a Eduard Von Hartmann; lo incluyo, más bien, dentro de las “literaturas agradables”. Frente al budismo resignado de Schopenhauer y la renuncia desesperada y suicida de Mainländer. Von Hartmann aun reconociendo el mal en el mundo y en la vida afirma que los esfuerzos humanos pueden mejorarlo y contribuir al progreso social, contribuyendo así a la redención del mundo.
Agnes Marie Constanze Taubert von Hartmann (1844-1877) fue una escritora y filósofa alemana, conocida por su libro de 1873 El pesimismo y sus oponentes y su contribución a la controversia del pesimismo en Alemania. Taubert fue una firme defensora del trabajo de su marido Filosofía del inconsciente (1869) y escribió dos libros que criticaban y defendían sus ideas, bajo el seudónimo de A. Taubert. Su obra “El pesimismo y sus oponentes (1873) contribuyó a la polémica sobre el pesimismo en Alemania. Taubert tuvo una gran influencia en la controversia del pesimismo en la Alemania de fines del siglo XIX. Agnes Taubert es la derecha del movimiento filosófico pesimista. En el texto de su libro, definió el problema que aborda el pesimismo filosófico como "una cuestión de medir el valor eudemonológico de la vida para determinar si la existencia es preferible a la no existencia o no", El pesimismo surge de considerar la existencia del mundo como resultado de un acto irracional de la voluntad: la conclusión sobre el valor negativo de la existencia es el resultado de un acto de comprensión de la realidad. La filosofía pesimista es la única filosofía que hace soportable nuestra existencia. Al igual que su esposo, Taubert argumentó que la respuesta a este problema es "comprobable empíricamente". Taubert murió en 1877, como consecuencia de "un ataque de reumatismo de las articulaciones", que fue descrito como "extremadamente doloroso". Taubert ha sido descrita como "una de las primeras mujeres en tener un papel destacado en un debate intelectual público en Alemania" y ha sido comparada con Olga Plümacher, una filósofa contemporánea, que también tuvo un papel importante en la controversia del pesimismo de finales del siglo XIX, así como la filósofa germano-estadounidense Amalie J. Hathaway también tomó parte en tal debate desde los EE.UU.
Alma Von Hartmann (1854-1931) fue la segunda esposa de Eduard Von Hartmann y colaboró en su marido en su obra y a su muerte en 1906 editó escritos de Von Hartmann, una antología de su pensamiento político, por ejemplo, en 1923.
Olga Marie Pauline Plümacher (de soltera Hünerwadel, 27 de mayo de 1839 - 1895) fue una filósofa y erudita suizo-estadounidense nacida en Rusia. Se comprometió con las ideas de los filósofos alemanes Arthur Schopenhauer y Eduard von Hartmann y publicó tres libros que contribuyeron a la controversia del pesimismo en Alemania. Su libro sobre la historia del pesimismo filosófico, Der Pessimismus in Vergangenheit und Gegenwart (El pesimismo en el pasado y el presente) influyó en Friedrich Nietzsche y Samuel Beckett. Plümacher nació en San Petersburgo, Rusia, el 27 de mayo de 1839. Era hija de Gottlieb Samuel y Adelheid Hünderwadel (su prima). La familia se mudó a Suiza, donde su padre dirigía una planta siderúrgica y luego se retiró a Zürich, donde Plümacher creció. Se casó con un capitán alemán de barco, Eugene Hermann Plümacher, quien más tarde se desempeñó como cónsul de los Estados Unidos en Venezuela, y tuvieron dos hijos. Plümacher no recibió una educación universitaria formal.
Plümacher era amiga de una excompañera de clase, que era la madre del dramaturgo alemán Frank Wedekind y le introdujo en las filosofías de Arthur Schopenhauer y Eduard von Hartmann, de quien Plümacher era devota. Se le ha descrito como la "tía filosófica" de Wedekind.
Más tarde, Plümacher emigró con su familia a los Estados Unidos y vivió en Beersheba Springs, Tennessee, donde publicó tres libros en Alemán que abordaban las filosofías de Schopenhauer y von Hartmann: Der Kampf um's Unbewusste (La batalla por el inconsciente). Zwei Individualisten der Schopenhauer'schen Schule (Dos individualistas de la escuela de Schopenhauer) y Der Pessimismus in Vergangenheit und Gegenwart (Pesimismo en el pasado y el presente). Estos trabajos convirtieron a Plümacher en una figura significativa dentro de la controversia del pesimismo en Alemania. Der Pessimismus in Vergangenheit und Gegenwart influyó en Friedrich Nietzsche, quien anotó asiduamente el ejemplar que poseía.
Plümacher también publicó varios artículos sobre psicología, filosofía y metafísica en varias revistas alemanas. Publicó además un artículo sobre von Hartmann en inglés, en la revista Mind de Oxford. Plümacher murió en Tennessee, en 1895.
Plümacher ha sido comparada con Agnes Taubert, otra filósofa alemana en gran parte olvidada que también jugó un papel importante en la controversia del pesimismo, así como con Amalie John Hathaway quien fue una filósofa y conferencista germano-estadounidense que también contribuyó a la controversia del pesimismo en Alemania.
Helene Von Druskowitz (2 de mayo de 1856, Viena — 31 de mayo de 1918, Mauer-Öhling; nombre real Helena Maria Druschkovich) fue una filósofa austriaca, escritora y crítica de música. Fue la segunda mujer en obtener un Doctorado de Filosofía, el cual lo obtuvo en Zürich. Usualmente publicaba bajo un alias masculino debido al predominante sexismo de su época.
Helene von Druskowitz nació el 2 de mayo de 1856 en Hietzing, un barrio de Viena, en el seno de una familia acomodada. Era la menor de tres hijos. Su padre falleció cuando ella tenía dos años de edad. Pero eso no le impidió recibir una buena educación. Cursó la carrera de piano en el conservatorio de Viena hasta el año 1873.2
En 1874 se mudó a Zürich y completó su abitur en 1878. Después de estudiar filosofía, arquitectura, literatura germana, orientalismo y lenguas modernas; se convirtió en la primera mujer austriaca y la segunda después de Stefania Wolicka en obtener un Doctorado en Filosofía. Trabajó como maestra de historia literaria en diferentes universidades (Viena, Zürich, Münich, Basilea). Viajó al Norte de África, Francia, Italia y España antes de regresar a Viena. En 1881 conoció a Marie von Ebner-Eschenbach, quien la introdujo en su círculo literario. Tres años después ya era conocida de Rainer Maria Rilke, Lou Andreas Salomé y Friedrich Nietzsche, al que conoció gracias a Malwida von Meysenbug. Helene Druskowitz fue una de las afortunadas en recibir una copia del cuarto libro de Así habló Zaratustra, sin embargo, su relación con Nietzsche no duró mucho.
Fue una feminista militante. Escribe “Proposiciones cardinales del pesimismo”, (1905) y en este libro funda un pesimismo feminista partiendo de las ideas de Philipp Mainländer. Escribió en las revistas feministas de la época, entre ellas La sagrada lucha y Llamada a las armas.
El hermano de Helene murió en 1886 y su madre en 1888. En 1887 comenzó a vivir en Dresde con la cantante de ópera Teresa Malten. Posteriormente, comenzó a beber en exceso e incluso tuvo problemas con las drogas. Tras la ruptura con Malten en 1891, se agudizó su alcoholismo y fue enviada en 1891 a un hospital psiquiátrico en Dresde. Sin embargo, Druskowitz continuó escribiendo y publicando hasta 1905. Helene criticaba la religión, el sexismo y, después de su separación de Nietzsche, su filosofía.
Murió el 31 de mayo de 1918, tras pasar los últimos 27 años de su vida en un hospital psiquiátrico. Druskowitz creó una concepción muy particular del pesimismo a la que aún hoy no se le ha prestado ni la más mínima atención que se merece.
Susanna Rubinstein nació en Czernowitz, Austria-Hungría, hoy Chernivtsi Ucrania, el 20 de septiembre de 1847 en el seno de una familia judía, la del banquero y parlamentario Isak Rubinstein (1804-1878) su madre murió cuando ella era joven, Ella y sus tres hermanos fueron intensamente animados para perseguir su educación, incluso en una época en la que las mujeres no tenían y se les denegaba la oportunidad de estudiar. (un instituto femenino fue abierto en Czernowitz en 1898 y una escuela para niñas fue establecida sólo durante los años anteriores a la primera guerra mundial, justo antes de la primera guerra mundial).
Al principio su padre se las apañó para que ella tomara lecciones privadas pero llegó el tiempo de terminar el instituto, el bachillerato y ella fue incapaz de tomar o presentar4se a los exámenes necesarios de sus tutores así que ella ingresó en una academia o instituto de chicos. Rubinstein llegó a estudiar psicología y literatura alemana en la universidad de Praga en la primavera de 1870l y luego en la universidad de Leipzig tres años después. Después de que se le denegara la admisión en el programa de doctorado en Basilea, Suiza, ella se matriculó en la universidad de Berna y allí obtuvo su doctorado en filosofía en 1874 en psicología y en literatura alemana. Ella se convirtió en la primera mujer que obtuvo un doctorado en Berna. Su tesis doctorao se tituló “Sobre los sentidos sensoriales y sensitivos”. Completado el doctorado, Rubinstein pasó un año en Alemania visitando Leipzig, Heidelberg y Munich. Su obra de 1878 Ensayos psicológico.estétixos ha sido descrita como la mayor contribución al estudio de las emociones humanas. Fue reimpresa en 2012. Susanna Rubinstein falleció en 29 de marzo de 1914 en Würzburg, Alemania.
Amalie John Hathaway fue una filósofa y conferenciante germanoestadounidense que contribuyó a la controversia del pesimismo en Alemania. Hathaway nació en Mühlhausen, Alemania en 1839. Se mudó con su familia a Wisconsin cuando tenía 12 años y dirigió una escuela rural desde los 15 años, como fuente de ingresos. Fue introducida a la filosofía por el profesor Benjamin Cocker, quien le llamó la atención sobre las obras de los "metafísicos y filósofos alemanes", incluidos Kant, Hegel, Schopenhauer y Von Hartmann, que podía leer y comprender en su idioma original. Mientras continuaba sus estudios, conoció a Benjamin Hathaway, (1822-1896). un poeta, autodidacta, horticultor y viverista, quien se convirtió en su esposo. La pareja asistía regularmente a la Sociedad Filosófica de Chicago, donde las contribuciones de Hathaway la llevaron a ser invitada a dar sus propias conferencias.
La única publicación de Hathaway, "Schopenhauer", un artículo de 18 páginas publicado en Education, en 1882. Se basó en una conferencia pronunciada ante la Escuela de Filosofía de Concord, sobre la cual informó The New York Times. La conferencia recibió una cobertura de prensa positiva en otros lugares, con Hathaway descrita como "probablemente, con mucho, la mejor fundamentada en filosofía entre las mujeres estadounidenses" por el Republican. Sus otros trabajos (inéditos) fueron "Immanuel Kant", "La filosofía hegeliana", "Hartmann", "El pesimismo y la filosofía hegeliana" y "Automatismo mental".
La importancia de Georg Simmel (1858-1918) respecto a la filosofía pesimista alemana estriba en su contribución teórica en el tratamiento crítico del pesimismo. Según Schopenhauer, Mainländer y Von Hartmann los dolores del mundo eran y son superiores a los placeres: la felicidad en el balance eudemónico siempre es desfavorable, siempre acaba perdiendo ante el gran peso de las desgracias. Simmel, el fundador de la sociología en Alemania analiza el fundamento científico, lógico y filosófico del pesimismo así como el fenómeno social y la psicología social e individual a la que aboca el pesimismo. “El pesimismo decide la cuestión acerca del valor de la vida en un sentido negativo; la vida es para él una tragedia sin desenlace reconciliador, una lucha sin premio, un negocio profunda y turbiamente serio, cuyo horror sólo puede ocultarse momentáneamente por medio de ilusiones; hoy, sin embargo, las obras que dan voz a este punto de vista grave y melancólico se han convertido en una lectura adorada y, casi podríamos decir, jocosa para una gran parte del público." Esto escribe Simmel cuando el pesimismo se ha hecho extraordinariamente popular en Alemania. La difusión y fama del pesimismo entre las masas no se debe a sus propiedades científicas sino a razones psicológicas. “Por grande que sea la creencia de los partidarios del pesimismo en su verdad demostrable y en su exactitud científica, deberán con todo admitir que su difusión actual no se debe tanto a estas propiedades científicas, sino más bien a determinadas disposiciones psicológicas de la masa.” El pesimismo según Georg Simmel es la creencia práctica del valor negativo de la vida. El pesimismo es como Mefistófeles, el espíritu de la contradicción, el espíritu que todo lo niega. Todo lo que nace tiene que morir. Como dice Calderón, el peor pecado es haber nacido. El tradicionalista es un conformista. Piensa que lo que está está bien, es lo justo. “razón por la cual el tradicionalista es siempre un optimista”. La negación es el punto de partida del progreso humano y de la cultura.
El pesimismo del mundo, el dolor del mundo es una enfermedad infantil, típica de la juventud, con características patéticas, trágicas y ridículas, incluida una predisposición personal, psicológica hacia el pesimismo. Hay una conexión entre pesimismo y juventud porque el Weltschmerz, o dolor del mundo es una enfermedad infantil. El vacío de la juventud, la carencia de contenido conduce al dolor del mundo y al pesimismo. Hay un placer sádico y masoquista en el pesimismo. Hay una vanidad en el pesimismo. Esto se convierte en convicción pesimista sobre la realidad objetiva. Hay crueldad en el pesimismo y un placer en ello, en la destrucción. “Pero la concepción pesimista general no sólo va unidad al sufrimiento subjetivo, sino con frecuencia también a un cierto goce en el sufrimiento. La crueldad es la raíz psicológica del pesimismo.
“La vanidad acostumbra estar en una relación de parentesco (ascendente o descendente) con el pesimismo; ya hemos visto que sus juicios negativos poseen con facilidad la forma de una universalidad particularmente amplia, y cuanto más universal, cuanto más abarca un juicio, tanto mayor es la potencia, la grandeza y la sabiduría de quien lo emite, y esto tanto más cuanto que con el pesimismo ordinario no sólo se juzga el mundo entero, sino que con una sola palabra se le condena también.”
Respecto al juicio de Schopenhauer de que la cantidad de dolor presente en la Tierra es superior a la cantidad de placer, Simmel somete a crítica tal afirmación. “La consciencia de que la cantidad de un cierto dolor sobrepasa a la de un cierto placer nunca está presente de manera inmediata en la propia sensación, sino que presupone siempre un juicio del entendimiento, por muy escueto y oscuro que éste pueda ser; lo único que este juicio toma de la sensación son los elementos que lo componen.”
Cuando se trata de comparar dos cantidades distintas de dos cualidades distintas eso resulta problemático cuando menos. Los placeres se pueden comparar entre sí y los dolores entre sí también. “La situación es distinta cuando se trata de comparar la cantidad de un placer y la de un desagrado.” No tenemos un metro para medir la cantidad de placer o dolor ni tampoco podemos comparar la cantidad de placer con la cantidad de dolor.
En contra de lo que afirma Schopenhauer “Es falso psicológicamente el que toda volición hubiera de ser dolor por ser en su base privación, y que la privación le acompañe siempre hasta que el fin se consiga.” Y esto es porque “psicológicamente ocurre una cosa muy distinta: el querer es más bien un movimiento que tiende a remediar la privación y esta última no llega en general a adquirir un significado doloroso cuando la voluntad se aplica a ella y se desarrolla de una manera normal, sin obstáculos, hacia el fin.” El fin no es nada, el camino lo es todo. “Pues desde el punto de vista psicológico lo decisivo es que no sentimos el placer pura y exclusivamente en el momento de la consecución del fin, sino en la medida en que vamos acercándonos a éste. Y lo sentimos, no de un modo ilusorio, suponiéndonos en posesión de lo que en realidad no poseemos y dejando que la imagen de la fantasía nos conmueva como si fuese la realidad: lo sentimos de una manera legítima, y sin necesidad de engañarnos; la esperanza de la felicidad se convierte en la felicidad de la esperanza.”
Placer y dolor son magnitudes inconmensurables. Son incomparables. No es posible una aritmética de placeres y de dolores ni establecer una balanza para saber qué pesa más si el dolor o el placer. El conjunto del dolor y el conjunto del placer no pueden ser comparados cuantitativamente, porque no existe ningún criterio común a ambos. Este cálculo decisivo y necesario para ser pesimistas no puede verificarse por la enumeración de las diferentes sumas parciales. “El pesimismo que considera la existencia del mundo peor que su no existencia, porque sus valores negativos, es decir, la cantidad de dolor que en ella se sufre, excede a su valor positivo, es decir, a la suma de felicidad que nos proporciona, descansa sobre el supuesto de que ambas cantidades pueden compararse, empírica o apriorísticamente.” Entonces podemos decir que “Todos estos principios fundamentales del pesimismo eudemonista descansan en el error metódico de pretender medir la medida misma y trasladar una comparación cuantitativa, que puede aplicarse al destino eudemonístico individual, a la suerte general del hombre, porque tenemos una representación instintiva o empírica de ella.” Todo esto tiene repercusiones políticas sobre todo cuando se habla en nuestros días de bienestar social o de calidad de vida. Georg Simmel afirma que “Hay muchos partidarios del socialismo que piensan que no ha de alterarse el promedio de la felicidad y del sufrimiento del género humano, y a quienes lo que importa es la igualdad o justicia con que su masa total esté distribuida.” Simmel por lo demás constata cómo en su época la pregunta por la distribución de la felicidad global va desplazando progresivamente a la pregunta sobre la comparación de la cantidad de placeres y de dolores. “Resulta sorprendente observar cómo la pregunta acerca de la distribución de la felicidad ha ido robándole protagonismo a aquella sobre su cantidad. Son ya numerosos los partidarios del socialismo convencidos de que su llegada no alterará el promedio de felicidad y de sufrimiento, así como tampoco el de moralidad e inmoralidad; estos partidarios ven el valor del socialismo (al que otorgan mucha más prioridad que al ideal de la felicidad) en la igualdad o desigualdad con la que será distribuida, bajo aquel sistema, la cantidad global de felicidad.”
Desde un punto de vista histórico-antropológico el pesimismo es un sentimiento, una actitud de transición desde el optimismo progresista a una visión más realista acerca del puesto del hombre en el cosmos y en el mundo. “El pesimismo es el punto conceptual de transición desde una época en la que el hombre concebía el mundo según sus valores y según los requisitos de su felicidad, hacia una visión del mundo apoyada en la mera necesidad natural, que mantiene con nuestros deseos e ideales una relación de mera casualidad; de ella todavía no sabemos qué transformaciones y adaptaciones habrá de obrar en nuestras necesidades anímicas para que se mantengan el sentido y el valor de la vida, que bajo el optimismo se habían apoyado sobre un fundamento cósmico imaginario, y que el pesimismo, por medio de la destrucción de este último, simplemente transformó en su contrario.” El sadismo y el masoquismo, el placer del dolor es la raíz o base del pesimismo como concepción y valoración del mundo. “Es este deleite en el propio sufrimiento, proveniente del impulso expansionista del Yo, el que decide diseñarse, a modo de trasfondo, una concepción pesimista del mundo”.
Martin Heidegger (1889-1976) es otro filósofo pesimista alemán existencialista. Su sistema se revelará al final como una variante del pesimismo filosófico. Heidegger parte de la existencia (Dasein) del hombre como un ser en el mundo, arrojado a la existencia, arrojado al mundo. Asimismo, esa existencia supone una serie de posibilidades y una interpretación hermenéutica de la misma. El Dasein supone la finitud humana y, en consecuencia, la fuente de una comunidad para suplir esa finitud. La filosofía de Heidegger es un comunitarismo que busca superar el individualismo de la sociedad capitalista burguesa, una sociedad donde la técnica y la ciencia revelan al ser como inauténtico. La dicotomía kantiana entre sujeto y objeto es sustituida por Heidegger en el dualismo entre ser ahí o existencia (Dasein) y ser (Sein). El Dasein no está en condiciones de conocer el fundamento último de la existencia. El hombre no es un qué, sino un quién, una existencia. Igual que la representación en Schopenhauer no puede conocer la Voluntad. Por eso el Dasein por el pesimismo heideggeriano se encuentra desorientado. La existencia humana se caracteriza por la inestabilidad. Nunca el ser humano es cosa hecha y resultado definitivo. El ser humano está in fieri, es infecto, no perfecto. El Dasein es el ser en el mundo. Este es el modo de ser constitutivo del Dasein. Es apertura al mundo. Entre el Dasein y el mundo se constituye la mundanidad. . Esta mundanidad se llama preocupación, cuidado, cura, Sorge. El Dasein existe preocupadoHeidegger elige la muerte como fin supremo del hombre. El hombre es un Sein zum Tode, ser para la muerte. Puro salto irracional en el vacío. La muerte es la verdad más profunda y auténtica del Dasein. Heidegger elige la nada. El Dasein es temporalidad o ser en el tiempo. Es devenir en el tiempo hacia la nada, hacia la muerte. Es la caída en la decadencia, en el nihilismo, caída del ser, Seinsverfall. Aquí tenemos ya el pesimismo de Heidegger.
El ateísmo pesimista de Heidegger está profundamente vinculado a la filosofía escolástica. Es el suyo un ateísmo pesimista como el de Schopenhauer y trágico como el de Nietzsche. Ateísmo alemán, ateísmo protestante luterano. La vida carece de sentido entonces. Nietzsche desemboca en un amoralismo trascendental, el del Superhombre, más allá del bien y del mal y Heidegger negará la metafísica y se pronunciará por nihilismo quietista basado en el Sein original de los presocráticos. Tanto Nietzsche como Heidegger parten de la muerte de Dios y de que la única salida de esto es la transvaloración de todos los valores.
El tema de Heidegger es la muerte. En nombre de la autenticidad ontológica Heidegger hace apología de la nada. El hombre es absurdo, nada, ser para la muerte. La filosofía de Heidegger es una filosofía del resentimiento en una Alemania derrotada y humillada por el Tratado de Versalles, primero esto aparece como resignación y miedo y esto se transforma luego en revanchismo y hostilidad contra el capitalismo liberal y el comunismo. Después de 1945 Heidegger vuelve a la resignación y al quietismo místico. Es lo que se llama la vuelta, die Kehre.
La filosofía de Heidegger parte de la existencia (Dasein) del hombre como un ser en el mundo, dentro de la tradición de la fenomenología de Husserl. El Dasein significa la finitud humana. El modo primero constitutivo de la existencia humana o Dasein es el ser en el mundo. La angustia es la experiencia metafísica de la posibilidad de ser todo y nada. La angustia nos hace patente la nada. La angustia nos presenta ante la muerte. El morir nos muestra la nada. La muerte reduce a la nada las posibilidades de nuestro existir en el mundo. El hombre es angustia. El ser para la muerte, Sein zum Tode es angustia. La muerte es la posibilidad más cierta, más propia. Nadie puede privarme de mi muerte, nadie puede morir en mi lugar. La existencia más auténtica es vivir cara a la muerte. El hombre es un ser que camina hacia la muerte. ”En el Dasein, mientras él es, queda siempre aún algo pendiente que él puede ser y será. Pero a este resto pendiente pertenece el “fin” mismo. El “fin” del estar-en-el-mundo es la muerte.” La existencia del Dasein es la temporalidad. Igual que decía Epicuro, no podemos experimentar nuestra propia muerte. Podemos experimentar la muerte de los otros, de los demás.
“Alcanzar la integridad del Dasein en la muerte es, al mismo tiempo, una pérdida del ser del Ahí. El paso a no-existir-más [nichtmehrdasein] saca precisamente al Dasein fuera de la posibilidad de experimentar este mismo paso y de comprenderlo en tanto que experimentado. Sin suda esta experiencia le está vedada a cada Dasein respecto de sí mismo. Tanto más se nos impone entonces la muerte de los otros. Así un llegar del Dasein a su fin resulta “objetivamente” accesible. El Dasein puede lograr, ya que él es por esencia un coestar con los otros, una experiencia de la muerte. Este darse “objetivo” de la muerte deberá posibilitar también una delimitación ontológica de la integridad del Dasein.” El morir constituye la integridad del Dasein. “Pero si el “terminar en cuanto morir constituye la integridad del Dasein, entonces el ser de la integridad misma tiene que ser concebido como fenómeno existencial del Dasein cada vez propio”, El morir no es un accidente. Es algo esencial, existencial: “El morir no es un incidente, sino un fenómeno sólo existencialmente comprensible, y esto en un sentido especialísimo, que habrá que ceñir todavía más de cerca.” La muerte entonces es un fenómeno existencial. Mientras el Dasein es, aún no ha muerto. Como dijo Epicuro, cuando yo soy, la muerte no es, cuando la muerte es, yo ya no soy. La vida es un todavía no, un Noch nicht. La muerte es “un estar vuelto hacia el fin de parte de este ente [Sein zum Ende]. La muerte es una manera de ser de la que el Dasein se hace cargo tan pronto como él es –Apenas un hombre viene a la vida ya es bastante viejo para morir.”
La muerte es un fenómeno de la vida. La vida es un estar en el mundo. Distingue Heidegger entre la muerte biológica, médica de la muerte en sentido existencial. “Al terminar del viviente lo hemos llamado fenecer. En la medida en que el Dasein también “tiene” su muerte fisiológica, vital, aunque no ónticamente aislada, sino codeterminada por su modo originario de ser, y en la medida en que el Dasein también puede terminar sin que propiamente muera, y que, por otra parte, como Dasein no perece pura y simplemente, nosotros designaremos a este fenómeno intermedio con el término dejar de vivir [Ableben]. En cambio reservamos el término morir para la manera de ser en la que el Dasein está vuelto hacia su muerte. Según esto, debe decirse: el Dasein nunca fenece. Pero sólo puede dejar de vivir en la medida en que muere. La investigación médico-biológica del dejar de vivir puede lograr resultados, y estos resultados pueden ser también ontológicamente significativos, a condición de que se haya asegurado la orientación fundamental para una interpretación existencial de la muerte. ¿O deberán acaso concebirse la enfermedad y la muerte en general –incluso en un plano médico- primariamente como fenómenos existenciales?” Hace falta una analítica existencial de la muerte y de un concepto de muerte, dice Heidegger. El análisis de Heidegger es fenomenológico existencial, filosófico, ontológico. Esto precede al punto de vista médico biológico, científico. “La interpretación existencial de la muerte precede a toda biología y ontología de la vida. Pero ella sirve también de fundamento a toda investigación histórico-biográfica y psicológico-etnológica de la muerte. “ El Dasein no muere en primer lugar. La muerte es una posibilidad eminente del Dasein. No será fácil desentrañar la estructura ontológica de la muerte. “La muerte es una posibilidad de ser de la que el Dasein tiene que hacerse cargo cada vez. Y es la más cierta.” El hombre está arrojado a la muerte. Está vuelto hacia la muerte. El ser del hombre es la temporalidad. El morir nos muestra la nada. La angustia nos hace patente la nada. La muerte reduce a la nada las posibilidades de nuestro existir en el mundo. El ser para la muerte es angustia pero se trata de una angustia ontológica, existencial, no una angustia psicológica. La muerte es la posibilidad más cierta. “Esta posibilidad más propia e irrespectiva es, al mismo tiempo, la posibilidad más extrema. En cuanto poder-ser, el Dasein es incapaz de superar la posibilidad de la muerte. La muerte es la posibilidad de la radical imposibilidad de existir. La muerte se revela así como la posibilidad más propia, irrespectiva e insuperable.” Las demás posibilidades son aleatorias. Además es la posibilidad más propia. La existencia más auténtica es vivir cara a la muerte, aceptando nuestro destino, nuestro final. Se trata de existir desde la constante posibilidad de morir. Es la mortiposibilidad, la posibilidad más cierta del Dasein. El hombre es pues un ser que camina hacia la muerte. El Dasein si existe, ya está arrojado y entregado a la muerte, a su muerte. La muerte forma parte del estar en el mundo, esto es, arrojados al mundo y por lo tanto, a la muerte. El Dasein existe vuelto hacia su fin. Lo que nos pide Heidegger es lo que nos pedían los estoicos: aceptar el destino, el amor fati que también postulaba Nietzsche. Decir sí. Vivir de cara a la muerte. Esto es angustia, estar vuelto hacia la muerte. Es la libertad apasionada, libre de las ilusiones del uno, libertad fáctica, cierta de sí misma y acosada por la angustia: la libertad para la muerte. La libertad es la aceptación del destino del Dasein, la muerte, el fatum, el reconocimiento de la necesidad.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-20975651413277441302023-09-21T01:59:00.002-07:002023-09-21T01:59:18.888-07:00Materialismo filosófico y socialismo.Materialismo filosófico y socialismo.
Se trata de analizar la conexión entre materialismo filosófico y socialismo. En el marxismo el proletariado es la clase universal, el sujeto revolucionario, el demiurgo que destruirá la sociedad capitalista o burguesa y nos liberará de la alienación a toda la sociedad. El marxismo está ligado a la revolución bolchevique y por lo tanto a la URSS. La revolución comunista nunca terminó y por ello nunca fue. El sujeto revolucionario llamado Partido Comunista ha desaparecido. Destruido el proletariado, destruido el partido comunista, el marxismo se convierte en una doctrina de libro, en un clásico. Ha fracasado.
Bueno propuso la vuelta del revés de Marx. El marxismo era un proyecto ontológicamente monista y escatológico y finalista en lo moral y en lo político. La historia de las sociedades políticas era considerada como un error. La verdadera historia estaba por venir. La ontología materialista dialéctica del Diamat era monista y metafísica y conllevaba una política utópica. El comunismo era pues un comunismo utópico.
La lucha de clases era concebida como el conjunto de enfrentamientos metaméricos entre géneros supremos restaurándose así el realismo de los universales. Había dos clases o dos géneros que se enfrentaban entre sí. Dualismo de clases, dualismo entre base y superestructura, dualismo naturaleza/espíritu. Dualismos heredados del idealismo alemán. La doctrina gnoseológica de Lenin era un realismo adecuacionista. El diamat distinguía rígidamente entre conciencia y materia.
Bueno introdujo un esquema de conexión diamérica entre conceptos conjugados para poder pensar las relaciones entre base y superestructura. Las fuerzas productivas y las relaciones de producción son conceptos conjugados. Las relaciones sociales no son epifenómenos como decía Marx, sino infraestructuras.
Bueno rescató de Aristóteles el concepto de eutaxia para pensar las sociedades políticas. La eutaxia no es otra cosa que la reestructuración anamórfica de la propia desestructuración de la sociedad natural. Lo político surge por anamorfosis de la sociedad natural. El Estado es la estructura política que constituye políticamente las diferencias de clases. Las clases sociales no son anteriores al Estado. El Estado no es un instrumento de la clase dominante. La clase dominante domina políticamente una sociedad ya constituida políticamente.
Bueno rechaza la teoría del excedente de producción. El Estado no es un instrumento de represión, o máquina de guerra. Bakunin sostenía que el Estado era anterior a la sociedad clasista. Es una tesis parecida a la que sostiene Bueno. Aristóteles dice en la “Política” que la salvación de la oligarquía es la eutaxia. El Estado está objetivamente y neutralmente orientado por la necesidad de la eutaxia o paz civil.
Esto es como la teoría de la premoción física divina. Las divergencias no son extrapolíticas. La concordia y la paz civiles son el objetivo del Estado, en lo cual no anda Bueno muy lejos de Hobbes. Gobernados y gobernantes son partes extra partes y tienen proyectos políticos distintos. Gobernar es tener en cuenta los intereses del equilibrio del sistema. Es tener en cuenta los intereses globales, el bien común. El Estado busca el interés general. Por lo tanto se impone la necesidad de la concordia ordinum, de las clases. El Estado es siempre un sistema de equilibrio aun con inestabilidades eventuales.
Gustavo Bueno no cree pues en el socialismo marxista. Su filosofía política está originada por el fracaso del socialismo marxista y el hundimiento de la URSS y del socialismo real. La URSS es un proyecto político trasnochado. El marxismo no podía explicar lo ocurrido en el Este entre 1988 y 1992.
La eutaxia no está ligada necesariamente al socialismo marxista. Tampoco está ligada necesariamente a ninguno de los tipos de socialismo.
El proletariado es un concepto límite, pero es también un concepto metafísico, ideal, universal metaempírico. No es un concepto empírico o sociológico. Si el proletariado no es revolucionario no es entonces proletariado. El proletariado pues es igual al proletariado. La eutaxia es indefinible. Existe conforme se realice. El sacrificio de las generaciones presentes en aras del futuro, ya sea del socialismo o del reino de Dios es inmoral y no se puede consentir. La idea de eutaxia tiene un uso regulativo y hablar de Pueblo, Humanidad es algo metafísico y el autogobierno de la humanidad y de la sociedad política es utópico por imposible.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-57696877739457947712023-09-21T01:04:00.003-07:002023-09-21T01:04:49.841-07:00La cuarta teoría políticaLa cuarta teoría política.
“La cuarta teoría política”, Alejandro Duguin, Ediciones nueva república. Barcelona, 2013. 253 páginas.
Duguin, filósofo, político, ideólogo, lanza un formidable ataque contra el liberalismo, la ideología triunfante de nuestros días, solidaria con el avance del capitalismo y del mercado pletórico de bienes. El ataque contra el capitalismo y el liberalismo es para Duguin el ataque a la modernidad, por ello ataca también al marxismo.
Vamos a seleccionar lo que tiene mayor interés práctico y político de este libro y lo vamos a presentar con algunos comentarios críticos para ilustrar a los lectores que pretendan acercarse a este interesante intento de unir filosofía política, ideología política y propuestas concretas programáticas políticas. Mi recensión presente no será en modo alguno exhaustiva, sino selectiva y se va a fijar precisamente en los aspectos fundamentales que delinean las tendencias fundamentales de la Cuarta Teoría Política de Alejandro Duguin.
El fascismo intentó ser una tercera vía entre liberalismo y marxismo o comunismo y fracasó con y a causa de una estrepitosa derrota militar en 1945. Duguin podemos atrevernos a decirlo así, propone una cuarta teoría política que en el fondo es un fascismo no racista, relativista cultural y moral y político basado en el Dasein, que no es otro que la comunidad política, un nuevo comunitarismo antimoderno, antiprogresista. El sujeto de la cuarta teoría política es el Dasein. Es una política existencial pues la que propone Alejandro Duguin. “El individuo, la clase y el Estado son conceptos quiméricos de un ser perdido, abandonado por la existencia.” El Dasein es el pueblo, Volk. El Dasein es el Volksgeist, es völkisch, término este último explotado hasta la saciedad por el nacionalsocialismo alemán curiosamente. “Por eso el Dasein se despierta a través de un pueblo. Dasein existiert völkisch.” . Duguin pues maneja el mito de la cultura como fundamente de la cuarta teoría política. Nada nuevo pues bajo el sol.
La lucha contra el liberalismo, la globalización, el mercado libre pletórico de bienes se hace desde cada una de las culturas existentes. Es pues un Kulturkampf, una lucha por la cultura, por la cultura de la que se trate en cada caso, claro está.
Hay muchas culturas realmente existentes y todas valen lo mismo. No hay una mejor que las otras. Si se sostuviera que una vale más que las demás o que tienen diversos grados de verdad estaríamos hablando al modo de ver de Duguin de racismo, seríamos racistas por abandonar el relativismo cultural que sostiene Duguin en su cuarta teoría política. Eso viene de la multiplicidad fenomenológica de los Dasein, porque el Dasein se expresa a través del Volk, es völkisch, popular. La dialéctica de Estados responde a la dialéctica de culturas distintas. Cada Estado debería abarcar pues el territorio por el que está asentada una cultura. Alejandro Duguin pues, aspira a un mundo multipolar y multicultural. Se abandona y rechaza pues la hegemonía de los EE.UU. y del liberalismo imperante actualmente, así como el globalismo o globalización.
Frente a la liquidación de la política, el fin de las ideologías por parte del liberalismo, la cuarta teoría política busca restaurar la política como decía Carl Schmitt, poner la política de nuevo como el centro de las actividades humanas y sociales, entronizar la decisión. La política es la distinción entre amigo y enemigo a decir de Carl Schmitt.
La cuarta teoría política es la restauración del fascismo sin el racismo y con el añadido del nacionalbolchevismo y del eurasianismo.
El siglo XX ciertamente fue el siglo de las ideologías. Distingue Duguin tres principales: 1. Liberalismo de derechas y de izquierdas, 2. Comunismo, con socialdemocracia incluida. 3. Fascismo, incluye, nazismo, franquismo, peronismo, etc.
La Cuarta Teoría Política es una doctrina política, una ideología que se busca, aún no se ha formulado de manera cerrada y sistemática. Vamos a ver en lo sucesivo esbozos, fragmentos, elementos, todavía no hay un sistema ideológico de cuarta teoría política como persigue Duguin. De todos modos, las ideologías son construcciones lingüísticas y teóricas blandas que no llegan a articular una filosofía entendida como filosofía académica y sistemática. La ideología es un discurso que incluye una concepción del mundo y un conjunto de planes o prolepsis u ortogramas políticos acerca de los intereses del grupo social al que dice representar la ideología o el lugar en el mundo de tal grupo social.
La Cuarta Teoría Política es reactiva. Es una reacción contra el liberalismo, el progresismo y el globalismo capitalistas. Se niega aquí el fin de la historia. Así como la ideología de los derechos humanos. Lo llaman la gobernanza del mundo por corporaciones transnacionales que pretenden gobernar el mundo sin una plataforma política territorial y estatal. Si es que esto es posible, claro está.
Según Alejandro Duguin el liberalismo pretende disolver las ideologías y por lo tanto la política y por lo tanto la decisión soberana que distingue entre amigo y enemigo.
La Cuarta Teoría Política es una cruzada contra la Modernidad y contra la Posmodernidad. Por eso se sitúa también contra el progresismo, ideología decadente occidental de nuestros días. “No es una coincidencia que los héroes de la posmodernidad sean monstruos, aberraciones, travestis y degenerados”
Se niega la muerte de Dios, se ignora. Ha vuelto la teología política pues. El hombre puede vivir sin Dios o también con Dios y negarse a reconocer la muerte de Dios. Se vuelve a la religión, pero no sólo a las religiones terciarias, sino que también tiene lugar un reflujo de las religiosidades primarias y secundarias. Retorna el paganismo, la numinosidad animal primaria y la secundaria. El ateísmo no es pues obligatorio, tampoco el monoteísmo de las religiones terciarias lo es. El paganismo es también una fuente de inspiración numinosa religiosa para la Cuarta Teoría Política. La Cuarta Teoría Política rechaza la Idea de Progreso. Lo antiguo es fuente de legitimidad por ser antiguo precisamente. Cuanto más antiguo, mejor.
La alternativa al liberalismo triunfante tiene que ser el conservadurismo pero no puede ser el conservadurismo liberal, tiene que ser conservadurismo en una versión no liberal.
Afirma Alejandro Duguin que la cuarta teoría política ni es fascismo, ni comunismo ni liberalismo. “La sola idea de poner fin al fascismo, al comunismo y al liberalismo es una cosa muy estimulante.”
El progresismo es racista en su estructura, afirma Duguin. Si se afirma que el presente es mejor que el pasado y que la garantía del futuro será aún mejor, eso implica discriminar contra el pasado y contra el presente, así como humillar e insultar a todos los antepasados.
Desembocamos así en un relativismo cultural. “Las sociedades pueden ser comparadas, pero no podemos afirmar que una sea objetivamente mejor que las otras. Tal juicio es siempre subjetivo y cualquier intento de transformar una evaluación subjetiva al status de teoría es racismo.” Ninguna sociedad es mejor o superior que otra. No hay universalismo, hay pluriversalismo.
El nacionalsocialismo sin racismo es inofensivo. Hay que tener una actitud positiva hacia el ethnos. Se trata de los derechos de los pueblos. “El ethnos es el mayor valor de la Cuarta Teoría Política como fenómeno cultural; como una comunidad de lengua, de religión, de la vida cotidiana y compartimento de los recursos y objetivos;” ¿No es esto acaso el romanticismo nacionalista alemán? ¿No es esto acaso el Volk del nacionalsocialismo? El comunitarismo actual también va por aquí y el derecho de los pueblos lleva al principio de las nacionalidades: una nación un Estado y al principio de la autodeterminación de las nacionalidades: una nación tiene derecho a separarse. El ethnos es el sujeto histórico. No estamos pues, muy lejos del fascismo ni del nacionalsocialismo.
La Cuarta Teoría Política rechaza el materialismo histórico del marxismo, la clase, la lucha de clases, la dictadura del proletariado, el determinismo económico. Sin esto el marxismo se hace inofensivo y útil para criticar al liberalismo. Se acepta el socialismo, Se acepta el marxismo sociológico mitológico. Es un mito útil para el pueblo. El marxismo quedaría así como un mito con valor emocional y motivacional solamente. Se aproxima así Duguin a Alano de Benoist, sobre todo a su libro “Vista a la derecha” donde interpreta autores de izquierda y derecha desde la autodenominada Nueva Derecha.
El liberalismo es el principal adversario ideológico de la Cuarta Teoría Política. Para el liberalismo el individuo es el sujeto político. El liberalismo recurre a un individualismo metodológico para interpretar los hechos sociales. El individualismo no nos sirve. Sólo nos sirve su idea de libertad, o sólo la libertad negativa, sino también la libertad positiva. “La Cuarta Teoría Política debe ser la teoría de la libertad absoluta, pero no como en el marxismo, en el que coincide con la necesidad absoluta.” Entonces, “la libertad puede ser de cualquier tipo, libre de cualquier correlación o de la falta de ella, hacia cualquier dirección y cualquier objetivo. La libertad es eñ valor más grande de la Cuarta Teoría Política, pues coincide con su centro y su núcleo dinámico, enérgico.”
Se trata de una libertad humana y no una libertad entendida de forma individualista. Es la libertad del Dasein, la libertad de cada círculo cultural a imponer su propia cultura en su propio reino, esto es, en su propio territorio o área de influencia. La Cuarta Teoría Política es una teoría de la liberación al romper con el individualismo.
El que tiene que ser libre es el Dasein. Hay que impedir la existencia inauténtica del Dasein. Se confía en el sentido del Ser y confía el destino al Ser. “Quizá sea más importante dejar algunas cosas sin decir, descubiertas en las expectativas e insinuaciones, en alegaciones y premoniciones. La Cuarta Teoría Política debe ser completamente abierta.” Se trata pues de vivir peligrosamente. La Cuarta Teoría Política deja muchos temas abiertos y no es precisa y completa. Es pues una ideología, más que una filosofía política o una teoría de la ciencia política.
La Cuarta Teoría Política rechaza el progreso, la modernidad y la posmodernidad y sostiene el sujeto de la historia entendido como Dasein. Además sostiene la reversibilidad del tiempo. Esto se llama eterno retorno aunque Duguin no lo afirme.
El Nuevo Orden Mundial tal y como Duguin lo concibe es un mundo multipolar con diversas potencias y diversos espacios a lo Carlos Schmitt, diversas regiones de tamaño y escala regional o continental. Son los diversos grandes espacios integrados por países con valores religiosos y culturas comunes.
La Cuarta Teoría Política es un conservadurismo. Hay un conservadurismo tradicionalista como el sostenido por Guénon, Evola, Burckhardt, Ziegler. Tienen una postura radical pero no la del siglo XVIII o del siglo XIX. Definen la sociedad tradicional como un ideal atemporal y el mundo contemporáneo como resultado de la degeneración. Es el paradigma conservador en su forma pura.
Otra forma de conservadurismo es el fundamentalismo islámico. Duguin lo ecualiza con el fundamentalismo protestante. Todo es uno y lo mismo. No entra a analizar los contenidos ideológicos de tales fundamentalismos puesto que es relativista cultural. Todos los fundamentalismos religiosos son bien valorados por Duguin. Como son antimodernos, son buenos. Esto lleva al absurdo y a la barbarie. No hay valores universales ni hay un logos universal, objetivo y válido.
En cambio los liberalconservadores o conservadores liberales son valorados negativamente por Duguin puesto que su objetivo es demoler el liberalismo y la ideología liberal.
Hay otros conservadores, los de la Revolución Conservadora de los años 1920-1930 en Alemania Niekisch, Jünger, Heidegger, Moeller van den Bruck, Spengler, Sombart, etc. Estos son valorados positivamente por Alejandro Duguin.
La revolución que propone Duguin es una revolución conservadora. Como los revolucionarios conservadores citados, Duguin tiene el mismo diagnóstico que ellos: existe un mundo degradado objetivamente.
Hay otro conservadurismo, el de izquierda o socialconservadurismo, también llamado nacionalbolchevismo. Hay que distinguir a Georges Sorel y por el nacionalbolchevismo a Niekisch, Strasser.
Duguin es un eslavófilo. Quiere esto decir que su doctrina política está pensada para Rusia, para su ethnos ruso, eslavo y ortodoxo. Se llama su cuarta teoría política eurasianismo. Inspirándose en el Dasein de Heidegger se podrán elaborar otros proyectos políticos para los diversos círculos culturales en la política de los grandes espacios, pero a cada ethnos su propio proyecto político conservador, tradicional, etc no liberal. La doctrina de Duguin es el eurasianismo. No hay universalidad del logos occidental. Rusia tiene su propio logos. Eurasianismo es una episteme que agrupa a las diversas doctrinas conservadoras aplicadas y válidas para Rusia, solamente para la civilización rusa.
Además del eurasianismo está el neoeurasianismo. Aparece en Rusia en los años 1980. Complementa al eurasianismo con adaptaciones a la segunda mitad del siglo XX y al siglo XXI. “El neo-eurasianismo se fundamenta en el análisis filosófico de las tesis acerca de la modernidad y de la posmodernidad. El desprendimiento en relación a la cultura occidental permite una mayor distancia de ella, gracias a la cual es posible abarcar con la mirada toda la modernidad y decir a todo un fundamental no”, La Cuarta Teoría Política entonces tiene variantes secundarias como son el nacionalbolchevismo y el eurasianismo.
El socialismo sin su modernidad, materialismo y ateísmo y sin el racismo de la tercera vía. Llamamos al resultado Cuarta Teoría Política. “Así llegamos al nacional-bolchevismo, que representa un socialismo sin materialismo, ateísmo, progresismo y modernismo, así como las teorías de la Tercera Vía modificadas.”
Tenemos que unir a todos contra el globalismo, globalización y liberalismo. “De modo que necesitamos unir a la Derecha, a la Izquierda y a las religiones tradicionales del mundo en una lucha común contra el enemigo común. Justicia social, soberanía nacional y valores tradicionales son los tres ejes principales de la Cuarta Teoría Política. No es fácil poner juntos a aliados tan variados, pero debemos intentarlo si queremos derrotar al enemigo.”
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-76859889418279690812023-09-21T01:03:00.002-07:002023-09-21T01:03:15.556-07:00El ScholásticoEl Scholástico de Cristóbal de Villalón.
Tratamos de dilucidar aquí si el Scholástico de Cristóbal de Villalón es una obra literaria o no lo es. Parece que sí puesto que figura en todas las historias de la literatura española al uso. Sin embargo, creemos necesario profundizar en la cuestión y buscar algún argumento de algo más de peso al respecto que nos permita afirmar con certidumbre que sí que pertenece el Scholástico a la historia de la literatura española. Eso nos exige al menos una definición de qué sea esa cosa llamada literatura.
Comencemos con el autor. Un perfecto desconocido. Cristóbal de Villalón es probable que naciera a principios del siglo XVI en Villalón de Campos o en Valladolid. Tal vez en 1505. Obtuvo el título de bachiller en Artes en la universidad de Alcalá de Henares y la licenciatura en Lógica en la universidad de Salamanca entre 1525 y 1530. En 1530 es catedrático de lógica en la universidad de Valladolid hasta 1545. Viaja por Castilla y tal vez por Alemania. Parece ser que pasó la mayor parte de su vida en la provincia de Valladolid y alrededores El Scholástico fue escrito en 1550. Licenciado en Teología en Valladolid aunque sin venia docendi, contactos con el hereje Francisco de Encynas. 1543 ordenado sacerdote y en la parroquia de Olalla de Tábara, Zamora. 1545 recibe la licenciatura en Teología en Valladolid. Muere en 1562 en Valladolid.
Cristóbal de Villalón fue un castellano viejo, humanista erasmista preocupado por la educación y dedicado a ella como profesor que fue. Fue un erasmista español. El erasmismo español no es otra cosa que el nombre que recibe la notable influencia de las ideas de Erasmo de Rotterdam en España. Esta influencia fue máxima en el período 1527-1532. El erasmismo postula la necesidad de una reforma de la Iglesia y de la religión. Sostiene pues en consecuencia que hay que despojarla de sus aspectos dogmáticos y formalistas: Hay que aligerar el exceso de especulaciones teológicas y hay que reformar una práctica religiosa rutinaria que está en el límite de la superstición. Es necesario un retorno al Evangelio, a una religión espiritual y del corazón, intima, interior, a la fe.
Ay un género de hombres tan bárbaro y tan pertinaz en su herrada opinión: que con todas las vozes y palmadas posibles trabajan por defender que sea pecado mortal y aun cosa contra la cristiana religión querer saber más de lo razonable y estudiar tanto que presumían querer alcanzar el çentro de las letras humanas. Y aún quieren casi afirmar que se debe contentar el hombre con saber aquello que naturaleza le enseñó: y que lo demás es superfluo y gran vanidad. Cristóbal de Villalón dixit en el Scholástico.
El Scholástico es un diálogo como lo es la República de Platón, o De Oratore de Cicerón o El Cortesano de Baltasar de Castiglione. Sigue en el fondo pues la tradición platónica. Esto nos plantea la cuestión como ya hemos dicho más arriba de qué es eso llamado literatura, si es todo aquello que está escrito o sólo es el uso estético del lenguaje. Si es un diálogo filosófico lógicamente pertenecería a la filosofía pero también pudiera ser considerado una obra literaria al igual que como muchos manuales de literatura consideran literatura española los ensayos de Feijóo o los diálogos de Platón. Es además el Scholástico una especie de enciclopedia del Renacimiento español.
Es Cristóbal de Villalón entonces un autor perteneciente a la corriente humanista erasmista española, pero sin embargo, no hace ninguna referencia a Erasmo de Rotterdam aunque lo parafrasea incontables veces.
Diálogo filosófico es el Scholástico, al modo platónico o ciceroniano, miscelánea literaria, obra que contiene temas, disertaciones y otros escritos que se ocupan de asuntos diversos y heterogéneos y que nada tienen que ver entre sí. Este tipo de obra literaria es muy común en el siglo XVI. En España se dieron bastantes obras de esta clase. Fue España precisamente el primer país de Europa en el que se publicaron misceláneas escritas en lengua romance como la de Pedro Mejía en 1540. En una miscelánea, pues como hemos dicho más arriba, se tratan asuntos diversos entremezclados. Entonces es así que vemos que en el Scholástico se tratan materias inconexas y mezcladas entre sí y por eso decimos que el Scholástico pertenece al género de la miscelánea renacentista. Entonces sí que pertenece a la literatura española. Este género literario pertenece a la didáctica y se dio principalmente en el Renacimiento y en el Barroco. Este fenómeno literario responde a la curiosidad del hombre universal del Renacimiento y constituye un precedente del ensayo que aparece en el mismo siglo XVI con Montaigne. Es este género de la miscelánea una colección de curiosidades o materias heterogéneas que sólo tienen en común el que suscitan el interés del público lector que presuntamente va a adquirir la obra y claro está, está por supuesto el interés del compilador. Se mezclan diversas opiniones, la instrucción y la diversión y el adoctrinamiento moralizante. Este carácter proteico de la miscelánea explica su gran popularidad. Ya Plutarco y Aulo Gelio cultivaron en la Antigüedad este género. Por cierto, Cristóbal de Villalón toma mucha información y argumentos de ellos.
El Scholástico tiene un fuerte contenido erasmista. La amistad de Cristóbal de Villalón con Hernán Pérez de Oliva hizo que Villalón lo colocara en el Scholástico como portavoz de sus ideas y de su posición filosófica e ideológica. Villalón es un apasionado humanista, enamorado de la nobleza del saber y de las bellas letras, que cree en los efectos benéficos que éstas traerán a la república y por supuesto, al hombre adornado de tales dones y artes. Por lo demás en Villalón se produce, tiene lugar la unión de las armas y de las letras. Además Villalón sostiene que es buena la herencia clásica y pagana, tanto como la herencia cristiana y cree que hay que considerarlas como un todo a ambas juntas contra los que él denomina, parafraseando a Erasmo de Rotterdam, los bárbaros idiotas de su tiempo.
El Scholástico, diálogo de tradición platónica y ciceroniana con miscelánea renacentista plantea una utopía universitaria o académica. Una república escolástica en términos de Villalón. Se trata de definir qué es, en qué consiste un perfecto varón scholástico tanto maestro como discípulo capaz de ennoblecer y habitar la tal utópica república scholástica. Además se trata de decir en qué consiste un buen discípulo scholástico. Sería esta universidad una cofradía pues de profesores y alumnos que se reunen y asocian para enseñar y aprender, maestros y alumnos sabios, elegantes y modelos de buen vivir. “entre todos nosotros formemos aquí un scolástico o perfecto varón…porque con este buen trabajo nuestra salida terná loable efeto, pues consumimos el tiempo de nuestra conversación en virtuoso exerçiçio.” (II.iii).
El Scholástico es un diálogo que representa las conversaciones ficticias mantenidas en junio de 1528 por un grupo de profesores de la universidad de Salamanca que abandonan la ciudad para pasar unos días de vacaciones a orillas del Tormes en Alba de Tormes en el palacio de los duques de Alba. Este grupo de profesores va analizando la educación de su tiempo concluyendo que tal educación universitaria no está precisamente muy bien y siendo francamente mejorable y a la vez propone posibles soluciones para evitar su supuesta decadencia. Esta arcadia intelectual la componen el rector y el maestrescuela de la universidad y un grupo reducido de profesores entre los que lleva la voz cantante el maestro Oliva, en cuyos labios deposita Villalón sus opiniones. Se prodigan las citas eruditas espigadas, alteradas, incorrectas. Hay una abundancia de digresiones, como corresponde al género literario de la miscelánea renacentista, sobre la vejez, la amistad, se prodigan las leyendas, los cuentos, se habla sobre el amor, las mujeres, etc.
Maestros y discípulos han de ser temerosos de Dios y de conducta intachable, obedientes los discípulos, disciplinados, recoletos, sobrios y estudiosos. Han de tener curiosidad por todo saber. Y tienen que ser capaces de distribuir su tiempo entre el trabajo intelectual, el juego y el descanso. No basta con dominar la especialidad. Hay que saber de todo en lo general, en lo universal.
Entonces, podemos decir conclusivamente lo siguiente:
1. El Scholástico es un diálogo como la República de Platón, el De Oratore de Cicerón y el Cortesano de Baltasar de Castiglione. Además pertenece al género de la miscelánea renacentista.
2. El Scholástico forma parte del erasmismo español. Sin embargo, no hay ninguna referencia a Erasmo de Rotterdam, aunque toma pasajes enteros de Erasmo. Es un autor más ajeno a la influencia de Erasmo que la mayor parte de los escritores españoles de su tiempo.
3. No se alude en ningún momento en el Scholástico a la reforma protestante.
4. Cristóbal de Villalón en el Scholástico no se moja ni en la ducha. Nada y guarda la ropa en todo tipo de cuestiones polémicas de su época. No trata pues de asuntos del presente.
5. Aunque hay una fuerte crítica al escolasticismo de la universidad española, sin embargo el escolasticismo de Villalón es evidente al moverse en un marco tradicional a la hora de exponer las diversas posiciones teóricas en el Scholástico. Se alude a la dialéctica, a la retórica y a la filosofía. Se utiliza pues la disputatio escolástica.
¿Qué es literatura?
Intentaremos pergeñar ahora una definición de literatura ya que no una teoría literaria. Para empezar sostenemos que ni la literatura es ciencia ni la teoría de la literatura es una teoría científica.
Aristóteles define la poesía, esto es, la literatura como mímesis y fábula, esto es, representación y ficción literaria. Esta definición ha resultado a la postre ser insuperable.
Gustavo Bueno denominaba artes poéticas o sustantivas a las artes que están constituidas como orientadas a ofrecer representaciones de contenidos heterogéneos ciertamente que rebasan o superan la prosa de la vida y de las artes pragmáticas.
Las artes sustantivas nos ofrecen obras para ser conocidas, para ser exploradas. La obra de arte sustantiva es segregada del sujeto actante mediante la representación. Tales obras o representaciones representan ideas, acciones, historias, etc.
La obra de arte no está destinada a ofrecer verdades aunque tampoco apariencias aunque aquí podemos decir que un ensayo trata de ofrecer verdades y teorías y doctrinas. Una obra dramática, una novela, una película sobre mitos o creencias, posesiones diabólicas y exorcistas, no puede considerarse como una obra de arte sustantivo, si es que la valoración positiva de esa obra implica la participación del público en los mitos o creencias motivos del drama. La obra de arte sustantivo consiste en ser llevada a la representación ante un público diverso que tiene encomendada la misión de interpretar la obra sustantiva a su manera.
No todo lo que está escrito es literatura o por lo menos, literatura sustantiva. Un libro de química es escritura, escritura de una ciencia, y no es literatura sustantiva, sino adjetiva. La escritura es meramente instrumental aquí. Lo que importa en el caso del libro de química o de física es la objetividad científica con sus teoremas y demostraciones. La literatura tiene una finalidad estética en el uso del lenguaje aparte de ofrecer una representación de ideas o de hechos alejados de la prosa de la vida ficción mediante.
El Scholástico de Cristóbal de Villalón figura en los manuales de historia de la literatura española perteneciente a la miscelánea, un género didáctico del renacimiento muy difundido y popular por su época.
La ficción literaria la entenderemos aquí de dos maneras: O bien como mímesis verosímil, como representación de operaciones, acciones y realidades que bien pudieran ser verdad o realmente existentes en otro mundo posible y composible con el mundo real y sus leyes y hechos y o bien como fantasías, descripción o representación de hechos o cosas irreales o imposibles que incumplen las leyes de la naturaleza, por ejemplo, la literatura fantástica, de terror, la novela gótica o la ciencia ficción.
La literatura puede ser definida como una de las bellas artes consistente en el uso estético del lenguaje escrito utilizando la mímesis o imitación o representación de realidades, acciones e ideas, rebasando la prosa de la vida y de las artes pragmáticas y usando también la ficción, sea la ajustada a las leyes del mundo o la fantástica y en la cual no es indiferente el idioma que se utilice para tales fines.
Es pues el Scholástico de Cristóbal de Villalón una obra literaria. Cumple con las características de la literatura según la teoría clásica: imitación, ficción o fábula y es una representación como bien decía Gustavo Bueno. Es una representación dialéctica de ideas o de diversas posiciones teóricas en lo que se refiere a la educación universitaria. En literatura además, al igual que en filosofía, cuenta de manera fundamental el idioma en el que se ha escrito una obra. Filosofía, relatos, escolasticismo, que a pesar de ser criticado acerbamente por Cristóbal de Villalón, sin embargo es ejercitado en el transcurso del diálogo.
Felipe Giménez Pérez.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-59661799581714199472023-09-21T01:01:00.003-07:002023-09-21T01:01:52.967-07:00¿Qué fue el absolutismo?¿Qué fue el absolutismo?
Las invasiones bárbaras del siglo V destruyeron el Imperio Romano de Occidente. Debilitaron al poder político, al Estado. El poder político quedó privatizado y pasó a ser considerado como una propiedad privada de particulares, de individuos. El político es un propietario del cargo y de la autoridad, de la potestas y de la auctoritas. Este debilitamiento/privatización del poder público acabó destruyendo el Estado. Fragmentación territorial, fragmentación política. El feudalismo, es una poliarquía. Los dominios señoriales se convirtieron en pequeños Estados dentro del Estado.
Hay una orientación básica predominante que tiende a ver en el absolutismo el paso previo y decisivo hacia la realidad moderna del Estado. La soberanía absoluta del príncipe contribuye a la edificación de un poder público estatal similar en potencia y en fuerza al poder político del mundo romano. Algunos teóricos o historiadores subrayan que el Estado de Luis XIV no fue en realidad un Estado moderno centralizado perfecto y exclusivamente moderno. Existen pues elementos tradicionales en los Estados absolutistas.
Entonces aparecen varias cuestiones en todo este asunto: 1ª Qué cosa sea el absolutismo. 2º ¿Cuál es la época del absolutismo? 3º Si el absolutismo es un Estado en transición capitalista o si es un Estado feudal y tradicional del Antiguo Régimen. Sobre estos asuntos polemizaron los marxistas Nikos Poulantzas y Perry Anderson.
Para empezar, Roland Mousnier cuando quiere estudiar el tema de la monarquía absoluta establece un período entre el siglo V y el siglo XIX. La monarquía absoluta va surgiendo sin rupturas, sin solución de continuidad. El poder público se privatiza, se pulveriza con las invasiones bárbaras y se va reconstituyendo en un largo y lento período de tiempo de manera paulatina. Hay pues una lenta transición del siglo V al siglo XIX, cuando desaparece el Antiguo Régimen.
Según Roland Mousnier lo que caracteriza a la monarquía absoluta es la decisión personal y efectiva del rey.
Nicos Poulantzas afirma que en el Estado absolutista se adelanta la propiedad sobre las condiciones de trabajo. Es un Estado capitalista. La autonomía relativa de lo político, del Estado absolutista permite hablar de eso al igual que ocurre en la fase del capitalismo desarrollado al poderse hablar en esta última etapa de la autonomía del Estado. Este estado primero absolutista y luego capitalista es lo que realiza la transición del modo de producción feudal al nuevo modo de producción capitalista.. El Estado permanece autónomo primero respecto de la nobleza y luego respecto de la burguesía.
Según Nicos Poulantzas el Estado absolutista es un Estado en transición del feudalismo al capitalismo. El corte entre el Estado feudal y el estado burgués o capitalista está en el momento en el que aparece el Estado absolutista.
El Estado absolutista presenta ya características que permiten verlo desde un punto de vista tipológico como perteneciente al tipo capitalista de Estado –aunque presenta aún numerosas características del tipo feudal de Estado- mientras que el período de transición se caracteriza por el no-predominio “consolidado” del modo de producción capitalista. La transición del feudalismo al capitalismo parece estar caracterizada por una no-correspondencia entre la superestructura política y la instancia económica.
El Estado absolutista de transición tiene características importantes del tipo capitalista de Estado, indicadoras del corte con el Estado feudal, presencia específica en el Estado absolutista del tipo capitalista de Estado.
El Estado absolutista es ya un Estado capitalista. El Estado absolutista se caracteriza por el hecho de que el titular del poder estatal, por lo general un monarca, concentra en sus manos un poder incontrolable por las restantes instituciones y cuyo ejercicio no es restringido por ninguna ley limitativa ya sea una ley de orden positivo o de orden natural divino. El titular del poder político es legibus solutus. Al contrario que el tipo de Estado feudal, en el que el poder político está limitado a la vez por la ley divina –pues se considera al Estado como la manifestación del orden cósmico divino- y por los privilegios y poderes de los señores feudales. El Estado feudal es una poliarquía.
El Estado absolutista aparece como un Estado fuertemente centralizad. Es la soberanía del Estado. Hay un dominio institucionalizado exclusivo y único, propiamente público sobre un conjunto territorial-nacional y el ejercicio efectivo del poder central sin las restricciones extrapolíticas de orden jurídico, eclesiástico o moral que caracteriza al Estado feudal. El carácter fundamental del Estado absolutista consiste en representar la unidad propiamente política de un poder centralizado sobre un conjunto nacional. El monopolio legítimo de la violencia sobre un territorio a decir de Max Weber. El Estado absolutista presenta, pues, una autonomía respecto de la instancia económica.
En cambio para el historiador británico Perry Anderson, el absolutismo fue un aparato reorganizador y potenciador de la dominación feudal. Anderson le niega al absolutismo cualquier papel de arbitraje entre la burguesía y la nobleza. En el Estado absolutista, el gobernante (monarca), se considera la autoridad máxima, por encima de todas las leyes. La expresión del derecho romano "princeps legibus solutus", de la que deriva ese uso de los términos absoluto y absolutismo, se aplica en el sentido de que el gobernante no está sujeto a la ley y hace que estas se cumplan en su totalidad bajo su mandato, ejerce su gobierno sin límites ni restricción alguna más que consigo mismo. Esta forma de gobierno corresponde a la monarquía absoluta, expresión de la forma de gobierno por la cual los súbditos del Estado eran conscientes de ser sometidos a la autoridad única y soberana de un monarca absoluto.
Perry Anderson en su libro "Lineages of the Absolutist State" (traducido como "El Estado absolutista", de la primera edición en inglés de 1974) explica el desarrollo en los países como Francia, Inglaterra y España, en los que se llegó a concentrar de mayor manera este sistema de gobierno autoritario.
Aunque existen precedentes de Estados con fuerte concentración de poder en todas las formas de monarquía e imperios de la Antigüedad (despotismo hidráulico, Imperio romano, etc.), su definición historiográfica se limita a su aparición en la Europa Occidental de la Edad Moderna como expresión política de la formación social histórica denominada Antiguo Régimen (siglos XV al XVIII). Este periodo termina con la Revolución francesa de finales del siglo XVIII, que terminó con antiguo régimen, con la notable excepción de la autocracia zarista rusa, que llega hasta 1917. Su utilización para designar a otros Estados de épocas posteriores y hasta la actualidad es objeto de habitual controversia.
Antes, en la historia política de Europa medieval, la monarquía había pasado por fases de monarquía feudal y monarquía autoritaria, en las que la autoridad real se fue haciendo cada vez mayor, después de que la disolución del Imperio carolingio disgregara y descentralizara de forma muy acusada el poder político y militar.
Anderson explica el surgimiento de esta forma de gobierno: La reorganización del sistema político feudal en su totalidad, y la disolución del sistema original de feudos, la propiedad de la tierra tendió a hacerse progresivamente menos "condicional", al tiempo que la soberanía se hacía correlativamente "más absoluta". El debilitamiento de las concepciones medievales de vasallaje se desarrolló en ambas direcciones: mientras confería a la monarquía unos poderes nuevos y extraordinarios, emancipó las propiedades de la nobleza de sus tradicionales limitaciones.
Luis XIV es el máximo representante del estado absolutista. El Estado absolutista se conforma como: un poder soberano, desvinculado de cualquier autoridad, sin límite (como los que supondría la división de poderes hacia el interior o exterior de otras soberanías, durante la Edad Media se representaban los poderes universales -pontificado e Imperio-); por otra parte esto no significó que fuera exclusivo, es decir, presupone y asume la existencia de otros poderes simultáneos (descentralizados: señorial), asambleas representativas de uno o varios reinos (parlamentos, estados generales, cortes), que pueden tener particularismos e instituciones locales, (los municipios, etc.; pero respecto a los cuales era superior). El derecho divino que daba la iglesia para con el monarca, legitimaba su derecho a gobernar su reino, este factor fue decisivo para el desarrollo de una concentración de poder a manos del monarca, lo que permitió con el tiempo el nacimiento del estado absolutista al ser la máxima figura política del reino.
A Luis XIV se le atribuye la frase «L'état c'est moi» ('El Estado soy yo'), esta es una clara visión del Estado absolutista. Aquí el Estado adopta esta forma de relación dada entre sus tres elementos constitutivos que son: el territorio (o país), la población (o nación) y el poder (o forma de gobierno). El historiador Voltaire relata en su obra "El siglo de Luis XIV" cómo era el gobierno de un monarca absolutista el Rey Sol durante su reinado.
Los fueros y privilegios estamentales, locales, institucionales y personales; estos afectaban a clérigos, universidades, gremios y multitud de otras situaciones privativas, suponen otro límite, también pretende superar mediante la común condición de súbditos, esto supone una relación directa con el rey sin cuerpos intermedios. El absolutismo de la monarquía absoluta nunca se ejerció de forma total (dado el rudimentario desarrollo de los instrumentos para ejercerlo -burocracia, ejército, hacienda-), sino que se consideraba un ideal.
Para Europa el absolutismo comienza con la Edad Moderna. El monarca es el soberano y está por encima de las leyes que el mismo monarca crea (la palabra del rey es ley). La forma de gobierno es el absolutismo. La doctrina económica imperante en el Estado absolutista es el mercantilismo. El desarrollo del gobierno absolutista en el siglo XVIII se denominó como despotismo ilustrado, descrito por otra famosa expresión: todo para el pueblo, pero sin el pueblo, y que suele ser contrapuesta a la definición de la democracia de Abraham Lincoln: "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo".
El inicio del fin del Estado absolutista en Europa Occidental, se llevó a cabo con la Revolución francesa de 1789, este evento no solo rompió con el antiguo régimen, sino que además marcó el fin de la época moderna cuando Luis XVI convocó a los Estados Generales de Francia para resolver la crisis del momento, este fue el inicio del final de la monarquía francesa con la decapitación del rey.
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Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-25435876101916754772023-09-21T01:00:00.003-07:002023-09-21T01:00:49.704-07:00La teoría de la verdad de Heidegger.La teoría de la verdad de Heidegger.
La verdad es un tema clásico de la filosofía, tan clásico que ha formado parte de la ontología el tratamiento de la verdad. Ha sido un tema ontológico. “La filosofía ha juntado desde antiguo la verdad con el ser”. Si el problema de la verdad es un problema ontológico, se ocupará de la verdad la ontología.
Heidegger en “Ser y Tiempo” parte en su análisis del concepto de verdad primero, del concepto tradicional de la verdad y trata de poner al descubierto sus fundamentos ontológicos. Lo que llamamos concepto tradicional de verdad es un concepto derivado. La investigación pone en claro que en la cuestión de la esencia de la verdad entra necesariamente la cuestión de la forma de ser de la verdad. A una con ello se aclara el sentido ontológico de la frase “hay una verdad” y de la especie de necesidad con que “no podemos menos de suponer” que “hay” una verdad”.
Según Heidegger hay tres tesis sobre la verdad desde el punto de vista tradicional: Primero, el lugar de la verdad es la proposición (el juicio). Segundo, la esencia de la verdad reside en la concordancia del juicio con su objeto. Tercero Aristóteles, el padre de la lógica, es quien refirió la verdad al juicio como a su lugar de origen, así como quien puso en marcha la definición de la verdad como concordancia.
Según Aristóteles, Avicena, Santo Tomás de Aquino: Veritas est adaequaio intellectus et rei. Kant también sostiene tal tesis de la verdad como correspondencia.
Heidegger se pregunta por el fundamento de tal concepción de la verdad: “¿Qué hay dado por supuesto tácitamente en el conjunto adaequatio intellectus et rei? ¿Qué carácter ontológico tiene lo dado por supuesto?”.
En el proceso de la comprobación el conocer se refiere constante y únicamente al ente mismo. En éste transcurre, por decirlo así, la verificación. El ente mentado mismo se muestra tal como es en sí mismo, es decir, muestra que él es en su identidad tal como en la proposición proferida se muestra, se descubre que él es. Rechaza Heidegger la tesis de la adaequatio porque es en el ente en donde se muestra que el ente es quien tiene que ser. “La comprensión no entraña una concordancia del conocer y el objeto, ni menos de lo psíquico y lo físico, pero tampoco entre contenidos de conciencia de unos con otros. La comprobación entraña únicamente el “ser descubierto” del ente mismo. Esa es la aletheia, es el ser “cómo” de su “estado de descubierto”. Este se verifica mostrándose el objeto de la proposición, esto es, el ente mismo, como él mismo. Verificación significa mostrarse los entes en su identidad. La verificación se lleva a cabo sobre la base de un mostrarse los entes. Esto sólo es posible siendo por su sentido ontológico el conocer que profiere proposiciones y que se verifica un “ser, descubriendo, relativamente a los entes reales mismos”. Una proposición es verdadera porque descubre el ente en sí mismo y permite ver el ente en su estado de descubierto. El ser verdadero (la verdad) de la proposición es un ser descubierto. La verdad no tiene en absoluto la estructura de una concordancia entre el conocer y el objeto, en el sentido de la adecuación de un ente a otro.
El ser verdadero considerado como ser descubridor sólo es posible desde el punto de vista de la ontología sobre la base del Sein in der Welt, esto es, una estructura fundamental del Dasein y es el fundamento del fenómeno original de la verdad. La verdad es en primer lugar lo verdadero: el Dasein, ser descubridor y en segundo lugar el ser descubierto, la verdad como acto de descubrir. Ser verdadero significa el ser desubridor. Según Heidegger esta definición tan arbitraria aparentemente de la verdad “se limita a hacer la exégesis necesaria de lo que la más vieja tradición de la filosofía antigua presintió originalmente y comprendió prefenomenológicamente.”
Esta definición de la verdad parte del análisis de “las maneras de conducirse el ser ahí” que solemos llamar inmediatamente “verdaderas”.
El ser verdadero como ser descubridor es un modo del Dasein. Lo que hace posible este descubridor mismo es también verdadero en un sentido aún más original. “Los fundamentos ontológico-existenciarios del descubrir son lo que muestra el fenómeno más original de la verdad.”
El descubrir es un modo del sein in der Welt y descubre en el mundo seres intramundanos, pues bien, éstos resultan ser lo descubierto. Son verdaderos en un segundo sentido. “Primariamente verdadero”, es decir, descubridor” (descubrimiento), sino “Ser descubierto” (estado de descubierto)”.
Pero el “estado de descubiertos” de los entes intramundanos se funda en el “estado de abierto” del mundo. El “estado de abierto” es la fundamental forma del Dasein con arreglo a la cual éste es su Da. El estado de abierto está constituido por el comprender y concierne igualmente al mundo, al “ser en” y al “sí mismo”. Sólo únicamente con el “estado de abierto” del “ser ahí” se alcanza el fenómeno más original de la verdad. En tanto el “Dasein” es esencialmente su “estado de abierto”, y en cuanto abierto abre y descubre, es esencialmente “verdadero”. El “ser ahí” es en la verdad”. Esto último significa:
1. A la constitución del ser del Dasein le es inherente el estar en estado de apertura general. Con el ser del Dasein y su estado de abierto y con igual originalidad es el estado de descubiertos de los entes intramundanos.
2. A la constitución del ser del Dasein y como ingrediente constitutivo de su estado de apertura es inherente el estado de yecto. En éste se desemboza que el Dasein es en cada caso ya, en cuanto mío y éste, en un determinado mundo y el estado abierto es esencialmente fáctico.
3. A la constitución del ser del Dasein le es inherente la proyección. El Dasein puede comprenderse por el mundo y los otros o por su “poder ser”. El Dasein se abre para sí mismo en su poder ser. Este estado de apertura propio muestra el fenómeno de la verdad más original en que el Dasein puede ser, es la verdad de la existencia.
4. Ala constitución del ser del Dasein, es inherente la caída. Es el Dasein perdido en el mundo. Por ello el Dasein es en la “falsedad”. A la facticidad del Dasein son inherentes el estado de cerrado y el de encubierto. El pleno sentido de la proposición “El Dasein es en la verdad” dice también con igual originalidad “El Dasein es en la falsedad”. Pero sólo en tanto que el Dasein es abierto, es también cerrado, y en tanto que con el Dasein son descubiertos en cada caso ya entres intramundanos, son encubiertos (ocultos) o desfigurados semejantes entes en cuanto entes que pueden hacer frente dentro del mundo.
La verdad tiene siempre que ser arrebatada a los entes. Los entes así resultan arrancados al “estado de ocultos”. La verdad es un robo, un arrancar que Heidegger designa como “proyección yecta”.
Se llega al resultado de que 1. Verdad originariamente es el estado de apertura del Dasein, estado al que es inherente el estado de descubiertos de los entes intramundanos. 2. El Dasein es igual originariamente en la verad y en la falsedad.
Heidegger afirma a continuación que “Estas proposiciones tan sólo pueden resultar plenamente evidentes dentro del horizonte de la exégesis tradicional del fenómeno de la verdad si cabe mostrar lo siguiente: 1. La verdad comprendida como correspondencia tiene su origen en el “estado de descubierto” por el camino de una determinada modificación. 2. Es la forma misma del ser del “estado de abierto” lo que conduce a que lo que se ve inmediatamente sea esta modificación derivada y que esta modificación dirija la exploración teorética de la estructura de la verdad.”+
Según Heidegger “las raíces de la verdad de la proposición retroceden hasta el “estado de abierto” del comprender. Pues bien, remontando por encima de esta indicación acerca del origen de la verdad de la proposición, hay que poner de manifiesto expresamente el carácter derivado del fenómeno de la correspondencia.”
Según Heidegger pues, el concepto tradicional de verdad como correspondencia tiene un carácter derivado desde el punto de vista ontológico.
No es la proposición el lugar primario de la verdad, sino a la inversa, la proposición es un modo de apropiación del “estado de descubierto” y como modo del Sein in der Welt se funda en el descubrir o bien en el “estado de abierto” del Dasein. La verdad más original es la que es la posibilidad de la condición ontológica de la proposición sea verdadera o falsa.
La verdad en su sentido más original pertenece a la estructura fundamental del Dasein: “pero con esto queda trazada la respuesta a la cuestión de la forma de ser de la verdad y del sentido de la necesidad del supuesto de que hay una verdad.
El Dasein está constituido por el estado de apertura y está en la verdad. El estado de apertura es una forma de ser del Dasein. “Verdad sólo la hay hasta donde y mientras el Dasein es”. Los entes son descubiertos mientras hay Dasein. Cualquier verdad es sólo por el Dasein.
“Toda verdad es –con arreglo a su esencial forma de ser, la del ser ahí”- relativa al ser del Dasein. La verdad ónticamente sólo es posible en el sujeto.
¿Por qué tenemos que suponer que hay una verdad? “La verdad la suponemos nosotros porque nosotros, siendo en la forma de ser del Dasein, somos “en la verdad”. No la suponemos como algo “exterior” y “superior” a nosotros con lo que entramos en relación al lado de otros “valores”. No somos nosotros quienes suponemos la “verdad”, sino que es ella quien hace posible toda “suposición”.
Suponer la verdad entonces significa comprenderla como algo por mor de lo cual el Dasein es.
“El ser de la verdad está en una relación original con el Dasein. Y sólo por ser el Dasein estando constituido por el estado de apertura o el comprender, puede comprenderse lo que se llama el ser y es posible la comprensión del ser”.
El ser y la verdad son igualmente originales. Ser sólo lo hay hasta donde la verdad es y la verdad depende del Dasein.
Hasta aquí hemos expuesto la teoría de la verdad de Heidegger expuesta en “Ser y tiempo”. En “De la esencia de la verdad”, de 1943 Heidegger alteró algo su doctrina de la verdad. El enunciado apoya la correspondencia con la cosa en el estar abierto del comportamiento, en la apertura. Pero “¿De dónde obtiene el enunciado representante la indicación de regirse por el objeto y acordarse según la conformidad? ¿Por qué ese acordar concuerda con la esencia de la verdad? ¿Cómo puede ocurrir algo como la realización del don previo de una dirección y la ordenación en una correspondencia? Sólo si este don previo ya se ha liberado en lo abierto para lo patente que impera desde allí, y que liga todo representar. El liberarse para una dirección que liga, sólo es posible como ser libre para lo patente de lo abierto. Ese ser libre señala la esencia hasta ahora incomprendida de la libertad. La apertura del comportamiento como posibilitación interna de la exactitud se funda en la libertad. La esencia de la verdad es la libertad.”
Para poder hacer una acción de asentir o disentir de una verdad, para hacer la acción de un enunciado, el que actúa debe ser libre. La libertad es la esencia de la verdad misma. Esto es, la libertad es el fundamento de la posibilidad intrínseca de aquello que primero se da como conocido. Pero en el concepto de libertad, no viene incluido el concepto de verdad ni su esencia.
La libertad es el fundamento de la posibilidad intrínseca de la conformidad sólo en tanto ella recibe su propia esencia de la esencia más originaria de la única verdad esencial. La libertad para lo que se manifiesta en lo abierto deja ser a las cosas tal y como son. La libertad es ahora el dejar ser al ente. Se trata de comprometerse con lo abierto y su apertura. La esencia de la libertad, desde la esencia de la libertad es la exposición en el desvelar del ente. La libertad es el compromiso con el desvelamiento del ente como tal.
Si el Dasein existente –dejar ser al ente- libera al hombre para su libertad, en tanto le da a elegir en general una posibilidad (un ente) y le encomienda una cosa necesaria (un ente), entonces la libertad no es arbitrio. El hombre no tiene libertad, ocurre lo contrario: la libertad, el Dasein existente y desvelador posee el hombre, y esto de manera tan originaria que únicamente ella confiere a una humanidad esa referencia –que caracteriza y fundamenta toda historia- a un ente en su totalidad como tal. Sólo el hombre existente es histórico, la naturaleza no tiene historia.
La libertad entendida como dejar ser al ente cumple y realiza la esencia de la verdad en el sentido del desvelamiento del ente. La verdad es el desvelamiento del ente por el cual cobra presencia una apertura. En lo así abierto, se expone todo comportamiento humano y su actitud. Por eso el hombre es en el modo de la existencia.
La esencia de la verdad se descubre como libertad. El dejar ser es en sí simultáneamente, ocultar. En la libertad ex-sistente del Dasein acaece la ocultación del ente en su totalidad, es el ocultamiento.
El ocultamiento niega a la aletheia el desvelar y no lo tolera como privación, sino que le conserva lo más propio como propiedad. El ocultamiento pensado desde la verdad como desvelamiento es el no desvelamiento y así la no verdad auténtica y más propia a la esencia de la verdad. El ocultamiento del ente, la auténtica no verdad, es más antigua que cualquier revelación de éste o cualquier ente. Es más antigua aún que cualquier revelación de éste o cualquier ente. Es más antigua aún que el mismo dejar ser que desvelando mantiene ya oculto lo oculto y se relaciona con la ocultación. La auténtica no esencia de la verdad es el misterio. No esencia es la esencia que hace presente previamente.
La libertad, en cuanto dejar ser al ente, es en sí la relación resuelta (entschlossene), es decir, la que no se cierra. En esta relación se funda todo comportamiento y de ella recibe la orientación hacia el ente y su desvelamiento.
El error pertenece a la constitución misma interna del Dasein, en la que está encajado el hombre histórico. El error es el espacio de aquel volverse en el cual la ex-sistencia insistente, volviéndose una y otra vez, se olvida y equivoca la medida. La ocultación del ente oculto en su totalidad, impera en el desvelamiento del respectivo ente, que como olvido de la ocultación se convierte en error.
.El error es un espacio ontológico, aquel espacio en el cual la ex-sistencia in-sistente, volviéndose una y otra vez, se olvida y equivoca la medida. La ocultación de lo oculto en su totalidad, impera en el desvelamiento del respectivo ente, que como olvido de la ocultación se convierte en error.
El error es la antiesencia (Gegenwesen) respecto de la esencia inicial de la verdad. El error es el sitio abierto y el fundamento de lo erróneo (Irrtum). Lo erróneo no es una falta aislada, sino el reino de la historia, donde se enlazan intrincados, todos los modos del errar.
El desvelamiento del ente como tal es en sí, simultáneamente, la ocultación del ente en su totalidad. Ahí impera el error. La ocultación de lo oculto y el error pertenecen a la esencia inicial de la verdad. La libertad, entendida desde la ex-sistencia in-sistente del Dasein es la esencia de la verdad sólo porque la libertad misma nace de la esencia inicial de la verdad, del imperio del misterio en el error. El dejar ser al ente se cumple en la apertura.
La pregunta por la esencia de la verdad surge de la pregunta por la verdad de la esencia. Respuesta de Heidegger: la esencia de la verdad es la verdad de la esencia.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-26432729763221207742023-09-21T00:59:00.003-07:002023-09-21T00:59:28.065-07:00Goethe¿Quién fue Goethe?.
Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) fue un hombre que hizo de su vida una obra de arte. Un hombre corriente y epicúreo y egoísta a decir de Eugenio Trías, sin embargo, podemos decir que Goethe fue un hombre muy trabajador y disciplinado, adornado con saberes humanísticos, literarios, filosóficos y versado en ciencias naturales. Con una sólida formación estética.
Todas las decisiones que adopta un hombre, están saturadas de temporalidad y de historicidad, y eso se aplica tanto a un hombre corriente y vulgar como a un genio tal como era Goethe. El entorno social, sus relaciones sociales pesan sobre el carácter de uno o sobre la trayectoria vital de cada cual, excentricidades, manías operan y pesan causalmente y simultáneamente incluso cuando se trata de un individuo insigne e ilustre como lo es Goethe, un hombre por cierto que no era nada ardiente en perseguir sus aspiraciones. Uno se elige a sí mismo siempre. Somos los padres de nuestras obras y somos los hijos de nuestras obras pero no somos individuos aislados o mónadas individuales.
Tal vez su genio fue en primer lugar el arte de buen vivir, en armonía con su época y con sus circunstancias y sacar el máximo provecho de todo lo que se encontró.
Según Eugenio Trías, Goethe se aparece como un hombre corriente, fundamentalmente sano. Era un hedonista, un epicúreo, un egoísta racional, inteligente. Despreciaba lo fúnebre, la muerte, lo ruinoso, lo patético. Por eso el romanticismo alemán le resultaba ajeno y extraño. Goethe sólo trata de temas corrientes. Novalis dixit. Sus obras son una exaltación de lo normal, de lo corriente, habitual, de la vida cotidiana.
Fue un hombre superdotado en las humanidades y en las ciencias naturales, con facilidad para aprender idiomas, para escribir poesía y literatura. Fue un hombre universal.
Su vida podemos dividirla en dos etapas: la primera llegaría hasta el año 1775 cuando invitado por el duque de Sajonia-Weimar Karl August llega a Weimar y se instala allí y la segunda hasta su muerte en Weimar en 1832.
Goethe estudió Derecho en Leipzig (1765); allí conoció los escritos de Winckelmann sobre arte y cultura griegas, pero una grave enfermedad le obligó a dejar los estudios en 1768 y volver a Fráncfort. Katharina von Klettenberg, amiga de su madre, le cuidó y le introdujo en el misticismo pietista, que ponía su énfasis en el sentimiento dentro de la confesión protestante; por entonces compuso sus primeros poemas. Retomó los estudios en 1770 en Estrasburgo y los concluyó al año siguiente. Esos dos años allí fueron muy importantes para él: conoció a Friederike Brion, que le inspiró la mayoría de sus personajes femeninos, y trabó amistad con el teólogo y teórico del arte y la literatura Johann Gottfried von Herder. Herder le introdujo en la poesía popular alemana, le descubrió el universo de Shakespeare y le liberó definitivamente del Neoclasicismo francés y de la confianza en la razón de la Aufklärung (Ilustración) alemana.
Empezó a hacer prácticas de abogacía en Wetzlar y colaboró con Herder en la redacción del manifiesto fundador del movimiento Sturm und Drang («Tempestad e ímpetu»), considerado el preludio del Romanticismo en Alemania: Sobre el estilo y el arte alemán (1772). En esta obra se reivindica la poesía de James MacPherson (Ossian) y de Shakespeare. Otra vez de vuelta en Fráncfort, escribió la tragedia Götz von Berlichingen (1773) que lo hizo popular y conocido en toda Alemania y al año siguiente escribió su novela Las penas del joven Werther (1774). La inspiración del Werther la había encontrado a mediados de 1772, cuando hacía prácticas de abogacía en el tribunal de Wetzlar: se había enamorado de Charlotte Buff, novia y prometida de su colega, también abogado en prácticas, Johann Christian Kestner, y Karl Willhelm Jerusalem, otro abogado atormentado por un amor no correspondido, se suicidó utilizando una pistola prestada por Kestner. Goethe unió ambas historias para su novela Werther, en parte epistolar, y alcanzó un éxito tan grande al representar en la figura del protagonista el desencanto de las jóvenes generaciones, que suscitó una epidemia de suicidios de adolescentes en el país. Goethe ya tenía fama en toda Alemania.
El mismo año que el Werther (1774) Goethe publica su drama Clavijo mientras intentaba abrir con poca fortuna un bufete de abogado en Fráncfort, y en la primavera de 1775 se comprometió con la hija de un banquero de la ciudad, Lili Schönemann. Sin embargo, las diferencias sociales y de estilo de vida entre ambas familias terminaron por desbaratar este compromiso, que no llegó a formalizarse en matrimonio. El noviazgo terminó en el otoño de ese mismo año y, ansioso de escapar de este ambiente, no dudó en aceptar la invitación a la Corte de Weimar de Carlos Augusto de Sajonia-Weimar-Eisenach, heredero del ducado de Sajonia-Weimar. Tras publicar su Stella (1775), marchó inmediatamente hacia Weimar, huyendo prácticamente de dos cosas: el compromiso sentimental con Lili Schönemann y el ejercicio de la abogacía. No quería casarse, tener hijos y familia y vivir como un vulgar burgués gentilhombre. Quería estar libre y descomprometido. Él veía incompatible el arte, la literatura, la poesía con la vida burguesa vulgar y acomodada, familiar, esposa, hijos, convenciones, etc.. Prefería el hedonismo y el epicureísmo.
Al servicio del príncipe heredero Carlos Augusto en 1775, fijará su residencia en Weimar ya hasta su muerte. No obstante, las numerosas tareas que éste le encomendaba le hicieron abandonar la literatura durante casi diez años, a pesar de que Ana Amalia de Brunswick-Wolfenbüttel, madre de Carlos Augusto, había empezado a crear un círculo de intelectuales con el preceptor de su hijo, Wieland, y lo amplió al incluir en él a Goethe y posteriormente a intelectuales tan destacados como Herder y Friedrich von Schiller; fugazmente pasaron también por allí Jakob Michael Reinhold Lenz y Friedrich Maximilian Klinger. Goethe destacó enseguida y pasó de ser consejero secreto de legación (1776) a consejero secreto (1779), y finalmente se convirtió en una especie de ministro supremo. Otra de sus funciones fue la supervisión de la Biblioteca ducal, que bajo su dirección llegó a ser una de las más importantes de toda Alemania. Inicia en esa época sus investigaciones científicas. Interesado por la óptica, concibió una teoría distinta a la de Isaac Newton sobre los colores y también investigó en geología, química y osteología, disciplina esta última en que descubrió el hueso intermaxilar en marzo de 1784, que pone una de las primeras piedras en la teoría de la evolución del hombre, aunque en esto se le adelantó por muy poco el anatomista francés Vicq d'Azyr, lo que le supuso una gran frustración. Las cartas a Charlotte von Stein dan fe de esta época de su vida, envuelta en todo tipo de encargos y gestiones para reformar el muy pequeño y humilde Estado de Weimar.
Desde un puesto tan importante tuvo la oportunidad de relacionarse con la alta aristocracia y conoció a personajes notables, como Napoleón Bonaparte, Ludwig van Beethoven, Friedrich von Schiller y Arthur Schopenhauer. En 1782 fue añadida la partícula von a su apellido por el mismo Duque Carlos Augusto pese a las protestas de la nobleza, para formar parte de la Corte con un cargo equiparable al de los restantes ministros, pertenecientes todos a ella. Así podía sentarse a comer en su mesa con el Duque. Cosas del Antiguo Régimen.
Ingresó en la Masonería el 11 de febrero de 1783, aunque según el escritor masónico Lorenzo Frau Abrines, la fecha de su ingreso es anterior, el 23 de junio de 1780, dentro de la efímera logia Amalia, que abatió columnas dos años después. En 1830, dos años antes de su muerte, Goethe compuso un poema titulado Para la fiesta de San Juan de 1830 en ocasión de celebrarse su cincuentenario como miembro de la masonería. A su condición de masón y a su paso por la Masonería, así como a otras aficiones que al parecer cultivó, se atribuye influencia en su obra, especialmente en Fausto.
Por otra parte, seguía profundizando en el estudio del teatro de William Shakespeare y de Pedro Calderón de la Barca, algunas de cuyas obras (por ejemplo, El príncipe constante de Calderón) hace representar con éxito como encargado del teatro en la Corte de Weimar; en estas funciones empezó a cartearse con Schiller. Las lecturas teatrales de estos autores amplían notablemente los horizontes de su espíritu. Le domina además el entusiasmo ante la falsa poesía céltica de Ossian y escribe un famoso monólogo del gran dios del Romanticismo, Prometeo, que personificaba el genio rebelde de los creadores y del cual se sintió justamente orgulloso:
Fue como la mecha que provocara el estallido que descubrió y sacó a plena luz las más secretas condiciones de hombres dignos.
Así fue en efecto, en lo referido al movimiento conocido como titanismo, uno de cuyos más preclaros representantes fue Giacomo Leopardi. Merced a Goethe, Weimar se convirtió en el auténtico centro cultural de Alemania: Herder, Schiller, Fichte, Schelling, Novalis, Hegel, los hermanos Schlegel, etc; allí compuso poemas inspirados por Charlotte von Stein, amiga suya a la que escribió unas 1500 cartas, y empezó la redacción de sus obras más ambiciosas, como sus dramas Ifigenia en Táuride (1787) Egmont y Fausto, que luego revisaría a fondo tras la profunda impresión que recibió en su trascendental viaje a Italia (1786-1788), que cambió su desequilibrada estética romántica por el equilibrio clásico. Empezó en Venecia, donde compuso sus Epigramas venecianos, y terminó en Roma, donde estudió la cultura grecolatina a fondo; de esta época son sus Elegías romanas. El viaje a Italia supone el comienzo de su periodo clásico.
Sin embargo, a su regreso a Weimar en 1788 se encuentra una gran oposición a su nueva estética, el llamado Clasicismo de Weimar; es más, se forma un cierto escándalo cuando llega a divulgarse que desde ese mismo año vive amancebado con una jovencita, Christiane Vulpius (1765-1816), que le dio al año siguiente un hijo, Julius August Walther von Goethe (1789-1830); cuatro abortos sucesivos posteriores inducen a creer que entre ambos había incompatibilidad de grupos sanguíneos, en aquella época desconocida. Goethe legitimó a su único hijo en 1800. Aquella relación con la Vulpius era como un matrimonio pero sin ceremonias a decir de Goethe.
No abandonó completamente su pretensión de labrarse una carrera científica. En Zur Farbenlehre, 1810, intentó refutar con poca fortuna la teoría de los colores de Newton. En el primer volumen de esta obra se halla la que es sin duda la primera historia comprensiva de la ciencia.
Dirigió el Teatro ducal entre 1791 y 1813 y con motivo de este cargo conoció en 1794 al dramaturgo Friedrich von Schiller, con el que sostuvo una luenga amistad y cierta correspondencia epistolar hasta la muerte de éste en 1805. Schiller publicó las hasta entonces inéditas Elegías romanas de Goethe en su periódico, Las Horas, en 1795. También imprimió la novela Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister (1796) y la novela en verso Hermann y Dorothea (1798). Schiller incitó a Goethe a que prosiguiera en la gran obra de su vida, el Fausto, poema que no paraba de corregir y ampliar y cuya primera versión apareció en 1808. Desde dos años antes se hallaba ya casado con Christiane Vulpius, quizá para acallar a quienes criticaban su estilo de vida. El hecho más importante quizá de esta época de su vida es su entrevista en Erfurt con Napoleón I en 1808, cuando el ejército francés ocupaba parte del territorio prusiano en el marco de las guerras Napoleónicas. Recibió en 1808 de Napoleón la Legión de Honor en Erfurt, de la que presumía haciendo gala de ello y suscitando así el enfado del duque de Weimar.
La Revolución francesa supuso para Goethe un gran trastorno. Algunos de sus epigramas venecianos ya tratan este tema, pero como su pensamiento se hallaba por completo imbuido del equilibrio y armonía del clasicismo y veía el ser como una totalidad orgánica a partir de la filosofía de Kant y de la de Espinosa, el desarrollo de la revolución y el cambio provocado por la violencia le parecían una atrocidad. Él había hecho su carrera dentro del Antiguo Régimen. Se había hecho conservador y de orden y por eso es por lo que prefería en palabras suyas la injusticia al desorden. Eso se plasmó en algunas obras de entonces, como la colección de novelitas breves Conversaciones de emigrados alemanes (1795), la obra épica Germán y Dorotea (1797) y la tragedia La hija natural (1799 y ss.). Algo después aparecen las novelas de madurez: Las afinidades electivas (1809) y Los años de peregrinaje de Wilhelm Meister (1821, revisado en 1829), así como un diario de su viaje por Italia, Viajes italianos (1816), su autobiografía Poesía y verdad en varias entregas (1811-1833) y un poemario, Diván de Oriente y Occidente (1819), donde se deja sentir algo el influjo de la poesía oriental. Goethe murió en Weimar el 22 de marzo de 1832. La versión final de su gran poema coral Fausto apareció póstuma ese mismo año.
En cuanto a su carrera literaria, Goethe la inició en el seno de un exasperado Romanticismo deudor del Sturm und Drang, cuya obra más representativa se encargó de escribir él mismo: Las cuitas del joven Werther. El viaje a Roma supuso para él ir arrinconando esa estética en una evolución que le hizo al cabo renegar del Romanticismo e identificarse con el equilibrio clásico grecolatino, lo que puso fin a su tormentosa vida interior. Fue esa la revelación del Clasicismo, verdadera raíz con la que podía identificarse la cultura alemana. «Ahora comprendo el sentido del mármol», escribirá en una de sus Elegías romanas.
De ese viaje por Italia son fruto también los Epigramas venecianos, entre los cuales hay algunas meditaciones profundas sobre la contemporánea Revolución francesa o el significado de la vida y de la cultura. La postura política de Goethe es, sin embargo, conservadora: «prefiero la injusticia al desorden», escribirá. Eso le supuso algunos recelos por parte de otros artistas a los que no les importaba en lo más mínimo no acordarse con su contexto social, como por ejemplo Beethoven. En las dos versiones de su complejo y grandioso Fausto se encuentra el último mito que fue capaz de engendrar la cultura europea, el de cómo la grandeza intelectual y la sed omnímoda de saber pueden, sin embargo, engendrar la miseria moral y espiritual. Por otra parte, en la lectura y estudio de Spinoza encuentra también un consuelo al desequilibrio romántico que le embargaba, como cuenta en Poesía y verdad, donde se extiende en comentar especialmente su frase de que «quien bien ama a Dios, no debe exigir que Dios le ame a él».
Goethe disfrutó ya en vida de fama, respeto, prestigio y admiración. Delacroix le retrató en una litografía en 1827, aparte de ilustrar Fausto y Götz von Berlichingen. Por ello, fueron muchos los jóvenes de su época que quisieron conocerle en persona o, como suele decirse pedantemente: vera effigies. Por otra parte, su secretario, Eckermann, anotaba cuidadosamente sus conversaciones con el maestro a lo largo de los años y escribió unas Conversaciones con Goethe, donde aparecen reflejadas las opiniones que en sus últimos años sostuvo sobre esas visitas.
Fausto.
La mejor obra dramática de Goethe es sin duda el Fausto, que ha pasado a ser una obra clásica de la Literatura Universal. La primera versión, el Urfaust o Fausto original, estaba acabada en 1773. Pero el autor la siguió retocando hasta 1790, año en que publicó un fragmento; ya en abril de 1806 estaba completo, pero las guerras napoleónicas demoraron dos años la publicación hasta 1808; la segunda versión o segunda parte sólo sería publicada en 1833, un año después del fallecimiento del autor. La tragedia Fausto original se articula en torno a dos centros fundamentales; el primero es la historia de cómo Fausto, en la búsqueda de lo absoluto y de la plenitud vital desespera de su búsqueda y de sus conocimientos científicos y filosóficos y por ello, fatigado de la vida y decepcionado de la ciencia, desengañado por el intelecto, busca la solución en la voluntad, en la acción y como consecuencia de ello hace un pacto con el diablo que le devuelve la juventud a cambio de su alma. Fausto es el arquetipo del hombre permanentemente insatisfecho; el segundo es la historia de amor entre Fausto y Gretchen, en la que Fausto da muestras de un donjuanismo irresponsable e incauto, también llamada Margarita, que Mefistófeles manipula de forma que Fausto llegue al homicidio —mata a la madre de Margarita y luego mata al hermano de su amada— y Gretchen tenga un embarazo indeseado, que le conduce primero al infanticidio y luego a ser ejecutada por asesinar a su hijo y por asesinar antes a su madre.. Todo lo que le acontece a Fausto es trágico pero además, la tragedia es la vida misma, su ejercicio de la libertad, decida lo que decida, entre las consecuencias aparece la tragedia, la desgracia. La acción es el principio del mundo pero toda acción contiene dolor y error. Eso es inevitable y a eso nos conduce toda elección que realicemos. Una conclusión evidentemente pesimista.
La historia empieza en el cielo, donde Mefistófeles hace un pacto con Dios: dice que puede desviar al ser humano favorito de Dios (Fausto), que está esforzándose en aprender todo lo que puede ser conocido, lejos de propósitos morales. La siguiente escena tiene lugar en el estudio de Fausto donde el protagonista, desesperado por la insuficiencia del conocimiento religioso, humano y científico, se vuelve hacia la magia para alcanzar el conocimiento infinito. Sospecha, sin embargo, que su intento no está obteniendo resultados. Frustrado, considera el suicidio, pero lo rechaza cuando escucha el eco del comienzo de la cercana Pascua. Va a dar un paseo con su ayudante Wagner y es seguido a casa por un caniche vulgar. En el estudio de Fausto el caniche se transforma en el diablo. Fausto hace un trato con él: el demonio hará todo lo que Fausto quiera mientras esté en la tierra, y a cambio Fausto servirá al demonio en la otra vida. El trato incluye que, si durante el tiempo que Mefistófeles esté sirviendo a Fausto éste queda complacido tanto con algo que aquel le dé, al punto de querer prolongar ese momento eternamente, Fausto morirá en ese instante. Tras este marco, Goethe desarrolla las dos historias: la relación entre Mefistófeles y Fausto y la de Fausto y Gretchen/Margarita.
El tema general es cómo la riqueza de conocimiento material acarrea sin embargo la miseria moral y espiritual. .. Goethe establece que la tragedia tiene un final de salvación católica por cierto curiosamente tratándose de un escritor alemán protestante, luterano al aparecer que aparezca la Virgen María salvando a Fausto en la segunda parte haciendo que se salvara Gretchen al final de la primera parte en un ambiente católico, puesto que Margarita aparece como una cristiana católica, apareciendo la letra del Requiem, típica composición católica, anticipando así la salvación de Fausto al término de la segunda, cuando los demonios que quieren llevarse su alma tienen que retirarse ante la llegada de una legión de ángeles. Mefistófeles demuestra su homosexualidad al verse fascinado por los traseros de los ángeles y al estar distraído, éstos consiguen apoderarse de la parte inmortal de Fausto, obrándose así la salvación de Fausto. “Aquel que se afana siempre aspirando a un ideal, podemos nosotros salvarle”.Además Goethe cambia el impulso que mueve a Fausto: el deseo que lo acercaba a la brujería no es codicia, maldad o vagancia, sino el ansia de saber, el deseo de grandeza, de plenitud, de totalidad. La moraleja que acaso tenga la obra será que ese deseo de conocimiento conlleva la miseria moral. Es una tragedia porque la libertad lleva a situaciones indeseadas. La tragedia es la vida, la libertad, las elecciones que hacemos.
La obra ha sido interpretada modernamente por Walter Benjamin, por Thomas Mann en su novela Doktor Faustus donde se trata de Schoenberg mediante los escritos musicales de Teodoro Adorno, y por el hijo de éste, Klaus Mann, en Mephisto, en la que concibe el pacto con el diablo como una metáfora del pacto de Alemania con Hitler.
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Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-45732858084194220462023-09-21T00:58:00.003-07:002023-09-21T00:58:29.033-07:00Gobernar el mundoGobernar el mundo.
Gobernar el mundo, Historia de una idea desde 1815. Mark Mazower, Primera edición: mayo de 2018, Editorial Barlin Libros, Valencia, 2018. 570 páginas.
En la disciplina política denominada “relaciones internacionales” sabido es que podemos distinguir dos paradigmas: el paradigma realista que concibe las relaciones internacionales como política de poder y el paradigma pacifista que sostiene la importancia de la colaboración interestatal y del derecho internacional. Mark Mazower investiga históricamente los intentos de crear una gobernación o gobernanza mundial internacional, supranacional que instaure una legalidad internacional y que contribuya a la paz y a un mundo más seguro desde 1815.
En 1815 las potencias europeas se pusieron de acuerdo en enterrar la Revolución y sus efectos. “No hay más que un único asunto importante en Europa”, declaraba Metternich, “y es la revolución”. En aquel tiempo dominaba Europa el concierto internacional de Viena y de la Santa Alianza. Había que impedir la revolución. Cualquier Estado que fuera revolucionario y que fuera en contra del Antiguo Régimen sería considerado una amenaza para el orden internacional europeo. Gran Bretaña se oponía a que la Santa Alianza fuera una policía política internacional. Sólo si los intereses vitales de Gran Bretaña se hallaban en peligro, ésta intervendría.
Ya adelanto que pretender conseguir un universo político es harto imposible y una falta de realismo. Como bien dijo Carl Schmitt, más que de un universo político procede hablar de un pluriverso político. Los Estados se hallan sumidos en una perpetua lucha de todos contra todos por el poder. La guerra es la desembocadura lógica de las relaciones internacionales. Los Estados se encuentran en estado de naturaleza.
Bien es cierto que el capitalismo y la ideología liberal aspiran a la paz y a la extensión del mercado. El pacifismo y el anarquismo son dos derivadas de la ideología liberal. A medida que el mercado capitalista se expande por el mundo, afloran ideologías pacifistas, armonistas, federalistas que buscan establecer un Estado mundial o una federación de Estados republicanos pacíficos que resuelvan sus diferencias recurriendo al arbitraje y al derecho internacional.
Al final todas las organizaciones internacionales, pacifistas, etc no han podido evitar el hecho del imperialismo, el colonialismo y la lucha entre las grandes potencias. Al margen de los Estados nacionales quedan las organizaciones no gubernamentales dependientes del Gobierno. La idea de un gobierno del mundo queda en entredicho constantemente. Eso sí, hay hegemonía imperial que actualmente se sirve de organismos internacionales para dictar su política conforme a sus intereses.
En el siglo XIX el liberalismo aspira al pacifismo a través del libre comercio de mercancías. El principal ideólogo de esta doctrina fue Cobden. La liberalización del comercio traería la prosperidad económica, la colaboración internacional y la paz entre los Estados. “Según mi opinión, el principio del libre comercio actuará sobre el mundo moral como el principio de gravedad en el universo: acercará a los hombres, superará las oposiciones raciales, religiosas y lingüísticas, y nos unirá mediante los lazos de la paz perpetua”
El liberalismo también desembocó en el nacionalismo, el principio de las nacionalidades, a cada nación un Estado y en el principio de autodeterminación. “Lo que necesitamos”, escribía Mazzini, “es (…) que todos los pueblos europeos se unan para remar en una misma dirección. (…) El día en que, en cada uno de los países donde opera nuestro movimiento, nos pongamos en pie al unísono, ese día venceremos. Para entonces, la intervención extranjera (de los déspotas) será ya imposible”.
Frente al internacionalismo de las naciones y los pueblos apareció el internacionalismo proletario de Marx y Engels. Había que sustituir la lucha interestatal o internacional en lucha de clases interna, en guerra civil.
Frente a estas dos ideas utópicas siempre estuvo presente la idea de imperio, el realismo político. Lord Acton defiende en 1862 la idea de imperio protector, un imperio generador a decir de Gustavo Bueno, claro, pero que tratándose del imperio anglosajón tiene que resultar ser un imperio depredador como es el imperialismo británico históricamente.
En 1851 se celebró en Londres el Congreso pacifista universal y se buscó elaborar un código de derecho internacional. Someter la política internacional al derecho. Al igual que lo político no puede ser anegado en el derecho mucho más ocurre con las relaciones internacionales. Estas ideas utópicas como todo el mundo se podrá imaginar, fracasaron. Sólo si hay una gran potencia imperial dispuesta a obedecer voluntariamente y a imponerlas a las demás potencias, tiene sentido el hablar de un derecho internacional. Los Estados son las unidades políticas, los sujetos políticos por eso de la soberanía, del poder político, de su fuerza. Lo demás es música celestial. Sin embargo, el internacionalismo, la idea de una ley internacional por encima de la soberanía de los Estados prevaleció en las conciencias subjetivas de los pacifistas. Estas ilusiones perviven hoy de manera poderosa conviviendo con la política de poder de las grandes potencias, guiadas por el realismo político.
Como la idea de un gobierno mundial en un solo Estado es ilusoria, sin negar que según Gustavo Bueno nos hallamos en la etapa posestatal en el curso de la sociedad política, tenemos que decir que la proliferación de organizaciones internacionales, del derecho internacional y de asociaciones internacionales no han sustituido el imperio de las grandes potencias. Los únicos que se someten a las autoridades internacionales son los países débiles, pequeños. La biocenosis global sigue plenamente vigente.
El internacionalismo idealista, es eso, idealismo, superchería, locura y necedad. Como decía Von Moltke, “la paz perpetua es una ilusión, y ni siquiera una ilusión bella. La guerra forma parte del divino orden del mundo.” Es la desembocadura lógica de las relaciones internacionales. Eso sí, las grandes potencias han obrado organizaciones internacionales mediante para cumplir sus propósitos, ortogramas imperiales e intereses nacionales.
Todas estas ideas pacifistas harto idealistas parten del supuesto del régimen representativo parlamentario en el cual, en la sede del poder legislativo, desinteresadamente, bajo el dominio de la razón y de la argumentación racionales ante el público, sin ocultación, puede hallarse el bien común mediante la discusión y sin recurrir a la fuerza, coacción o presión, por la pura lógica racional y pensando en el interés general. Lo que ya es una ilusión en el terreno político parlamentario intranacionalmente se piensa que puede ser válido igualmente en el terreno de la política internacional. Secreciones políticas del régimen representativo burgués.
Lo cierto es que como viene a reconocer Mazower el florecimiento de las organizaciones internacionales no estatales, sino supraestatales no ha impedido que sigan las relaciones internacionales por la fuerza y por el poder. Tampoco ha impedido que las grandes potencias no se dejen gobernar por tribunales internacionales u organizaciones supranacionales. El principio de la soberanía absoluta e incondicionada sigue estando vigente guste o no guste a los ideólogos progresistas.
Al concierto europeo de 1815, a la Santa Alianza le sucedieron otros conciertos diplomáticos pero paulatinamente además se fue abriendo paso la ideología internacionalista parlamentaria supranacional que creía en el derecho internacional y en la sustitución de la política de poder y de estado de naturaleza por el derecho internacional, el diálogo y el arbitraje pacífico de las disputas mediante la proliferación de organizaciones no gubernamentales y de organizaciones internacionales así como de convenciones de desarme, etc. Así llegamos a lo que Gustavo Bueno denomina la etapa posestatal del desarrollo o curso de las sociedades políticas.
El primer gran paso en esta dirección lo constituyó la fundación de la Sociedad de Naciones. “Las alternativas internacionalistas a la diplomacia tradicional privilegiaban la transparencia al secretismo, y la participación a la exclusión. Los internacionalistas creían en la cooperación entre naciones dirigida por el progreso científico y comercial, al tiempo que consideraban la diplomacia basada en alianzas y el minitarismo irracionales y retrógrados.”
Woodrow Wilson ha pasado a la historia como un héroe político, humanitario, benévolo y salvador de la humanidad. Era el Dios de la paz, como recientemente ha sido considerado Barak Obama al otorgársele sin ningún fundamento el Premio Nobel de la Paz. “Para sus partidarios su figura encarnaba una América preocupada por el mundo y su cuidado, que se negaba a mirar tan sólo de puertas adentro: su muerte prematura, poco después de fracasar en su intento por conseguir el respaldo del Senado para la Sociedad, fue interpretado como una suerte de martirio moderno. Medio siglo después de su muerte en 1924, se convertiría en un –ismo. George W. Bush, Dick Cheney y Donald Rumsfeld contribuyeron también al culto a Wilson: tras la invasión de Irak en 2003, muchos críticos, preocupados profundamente por una América que daba la espalda a las instituciones multilaterales, volvieron la vista hacia él, buscando en su ejemplo inspiración para un nuevo siglo.”
Este pacifismo es liberal, anglosajón y protestante calvinista ante todo. “Wilson, hijo de un pastor presbiteriano, pensaba más en los bíblicos términos de pactos que de contratos, y deseaba construir algo que creciera de manera orgánica a lo largo del tiempo hasta satisfacer las universales aspiraciones de la humanidad, no los intereses de unos cuantos poderosos que podían salirse con la suya de todos modos.” Con el discurso dirigido por Wilson al Congreso a comienzos de abril de 1917, en el que anunciaba el endurecimiento de las relaciones con Alemania y exhortaba a los EE.UU. a entrar en guerra, decía Wilson que “Lo que estaba en juego, afirmaba Wilson, era “la defensa de los principios de paz y justicia en la vida del mundo contra el poder egoísta y autocrático, así como implantar entre los pueblos realmente libres y autónomos el consenso de propósitos y actuaciones que garantizaría en adelante el cumplimiento de dichos principios” El problema de autocracias tales como la monarquía prusiana estribaba en que sus gobernantes hacían caso omiso a los deseos de sus pueblos; de hecho, Wilson declaraba abiertamente que los EE.UU. no tenían conflicto alguno con “el pueblo alemán”. El imperialismo liberal se hacía pacifista, internacionalista y entraba en guerra, pero no contra el pueblo alemán, olvidando que el pueblo es indisociable del gobierno y de la patria y que todos los pueblos tienen el gobierno que se merecen. Esto confirma que el internacionalismo es una nueva manera de configurar el imperialismo y la lucha entre Estados.
Antiguamente se pensaba que el derecho de guerra era algo esencialmente perteneciente al Estado y a su soberanía, se ha ido imponiendo la idea de que la guerra es algo que hay que evitar a toda costa y que es intrínsecamente perversa. Ahora ya no se habla de guerra, sino de misión de paz, claro que el objetivo de la guerra es conseguir una paz. Hoy en día, debido al fundamentalismo democrático, se justifica la guerra para defender o expandir la democracia, los derechos humanos y la ideología democrática. Una guerra tal sería considerada justa y legítima. Otras motivaciones políticas serían consideradas como monstruosas o como criminales. Las organizaciones internacionales tales como la Sociedad de Naciones y la ONU nacieron precisamente para pacificar el mundo y poner en manos de la comunidad internacional una serie de instrumentos políticos, jurídicos y diplomáticos para evitar las guerras futuras. En el siglo XX después de 1920 se han originado muchas guerras sin embargo. La fuerza de la ONU, como antes ocurría con la Sociedad de Naciones, no es más que un conjunto de los Estados que la componen. En sus decisiones pueden intervenir las grandes potencias para vetar aquellas resoluciones que no les resultan favorables a ellos o a sus aliados.
Actualmente se sostiene que la democracia es la forma final de la historia política, la forma más elevada y definitiva para vivir en paz, en libertad y en solidaridad. Ser demócrata se convierte en las democracias fundamentalistas en ser honrado, no ser demócrata se hace equivalente a ser un hombre no plenamente desarrollado. Un Estado no democrático carece de legitimidad. San Agustín pensaba que los hombres que no eran cristianos no tenían dignidad humana ni derechos humanos. Tampoco los Estados paganos tenían derechos, no eran legítimos enemigos políticos. Vivían en la barbarie y en el salvajismo, por lo tanto, podían ser destruidos. También en el siglo XIX muchos pensadores anglosajones pensaban que el derecho internacional y humanitario no les era aplicable a los pueblos inferiores o razas inferiores situados en niveles inferiores de desarrollo en comparación con las naciones blancas europeas.
La ONU, esto es, las democracias fundamentalistas que la pueblan trata de extender por el mundo continuamente el sistema democrático. Los EE.UU. se han convertido en los principales adalides de tal cruzada democrática poblada de misiones de paz. Gustavo Bueno ya supo ver en su momento que esta cruzada fundamentalista democrática derivaba del mercado pletórico de bienes del capitalismo actual.
La fundación de la Sociedad de Naciones supuso un gran intento de establecer un gobierno mundial que resolviera pacíficamente los conflictos mediante el arbitraje y el derecho internacional. Sin embargo, los EE.UU. no se integraron en tal organización y por lo demás, la dialéctica política entre los Estados siguió su curso. Por lo demás, Lenin calificó la Sociedad de Naciones como cueva de ladrones imperialistas capitalistas. Así frente a la Sociedad de Naciones parlamentaria y liberal se sitúa la Tercera Internacional Comunista, la Komintern marxista, internacionalista proletaria dirigida desde Moscú por el Partido Bolchevique. De todos modos, la URSS fue admitida en la Sociedad de Naciones en septiembre de 1934. Stalin, de manera realista no se hacía muchas ilusiones sobre la Sociedad de Naciones. Tampoco se hacía ilusiones con la Komintern. “Stalin, por su parte,, se hacía pocas ilusiones respecto a esta, y la idea de seguridad colectiva no le inspiraba por su parte, confianza alguna, ya que no albergaba auténticas esperanzas de alcanzar un entendimiento más estrecho con ninguna potencia capitalista. No obstante, aún se hacía menos ilusiones con respecto a la Komintern.”
En una entrevista con H.G. Wells que se hizo célebre se puso de manifiesto la gran calidad como estadista realista de Stalin y la gran ingenuidad positivista ingenua e idealista de H.G. Wells. Stalin estaba con los pies en la Tierra: “Este, mostrándose respetuoso hacia Roosevelt, dejaba claro que, a su juicio, el New Deal americano no lograría, en sus aspiraciones de salvar el capitalismo, sustraerse a sus propias contradicciones. La idea de Wells según la cual ingenieros y científicos podrían llegar a ser los configuradores de un nuevo orden mundial no le convencía. Los ingenieros hacían lo que se les indicaba, sentenciaba Stalin: los científicos, por su parte, eran tan capaces de hacer el bien como de infligir un daño inmenso.”
Carl Schmitt afirma que con la transformación del ius publicum europaeum la guerra se volvió total y el enemigo se convirtió en criminal. La distinción espacial interior/exterior se disolvió y toda la tierra se transformó en un espacio para el enfrentamiento la crítica a la ideología universalista que judicializa la política internacional en nombre de la moral y el derecho. “El auténtico poder consiste, como expresara el teórico del derecho Carl Schmitt, en la capacidad de dictar las normas y de decidir cuándo y a quién deben ser aplicadas”
Frente a Carl Schmitt está el pacifismo jurídico internacionalista, uno de cuyos más insignes representantes y teóricos fue Hans Kelsen. Kelsen afirma en esta misma línea de pensamiento que Kant que “No puede caber duda de que la solución ideal del problema de la organización mundial como el problema de la paz mundial es la creación de un Estado Federal Mundial compuesto de todos o del mayor número de naciones posible.”
La fundación de la ONU supuso un paso más adelante en un cierto gobierno mundial por parte de las grandes potencias a través de la ONU. La ONU busca debilitar la soberanía y la autonomía de los Estados nacionales y disolver tales Estados en organizaciones internacionales que se inmiscuyen en sus asuntos internos: derechos humanos, agricultura, ganadería, pesca, economía, ideología de género, cambio climático, salud, etc vaciando así los órganos nacionales de contenido. Esto no afecta, claro está a las grandes potencias, muy celosas de mantener su independencia y de actuar si fuere necesario, de manera unilateral para satisfacer sus intereses nacionales.
El libro aporta muchos datos, muchas anécdotas, pero aporta muy pocas opiniones y doctrinas discrepantes frente al internacionalismo pacifista fundamentalista democrático suministrando así la idea de que el autor acepta acríticamente el punto de vista del pacifismo internacionalista democrático que se lleva como moda política actual, dando por supuesto como bueno el devenir actual de las relaciones internacionales.. Los pobres necesitamos tener patria, Estado, nación que nos proteja de los abusos y atropellos de las transnacionales y de otros Estados y de los abusos internos por supuesto.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-940775658918263362023-09-21T00:57:00.002-07:002023-09-21T00:57:12.814-07:00La reina Doña Urraca ILa reina Urraca I.
La reina Urraca I. (1109-1126). La práctica del concepto de imperium legionense en la primera mitad del siglo XII. Ediciones Trea, Universidad Adolfo Ibáñez (Santiago de Chile). Ángel G. Gordo Molina y Diego Melo Carrasco. Abril de 2018. Gijón. 173 páginas.
El libro pretende ser una biografía política de la reina doña Urraca I, pero se queda en un esbozo inicial, en una tentativa, puesto que no abarca todo el reinado de doña Urraca I, León, 1081- Saldaña, 1126. Parece ser que Doña Urraca, por ser mujer tuvo que padecer las consecuencias de una postura antifeminista radical por parte de Diego Gelmírez y de los cronistas de las Crónicas anónimas y de la Crónica Compostelana.
Alfonso VI fue Imperator Totius Hispaniae. Así pues, Urraca I entonces fue imperatrix Totius Hispaniae también. Ella fue quien transmitió la doctrina imperial a su hijo Alfonso VII. “En la práctica del regnum imperium legionense de Urraca I encontramos elementos propios de la tradición leonesa, los mismos que logró transmitir a su hijo Alfonso VII y por lo tanto eminentemente propios del ethos político leonés, como por ejemplo la idea imperial leonesa,”
Urraca tuvo la plenitudo potestatis. No lo hizo como subordinada, sino como verdadera soberana y reina propietaria y madre del futuro emperador Alfonso VII. Los autores afirman que Urraca ejerció plenamente su legítimo poder político pero por otra parte sostienen que como mujer sufrió violencia de género y fue descalificada por el mero hecho de ser mujer. Urraca fue la primera reina que hubo en Europa Occidental. Una mujer podía ser heredera y reinar de manera directa sin depender de un varón.
El 30 de junio de 1109 murió Alfonso VI. Urraca emite el 22 de julio un documento que inaugura la colección diplomática como soberana Domini institutione totius Yspanie Regina. Doña Urraca se convierte en la primera reina de Occidente. Alfonso VI fue emperador y Alfonso VII, el hijo de Doña Urraca también lo fue. El libro pretende rehabilitar políticamente a Doña Urraca como emperatriz que fue con todos los derechos y con la plenitudo potestatis.
Doña Urraca tuvo que contraer matrimonio con Alfonso I de Aragón y de Pamplona (1104-1134) en 1109. El enlace fue anulado por los prelados reunidos en el concilio de Palencia del año 1114. Fue un matrimonio de Estado que salió mal. Urraca I puso como condición ser bien tratada por su marido: “me debes honrar como buen hombre a su buena esposa”. El incumplimiento de este precepto sería causa de separación. El rey Alfonso debía ser un buen marido y debía mantener el respeto debido a su mujer. Las consecuencias personales involucraban consecuencias políticas para el rey y su jurisdicción sobre León. Lo que no está claro es si el fracaso del matrimonio se debió a razones psicológico-personales, violencia de género como dicen los cursis de hoy en día imbuidos de la ideología de género o por razones más bien políticas relacionadas con la lucha por el poder político. Un historiador debe ir a razones objetivas, políticas más que a razones psicológicas o de violencia de género, sintagma éste introducido en el texto para complacer a las feministas de acuerdo con los tiempos actuales. Decir que hay violencia de género es afirmar que el varón por ser precisamente varón eo ipso es un maltratador potencial, que la causa de su conducta radica en su sexo, en su género dicen los cursis. Por cierto que confundir sexo con género es pura metafísica, es locura y necedad.
De todos modos, los autores del libro oscilan entre una concepción realista, política para explicar la separación de los reyes y la estúpida ideología de género en la que caen para atraerse tal vez el aplauso del público progresista, muy aficionado éste de acuerdo con el espíritu de los tiempos a explicarlo todo desde los estudios de género en la historia. Todo esto se ve cuando se atribuye la separación de la pareja a la fuerte y desmedida represión que efectuó Alfonso sobre Galicia. Esto sería una de las causas. Pero por otro lado “Cuando la reina Urraca I señale las causas que la llevaron a separarse del Batallador, consignará motivos de género: malos tratos y agresiones contra la integridad física y psíquica de la reina, pero también razones de carácter religioso y político.”
Urraca era reina propietaria de León y de tota Hispania. El fraccionamiento del reino de León era un concepto que no encajaba en la ideología imperial leonesa. Sí cabía la praeparatio del futuro monarca heredero de la corona.
¿Cuál es el concepto de imperium legionense? ¿En qué consiste eso? En la potestad regia parecen querer decir los autores. Este concepto de imperio leonés era un concepto netamente intrahispano. No era como el concepto de imperio sostenido por la ideología carolingia o la pontificia. “Recordemos que los reyes de León son primeramente eso, reyes, y que por lo tanto su carácter de imperatores no varía su condición regia. Si, como se ha propuesto, siguiendo a Maravall, Sánchez Candeira y a Gambra principalmente, el imperator legionens fue concebido como el rey hispánico de reyes peninsulares, cristianos o no, según la tradición de Fernando I y Alfonso VI, no es de extrañar y para nada hace tambalear el edificio ideológico del concepto de imperio en León el que el rey o la reina se reconozcan a sí mismos meramente como rex o Regina.” Regina totius Hispanie. Siempre se habla de España.
Doña Urraca I es imperatris. “En septiembre de 1110, la reina aparece en una donación como “regina et imperatrix Yspanie”.
Es reina de León pero también ostenta el imperio, la titulatura imperial, un dominio teórico sobre todos los demás reinos y dominios hispanos. Además, “A finales de aquel mismo año de 1110 la reina Urraca figura totius Ispanie imperatrix” figura en otra donación. El título imperial leonés significa que el rey de león está situado en una posición excepcional sobre una diversidad de territorios, señoríos, reinos y soberanos pero todo ello referido a totius Spanie. “Se pierde el carácter universal del Imperio germánico en la idea imperial leonesa.” Los documentos siguientes que hacen alusión a la dignidad imperial del cargo de que está investida Urraca I se refieren a ella como “imperatrix Ispanie” en 1112 y “totius Hispaniae imperatrix” en el mes de octubre de 1114. El título imperial leonés era solamente panhispánico.
Por lo demás, “Ya desde la conquista de Toledo por Alfonso VI en 1085, e incluso antes de este evento, los reinos de Pamplona y Aragón reconocían a través de sus cancillerías la superioridad institucional del monarca de León”-
En fin, sabemos ya algo de Doña Urraca I y de sus problemas con Alfonso I el Batallador y acerca de en qué consiste el concepto de Imperium legionense. El libro apenas dice más, bueno sí, habla de la ideología de género aplicada, extrapolada ilegítimamente a la época de Doña Urraca. Una ideología estúpida y falsa y encima se utiliza para explicar o deformar la situación y la biografía política de Doña Urraca. Un guiño al espíritu de los tiempos presentes.
En este punto creo conveniente y necesario para una mejor inteligencia de los hechos y de los conceptos recurrir y exponer la doctrina del Imperio presente en Gustavo Bueno y en otros autores.
La doctrina del Imperio de Gustavo Bueno.
El gran filósofo español Gustavo Bueno (1924-2016) desarrolló en su obra “España frente a Europa”, 1999, una doctrina filosófica de la Idea de Imperio que puede servirnos acaso para entender qué es el Imperium legionense.
Para empezar el término imperio no es unívoco, sino análogo de atribución y tiene cinco acepciones.
La acepción I del Imperio significa la facultad subjetual del imperator. Se trata del concepto subjetual. Tiene que ver con el mando, que en última instancia es el poder de obligar del ejército. Es la potestas del general, del caudillo, del césar. No es algo meramente físico, sino un mando legítimo aceptado voluntariamente y de buen grado por los que obedecen. Es necesaria pues también la auctoritas del imperator para que el mando se ejerza correctamente. El mando como dice Julien Freund nada es sin la obediencia.
El mando del imperator está al servicio de la eutaxia del Estado, del poder público, de la paz pública. Esta primera acepción del Imperio sólo tiene sentido político.
La acepción II del Imperio significa el ámbito del ejercicio del poder político por parte del imperator. Es el espacio antropológico en el que se desenvuelve el ejercicio del imperio. Es el territorio dominado por el imperator, hasta donde se extiende su poder, su soberanía.
La acepción III del Imperio es sistema de Estados subordinados al Estado hegemónico.
Este tercer concepto de imperio es el imperio diapolítico . Este imperio diamérico es un sistema de Estados dirigidos por un Estado hegemónico que ejerce su imperio sobre ellos. Dirige a los Estados a él subordinados. El imperio comúnmente puede ser o entenderse como concepto diapolítico de imperio. Este imperio puede ser o bien depredador o bien generador. El Estado depredador hegemónico se rige exclusivamente por su razón de Estado por su propia eutaxia. Un ejemplo, el imperio egipcio o el imperio asirio. En el fondo el imperio depredador tiene una depredación francamente dirigida hacia la explotación económica.
La acepción IV es un imperio transpolítico o metapolítico. La Idea de Imperio viene formulada desde algún lugar que es exterior a las sociedades políticas realmente existentes, desde Ideas metapolíticas. Sólo desde una perspectiva transpolítica, más allá del Estado es posible trascender la dimensión diapolítica del Imperio. Se alcanza así una perspectiva universal. El mando imperial del Estado hegemónico necesita de la obediencia voluntaria, consenso, consentimiento de buen grado. Tiene que haber una legitimación del Imperio, una legitimidad. Se llega así a la codeterminación de los Estados entre sí, entre el imperio y los Estados subordinados, acción y reacción. Llegamos así al Imperio Universal. O bien es un concepto teológico de Imperio o bien es un concepto metafísico de Imperio.
La acepción V del Imperio es la Idea filosófica de Imperio. Es una Idea límite y desemboca en la eliminación del papel hegemónico de un Estado sobre los demás. El Emperador se convierte en soberano de todo el imperio, tanto del Estado hegemónico inicial como de los otros Estados. El Emperador pasa a tener una autoridad, una auctoritas abstracta. El Imperio pasa de ser un imperio depredador a ser un imperio generador. Se produce una ecualización entre el centro del Imperio y sus dependencias, su periferia, sus Estados subordinados. Hay un proceso de fusión e integración. La Idea de Género Humano aparece ligada con la Idea filosófica de Imperio.
El proyecto de una Historia Universal puede recuperarse como proyecto filosófico de una Historia de los Imperios Universales. La Historia Universal es pues la historia de los Imperios Universales. Lo demás es antropología o etnología. La Historia Universal es pura metafísica entendida como historia del Género Humano.
La tradición occidental consiste en concebir al Imperio como un coorden de sociedades políticas previas entendidas como ciudades. Esto empieza con el imperio de Alejandro Magno. Es pues el primer imperio generador de la historia.
El Imperium legionense.
Ciertamente, La Idea de Imperio ha estado presente en España desde el siglo IX al menos con Alfonso II. Los reyes de Asturias, de León y de Castilla asumieron sucesivamente el título de Emperadores. Eran Emperadores hispánicos, de España. La España de los Reyes Católicos era un Imperio. Desde un punto de vista de la Idea filosófica de Imperio, el Estado de los Reyes Católicos es un Imperio. La Monarquía Hispánica se aproximó más que ninguna otra a la Idea filosófica de Imperio. Según Gustavo Bueno la relación entre la unidad histórica de España y su identidad como Imperio no es accidental, sino necesaria. Esto es, se trata de una relación esencial.
Menéndez Pidal ha hablado con insistencia de Imperio hispánico. Alfonso III asume el título de Emperador. A Ordoño II se le llamará en la crónica najerense imperator legionensis. Ramiro II fue llamado imperator y basileus. Alfonso V de León volverá a titularse Emperador. Sancho III asumió también el título de Emperador. Alfonso VI se titulará Imperator totius Hispaniae. Alfonso VII se hace coronar en León Emperador de España.
Con estas breves apostillas o notas hemos pretendido esclarecer el concepto de Imperium legionense que a nuestro juicio los autores del libro comentado por nosotros no alcanzan a establecer de manera clara y distinta. Hay que entender el concepto de Imperium legionense como la encarnación de la Idea filosófica de Imperio sobre España, lo que liga a España con la Idea de Imperio, un imperio que fue generador y no depredador.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-29993178163002977022023-09-21T00:55:00.003-07:002023-09-21T00:55:50.541-07:00Gustavo Bueno. La historia de las ideas filosóficas.Rasguños
Historia de las Ideas filosóficas
Gustavo Bueno
Fundamento de la (hipotética) necesidad de una disciplina denominada Historia de las Ideas filosóficas, contradistinta de la disciplina en vigor Historia de la filosofía y de la ciencia.
Historia de las Ideas filosóficas
1
Todavía se oyen voces --plañideras o eufóricas-- que lamentan o celebran la «muerte de la filosofía», sustituida por las «nuevas tecnologías» o por «la ciencia», en singular. Estas voces suelen inspirarse en la mera observación de la decadencia de la filosofía en los sucesivos planes de estudios vinculados a las reformas de la Ley de Educación.
El gremio constituido por los profesores de filosofía suele lamentarse de los recortes que sus horarios van sufriendo, en beneficio del incremento de otras disciplinas al cuidado de otros gremios (el de los historiadores, el de los economistas, sociólogos o prehistoriadores, o el de los instructores en seguridad vial).
Pero si la mirada observadora, en lugar de dirigirse a las aulas de la enseñanza secundaria (en las cuales «la filosofía» va descendiendo en prestigio hasta aproximarse al grupo de asignaturas llamadas en tiempos «marías») se dirigiera a otras direcciones de la vida colectiva --redacciones de periódicos, tertulias de televisión, columnistas de diarios, vestuarios futbolísticos, cocineros al volante, horas culturales, tribunas políticas, &c.-- entonces tendría que hablar de un «espectacular renacimiento» de la filosofía. En efecto, entre las palabras que alcanzan mayor frecuencia (medible) en los medios de comunicación, la palabra «filosofía» llega a alcanzar, no sólo al sustantivo «cultura», sino también al adjetivo «democrático» o «democrática».
Es cierto que la palabra «filosofía», como la palabra «cultura» o la palabra «democrático», cambian sus referencias notoriamente con los años. Ahora, estas referencias no son tanto «académicas» o «sistemáticas», sino que proceden, al parecer, de la propia espontaneidad de quien las utiliza en el día a día de la vida práctica. «Hay que rebajar o suprimir el IVA cultural», dicen los actores o directores de cine, cuando responden a las preguntas que les formulan los periodistas momentos antes de una «gala» en la que se conceden los premios Goya. Dice el dueño de un restaurante que se ha puesto de moda en Madrid: «La filosofía de mi negocio es clásica: carne, los lunes, miércoles y jueves; pescado los martes y viernes; los sábados y domingos, huevos rotos». O bien, dice otro restaurador sevillano, en plena euforia a raíz de la buena marcha de su negocio: «La filosofía de mi negocio es muy sencilla y se resume en tres palabras: jamón, jamón, jamón» (y no dudamos que estas palabras tengan mucha más profundidad que las que ese restaurador sevillano parece atribuirle fijándose en la prosperidad de su negocio, porque el restaurador ni siquiera parece haber advertido que la profundidad filosófica de su fórmula está ligada al conflicto con el Islam, porque la «filosofía sencilla» encerrada en tales palabras, incluye la cuestión de la línea divisoria entre los cristianos y los musulmanes).
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La cuestión que nos ocupa está muy trillada, hasta el punto de que podemos tener la seguridad de que todo cuanto hoy podamos decir sobre este asunto está ya dicho, incluso por nosotros mismos, y por tanto, sería redundante volver a repetirlo. Las novedades acaso sólo puedan aparecer en el terreno del cambio de referencias, por ejemplo, en el cambio de los fundamentos en los que apoyar las reivindicaciones.
Por ejemplo, cuando la crítica positivista o neopositivista a la filosofía procedía de la «ciencia moderna», la «ciencia» y la «tecnología» habría sustituido a la filosofía, y la habría dejado «sin programa», una vez que la filosofía sistemática hubiera desaparecido. Precisamente quien olfateando el naufragio de cualquier sistema filosófico, ya en el siglo XVII, quiso reivindicar la filosofía, acudió a la historia de la filosofía como disciplina capaz de reemplazar a los tradicionales cursos escolásticos. Así lo pensó Jacobus Thomasius en su Schediasma historicum… varia discutiuntur ad historiam tum philosophiam tum ecclesiasticam pertinentia (Leipzig 1665).
3
Sin embargo, la reivindicación de la filosofía sistemática a través de los sistemas filosóficos históricamente dados es muy precaria, porque la propia historia de los sistemas filosóficos, si no quiere recaer en mera enciclopedia, supone que la filosofía académica ha de ser sistemática, y que requiere la perspectiva de un sistema dado, aunque este fuera el del escepticismo, al modo de Sexto Empírico, concibiendo la historia de los sistemas filosóficos como exposición de la diafonía ton doxon, o la mayor aproximación posible a la sentencia de Cicerón: «no hay necedad que no haya sido dicha y defendida alguna vez por algún filósofo» (añadiremos nosotros --recordando a Tipler o a Vilenkin-- «o por algún científico»).
Sería preferible, si no cabe atribuir verdad alguna a los sistemas filosóficos históricamente dados, sustituir la historia de los sistemas filosóficos por la historia de la ciencia y de la tecnología.
Supuesta esta fundamentación de la reivindicación de la historia de los sistemas filosóficos, quedaría sin duda una alternativa: proponer un sistema filosófico más potente que aquellos que la historia ofrece, aun renunciando, por utópico, al proyecto de sustituir la filosofía espontánea de cocineros, químicos, futbolistas o cómicos, y, en su lugar, fijarse como objetivo la conformación de una élite o nódulo en el que estuvieran representados al menos el 1% de la población nacional. En esta dirección argumentábamos nosotros no ya en El papel de la filosofía, de 1968, sino en el opúsculo ¿Qué es la filosofía? --apelando al sistema del materialismo filosófico, págs. 83-92, de la segunda edición de 1995--.
Esta fundamentación de la historia de las ideas filosóficas, y no de la historia de la filosofía, está basada en el supuesto de la conveniencia, por motivos políticos, religiosos, gremiales, &c., de que los individuos (o una élite de ellos) que integran una sociedad política o religiosa o gremial, ya desplegada a una escala conveniente, dispongan de ideas comunes mejor o peor sistematizadas, que permitan a esa comunidad controlar en lo posible el mundo entorno en el que viven, un mundo ya muy lejano del habitual a sus antepasados cazadores o recolectores.
La fundamentación de la necesidad de mantener un sistema de ideas filosóficas no tiene, por tanto, como finalidad, las subjetividades individuales, sino en tanto estas subjetividades forman parte de sociedades complejas que viven en un mundo también complejo, un mundo en el cual actúan ya las ciudades estado y, por consiguiente, ejércitos enfrentados a otros, dioses secundarios demiúrgicos, en crisis heredadas en una cadena continua.
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Pero este no es el caso de las fundamentaciones concebidas desde una perspectiva subjetiva, ya sea psicológica, ya sea neurológica o «cerebrocéntrica». Hay muchos modos de aproximarse a esta perspectiva pero, en general, desde ella, la diana a la que tenderá la fundamentación es, en todo caso, el individuo humano, entendido como una morfología positiva, evolutiva, protegida por los derechos humanos, que tiene como término la maduración de su realidad, que le permitirá adaptarse al mundo entorno que le toque vivir. Siempre que este mundo entorno esté organizado política y tecnológicamente a una democracia «a la altura de los tiempos».
La formación filosófica que puede reclamarse desde la perspectiva psicosubjetiva, difícilmente podrá fundarse en el pretérito histórico. El interés de la historia de las ideas para la «maduración» de los individuos sólo podrá consistir, no tanto en esas ideas, sino en el «disfrute» que algunos ciudadanos puedan encontrar en la lectura y meditación de Aristóteles o de Espinosa, con el mismo alcance que para estos ciudadanos pueda representar el «disfrute» de una colección de monedas antiguas o de discos de vinilo, o la lectura de novelas no tan antiguas de ciencia ficción.
La psicología, y sobre todo la llamada psicología evolutiva (prácticamente identificable con la llamada epistemología genética de J. Piaget), pretende reconocer un fundamento psicológico evolutivo de la presencia de determinadas ideas filosóficas en el proceso evolutivo de los ciudadanos individuales «adultos y civilizados»; pero de tal modo que la propia perspectiva histórica de estas ideas pierde su eficacia, por cuanto estas ideas se supone que brotan en el mismo desarrollo interno de los individuos, y que por consiguiente no necesitan de una disciplina que se las inyecte desde fuera.
Piaget intentó dar cuenta, en efecto, de las implicaciones históricas de las ideas determinadas en cada estadio evolutivo individual, apelando a la «ley de recapitulación» de la filogenia en la ontogenia, que E. Haeckel había formulado a finales del siglo XIX, lo que implicaba una reducción de la historia de las ideas al campo de la psicología. Los niños, en un estadio primitivo, por ejemplo el estadio 3a , cuando perciben el proceso por el cual un terrón de azúcar se disuelve en un vaso de agua, creen que el terrón está presente en los granos de azúcar, o dicho de otro modo, que los niños están reproduciendo espontáneamente el atomismo de Demócrito. Asimismo, el «realismo infantil» acerca de los objetos de su mundo, se correspondería con el realismo platónico de las ideas, y el artificialismo de Aristóteles aparecería también en las últimas etapas del desarrollo infantil, de la misma manera a como el gatear de los niños del primer año reproduce en la ontogenia el estadio cuadrumano de los primates.
Pero las ideas filosóficas no pueden deducirse de la ley de recapitulación.
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Ahora bien, a nuestro entender, la ley de recapitulación no sólo no ofrece, como hemos dicho, fundamentos para una disciplina denominada Historia de la filosofía y de la ciencia (puesto que las ideas filosóficas o científicas estarían segregadas espontáneamente, en los diferentes estadios de la evolución y sería superflua una disciplina que pretendiera inocularla desde la escuela), sino que es errónea en sí misma, pues erróneo es interpretar ciertas correspondencias que pueden sin duda establecerse en el sentido que va de la psicología evolutiva a la historia, pero no en el sentido reductivo de la historia a la psicología. La contemplación de los niños ante un terrón de azúcar disolviéndose en agua evoca sin duda el atomismo de Demócrito, pero de aquí no puede concluirse la recíproca, que sea el atomismo de Demócrito, conservado acaso en una determinada capa neural o genómica, el que refluye en la reinterpretación de los niños que contemplan el terrón de azúcar disolviéndose en el agua.
Entre otras cosas, porque el atomismo de Demócrito no fue concebido por un sabio griego individual, que hubiese alcanzado psicológicamente el estadio 3 a de su evolución histórica, sino por unos hombres (inspirados por lo que Platón llamaba las musas jonias) que discutían con otros hombres de su misma tradición (con los eléatas, inspirados por las musas itálicas), y que estaban a su vez influidos por la escuela pitagórica, que concebía los puntos como corpúsculos atómicos y con un estadio de desarrollo tecnológico, político, social y lingüístico que tuvo lugar a escala histórica durante los siglos VI, V y IV antes de Cristo, y no a escala psicológica.
De hecho, si Piaget creía poder fundar en la evolución ontogenética la determinación de ciertas ideas filosóficas es porque su psicología evolutiva estaba a su vez inspirada en ideas de la tradición académica. Tal ocurre, por ejemplo, en su teoría de la adolescencia, de la que nos ocupamos en un curso celebrado en 1998 («Adolescencia: antropología comparada», reproducido en El Catoblepas, n1 141, noviembre 2013):
«Porque la adolescencia, en esta concepción, aparece entendida, desde luego, como un estado de transición entre la infancia y la juventud adulta. Muchos consideran que esta concepción, tal y como Piaget y sus colaboradores han desarrollado, constituye el paradigma científico mismo del concepto biopsicológico de la adolescencia. Pero Piaget no hace sino acogerse al esquema, generalmente admitido por todos los psicólogos, y que no es otro sino el esquema del que hemos llamado «concepto formal» [hoy diríamos: «lisológico»] de adolescencia, un concepto que, utilizado sin las cautelas debidas, se transforma, casi automáticamente, en un concepto unívoco. Son esenciales a los conceptos piagetianos los contenidos asignados a cada uno de los tres estados consabidos. Y, a nuestro entender, y dicho sea de paso, estos contenidos, a partir de los cuales Piaget pretende definir a la adolescencia en general, se parecen extraordinariamente a aquellos que Augusto Comte asignó no ya al individuo humano, sino a la humanidad histórica, en tanto que ésta habría de atravesar tres grandes estadios (con fases diversas a su vez) denominados «estadio teológico» (fetichismo, monoteísmo, politeísmo), «estadio metafísico» y «estadio positivo». Se diría que Piaget, así como intentó (aproximándose sin quererlo al proyecto hegeliano de la Filosofía del Espíritu) estructurar la historia de la ciencia proyectando sobre ella las fases que había asignado al desarrollo de la inteligencia (atribuyendo al niño rasgos fetichistas, animistas o hilozoístas), así también procedió, quizá de un modo inconsciente, aplicando la ley de los tres estadios de Comte al desarrollo del individuo, un desarrollo que a partir de la primera infancia alcanza el estado de adulto joven, en el cual el yo aparece integrado en un «sistema personal». De este modo, la infancia (desde 0 hasta 11 o 12 años) constituiría un primer estadio de desarrollo (sin perjuicio de las grandes transformaciones que en ella tienen lugar: inteligencia sensorio-motriz previa al lenguaje, inteligencia intuitiva de operaciones intelectuales concretas, operaciones intelectuales abstractas) coordinable obviamente con el primer estadio de Comte; en cuanto a la adolescencia, se diría que parece conceptualizada formalmente por Piaget mediante características análogas a las que Comte utilizó para definir el estadio metafísico («la adolescencia es la edad metafísica por excelencia», llega a decir Piaget); es la edad en la que, gracias a la maduración de la inteligencia formalizada, se construyen, entre los 15 y 17 años, sistemas abstractos, «liberados de la realidad»; pero también es la edad de las sociedades de adolescentes, que serán vistas sobre todo –a diferencia de los grupos infantiles– como grupos de discusión en los que los adolescentes, que intentan reconstruir metafísicamente el universo enfrentándose incluso al universo de los adultos, «se pierden en discusiones sin fin destinadas a combatir al mundo real» (una característica –la discusión indefinida– que Comte precisamente atribuyó a la edad metafísica de la humanidad). En cuanto a la juventud adulta, es interesante constatar que también es descrita por Piaget explícitamente mediante el adjetivo «positivo» como una fase en la que tendría lugar la «reconciliación con la realidad». No parece, según esto, muy arriesgado sospechar que el concepto piagetiano de la adolescencia, como edad metafísica, transporta una carga crítica de cuño positivista y de gran significado en los planteamientos pedagógicos, contra los adultos ocupados en el cultivo de la filosofía metafísica y que podrían ser considerados, por tanto, como «adolescentes».
6
Concluimos nuestra reivindicación en una época de mudanza de planes de estudio, en la que muchos parlamentarios de partidos políticos, o sus pedagogos respectivos, sobre todo cuando son sociólogos dotados de sillones ministeriales, prevén que la disciplina denominada «historia de la filosofía y de la ciencia» va a desaparecer, por fin, del bachillerato.
Una previsión justificable por fundamentos similares a los que justificaban la eliminación de las disciplinas filosófico teológicas inspirada en la famosa obra de Draper, Historia de los conflictos entre la religión y la ciencia, sino en una disciplina contradistinta que va referida, al margen de tradiciones gremiales (profesores de filosofía, profesores de ciencias o tecnologías), a las ideas filosóficas, y que da cuenta del hecho innegable de que muchas de las ideas filosóficas a las que nos referimos, hayan sido dibujadas no ya tanto por individuos de tradición académica (desde Tales de Mileto a Espinosa), sino por científicos tales como Newton (Principios matemáticos de la filosofía natural, 1687) o Laplace (Ensayo filosófico sobre la probabilidad, 1814).
Ahora bien, las ideas filosóficas que han sido perfiladas, ya sea por filósofos académicos, ya sea por filósofos científicos o políticos (como Copérnico, Hobbes, Darwin o Einstein), se dibujan a una escala muy distinta de la escala psicológica, como es el caso de ideas tales como Hombre, Dios o Mundo, que no proceden de las secreciones psicológicas determinadas en la evolución del niño que va recorriendo los diferentes estadios de su desarrollo hasta alcanzar la maduración de su inteligencia de adulto civilizado, cuando sus operaciones ejercitan el grupo INRC y que adaptado a un medio democrático del presente, puede llegar a ser un buen relojero de Ginebra y mejor ciudadano de su república.
Nos parece conveniente ofrecer un conjunto de Ideas incorporadas a los lenguajes corrientes y que pueden servir de referencia en el debate de la cuestión que nos ocupa: Universo, Cosmos, Caos, Ser, Nada, Existencia, Materia, Dios, Infinito, Metafinito, Evolución, Fundamento, Humanidad, Libertad, Persona, Ego trascendental, Estado (político), Categoría, Derechos humanos, Voluntad, Conocimiento, Espacio, Tiempo, Todo, Parte, Identidad, Silogismo, Ciencia, Arte, Vida, Finalidad, Razón, Deporte, Ilustración, Cultura, &c.
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Si las ideas filosóficas, ya procedan de tradiciones académicas (escolásticas), ya procedan de tradiciones políticas, comerciales o religiosas, son ideas que han ido apareciendo a escala histórica (y no a escala psicológica), no sería posible entenderlas a escala psicológica evolutiva, como parecen pretender los que planifican desde los ministerios o departamentos de educación los programas de la educación secundaria. La escala histórica de una Historia de las Ideas filosóficas se reduce cuando se interpreta, al modo de las vulgatas del materialismo engelsiano marxista o maxweberiano, como el análisis de la historia de las ideas como resultado de los conflictos de intereses de clase o gremiales, por ejemplo, cuando se supone, como supuso Ortega (también Russell), que la concepción aristotélica de Dios, Acto puro consagrado a pensar sobre sí mismo, era la concepción propia y esperable de un profesor de Metafísica.
No ponemos en duda que la energía que mueve una locomotora procede del gasoil o del carbón almacenado en sus depósitos, así como la energía que mueve a los directores de una secta política o religiosa puede ser la expectativa de la ganancia económica, que ronda siempre la corrupción de los dirigentes. Pero también sabemos que con los depósitos llenos de gasoil o de carbón la locomotora no se mueve, porque es preciso que estén a punto las bielas, los carriles y en general el diseño de la máquina, que ya no puede considerarse como si fuera una secreción del propio carbón o del gasoil.
El Catoblepas
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Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-51785280694746831662023-09-21T00:53:00.002-07:002023-09-21T00:53:22.493-07:00¿Quién fue Donoso Cortés?1. ¿Quién fue Juan Donoso Cortés?
Juan Donoso Cortés, primer marqués de Valdegamas (Valle de la Serena, Badajoz, 6 de mayo de 1809 - París, Francia, 3 de mayo de 1853), fue un filósofo, parlamentario, político y diplomático español, funcionario de la monarquía española bajo el régimen liberal. Fue evolucionando hacía una ideología conservadora y autoritaria, perteneciendo al entorno político del moderantismo, hasta que a partir de 1847-1849 elabora la teoría de la dictadura autoritaria contrarrevolucionaria frente a la revolución.
Estudió Derecho en las universidades de Salamanca y Sevilla. El 20 de enero de 1830, en Cáceres, contrajo matrimonio con Teresa García Carrasco y Gómez Benítez, procedente de una las más acaudaladas familias extremeñas y hermana del futuro primer conde de Santa Olalla. El 24 de octubre de ese mismo año nació su única hija, María Josefa, que falleció a los dos años de edad. En 1832 se instaló en Madrid, donde publicó Memoria sobre la monarquía, de línea liberal-conservadora, y donde dio comienzo su actividad como periodista político, influido por el liberalismo doctrinario de Royer-Collard y otras figuras de la Restauración Francesa. Recibió también fuerte influencia del filósofo italiano Giambattista Vico, introduciendo su estudio en lengua española. En 1833 ingresó en la secretaría de Estado e inició su carrera política. El 3 de junio de 1835 falleció su esposa Teresa.
Fue secretario del gabinete y de la presidencia del Consejo en 1836, con el gobierno de Mendizábal. En 1837 fue elegido diputado por Cádiz y en 1840 marchó a Francia, poco antes de que fuese depuesta la regente María Cristina. Donoso se convirtió en hombre de confianza y agente de María Cristina y no volvió a instalarse en España hasta la caída de Espartero, en 1843, como diputado por Badajoz, por el Partido Moderado
Apoyó a los isabelinos en la Primera Guerra Carlista y participó en la reforma constitucional de Narváez en 1845.
Contactó en Francia con movimientos católicos y eso determinó su evolución hacia una actitud más ligada a la defensa del régimen tradicional. De hecho, es famoso por este vuelco hacia la tradición, a partir de 1848, en que llevó a la imprenta su famoso Discurso sobre la Dictadura que contiene su teoría de la "dictadura del sable", una apología del gobierno fuerte como efecto del caos que él veía en la revolución de la modernidad. En 1851 salió a la luz su famosa obra Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo, su salto a la filosofía política.
Tras su muerte, el ultramontano francés Louis Veuillot publicó su semblanza en L'Univers, que fue traducida parcialmente al español por el diario carlista La Esperanza. En el primer tomo de las Obras de Juan Donoso Cortés, publicado en 1854, se incluyó una noticia biográfica completa escrita por Gabino Tejado.
Fue elegido diputado el 22 de septiembre de 1837 por Cádiz que después repetiría el 18 de enero de 1840. En 1843 saldría elegido esta vez por la circunscripción de Badajoz aprovechando la caída de Espartero siendo dado de alta el 18 de octubre. Desde ese momento volvería a ocupar ese escaño en 4 legislaturas más consecutivas hasta el 5 de noviembre de 1851.
Junto con Jaime Balmes representa una referencia para el desarrollo de la ideología conservadora en España y también del pensamiento tradicionalista, influyendo tanto en Marcelino Menéndez y Pelayo, como en Juan Vázquez de Mella o José Antonio Primo de Rivera.
Fue nombrado marqués de Valdegamas y embajador en París, donde murió. Sus restos reposan en un mausoleo conjunto con Goya, Moratín y Meléndez Valdés, obra de Ricardo Bellver, en el Cementerio de San Isidro de Madrid.
2. Doctrina.
Miguel de Unamuno, que había leído a Donoso Cortés desde pequeño, no lo tenía en gran estima a causa de su estilo hinchado, su falta de originalidad y su pesimismo:
El Ensayo sobre el liberalismo de Donoso, me producía en algunos pasajes escalofríos en el espíritu. La marcha oratoria de su discurso, la pompa hojarascosa de su estilo, lo extremoso y en el fondo lúgubre –si fueran originales– de aquellas doctrinas que espantaban el sueño de mis ojos. Aquellos reflejos del pensamiento paradójico de De Maistre, su maestro, lo de la razón humana ama del absurdo, aquellas frases bajo las que representa el pecado original, aquella pintura del linaje humano que en un barco zozobrante desciende por el tormentoso río de los tiempos, invocando y execrando, maldiciendo y bendiciendo aquellas exposiciones del satanismo inocente y pueril del buen Proudhon, todo ello, ¡qué efecto no haría en una mente que empezaba a abrir su cáliz a la luz de la verdad!
Donoso Cortés fue una cumbre del pensamiento político de su época a decir de Carl Schmitt. Aun hoy su argumentación sigue siendo una de las más rigurosas y potentes en el pensamiento conservador frente a la idea de la democracia. Los demócratas liberales, los progresistas, no han conseguido todavía aún objetar y rebatir eficazmente las objeciones de Donoso Cortés a la idea democrática.
El diagnóstico que Donoso Cortés efectúa sobre la modernidad es que ésta ha fracasado. Los ideales de la ilustración han mostrado histórica y empíricamente su fracaso y su inviabilidad.
Frente a la razón discutidora parlamentaria liberal Donoso Cortés plantea la decisión, la dictadura decisionista y esta decisión política es previa a la legitimación política. La decisión es previa a la legitimación. Lo político descansa en el poder político en algo que es anterior a la ley.
La originalidad de la teoría de la dictadura de Donoso Cortés va ligada a su actualidad. Donoso Cortés es el pensador político español del siglo XIX que ha ejercido una mayor influencia internacional. Donoso es más original, vigoroso y profundo que Ortega y Gasset y con un impacto político más práctico y dramático y su actualidad es por ello más evidente y recurrente. Hay que tener en cuenta la excepcionalidad política de la dictadura. Esto va a ser tematizado por Carl Schmitt en “La dictadura” Esta excepcionalidad política de la dictadura nos lleva al decisionismo político.
Donoso Cortés percibió el advenimiento del totalitarismo y del nihilismo.
La teoría de la dictadura o contrarrevolución es moderna, burguesa, no restauradora del Antiguo Régimen, por eso no puede decirse que Donoso Cortés sea carlista. Donoso Cortés no es un pensador reaccionario.
Donoso Cortés pasó de ser un liberal conservador doctrinario y de orden que defendía el Estado liberal parlamentario frente al carlismo reaccionario y frente al progresismo radical, a ser un decisionista conservador católico. Según Schmitt Donoso Cortés abandona la argumentación legitimista y ya no formula una filosofía política de la restauración, sino una teoría de la dictadura. Es esto lo que realmente nos interesa y es lo más original. Frente a la clase discutidora, la burguesía y su parlamentarismo, su gobierno por discusión, sin decisión, Donoso plantea la necesidad de una dictadura conservadora, católica para hacer frente al socialismo, al nihilismo, a la revolución. Las leyes se han hecho para la sociedad y no la sociedad para las leyes, por lo tanto el decisionismo pasa a ser el fundamento del poder político entonces. Hay que optar, decidir, elegir entre la dictadura del sable y la del puñal, entre catolicismo y revolución como veremos más adelante.
3. El decisionismo.
El fundamento del derecho es una decisión soberana previa a la existencia del derecho en un vacío normativo. Tal planteamiento teórico viene de Th. Hobbes (1588-1679). Más tarde Carl Schmitt se inspiró en Hobbes y en Donoso para proclamar que el soberano es quien decide sobre el estado de excepción distinguiendo entre amigo y enemigo y que eso es la esencia de lo político. “Las leyes se han hecho para las sociedades y no las sociedades para las leyes” Hay algo previo a las leyes: la sociedad. Las leyes no proceden de las leyes sino en última instancia del poder político, que emana de la sociedad política.
Hay que decidir. Gobernar es decidir. Donoso piensa lo político desde la excepcionalidad que se ha instalado en Europa desde 1848. “Se trata de escoger entre la dictadura de la insurrección y la dictadura del Gobierno; puesto en este caso, yo escojo la dictadura del Gobierno, como menos pesada y menos afrentosa.
Se trata de escoger entre la dictadura que viene de abajo y la dictadura que viene de arriba: yo escojo la que viene de arriba, porque viene de regiones más limpias y serenas; se trata de escoger, por último, entre la dictadura del puñal y la dictadura del sable: yo escojo la dictadura del sable, porque es más noble.”
4. La dictadura.
La dictadura pues, es necesaria. Es la respuesta excepcional a una situación excepcional. “Cuando la legalidad basta para salvar la sociedad, la legalidad; cuando no basta, la dictadura.” La dictadura se justifica por lo provechosa que puede llegar a resultar, por razones pragmáticas: “Digo, señores, que la dictadura en ciertas circunstancias, en circunstancias dadas, en circunstancias como las presentes, es un gobierno legítimo; es un gobierno bueno, es un gobierno provechoso, como cualquier otro gobierno; es un gobierno racional, que puede defenderse en la teoría, como puede defenderse en la práctica.” Una vez que se piensa lo político desde el estado de excepción lógicamente se desemboca en una teoría de la dictadura. La dictadura es el legítimo gobierno para salvar a la sociedad burguesa de la revolución. La revolución y la contrarrevolución van unidas y o triunfa la una o triunfa la otra. Hay que elegir pues entre ambas. Toda revolución genera una contrarrevolución como respuesta lógica.
5. La teología política.
Todas las cuestiones políticas derivan de cuestiones teológicas. El pensamiento político de Donoso Cortés es así una teología política. El análisis político es un análisis de la política y de las ideologías políticas desde la teología católica. La dictadura es en lo político lo que el milagro en la teología.
“La teología, por lo mismo que es la ciencia de Dios, es el océano que contiene y abarca todas las ciencias, así como Dios es el océano que contiene y abarca todas las cosas.” Toda solución política pasa pues por la teología católica. Con el Discurso sobre la dictadura Donoso Cortés se convierte en un teólogo político. “Detrás de toda cuestión política significativa hay siempre una cuestión teológica” La monarquía absoluta se corresponde con el teísmo, la constitucional con el deísmo y la república con el ateísmo. Si el Rey ha muerto, Dios ha muerto o a la inversa. El desencantamiento del mundo, la secularización, ha acabado con el orden político y ha abierto las puertas a la dictadura revolucionaria más monstruosa que jamás se haya conocido. Frente a esto Donoso Cortés ofrece una dictadura católica, conservadora y de orden para hacer frente a la revolución y al socialismo, no para retornar al antiguo régimen que Donoso considera superado y periclitado. Donoso se opone a devolver los bienes confiscados a la Iglesia Católica por la desamortización. La única solución política a los males de la época es la recatolización de la sociedad
6. Catolicismo, liberalismo y socialismo.
Tres alternativas políticas fundamentales distingue Donoso Cortés en su época: catolicismo, liberalismo y socialismo.
El catolicismo constituye un sistema completo de civilización y de orden. Toda cuestión política se resuelve en último término en catolicismo o muerte. El catolicismo ha salvado al mundo con su intolerancia de caer en el caos. El catolicismo defiende la civilización y el orden social. El catolicismo opta por el orden. El catolicismo reconcilia la autoridad y la libertad. Eso es lo que pretende Donoso Cortés: establecer una teoría política que concilie la libertad y la autoridad frente a la revolución, que en el fondo es la muerte de Dios y la más feroz tiranía.
El liberalismo ignora la teología e ignora por ello la profunda conexión entre cuestiones teológicas, políticas y sociales. Veamos entonces la interpretación donosiana de las escuelas racionalistas. Entre estas escuelas Donoso distingue dos: las liberales y las socialistas. Las primeras, afirma Donoso, justifican el gobierno parlamentario sustentadas en la creencia de que la verdad política y el buen orden es asequible por medio de la discusión; ello abriría el paso para la irrupción de los socialistas que, llevando hasta las últimas consecuencias las premisas modernas, conducen al caos, la tiranía y, en definitiva, representan para Donoso la personificación de Satán. Veremos así que la escuela liberal, deteniéndose a mitad de camino entre las afirmaciones soberanas católicas y las negaciones absolutas (encarnadas en el socialismo), no es sino la piedra de toque que le permitirá a Donoso enfrentarse con lo que considera un enemigo verdadero. La escuela liberal, dirá Donoso, desprecia la teología no porque no sea teológica, sino porque no sabe que lo es, esto es, no entiende el estrecho vínculo que existe entre las cuestiones teológicas y las cuestiones políticas y sociales. Concibe un Dios creador pero no soberano al que hay que rendirle culto pero no obediencia. No ubicando el mal en la sociedad (cosa que hará el socialismo) ni en el hombre (pecaminoso del catolicismo) el liberalismo lo coloca en el gobierno y en las instituciones. Esto no quiere decir que la libertad humana o el libre albedrío sea algo malo en sí. Muy por el contrario, Donoso cree que la libertad humana es el único límite que Dios se puso a su omnipotencia y que si bien por ella puede apartarse del Bien y generar el Mal, confiere al ser humano una dignidad sólo comparable con la de los ángeles, dirá Donoso.
Reconoce el liberalismo el origen divino de la soberanía pero afirma la soberanía actual de la razón y se encuentra, por tanto, entre dos verdaderas teologías: la del socialismo, que afirma el poder constituyente actual del pueblo, y la del catolicismo, que afirma la soberanía de Dios por medio de sus representantes legítimos. Para el liberalismo el mal adviene cuando el gobierno pasa de las manos de los parlamentarios al pueblo o a los reyes. La escuela liberal tiene por costumbre “afirmar lo que niega y negar lo que afirma”; propaga la corrupción buscando el equilibrio a través de la discusión como medio de llegar a la verdad, sin darse cuenta de que la discusión liberal produce discordia y lleva a las sociedades que están bajo su imperio a morir gangrenadas debido a la división que genera y a la ruptura del consenso social. Donoso encuentra que el principio liberal de la libertad de discusión, fundamento de las constituciones modernas, parte de un razonamiento erróneo, a saber: el principio liberal de la discusión sostiene la falibilidad de los gobiernos (cosa que Donoso reconoce como verdadera) y la infalibilidad de la discusión como medio de llegar a la verdad. Es este segundo razonamiento el que le parece falso a Donoso: si todos los que dialogan tienen una razón sana –si la inteligencia del hombre es perfecta– pueden llegar a la verdad y a la certidumbre por sí solos, convirtiendo a la discusión en un absurdo, y si la inteligencia del hombre no es perfecta (esto es, si el hombre ha caído, cosa que a Donoso le parece también verdadera) no es posible que la verdad surja del intercambio de opiniones, ya que los hombres nunca podrán ponerse de acuerdo en nada, ni escapar a la incertidumbre por mucho que discutan. Donoso considera que la lógica del orden comporta la aceptación sin discusión de las verdades del catolicismo debido al efecto de orden que producen. Contra cualquier acusación que se le pudiera hacer a Donoso de irracionalista, él cree que lo irracional es pretender fundar un orden en algo tan variable como las opiniones de los hombres, ya que ante la temporalidad que impone lo político no para los liberales el gobierno parlamentario, el único legítimo, es el gobierno de las clases medias y los filósofos; afirman el mal cuando las instituciones políticas pasan de las manos de éstos al pueblo o a los reyes. “La escuela liberal tiene por oficio proclamar las existencias que anula, y anular las existencias que proclama. Ninguno de sus principios deja de ir acompañado del contraprincipio que le destruye. Así, por ejemplo, proclama la monarquía, y luego la responsabilidad ministerial, y, por consiguiente, la omnipotencia del ministro responsable, contradictoria con la monarquía. (...) Proclama la soberana intervención en los asuntos del Estado de las asambleas políticas, y luego el derecho de los colegios electorales para fallar en última instancia, el cual es contradictorio de la intervención soberana de las asambleas políticas. (...) Proclama el derecho de insurrección de las muchedumbres, lo cual es proclamar su soberana omnipotencia, y luego da la ley del censo electoral, lo cual es condenar al ostracismo a las muchedumbres soberanas. Y con todos esos principios y contraprincipios, se propone una sola cosa: alcanzar a fuerza de artificio y de industria un equilibrio que nunca alcanza porque es contradictorio de la naturaleza de la sociedad y de la naturaleza del hombre. Sólo para una fuerza no ha buscado la escuela liberal su correspondiente equilibrio: la fuerza corruptora”.
El liberalismo es relativista, no cree en la verdad y por lo tanto, elude la decisión y todo lo fía a la discusión. La burguesía es así la discutidora que se pierde en la discusión permanente, hoy diríamos, en el diálogo. La teoría de la soberanía constituyente del pueblo la considera Donoso una teoría atea y tiene dos vertientes o versiones, la democrática y la liberal. “La teoría de la soberanía constituyente del pueblo es una teoría atea que no está en la escuela liberal sino como el ateísmo está en el deísmo en calidad de consecuencia lejana, aunque inevitable.” La escuela liberal es la más estéril intelectual y políticamente precisamente por ser indocta y por ser individualista, egoísta. Además, al perderse en la discusión permanente ni afirma ni niega, en el más puro agnosticismo moral y político. Donoso Cortés afirma que la discusión perpetua contradice a la naturaleza humana. El liberalismo es la indecisión política. El error del liberalismo es el dar la máxima importancia a lo político. Además las discusiones pueden ser falibles. De la incapacidad para designar los errores se deriva la libertad de discusión. La verdad no puede resultar de la discusión.
Por ello, el liberalismo abre las puertas al socialismo, a la revolución. El socialismo en cambio es decidido. Es pues una teología satánica por ser absolutamente opuesto al catolicismo.
La teoría socialista es una teoría de charlatanes. Tanto el catolicismo como el socialismo afirman dos cosas: el mal y la redención. La diferencia radica en que el primero afirma el mal del hombre y la redención por Dios y el segundo el mal de la sociedad y la redención por el hombre. Con las afirmaciones católicas no se hace otra cosa que afirmar que el hombre es hombre y realiza obras humanas; que Dios es Dios y acomete empresas divinas. El socialismo no ve sino en el hombre un Dios y en la sociedad las obras propias del hombre. Ahora bien, si el mal está en la sociedad, los socialistas se encuentran ante el escollo de demostrar de qué manera surgió. Si no surgió de Dios (ya que no existe) y no surgió del hombre (ya que es el encargado de redimirla y, por lo tanto, es perfecto y sólo obra el bien) al punto todo el sistema cae en la contradicción de explicar el origen del mal sin poder hallar para ello ninguna causa. Los socialistas son, en presencia de los católicos, dirá Donoso, niños que parecen hombres. “Negar el Dios trino para afirmar otro Dios; negar la humanidad bajo un aspecto para venir a afirmarla desde otro punto de vista; negar la sociedad con ciertas formas para venir a afirmarla después con formas diferentes; negar al hombre de cierta manera, para después venir a afirmarle de una manera o diferente o contraria, todo esto es entrar por la senda de tímidas, contradictorias y cobardes transacciones. El socialismo presente es todavía un semicatolicismo, y nada más” Es por ello por lo que el socialismo, es hijo del error. El liberalismo se encuentra en una situación intermedia entre las afirmaciones católicas y las negaciones socialistas; impotente para darle un impulso a la civilización no puede hacer nada frente a la irrupción del socialismo, que sí tiene una visión teológica (o mejor dicho antiteológica) de los problemas. Los socialistas, al negar a Dios su existencia, son más consecuentes que los liberales; no obstante, terminan ubicando al hombre en el lugar de Dios y de esta forma preparan el terreno para los males más terribles. El socialismo, sostiene el marqués, no es fuerte. El parlamento se convierte en un problema cuando se adentra al interior de la metafísica moderna, o sea, cuando es concebido por los liberales como un poder y no como un límite. Cabe aquí la aclaración que, para Donoso, ninguna potestad se sostiene si no tiene un fundamento absoluto.
El socialismo es una teología satánica, pero en cuanto tal, si bien aventaja al liberalismo sucumbe ante la teología católica (Divina). Tanto el catolicismo como el socialismo afirman dos cosas: el mal y la redención. La diferencia radica en que el primero afirma el mal del hombre y la redención por Dios y el segundo el mal de la sociedad y la redención por el hombre. Con las afirmaciones católicas no se hace otra cosa que afirmar que el hombre es hombre y realiza obras humanas; que Dios es Dios y acomete empresas divinas. El socialismo no ve sino en el hombre un Dios y en la sociedad las obras propias del hombre. Ahora bien, si el mal está en la sociedad, los socialistas se encuentran ante el escollo de demostrar de qué manera surgió. Si no surgió de Dios (ya que no existe) y no surgió del hombre (ya que es el encargado de redimirla y, por lo tanto, es perfecto y sólo obra el bien) al punto todo el sistema cae en la contradicción de explicar el origen del mal sin poder hallar para ello ninguna causa. Los socialistas son, en presencia de los católicos, dirá Donoso, niños que parecen hombres. “Negar el Dios trino para afirmar otro Dios; negar la humanidad bajo un aspecto para venir a afirmarla desde otro punto de vista; negar la sociedad con ciertas formas para venir a afirmarla después con formas diferentes; negar al hombre de cierta manera, para después venir a afirmarle de una manera o diferente o contraria. Si bien el catolicismo es superior al socialismo, Donoso cree, que a la larga, el socialismo va a triunfar en la historia y va a implantar el imperio anticristiano en el mundo del que sólo se saldrá mediante la intervención directa de Dios. En la historia el socialismo puede vencer a los poderes temporales del catolicismo, pero con la intervención directa de Dios, el que triunfará definitivamente será el catolicismo. Ante la crisis revolucionaria del 48 generada por el socialismo y el anarquismo y por la impotencia del liberalismo para refrenarla, Donoso apelará a una dictadura que, anclada en los principios católicos, pueda detener, al menos temporalmente, la irrupción del mal en el mundo. Vimos por un lado cuál es el diagnóstico que Donoso realiza de la situación europea de mediados del siglo pasado. Por otro lado vimos de qué manera, para Donoso, el liberalismo es incapaz de hacer frente a la crisis revolucionaria, y cómo su pretensión de resolver los conflictos políticos por medio de la discusión y el sistema legal vigente sólo favorece la destrucción del orden a manos de los socialistas y los anarquistas. . Caído el principio de legitimidad tradicional y desterrada la libertad de Europa, Donoso apelará a la dictadura como única forma posible de restaurar la relación entre libertad y autoridad. Dice Donoso en su discurso sobre la dictadura que “la cuestión no está entre la libertad y la dictadura; si estuviera entre la libertad y la dictadura yo votaría por la libertad, como todos los que nos sentamos aquí” la cuestión, entonces, no está entre la libertad y la dictadura, sino entre una dictadura que conduce necesariamente al despotismo (la dictadura de la insurrección que bajo la pretensión de liberar al hombre lo conduce a la servidumbre más abyecta) y una dictadura que, anclada en los principios católicos, provoque una reacción religiosa y restaure el equilibrio entre libertad y autoridad; la dictadura será, simplemente, una respuesta racional a la secularización total de la soberanía, para evitar el despotismo que surge cuando los hombres pretenden instaurar en la tierra lo que es propio del cielo. En situaciones de normalidad el dictador es absurdo; ante la catástrofe, es imprescindible. Su legitimidad reposa, en la función que lo define, la cual a su vez supone una cosmovisión, que (...) en su producción más tardía es católica, pero de un catolicismo que responde mejor que cualquier otro cuerpo ideológico a las exigencias de la racionalidad gubernativa como equilibrio. Ante la situación de una crisis que no puede ser resuelta dentro del marco de la legalidad, Donoso apelará a un principio de legitimidad más alto, la teología política católica, que será el sustento de un gobierno que pueda evitar, al menos por un tiempo, el avance de la lógica moderna hacia la absolutización de la razón humana. La temporalidad de lo político exige una decisión perentoria que no se quede en las medias tintas liberales y que frene el círculo vicioso entre tiranía y revolución que conduce al despotismo y al caos. Ante el peligro de la tiranía y el peligro de la revolución (como dos principios de desorden), Donoso encuentra en los principios católicos el último refugio frente a la revolución
7. La pena de muerte.
La abolición de la pena de muerte es un error para Donoso Cortés. La pena de muerte es la expiación de ciertos pecados humanos individuales. La universalidad de la institución penal de la pena de muerte atestigua su necesidad e importancia, así como conveniencia “el pecado humano por excelencia, puede ser y es, sin embargo, expiatoria de ciertos pecados individuales, de donde se sigue no sólo la legitimidad, sino también la necesidad y conveniencia de la pena de muerte. La universalidad de su institución atestigua la universalidad de la creencia del género humano en la eficacia purificante de la sangre derramada de cierto modo y en su virtud expiatoria cuando de ese modo se derrama. Sine sanguine non fit remissio…En dondequiera que la pena de muerte ha sido abolida, la sociedad ha destilado sangre por todos sus poros.” Si se suprime la pena de muerte para los delitos políticos se acabará suprimiendo la pena de muerte para los delitos comunes. Pero si no hay pena de muerte, entonces no hay pena. Si no hay pena de muerte, todo está permitido. “si tales efectos ha producido la supresión de la pena de muerte en los delitos políticos, ¿hasta dónde llegarían sus estragos si la supresión se extendiera a los delitos comunes? Ahora bien: si hay para mí una cosa evidente, es que la supresión de la una lleva consigo la supresión de la otra en un tiempo más o menos lejano, así como me parece cosa puesta fuera de toda duda que, suprimida la pena de muerte en ambos conceptos, procede la supresión de toda penalidad humana”. Esto sería un agnosticismo moral que consiste en la legalización del delito al considerar sin importancia la comisión de delitos. “es claro que todo sistema de penalidad viene al suelo, porque la falibilidad en las cosas políticas supone la falibilidad en todas las cosas morales, y la falibilidad en las unas y en las otras lleva consigo la incompetencia radical del Estado para calificar ninguna acción humana de delito”
Felipe Giménez Pérez, Pioz, 29 de diciembre de 2020.
Bibliografía.
Juan Donoso Cortés, Discursos políticos. Estudio preliminar de Agapito Maestre. Editorial Tecnos, Clásicos del pensamiento. Madrid, 2002.
Juan Donoso Cortés, Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo, en Textos políticos, Ediciones Rialp, Madrid, 1954.
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Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-24963921196265683522023-09-21T00:52:00.000-07:002023-09-21T00:52:02.034-07:00Cronología de Grecia y RomaCronología de Grecia y Roma.
-323: Grecia, Alejandro muere en Babilonia. Preparativos para la invasión de Arabia. Regencia y desintegración del imperio. Roma, los romanos acosan a las fuerzas samnitas.
-322 Grecia, Pérdicas, dueño de los dominios asiáticos; Antípater y Crátero regentes de las comarcas occidentales. Los estados griegos, impulsados por Atenas, tratan de sacudir el gobierno ejercido desde Babilonia: guerra lamíada. Muerte de Demóstenes en el templo de Poseidón en Calauria.
-321 Grecia, Tolomeo, dueño de Egipto y de Cirene. Los generales de Alejandro se ponen de acuerdo contra Pérdicas, que aspira a apoderarse del mando supremo. Asesinato de Pérdicas por sus soldados. Antípater regente; Seleuco, en el gobierno de Babilonia. Pacto de Triparadiso, Siria en el que se acuerda una redistribución de cargos: Antípatro o Antípater regente; Antígono y Casandro, jefes del ejército. Tolomeo y Lisímaco conservan el gobierno de sus respectivos territorios. Roma, Contraofensiva samnita: Poncio derrota a los romanos en las Horcas Caudinas; humillación de las tropas romanas vencidas.
-320 Grecia, Roxana, prisionera en manos de sus enemigos. Tolomeo favorece la inmigración de cien mil judíos en Egipto; ocupación de Chipre y Siria por los egipcios. Lucha entre Eumenes y Antígono.
-319 Grecia, Muerte de Antipater. Casandro y Poliperconte, regentes. Eumenes trata de conservar el imperio de Alejandro.
-318 Grecia, Triunfa la democracia contra los oligarcas de Atenas.
-317-316 Grecia, Casandro conquista Macedonia y Grecia. Antígono vence a Eumenes.
-316 Grecia, Muere Olimpia, madre de Alejandro Magno asesubada oir Casandro, que se convierte en rey de Macedonia; su viuda, Roxana, es encerrada en la fortaleza de Anfípolis. Eumenes es traicionado y asesinado.
-315 Grecia, Guerra de los Diadocos: luchan los generales de Alejandro contra los de Antígono, que aspira a hacerse dueño único del imperio. Casandro restaura Tebas.
-314 Grecia, Antígono, su hijo Demetrio y otros jefes adoptan título de reyes.
-312 Grecia, Batalla de Gaza: derrota de Demetrio Poliorcetes. Campañas de Siria y Fenicia. Seleuco ocupa Mesopotamia. Roma, Reacción romana contra los samnitas. Construcción de la Vía Appia en el centro de Italia que iba de Roma a Capua. Erección de los primeros grandes acueductos romanos.
-311 Grecia, Campañas de Antígono y de Demetrio Poliorcetes en el Asia occidental.
-310 Grecia, Casandro ordena asesinar a Roxana, viuda de Alejandro Magno, y al hijo de ésta. Demetrio ocupa Cilicia. Roma, Victoria sobre los etruscos junto al lago Vadimón. Se crean colonias que cercan el territorio samnita. Avance romano hacia Apulia y Samnio: conquista de Boviano, capital enemiga.
-308-306 Roma, Campañas de Agatocles contra los cartagineses.
-307 Grecia, Demetrio Poliorcetes ocupa Atenas y restaura la democracia: retirada de los macedonios.
-306 Grecia, Agatocles firma la paz con los cartagineses.Victoria naval de Demetrio sobre Tolomeo en Salamina. Consecuencias: Antígono y Demetrio adoptan el título de reyes, siendo imitados posteriormente por Tolomeo, Seleuco, Lisímaco y Casandro. Roma, Tercer tratado romano-cartaginés.
-305 Grecia, Dionisio de Heraclea, rey del Ponto.
-304 Grecia, Demetrio Poliorcetes ocupa la isla de Rodas. Roma, tratado de paz: Campania queda bajo la hegemonía de Roma; la Liga samnita no se disuelve, pero es obligada a renunciar a toda expansión territorial.
-303 Grecia, La colonia griega de Tarento demanda auxilio al rey Cleónimo de Esparta.
-301 Grecia, Seleuco, Casandro y Lisímaco se coaligan para aniquilar a Antígono y a Demetrio Poliorcetes. Batalla de Ipso: Victoria de Seleuco y Lisímaco sobre Antígono; muerte de Antígono y retirada de Demetrio a Éfeso. Formación de cuatro reinos: Tracia y Asia Menor para Lisímaco; Macedonia y Grecia para Casandro; Egipto para Tolomeo y Asia oriental para Seleuco.
-300 Grecia, El griego Piteas de Marsella descubre las Islas Británicas y amplía conocimientos geográficos sobre la Europa septentrional.
-298-290 Roma, Tercera guerra samnita. Formación de una coalición antirromana: samnitas, etruscos, celtas, sabinos, lucanos, umbros. Roma logra obtener victorias por separado sobre sus enemigos y reocupa Boviano -298. Los samnitas se abren paso hacia el norte para unirse a celtas y etruscos en Umbría.
-297 Grecia, Independencia de Bitinia.
-296-288 Grecia, Muerte de Casandro: lucha de sus hijos por la sucesión. Demetrio se apodera de la porción europea del imperio y prepara una invasión en Asia. Pirro, rey del Epiro se alía con otros príncipes contra Demetrio.Demetrio cae prisionero de Seleuco y muere en -283.
-295 Roma, Victoria romana de Sentino: paz con los etruscos.
-285-282 Roma, Luchas con los celtas: conquista del territorio ocupado por la tribu gala de los senones, ager gallicus, donde se funda la colonia Sena Gallica. Queda afianzado el dominio romano en la Italia central.
-284 Grecia, Fundación de la Biblioteca de Alejandría.
-283 Grecia, Muerte de Demetrio Poliorcetes.
-282 Roma, El cónsul romano Fabricio libera de los ataques lucanios a la ciudad de Thurii, Magna Grecia. Introducción del decimatio en el ejército romano: sistema de castigo de diezmar las tropas.
-282-272 Roma, Guerra de Tarento. La ayuda prestada por Roma a Thurii así como a Locri y Reggio contra los lucanos afecta a la esfera de intereses de Tarento. Con la destrucción de una flota romana de auxilio a los turios en Tarento, puerto que no debía surcar, según pacto concluido en -303 quedan abiertas las hostilidades. Tarento se alía con el rey Pirro de Epiro, que desembarca en la ciudad al frente de 20.000 mercenarios, 3000 caballeros tesalios y 26 elefantes, y asume el mando supremo. Grecia, construcción del faro de Alejandría.
-281 Grecia, Batalla de Corupedio: Seleuco derrota y mata a Lisímaco. Concluye la guerra de los diadocos. Formación de tres grandes reinos con sus respectivas dinastías: Macedonia bajo los antigónidas; Asia Anterior bajo los seléucidas; Egipto bajo los lágidas. Fundación del reino de Pérgamo.
-280 Grecia, Victoria de Pirro en la batalla de Heraclea. Los brutios, los lucanos y los samnitas se unen a la coalición antirromana. Invasión de galos célticos en la península balcánica. Mitrídates I funda el reino del Ponto junto al Mar Negro. Paulatina helenización del país bajo sus sucesores.
-279 Roma, Victoria de Pirro en Ausculum, a costa de graves pérdidas, victoria pírrica. El Senado rechaza su oferta de paz y exige la evacuación del sur de Italia; concluye una alianza con Cartago, que envía su flota al puerto de Ostia. --278 Grecia, Los galos célticos son vencidos en Delfos. Independencia griega basada en la Confederación Etolia. Pirro en Sicilia: toma de Siracusa.
-277 Grecia, Campañas de Pirro en Sicilia. Antígono Gonatas, hijo de Demetrio Poliorcetes, soberano de Macedonia: derrota de los galos en Lisimaquia.
-278.275 Roma, Pirro logra una serie de triunfos sobre los cartagineses en Sicilia. Llamado por las ciudades griegas en su ayuda, conquista, excepto Lilibeo la casi totalidad de la isla; pero fracasa en su objetivo de formar un reino que abarque Sicilia y la baja Italia debido a la posterior defección de dichas ciudades, que se alían con Cartago. Pirro regresa a la península tras haber sufrido graves pérdidas.
-275 Grecia, Antíoco I rechaza a los gálatas hacia un territorio situado en Asia menor. Roma, Derrota de Pirro en Benevento frente a los romanos, tras la cual retorna a Epiro.
-274 Grecia, Pirro vence a Antígono Gonatas y ataca a los espartanos.
-272 Grecia, Pirro muere en Argos. Roma, La guerra termina con la rendición de Tarento, que se ve obligada a ceder territorios a Roma. Las colonias gregas de la baja Italia se federan con Roma. Queda afianzado el dominio romano en el sur de Italia. Prolongación de la Vía Appia hasta Brindisi.
-265 Grecia, Batalla naval de Cos: los macedonios vencen a los egipcios.
-262-241 Roma, Primera guerra púnica. Los mamertinos (=hijos de Marte; mercenarios campanios) cercados en Mesina, solicitan el auxilio de Cartago y Roma contra Hierón de Siracusa. Ante el desembarco del cuerpo expedicionario romano, se alían Siracusa y Cartago, pero son derrotados junto a Mesina. Hierón se une a los romanos, que en el -261 logran conquistar la parte occidental de la isla hasta Acragas, Agrigento.
-263-262 Grecia, Ofensiva de Antígono contra Atenas.
-260 Roma, Batalla naval de Mila: los romanos, con naves recién construidas y dotadas de garfios para el abordaje, derrotan a la escuadra cartaginesa.
-258 Grecia, La flota de Antígono, dueña del Egeo.
-256 Roma, La victoria naval de Ecnomo permite el desembarco romano en la costa norteafricana. Penetración del ejército romano desembarcado hasta las puertas de Cartago; petición de paz de los cartagineses, que es retirada ante las duras condiciones del enemigo.
-255 Grecia, Son demolidas las murallas de Atenas. Paz entre Antígono y Tolomeo. Roma, Batalla de Túnez: victoria de los cartagineses acaudillados por el mercenario espartano Jantipo, que utiliza caballería y elefantes. Una tempestad aniquila la flota romana que transportaba los restos del ejército derrotado. Roma renuncia a la guerra naval y centra su esfuerzo en Sicilia: conquista de la isla, con excepción de las bases cartaginesas de Lilibeo, Drepano y Erix.
-251 Grecia, Arato, libertador de Sicione.
-250 Grecia, La Bactriana se independiza del reino helenístico de Siria. Roma, Una escuadra romana vence a los cartagineses junto a Panormo,
-249 Grecia, Alianza matrimonial de los soberanos de Siria y Egipto. Roma, Una escuadra romana es destruida en Drepano.
-247 Grecia, Aparece el reino de los partos.
-245 Grecia, Reformas del rey Agis IV en Esparta: transformación política y económico-social. Arato, jefe de la Liga Aquea. La flota macedónica vence a la egipcia en Andros.
-242 Grecia, Campañas de Demetrio II, rey de Macedonia contra los bárbaros del norte, los etolios y los aqueos. Roma, Roma construye una nueva escuadra por suscripción popular de 200 penteras. Victoria de la flota romana en las islas Égadas frente a Lilibeo.
-241 Grecia, Fracaso de Agis IV en Esparta: es condenado a muerte por intrigas de los latifundistas contrarios a la reforma agraria. Roma, Termina la primera guerra púnica. Cartago renuncia a Sicilia, que pasa a ser la primera provincia romana y se obliga a pagar 3200 talentos en 10 años.
-240 Roma, Divulgación de la literatura griega en Roma.
-238 Roma, El Senado cartaginés confiere poderes a Amílcar Barca para la conquista de la península ibérica. Levantamientos de los mercenarios y de los libios contra Cartago. Los mercenarios cartagineses que ocupan Cerdeña piden ayuda a Roma, la cual vuelve a declarar la guerra y logra el abandono cartaginés de la isla, la ocupación de Córcega y el pago de otros 1200 talentos más. El Tirreno se convierte en un Mare nostrum.
-237 Roma, Reorientación de la política cartaginesa por los bárcidas. Cartago conquista Hispania como compensación por la pérdida de Sicilia y Cerdeña, fundando Akra Leuke, Alicante y haciéndose en -236 con la zona minera del suroeste de la península, Sierra Morena, lo cual facilita el pago de los últimos plazos de las reparaciones de guerra a Roma -231. Amílcar Barca muere en lucha contra los iberos en el -229 derrotado por el príncipe ibérico Orisón. Le sucede Asdrúbal. Fundación de Carthago Nova, Cartagena en -227 donde los cartagineses establecen la capital.
-235 Grecia, Cleómenes rey de Esparta.
-231 Grecia, Los corsarios ilirios desafían a las flotas griegas. Antígono Doson regente de Macedonia.
-229-228 Roma, Una flota romana lleva a cabo expediciones punitivas contra la piratería iliria: cesa la actividad de estos piratas y se hace tributaria a su reina Teuta. Desde -219 la franja costera iliria cae bajo dominio romano.ç
-227 Grecia, Cleómenes de Esparta vence a los aqueos en Laodicea.
-226 Roma, Tratado del Ebro entre romanos y cartagineses: el río frontera entre zonas respectivas de influencia.
-224 Grecia, Hegemonía de la Liga Aquea. Batalla de Dimas.
-223 Grecia, Alianza de Esparta con Egipto.
-220 Grecia, Filipo V, rey de Macedonia. Hostilidad entre macedonios y etolios. Roma, Institución de los juegos públicos plebeyos en Roma. Los romanos ocupan la Italia septentrional hasta los Alpes. Aníbal en España.
-219 Roma, Construcción de la Via Flaminia. Aníbal ataca Sagunto. La conquista tras 8 meses de asedio. Comienza la 2ª Guerra púnica.
-218 Roma, Otoño de -218 Derrota romana en el TesinoDiciembre de -218, Batalla de Trebia. Los celtas se levantan contra Roma y se unen a los cartagineses.
-217 Roma, Aníbal cruza los Apeninos derrota al cónsul Cayo Flaminio a orillas del lago Trasimeno. En Roma es nombrado dictador Quinto Fabio Máximo Cunctator que conduce las hostilidades con criterio defensivo. Le suceden los cónsules Lucio Emilio Paulo y Marco Terencio Varrón y tiene lugar la
-216 Roma, 2-8-216 batalla de Cannas. Máxima derrota por Roma en su historia. El cerco de las alas del ejército romano por la caballería cartaginesa termina con el aniquilamiento de casi 50.000 romanos y la muerte del cónsul Emilio Paulo. Secesión de Capua convertida en cuartel general cartaginés, de los samnitas, de los lucanos y de los brutios. Roma recurre de nuevo a la táctica defensiva propugnada por Máximo, desgaste del adversario, mientras Anibal inverna en Campania sin poder proseguir su ofensiva al no recibir refuerzos.
-215 Roma, Alianza de Aníbal con Filipo V de Macedonia. Fracasa la ofensiva cartaginesa sobre Iliria.
-214 Grecia, Los romanos derrotan a Filipo V. Los ilirios, etolios, mesenios y otros pueblos griegos aceptan la protección romana.
-212 Roma, El Cónsul Claudio Marcelo conquista y saquea Siracusa. Los romanos reconquistan la isla, que es evacuada por los cartagineses -210. Aníbal conquista Tarento. Defección de las ciudades griegas de la costa meridional italiana
-211 Roma, Los romanos ponen sitio a Capua y la conquistan. Capua es convertida de ciudad aliada en ager publicus.
-210 Roma, Victorias de Publio Cornelio Escipión en España.
-207 Roma, Batalla de Metauro. Muere Asdrubal en el combate.
-205 Grecia, Filipo V de Macedonia firma la paz con Roma.
-204 Roma, Escipión desembarca en África: Masinisa se pasa al bando romano. Tras la derrota cartaginesa en Túnez y unas infructuosas negociaciones de paz, Cartago solicita de Aníbal su regreso a África en peligro. Muere Magon en el norte de Italia.
-202 Roma, Batalla decisiva de Zama: queda aniquilado el ejército cartaginés. Aníbal huye a Hadrumetum y aconseja un acuerdo con Roma. Tratado de paz: Cartago abandona sus pretensiones sobre la península ibérica, entrega Numidia a Masinisa, se comprete a pagar una reparación de 10.000 talentos en 50 años, entrega la flota excepto 10 trirremes y renuncia a toda acción bélica fuera de África y dentro de ella sólo con autorización de Roma.
-200 Grecia, Los romanos invaden Epiro y Macedonia.
-199 Grecia, Batalla de Ortofolos: los romanos derrotan a Filipo V.
-197 Grecia, Flaminio derrota a Filipo V en Cinoscéfalos: el monarca macedonio renuncia a toda autoridad sobre los griegos.
-197 Grecia, Eumenes II de Pérgamo: construcción del templo de Zeus.
-196 Grecia, Los romanos ocupan parte de Tesalia, favorecen la Liga Aquea e invaden el Peloponeso. Roma anuncia oficialmente la libertad de Grecia.
-194 Grecia, Flaminio regresa a Roma.
-193-190 Grecia, Liga Aquea y Liga Etolia: guerras civiles en Grecia.
-192 Roma, Sublevación de los lusitanos contra Roma.
-191 Grecia, Los romanos vencen a Antíoco III en las Termópilas.
-190 Grecia, Nueva derrota de Antíoco III por los romanos en Magnesia. La Liga Etolia se somete a Roma.
-188 Grecia, Tratado de Apamea: Antíoco III renuncia a sus conquistas y al dominio de Asia Menor, excepto Cilicia.
-186 Roma, Los romanos en la cuenca del Tajo.
-184 Roma, Marco Porcio Catón, censor: Basílica Porcia en Roma.
-183 Grecia, Filipo V de Macedonia renuncia a sus conquistas. Filopémen es sentenciado a muerte. Roma, Muerte de Aníbal y de Escipión el Africano.
-181 Roma, Fundación de Graviscae, colonia romana en el antiguo país de los etruscos.
-179 Grecia, Calícrates, general de la Liga Aquea. Muere Filipo V de Macedonia: le sucede Perseo.
-173 Roma, Construcción del primer teatro romano y del primer puente de piedra sobre el Tíber. Difusión del invento del pergamino en Asia Menor.
-171 Grecia, Perseo de Macedonia declara la guerra a Roma.
-168 Grecia, Batalla de Pydna: derrota, cautiverio y muerte de Perseo de Macedonia. Macedonia queda fraccionada en cuatro distritos independientes. Roma, Basílica Sempronia en Roma.
-167 Grecia, Un millar de jefes aqueos son conducidos como rehenes a Roma.
-160 Roma, Primeras construcciones romanas en peristilo. Quedan totalmente sometidas a Roma la Galia Cisalpina y la Liguria.
-157 Roma, Catón el Censor, inspector romano en Cartago.
-150 Grecia, Muerte de Calícrates, general de la Liga Aquea. Roma, Reformas judiciales en Roma: Lex Aebutia, simplificando los procedimientos procesales.
-149 Roma, Tercera guerra púnica: los romanos desembarcan en África: resistencia de los cartagineses.
-148 Grecia, Tras un levantamiento fracasado, se suprimen los cuatro distritos macedonios, que pasan a formar la provincia romana de Macedonia.
-147 Roma, Guerra de Viriato contra los romanos en la Lusitania. Escipión Emiliano cerca la ciudad de Cartago e intensifica el bloqueo.
-146 Roma, Los romanos contra la Liga Aquea: resistencia griega ante la intervención romana. Batalla de Leucopetra: triunfo romano. Destrucción de Cartago. Destrucción de Corinto: los romanos se apoderan de Grecia.
-145 Roma, Viriato derrota a los romanos en la Lusitania. Construcción del acueducto Aqua Marcia en Roma.
-140 Roma, Viriato es asesinado a traición: termina la guerra en la Lusitania; comienza el asedio de Numancia.
136-132 Roma, Primera guerra de los esclavos. El sirio Euno organiza a los esclavos de los grandes latifundios sicilianos y los acaudilla en su lucha por la libertad. Tras formar un ejército de 200.000 hombres armados, Euno se proclama rey a la usanza helenística. Perdidas las ciudades de Enna y Tauromenion, Euno cae prisionero de los romanos. Represión: más de 20.000 esclavos son crucificados.
-134 Roma, Fracasos romanos ante Numancia: se encarga de la guerra Escipión Emiliano. Tiberio Graco, tribuno de la plebe en Roma.
-133 Roma, Destrucción de Numancia: suicidio colectivo. Atalo III de Pérgamo lega su reino a los romano. Leyes agrarias de Tiberio Graco: es asesinado.
-129 Roma, Muerte misteriosa de Escipión Emiliano en Roma. Grecia, El reino de Pérgamo es convertido en provincia, Asia.
-125 Roma, Los romanos erigen en provincia la Galia meridional.
-123 Roma, Cayo Graco: tribuno de la plebe; leyes y reformas: tráfico de cereales, vías de comunicación, colonias, ciudadanía, etc.
-121 Roma, Los patricios ponen precio a la cabeza de Cayo Graco, que se suicida.
-117 Roma, Construcción del Puente Milvio en Roma.
-113 Roma, Yugurta ocupa Cirta, capital de Numidia, y da muerte al príncipe Aherbal. Invasión de pueblos nórdicos, cimbrios y teutones, hacia los Alpes.
-113-101 Roma, Guerra contra los cimbrios y los teutones. Ambos pueblos, junto a los ambrones penetran en la Europa central y balcánica. En la batalla de Noreia, Carintia, derrotan a los romanos, que también son vencidos posteriormente en la de Arausio, en la Galia. Pánico en Roma ante la perspectiva de una segunda invasión celta. Mario, reelegido cónsul en -104, reforma el ejército.
-102 Roma, Batalla de Aquae Sextiae: derrota de los teutones.
-101 Roma, Batalla de Vercellae: derrota de los cimbrios.
-111-105 Roma, Guerra de Yugurta. Movidas por intereses comerciales, las esferas oligárquicas de Roma logran que se declare la guerra a Yugurta. Se acumulan los fracaos de las tropas romanas. Yugurta soborna a los cónsules. Metelo vence a los númidas de Yugurta en Muthul. Cayo Mario, cónsul en el -107 pone fin a la guerra en -106 tras conseguir por medio de un ardid que Yugurta caiga en manos de su cuestor Sila -105. Una parte del territorio numídico pasa a ser provincia romana.
-100 Roma, Fracasa un programa de colonización elaborado por el tribuno de la plebe Lucio Apuleyo Saturnino con el apoyo de Mario, reelegido cónsul por sexta vez debido a la oposición de los optimates: estalla una rebelión popular de protesta, que es reprimida por el Senado y los caballeros.
-91 Roma, El tribuno de la plebe Marco Livio Druso exige el cumplimiento de la reforma agraria de los Gracos, la admisión de los caballeros a los cargos judiciales y la concesión de la ciudadanía a los aliados itálicos. Pero Druso muere asesinado, e inmediatamente se produce el
-91-89 Roma, levantamiento de los itálicos, guerra social: tras varios reveses romanos, los antiguos aliados fundan un nuevo Estado con capital en Corfinium, eligen Senado propio, 500 miembros y acuñan moneda. Concluye la guerra al conceder Roma el derecho de ciudadanía a todos los itálicos.
-88-84 Roma, Guerra contra Mitrídates. Mitrídates penetra en el área oriental de Grecia e incita a los griegos a la sublevación contra Roma, aprovechando el descontento reinante por la política de los senadores y los oligarcas de la urbe.
-88 Grecia, Vísperas de Éfeso: matanza de 80.000 romanos en un día en Asia Menor. Roma, Guerra civil: Lucio Cornelio Sila encargado por el Senado de la dirección de la guerra es destituido por el pueblo, que entrega el mando a Mario, Sila ataca Roma y restablece el dominio senatorial: los plebiscitos pasan a adquirir fuerza de ley con la sola aprobación del Senado. Mario es desterrado. Tras la partida de Sila para Asia vuelven a Roma Mario y sus partidarios, Cinna y Mario declaran enemigo público a Sila y desencadenan una ola represiva contra los optimates. Sila después de tomar y saquear Atenas, derrota al ejército de Mitrídates en Queronea -86 y Orcómenos -85
-84 Grecia, Paz de Dárdano: Roma anexiona los territorios conquistados, se apropia de la flota y recibe una indemnización de 3000 talentos. El cumplimiento de las cláusulas del tratado queda a cargo del propretor L. Licinio Murena.
-83 Roma, Sila regresa a Roma y extermina a los marianos y a sus aliados, los samnitas y lucanos, tras derrotarlos en la
-82 Roma, Batalla de Porta Collina. Sila adopta el sobrenombre de Félix, el afortunado y asume poderes excepcionales. Pompeyo, partidario de Sila, conquista las provincias de Sicilia y África y recibe el sobrenombre de Magno.
-82-79 Roma, Dictadura de Sila. Se publican las listas de proscripción: ejecución de 90 senadores y 2600 caballeros. Leyes cornelianas: restauración de la autoridad del Senado en el que ingresan ahora todos los cuestores. Los cónsules y pretores adquieren el derecho a ser gobernadores provinciales al término del mandato. Cicerón habla por primera vez ante el Senado -81. Se debilita el tribunado: los proyectos de ley de la Asamblea popular pasan a requerir autorización senatorial. Los tribunos de la plebe ven cerrado su acceso a los cargos públicos.
-81 Roma, Sertorio, rebelde en Hispania.
-79 Roma, Sila renuncia voluntariamente a la dictadura. Muere un año más tarde. Cecilio Metelo en campaña contra Sertorio en Lusitania.
-78 Roma, Construcción de la Basílica Emilia en Roma.
-77-71 Roma, Pompeyo participa en la guerra sertoriana en Hispania. Sertorio proclama la independencia del territorio. Asesinado Sertorio, sometimiento y reorganización de la península ibérica.
-74-63 Roma, Guerra contra Mitrídates: tras algunos éxitos iniciales de L. Licinio Lúculo, se amotina el ejército. El Senado reclama a Lúculo -68.
-73-71 Roma, Rebelión de los esclavos dirigida por Espartaco, que cae en la lucha contra Marco Licinio Craso en Apulia. Pompeyo vence y hace prisioneros a los supervivientes del ejército rebelde.
-70 Roma, Consulado de Pompeyo y Craso: abolición de las leyes cornelianas y restablecimiento del poder de los tribunos; los cargos judiciales son ocupados a partes iguales por senadores, caballeros y plebeyos enriquecidos. Los plebiscitos vuelven a tener fuerza de ley.
-69 Roma, Julio César, cuestor militar en Hispania.
-67 Roma, Pompeyo es investido de poderes extraordinarios. Aniquila a los piratas del Mediterráneo.
-65 Roma, Pompeyo conquista Siria. Julio César edil curul.
-64 Roma, Pompeyo reorganiza los dominios de Roma en el Oriente Próximo: Ponto, Siria y Cilicia se convierten en provincias; Armenia, Capadocia, Galacia, Cóquida y Judea pasan a ser Estados vasallos.
-63 Grecia, Muerte de Mitrídates: Farnaces rey del Ponto. Pompeyo en Jerusalén. Roma, Consulado de Cicerón: Conspiración de Catilina. Catilina muere en el campo de batalla junto a 3000 secuaces, cerca de Pistoia -62.
-61 Roma, Pompeyo regresa de Oriente y licencia a su ejército y celebra el triunfo; pero el Senado no refrenda la reorganización pompeyana de Oriente ni accede a la distribución de tierras entre los veteranos de guerra contra Mitrídates, lo que da origen a la formación del
-60 Roma, primer triunvirato de Pompeyo, Craso y César: compromiso privado, sin fundamento legal de mutuo apoyo frente a los optimates; en la práctica, reparto personal del poder.
-59 Roma, Consulado de Julio César, sobrino de Mario. Se cumplen las exigencias de Pompeyo de reparto de tierras entre los veteranos y se reducen los impuestos provinciales. César obtiene por 5 años el gobierno de las Galias Cisalpina y Narbonense, así como el de Iliria.
-58 Roma, César, procónsul de las Galias. Vence a los helvecios en Bibracte y a Ariovisto en Alsacia, junto a la actual Mulhouse,
-57 Roma, César somete las tribus belgas, especialmente la de los nervios.
-56 Roma, Reparto de provincias entre los triunviros: las Galias a César; España a Pompeyo y Siria a Craso. Confirmación del triunvirato. César marcha sobre Bretaña y derrota a los aquitanos.
-55 Roma, Cruza el Canal de la Mancha Primer desembarco de César en Britania. Consulado de Pompeyo y Craso. César persigue a las tribus germanas de los usípetos y los tencteros; cruza el Rhin por primera vez,
-54 Roma, Segunda expedición de César a Britania. Lucha contra un ejército británico mandado por Casivelauno. Sublevación de los eburones, dirigidos por Ambiorix, los nervios y los tréveros
-53-52 Roma, Derrota y muerte de Craso en la batalla de Carras frente a los partos. César cruza el Rhin por segunda vez. Levantamiento de los galos acaudillados por Vercingetorix: Conquista de Cenabum, Avaricum y Lutetia Parisorum; asedio y rendición de Alesia. Las Galias quedan sometidas en -51.
-49 Roma, Senatus consultum ultimum: por el que se encarga a Pompeyo la defensa de la República frente a César. Estalla la guerra civil entre César y Pompeyo: paso del Rubicón; huida de Pompeyo a Grecia; César dictador. César vence a los generales pompeyanos Afranio y Petreyo en Lérida, Hispania.
-48 Roma, 9 de agosto de -48. Batalla de Farsalia. Derrota de Pompeyo. Rendición de 20.000 pompeyanos y huida de Pompeyo a Egipto donde posteriormente es asesinado por orden de Tolomeo. El ejército de César ocupa Egipto: muerte de Tolomeo y entronización de Cleopatra.
-47 Grecia, Triunfo de Céar en Zela sobre Farnaces del Ponto, veni, vidi vinci. Vuelve a la península, cuya situación es agitada y restablecido el orden pasa a África.
-46 Roma, Campaña de África: victoria de César en Tapso sobre los pompeyanos. Suicidio de Catón de Útica. Tras celebrar en Roma el triunfo, es nombrado dictador por 10 años y praefectus moribus.
-45 Roma, Triunfo de César en Munda, Hispania sobre los hijos de Pompeyo.
-44 Roma, 15 de febrero, Marco Antonio ofrece a César la diadema real, que éste rechaza. Conjura dirigida por Casio y Marco Junio Bruto. 15 de marzo de -44 Asesinato de Julio César. Marco Antonio dueño de Roma.
-43 Roma, Disensiones entre Marco Antonio y Octavio, sobrino de César. Constitución del segundo triunvirato Triumviri rei publicae constituendae 11 de noviembre de -43 Terror. Asesinato de 130 senadores, entre ellos Cicerón y 2000 caballeros.
-42 Roma, Doble batalla de Filipos Casio y Marco Bruto son derrotados por Antonio
-40 Roma, Tratado de Brindisi, en el cual actúa Mecenas como mediador. Partición del imperio.
-36 Roma, Antonio se une a Cleopatra VII de Egipto. Trata de fundar un reino helenístico-oriental y se declara corregente de Cesarión. Octaviano hace público el testamento donde revela sus intenciones políticas.
-34 Roma, Solemne coronación de Cleopatra en Alejandría: suspicacias políticas en Roma.
-32 Roma, Guerra civil: Marco Antonio y Cleopatra contra Octavio
-31 Roma, 2 de septiembre, batalla de Actium: victoria naval de Agripa sobre la flota de Cleopatra: se rinden sin lucha 19 legiones.
-30 Roma, 2 de agosto, Toma de Alejandría. Antonio se suicida y Cleopatra, ante la imposibilidad de conservar la soberanía egipcia para sus hijos, elige la muerte ritual por mordedura de áspid. Octavio asesina a Cesarión, quedando así extinguida la dinastía de los lágidas. Egipto pasa a ser provincia romana.
-27 Roma, 13 de enero: Restauración de la República: Octaviano cede el poder al Senado, reservándose la función proconsular. 16 de enero, El Senado otorga a Octaviano el título honorífico de Augusto.
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Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-86822868671900366002023-09-21T00:50:00.003-07:002023-09-21T00:50:33.727-07:00El genRecensión de “El gen”, de Siddhartha Mukherjee.
Un médico hindú residente en los EE.UU. nos expone los problemas de la herencia, de la genética desde un punto de vista histórico y aborda los problemas éticos que la genética genera. De paso liga todo esto con su historia personal y familiar en la India. Y nos cuenta anécdotas personales y psicológicas de los investigadores apostando decididamente por dedicar un gran espacio a los contextos de descubrimiento como importantes en la investigación científica.
Ahora parece que la genética inunda todo el ámbito de las enfermedades y trastornos y patologías. “el trastorno bipolar y la esquizofrenia comparten un claro vínculo genético.” O por ejemplo: “Tal vez el cáncer sea en última instancia una perversión de la genética, un genoma que se obsesiona patológicamente con replicarse a sí mismo”
El gen es la unidad fundamental de la herencia y la unidad básica de toda la información biológica. Los descubrimientos científicos en el campo de la biología y de la genética nos permiten controlar los fenómenos vitales. El mito de Prometeo vuelve a ser representado en los hechos. Los hombres tienen el poder de manipular la vida. El mito fáustico el mito del homúnculo del Fausto de Goethe se hacen reales, se hacen efectivos. La incesante acción, el hecho tienen lugar y se plantean entonces los problemas éticos que forman parte de la Bioética.
Es este voluminoso libro un escrito dedicado a la historia de la ciencia de la genética y la verdad es que el autor no lo hace nada mal. Nos expone con claridad y distinción las fases de la historia de la ciencia biológica dedicadas a la genética desde el siglo XIX hasta prácticamente nuestros días.
El gen tiene implicaciones filosóficas, bioéticas, sociales, laborales, económicas, políticas y por supuesto, científicas, claro está. La genética está en el centro del debate científico y bioético. Es algo que nos afecta directamente a nosotros como animales que somos y por supuesto, a las demás especies de seres vivos existentes así como a las posibles o futuras especies fabricadas por el hombre si eso se convierte en realidad efectiva algún día.
Siddharta escribe una historia de la investigación científica en torno a la herencia y en particular en torno al gen. Introduce datos científicos, argumentos, biografías de científicos, psicología del descubrimiento, sociología, anécdotas, historias e incluso nos mete historias personales y familiares suyas. El contexto de descubrimiento está presente continuamente a lo largo del libro. También las reflexiones éticas y políticas y por supuesto los problemas médicos puesto que por ejemplo, “Tal vez el cáncer sea en última instancia una perversión de la genética, un genoma que se obsesiona patológicamente con replicarse a sí mismo.”
Ya Aristóteles inicia las especulaciones sobre la reproducción de los animales y sobre la herencia de los caracteres. Utilizando la distinción entre materia y forma Aristóteles. El feto se forma con aportaciones de la madre y del padre. El varón es la forma y la hembra es la materia. El varón es el principio del movimiento. El semen masculino contendría instrucciones para construir un niño. Se trata de dar forma a la materia. Lo femenino es la materia prima. Según Siddhartha Aristóteles tendría que haber recibido póstumamente el Premio Nobel por haber descubierto el ADN.
La teoría de la preformación convertía la reproducción de los individuos y de las especies en algo simple. No había transformación. La aversión al cambio quedaba preservada. En el fondo siempre habíamos existido desde la creación del mundo en Adán. Esto tiene que ver también con las rationes seminales de los estoicos logoi spermatikoi. No había pues cambio ni constitución ni transformación. Sólo había crecimiento y despliegue cuantitativo.
La teoría de la evolución de las especies de Darwin y la teoría de la herencia de Mendel han sido los dos cimientos sobre los que se ha edificado la biología desde el siglo XIX. Una vez que a partir de 1937 se establece la teoría sintética de la evolución podemos decir que conocemos por qué cambian las especies y cómo se transmiten los caracteres. Una mezcla de determinación y de azar.
Antes hubo que rechazar la teoría de Lamarck, una teoría que afirmaba que los individuos se adaptaban a su medio ambiente y que esas adaptaciones o mutaciones habidas en vida se transmitían hereditariamente a las generaciones posteriores.
No hay que olvidar que el formidable desarrollo de la biología desde el siglo XIX ha favorecido el surgimiento de biologismo político o de la biología política. La invasión del terreno político y sociológico por parte de categorías e informaciones de tipo biológico. Se trata de considerar los asuntos políticos y sociales desde categorías biológicas. Esto viene produciéndose desde el siglo XIX cuando apareció el racismo como ideología política y sigue produciéndose en nuestros días con el mariconismo, el feminismo, etc.
La cuestión de la herencia empezó a suscitar la pregunta de si la inteligencia era hereditaria y de si se podía manejar la herencia para mediante selección artificial favorecer a los más aptos y apartar a los menos aptos. Esto se dio en llamar eugenesia, formulada tal doctrina por el primo de Darwin Francis Galton. Paralelamente se desarrolló la ciencia de la estadística –como se ve, algunas disciplinas no han tenido un origen exento ni inocente- y toda la panoplia de pruebas para medir la inteligencia. Al final era una forma de justificar y de legitimar la desigualdad social. O bien por raza, o bien por inteligencia desigual o por la herencia de las taras durante generaciones. Todas estas disciplinas defendían el orden social existente. La posición social se explicaba desde la inteligencia que se consideraba que era hereditaria como otros muchos caracteres humanos. En los países protestantes, anglosajones la eugenesia conoció un gran auge y se implantaron políticas y leyes eugenésicas.
Quetelet midió de manera sistemática rasgos humanos utilizando la estadística. Los caracteres humanos normales se distribuían en forma de curvas en forma de campana. Galton hizo lo mismo con la inteligencia.
Galton escribió “El genio hereditario” en 1879 y pronto se dio cuenta de sus grandes limitaciones y procedió entonces a la realización de los tests o pruebas de inteligencia para medir la inteligencia de los individuos. Intentó un análisis estadístico más riguroso para demostrar su tesis de la herencia de la inteligencia. Acuñó el término “eugenesia” para designar la política de selección individual de los individuos eliminando los peores. Era el biologismo político inspirado en Darwin y luego en Mendel. Había que introducir la lógica de la selección natural en las cuestiones humanas y en la sociedad. Había que criar selectivamente a los fuertes y esterilizar a los débiles. Se llegaba así a lo que Gustavo Bueno designa acertadamente como materialismo moral primogenérico. El fundamento de la moralidad descansa en la materia corpórea: la salud, la belleza, el vigor físico. El sano es el bueno y el enfermo es el malo. Esto ya fue sostenido por la medicina griega de la escuela hipocrática y revivió en el siglo XIX de la mano del racismo y de la eugenesia y por supuesto en la restauración de los Juegos Olímpicos en 1896 por el barón Pierre de Coubertiin, así como por supuesto esta perspectiva fue restaurada por el nazismo.
“La exposición de Galton duró diez minutos. La eugenesia, propuso, debía introducirse en la conciencia nacional como una nueva religión. Había tomado sus principios fundacionales de Darwin, pero constituían un injerto de la lógica de la selección natural en las sociedades humanas. “Todas las criaturas estarán de acuerdo en que es mejor estar sano que enfermo, vigoroso que débil, bien dotado que mal dotado para la vida; en suma, que es mejor ser buenos que malos ejemplares de su especie, cualquiera que esta sea. Lo mismo vale para los hombres.”
La cría selectiva de los mejores finalmente vendría acompañada por la esterilización selectiva de los más débiles. En esto desembocaba finalmente la eugenesia.
La conciliación entre genética y evolución recibió el nombre de síntesis moderna, o, más pomposamente, Gran Síntesis. Esto es prácticamente la versión actual de la teoría de la evolución de las especies y lo que se enseña en las escuelas y data de 1937. Desde entonces no hay conflicto entre darwinismo y mendelismo.
El biologismo político, una forma de materialismo moral primogenérico, viene operando desde el siglo XIX y su máxima expresión en el siglo XX fue el nazismo. Los nazis simplemente extrajeron las consecuencias de las ideas eugenésicas de Galton y otros y copiaron la legislación eugenésica de los países protestantes, entre ellos, de los EE.UU. La limpieza genética derivó a la esterilización obligatoria y de ahí a la eutanasia, la muerte digna como la llaman ahora los progresistas. Los nazis crean el eufemismo, vida indigna de vivirse. El programa de eutanasia eugenésica recibió el nombre de Aktion T4. Las primeras cámaras de gas de exterminio se instalaron en los hospitales alemanes. Así se dejaron miles de plazas hospitalarias libres. La tanatopolítica se puso en marcha.
Mientras los nazis llevaban a cabo su tanatopolítica, en la URSS se paralizaba la genética por ser burguesa y se daba crédito a las supercherías de Lysenko.
El biologismo político nazi desapareció pero reapareció en forma de feminismo chochogenérico, mariconismo e ideología de género y se siguió fomentando la tanatopolítica: aborto, eutanasia, terapia génica, etc. Estamos en una era de biologismo político.
El descubrimiento de la molécula de ADN en 1953 marcó un hito muy importante en el desarrollo de la genética. A partir de entonces la tecnología genética se desarrolló notablemente y conoció un auge cuyas consecuencias conocemos ahora en nuestro presente.
Sabemos muchas cosas de los efectos del ADN en la construcción de nuestro cuerpo así como en la construcción del cuerpo de los organismos vivos. “La construcción de órganos y estructuras viene codificada por genes efectores o genes reguladores maestros que funcionan como unidades autónomas o subrutinas.”
Hasta la muerte está inserta en el ADN, la muerte está prevista en el devenir vita de las células. Ya lo dijo François Jacob, premio nobel en 1970 en su momento. Muerte prevista. La muerte está inscrita en los genes de la célula. Y de ahí se llega a la conclusión de que algo tienen que ver estos genes con los cánceres. El cáncer es una enfermedad genómica arquetípica. Tal vez su solución radique en un conocimiento más estricto y riguroso del ADN.
El autor del libro afirma que hay enfermedades mentales hereditarias.
El desarrollo de la genética culminó en la secuenciación del genoma humano. Curiosamente los genes sólo representan una porción minúscula del ADN. Vamos, que buena parte del genoma humano no es exactamente humano.
Una de las consecuencias del avance de la genética es que la clasificación de los hombres en razas no tiene ningún interés biológico general y es francamente vidriosa.
Sólo hay dos sexos y estos son algo real, biológico, físico y genético. “Hay tres hechos esenciales que no admiten disputa: que los hombres y las mujeres son anatómica y fisiológicamente diferentes; que estas diferencias anatómicas y fisiológicas vienen especificadas por los genes, y que dichas diferencias, con las construcciones culturales y sociales del yo a ellas interpuestas, ejercen una poderosa influencia sobre la especificación de nuestra identidad como individuos”.
El avance de la genética permite sostener que los genes son un importante factor influyente sobre nuestro cuerpo, nuestra salud y nuestra conducta. “Hoy está claro que los genes son mucho más influyentes que casi cualquier otra fuerza en la confirmación de la identidad sexual y de la identidad de género (si bien, en ciertas circunstancias, algunos atributos de género pueden adquirirse mediante una reprogramación cultural, social y hormonal).”
El sexo es el sexo cromosómico y nadie puede cambiar de sexo. “De hecho, existe ya un creciente consenso médico sobre la necesidad de atribuir, salvo muy raras excepciones, a los niños su sexo cromosómico (es decir, genético) con independencia de las variaciones y diferencias anatómicas (con la opción de cambiar si más adelante es lo que se desea). “
Así pues podemos afirmar que hay un determinismo genético. Este determinismo determina el destino de un organismo pero de manera probabilística. No pueden determinar pues el destino en sus más mínimos detalles.
Los límites éticos de la investigación genética han sido cruzados por los chinos. Una sociedad pragmática, atea, sin problemas éticos seguramente llegará muy lejos con sus investigaciones genéticas y médicas sin los escrúpulos de la ciencia occidental.
Finalmente, nos quedamos con una noble verdad de este libro: La influencia de los genes en nuestras vidas es más rica, profunda e inquietante de lo que habíamos imaginado. Podemos manipular, alterar el genoma y por lo tanto, podemos controlar la vida cada vez con mayor potencia.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-35212956983036465062023-09-20T23:45:00.003-07:002023-09-20T23:45:26.014-07:00El individuo flotanteEl individuo flotante.
“El individuo flotante. La muchedumbre solitaria en los tiempos de las redes sociales”, de Marino Pérez Älvarez, Ediciones Deusto, 2023,215 páginas, Es un ensayo escrito por un psiquiatra-psicólogo partiendo del concepto de individuo flotante introducido e inventado por El filósofo español D. Gustavo Bueno Martínez (1924-2016) y teniendo por finalidad el análisis de la actividad que tiene lugar en las redes sociales así como los efectos perniciosos que ellas producen en los individuos, en tanto y cuanto tales individuos pueden muy bien integrar un conjunto de individuos flotantes, corresponderían al individuo flotante descrito por Gustavo Bueno allá por los años 1980.
Marino Pérez Álvarez trata sobre todo de lo que él denomina generación alfa, nacidos a partir de 2010 que han crecido en un mundo de teléfonos portátiles y tabletas. El mundo está dominado por el teléfono móvil o portátil. Esto ha tenido un fuerte impacto sobre la generación más joven. Mundo de redes sociales una realidad virtual. Este ultramundo de las redes sociales es nuevo y para muchos no genera dependencia psicológica. En cambio, para otros es el medio natural, la realidad en la que se criaron y lo echan de menos en cuanto falta siquiera un breve tiempo. Finalmente se termina por devenir en anfibios del mundo objetivo, físico y del mundo virtual, electromagnético. Aparecen así algunas paradojas. “El teléfono móvil, un dispositivo para hablar, está erradicando la conversación” . Las redes sociales generan soledad, una muchedumbre solitaria Todos solos y juntos. Marino Pérez Álvarez observa el aumento del deterioro en la salud mental de niños. Adolescentes y niños. Esto está causado por las redes sociales. “Estos efectos problemáticos no deben pasar por alto las prestaciones de las redes sociales, pero éstas tampoco deben evitar que valoremos juiciosamente su uso.”
Tales problemas venían de antes. Las redes, al igual que las drogas, agravan los problemas preexistentes, son amplificadores de los problemas, más que los causantes de los problemas. Incrementan los problemas en vez de disminuirlos. La sociedad capitalista con su individualismo, generaba soledad y la atomización de la sociedad y la disolución de las instituciones sociales. Es lo que Riesman denominó la muchedumbre solitaria. Es una época de exacerbación del Yo. Este Ego surge con el individualismo capitalista que arranca en el siglo XVI. Esto nos obliga a pensar en que “nada en psicología tiene sentido si no es a la luz de la historia”
El libro de Marino Pérez Álvarez tiene dos objetivos: analizar el malestar de la cultura y definir al individuo de la sociedad de nuestro tiempo., esto es, buscar soluciones a tales problemas.
Marino Pérez Álvarez hace uso de la figura antropológica del individuo flotante, formulado por vez primera por Gustavo Bueno (1924-2016) junto con el concepto de hetería soteriológica o de comunidad salvífica en su famoso artículo de “El Basilisco” “Psicoanalistas y epicúreos. Ensayo de introducción del concepto antropológico de “hetería soteriológica”, El Basilisco, 13 (1982), páginas 12-39.
“El siglo XX es tanto el siglo del yo, de la psicología y de la psicoterapia, como también la época de una personalidad neurótica que caracteriza los tiempos actuales.” La psicología surge con el individualismo propio de la sociedad capitalista, al igual que las otras ciencias sociales. La psicología científica nace en el siglo XIX. Individualismo y subjetivismo. Esto último proviene de la Reforma protestante, el interés por la conciencia, la fe y la culpabilidad. El protestantismo se recrea en la conciencia, en la interioridad. El Lexikon Philosophicum de Rudolf Goclenius introduce al igual que al término ontología, también el término psicología. Lutero, el capitalismo, el humanismo, el individualismo, son las fuentes del yo como diría Charles Taylor.
Durante los años que llevamos recorridos en el siglo XXI el culto al “yo alcanza las cotas más altas conocidas, la psicoterapia es más necesaria que nunca y la psicología.”
Las redes sociales suponen la apoteosis del Yo. “Las redes sociales y quizá precisamente por ese culto y cultivo del yo que permiten, están produciendo en sus usuarios un aumento de malestares psicológicos, y en particular de soledad, en vez de una disminución, como cabría esperar de las conexiones sociales que facilitan. El individuo que surge el humanismo renacentista y de la Reforma protestante alcanza su apoteosis en tiempos de las redes sociales, no sin malestares y creciente soledad.”
La ciudad moderna, como decía Gustavo Bueno y repite Marino Pérez Álvarez, genera individuos flotantes. Ciudad, individuo y psicología, los tres elementos que están ligados en nuestra época. También las ciudades antiguas generaron individuos flotantes y filosofías prácticas entendidas como terapias del alma para ayudar a los individuos flotantes de aquel entonces. En el siglo XX aparece el psicoanálisis, que, como bien dijo Gustavo Bueno tiene su equivalencia en el mundo antiguo en el epicureísmo. El actual auge del estoicismo tiene que ver con la neurosis actual y con los individuos flotantes de hoy. La atomización o individuación disuelve las estructuras o instituciones sociales en las que viene envuelto o enclasado el individuo y puede conducir a la anomia en épocas de crisis o bien al individuo flotante, en épocas de crisis o en épocas de esplendor. Nuestras socieades democráticas, liberales, capitalistas fomentan el individualismo. El Yo es un resultado o producto histórico. No es algo substancial o primigenio.
Como dijo Aristóteles, antes es la polis que el individuo. Marino Pérez Álvarez se hace eco de la distinción ya clásica y consagrada realizada por Ferdinand Tönnies entre Gemeinschaft y Gesellschaft, comunidad y sociedad. En el capitalismo se transita de la primera a la segunda. Las relaciones interindividuales pasan a ser más impersonales, frías y distnates, más individualistas diríamos. En la comunidad prima la tradición, las relaciones personales, los grupos sociales familiares o secundarios. Esto tiene lugar con el avance o implantación de la sociedad burguesa. También la España del Barroco y de la Contrarreforma participó a su manera en este gran movimiento psicohistórico de conformación del yo. Pero es a partir de la Revolución Industrial capitalista cuando el individualismo alcanza ya la característica de la soledad. El individuo comienza a estar solo.
El capitalismo individualista del siglo XIX está inspirado en la ética protestante; ahorro, disciplina, trabajo, lealtad, compromiso con objetivos a largo plazo y capacidad de renunciar al placer presente en aras del placer futuro como recomendaba Epicuro. En cambio el individualismo burgués del capitalismo tardío del siglo XX es consumista, hedonista, sin compromisos, dominados por el principio del placer frente al principio de realidad y al principio del deber. Esto se denomina erosión o corrosión del carácter, típico del trabajo contemporáneo. Disfrutadores del carpe diem, sin futuro, mito de la felicidad. Se ha implantado el modelo del consumidor satisfecho y sin represiones, ni autocontrol.
Uno no está de acuerdo con el uso que Marino Pérez Álvarez hace del término neoliberalismo para designar la ideología capitalista. Neoliberalismo denotaría un nuevo liberalismo, pero es que se trata del liberalismo de siempre, del siglo XVIII y del siglo XIX. Más bien, entiendo yo, habría que denominar neoliberalismo a un liberalismo cercano a la socialdemocracia, como el de Rawls, Dworkin, Van Parijs, etc., en los que se observa un creciente interés por la justicia social redistributiva y por el énfasis en la igualdad económica y social. Se trata del liberalismo partidario del Estado del Bienestar.
“El individualismo neoliberal es más afín con la tradición protestante, centrada en la independencia del individuo, que con la católica, centrada en la pertenencia de la persona a la comunidad, empezando por la familia.” La autonomía individual, la independencia rompe los vínculos entre los individuos en el interior de las instituciones sociales. Tiene pues un efecto disolvente de éstas. Finalmente se acaba echando de menos la conexión de los individuos en el interior de las instituciones sociales, el valor de la interdependencia de los individuos entre sí.
Se habla del yo interior como algo en sí y por sí previo a cualquier determinación externa. Todos hablan del yo interior y lo dan como algo archisabido, evidente. Los sentimientos brotan del yo interior, las experiencias de la conciencia. Estamos llegando a un solipsismo práctico. Todo lo que percibo y hay es una emanación de mi conciencia a la que erijo en juez último e infalible, se refiere pues, al yo interior, privado. O bien ocultamos el yo con el concepto de intimidad o bien lo expresamos cuando hacemos algo, particularmente los artistas presumen como de un mérito, de expresar su yo en sus obras. Los contenidos de conciencia se consideran producidos por el yo. Actiones sunt suppositorum. Cada uno tiene su propio yo distinto. Las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno, Harry el Sucio dixit. Además se produce una escisión entre el yo exterior de la conducta pública y observable y el yo interior y se considera más importante al yo interior.
“Sin embargo, por más que inevitable (y tampoco habría por qué evitarlo), el concepto de yo interior resulta engañoso porque en realidad no hay tal yo interior como algo localizable en algún sitio dentro de uno, ni autónomo, una suerte de fuente autooriginaria o algo así.” Más bien, ocurre que el yo interior deriva de la socialización, comenzando por el lenguaje que es intersubjetivo necesariamente.
“El yo romántico prefigura el yo psicológico mundano, así como el yo de la psicología académica del siglo XX, y perdura en nuestros días.”
En la literatura española del romanticismo aparece el cultivo del yo sometido a la frustración, enajenación y fragmentación Sin embargo, es en la literatura romántica inglesa y alemana donde encontramos las conexiones más directas con la psicología. En la literatura inglesa se ve un precedente del psicoanálisis. En la literatura alemana se advierte una psicología humanista. Se busca la autorrealización personal. Se llama también crecimiento personal. Se utiliza el modelo botánico de crecimiento de las plantas para explicar el sentido de la conducta humana.
“La secularización supone el declive de la religión, que forma parte del proceso de desvinculación de cualquier trascendencia fuera del mundo en favor de un mundo inmanente que se justifica por sí mismo.” Es lo que Nietzsche llamaba La muerte de Dios y Max Weber el desencantamiento del mundo.
El ateísmo vulgar se ha impuesto sobre el ateísmo ilustrado. La eliminación de la religión ha supuesto el afloramiento del culto a lo maravilloso y a las supercherías, un neopaganismo o, como diría Gustavo Bueno un repliegue o refluencia de y a la religión primaria y a la secundaria. Las ideologías basura de nuestra época, ecologismo, animalismo, homosexualismo, transexualismo, feminismo, o mindfullness, cuidar del planeta, cuidar de las bestias, en particular de los animales domésticos, crecimiento cero, etc. Son un sustitutivo de la religión.
Utilizando a Erich Fromm, Marino Pérez Álvarez afirma que la libertad de y la libertad para producen un miedo a la libertad que lleva a nuevas sumisiones que suceden a las sumisiones tradicionales. El aislamiento y la impotencia conducen, siguiendo a Fromm al autoritarismo, la destructividad y el conformismo. El conformismo nos recuerda al último hombre, un pulgón inextinguible, no quiere mandar ni obedecer, sin metas, que ama la salud y que tiene su pequeño placer para el día y su pequeño placer para la noche. Es el hombre de la envidia y del resentimiento. Ortega habla a su vez del hombre masa socializado, hombre mediocre, igual a los demás, diríamos el filisteo, la masa se cree con derecho a cultivar sus opiniones y a carecer de criterios y así impone su propia vulgaridad, partiendo del hecho de considerar las opiniones como algo respetable y no sometibles a crítica y ello por el mero hecho de ser proferidas. Es la ideología democrática. Se sustituye el saber por la doxa, por la opinión. “Esto nos lleva a apuntar en el diagrama psicológico del hombre-masa actual dos primeros rasgos: la libre expresión de sus deseos vitales [por tanto, de su persona] y la radical ingratitud hacia cuanto ha hecho posible la facilidad de su existencia. ” Marino Pérez Álvarez habla del señorito satisfecho. Es el niño mimado que se rige por el principio del placer y por la doxa. De aquí proceden las neurosis. Siempre hay problemas, dolor. El dolor es una realidad insuperable y hay muchos que sucumben ante esto y la neurosis es una conducta de evitación del dolor. Esto se lleva a cabo por tres vías. Acercamiento, enfrentamiento y evitación o alejamiento.
El hombre-individuo-masa-obrero socializado es el hombre normal, vulgar. Según Erich Fromm es el hombre alienado y aburrido. El marxismo hablaba del fetichismo de la mercancía. Las cosas se definen por su valor de cambio y se produce también la cosificación de las personas. El hombre se autoconcibe como mercancía. La forma social de la mercancía se impone en todas nuestras relaciones con las cosas y con las personas. En la sociedad burguesa, capitalista surge el aburrimiento, el hastío diría yo. El aburrimiento, dice Fromm es el estado corriente de la melancolía y la melancolía es el estado patológico del aburrimiento. “Y todo ello antes de que la ansiedad y la depresión hicieran época en tiempos de las redes sociales.”
David Riesman hablaba de la muchedumbre solitaria para definir el carácter de los individuos de la sociedad de consumo.
La muchedumbre solitaria a la que se ha llegado en el siglo XX queda amplificada como efecto de las redes sociales como una suerte de muchedumbre solitaria en línea. Las redes sociales exacerban el individualismo y la soledad ya existentes previamente. Las redes sociales son una transformación de la vida y de la psicología de la gente. Se han vuelto imprescindibles. “La cuestión es que no somos meramente usuarios de estas herramientas, sino que somos transformados por ellas.”
Las redes sociales están contribuyendo a la soledad y al aislamiento del individuo. Exacerban el individualismo. Es una vuelta al Romanticismo al fomentar el Yo y sus sentimientos. La dependencia facilitada por el teléfono portátil fomenta la necesidad de la aprobación de los demás de los sentimientos que uno tiene. Estar muchas horas conectado fatiga y provoca ansiedad, depresión y soledad. El malestar de la cultura ahora es el malestar de las redes producido por su uso abusivo. Malestares psicológicos, ansiedad, depresión disforia de sexo, conductas autolesivas, ideas suicidas, trastornos de la alimentación, soledad, etc. Las redes lo que hacen es intensificar estos trastornos psicológicos. No son la causa. Hay una correlación entre las redes sociales si se usan en exceso y los trastornos psicológicos ya aludidos.
El malestar más destacable es la soledad. “La depresión, que siempre parece estar presente en los estudios sobre el impacto psicológico de las redes sociales, puede que sea más que nada soledad: desconexiones de las otras personas, de una vida con sentido, y del estatus y el respeto social, como muestra el expaciente y escritor Johann Hari a resultas de su propia experiencia e investigación de las causas y soluciones de la depresión en su libro “Conexiones perdidas”. No deja de ser irónico que la conexión a las redes sociales pudiera ser en realidad una desconexión.”
Afirma Marino Pérez Álvarez que “Los trastornos psicológicos/psiquiátricos no se deben a problemas en las conexiones neuronales (.……) sino a desconexiones con los demás, la vida y el mundo.”
Marino Pérez Álvarez adelanta que la solución está en algo muy parecido a lo que hacían los epicúreos y los psicoanalistas: Relación entre el clínico y el paciente y el sentido de comunidad.
“El uso de las redes sociales no es problemático per se.” Un uso es problemático si acarrea malestar. “El uso problemático empieza por ser un uso abusivo, en el sentido de excesivo cuando supone varias horas al día.”
Además las redes sociales fomentan la envidia y el resentimiento en los usuarios más asiduos. “los mayores disparadores de la envidia en las redes sociales son las experiencias contadas (viajes, ocio, vacaciones, eventos, relaciones), y no tanto las cosas materiales (objetos, joyas, ropa, coches, casas), que también.”
La idea de felicidad, el mito de la felicidad, como decía Gustavo Bueno, mueve el capitalismo, el consumo. Dominados como estamos por el mito de la felicidad. Hay que representar virtualmente que uno es feliz. Las redes sociales juegan con la apariencia, con la imagen de felicidad de cada cual. Exhibicionismo de los individuos. Las fotos e imágenes proyectan una representación del yo real. Los autorretratos son la apoteosis del narcisismo y del exhibicionismo. Hay una obsesión por ser visto porque si no somos vistos, no existimos. Ser es ser visto. Se pretende la aprobación de los demás. Se busca el sentido en la aprobación por parte de los demás. Sin embargo, la realidad objetiva es el sufrimiento real: soledad, depresión, infelicidad.
Lo mismo puede decirse de los sentimientos con los autorretratos telefónicos. Vanidad, exhibicionismo, individualismo, narcisismo. Se busca la aprobación por parte de los demás. El individuo busca motivarse en la autoestima.
Las redes sociales, con su uso “supone fácilmente y a menudo, un comportamiento adictivo. La analogía con las conductas adictivas a sustancias se aprecia en aspectos relevantes, como la importancia que las redes cobran en la vida del usuario.” Las redes sociales pueden ser alienantes, intoxicadoras, aplastadoras del entendimiento y del buen sentido y generadoras de neurosis obsesivas.
Hay que dominarse, autodominio, autocontrol. Abstine et sustine dirían los estoicos, tan de moda actualmente porque estamos viviendo una época de crisis. También los estoicos crearon una cierta hetería soteriológica o comunicad salvífica con su filosofía moral, aunque no formaron comunidades. Se conformaban con difundir su pensamiento y con filosofar y escribir. El estoicismo nos ayudaría a superar las adicciones creadas por las redes sociales y nuestras frustraciones.
En el fondo, los trastornos conductuales que han aumentado como efecto del uso excesivo de las redes sociales derivan de la soledad. Las redes sociales exacerban los problemas psicológicos previamente existentes.
Marino Pérez Álvarez sitúa las redes sociales como contempladas desde la perspectiva del individuo flotante, figura antropológica de nuestro tiempo, aunque Gustavo Bueno consideraba que era una figura antropológica aplicable a cualquier época, puesto que el individuo flotante es un resultado y efecto de la ciudad.
“La noción de individuo flotante sugiere tanto levedad del ser como falta de horizonte que diera sentido a la vida. La levedad del ser no sería por vacío de un sujeto que no tuviera experiencias, sentimientos y expectativas, sino acaso por exceso de subjetividad, sin saber ya lo que quiere. Se refiere a una subjetividad particularmente caracterizada en nuestro tiempo por la hiperreflexividad y la autoconciencia intensificada, que terminan por interponerse entre uno y el mundo. Entre yo y el mundo estoy yo mismo, todo un mundo, acaso un desdichado mundo interior.” Por eso es conveniente conocer la doctrina de Gustavo Bueno al respecto. Más que nada porque fue Gustavo Bueno el que introdujo la figura antropológica tanto de individuo flotante como de hetería soteriológica. Marino Pérez Álvarez realiza pues un ensayo de interpretación psicológica del presente desde la doctrina de Gustavo Bueno interpretando a los individuos con malestar agravado por el uso excesivo de las redes sociales como individuos flotantes pero dándole un giro psicológico-psiquiátrico. Él mismo reconoce que el concepto de individuo flotante desborda lo psicológico por ser un concepto antropológico-filosófico.
La doctrina de Gustavo Bueno sobre el individuo flotante y las heterías soteriológicas.
Gustavo Bueno en “Psicoanalistas y epícúreos” Ensayo de introducción del concepto antropológico de heterías soteriológicas. El Basilisco, nº 13. Noviembre de 1981- junio de 1982. Introduce la figura antropológica del individuo flotante que utiliza Marino Pérez Álvarez así como el concepto de heterías soteriológicas. Emilio Durkheim (1858-1917), uno de los fundadores de la sociología, introdujo el concepto de anomia para explicar el suicidio. La destrucción de la sociedad tradicional y el establecimiento de la sociedad capitalista había traído la ruptura del consenso tradicional y de la solidaridad orgánicas que caracterizaban a las sociedades tradicionales del Antiguo Régimen. Ya Augusto Comte habló en sus cursos de sociología de buscar restablecer el consenso social y la solidaridad social en la nueva sociedad burguesa. Sería una solidaridad mecánica como diría más tarde Durkheim. La sociología funcionalista ha insistido mucho en este problema buscando una solución o analizando la situación contemporánea. La anomia social es un estado de desorganización de la sociedad o de aislamiento del individuo como consecuencia de la falta de normas sociales o de su incongruencia entre sí. Ocurre cuando tiene lugar la incapacidad de la estructura social para lograr las metas que fija la sociedad para el individuo. Cuando la sociedad es incapaz de proveer a ciertos individuos de lo necesario para logar alcanzar las metas propuestas por la sociedad, entonces surge la anomia social. La anomia se asocia con el desorden social.
Según Gustavo Bueno la distinción entre individuo y persona no está concebida metafísicamente a partir del concepto de alienación.. Individuo y persona son dos conceptos conjugados en torno a los cuales se ordenan los componentes antropológicos más diversos.
La personalidad implica un orden de relaciones ontológicas y sólo desde la idea o perspectiva de un proceso cerrado en ciclos que nos hagan comprender las prolepsis se produce la personalización del individuo, el individuo se convierte en persona. A partir de tales prolepsis se puede comprender, abarcar la totalidad de una vida individual. El proceso de personalización del individuo se realiza en la sociedad política y por ello son necesarios programas normativos. Es la personalidad la que sustenta y mantiene la estructura individual.
Puede ocurrir que las metas, los contenidos, las perspectivas que ofrezca el medio histórico estén debilitados y repercutan desfavorablemente sobre el individuo. Cuando tiene lugar la confluencia de arquetipos opuestos que se neutralizan entre sí sobreviene la crisis de la individuación personal y el individuo no sabe qué patrón seguir. El individuo queda entonces indeterminado (irresponsable). Hay una disolución de las reglas. No hay normatividad. Los arquetipos quedan devaluados. Esto puede tener lugar tanto en épocas de crisis como en épocas de integración por igual. Los arquetipos culturales, familiares, económicos, históricamente determinados producen el enclasamiento de la individualidad personal. Aquí Gustavo Bueno introduce la figura antropológica del individuo flotante. El individuo flotante es el resultado de la confluencia de diversos arquetipos que chocan entre sí. Se produce un alejamiento de los planes colectivos por parte del individuo. Hay por ello un debilitamiento de las motivaciones y de la voluntad de los individuos. La biografía comienza a desdibujarse sin metas, sin destino. Se produce la desintegración del individuo.
El individuo es anterior a la persona pero luego la personalidad subordina a la individualidad. La personalidad es la que mantiene la individualidad. La hetería soteriológica es llamada por Marino Pérez Álvarez comunidad salvífica. Una hetería soteriológica es una cofradía que busca la salvación del individuo en cuanto persona. Las crisis de individuación son crisis de proyectos personales de vidas. Los individuos flotantes dejan de estar asentados en la tierra firme de una personalidad. Es una situación en la que desfallece la conexión entre planes individuales y fines colectivos. Los fines colectivos se neutralizan entre ellos.
El individuo flotante flota sin rumbo y sin destino propio. Es una figura genérica. La hetería soteriológica quiere salvar a los individuos flotantes formando una comunidad de individuos flotantes. La anomia tiene lugar en épocas de crisis o de decadencia económica, política y social y en cambio el individuo flotante puede darse en todas las épocas.
“la idea es que los individuos flotantes que arroja la ciudad requieren de nuevas formas de salvación, como las que brinda el psicoanálisis y, en su caso, el jardín de Epicuro en tanto comunidades salvíficas (terapéuticas) que acogen, reinsertan y dan sentido a la vida de uno.” Por lo demás, el concepto de individuo flotante está conectado con el concepto de hetería soteriológica o de comunidad salvífica. Esto en psicología ya se ha ensayado además de en el psicoanálisis, en otras escuelas de psicología. Existen comunidades terapéuticas para recuperar a los individuos flotantes.
“Se trata de una salvación individual que tira de la propia subjetividad (experiencias, miedos, conflictos, traumas, expectativas, amores, odios, envidias…), de manera que la individualidad flotante cobraría un sentido mediante la explicación, la narrativa, la validación del sufrimiento y el reconocimiento social representado por el psicoterapeuta.” La comunidad salvífica es una mediación entre las instituciones sociales y el individuo.
Aparte de la comunidad salvífica existen el coaching, la autoayuda y la psicopalabrería, superchería del mindfullness. Remedios como decía Gustavo Bueno, para débiles mentales.
Como dice Marino Pérez Álvarez, los conceptos de individuo flotante y de comunidad salvífica pueden ser pensados y aplicables a las terapias cognitivas y con el estoicismo de la época helenística. Añade Marino Pérez Álvarez por su parte la comparación y afinidad entre Skinner y Epicuro. Yo por mi parte añadiría el análisis transaccional de Eric Berne.
“Las filosofías helenísticas como el epicureísmo y el estoicismo no se quedan en relaciones puntuales con psicoterapias actuales como el psicoanálisis y la terapia cognitiva. El creciente interés de las filosofías helenísticas para nuestro tiempo pone de relieve una afinidad más profunda entre la sociedad de entonces y la nuestra, mutatis mutandis.” Hay una gran proliferación de libros sobre el estoicismo, por ejemplo. Se propone el estoicismo como therapeia tes psichés para la vida actual, para nuestro presente. Lo mismo ocurre con el epicureísmo y con el cinismo.
Por lo demás, “La psicoterapia implica una comunidad salvífica en la medida en que acoge, escucha, apoya y orienta en la vida a los consultantes y usuarios.” Marino Pérez Álvarez añade que “El individuo flotante es la figura de nuestro tiempo.” Este individuo flotante de hoy deriva de una sociedad en crisis, flotante debido a la expansión de las fuerzas productivas y a la creciente mecanización que arroja millones de trabajadores al paro seguro. “El individuo flotante –como se viene diciendo- supone una sociedad ella misma flotante, (líquida, liquida, libera), en la que todo lo sólido se desvanece en el aire: el trabajo, las relaciones y las cosas. Recordando de nuevo el trabajo, de tenerlo y si acaso no es precario, probablemente sea un empleo con el que uno apenas se identifica.” Es el predominio, que diría Marx, de la forma social mercancía.
El individuo flotante, hasta flota sobre su propio cuerpo. Aparece la enfermedad mental llamada disforia de género. Varones que se sienten mujeres y mujeres que se sienten varones y que quieren utilizar la química y la cirugía para disfrazarse del otro sexo opuesto También los hay que se sienten animales. Estas enfermedades mentales son muy peligrosas y perjudican mucho a los individuos y a la sociedad. Estas enfermedades mentales derivan del individualismo y del subjetivismo de la sociedad capitalista y por supuesto, son formas de individuo flotante. Ya ni siquiera tienen su propio cuerpo del que estar seguros, ni siquiera tienen anclaje en su propio cuerpo.
“El concepto de individuo flotante ofrece una caracterización general del individuo que genera la sociedad actual.” Marino Pérez Álvarez reivindica estas ideas de Gustavo Bueno para entender el presente y para resolver los problemas del presente en cuanto a trastornos psicológicos se refiere amén de postular la necesidad de la democracia liberal como el marco político necesario que fortalezca la razón, la autonomía, y la fortaleza de carácter de los individuos.
Pioz, 8 de junio de 2023.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-35930606620435580452023-09-20T23:41:00.005-07:002023-09-20T23:41:38.737-07:00MainländerRecensión sobre Philipp Mainländer “Filosofía de la redención”.
En 2014 apareció la primera traducción al español y su primera publicación en español de la obra del filósofo alemán Philipp Mainländer (1841-1876) Filosofía de la redención, Philosophie der Erlösung. 429 páginas, Ediciones Xorki, 2014, Madrid. Traducido por Manuel Pérez Cornejo.
Mainländer es un pensador pesimista más como Schopenhauer, Eduard von Hartmann, etc. El indiscutible mentor intelectual de Mainländer fue sin lugar a dudas, Schopenhauer, el fundador del pesimismo filosófico. En este libro expone toda su filosofía. A continuación se suicidó como buen pesimista. Era el año 1876.
La filosofía ha de ocuparse del mundo. “La verdadera filosofía debe ser puramente inmanente, es decir, tanto su tema como su límite ha de ser el mundo.” Y además “La verdadera filosofía, además debe ser idealista”. Sigue pues los pasos de Schopenhauer. El mundo es la representación del sujeto cognoscente pues. “Partir del sujeto, por tanto, es el comienzo del único camino seguro para alcanzar la verdad.” No tiene sentido preguntarse qué aspecto tendría el mundo si no lo conociéramos o no lo pudiéramos conocer.
Entonces, Mainländer plantea tres tesis sobre el conocimiento:
1) Que el sujeto cognoscente produce el mundo completamente por sus propios medios.
2) Que el sujeto percibe el mundo tal como él es;
3) Que el mundo es producto, en parte del sujeto, y en parte de un fundamento fenoménico independiente del sujeto.
Entonces, ser es ser conocido por parte del sujeto cognoscente de acuerdo con las categorías, sólo la causalidad y el espacio y el tiempo, tal y como sostenía Schopenhauer.
Esto puede ser considerado como un idealismo subjetivo. “Partir del sujeto, por tanto, es el comienzo del único camino seguro para alcanzar la verdad” La experiencia procede de los sentidos y de la autoconciencia. El comienzo del conocimiento es la experiencia. Las impresiones de los sentidos se constituyen en representaciones elaboradas por nuestro cerebro. “La totalidad de tales impresiones es el mundo como representación (die Welt als Vorstellung).”
El entendimiento busca la causa de la alteración en el órgano sensorial y ésta es la función de la causalidad. Es la única categoría kantiana que Schopenhauer admitía en su filosofía del conocimiento y Mainländer sigue aquí a Schopenhauer. La ley de causalidad es a priori. Esta función es innata al entendimiento a decir de Mainländer. Es la función apriorística del entendimiento. El sujeto cognoscitivo existe con independencia de las cosas en sí.
“De la misma manera que la ley de la causalidad se encuentra en nosotros, y ciertamente antes de toda experiencia, es igualmente cierta, por otro lado, la existencia independiente del sujeto de las cosas en sí, cuya actividad pone en funcionamiento al entendimiento.”
Otra categoría o forma previa a toda experiencia es el espacio. Fuera del sujeto que intuye, no hay ni un espacio infinito, ni espacialidades finitas. Espacio y tiempo no pueden ser en absoluto formas a priori y de hecho no lo son pero tampoco son formas inherentes a las cosas en sí. El espacio como forma del entendimiento es el punto. “el espacio como forma del entendimiento hay que pensarlo únicamente bajo la imagen de un punto”.
Esto es importante tenerlo en cuenta:
“El espacio infinito y el tiempo infinito no son, originalmente, ni esencialmente unas intuiciones puras de la sensibilidad que todo lo abarcan, sino los productos de una síntesis del entendimiento, que se prolonga hasta el infinito (…) El tiempo infinito y el espacio infinito, como tales, no son formas de la sensibilidad, sino enlaces de algo múltiple, que, como todos los enlaces, son obra del entendimiento……no hay ningún espacio como intuición pura a priori.” PE, Vol I. Apéndice, PP. 367-392. Nota 2.
La materia es la segunda forma del entendimiento para percibir la causa. “La materia ha de definirse como el punto en el que se unifican las impresiones transmitidas de los sentidos que son las actividades de las cosas en sí intuidas, especialmente elaboradas.” El objeto no es otra cosa que la cosa en sí filtrada por las formas del sujeto. La materia es la objetividad pues. “Sin la materia, no hay objeto alguno, y sin objetos no cabe hablar de mundo exterior.”
Sin la materia pues, no hay objeto, no hay experiencia. Además de la materia Mainländer afirma que hay que añadir a la materia la fuerza. La fuerza puede no ser materia y estar libre de materia. Si la fuerza es objeto de la percepción de un sujeto, entonces es materia.
Schopenhauer afirmaba que el mundo es mi representación. Mainländer afirma que “el sujeto es un factor principal en la constitución del mundo exterior, aunque él no falsee la actividad de una cosa en sí, sino que solamente reproduce precisamente aquello que actúa sobre él.”
El entendimiento sirve para descubrir la causa de los cambios y para incluir el objeto en sus dos formas: espacio y materia. Pero con esto no basta para la constitución del objeto. El entendimiento no puede proporcionar objetos completamente terminados. “Para que esto suceda debemos pasar del entendimiento a otra facultad cognoscitiva: la razón “
A diferencia de lo que ocurría en Kant, la función de la razón es la síntesis “o el enlace como actividad”. La razón tiene una forma: el presente. “Pero, en general, la función del espíritu es acompañar la actividad de todas las facultades con conciencia y unir sus conocimientos en el punto de la autoconciencia”.
El entendimiento no puede enlazar, su función es ir desde el efecto a la causa. La razón es la que efectúa la síntesis.
Según Schopenhauer, espacio y tiempo eran las formas a priori de la intuición y sólo había una categoría del entendimiento: la causalidad. Según Mainländer, espacio, causalidad y materia son las categorías del entendimiento y “el tiempo es un enlace de la razón y no, como suele suponerse, una forma a priori de la facultad cognoscitiva.” “el tiempo es la medida subjetiva del movimiento”
El ámbito de la intuición no agota todo el mundo de la experiencia. También tenemos la representación de objetos no captados intuitivamente, por ejemplo, la representación del universo.
La substancia es igual que el tiempo, un enlace a posteriori de la razón, basado en una forma a priori.
Frente a la unidad de la sustancia, como enlace ideal, se encuentra en el ámbito real el universo, la unidad colectiva de fuerzas, que es totalmente independiente de aquella.
El entendimiento sólo busca la causa y la razón transmite una más. La representación no es ni sensual, ni intelectual, ni raciona, sino espiritual. Es obra del espíritu, es decir, del conjunto de las facultades cognoscitivas.
“todas las impresiones de los sentidos conducen a objetos, que constituyen en su conjunto el mundo objetivo.”
La cosa en sí es la fuerza. El mundo es el conjunto de las cosas en sí y es por tal razón un conjunto de fuerzas puras que para el sujeto son objetos. El objeto es el fenómeno derivado de la cosa en sí.
Para Mainländer todas las series causales siempre desembocan en una unidad trascendente que se encuentra completamente cerrada para nuestro conocimiento, y es una X equivalente a la nada. Por eso el mundo ha surgido de la nada. Es el ser originario, Ursein. Además, la serie causal no puede ser infinita. La unidad simple escapa por completo a nuestro conocimiento.
Philipp Mainländer sostiene la finitud del universo. No se trata de un dominio inmanente cerrado finito que, sin embargo, estaría rodeado por todos los lados de algo trascendente infinito, sino de un único ámbito inmanente aún existente que ha de ser finito, puesto que el ámbito de lo trascendente de hecho ya no existe.
Una totalidad de esferas finitas debe ser necesariamente finita. Un argumento bastante potente. No puede haber una totalidad infinita, un cosmos infinito. Si es totalidad no es infinito y si es infinito no es una totalidad.
Por lo demás, Mainländer rechaza la infinita divisibilidad de la fuerza y el átomo.
El tiempo es un enlace ideal a posteriori, que surge en base a la forma apriórica del presente y no es nada sin el fundamento de la sucesión real. En conclusión,
1) El movimiento real ha tenido un comienzo.
2) El movimiento real carece de fin.
A todo esto Mainländer lo denomina el auténtico idealismo crítico o trascendental. Aquí sigue a Schopenhauer considerando toda esta filosofía como un idealismo trascendental, “que es el que les deja a las cosas en sí su realidad empírica y efectiva, y no se basa en meras palabras, es decir, les concede extensión y movimiento, independientemente del sujeto del espacio y del tiempo. Su centro de gravedad radica en la objetivación material de la fuerza, y desde este punto de vista es trascendental, pues esta palabra designa la dependencia del objeto del sujeto.”
Es idealismo crítico porque no le permite a la razón utilizar mal la causalidad para producir series infinitas; separar el tiempo del desarrollo real, tener al espacio matemático y a la sustancia por algo más que meras cosas del pensamiento y atribuir infinitud a este espacio real y a esta sustancia real una permanencia absoluta.
Además nos prohíbe a nuestra razón perversa sostener que hay series causales infinitas y atribuirles ser, afirmar que el universo sea infinito y afirmar que las fuerzas químicas sean divisibles hasta el infinito o que sean un agregado de átomos, que el desarrollo del mundo carezca de comienzo; que todas las fuerzas sean indestructibles.
Las cosas en sí son para el sujeto objetos sustanciales, e, independientemente del sujeto son fuerzas que se mueven con una determinada esfera de actividad.
La esencia de la fuerza ha de captarse en la autoconciencia, que es la segunda fuente de la experiencia.
Siguiendo a Schopenhauer la fuerza que se revela en nuestro interior es la voluntad de vivir. Es el conatus de Spinoza. Queremos la existencia y por eso existimos. La voluntad de vivir es el nucleo más esencia e íntimo de nuestro ser.
La voluntad de vivir individual y real es el fundamento de la física. La voluntad de vivir es un movimiento unitario e indiviso. Entonces es lo inorgánico. Si en cambio la voluntad tiene un movimiento resultante es un organismo.
La ética de Mainländer es eudemónica. Se trata de buscar la felicidad. Se trata de investigar la felicidad.
“En el mundo no hay otra cosa que la voluntad individual, que tiene una tendencia fundamental: vivir y mantenerse en la existencia. Esta tendencia se presenta en el hombre como egoísmo, que constituye la cubierta de su carácter, es decir, el modo y manera en que quiere vivir y mantenerse en la existencia.”
El hombre no sólo quiere subsistir, persistir en el ser, perseverar en el ser, sino además, quiere la felicidad.
La voluntad no es nunca libre y todo lo que existe en el mundo, sucede con necesidad. Entonces el hombre nunca es libre aunque pueda obrar en contra de su carácter y tenga movimientos diferentes a los de los animales.
Siguiendo a Hobbes y a Spinoza el hombre en el estado de naturaleza no comete injusticia alguna. La lucha por la existencia es la que determina la vida humana. De esta lucha sale vencedor el más fuerte o el más astuto. El hombre no tiene derechos humanos. Simplemente existe y busca mantenerse en la existencia.
Todas las acciones humanas son egoístas e interesadas frente a Kant. Todos los hombres actúan por interés y por alguna motivación.
La función del Estado es dar a los ciudadanos más de lo que toma de ellos. Les garantiza así un beneficio. Este beneficio supera al sacrificio que los hombres realizan. El contrato social constitutivo del Estado tiene dos leyes originarias: 1) Nadie debe robar y 2) Nadie debe matar.
Respecto a la religión, surge del miedo de los hombres a un poder supramundano inconcebible que puede manifestarse en la naturaleza de forma temible, aniquiladora y devastadora, y así se figuraron los hombres a los dioses.
La religión cristiana es la más perfecta y la mejor de todas. Exige a los hombres la obediencia al Estado y a Dios, no matar, no robar, amar al prójimo, incluso al enemigo. Es una religión que reprime el egoísmo humano.
Una acción moral es una acción que coincide con las leyes del Estado y los mandatos de la religión. La acción moral no puede ser nunca desinteresada. Ya sabemos que todas las acciones humanas son egoístas.
Una acción moral tiene valor si se corresponde con las leyes del Estado o con los mandatos de la religión. Esto es, si es legal.
En segundo lugar, si se ejecuta de buen grado, es decir, si suscita en el que actúa el estado de una profunda satisfacción y de una pura felicidad.
El Estado da más a sus ciudadanos de lo que toma de ellos. El Estado es beneficioso pues para sus ciudadanos. Por eso existe el Estado, por utilidad, por beneficio. Hay dos leyes originarias: 1. Nadie debe robar. 2 Nadie debe matar. En esto consiste el contrato social originario. Surgió el poder público. La ley exigía el castigo. Unicamente cumpliendo el castigo se mantiene vigente la ley.
Es evidente que el bienestar del hombre es superior en el Estado que en el estado de naturaleza.
Las acciones morales descansan pues como ya se ha dicho antes en la motivación egoísta. Además hay un principio abstracto que funda la acción moral: No hacer mal a nadie y antes bien, ayuda a quien puedas. Esto procede de Schopenhauer.
La acción moral vale, es válida, si se adecua a las leyes del Estado y a los mandatos de la religión. Esto significa que debe ser legal.
En segundo lugar se tiene que ejecutar de buen grado. Tiene que provocar en quien la ejecuta una profunda satisfacción y una pura felicidad.
“La Política trata del movimiento de toda la humanidad. Este movimiento resulta de los esfuerzos de todos los individuos, y, considerado desde un punto de vista inferior, es, como hemos declarado en la Ética, aunque sin demostrarlo, el movimiento hacia el Estado ideal, mientras que, concebido desde un punto de vista superior, aparece como el movimiento desde la vida a la muerte absoluta, puesto que la detención en el Estado ideal no es posible.”
El Estado es la forma general de la civilización. La principal ley de la civilización es la ley del sufrimiento que causa el debilitamiento de la voluntad y el fortalecimiento del espíritu. De aquí brotan las distintas leyes históricas.
Para un pesimista como Mainländer que habiendo terminado de escribir toda su doctrina filosófica, que estamos comentando aquí, se suicidó “El conocimiento de que la vida carece de valor supone el apogeo de toda sabiduría. La carencia de valor de la vida es la verdad más simple; pero, al mismo tiempo, la más difícil de conocer, porque se presenta oculta por incontables velos. Estamos, por así decirlo, sobre ella ¿cómo podríamos encontrarla?”
Todo el desarrollo histórico de la humanidad camina hacia el bienestar y hacia la búsqueda de la felicidad. El socialismo, al concederle bienestar material al pueblo permitirá a las masas darse cuenta de que la vida no vale nada. “En el Estado ideal, la humanidad realizará el “gran sacrificio”, como dicen los hindúes, es decir, morir.” En el Estado ideal toda la humanidad será ciudadana. Lo principal será la ciudadanía. El ciudadano será un hombre absolutamente libre. Será el hombre completamente emancipado. Ahora el hombre busca la muerte, la nada, el nirvana, la muerte absoluta. Así pues la civilización es el movimiento de toda la humanidad y va desde la vida a la muerte absoluta. Sigue la humanidad una ley única: la ley del dolor, cuya consecuencia es el debilitamiento de la voluntad. Se va del ser al no ser, de la vida a la muerte. Toda la humanidad está consagrada a la aniquilación.
Si pasamos a la metafísica podemos decir que en el mundo todo es voluntad de morir, que se presenta en el reino orgánico de forma velada como voluntad de vivir. En el fondo el filósofo inmanente ve en todo el universo sólo el más profundo anhelo de absoluta aniquilación. La redención a la que aspira Mainländer es simplemente la nada, la aniquilación. Finalmente aparece la religión, que tiene mucho en común con la filosofía.
La correcta relación entre el individuo y el mundo es la esencia de la religión y de la filosofía, el verdadero Grial
Lo que separa a las religiones y a los sistemas filosóficos particulares unos de otros es tan sólo el tipo de relación en que pusieron al individuo con el resto del mundo.
Cristo y Buda establecieron por igual el camino hacia la redención, esto es, la nada. El hombre, el santo lo que quiere es la nada, el no ser. Vivir es dolor. Lo mejor es morir, aniquilarse o suicidarse. Afirma Mainländer que ni Cristo ni Buda prohibieron el suicidio.
Mainländer afirma que su filosofía de la redención fundamenta por vez primera científicamente el ateísmo.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-79885784249407143512023-09-20T23:38:00.003-07:002023-09-20T23:38:37.772-07:00La inferioridad moral de la izquierdaLa inferioridad moral de la sofística.
Ignacio Sánchez-Cuenca, “La superioridad moral de la izquierda” Colección Contextos. Lengua de trapo y CTXT, 2ª edición. Prólogo de Íñigo Errejón. Febrero de 2019. Editorial Lengua de Trapo, Madrid. 114 páginas.
Íñigo Errejón afirma que Podemos nació como un partido transversal, ni de derechas ni de izquierdas, pero la realidad que hemos venido percibiendo es que pronto Podemos se decantó hacia la izquierda populista leninista, hacia la izquierda terrestre, o sea, antisistema, antiespaña. Esa es la realidad en la que devino Podemos.
Al reagruparse y resituarse Podemos en la izquierda, no hace más que organizarse en una variedad de la sofística: heredera de la vieja Sofística griega. Vean la sofística que utiliza Podemos: “históricamente las posiciones que la izquierda reivindica serían todas aquellas que, en términos actuales, identifican la democracia con el poder de los cualquiera –Rancière: “la democracia no es ningún régimen de gobierno, sino la manifestación, siempre disruptiva y conflictiva, del principio igualitario”-. Esto no es más que palabrería sin sentido. Esto sólo tiene un significado psicológico-motivacional y sentimental. La democracia está ligada al mercado capitalista pletórico de bienes y a la propiedad privada y por lo tanto, es incapaz de acabar con la desigualdad económica y social y tiene pues que conformarse con la igualdad ante la ley. Si no definimos a qué igualdad nos referimos, qué parámetros la gobiernan, estamos haciendo demagogia.
“La izquierda, en todo caso, es una metáfora para agrupar a los partidarios de un orden más justo; es decir, un vehículo para un fin”. Todo así muy indefinido para engañar al vulgo ignaro, con imágenes y metáforas de significado indefinido. ¿Gran vehículo?-Mahayana ¿Pequeño vehículo?-Hinayana. ¿Por qué habría de ser la izquierda la justicia? ¿Porque lo dicen acaso los demagogos que nos dicen lo que debemos pensar y cómo debemos pensar?
¿Por qué la desigualdad económica y social es un mal? Eso de que todo el mundo cobre igual y tenga igual patrimonio, belleza, inteligencia, estatura y salud es utópico por imposible. La única igualdad posible y viable es la igualdad legal. Y eso no tiene por qué ser injusto. Es real y es justo. El Estado no tiene por qué ser Robin Hood, quitarles sus cosas a unos para dárselas a otros que tengan menos. Tampoco el vivir sin trabajar y cobrar por no se sabe muy bien qué razón es justo. Esto es pura demagogia, sofistería. Ni es superior éticamente, ni moralmente ni políticamente ni es justo, por supuesto. La izquierda, desde estas autorrepresentaciones emic aparece así como sofística, una heredera de la sofistica griega, luego clerical medieval, luego de la pedagogía. La izquierda es la gran sofística actual. Desde luego, menos culta y hábil que la sofística de un Protágoras, Gorgias, Antifonte, etc.
Según Gustavo Bueno, el mito de la izquierda consistía en que no había una única izquierda y en que izquierda se dice de muchas maneras, que no había un formato univocista para hablar y definir la izquierda. Por lo tanto, el abstraer las diferencias evidentes e inevitables y establecer el concepto abstracto de izquierda ya sería suficiente para descalificar el libro por mitológico y confusionario, amén de sofístico.
En el fondo, hablar de la superioridad moral de la izquierda es apelar a la fe del carbonero. Este sintagma está proferido desde la fe del carbonero. Se afirma en este libro que las ideas de izquierda son moralmente superiores y lo dice sin el menor empacho. Para empezar habría que distinguir entre ética y moral siguiendo a Gustavo Bueno.
Luego viene la distinción sofística entre ideas y personas. “No quiero decir con esto que las personas de izquierdas sean moralmente superiores a las personas de derechas” Y a Continuación formula la siguiente aseveración: “Una cosa es la superioridad de ciertas ideas y otra bien distinta las personas que las adoptan”. Pero yo me temo que las ideas determinan el carácter de las personas y sus acciones y las ideas de izquierdas, particularmente las ideas comunistas han determinado verdaderas aberraciones: mentiras, muertes, robos, delitos….El comunismo es la mayor estafa del siglo XX por lo que prometió y por lo que ofreció.
Y por lo tanto, “las ideas de izquierdas son superiores a las de derechas” la cosa sigue ahí: “voy a defender que el comunismo no es sino la proyección política, llevada al límite de la intuición moral que late en el imperativo categórico kantiano. El comunismo puede entenderse, efectivamente, como el reino político de los fines.” Atacar el mercado es locura y necedad. Atacar la propiedad privada es locura y necedad. Destruir una sociedad con los costes económicos, materiales y humanos para edificar otra desde los cimientos y confiar la realización de los fines a las generaciones futuras como ideología aureolar que pide su realización en un futuro indefinido es una estafa y por lo tanto lo que indica es precisamente su carácter sofístico y su carácter inmoral…tanto desde el punto de vista ético como desde un punto de vista moral.
La izquierda quiere construir el hombre nuevo, el perfeccionamiento moral. La izquierda encubre con palabrería sus fines políticos. Muchas veces es pura demagogia irresponsable lo que los izquierdistas te ofrecen y a veces es pura delincuencia que utiliza la política de manera instrumental.
La política para el izquierdista es un proyecto de trascendencia de ir más allá del presente. Otro mundo es posible afirman y parpadean de felicidad. Al final, sacrificios y la apelación a la felicidad de las generaciones futuras. La política derechista se sitúa en la inmanencia. Yo a eso lo llamo realismo político porque la derecha ama y acepta la realidad y no pretende destruir las instituciones sociales de la sociedad burguesa porque las considera correctas y razonables. Utopismo frente a realismo diría yo. ¿Cómo va a ser moralmente superior el engaño, la fantasía, la sofística al presente, a la realidad, la objetividad?
En el fondo, la izquierda apela al sentimiento. Una política basada en sentimientos es una política que lleva al caos. Del ansia de justicia tan extremo se llega a la más absoluta esclavitud.
Sin embargo Sánchez-Cuenca no tiene ningún inconveniente en afirmar que “Las personas de izquierdas tienen una mayor sensibilidad hacia las injusticias que las personas de derechas y por eso desarrollan un sentimiento de superioridad moral”. Pero, ¿No habíamos dicho antes que una cosa son las ideas y otra cosa son las personas? Entonces, ¿Cómo se puede afirmar la superioridad moral de la izquierda a la vista de su carácter sofístico y de su desfachatez intelectual derivada de su carácter sofístico? Además Sánchez-Cuenca afirma que el tipo de ideología que uno adopte depende del tipo de hombre que uno sea, vamos, que es una cuestión moral. Claro que no aclara si es un asunto ético de normas distributivas para toda la humanidad para todo individuo humano o normas atributivas para el grupo nacional al que uno pertenezca.
Sigue sin demostrarse esa presunta superioridad moral de la izquierda.. “El mayor idealismo moral de la izquierda explica la recurrencia de sus conflictos internos, de sus rupturas y escisiones”. ¿No será eso acaso algo originado por el fanatismo de las izquierdas? Por lo demás, Sánchez-Cuenca incurre constantemente en el mito de la izquierda. No hay una izquierda. Hay muchas e incompatibles entre sí. Todo esto es rabulismo y sofistería.
“En España, la gente de derechas tiende a aborrecer el cine español, a aficionarse a los toros, a asistir a misa y probablemente prefiera visitar el Museo del Prado antes que el Reina Sofía.” En efecto las diferencias ideológicas se extienden más allá del ámbito político. Se olvida el autor de que hay gente que se declara de izquierdas que ama los toros y que va al Museo del Prado. Sobre el cine español, si es un cine sectario, panfletario y progre, es lógico que sea aborrecido por mucha gente que es de derechas.
“La izquierda, por tanto, se caracteriza por una mayor empatía hacia los desfavorecidos y los oprimidos” Pero las políticas de izquierdas no resuelven nada e incluso empeoran la situación de los individuos con menos ingresos. La izquierda sube los impuestos y eso retrae las inversiones de capital con el consiguiente aumento del paro. La izquierda favorece la inmigración masiva de lumpemproletariado internacional que degrada la vida social, presiona a la baja los salarios y degrada los servicios sociales: educación, sanidad, subvenciones amén de los problemas de delincuencia y orden público. La derecha favorece el despliegue de las fuerzas productivas y ello contribuye a disminuir el paro y a mejorar la vida de las clases medias al disminuir los impuestos. La derecha está instalada en la realidad de la sociedad burguesa y es más, ha adoptado las políticas socialdemócratas del Estado del Bienestar. La socialdemocracia, la izquierda más realista y compatible con la democracia y la sociedad burguesas ha desaparecido muerta de éxito por la asunción de los conservadores de sus ideas y políticas. La izquierda es perjudicial para los humildes. Ser de izquierdas es un lujo que sólo se lo pueden permitir los ricos. El pobre lo que quiere es que le dejen en paz y trabajar y ganar dinero.
Además, ¿Cómo puede hablarse de superioridad moral de las izquierdas cuando no les preocupa el mantenimiento de la unidad nacional en el caso español? ¿Proletarios de España desuníos? Estar a favor de la secesión catalana o vasca es estar a favor de la destrucción de España y eso a quien más perjudica es a los humildes, sobre todo a los españoles hispanohablantes que viven en esos territorios sometidos a la dictadura separatista y que están discriminados absurdamente por razón de lengua y de origen y de convicciones políticas. Ahí la inferioridad moral de la izquierda se manifiesta claramente. La izquierda prefiere destruir el Estado para así al menos como premio de consolación reinar sobre los escombros de España. Esa es la inferioridad moral, la vileza de las izquierdas con su demagogia y su actitud antinacional. Este autor apoya la secesión catalana y utiliza el lenguaje políticamente correcto y afectado de los progres: “Cuando el Govern de Carles Puigdemont pasó de las palabras a los hechos, la derecha se escandalizó ante la amenaza al orden constituido y apoyó sin ambages el uso de la fuerza para evitar que el referéndum del 1-O tuviera lugar.” Se dice Gobierno y Carlos…Estamos en España, no en un reino catalán imaginario y quimérico al que los izquierdistas y todos los progres conceden todos sus derechas al dar por supuesto que un idioma minoritario deba usarse al menos con algunas palabras para adular a los separatistas. La desfachatez intelectual es sostener que España puede fragmentarse por un supuesto derecho de autodeterminación establecido por los separatistas y sus cómplices de izquierdas.
La ideología es mi pastor, nada me falta, exclama el izquierdista y eso le ahorra pensar, leer y estudiar y argumentar. Está iluminado con la fe del carbonero. Por eso los izquierdistas son fanáticos y establecen una suspensión teleológica de la ética convirtiendo la enemistad política en enemistad personal. Son como los luteranos: la fe sola les basta y les salva. Sola fides…Las obras no son necesarias. Es así como se manifiesta esta fe política fanática y maniquea. Como consideran que la sociedad burguesa no sirve y que sus instituciones, lenguaje, instituciones, moral, ética son superestructuras, pues no tienen inconveniente en utilizar los fines que sean convenientes para la revolución y para destruir el orden social con los costes humanos y materiales consiguientes, considerando que la historia los perdonará y que el bienestar de las generaciones futuras lo justifica y redime todo.
“Los principios de la izquierda se distinguen por una mayor sensibilidad hacia el sufrimiento ajeno o, lo que es equivalente, por unos niveles de empatía más altos.”
La izquierda ha sido terrorista en 1793, 1871, 1917, 1936, etc. Es que esa falsedad no se sostiene en absoluto. Al revés…En nombre de la justicia absoluta se ha desembocado en el terror absoluto. Las afirmaciones de Sánchez-Cuenca son sofísticas, falsas, falaces. No se sostienen en los hechos sino en la autorrepresentación de la izquierda como el bien absoluto. Tal vez como la utopía está tan lejos de las limitaciones de los hombres por imposible, las recaídas de los hombres en la inmanencia resultan monstruosas. Necesitan un fulcro en la realidad para sostenerse y compensar lo disparatado de sus fantasías, bien el terror político o bien los bienes inmobiliarios o mobiliarios. La corrupción de las izquierdas es algo mucho más escandaloso que la de las derechas. La estafa de las izquierdas es mucho mayor y más profunda y maligna. Ni las ideas de izquierdas son superiores intelectualmente, ni moralmente y sus resultados son mucho más inmorales aún. Al no tener pie en la realidad aparece el absurdo y tienen lugar decisiones irracionales que no tienen en cuenta las más elementales verdades de la ciencia política. El sufrimiento de clases enteras y de generaciones enteras es el resultado de la presunta superioridad moral de la izquierda o izquierdas mejor dicho. El voluntarismo no puede cambiar el mundo per se. Eso es infantil y fanático.
Idealismo, voluntarismo, sofística, cinismo, fanatismo son las características de las izquierdas, con la excepción de la socialdemocracia y del liberalismo, que se han vuelto conservadores. Sánchez-Cuenca por lo demás parece ignorar el fenómeno de la ecualización entre la izquierda y la derecha posterior a 1945 en las democracias plutocráticas de mercado libre pletórico de bienes, por lo cual, izquierda sería un partido o partidos dispuestos a liquidar la sociedad burguesa y el consenso socialdemócrata presente en España y en Europa. En España se trataría de Podemos, cuya meta es la revolución y que sigue a pies juntillas la táctica leninista.
“La sociedad comunista sería, desde este punto de vista, la realización más acabada y perfecta de nuestro sentido de justicia.” La igualdad real es imposible y no es deseable. La única igualdad posible, real y deseable es la igualdad ante la ley y vivir todos bajo el imperio de la ley pero con propiedad privada y mercad libre. La propiedad privada es algo antropológicamente trascendental. La carrera abierta a los talentos es deseable y desemboca en la desigualdad real pero ello no es opresión ni injusticia alguna. Cada uno de nosotros se hace a sí mismo, se elige a sí mismo. Somos los padres de nuestras obras y somos los hijos de nuestras obras.
No hay pues ninguna razón para que la izquierda o izquierdas crean en la superioridad moral de sus ideologías, planes, programas o proyectos.
Sánchez-Cuenca, de paso afirma que el comunismo es un proyecto universalista, mientras que el fascismo es una ideología particularista, pero hay que recordad que la humanidad no existe, sólo existen los hombres agrupados en Estados, en unidades políticas, en naciones. El egoísmo sagrado, nacional es un imperativo de una sana política realista y eutáxica buena y conveniente para el pueblo. Los recursos son escasos, ergo tiene que haber economía y la generosidad tiene que ser severamente restringida.
Entonces, una buena política es realista, conservadora, patriótica, de derechas y una mala política es la sofística izquierdista con razonamientos falaces y promesas imposibles y catastróficas. La izquierda padece de hemiplejía de la virtud porque con sus políticas perjudica al pueblo y sobre todo a los más desfavorecidos.
Felipe Giménez Pérez.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-3366059749288952602023-09-20T23:35:00.003-07:002023-09-20T23:35:30.911-07:00El concepto de ImperioEl concepto de imperio. Notas.
El imperio nace en Mesopotamia. Se trata de un despotismo oriental. El rey o emperador es la representación divina en la Tierra. Es consustancial al imperio la vocación de una misión sagrada. De ahí se deriva la universalidad. El imperio tiene una vocación de universalidad. El imperio de Alejandro Magno es griego y con los griegos se produce una desacralización del imperio. La filosofía griega produce un desencantamiento del mundo, una secularización de lo político. El primer imperio de la historia de la humanidad es el imperio Acadio (-2334-2154) cuyo primer emperador es Sargón I. Sargón se proclama rey de la totalidad. Ahí aparece el carácter universal de la idea de imperio. Sargón es rey de las cuatro regiones del mundo, norte, sur, este y oeste y rey de Acad. El imperio neosumerio (-2154-2004), sucesor del imperio acadio se autodenomina igual. III dinastía de Ur.
El imperio acadio es la primera constitución política que se asocia al concepto de universalidad. Es el modelo para las estructuras políticas imperiales posteriores, sucesoras. Las ideologías básicas asociadas al concepto y a la idea de imperio. El imperialismo, esto es, la expansión política y territorial –puede decirse que la historia universal es la historia de los sucesivos imperios hegemónicos que ha habido-, el centralismo, el militarismo y la sobrehumanidad del monarca. –no debemos olvidar el carácter religioso asociado inicialmente a la idea de imperio- Sargón significa rey legítimo, Sarrukin, palabra de origen acadio, Sarrukinu en sumerio. Sin embargo, hay que añadir que el auténtico creador de la titulatura real acadia va a ser Naram-Sin.
El imperio de Alejandro Magno es griego y con los griegos se produce una desacralización del imperio. La filosofía griega produce un desencantamiento del mundo, una secularización de lo político. La filosofía griega va a amortiguar la carga sagrada del despotismo imperial oriental. La polis griega es una sociedad política absolutamente nueva en relación con el despotismo oriental. Limitación de la soberanía absoluta. Limitación del poder político. En adelante en Occidente siempre habrá una asamblea o cuerpo legislativo que acompañe al monarca a diferencia de lo que ocurre con el Sultán de Turquía, el faraón, el déspota oriental, el emperador chino, el emir, el califa….Las sociedades políticas occidentales siempre tienen una asamblea junto al monarca o soberano o emperador. Aparece en la polis griega un espacio público de razón y de palabra, de isonomía, de isegoría. Distinción entre el orden natural, la physis y el orden social, el nomos. La polis es el punto de partida de la reflexión política. Punto de partida de la política europea y occidental. Una tradición de poder político limitado. El griego rechazaba el despotismo oriental del Gran Rey y de los pueblos bárbaros. Político y política son términos griegos derivados de la palabra polis.
Roma como sociedad política nace con el Imperium de los reyes etruscos. Roma es el modelo imperial perpetuo en Occidente. Con origen etrusco y con resurrección con César. El imperio romano conserva la marca de lo sagrado
El imperio romano viene del término imperium, mando, poder. Fuera de la Urbe es el poder militar ilimitado y absoluto y dentro de la Urbe es el poder político civil sometido a la ley. El imperio romano supone una resurrección de lo sagrado en lo político. El emperador romano personifica lo público y lo sagrado concentrando la auctoritas y la potestas. Aparece el culto al emperador, la religión imperial. Como implicaba el dominium mundi, la palabra equivalente a emperador significaba rey del mundo. Lo sagrado y lo político se unían en la persona del emperador y se consideraba a los emperadores como seres divinos o semidivinos. Sin embargo, aún se conservaban energías cívicas en el imperio, el Senado, el pueblo. De alguna manera el poder del emperador no provenía de los dioses sino del pueblo romano. La forma imperial romana estaba pues afectada por una debilidad íntima que durará hasta que aparezca el Estado nacional.
La polis griega es el conflicto. El Imperio es la Pax. Sólo fuera del Imperio, del limes hay guerra y con ella la política.La paz imperial es la absorción de las unidades políticas y por ello es el eclipse de lo político, del conflicto dentro del territorio imperial. Cuando el imperio fracasa reaparece el conflicto, lo político, la distinción entre amigo y enemigo. Lo político no es un universo, sino un pluriverso. Igual que el libre mercado, la competencia desaparece con el monopolio, igualmente lo político desaparece con el imperio. La oposición amigo/enemigo define la esencia de lo político en las relaciones políticas exteriores del Imperio. La oposición mando/obediencia para las relaciones interiores del Imperio. Decía Carl Schmitt que se podrían clasificar a todos los modelos de teoría política en función del grado de optimismo antropológico o de pesimismo antropológico subyacente en ellos. Igualmente, según Gustavo Bueno distinguimos entre imperios generadores, que buscan igualar las provincias a la metrópoli y generan ciudades e imperios depredadores, que buscan conquistar un imperio colonial que no busca igualar las colonias al centro, al Estado imperial central, sino mantenerlas subordinadas con fines de sumisión y explotación y siempre por debajo de la metrópoli. Juan Ginés de Sepúlveda distinguió entre imperios heriles e imperios serviles. Roma es un imperio generador. La tradición occidental es la limitación del poder político. Lo religioso resucita en el imperio romano pero vía filosofía (estoicismo) y religión terciaria, cristianismo, una religión aparecida después de la filosofía griega. El cosmopolitismo estoico y el universalismo cristiano, su catolicidad son los elementos religiosos del imperio occidental. Se produce asimismo una secularización de la naturaleza y de lo político. La ciudadanía es universal, es la humanidad. Aparece el individuo privado, con derechos y sin participación política.
En la Edad Media pervive el imperio romano como imperio cristiano, cuerpo de cristo, Iglesia Católico. La translatio imperii se produce de los romanos a los bárbaros, primero a los francos y luego a los germanos. Surgirá así el Sacro Imperio Romano Germánico que pervivirá desde Otón I hasta 1806.
En España pervive también la idea de imperio sobre todo a partir de Alfonso III que se proclama imperator de León. Imperator totius hispaniae, en el sentido de hegemón de los reinos de España, Fernando I, Alfonso VI, Alfonso VII, que se corona emperador, hegemonía en España e independencia y soberanía non superiorem recognoscens. En Francia la cancillería subraya el título de rey, imperator est in regno suo bajo los Capetos.
En la Edad Media imperator significa monarca superior a otros reyes. El emperador romano germánico sería una especie de primus inter pares o Rex magnus en el seno de la Cristiandad latina vista ahora como una suerte de confederación de reinos.
Alfonso X se declara soberano non superiorem recognoscens, hegemón de los reinos hispánicos. Rex est imperator in regno suo. Toda la universalidad de la idea de imperio en Occidente deriva de Roma. Roma es la única monarquía universal legítima de la historia. De imperium romanum se pasa al imperium christianum. Roma est caput mundi y a esto se añaden los derechos imperiales que acarrea el título imperial. Durante cinco siglos el imperio romano medieval se llamó a secas sacrum romanum imperium, título oficial desde Federico I Barbarroja Hohenstaufen, 1157. Título utilizado frecuentemente desde el año 1000. Sólo en la dieta imperial de Colonia del año 1512 lo decreta el nombre Sacro Imperio Romano Germánico de la Nación alemana. Sacrum Imperium Romanum Nationis Germanicae. Heiliges Römisches Reich Deutscher Nation. Simplemente, Deutsches Kaiserreich. Esto se prolonga hasta 1806. De todos modos este título aparece ya antes desde 1474 en la documentación de la cancillería imperial de Federico III de Habsburgo, utilizándose entonces predominantemente la intitulación Imperio Romano (Römisches Reich), unas treinta veces más que la intitulación romano-germánica.
Godofredo de Viterbo, notario de la cancillería del emperador Hohenstaufen Federico I Barbarroja afirmó que la continuidad esencial existente entre la Roma de los Césares y la Alemania de los Hohenstaufen no se apoya en la sangre, sino en el imperium. Sólo habría pues habido un solo emperador, quien representaba la cúspide del orden querido por Dios en la Tierra. Es el imperio romano. Es el emperador romano. Sigue perviviendo pues, en el siglo XII el mito político, asociado a Roma. En parecidos términos se había expresado ya antes en el siglo XI bajo el emperador Enrique IV, el obispo Benzo de Alba, enemigo acérrimo del papa Gregorio VII y de la hierocracia grecolatina, uno de los grandes publicistas del cesaropapismo, de la absorción de la Iglesia bajo el poder del emperador, publicista del mito del Sacro Imperio Romano medieval. Roma es caput mundi y es a quien corresponde el gobierno del orbe. Luego, el emperador es el sucesor de Julio César y de los posteriores césares y César es él mismo y gobierna los reinos y las naciones. El imperio es originario y universal pues. Sólo él constituye el auténtico cuerpo político unitario en el que se encuadra el pueblo cristiano.
Podemos distinguir dos ideas de imperio en este respecto en la Edad Media. 1. Una idea cesaropapista de imperio. Esta idea subsume la Sancta Ecclesia Romana dentro del Imperium Romanum bajo la auctoritas et potestas del emperador. Es la tesis representada y formulada y expresada por Benzo de Alba, quien afirma que el imperio es pues la forma específica de gobierno de Dios en la Tierra y por consiguiente el emperador es la cabeza del cuerpo de Cristo, del cuerpo cristiano. El papa es designado por el emperador en su calidad de protector y rector de la Iglesia.
2. La concepción representada por los agustinianos: San Agustín en De Civitate Dei, San Gelasio (492-496) con su teoría de las dos espadas. El emperador romano se halla dentro de la Iglesia como cualquier otro fiel y no por encima de ella. La teoría de las dos espadas formulada por el papa Gelasio I distingue entre la sacra auctoritas del pontífice y por debajo de ésta la regia potestas del emperador. El poder espiritual está por encima del poder temporal. Frente a una concepción monocrática y monista del imperio que sostiene que el imperio, el emperador tiene también el poder espiritual se sitúa una concepción dualista del imperio que desacraliza el poder político y distingue entre Iglesia y Estado. Bajo el emperador alemán Conrado II, se afirma en un documento imperial en 1033 que Roma est caput Mundi tenet orbis frena rotundi. Hasta finales del siglo XIII figura en la cabecera de todos los documentos imperiales.
La translatio imperii se combina con la renovatio imperii. Esto fue formulado por vez primera en el Libro de Daniel, (2, 36-45). Hay una influencia gigantesca de tal libro en la teología política del imperio medieval. El reino de Dios reflejado en el reino terrestre, El reino de Dios como arquetipo político medieval.
León III en 800 coronó en la basílica de San Pedro del Vaticano a Carlomagno como imperator romanorum Semper augustus. Se trasladó así la dignidad imperial romana de Cosntantinopla, segunda Roma, a la católica Aquisgrán, tercera Roma. Tiene lugar una translatio imperii de los bizantinos a los francos. Renueva efectivamente un Imperio que no dejó virtualmente de existir. El nuevo Imperio Santo hereda el legado teológico político de los emperadores romanos pero además hereda la teología cristiana centrada en el Apocalipsis. El Emperador tiene una responsabilidad escatológica. El Imperio no sólo es romano, es cristiano. En “El nomos de la tierra”, Carl Schmitt defendió la tesis de que el concepto decisivo que funda la continuidad del Imperio Romano es el de katechon, a fin de cuentas, dice Schmitt, todos los conceptos políticos son conceptos teológicos secularizados, El imperio este katechon se expresaba políticamente de acuerdo con una misión transhistórica que dotaba al imperio de una caga histórica y de una dimensión metapolítica.
Según Carl Schmitt lo fundamental del Imperio es precisamente no ser eterno. Todo lo que nace tiene que morir, tiene su propio fin. El concepto fundamental es el del Katechon. Imperio significa en este contexto la fuerza histórica que es capaz de detener la aparición del Anticristo y el fin del eón presente, una fuerza qui tenet según afirma San Pablo en la segunda carta de los Tesalonicenses, capítulo dos. El Imperio medieval cristiana perdura mientras permanece activa la idea del Katechon. En el Imperio medieval se reconcilia la Idea del Imperio con la esencia política, con la filosofía griega y con el cristianismo.
Hay una función política del imperio que es la custodia de una comunidad política amenazada por la anomia. El elemento religioso le dota a la idea de imperio de una misión escatológica pero también farmacológica de la política que constituye la tradición occidental esencialmente. Farmacología y escatología combinan perfectamente. En el caso del Sacro Imperio la dimensión farmacológica procedente de la filosofía platónica se sublimó en la idea del katechon. La misión del Emperador conjugaba lo político y lo escatológico en la defensa de la Cristiandad amenazada políticamente por los infieles y espiritualmente por las fuerzas de la antinomia encarnadas en el Anticristo. Santiago Montero Díaz afirma en su conocida conferencia sobre la idea de Imperio que la idea imperial es un programa de salvación ante la crisis. El imperio se asienta sobre una justificación moral. Es un poder salvífico y de ahí viene su expansión por la conquista.
La España moderna se ha forjado en dura contienda secular contra el Islam. Esto ha forjado la unidad de España.
Todo esto confiere a la teoría española del Estado una simbiosis entre tradición farmacológica y tradición escatológica de la política. España ha producido el primer Estado moderno pero un Estado Imperio católico evangelizador, una empresa con misión, dique o barrera (de katechon) ante los enemigos de la Cristiandad. El Estado-Imperio español tenía una misión farmacológica y escatológica.
El katechon paulino pone fin al avance del Anticristo, se trata de luchar contra el mal. La teología política de Schmitt no fue indiferente al poderoso atractivo de la figura paulina neotestamentaria. Ya en Platón se encuentra en La República el concepto de to katechon y representa Platón a la clase de los filósofos como retardadores de la anomia y de la anaciclosis. San Pablo no menciona esto y oculta así las fuentes paganas de su escatología.
Hay que contar en esto con el realismo político. El katechon no puede extirpar el mal, sólo retenerlo, retardarlo. Esto evita el milenarismo político. Hay que recordar que en Roma era farmacológico el principio político fundamental: la máxima salus populi suprema lex est, la salud o salvación del pueblo es la ley suprema.
En el siglo XII se redescubre el derecho romano en Europa de la mano de los maestros glosadores del derecho romano y así de la mano de la lex romana tiene lugar una renovatio imperii. Es por ello por lo que se sitúa el origen de la legitimidad política en el consensus populi. Se trata de la obediencia voluntaria por consentimiento como base de la legitimidad política del gobierno.
Dante Alighieri en su tratado De Monarchia sostiene que el imperio es verdaderamente universal si abarca todo el género humano. El género humano, la humanitas sustenta al poder político entonces. La monarquía imperial teutónica tenía para Dante las características de un imperio romano atemporal, eterno e ilimitado abarcando no sólo la Cristiandad, sino el conjunto de todo el género humano. Se trataba de un imperio universal pues. Se trata de lograr el bien común del humanorum genus pues sólo una monarquía universal mundial romana permitirá conseguir de la mejor manera posible el sumo bien del género humano que consiste en la paz y en la justicia universales y por lo tanto la felicidad. El Imperio es fuente de paz y de libertad. La Iglesia se ocupa de la vida eterna. La salvación del género humano radica en el imperio romano. La gloria del principado del divino Augusto es la Pax Romana así como la decisión divina de hacerse carne en un cives romanus, Cristo. La formulación más clara y contundente de las que formuló Dante se encuentra en una carta del 31 de marzo del año 1311 dirigida a sus compatriotas florentinos que le habían condenado al exilio.
En la carta Dante proclama el origen divino de la jurisdicción imperial sobre el conjunto de la humanidad. Sabía Dante muy bien que desde el año 1200 los distintos regna de la Cristiandad fueron constituyéndose en Estados independientes como reinos soberanos que ostentaban la summa potestas. Es el proceso de formación de las monarquías nacionales en la Edad Moderna. Para entonces el Sacro Imperio se había convertido en un poder teutónico e italiano más que universal. Inglaterra, Aragón, Hungría, Nápoles y otros muchos principados eran vasallos directos del Papado, mientras que los dos principales reinos europeos (Francia y Castilla) de consideraban exentos el Imperio a partir de la fórmula rex est imperator in regno suo, fórmula establecida por los juristas de la corte de Alfonso X el Sabio y San Luis IX de Francia. El Sacro Imperio Romano Germánico desapareció oficialmente con el tratado de Presburgo en 1806.
Sólo el imperio español fue en realidad un fiel heredero de la tradición romanista universalista transmitida por la cristiandad medieval en la Edad Moderna. Sólo el imperio español fue un imperio generador, católico, universal. Sólo la monarquía católica, la monarquía hispánica fue universal, a diferencia de los otros imperios, coloniales, depredadores, nacionales. Carlos V fue el primer emperador moderno. La monarquía de España por sus posesiones fue el primer imperio verdaderamente mundial de la historia. El primer imperio global. No debe sorprender que la idea del katechon ocupara el pensamiento de Carl Schmitt y su aprecio de la obra histórica de España, pues sobre esta base se llegó a construir una idea de Imperio que alimentó el pensamiento político español de los siglos XVI y XVII . El pensamiento político español es pura teología política. Esto ayuda a entender el caso español, único en Occidente, de una sociedad política parcialmente al menos antimaterialista, un imperio generador católico.
Volviendo a la idea de Imperio en la España medieval, ya los reyes de León anteriores a Fernando I llevaban el título de emperador imperator totius Hispaniae. Según Ramón Menéndez Pidal en Carlos V están operando dos conceptos de imperio. Por un lado la idea imperial alemana titulada Sacro Imperio Romano Germánico y por el otro lado la idea imperial leonesa, romana, hispánica.
Samuel Pufendorf afirmaba que si se quisiera clasificar el imperio según las reglas de la ciencia política, habría que decir que es un cuerpo irregular semejante al de un monstruo. Curiosamente, Hobbes califica el Estado como Leviatán, el mayor monstruo terrestre. El joven Marx de la “Crítica de la filosofía del derecho de Hegel consideraba por su parte que en el Sacro Imperio Romano Germánico se encontraban los pecados de todas las formas políticas.
Felipe Giménez Pérez, Pioz, 17 de septiembre de 2023.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-56335906863953632952023-09-20T23:32:00.004-07:002023-09-20T23:32:57.186-07:00Acerca del Político de PlatónNotas acerca de “El Político” de Platón.
En este diálogo Platón intenta definir qué es un político. Para Platón el político es un científico. No se distingue en Platón entre el político y el científico como ocurrió en Max Weber. El verdadero político es un científico. El falso político es un sofista. Platón trata de conjugar el saber con el poder político. La ciencia es un saber objetivo, necesario, apodíctico, universal y por ello el científico es el individuo que domina el saber científico, el saber político. La política es una ciencia, la ciencia o el arte real.
Platón puso “en primer plano la idea de que puede y debe haber una episteme de la política, un saber seguro y cierto que permita orientarse en el dominio político; que esta episteme de la política se apoya finalmente en un saber trascendente y que incluso se apoya sobre la trascendencia misma.” Esta trascendencia no es otra cosa que el mundo eidético o mundo ideal, de las Ideas. Lo que define el arte real es la episteme.
Aclaremos que la episteme era un saber absolutamente necesario porque penetraba hasta las causas y fundamentos de las cosas; objetivo, porque dependía de la naturaleza misma y no de nuestras construcciones artificiales, sistemático, porque estaba organizado de acuerdo con parámetros lógicos y racionales. Era un conocimiento universal, pleno, total, no fragmentario, ni parcial, ya que versaba sobre la realidad misma, y comprendía sus conexiones profundas, necesarias y últimas, de modo que era capaz de dar razón del por qué íntimo de las cosas.
La política es una ciencia. El político es quien domina la ciencia política. La política es episteme. El vulgo en cambio, los sofistas, en las democracias hay doxa como elemento rector. La doxa es la apariencia de saber y lo político como epifenómeno que cultiva la sofística. La multitud no es filósofa, sino filodoxa. El sofista es un experto en hacer de las opiniones del vulgo una suerte de sistema para dirigirlo.
Ocurre que entonces el vulgo carece de la necesaria prudencia política necesaria para dirigir el Estado. Por lo tanto, el autogobierno de la sociedad política es utópico por imposible.
Entonces la prudencia es ciencia, una ciencia práctica. El verdadero filósofo es el político y el verdadero político es el filósofo. Sólo el filósofo tiene prudencia política para ejercer el poder político. Las ciencias, son teóricas o prácticas la ciencia práctica es la política. “divide entonces el conjunto de las ciencias, llamando, a la una “ciencia práctica”, a la otra, simplemente “teórica”. . La otra es simplemente la ciencia teórica. La ciencia política es la ciencia real. El filósofo, el político es ya por eso rey. Política y filosofía tienen siempre una cierta afinidad entre ellas. Ambas son polémicas, dialécticas. La demostración de sus tesis es apagógica, indirecta, implica contradicciones en la reductio ad absurdum, contradicciones y oposiciones y ¿Cómo no? Clasificaciones y divisiones.
Se busca definir el político por las definiciones, divisiones y clasificaciones. [Primera definición del político. El político como pastor de los rebaños humanos]. El político gobierna al pueblo por su bien. Es como un pastor con su rebaño. El hombre es un animal gregario, rebañego. La política es la ciencia de la crianza de los hombres. Como decía Julien Freund, la política es el dominio del hombre por el hombre. El político es el epistémon. Es el que sabe y el que sabe lo que cada uno debe hacer porque posee el verdadero saber. Prescribe y ordena. Por eso el político, el sabio en posesión de la ciencia real, de la ciencia del mando ha de gobernar.
[Segunda definición del político. El político como rey, hombre regio, como tejedor]. El verdadero político es un rey que hace lo que quiere pero es un sabio y prudente varón. El falso político por el contrario es el sofista mago. El político que no es político, sino un no político. Es el político democrático, juega con apariencias, no con la realidad, con el no ser, con la doxa y no con la episteme y con el ser ni con el eidos. El sofista es el falso político. La política es comparada con el arte de tejer, con la urdimbre. El político es un tejedor. El político teje las actividades en un tejido o urdimbre, Aparece así la idea de Symploké, concepto utilizado ya en El Sofista para explicar las conexiones entre los géneros supremos o Ideas. Un concepto reutilizado por Gustavo Bueno para rechazar tanto el monismo ontológico, todo está conectado y unido con todo, como el pluralismo ontológico radical, todo está desconectado de todo. La filosofía es un saber estromático decía Gustavo Bueno. Ocurre lo mismo con el arte real. La filosofía es un arte político y guarda unas sorprendentes analogías y paralelismos con el arte político.
Entonces, ¿Por qué se dictan leyes? Porque el rey no puede multiplicarse y acudir a todas partes ni a todos los casos particulares en todos los momentos. Ya que entre los hombres no existe el gobierno ideal o el rey filósofo como entre las abejas. En ausencia del rey es necesario el Estado de derecho. Se distinguen tres formas de gobierno: monarquía, aristocracia y democracia. Estas son las formas normales De estas formas de gobierno del Estado de derecho nacen las formas degeneradas: tiranía, oligarquía y democracia degenerada. Estas son las formas anormales o anómalas. La existencia de un Estado de derecho o de un Estado de leyes se convierte en un rasgo distintivo de los regímenes políticos normales. Los Estados de derecho o regímenes políticos perfectos son aquellos en los que se respetan las leyes. Hoy se habla de Estados legítimos o Estados de derecho. Aclaremos que en el Político se da por primera vez una definición de un Estado de derecho, de un Estado de leyes. Los regímenes políticos degenerados son aquellos en los que no se respetan las leyes y por lo tanto, son aquellos en que ni siquiera hay leyes. Si un Estado es de derecho es un Estado que tiene unas leyes y se somete a sus propias leyes. Si no lo hace, el derecho entonces es letra muerta. Finalmente Platón dice que el único criterio para juzgar la bondad o legitimidad de tales regímenes políticos, es que haya en ellos o no haya, una determinada ciencia, la ciencia real o política. Lo suyo sería que hubiera un gobierno sin leyes, sólo regido por el saber, por la ciencia política, por un varón sabio e inteligente en posesión de la ciencia real. Por cierto, aclaremos de paso que el gobierno de la ley o el gobierno por el saber implican lo que en el siglo XVIII dirá Montesquieu del poder judicial, que es un poder casi nulo, porque el poder judicial se limita a cumplir, obedecer honradamente y dictar resoluciones de acuerdo con la ley que dicta la clase política. El poder judicial está sometido pues al poder político. Cumple las órdenes dictadas por el legislador. El arte real como la filosofía es una actividad o praxis de segundo grado, no produce nada, sino coordina las otras actividades humanas. Es un arte directriz. Filosofía y política entretejen, entrelazan como buenos saberes estromáticos los estromas o tapices o tejidos. El político es un tejedor que establece la symploké de los géneros supremos y combina a los ciudadanos entre sí de la forma más sabia. Se trata de conseguir una sabia conjugación de fortaleza y templanza. Esa es la función del político. En eso consiste la política.
El vulgo, la multitud, no es filósofo. La multitud es filodoxa. Carece de la necesaria prudencia política, de capacidad política. Quien esté en posesión de la ciencia política debe gobernar por derecho propio. El que tenga la ciencia política es el verdadero, legítimo y auténtico rey.
La ciencia real o directiva es un saber objetivo, práctico, apodíctico y necesario. Es un saber político, de lo político. El rey filósofo debe mandar, ya sea democrática, aristocrática o monárquicamente, ya sea por la fuerza o por la legalidad. Si alguien tiene la razón, la verdad, la tiene aunque no guste al vulgo. La verdad no depende del acuerdo o del consenso, no es una construcción social arbitraria o subjetiva. La ciencia política es patrimonio de unos pocos o solamente de uno. Se trata del rey filósofo del que se hablaba en la “República” de Platón. El conocimiento del filósofo está por encima del conocimiento empírico. El gobierno del saber entonces es el único gobierno legítimo. Con los años sin embargo, Platón se hizo más realista desde un punto de vista político. Hay tres formas de gobierno que imitan perfectamente el gobierno del saber y hay tres formas de gobierno que son degeneradas y son las peores imitaciones del gobierno del saber. Platón dice que la democracia es a la vez el menos bueno y el menos malo de los regímenes. La democracia es un régimen que jamás puede nacer nada grande y tampoco puede nacer nada demasiado malo. Por lo tanto, si hay que vivir en un régimen corrupto, mejor que sea una democracia.
La ciencia real es la dialéctica platónica, la ciencia eidética suprema. No tiene que haber gobierno de las leyes, sino de un varón real dotado de inteligencia. Si aparece el rey la ley cae. Si no hay rey, debe mandar la ley entonces. El Estado de derecho como ya hemos dicho. Sólo un sabio puede abarcar toda la casuística de situaciones individuales y particulares y subsumir todos los casos en leyes universales y adoptar para cada caso la decisión correcta. Es imposible que un arte imponga en cuestión ningún principio absoluto válido para todos los casos y para todos los tiempos. La ciencia política es pues superior a la ley. La experiencia sólo nos suministra hechos, no necesidad.
Para que algo pueda decirse, tiene que haber una symploké (entrelazamiento, ensortijamiento, epallaxis), esto es, una constitución del ser y del no-ser en el nivel estrictamente lógico de afirmaciones y de negaciones.
Platón y Aristóteles escribían como pensaban, como les surgía las ideas. Si les parece que una consideración vale la pena no van a eliminarla con el pretexto de que está al margen del tema principal.
La buena política es la política. La mala política no es política. Así como la mala filosofía no es filosofía sino sofística y la mala política no es más que una variedad de la sofística, es decir, del tráfico de ídolos, de imágenes. La política es el buen mando, la eutaxia vino a decir Aristóteles, orthé arkhé dice Platón. Por ello el poder político es absoluto y añado yo siguiendo a Julien Freund, es monocrático, siempre hay uno solo que manda, aunque aparentemente sea un mando colegiado. Decía Carl Schmitt que al acercarnos al estudio o conocimiento de un régimen político debemos formular y contestar a la pregunta ¿Quién manda? El poder soberano viene solapado en tiempos de normalidad por una multitud de instancias pero brilla con luz propia en tiempos de excepción. Entonces se hace visible el soberano, que es quien dicta y decide sobre el estado de excepción. Soberano es quien decide sobre el estado de excepción al señalar y distinguir entre el amigo y el enemigo políticos. Cuando hablamos de enemistad aquí nos referimos al enemigo existencial, a aquel que con su mera existencia amenaza la existencia del Estado y nuestra propia existencia.
La verdadera politeia, la verdadera república es aquella cuyos gobernantes poseen la ciencia real, son epistémones en el buen sentido político y ejercen el mando político correcto. Orthé arkhé. Si el político tiene razón tiene entonces la legitimidad política para hacer y deshacer, para hacer lo que quiera. Salus populi suprema lex est. Podrían actuar incluso en contra de la ley y aunque los súbditos estén o no de acuerdo con ello.
El político no sólo puede ir contra las leyes, sino que también puede matar o exiliar a los ciudadanos, dado que actúa epagathoi, por el bien de la ciudad, ya que tiene el saber y sabe por lo tanto lo que es bueno para ella. El poder absoluto del político viene justificado por el saber político. No tiene otra limitación que la resultante de su saber mismo. O bien de la naturaleza de las cosas.
Lo mejor no es el gobierno de las leyes, sino ándra tòn metà phronéseos basilikón (el varón regio que obra con phrónesis) La phrónesis es encontrar a partir de un caso único, una regla original que se aplique a él y, tal vez, a otros que se presenten. El hombre político, el basilikós, debe gobernar porque la ley no funciona:
“una ley no podría nunca abarcar a un tiempo con exactitud lo ideal y más justo para todos, y luego dictar la más útil de las normas; porque las desemejanzas entre los hombres y los actos y el hecho de que nada goza jamás, por así decirlo, de fijeza, entre las cosas humanas, no permiten que un arte, sea el que sea, imponga en cuestión alguna ningún principio absoluto valedero para todos los casos y para todo tiempo. En esto coincidimos, ¿no?
¡Y tanto!
No obstante vemos que la ley tiende precisamente a es principio, como un hombre creído de sí mismo e ignorante, que a nadie consiente hacer nada contra su propio dictamen, ni deja que nadie le pregunte, ni aún en el caso de que a alguien se le presente una situación más favorable que la supuesta en sus ordenanzas.” El Político, 294 b-c.
Así pues, el hombre presuntuoso, arrogante e ignorante es la ley. La ley no acepta ni discusión ni objeción. Ha dicho de una vez por todas y persiste en lo dicho. La ley repite siempre lo mismo. Al menos es preciso, es necesario completar la ley con la equidad.
La crítica de la ley se corresponde con otra idea presente en Platón en el Fedro: la crítica de la escritura, a la filosofía escrita en contraste con el discurso vivo, oral. También en la Carta séptima se trata de este asunto. La escritura fija para siempre lo que alguien dice, su palabra viva. En el diálogo puedo corregir. En la escritura el pensamiento queda fijado para siempre.
Felipe Giménez Pérez.
Pioz, 20 de septiembre de 2023.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-62162534205803190282023-09-15T00:57:00.001-07:002023-09-21T01:06:56.450-07:00Nadie nace en un cuerpo equivocadoNadie nace en un cuerpo equivocado.
José Errasti y Marino Pérez Álvarez. “Nadie nace en un cuerpo equivocado” Éxito y miseria de la identidad de género. Prólogo de Amelia Valcárcel. Deusto, 2022. Barcelona,293 páginas.
Este libro ataca una parte de las ideologías basuras del progresismo. El progresismo es un agregado o conglomerado ideológico resultado de la descomposición de la izquierda, resultado de la caída del socialismo real en 1989. El modelo económico de la izquierda desapareció por fracaso y el marxismo se convirtió en un viejo perro muerto. Ahora la ideología posmoderna prefiere intervenir en el lenguaje y destruir las instituciones sociales como la familia, así como dirigir la atención al eje angular (animalismo) y al eje basal (ecologismo, cambio climático, paralización del desarrollo de las fuerzas productivas, crecimiento cero, políticas maltusianas). Una de estas ideologías basura de nuestra época es el transexualismo. El feminismo consideraba que la mujer era una clase social, un grupo social. No le bastó con lograr la igualdad legal entre varones y mujeres sino que por inercia y para mantener sus intereses particulares las dirigentes, se inventó lo del género para sustituir al sexo. Se inventó la violencia de género para justificar leyes discriminatorias contra los varones. En el fondo, las feministas quieren pastorear a las mujeres, sustituir a los padres, hermanos, maridos e hijos para cuidar de ellas y dirigirlas para su propio interés (el de estas élites parásitas de feminismo institucional estatal) y el de los partidos políticos para engañar a las incautas y a los incautos también, para que estos últimos obedezcan y estén contentos.
Amelia Valcárcel, feminista, progresista, perteneciente al grupo de estas mujeres que han estado manteniendo durante décadas el momio feminista al servicio del PSOE, obteniendo así buenos beneficios, es quien redacta el prólogo del libro, como si ella no tuviera nada que ver con la situación actual. Recientemente fue destituida como miembro del Consejo de Estado de España por haber criticado la Ley Transexual. Nosotros vamos a recensionar y criticar, demoler o fijar los límites de la argumentación de los autores de este libro interesante por lo demás. Creemos que el hombre es un animal, homo sapiens sapiens, una especie animal de reproducción sexual y ello significa que hay dos sexos: masculino y femenino. Cromosomas XY y XX respectivamente. Esto marca el telos de la especie humana y el de todos los organismos eucariontes y determina lo que es normal y lo que no es normal en la especie en lo que es referente al sexo.
Como el tema que tratamos aquí es la transexualidad, nos centraremos en tal ideología basura fomentada por el Estado, las multinacionales y la prensa progresista. En el caso de España, por el Régimen de 1978. Nosotros sostenemos que la transexualidad es una enfermedad mental aunque Marino Pérez Alonso y José Errasti sostengan que tiene un origen social. No negaremos eso. Muchas enfermedades mentales tienen un origen social.
El feminismo sobra cuando hay igualdad legal entre varones y mujeres y esto es así en España desde 1981. Entonces el feminismo es un cretinismo, una ideología basura y sofística de nuestro presente y Amelia Valcárcel es una mujer que ha sacado beneficio de ello. Las feministas sembraron la semilla del transexualismo que ahora amenaza con tragarse a las mujeres y al feminismo. Amelia Valcárcel sigue creyendo en el feminismo y habla incluso de civilización feminista. ??? frente a la civilización transexual. No sé dónde quedan esas civilizaciones. El feminismo es una ideología basura de nuestra época que le ha dado a Amelia Valcárcel buenos dividendos así como a otras señoras progresistas. Por ello considero que encomendar a Amelia Valcárcel la redacción de un prólogo sobra. Es un intento de congraciarse con las feministas y con el progresismo, un intento de dar fuerza al libro y a sus tesis. Como si eso fuera necesario. La pura fuerza de la razón es suficiente. Además es conceder legitimidad al feminismo, una ideología basura de nuestra época uno de cuyos vástagos legítimos es el transexualismo, ideología que el presente libro pretende demoler.
El sexo existe y o bien es masculino o bien femenino. Esto no es ideología, es biología, hechos tercos, contundentes de la teoría científica y de la experiencia cotidiana, vulgar. Qué tiempos en los que hay que defender lo evidente y en los que unos fanáticos defienden los delirios y chaladuras y chifladuras que no merecen que se pierda el tiempo en buscar argumentos especiosos para refutar a la sofística progre, posmoderna, de parte de la cual forma parte el feminismo que defiende a estas alturas Amelia Valcárcel. Demasiados beneficios por estar alineada con el PSOE como para rectificar y entonar la palinodia. Demasiadas ventajas como para no estar en el PSOE, apoyarlo y servirlo durante años.
El feminismo, puesto a destruir el lenguaje para imponer su sofística, su demagogia y sus instituciones, que a fin de cuentas, lo alimentan y le dan de comer a más de una oportunista, ha equiparado el género al sexo, sustituyendo sexo por género. Género es una idea filosófica que procede de Platón y es un concepto fundamental de la lógica, género, especie. Filosofar es en buena medida clasificar. La realidad está enclasada en géneros y especies pertenecientes a M3. El feminismo ha ido preparando el camino al transexualismo y ahora se quejan: lenguaje inclusivo en vez de usar el masculino genérico en español, con lo cual demuestran su analfabetismo. No hablan de violencia doméstica intrafamiliar. Sólo les preocupa el oscuro sintagma para despistar y confundir “violencia de género” Lucha entre géneros, se escamotea el sexo. Encima parece que las mujeres como menores de edad permanentes han de ser tuteladas por el Estado y las feministas. No preocupan las otras formas de violencia privada intrafamiliar. Los delitos cometidos por mujeres: asesinatos, secuestros, son perdonados u ocultados por la propaganda oficial. La lucha de clases es sustituida por la lucha de géneros. La resurrección abierta y descarada del realismo de los universales. Esto ya tuvo lugar en el marxismo y es resucitado ahora por las feministas y posteriormente por el transexualismo. En resumidas cuentas la sofística feminista desembocó en la sofística transexualista. Ahora están enfrentadas como hermanas separadas. En resumidas cuentas, con la igualdad legal entre varones y mujeres el feminismo sobra y si existe es por bastardos intereses inconfesables.
Se habla de ideología Queer, esto es, transexualismo. Es que eso de ser transexual no deja de ser una chifladura o una extravagancia. Como dijo Gustavo Bueno. Yo soy libre de sentirme que soy un registrador de la propiedad. Ahora se pide respeto por las opiniones y los sentimientos. Todo el mundo tiene una opinión como todo el mundo tiene culo. Harry el Sucio dixit. Los sentimientos y las opiniones, las ideas son para hacerlas astillas mediante la discusión racional, eso es todo. La transexualidad no es sagrada, el feminismo no es sagrado. Las perversiones sexuales no son intocables ni quedan libres del alcance de la crítica racional.
Por lo demás, una de las consecuencias inmediatas de la ideología transexualista es el borrado de la mujer como sexo aparte y diferente del sexo masculino. Un varón si dice que es mujer eo ipso es una mujer. Él lo dice y ya está. Su palabra es la que cuenta y tiene valor absoluto. Los datos de la conciencia son incorregibles. Si lo dice y lo cree, ese criterio es absoluto. Entonces mujer o varón no son hechos objetivos de la biología y de los animales de reproducción sexual. Si uno dice que es mujer sin hormonarse siquiera ni intervención quirúrgica para disfrazarse de mujer, sólo con el cambio de nombre, entonces todo vale y el feminismo queda en ridículo y relativizado. Lo mismo dígase de las transexuales que optan por ser varón desde su situación biológica sexual inicial de mujeres. A esto hay que añadir el aumento de los trastornos mentales relacionados con el sexo que cada niño o adolescente padecen.
El borrado de la mujer como sujeto político que el feminismo había logrado es algo que se deriva del peso e importancia creciente de la ideología transexualista. El crecimiento de los casos de disforia de género, esto es, de estos casos de trastornos mentales es un síntoma de los problemas que esto acarrea a la sociedad, tanto trastornos psíquicos como trastornos orgánicos y físicos. Graves problemas pen suma para la salud pública.
Esta ideología basura no está fundada en la ciencia. Tampoco tiene una fundamentación filosófica sólida. No se puede demostrar que nadie naca en un cuerpo equivocado. Descansa en una filosofía desfasada, falsa, sofística y con una agenda política que sirve a los intereses bastardos de las oligarquías empresariales transnacionales mundiales, a la ideología liberal, Marino Pérez Alonso y José Errasti hablan de neoliberalismo, yo creo, simplemente que se trata del mismo liberalismo a secas de toda la vida, individualista y subjetivista.
La ideología transexualista, en el libro se habla de teoría queer, es irracionalista, relativista, subjetivista, nominalista ha tenido un gran éxito en la sociedad opulenta capitalista occidental. Ya Marx declaraba que el capitalismo estaba destruyendo las instituciones sociales. Una sociedad que ama a la ciencia, la admira que está sometida al cientificismo, al fundamentalismo científico, sucumbe ante una superchería infantil, una ideología de tonto de baba, similar a la creencia en que la tierra es plana o a la creencia en el cambio climático antropogénico o en el fin del mundo.
La izquierda, en busca de negocio y asuntos a los que dedicarse y desde los cuales ejercer su poder sobre el vulgo, confluye con los intereses y las tendencias de la sociedad capitalista plutocrática occidental. Asume el discurso de la biopolítica, del subjetivismo, del relativismo y además no lucha ya por la libertad ni la igualdad, sino por los privilegios de las minorías y por la censura.. La izquierda ya no se ocupa del obrero ni de las cuestiones económicas sociales objetivas, sino de los órganos genitales de determinadas minorías con problemas mentales. Se ocupa de asuntos subjetivos y sexuales de minorías que al obrero no le interesan lo más mínimo. La izquierda se ha hecho irracionalista, subjetivista, apelando al sentimiento y al fanatismo sabedora de la inconsistencia de las ideologías basura que abraza con pasión.
Censura, desprecio de las mayorías, deformación de los nombres, del lenguaje. Construcción de una neolengua que escamotea la realidad objetiva, demagogia sentimental, fanática, infantilización de la educación, de la prensa, de las universidades, de los medios de comunicación. Política del odio, de las supercherías, de las pseudociencias, chaladuras y chifladuras de las izquierdas y la complicidad de las derechas progresistas y socialdemócratas con este estado de cosas.
Malos tiempos para la filosofía, para la verdad, para el buen sentido, para la libertad y la tolerancia. Tiempo de oscurantismo anticientífico, de fanatismo supersticioso, de censura. Al final, la gente hace como que se cree estas tonterías para no tener problemas. No hay nada que discutir frente al fanatismo progresista. Todo es cuestión de sentimientos u opiniones incorregibles y sagradas. Unas enfermedades mentales, una minoría de personas con problemas mentales han movilizado una ideología y unas políticas que están en el centro de las políticas de los países capitalistas occidentales opulentos y decadentes.
¿Cómo hemos llegado a esto? Se preguntan los autores y la respuesta es: el progresismo y su cortejo de ideologías basura de nuestra época. Señalan la infantilización de la universidad. La universidad se ha convertido en un foco de fanatismo, intolerancia y estupidez. La universidad no fomenta la racionalidad ni la ciencia. Garantiza la ideología y la falta de libertad de cátedra. La universidad es censura, es culto a la superchería, a la sensiblería, a la debilidad de carácter.
Irene Montero, la ministra de Chocho de Género, se planteaba en agosto de 2020, se preguntaba públicamente qué es una mujer. Una indocta e indocumentada opinando frívolamente sobre estas cuestiones desde la ideología basura feminista que le ha conducido a la ideología basura transexualista.
La ideología transexualista niega que el sexo sea un dato biológico, genital. Empiezan las feministas identificando género y sexo y eso no es correcto. Género es una idea filosófica que hay que complementar con la idea de especie. Así tenemos la diferencia específica. Género viene del griego génos, siempre fue una categoría gramatical, zoológica, etc. Es que como dijo Platón, la realidad está enclasada en géneros.. Un género se diferencia de otro género mediante la diferencia específica. Platón, Aristóteles, Porfirio han definido esto del género y de la especie. Ni la sociedad se divide en sexos como si fueran clases sociales, sino más bien, en grupos sociales ni los sexos pueden equipararse a los géneros gramaticales. En indoeuropeo hay cuatro géneros gramaticales. Masculino, masculino inanimado, neutro y femenino. El transexualismo quiere empeñarse en difundir la superchería de que el sexo –hablan de género- de que no va asociado a los genitales ni a los cromosomas, ni al ADN. Esto es como sostener que la Tierra es plana.
El transexualismo es una ideología basura de nuestra época nacida de otra ideología basura de nuestra época, el feminismo y que genera la estupidez de tener que creer y pensar falsedades y cosas absurdas.
A ver, “El sexo tiene que ver ante todo con la reproducción” . He aquí una noble verdad incontrovertible. Qué tiempos aquellos en los que hay que defender lo evidente. Es que somos una especie animal de reproducción sexual. Esto hay que recordarlo siempre. El sexo es la base existencial de la especie y de la sociedad.
“Conviene destacar, por tanto, el carácter binario del sexo, y suspirar aliviados al confirmar que, desde el Paleolítico, cada vez que se dijo “es una niña” o “es un niño” tras un parto no se estaba cometiendo un error fruto del cisheteropatriarcado.” Por el momento sólo hay dos sexos. “La idea de que el sexo es un espectro, un continuo, es en sí misma un espectro, un fantasma. Otra cosa es el género.”
Sigamos con las verdades que es bueno saber y repetir. “Lo que determina el sexo de un individuo es la función que cumple en la reproducción sexual anisogámica es decir, el tipo de gameto que aporta a la reproducción.”
Esta es una ideología de minorías irrelevantes e insignificantes. ”Las cifras de variantes intersexuales van del 1,7% al 0,018%. De acuerdo con un criterio laxo, que define a una persona intersexual como cualquier “individuo que se desvía del ideal platónico de dimorfismo absoluto cromosómico, gonadal, genital y hormonal”, habría un 1,7% de nacidos que se desvían del ideal de varón o mujer”
Insistamos en lo evidente, el sexo es binario. Sólo hay dos sexos. El transexualismo, el feminismo son ideologías políticas, no tienen nada que ver con el conocimiento científico, con la biología. Tienen detrás una clara motivación política: la aniquilación de las instituciones de la sociedad burguesa y en el límite, de toda institución social humana, de lo que antropológicamente se define como humano, como sociedad, como instituciones como la familia y el matrimonio. El feminismo es una sofistería filosófica y científica y el transexualismo, pura superchería políticamente orientada e interesada.
Como sólo hay dos sexos, los que se cambian hormonalmente y quirúrgicamente o en el registro civil de sexo o van a un sexo o a otro y no a un tercero. Fíjense en si el sexo es dual. La insistencia machacona en la no binariedad del sexo tiene que ver con una agenda política como ya hemos señalado más arriba y ello sin tener en cuenta el bienestar de los individuos.
Se ha empezado desligando el sexo de la reproducción y se ha terminado desligando el sexo de los cromosomas sexuales y del ADN y de las hormonas. Sociedades opulentas, decadentes que experimentan cómo el capitalismo va erosionando la familia y el matrimonio. Ya Marx en el siglo XIX señaló la capacidad erosiva del capitalismo sobre las instituciones sociales humanas fundamentales. La baja natalidad, las políticas maltusianas o tanatoplítica. La expansión de las máquinas hace innecesaria la mano de obra humana y por lo tanto se impone el antinatalismo y fomentar todas aquellas prácticas humanas que contribuyan a reducir la población: eutanasia, aborto, perversiones sexuales, desprestigio de la maternidad y de la paternidad, hedonismo, transexualismo, reducción de la producción de alimentos, animalismo y preferencia por los animales domésticos antes que por tener hijos…..etc. “Para qué tener hijos pudiendo tener mascotas”
Un ejemplo de estas imposturas es el farsante Paul B. Preciado, uno de los ideólogos del transexualismo. Tiene la desfachatez de afirmar que el sexo no tiene nada que ver con la reproducción. Puede estar desvinculado cuando se tienen relaciones sexuales sin ánimo reproductor, pero tiene que ver con la reproducción sexual porque nacemos como resultado de las relaciones sexuales. El sexo es pues la base de la sociedad puesto que toda sociedad necesita reproducirse para seguir existiendo. Claro que el sexo no es sólo reproducción, pero la reproducción es sólo sexo. “El sexo es un elemento fundamental de la vida social de los individuos, tiene implicaciones emocionales de primer orden, es un fortísimo creador de vínculos entre las personas!
La ideología progresista basura actual en lo que respecta al sexo se expresa así: “La nueva regla del juego es que todo el mundo debe fingir que ya no hay reglas del juego, y que esto debe presentarse como un avance que la humanidad llevaba esperando desde el Paleolítico y el neoliberalismo finalmente ha conseguido. Como los gases, la subjetividad tiende a ocupar todo el espacio que el espíritu de los tiempos le concede, y la posmodernidad busca que ese espacio no tenga límite.”
La ideología transexualista proclama la libre autodeterminación de género, de la identidad de género. Pura metafísica, pura logomaquia. Esto nos recuerda la cantinela del nacionalismo fraccionario referente al derecho de autodeterminación de los pueblos o del derecho a decidir, el soberanismo. Pura metafísica. Como decía Gustavo Bueno, yo soy libre de considerarme o creerme o sentirme registrador de la propiedad. Este decisionismo sentimental subjetivista, idealista desconoce los límites de la conciencia. Sólo los datos inmediatos de la conciencia son reales. Este idealismo sostiene que yo sólo soy capaz de conocer a mi propia conciencia y que esa es la única realidad que cuenta. Uno es lo que siente. Sólo uno mismo sabe qué o quién es lo que es uno mismo o su identidad personal de sexo o de género.
Todas estas ideologías basura actuales derivadas del liberalismo y de la socialdemocracia derivan a su vez de la sociedad capitalista opulenta de consumo, del mercado pletórico de bienes, de la democracia, isomorfa con el mercado y con la televisión. Esto supone una mayor atomización de la sociedad y un incremento del individualismo, un predominio creciente de la subjetividad, de lo irracional y sentimental.
Se sostiene que uno es el artífice de su identidad de género o sexual porque así lo siente, sin necesidad de reflexión o de discusión. La identidad personal se convierte en un problema. Hay que decir “que ningún individuo de otras épocas históricas entendería a qué puñetas puede referirse la “libre autodeterminación de la identidad de género”.
Hay por el individualismo consumista, subjetivista una obsesión por ser diferente, especial, una epidemia de narcisismo del yo. El irracionalismo individualista desemboca en un culto a las emociones. “las emociones son la actividad fundamental del ser humano, a la que éste debe entregarse con la mayor intensidad posible.” Todo queda sometido a los sentimientos. La sentimentalización de la política ya la produjo el fascismo de los años 1920-1930. Ahora son las izquierdas resultado de la degeneración del socialismo y del comunismo quienes juegan a la sentimentalización de la política. Se sustituye a los argumentos por los sentimientos. “me siento catalán”, “me siento de izquierdas” y, cómo no, muy especialmente “me siento mujer”. Como decía Gustavo Bueno, soy libre de sentirme registrador de la propiedad. El mito de la felicidad se ha impuesto en la sociedad occidental capitalista. Los libros de autoayuda proliferan. Se busca fomentar la felicidad, alcanzar la felicidad.
Un feroz individualismo liberal autoposesivo se ha impuesto en la sociedad capitalista de consumo.. Voluntarismo, sentimentalismo conducen a un infantilismo individualista que desconoce el principio del deber y el principio de realidad. Individualismo, sentimentalismo, subjetivismo, infantilismo, caracterizan al yo actual.
“como el filósofo Gustavo Bueno defendía con frecuencia en sus clases, el respeto profundo y radical hacia las demás personas nos obliga a considerarlas seres adultos, racionales, maduros, capaces tanto de argumentar sus posturas como de escuchar posturas contrarias sin romper a llorar y, por tanto, nos obliga a discutir sus afirmaciones, estando ambas partes abiertas a cambiar de postura si el cuerpo del debate lo impone.”
El uso mezclado e indistinto de los términos sexo y género como dicen los autores del libro es parte de la neolengua progre creada por el feminismo, no lo olvidemos. Los judíos piensan que cuando nombras una cosa, la creas, la dominas, la gobiernas. Por eso la cuestión de los nombres y palabras no es baladí. La victoria se alcanza cuando el enemigo se ve obligado a utilizarlas y juega en el terreno de juego que tú le has fijado e impuesto. Los filósofos chinos confucianos hablaban de que si se pretendía reformar la sociedad, corregir la sociedad, era menester rectificar los nombres. Fíjense entonces en la importancia de rechazar toda la neolingua progre para vencer sus supercherías ideológicas. Pues sí, fue el feminismo, padre legítimo del transexualismo quien estableció la equivalencia e indistinción de los términos sexo y género como si éstos fueran términos sinónimos. Se escamotea así la cuestión del sexo, heterosexual, homosexual, etc. En vez de preguntarte por tu sexo, hablan con el sintagma cursi identidad de género. Todo sea cambiar los términos para imponer su doctrina a los incautos.
Se va incrementando progresivamente la importancia de los transexuales. Una minoría de la población recibe mayor atención que la mayoría de la población.
Los transexuales afirman que nacieron en un cuerpo equivocado pero que sus sentimientos o sensaciones en su conciencia subjetiva llegaron a la conclusión de que eran de un sexo diferente al sexo fenoménico, fenotípico y genotípico con el que nacieron y al que pertenecían a la vista de los demás y pedían que los demás, frente a las evidencias empíricas les dieran la razón porque ese era precisamente su sentimiento. Esto es pura metafísic espiritualista, un idealismo zafio y tosco, pura superchería similar a la cartomancia o quiromancia. En la tv se les añaden toneladas de adulación y de celebración afectada de la buena nueva. Todos se adhieren a la versión oficial difundida por el Estado y por los periodistas y médicos especializados sin la menor crítica que asome por ahí. Por otro lado el transexualismo siempre está a favor del tratamiento que se da a estas experiencias siempre a favor del enfoque afirmativo, presentado como si fuera obvio –las evidencias del cogito, de la conciencia- e indiscutible. La Tv convierte a esto en un espectáculo en su propio beneficio. Comodidad y sensacionalismo que disfrazan de reivindicación e interés social. Hay que tener en cuenta las audiencias y las subvenciones económicas recibidas porque como bien se sabe, los medios de comunicación no son autosuficientes económicamente y necesitan de las subvenciones públicas y privadas. La telebasura se complementa perfectamente con la ideología basura progresista, de tal manera que contribuye a crear ideología y extenderla por el vulgo. Se contribuye a la deformación de la conciencia y a la difusión de supercherías. No aclara nada, es un medio confusionario. Se ve el mundo al revés, de manera alucinada.
Una ideología propia de niños de primero de la E.S.O. no merece tan pormenorizado análisis ni tan voluminosa crítica. Entiendo yo que los autores de este libro de 288 páginas bien podrían haber escrito 100 y hubiera bastado para refutar y triturar esta ideología basura de nuestra época, dominada por el progresismo y su cortejo de iniquidades. Superchería, un estatuto similar al de la astrología o al de la quiromancia. Esta ideología supone un borrado de las mujeres pero también un borrado de los varones. Porque en el fondo parte de que el sexo es como el color del pelo, un pero accidente, contingente, sin ninguna importancia, que todo es subjetivo, sentimental y que con la ayuda de la farmacia y de la cirugía y del registro civil todo eso es rebasable y superable. Se llega a pedir que se permita a los niños y adolescentes que se definan como les parezca. Luego se harán las oportunas transiciones químicas y quirúrgicas en la reasignación de sexo, así como civiles. En el fondo, esto es fomentar todas estas chaladuras por parte del Estado, los médicos, los psicólogos, los periodistas y las redes sociales. “El transgenerismo…no es más que un gran negocio disfrazado de lucha por los derechos civiles.”
Las ideologías son una visión deformada de la realidad, alucinada. El efecto que producen es percibir la realidad de manera invertida. Los autores del libro señalan que la ideología transexualista es un espejismo. Sostenido por una mala metafísica idealista, voluntarista y psicologista. Por una sofística de la peor especie, por unos charlatanes posmodernos y progres.
Esta visión deformada de la realidad, sin tener en cuenta la objetividad científica, ni el buen sentido puede llevar a cometer un terrible error de trágicas consecuencias aplicadas.
Como dijo Gustavo Bueno, el término identidad, un término filosófico antiguo no es unívoco, sino análogo. La identidad puede resultar ser confusa en determinados contextos. El oscurecimiento de esta idea culmina al sustituir al término igualdad y es un concepto fetiche en la nueva izquierda posmoderna subvencionada por las transnacionales globalistas.. Hemos pasado de la identidad como función lógica aristotélica a experiencia interna íntima autogenerada. Se llega a sostener la aberración de que los sentimientos de alguien pueden no coincidir con su sexo genital, la identidad sexual de alguien puede o no corresponder con su sexo. Es un sentimiento íntimo, privado, incorregible que no admite discusión.
Es una verdad de la psicología y de la sociología el que “el aprendizaje social es la principal vía a través de la cual las personas podemos llegar a describir nuestro mundo emocional” No hay lenguaje privado Wittgenstein dixit. Es en la intersubjetividad, en la constatación de la existencia de otros egos como podemos nombrar a nuestros sentimientos y experiencias.
Todo es justamente al revés de lo que dice la ideología transexualista. El transexualismo presenta como brotando de la subjetividad individual “lo que en realidad son estereotipos sexistas procedentes de la sociedad que el individuo interioriza. La flecha de la causalidad relevante va exactamente en la dirección contraria: no de dentro hacia fuera, sino de fuera hacia dentro.” “Desvelar el carácter especular de la visión queer de la identidad de género revela, a su vez, su naturaleza retrógrada y machista. “. En el transexualismo hay "una excesiva presencia de los clichés más rancios y vulgares acerca de lo que es la feminidad y la masculinidad” En el fondo la identidad de género discordante con los genitales es fruto de un aprendizaje social de estereotipos sexuales.
En este idealismo psicologista se produce la disolución del sexo y del género en el subjetivismo. Ya no hay mujeres ni varones. El hombre es un animal asexuado. Igual que gracias al matrimonio homosexual, no hay marido ni esposa o mujer, sino progenitor A y progenitor B, aquí asistimos a la disolución del sexo. El capitalismo erosiona las instituciones sociales, matrimonio, familia, sexo, etc.
“La disolución del sexo y el género en el subjetivismo no sólo altera el significado de palabras como mujer o varón. Simplemente lo elimina•
El feminismo también efectúa un borrado de la figura de la mujer puesto que no se conforma con la igualdad legal, quiere masculinizar a las mujeres haciendo que hagan lo mismo que los varones. De este modo el varón se constituye en el modelo o parangón que hay que alcanzar para considerar que la mujer está emancipada. Así por ejemplo, si hay 5000 físicos, tiene que haber 5000 físicas. Las cuotas femeninas meten una igualdad cual lecho de procusto. La igualdad tiene que ser así, dicen las feministas, como por ejemplo la prologuista del libro. Amelia Valcárcel. El transexualismo es vástago legítimo del feminismo, también borra a la mujer. La mujer tiene que ser en todo igual al hombre, al varón. No admiten la diferencia de gustos, intereses, capacidades existentes entre varones y mujeres. La estupidez feminista masculinizadora desemboca en el borrado de la mujer en el transexualismo.
El individuo es el cruce o confluencia de todas las relaciones sociales. La polis es anterior al individuo decía Aristóteles. “Dicho ahora de una forma no ya antropológica sino psicológica, el yo es una construcción social, colectiva, no una mera emanación del individuo cuya armonía puede ser puesta en peligro por la sociedad. Cada persona es únicamente uno de los muchos constructores de s yo, y es a la vez constructor de otros muchos yoes, el de todas las personas con las que se relaciona, y tanto más cuanto más significativa sea esa relación.”
Como hemos dicho antes, “El neoliberalismo, con su permanente labor de trituración social y su enaltecimiento del individuo autorreferido, conlleva la derrota de la sociedad como construcción de lo común gracias a la objetividad que compartimos y nos une.” Yo más bien no lo llamaría neoliberalismo, que significa un nuevo liberalismo. Más bien, lo denominaría liberalismo a secas, el viejo individualismo. Malthus es uno de esos primeros liberales que se dieron cuenta de la necesidad de limitar la población, la natalidad y en eso estamos con la tanatopolítica y la promoción de la destrucción de las fuerzas productivas, el fomento de las perversiones sexuales, eutanasia, aborto, etc. Una distopía progresista al servicio de las oligarquías mundiales transnacionales de Europa Occidental y de los EE.UU.
Todo esto está sostenido por la sofística actual anglosajona de origen posestructuralista francés. “provienen de la filosofía postestructuralista y posmoderna, una filosofía que ya se había dado por agotada hace décadas.”
La filosofía es un saber racional, sistemático y riguroso. La ideología transexualista es pura superchería, una sofística.
Se parte de un escepticismo. No hay conocimientos objetivos ni verdad. Se apuesta por el relativismo cultural. Se llega a la conclusión de que la política es tener en consideración que hay una microfísica del poder. Los sistemas de poder disponen acerca de lo que se puede conocer y cómo se tiene que conocer.
Esto no es nuevo en la historia de la filosofía. Gorgias afirmó que nada existe, que si algo existiera, no podría ser conocido y que si algo fuera conocido no podría ser comunicado.
La sofística posmoderna busca deconstruir la filosofía tradicional y racionalista. El lenguaje y el poder han construido una sociedad patriarcal y opresora. Se trata de demoler las instituciones sociales. Es la tarea teórica que ya el capitalismo lleva a cabo por la vía de las transformaciones económicas, sociales y tecnológicas.
Sofistas de esta ralea son por ejemplo Edward Said con sus estudios poscoloniales. En relación con los transexuales en España tenemos a la sofísta Paul B. Preciado, una señora que decidió disfrazarse quirúrgicamente de varón. Este individuo sostiene que hay que descolonizar el sexo así como el psicoanálisis, que se efectue la despatriarcalización y deshetersexualización. Esto se llama chifladura, chaladura.
Hay una permanente lucha ahora entre el feminismo y su legítimo vástago el transexualismo.
Es que “el marco de garantías universales ha sido pulverizado por un relativismo individualista de libre mercado y circulación de mercancías. “la también filósofa feminista Amelia Valcárcel quien sustenta un feminismo fundado en el concepto de individuo de la tradición liberal que viene de la Ilustración europea.” Nosotros pensamos que una filósofa no puede ser feminista al igual que una feminista no puede ser filósofa, podrá ser sofista o ideóloga como mucho.
Judith Butler y Paul B. Preciado son dos sofistas de nuestra época, de las chifladuras y chaladuras contemporáneas integrantes del cortejo de iniquidades del progresismo.
Judith Butler es una profesora que sabe de literatura comparada y de Estudios de la Mujer, ese saber viscoso e inconsistente que está de moda ahora. Esta señora ha sido nombrada doctora honoris causa de numerosas universidades de todo el mundo, lo que muestra la escoria de universidades que se va imponiendo en el mundo académico mundial. Su base teórica es la sofística posmoderna y postestructuralista.
Butler escribe de manera ininteligible y confusionaria. Esto es sofística, es parodia, es hacer el payaso. La desfachatez intelectual es evidente. No se entiende el prestigio que tiene esta chiflada en el mundo académico. Señal de degradación de los tiempos que corren. Palabrería, lenguaje sin sentido, impostura. Eso es todo, humo, pajas. El género es una construcción, el sexo es una construcción. Ella también es una construcción resultado de la cópula de su padre con su madre. Es tan ridículo todo esto, todos estos balbuceos de tonto de baba son lo que la Butler nos vende como filosofía y muchos secuaces o payasos exaltan como la verdadera filosofía de nuestra época.
Entonces, ¿Qué coño es Butler? ¿Quién cojones es Butler? ¿Cómo demuestra sus falsedades esta payasa? Son simplemente afirmaciones arbitrarias, confusas, propias de un alumno de primero de la E.S.O. No merece que le dediquemos a esta impostora la menor atención. Es filodoxa, filotheamon, jugar con las sombras, con las apariencias Esta señora está sentada en el fondo de la caverna y con apoplejía, por lo cual ni puede moverse ni levantarse ni mirar hacia atrás. Es terrible. La ideología es pensamiento socialmente deformado, ver la realidad al revés, de manera alucinada, que es lo que les pasa a estos ideólogos sofistas del siglo XXI.
En estos ideólogos no hay ciencia, ni filosofía, ni rigor, ni reflexión. Hay un proyecto político de demoler las instituciones sociales. Esto es una filosofía de bufones para bufones. La Butler hace filosofía histriónica, de payasos. Según esta sofista ni hay sexo ni hay género. Hay lo que le apetezca a Butler, claro. Esto es una estafa intelectual, una desfachatez intelectual progresista. Esta señora indocta, impostora, niega la biología, niega la realidad y niega el buen sentido.
En España tenemos a Paul B. Preciado, una mujer disfrazada quirúrgica y hormonalmente de varón. Dicen que es el filósofo español más influente a nivel internacional. Pues yo no lo sabía, a decir verdad. Se llamaba Beatriz Preciado y nació en Burgos en 1970. Inició su proceso de transición hacia el sexo masculino en 2010. Se autoaplicó la testosterona y se cambió el nombre. Preciado es un ideólogo, o ideóloga según los cromosomas de su ADN que ha escrito mucho. La sofística en Preciado llega a su máximo esplendor a su radicalidad extrema. Se cree que el sexo es un invento de la mente, no existe objetivamente. Esto es propio de un chiflado. Hay que llamar a los que escriben estas chaladuras por su nombre y calificarlos correctamente. Si uno cree que el sexo se elige, también puede elegir ser Napoleón porque eso es subjetivo o ser registrador de la propiedad porque a uno le da la gana o declarar que uno ha aprobado un examen por pura decisión subjetiva del examinado y porque su yo se representa que ha aprobado la oposición. Se siguen aquí las supercherías ideológicas de Miguel Foucault, pura sofistería, pura impostura propia de una visión alucinada del mundo. Dice Beatriz Preciado que los órganos genitales no existen. Son una representación pues, pero luego se los extirpan o se hormonan. Entonces el sexo no existe pero luego mujeres transitan hacia el sexo masculino y varones transitan hacia el sexo femenino simplemente porque se sienten así y así lo deciden cuando la biología es muy terca. Somos animales eucariontes de reproducción sexual. Existimos gracias a la reproducción sexual, a que hay dos sexos y a la heterosexualidad. Qué se le va a hacer. Así es la realidad. Luego existen los ideólogos que niegan esto. Si alguien se hormona y se castra o se disfraza quirúrgicamente del sexo opuesto se produce la situación irreversible de que se convierte en un eunuco femenino o masculino que ya ni vale como mujer ni como varón. Nadie puede cambiar de sexo. El ADN y los cromosomas sexuales XY y XX siguen ahí sin preocuparse de las chifladuras de los ideólogos. Sin órganos sexuales uno queda mutilado, desnaturalizado, castrado. Cuando alguien nace se pregunta cuál es su sexo porque el sexo no es un accidente contingente, sino algo esencial en el individuo, no es como el color del pelo. Es lo que define a un individuo. El hombre es un animal sexuado, como cualquier otro mamífero o cualquier otro animal de reproducción sexual. La propaganda no va a cambiar la realidad, puede deformar las conciencias de los incautos y provocar daños irreversibles en algunos individuos. Esto es sofistería, superchería. Preciado es un bufón. Él mismo es una construcción hormonal, o tal vez subjetiva, quirúrgica y social o del registro civil.
La ideología de género es basura, lo mismo dígase del transformismo. Al final aparecen individuos que no son nadie, son construcciones arbitrarias, alucinadas. La ideología que justifica o legitima esto es pseudofilosofía que descansa en una pseudociencia con un estatuto epistemológico similar a la cartomancia. Esto no es filosofía, sino sofística, pero sin ningún rigor además. No es como la sofística griega, es algo mucho peor y de peor calidad teórica, de nivel de 1º de la E.S.O.
Frente a esta sofística de la peor especie, frente a este idealismo lingüístico alucinado la filosofía como saber riguroso y estricto, como filosofía materialista tiene que demoler este cúmulo de mentiras y falsedades, con el arma de la crítica y del racionalismo. Este constructivismo posmoderno es oscurantismo anticientífico que niega que exista la realidad objetiva fuera del lenguaje. No es de extrañar entonces la infantilización de la enseñanza y de la universidad sobre todo.
Marino Pérez Álvarez y José Errasti nos hablan de la mala conciencia poscolonial y de la devaluación de la procreación como de dos factores causales que explican todo este mundo posmoderno de las ideologías basura progres. En cuanto a la infantilización de la universidad, tiene que ver con el auge de la doxa, lo cual caracteriza al régimen democrático. Los sentimientos, las opiniones son como los culos. Todo el mundo tiene uno. La sentimentalización de la política tenía que ver con el fascismo y el irracionalismo y hoy es la izquierda la que con más frecuencia e intensidad acoge esto en su seno sustituyendo así la argumentación y el análisis por la apelación a los sentimientos amén de la manipulación de las palabras, el lenguaje, la información. Pura propaganda digna de Willi Münzenberg y del Dr. Joseph Goebbels. Creciente número de trastornos mentales y psicológicos debidos a la falta de fortaleza de carácter afectan a los jóvenes, “si tratas a los estudiantes como vulnerables y frágiles, terminan por serlo, impides la antifragilidad que se adquiere en el contacto con las contingencias del mundo real y no viviendo entre algodones.”
La teoría o ideología transexualista no sólo es perjudicial para el entendimiento y la salud mental sino para la salud física también. No es inocente y sin consecuencias.
“La teoría queer está plagada de contradicciones que repugnan a la razón y al buen sentido común. Sin embargo, puede que sean coherentes con su teoría en buena medida ella misma basada en la incoherencia y la desestabilización de la razón, cuya pretensión más obvia es la provocación y el activismo. En realidad, teoría queer es una expresión contradictoria, como ya dijimos, poco menos que un oxímoron, en tanto teoría sugiere alguna manera ordenada de ver las cosas y queer sugiere lo raro y disruptivo que no se aviene a un orden.
El problema es que la teoría queer no es inocua”
El posmodernismo, renunciando a la verdad objetiva y al racionalismo se sitúa en las antípodas del marxismo y de la ilustración. La izquierda se convierte en pura superchería sofística bobalicona, pero perjudicial y promotora de la falsa conciencia y de la visión alucinada e invertida de la realidad. Ahora ya no se preocupa de la justicia social ni de la clase obrera, sino de los grupos minoritarios. Políticas identitarias, subjetivas, irracionales, sentimientos. Se ocupa de ser reaccionaria, la izquierda se ha hecho reaccionaria. Por eso los trabajadores ya no votan a los partidos de izquierda, sino a los de derechas. El posmodernismo renuncia a la verdad y utiliza discursos, pura palabrería sin referentes reales. No es realista, no es materialista, no es racionalista.
El posmodernismo, el transexualismo y todo el cortejo de iniquidades ideológicas basura que componen el progresismo son un movimiento gnóstico. El transexualismo podría considerarse como una religión civil o secular de nuestro tiempo. Además se degrada el cuerpo como hacían los gnósticos, que se sentían mal con su cuerpo con operaciones quirúrgicas y farmacológicas. Quieren un género sin sexo. Los gnósticos despreciaban su cuerpo y se avergonzaban de su cuerpo de acuerdo con una concepción dualista, espiritualista diciendo que lo que importaba era el alma que estaba atrapada en el cuerpo cuya liberación pasa por la forma de conciencia o conocimiento o gnosis. También el feminismo y el transhumanismo son gnósticos.
A esto se suma el sentimentalismo y el cultivo de lo irracional. Los sentimientos se convierten en criterio de verdad frente al razonamiento. Esto “guarda relación con el romanticismo, con una particular forma de sinceridad y con la charlatanería. El romanticismo forma parte del sujeto moderno como “mundo interior”, supuesta fuente autooriginaria de sentimientos, deseos y autenticidad de uno más allá de las convenciones.” A esto hay que añadir el idealismo del lenguaje, “la preponderancia del lenguaje sobre las realidades como si los conocimientos científicos no fueran más que discursos que se remiten unos a otros sin ninguna realidad fuera de ellos mismos –“nada fuera del texto”, recuérdese-.”
Existe un trastorno mental denominado disforia de género. Seguimos pretendiendo escamotear el sexo. Esto parece un puritanismo rancio y de naftalina de la época vitoriana y propio de meapilas. Este trastorno mental cada vez está más difundido y consiste en que uno está disconforme con el cuerpo que tiene y con el sexo que tiene, sintiéndose más bien como miembro del sexo opuesto. Lo peor de todo es que la disforia de género aparece cada vez más a más temprana edad. Además hay un predominio de niñas y de chicas que padecen este trastorno mental.
Todo parece indicar que se trata de un fenómeno social no un trastorno mental. No estamos de acuerdo con los autores. Es un trastorno mental porque afecta a la conducta individual y es un trastorno alucinatorio, ver el mundo al revés. Ya sabemos que muchos trastornos mentales tienen causas sociales. Los autores señalan “precisamente el contagio social como factor implicado”. Esto en el fondo es una locura. “Al final, es posible que terminemos por decir en voz alta lo que muchos piensan: que todo esto es una locura –dicho “locura” en un sentido técnico-sociolóigico, no clínico ni peyorativo, referido a una tendencia que se extiende hasta ser dominante sin apenas permitir ver su posible construcción social-. Según el posmodenismo progre todo es construcción social salvo la enfermedad mental llamada disforia de género. Eso es natural, normal, no construido. Es auténtico y originario.
Los niños y los adolescentes (y aquí utilizo el masculino genérico contra la bobalicona opinión de feministas y demás ralea en torno al lenguaje inclusivo, propio de analfabetos que pervierten el lenguaje por razones ideológicas y políticas) tienen muchos problemas para echarles sobre sus espaldas otros problemas más. Ya basta de alienaciones y de engaños y de embelecos aprovechándose de la inmadurez de las personas aún en edad escolar. Dejad en paz a nuestros niños.
Parece ser que la crisis de la adolescencia es más complicada para las chicas que para los chicos porque el cuerpo de las mujeres sufre cambios más intensos y bruscos y rápidos. Ahí están los casos de bulimia y anorexia así como las autolesiones amén de ansiedades y depresiones. “Aun cuando la inmensa mayoría de los adolescentes salen adelante, la mayoría de los problemas psicológicos empiezan en la adolescencia.”
La terapia afirmativa, la transición inmediata al otro sexo tomando como único criterio la certeza subjetiva de la conciencia del individuo, incorregible por definición trae como consecuencia que algo tan volátil como los sentimientos, los contenidos de la conciencia como pueden variar, pueden variar su orientación en sentido opuesto llegado el caso. Pero ya no hay vuelta atrás. Los cambios farmacológicos y quirúrgicos no son reversibles, con los consiguientes daños ocasionados por haber hecho la transición de manera precipitada y poco pensada. El número de arrepentidos va en aumento. “El creciente número de personas arrepentidas que emprenden la destransición sugiere que la transición no parece que sea siempre la mejor opción, tanto más si ya implica cambios irreversibles.” La mera evidencia subjetiva, psicológica no es criterio suficiente como para tomar la decisión de someterse a hormonación y a cirugía. Nadie nade en un cuerpo equivocado. No hay un alma como sustancia separada del cuerpo.
Esto de un alma encerrada en un cuerpo nos recuerda el dualismo platónico, hindú, a Pitágoras y a los gnósticos y a los neoplatónicos. Metafísica rancia, casposa, sin rigor y anticientífica. Pura mitología espiritualista.
Es difícil que un varón esté en el cuerpo de una mujer puesto que el cerebro de un varón y el de una mujer son muy similares, indistinguibles. “el cerebro humano no es ni de mujer ni de varón. Más bien es un mosaico de aspectos, algunos más comunes en mujeres, otros más comunes en varones. Este mosaico cambia continuamente a lo largo de nuestras vidas, como el patrón siempre cambiante de las piezas coloreadas en un caleidoscopio.”
Se propone como alternativa filosófica al dualismo alma/cuerpo la fenomenología. “La alternativa filosófica al dualismo alma/cuerpo, o, en su caso, cerebro/cuerpo, representado por el ya mantra del cuerpo equivocado se encuentra en la fenomenología. Esta ofrece otra explicación del llamado “cuerpo equivocado” en términos del cuerpo vivido: el cuerpo situado en un contexto sociocultural. El concepto de “cuerpo vivido supone las influencias que las condiciones culturales –normas, prácticas sociales, significados, interpretaciones, valores- tienen para las experiencias corporales, incluyendo la identidad de género. La experiencia corporal se entiende a través del entrelazamiento de la discursividad, la materialidad y la subjetividad.”
Es que ocurre simplemente que en realidad nadie nace en un cuerpo equivocado. Qué tiempos aquellos en los que hay que defender lo evidente frente a las chaladuras de los ideólogos. En el siglo –V los filósofos tenían que luchar contra los sofistas. En el siglo XVIII los ilustrados contra el clero y ahora los racionalistas, materialistas, la gente con buen sentido, tenemos que luchar contra el progresismo y contra todo su cortejo de iniquidades e ideologías basura.
La transexualidad no es una enfermedad biológica. Esto habría que darlo por sentado. No es algo que requiera soluciones médicas. Hay que pensarla como algo social, cultural y político. Sin embargo, “Las nuevas políticas emprenden la transición cuanto antes, cuando lo más prudente sería un “contexto más abierto en relación con los itinerarios vitales de sus hijos, y más positivo, en relación con su propio cuerpo y su sexualidad, de lo que sucede hoy.” Estas nuevas políticas son retrógradas, opresoras y represoras. Dejan en manos de los médicos el asunto de la transexualidad.
“Nadie está atrapado en un cuerpo equivocado. Para empezar, éste es un concepto él mismo equivocado, “atrapado” en el dualismo alma-cuerpo. Tampoco es sostenible en su versión cerebro-cuerpo cuando se habla por ejemplo de un cerebro de mujer en un cuerpo de varón o al revés. No existe un tal cerebro de varón o mujer, si acaso un mosaico de aspectos convencionalmente considerados masculinos y femeninos. La expresión atrapado en un cuerpo equivocado no es un hallazgo científico, ni un concepto propiamente clínico. Tampoco es progresista. Es en realidad un eslogan, ahora ya un mantra, ciertamente efectista, aunque engañoso, que forma parte ya del imaginario colectivo alimentado por los medios, donde se presta, y esto sería lo peor, a una concepción biomédica patológica. En realidad, donde están atrapados los niños y los adolescentes con malestares de género es en discursos como éste del cuerpo equivocado, que abocan al enfoque afirmativo sin más miramientos.”
Nosotros pensamos que en caso de darse disforia de género lo mejor sería adaptarse mentalmente a tal situación, convivir con la situación en vez de hormonarse y someterse a la cirugía. Suponemos que los sentimientos son cambiantes, en cambio, los cambios físicos, quirúrgicos, son irreversibles.
El enfoque afirmativo consistente en la transición inmediata fármacos, hormonas y cirugía mediante al sexo opuesto es un enfoque erróneo. “Para nada estamos poniendo en cuestión la realidad de la identidad sentida. La cuestión es cómo se hace real. Lo hace en el contexto señalado de los tiempos difíciles de la infancia y la adolescencia, cuando el cuerpo viene a ser el lugar de los malestares, más que su origen. Lo peor es que está fundado en errores científicos. “El enfoque afirmativo, por bien intencionado que sea, no está exento de problemas. Para empezar, no todos los casos son iguales como para ofrecerles una “talla única” Por otra parte, puede ocasionar daños irreversibles para quienes quieran volver atrás, un fenómeno cada vez más frecuente. Finalmente no resuelve todos los problemas, incluso a aquellos para quienes sea la opción más adecuada. En realidad, el enfoque afirmativo es más políticamente correcto que correcto científicamente.”
Los autores del libro a continuación señalan la falsa dicotomía entre terapia de conversión, consistente en adaptar a la mente al cuerpo real del sujeto. Y la terapia afirmativa o enfoque afirmativo: someter al cuerpo al sentimiento íntimo del sujeto. El enfoque afirmativo merece más críticas puesto que es el que las administraciones, ideólogos y activistas propugnan de forma dogmática y fanática sin resultados evidentes y positivos en muchos casos y además, como hemos dicho antes, un enfoque irreversible. Los autores señalan que en algunas ocasiones un enfoque será más adecuado que otro para los individuos afectados.
La disforia de género es un efecto del malestar social, del malestar en la cultura. “Las sociedades se organizan en orden al bienestar de los individuos, pero también generan malestares y cuando es ése el caso, las mismas sociedades organizan igualmente los modos de estar mal. La disforia de género viene a ser hoy una forma de canalizar una diversidad de malestares en torno al cuerpo, el sexo y el género.”
Dicen los autores: “Entretanto, bienvenidos son el respeto y los derechos de las personas trans, gracias al activismo, esperando que se traduzcan en tolerancia social para la diversidad de género que acabe con la disforia de transgénero, según entendemos que esta disforia sería debida a la rigidez de las categorías de varón y mujer, no a un cuerpo equivocado. Es un problema social más que clínico médico-quirúrgico. Tal es la tesis de este libro.”
Tanto rato atacando el progresismo a través de uno de sus vástagos legítimos más famosos y acaban empleando el mismo lenguaje ideológico progre. A ver, respeto merecen todas las personas por igual. Derechos, los derechos son universales, humanos y ciudadanos. No hay derechos trans, como de la mujer, o de colectivos particulares. No hay que recurrir al término género para ocultar y escamotear el sexo. Que son siempre dos sexos: masculino y femenino. La distinción entre XY y XX es tajante, esa rigidez es kata physin, por naturaleza. Dejemos de hacer concesiones en el lenguaje a los sofistas. No hay necesidad alguna de caerles bien a los sofistas.
En resumidas cuentas una ideología basura tan endeble como es el transexualismo hubiera merecido un libro con menos cantidad de páginas. Los autores hacen un buen análisis filosófico-categorial de la cuestión transexual y proponen soluciones muy ajustadas. Creemos que el libro es útil y está bien para que la opinión pública se entere de la problemática transexual y de las supercherías e imposturas de los ideólogos progresistas que las sostienen con fines interesados que responden a la fase de desarrollo capitalista por la que atravesamos que requiere una tanatopolítica, esto es una política malthusiana debido al desarrollo de las fuerzas productivas en la sociedad capitalista opulenta de mercado pletórico de bienes y de consumo.
Pioz, 31 de agosto de 2023.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-88611419702251689792023-01-09T10:29:00.001-08:002023-01-09T10:29:08.695-08:00ZarpaxJosé María Rodríguez Vega, Zarpax fue un hombre irrepetible. Lo conocí allá por 1998 cuando me acosaba la escoria progresista de Leganés en mi instituto. Se ofreció para ayudarme y lo hizo. Sólo ya por esto merece mi eterno agradecimiento. Luego seguimos hablando y discutiendo ya en Facebook. Lector infatigable, culto, sabio, irónico, satírico, corrosivo. Amante de la verdad. Generoso.
Ahora ha fallecido el 7 de enero y lo echaré siempre de menos. Todo mi respeto y admiración por Zarpax. Es terrible su pérdida. Que la tierra te sea leve, Zarpax.Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-51101040939340302012022-02-24T22:41:00.001-08:002022-02-24T22:41:15.078-08:00La guerra de UcraniaEl mundo se ha dividido en dos. Los EE.UU. han forzado a Rusia a invadir Ucrania por razones de seguridad nacional y Rusia ha dado un golpe sorpresa y ha ido más allá de lo que se pensaba el bloque occidental. EEUU lleva meses provocando a Rusia para que entre en Ucrania y tener justificación para evitar las relaciones de Rusia con el resto de Europa. EEUU no quiere perder su hegemonía en Europa y ha impedido a toda costa el Nord Stream 2, que le daría a Rusia una influencia importante, aunque ventajosa para Europa. EEUU sabía la tecla que tenía que tocar, y ha iniciado una guerra híbrida con Rusia con Ucrania como teatro de operaciones.
Hace casi un año se contabilizó un aumento de más de un 30%, en lo que iba de 2021, de la presencia de la OTAN en vuelos militares cerca de la frontera con Rusia. Biden volvió enérgicamente a reactivar la OTAN, un organismo que se pensó contra Rusia (URSS). Las tropas estadounidenses en el Mar Negro aumentaron notablemente en abril. Las maniobras militares Defender Europe de 2021 que empezaron en mayo pero se prepararon a partir de marzo contó con 25 países además de EEUU; entre ellos todos los países de los Balcanes Occidentales, excepto Serbia, así como los países socios Ucrania, Georgia y Moldavia. Esto sumado a un Zelensky radicalizado, abierto a occidente y a romper los acuerdos de Misnk, cerró uno de los canales más populares de Ucrania en habla rusa, se retiró en febrero de los acuerdos de 1991 sobre aviación civil y uso del espacio aéreo ex soviético... https://rafaelpoch.com/.../caldeando-el-ambiente-en.../
Además, Biden incluye a Blinken y Nulan en política exterior, y principalmente en la euroasiática como es el caso de Nulan (que se joda Europa), insinuando una continuación de la política de Obama contra Rusia.
La presencia militar en la frontera con Ucrania aumentó en abril del año pasado, pero de repente este otoño, EEUU se alarmó y señaló a Rusia de hostil. Antes había sido comprobado por la OSCE otro incumplimiento más de Ucrania con los acuerdos de Minsk al disparar contra los territorios sublevados. A esto hay que sumar, en cuanto a estos territorios, la no disposición de Ucrania de darles una autonomía especial como marcan dichos acuerdos. Que la presencia militar rusa no aumentó significativamente en ese periodo, lo demuestra que cuando en enero de este año UK, EEUU y Canadá retiran al personal no esencial de Ucrania, la respuesta de la UE y del propio Zelensky es de que son unos exagerados, ya que desde abril de 2021 está la frontera así.
En diciembre de 2021, tras el acoso de EEUU al denunciar que Rusia se propondría invadir Ucrania, ésta, con ánimo diplomático le envía unas propuestas para retirar las tropas de la frontera, eso sí, negando por activa y por pasiva que tuvieran intención de invadir. Su propuesta básicamente es que EEUU garantice la seguridad de Rusia no extendiendo más la OTAN hacia el este y que no se hagan maniobras militares cerca de la frontera con Rusia. EEUU declinó la oferta rusa.
EEUU sabía su objetivo que es alejar a Rusia del resto de Europa y cancelar el Nord Stream 2. Todo esto pasaba por el cierre definitivo de la tubería, pero había que justificarlo a una Europa occidental, sobre todo Alemania, que está imbuida en el argumento antifascista, de manera que había que demostrar que Putin era algo parecido a Hitler o Mussolini, o Stalin, invadiendo Ucrania. EEUU sabía qué tecla tocar, crear tensión hasta que Rusia se vea obligada a entrar. Lo intentó por activa y por pasiva, avisando de que había peligro, armando a Ucrania y finalmente haciendo que Ucrania atacara el Donbás. Previamente EEUU había estado avisando, como si fuera adivino, a bombo y platino, que la invasión era inminente. Rusia tiene pues justificada la invasión de Ucrania y su conquista.
Exacto, Rusia se vio obligada a hacer lo que EEUU quería. Y Rusia en ese momento, a partir del 18 de febrero, más o menos, asume que con occidente no puede contar. Toda su puesta en escena militar, no podía ser un farol... Pero tampoco iba a ser lo que occidente se creía; si el oso ruso se va de occidente, se lleva a Ucrania con él, no va a consentir jugar al juego del gato y el ratón más, no va a consentir aguantar más la humillación de la guerra híbrida que desde el 2004 EEUU le está haciendo en Ucrania. Así que se ha ido de occidente y ha roto el paradigma político americano, sobrepasando las expectativas occidentales. El oso ruso es mucho oso ruso, nada que ver con la ciriguaya Yugoslava, Putin no es un Milosevic de la vida, ni la esfera rusa es un artifcio balcánico, ni es una simple tiranía africana o medio oriental, es Rusia. Con Rusia no se juega, el oso ruso hiberna si hace falta. Rusia es una gran potencia militar y lo está demostrando al conquistar Ucrania en unos pocos días.
La división del mundo en dos bloques está en marcha y esta dirección la confirma occidente con las fuertes sanciones que le van a imponer a Rusia sacándolo del sistema financiero occidental.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-64308025542244123212021-12-08T02:58:00.003-08:002021-12-08T02:58:54.481-08:00El principio antrópicoEl principio antrópico.
1. Introducción.
El principio antrópico pertenece al conjunto de cuestiones metafísicas antrópicas que tienen que ver a mi entender con la teleología y con el diseño inteligente, esto es, con la demostración de la existencia de Dios por parte de Santo Tomás de Aquino en la quinta vía. El principio antrópico significa o alude al puesto que el hombre ocupa en el cosmos, en el universo. Intenta responder a la pregunta ¿Para qué estamos aquí? O ¿Por qué estamos aquí?. La pregunta a la que trata de responder el principio antrópico es la cuestión de si el hombre ocupa en el universo un lugar singular o es, más bien, un ser como otro cualquiera y sin ninguna trascendencia para la física astronómica en las teorías cosmológicas que se formulen. Por el mero hecho de existir, tenemos forzosamente que haber nacido en la Tierra. Esto es un ejemplo de razonamiento antrópico: usar nuestra propia existencia para deducir algo sobre la región del universo en donde nos encontramos. Los hombres sólo pueden habitar regiones del universo que permitan la presencia de observadores. A esto se lo conoce como principio antrópico. El principio antrópico en el fondo trata de dotar de sentido al universo desde una perspectiva humana. El principio antrópico parte de la reflexión sobre lo delicadas que son las condiciones necesarias para que haya vida en el universo, y de la admiración que brota ante el hecho de que la vida no habría podido aparecer si alguna de las constantes de la naturaleza tuviera un valor ligeramente distinto. Por lo demás, como decía Kant, no tiene sentido pensar un objeto al margen del sujeto cognoscente que lo constituye trascendental e idealmente o en el caso de Gustavo Bueno, del sujeto que lo fabrica material y operatoria y constructivamente ¿Qué aspecto tendría el universo si nadie lo conociera, sin un sujeto cognoscente, independientemente de su ser conocido por nosotros? Pregunta carente de sentido. “Desde que se empezó a entender que hay propiedades del universo necesarias para la vida, ha habido un interés creciente por lo que ha llegado a conocerse como el “principio antrópico”.
Hay que tener claro de entrada que ninguna ciencia natural considera relevante a la especie humana. Ni hay necesidad de Dios ni hay necesidad del hombre para estudiar científicamente al universo desde la física.
El principio copernicano, que al contrario que el principio antrópico sostiene lo contrario del principio antrópico, fue formulado en 1948 por Hermann Bondi. Sostiene este principio que nuestra posición de observadores del universo no es privilegiada ni distinta de otras posiciones.
El principio antifinalista sostiene que toda interpretación finalista de los fenómenos naturales no es válida y va en contra de la objetividad de la ciencia natural.
El principio antrópico es en cambio un principio metafísico, finalista y antropocéntrico. Afirma tal principio que las condiciones físicas de la Tierra han sido tales que han hecho posible la evolución de las especies y el surgimiento de la especie humana. Stephen Hawking afirmaba que el principio antrópico consistía en afirmar que vemos el universo en la forma que es porque nosotros existimos.
Nos podemos plantear la siguiente pregunta: ¿Por qué es tan grande el universo? La respuesta desde el principio antrópico podría ser así: porque si fuera significativamente más pequeño no estaríamos aquí para observarlo.
¿Por qué tiene el espacio tres dimensiones? ¿Por qué es nuestro universo apto para la vida? ¿Por qué estas leyes de la física y no otras?
Con el surgimiento de la teoría de cuerdas empezaron a ganar peso estas preguntas. Algunos físicos empezaron a plantearse si los valores de las constantes físicas, como la carga del electrón, tenían alguna razón de ser. Paul Davies y Martin Rees apuntaron a que parecía que el universo estuviese diseñado para la vida: como si alguien hubiera estado jugando con las constantes, probando distintas combinaciones hasta encontrar una que fuera compatible con nuestra aparición. Cambios minúsculos en estas constantes daban lugar a consecuencias catastróficas para nuestra existencia: vivimos en uno de los pocos universos que la permiten. A esta coincidencia se la suele llamar ajuste fino de las constantes. El multiverso permite al principio antrópico dar una explicación adecuada. A pesar de que es posible aplicar el principio antrópico sin asumir una multiplicidad de universos, este pierde gran parte de su utilidad. El principio antrópico y las teorías con múltiples universos son dos caras de una misma moneda.
Fue Brandon Carter quien en 1973 utilizó por vez primera el término “principio antrópico” y en su artículo de 1974 distinguió él mismo entre el principio antrópico débil y el principio antrópico fuerte. Brandon Carter es quien plantea todo el problema de una sola vez y lo tematiza. La posición del observador es necesariamente especial al menos en cuanto que ciertas condiciones son necesarias para su existencia. El principio antrópico tal y como lo formula Carter reza así: “Lo que podemos esperar observar tiene que estar limitado por las condiciones necesarias para nuestra presencia como observadores”
Brandon Carter afirma que tiene que haber una explicación para la sorprendente debilidad de la constante de interacción gravitatoria. Si la constante fuese de un orden de magnitud mayor, la mayoría de las estrellas serían gigantes azules, un tipo de estrella de gran poder de irradiación y, consecuentemente, de corta vida”
Si por el contrario, la constante gravitacional fuese de un orden de magnitud menor, sólo habría enanas rojas, estrellas de larga vida y de débil radiación. Ahora bien, parece ser que la aparición de la vida requiere estrellas capaces de calentar durante suficiente tiempo una región del espacio donde un planeta pueda tener una órbita estable; pero ni las gigantes azules ni las enanas rojas pueden satisfacer estas condiciones. Así pues, parece que el valor de la constante de interacción gravitatoria no es azaroso, puesto que si fuese muy distinto no estaríamos aquí para verlo.
En el problema de la constante cosmológica nos encontramos en otro caso de ajuste fino de las constantes. La constante cosmológica es un término que Einstein introdujo en sus ecuaciones para asegurarse de que dieran lugar a un universo estático: puede imaginarse como una energía que se esparce por todo el cosmos, causando un efecto repulsivo que neutraliza la atracción gravitatoria. Cuando más tarde se descubrió que nuestro universo está en expansión, Einstein llamó a su constante “el mayor error de su vida”. Sin embargo, la constante cosmológica regresó con fuerza con el descubrimiento de que el cosmos no sólo se expande, sino que se acelera: la expansión se da cada vez más rápido.
La constante cosmológica era capaz de dar cuenta de la expansión acelerada del universo, pero introducía otro problema: los cálculos de su valor estaban muy lejos del resultado experimental. Se suele decir que se trata de la mayor discrepancia de la historia entre teoría y experimento. Hasta la fecha, nadie ha sido capaz de calcular el valor de la constante cosmológica usando argumentos puramente físicos: el número que se obtiene experimentalmente es muy próximo a cero, pero no nulo. En cambio, los cálculos suelen arrojar valores o bien enormes o bien son cero.
El valor actual de la constante cosmológica es compatible con la vida. Dada la falta de explicación física para el fenómeno, algunos físicos empezaron a plantearse si nuestra existencia podía tener algo que ver con lo observado.
Otro argumento antrópico de Carter consiste en recurrir al valor de la constante de interacción asociada a la fuerza fuerte o nuclear. Esta fuerza apenas basta para mantener los protones y neutrones en los núcleos. Sólo con que fuera un poco más débil, el hidrógeno sería el único elemento existente, lo que probablemente explicaría también la presencia de la vida.
Unos años antes que Carter, ya Dicke había postulado un punto de vista antrópico. Según Dicke, la edad del universo ofrece un valor tan elevado porque, si su valor fuera mucho más pequeño, no estaríamos aquí para observarlo. Otro tanto puede decirse para rechazar la posibilidad de una edad significativamente mayor. ¿Por qué es tan grande el universo? Porque si fuese significativamente más pequeño (=más joven) no estaríamos aquí para verlo. El principio antrópico afirma que sólo un universo compatible con la vida da lugar a observadores como nosotros. Así pues, el universo tiene que ser compatible con la vida o no estaríamos aquí para verlo.
Collins y Hawking conocieron una versión inédita anterior y del artículo de Dicke de 1961. Publicaron un artículo al respecto en 1973.
Como bien dice Gustavo Bueno, el principio antrópico considera al hombre como figura implicada en el arjé o en el telos del universo concebido como un proceso evolutivo monista. Sin embargo, pudiera haber otras versiones con sentido pero sin Dios en un multiverso de infinitos universos paralelos como sugieren Everett o Hawking, Guth o Barrow. Entonces podría prescindirse del aspecto más teleológico y concluir en un sentido al estilo del eterno retorno de lo idéntico de los estoicos y de Nietzsche con repeticiones infinitas.
Es una filosofía ésta, la del principio antrópico, que ha sido sugerida por Dicke y Carter. En esta aproximación se postula que no hay un universo, sino todo un conjunto infinito en acto de universos con todas las condiciones iniciales posibles. Es la tesis del conjunto de múltiples universos propuesta por Carter.
Leibniz (1646-1716) estableció su teoría de los mundos posibles. Hay infinitos mundos posibles pero Dios elige el mejor de los mundos posibles, que es el único que existe. Esto lo hace Dios como resultado de un cálculo con infinitas variables. Los mundos no sólo han de ser posibles, sino que tienen que ser composibles en su arquitectura interna. Prosiguiendo con el principio antrópico y las cuestiones y datos con él relacionados, una de las características más llamativas del universo es su isotropía o uniformidad a gran escala, a escala intergaláctica. ¿Por qué es isótropo el universo?
Hawking y Collins plantean en 1973 un número de universos muy grande con todas las combinaciones posibles. Sobre esto la filosofía clásica ya había pensado antaño. Según Leibniz el entendimiento divino es el país de los posibles y estos posibles agotan todas las combinaciones de las esencias. Hawking habla de selección natural de universos. La respuesta a la pregunta de por qué es isótropo el universo es sencillamente que porque estamos aquí. Leibniz: vivimos en el mejor de los mundos posibles porque éste es el único que existe y este es el único que existe porque es el mejor de los mundos posibles. “El hecho de que hemos observado que el universo es isótropo es, por tanto, sólo una consecuencia de nuestra propia existencia” Con esto obtenemos ya un esquema general adecuado del funcionamiento d la explicación antrópica. La respuesta a la pregunta de por qué es isótropo el universo es sencillamente que porque estamos aquí.
Indudablemente el descubrimiento cosmológico más importante de los últimos treinta años ha sido la detección de la radiación de fondo de microondas. El rasgo más notable de esta radiación es que parece ser casi completamente isótropa. Hay un posible momento dipolo de anisotropía con amplitud de alrededor de 0,1%; y si esto se confirmase probablemente se debería al movimiento del Sol alrededor de la Galaxia y al de la Galaxia alrededor del supercúmulo local, más que a algún tipo de inhomogeneidad o anisotropía a gran escala en el universo, afectarían a la radiación y la harían aparecer anisótropa para nosotros”
Lawrence y Szamosi, 1974 afirman que la existencia de vida y conciencia humanas requiere que el principio de exclusión de W. Pauli (principio de los indiscernibles de Leibniz) actúe durante tiempos cosmológicos.
“Podemos ahora restringir más las fluctuaciones de rigor usando un argumento antropocéntrico similar a los usados en el pasado por Dicke (1961) y Carter en obra inédita. La existencia de vida y conciencia humanas requiere que el principio de exclusión de Pauli actúe durante tiempos cosmológicos. El núcleo de los diversos elementos de los que nosotros estamos construidos tiene que haber existido al menos durante la edad del sistema solar, y la estructura de estos núcleos depende del principio de Pauli, que se basa en la indistinguibilidad de protones y electrones. Si las masas de estos nucleones difirieran por una cantidad detectable, las partículas ya no serían indistinguibles y el principio de Pauli se vendría abajo”
Hawking y Collins buscan una razón suficiente para responder a la cuestión de por qué el universo es isótropo y recurren a una argumentación antrópica, que como puede advertirse es una tautología.
“Esto es cierto, pero no es un modo de salir de la dificultad con el que estemos muy felices. Por tanto, tenemos que afrontar la embarazosa cuestión de ¿por qué es isótropo el universo? La respuesta más atractiva parecería venir de la idea de Dicke-Carter de que hay un número de universos muy grande, con todas las combinaciones posibles de datos iniciales y de valores de constantes fundamentales. En los universos con menor velocidad que la de escape, las perturbaciones de densidad pequeñas no tendrán tiempo de desarrollarse en forma de galaxias y estrellas antes de que el universo recolapse. En los universos con una velocidad mayor que la de escape, las pequeñas perturbaciones de densidad tendrían todavía más que la velocidad de escape y de este modo no formarían sistemas ligados. Es sólo en los universos que tienen muy aproximadamente la velocidad de escape donde cabría esperar que se desarrollaran galaxias y hemos descubierto que tales universos se aproximarían en general a la isotropía. Dado que parecería que la existencia de galaxias es una condición necesaria para el desarrollo de vida inteligente, la respuesta a la cuestión de ¿Por qué el universo es isótropo? Es porque estamos aquí.”
Entonces el hecho de que hemos observado que el universo es isótropo es, por tanto, sólo una consecuencia de nuestra propia existencia.
Por su parte, B.J. Carr y M. J. Rees (1979) afirman que hay unas constantes en el universo sobre las que conviene llamar la atención. 1ª La constante de estructura fina electromagnética, la constante de estructura fina observacional y la razón de las masas de un electrón a un protón. Hay algunas conexiones o interconexiones entre las mismas en las estructuras menores que el átomo.
“La estructura del mundo físico se manifiesta en muchas escalas diferentes, que se extienden desde el universo, en la escala más grande, bajan a través de las galaxias, estrellas y planetas, hasta las criaturas vivas, células y átomos…cada nivel de estructura requiere para su descripción y explicación una rama diferente de la teoría física, de modo que no siempre se aprecia cuán íntimamente están relacionados. Aquí mostraremos que la mayoría de las escalas naturales están determinadas (hasta un orden de magnitud) sólo por unas pocas constantes físicas”.
Otras relaciones diversas entre constantes macro y microatómicas dependen también en sus valores de construcciones antrópicas.
Tales consideraciones no proporcionan una explicación física real, pero pueden indicar por qué encontramos que estas razones fundamentales tienen sus valores observados.
Tenemos por ejemplo el valor de S (la razón del número de fotones con respecto al número de bariones del universo)- Este valor es susceptible de determinación parcial mediante el principio antrópico. Otra coincidencia sería la conexión entre la constante de la estructura fina electromagnética y la desestructura fina gravitacional. Hawking por su parte declara que el hecho notable que hay que tener en cuenta es que los valores de las cantidades de partículas en la naturaleza y de las fuerzas parecen haber sido ajustadas sutilmente para hacer posible el desarrollo de la vida. Por ejemplo, si la carga eléctrica del electrón hubiese sido solamente ligeramente diferente, las estrellas o habrían sido incapaces de quemar hidrógeno y helio, o, por el contrario, no habrían explotado.
Otra coincidencia que tiene un interés antrópico es la nucleosíntesis descubierta por Fred Hoyle.
Si la reacción 3He→C no actuara resonantemente, entonces la cantidad de carbono producida sería despreciable. La evidente presencia de carbono y de sus compuestos llevó a Hoyle a predecir que las reacciones 3He→C, 2He→Be y Be+He→C tendrían que ser resonantes. Poco tiempo d3espués esta predicción fue confirmada experimentalmente, hallándose un valor energético de resonancias muy próximo al predicho por Hoyle. Pero lo más curioso fue la coincidencia que se daba allí porque el nivel de resonancia del C12 calculado estaba justamente un poco por encima del nivel del Be8 + el He4 de modo que la energía térmica del interior de una estrella permitía que ocurriera un proceso de resonancia.
Por otra parte, si se añadiera otro núcleo de He4 al C12 se obtendría O16. Si esta reacción fuera resonante, entonces todo el carbono se transformaría rápidamente en oxígeno. Sin embargo y, por una coincidencia, el nivel de energía del núcleo de O16 está justamente un poco por debajo del nivel de energía total de C12+ He4. Dado que las energías del interior de una estrella son positivas, no es posible en ningún caso alcanzar el nivel de resonancia del oxígeno.
Carr y Rees han influido notablemente en Barrow y en Tipler. Por lo demás F. J. Dyson afirma: “No sería sorprendente si resultara que el origen y destino de la energía del universo no puedan ser entendidos por completo aisladamente del fenómeno de la vida y de la conciencia”.
Steven Weinberg hace uso del principio antrópico para justificar el que la constante cosmológica debería tener un valor pequeño pero no nulo. La idea de Weinberg era que nuestra propia existencia condiciona el universo que observamos.
Fue Brandon Carter quien como hemos afirmado antes, distinguió ya en 1973 entre el principio antrópico débil y el principio antrópico fuerte.
El Principio Antrópico Débil PAD afirma que nuestra ubicación en el universo es necesariamente privilegiada hasta el punto de que es compatible con nuestra existencia como observadores.
El Principio Antrópico Fuerte PAF afirma que el universo (y por lo tanto, los parámetros fundamentales de los que depende) tiene que ser de tal modo que admita la creación de observadores dentro de él en algún estadio.
Ambos principios son tautológicos como se ve. Además llegamos así a una proposición metafísica, no científica, a la que no hay forma de verificar. La mayor parte de las objeciones hechas al principio antrópico se refieren sobre todo al principio antrópico fuerte popularizado por Frank Tipler y por el matemático John D. Barrow. En El principio antrópico cosmológico. Con ese libro se produjo la especulación metafísica en torno al principio antrópico. Se afirma en el libro que las leyes del universo tienen que ser tales que permitan la vida. O sea, que la vida es la causa de las leyes del universo y no al revés. Aparecía la causa final y por lo tanto la quinta vía de Santo Tomás de Aquino.
Tipler y Barrow sugieren precisamente que tiene que existir al menos un universo que dé lugar a la vida inteligente. Ellos además acuñan dos nuevas formulaciones para los principios antrópicos débil y fuerte, que llevaban al extremo las ideas de Carter. PAD: Los valores observados de las cantidades físicas y cosmológicas no son igualmente probables, sino que están restringidos por el requisito de que exista vida, que pueda evolucionar, basada en el carbono, así como por el requisito de que el universo sea lo suficientemente viejo para haberlo hecho. Este principio antrópico es más cercano al principio antrópico fuerte de Carter. El principio antrópico fuerte de Tipler y de Barrow dice lo siguiente: El universo debe tener las propiedades que le permitan desarrollar vida en algún punto de su evolución.
Además, la cosa no queda ahí. Se discuten tres interpretaciones del principio antrópico fuerte.
1. Hay un universo posible diseñado con el objeto de generar y mantener observadores.
2. Se necesita un conjunto de otros universos para que exista el nuestro.
3. Los observadores son necesarios para que el universo exista.
El principio antrópico débil es una puntualización trivial al principio copernicano.
La justificación del Principio Antrópico Débil parece trivial: si nuestra situación espaciotemporal no fuese compatible con nuestra existencia como observadores, no estaríamos aquí para observarla.
Según Carter, el Principio antrópico débil sería una forma particular del teorema de Bayes. Este teorema distingue entre probabilidades a priori y a posteriori de una hipótesis dada antes y después de que sea tomado en cuenta un aspecto de evidencia relevante.
El principio antrópico débil está definido como un efecto de bioselección por Carter, no es más que una aplicación del teorema de Bayes, puesto que nos enseña a tener en cuenta al evaluar un determinado tipo de sucesos o teorías cosmológicas, que su probabilidad relativa está condicionada por la evidencia de que existe una forma de vida inteligente basada en el carbono.
Según S. Hawking El principio antrópico débil dice que en un universo que es grande o infinito en el espacio y/o en el tiempo, las condiciones necesarias para el desarrollo de una vida inteligente se darán solamente en ciertas regiones que están limitadas en el tiempo y en el espacio. Los seres inteligentes de estas regiones no deben por lo tanto sorprenderse si observan que su localización en el universo satisface las condiciones necesarias para su existencia.
En cambio el principio antrópico fuerte está ligado con la noción de mundos posibles o conjunto de universos. Se llega así a la afirmación de que hay una pluralidad infinita de universos diferentes separados que cubren todas las combinaciones posibles.
Sólo pueden albergar la vida aquellos universos cuyas características obedecen al principio antrópico.
Nos encontramos entonces en uno de estos últimos universos y no tenemos por qué interrogarnos sobre la probabilidad de realización de la clase a la que pertenece nuestro universo, puesto que no tenemos elección: en efecto no podríamos encontrarnos en otra parte. Esta afirmación guarda semejanzas asombrosas y sorprendentes con las ideas del filósofo alemán Leibniz. Según Leibniz, en el momento de la creación, Dios contempló todos los mundos posibles y eligió el mejor de ellos. Esto significaba el principio de lo mejor asociado al principio de razón suficiente.
El universo según Leibniz es el conjunto de todas las fuerzas que existen y actúan a causa de su fuerza o principio interno. Esto es la doctrina de los mundos posibles de Leibniz.
Stephen Hawking dice que nuestro universo es lógicamente posible desde el punto de vista de las esencias, pero altamente improbable desde el punto de vista de las existencias. Es un mundo extraordinariamente raro, inusual o improbable.
Lo que afirma el principio antrópico fuerte es trivial: a saber, que el universo –este universo- tiene que ser un universo tal que conduzca a la aparición de observadores porque si no, no estaríamos aquí para observarlo.
El PAD sólo alude a nuestra ubicación en el universo, en este universo que observamos.
El PAF alude al universo mismo. Afirma que hay infinitos universos posibles pero que sólo existe este. Ha tenido lugar una selección natural, darwiniana de universos. De esa selección natural ha resultado nuestro universo. No haría falta entonces un Dios creador que creara de entre una infinidad de universos posibles el mejor de los posibles.
Según afirma S. Hawking, el principio antrópico fuerte establece que “o hay muchos universos diferentes, o muchas regiones diferentes de un único universo, cada uno/a con su propia configuración inicial y, tal vez, con su propio conjunto de leyes de la ciencia. En la mayoría de estos universos, las condiciones no serían apropiadas para el desarrollo de organismos complicados; solamente en los pocos universos que son como el nuestro se desarrollarían seres inteligentes que se harían la siguiente pregunta: ¿Por qué es el universo como lo vemos? La respuesta, entonces es simple: si hubiese sido diferente, ¡nosotros no estaríamos aquí!”
Hawking afirma que las constantes de la naturaleza pueden tomarse o bien como prueba de un propósito divino en la creación y en la elección de las leyes de la ciencia, o bien como sostén del principio antrópico fuerte.
Hawking es un crítico de la mayor parte de estas especulaciones antrópicas metafísicas. Formula dos principales objeciones. 1ª Contra la propuesta de considerar la existencia de infinitos universos, Hawking apela al principio de economía según el cual hay que eliminarlos de la teoría. Por lo demás, si hay varias regiones en un solo universo, las leyes de la ciencia tienen que ser las mismas en cada región, porque de otro modo un no podría moverse con continuidad de una región a otra. En este caso las únicas diferencias entre las regiones estarían en sus configuraciones iniciales y, por lo tanto, el principio antrópico fuerte se reduciría al principio antrópico débil.
2ª La segunda objeción de Hawking afirma que el PAF va contra la historia de la ciencia por su carácter metafísico y teleológico.
El PAD señala la posición antropocéntrica privilegiada del observador humano en el único universo realmente existente.
En cambio, para el PAF este es el universo posible que realmente existe porque estamos nosotros precisamente en él. Puede haber infinitos universos, pero sólo existe éste, el único realmente existente porque si no, no podríamos hablar de él. Leibniz diría que vivimos en el mejor de los mundos posibles porque este es el único mundo posible realmente existente. Este mundo real es el mejor de todos los mundos posibles porque es el único que existe.
El PAF exige una teoría de los mundos posibles. La diferencia con Leibniz es que los partidarios del PAF hablan de que todos los infinitos universos posibles son reales, esto es, existen.
La justificación de la multiplicidad de universos reales radica en la afirmación de que un conjunto de otros diferentes universos es necesario para la existencia de nuestro mundo. Llegamos así al principio antrópico final: El procesamiento inteligente de información tiene que llegar a existir en el universo y, una vez que llegue a existir, nunca perecerá. En un número infinito de universos, basta con que exista una leve posibilidad o probabilidad de que tenga lugar algo, para que ese algo se repita infinitas veces. Los universos paralelos aparecen dentro del contexto del principio antrópico. Pueden existir múltiples universos entre los cuales sólo algunos serán aptos para la presencia del hombre, uno de los cuales será el nuestro.
Según la teoría de H. Everett, cada resultado de una medición lleva asociado un universo distinto. En 1957 Hugh Everett especuló con la teoría de la existencia de infinitos universos, donde copias del nuestro con leves variaciones siguen sus propias vidas o trayectorias. La teoría de los muchos mundos de Hugh Everett se basa en que ciertas observaciones en mecánica cuántica no pueden predecirse del todo, en cambio, hay una amplia gama de posibles observaciones con una diferente probabilidad: cada una de las posibles observaciones corresponde a otro universo. La matemática cuántica tiene unas ecuaciones algebraicas que admiten varias soluciones como ocurre con las ecuaciones de segundo grado. Cuyas soluciones son varias y sólo una concuerda con la realidad del problema correspondiente. Imaginemos que para determinar el número de objetos que se encuentran en un recipiente cerrado se plantea la ecuación x2+5x+6=0 cuyas soluciones son X=2 y x=3. Mientras no se abra el recipiente estaremos en la duda de si serán 2 o 3 los objetos, o, siguiendo el lenguaje de la mecánica cuántica, la situación es un estado de superposición 50% 2 objetos, 50% 3 objetos (1) Diremos que al abrir y comprobar que son digamos 3 los objetos, hemos hecho la reducción de la expresión 1. Según Everett, consecuente en esto con la mecánica cuántica, al comprobarse que son 3 los objetos, al producirse la reducción de una expresión como (1) ocurre en ese instante una dicotomía de universos. Uno de ellos es el universo en el que ha ocurrido la comprobación de 3 objetos y en el otro ha tenido lugar la comprobación 2.
En la mecánica cuántica, siguiendo la interpretación de Copenhague, en el micromundo, la ecuación que hay que considerar es la de Schrödinger HΨ=EΨ, donde Ψ es la función de onda, la cual define el estado cuántico del que se trate, la cual tiene múltiples soluciones o posibilidades para Ψ, por lo cual con cada reducción o determinación de la misma, se producirá una dicotomía de universos paralelos en la concepción de Everett. Puede ser múltiple el surgimiento de universos, pues múltiple puede ser el resultado. Ninguno de los universos producidos en la reducción descrita tendrá conocimiento del otro. No obstante, si uno de ellos tuviera noticias del otro, de que ha habido tal dicotomía y que en ese universo la solución para la función de Ψ ha sido digamos a, del estado de superposición de a y b en el otro universo, será b. No obstante, en esto último consiste la llamada paradoja EPR. A pesar de la imposibilidad de velocidades superiores a la velocidad de la luz.
Esta es la teoría seminal, precursora de la teoría posterior del multiverso o de los mundos paralelos. Al observar o decidir o medir nos bifurcamos hacia otro universo donde habita un doble nuestro y así hasta el infinito. Cada vez que se explora una nueva posibilidad física, el universo se divide. Para cada alternativa posible se crea un universo propio. Hoy se tiende a pensar que en una extensión infinita del espacio-tiempo nos encontraríamos con infinitos egos como el mío si pudiéramos recorrer el espacio-tiempo absolutamente. Estos dobles variarán por detalles insignificantes o más bien, también otros variarán casi infinitamente.
Según John A. Wheeler todo universo sólo puede ser posible si produce vida, conciencia y observación. Los observadores son necesarios para que exista el universo. Así, se formula el PAP, Principio Antrópico Participatorio. El PAP es altamente especulativo y metafísico. Wheeler se pregunta si no serán los observadores unos seres necesarios para la existencia del universo.
George Ellis sostiene en 1979 que un universo inhomogéneo y caótico contendría una multiplicidad infinita de universos en miniatura, miniuniversos. El universo que observamos sería uno de ellos. Formuló así el principio antrópico cristiano según el cual Dios creó el universo para que existieran seres inteligentes, responsables y libres que fueran capaces de amar, y así hacer partícipes de sus cualidades más excelsas a algunas criaturas.
La doctrina de Barrow-Tipler aboca a la tesis del diseño inteligente. El principio antrópico se relaciona entonces con la tesis del diseño inteligente, con la causa final que dirige la creación del universo y su evolución.
El Principio Antrópico Fuerte afirma que existe un universo posible diseñado con el fin de generar y sustentar observadores. Esta sería la versión teleológica.
Para que un universo contenga vida inteligente con observadores humanos es necesario que inicialmente haya un conjunto de otros universos diferentes al nuestro.
El Principio Antrópico Final sostiene que el procesamiento de información tiene que llegar a existir en el universo y, una vez que llegue a existir, nunca perecerá. El Principio Antrópico Final es un Principio Antrópico finalista, teleológico. Hay sentido en el universo, o al menos en algún universo, puesto que la evolución de algún universo está abocada a la aparición de la vida humana, de la vida inteligente para que el universo pueda ser observado, al menos algún universo podrá ser observado y podrá aparecer así una teoría del universo, que en un multiverso bien podría abocar a una cantidad infinita de teorías del universo al haber una pluralidad infinita de observadores inteligentes en diversos universos y en diversos mundos. En un tiempo infinito, con elementos en un número finito, puede producirse perfectamente el eterno retorno de lo idéntico que sostenían Heráclito, los estoicos y Nietzsche.
Según John D. Barrow en “El libro de los universos”, hace ya “tiempo que los cosmólogos han percibido la existencia de vínculo sorprendentemente estrecho entre las propiedades del universo a gran escala y la existencia de vida en él.” Barrow afirma que el principio antrópico no es una teoría científica cuya verdad o falsedad pueda probarse. Es “únicamente un principio metodológico que impide sacar conclusiones erróneas a partir de las pruebas. Reconoce que hay propiedades del universo que son necesarias para la evolución y persistencia de la vida en él, de modo que no es posible observar que sean distintas de lo que son.”
Es necesario tener en cuenta el principio antrópico, utilizarlo: “El singular comportamiento de los universos inflacionarios eternos y caóticos indica por qué es esencial tener en cuenta la selección antrópica.”
El principio antrópico obliga a considerar los universos posibles: “no nos queda más remedio que reconocer que los distintos “universos” generados por la inflación eterna podrían mostrar también físicas muy distintas.”
El principio antrópico manejado por Barrow nos obliga a limitar nuestra atención a los universos en los que pueda surgir vida inteligente y observadores conscientes. El principio antrópico es una consecuencia de la existencia de los hombres.
2. El principio antrópico cosmológico (1986).
En “The anthropic cosmological principle” (1986) John D. Barrow y Frank J. Tipler dan un tratamiento exhaustivo del principio antrópico, sus clases, su historia y de todas las cuestiones filosóficas y categoriales con él relacionadas. Vamos a señalar algunos de los contenidos más importantes que figuran en este libro en relación con lo que buscamos establecer, a saber: una historia del principio antrópico y algunas doctrinas de los autores del libro y de otros autores mencionados en relación con el principio antrópico.
El principio antrópico está relacionado con la 5º vía de Santo Tomás de Aquino, esto es, con el argumento físico-teleológico de Kant tal y como es expuesto en la Crítica de la razón pura y finalmente, con la contemporánea doctrina del diseño inteligente. Es el más comprensivo, exhaustivo análisis del principio antrópico y en su relación con la 5º vía de Santo Tomás. Sin embargo, el principio antrópico desde la perspectiva que aparece en el libro de Barrow y Tipler, más bien podría considerarse desde la perspectiva opuesta, a saber, se trataría de completa el trabajo empezado por la evolución darwiniana de desmantelamiento del argumento teleológico, mostrando que la apariencia de diseño e las cantidades físicas y químicas del universo es justamente eso: una apariencia debida al factor de autoselección impuesto en nuestras observaciones por nuestra propia existencia. Si Barrow y Tipler están en lo cierto, entonces el amplio argumento de Tennant prueba no de forma más efectiva que el estrecho argumento teleológico de sus predecesores.
En el prólogo John A. Wheeler afirma que no es posible concebir un universo sin vida. No tiene sentido hablar sobre un universo a menos que alguien esté allí para hablar de ello. No sólo el hombre está adaptado al universo, sino que además el universo está adaptado al hombre. Las leyes de la física parecen haber sido diseñadas para permitir la aparición de observadores inteligentes.
Wheeler se planteaba que si la realidad está supeditada a unas medidas, es posible que la realidad fundamental sea la información sobre esas medidas. Tipler y Barrow llevan la idea de Wheeler más allá y afirman que es posible que el universo simplemente no exista si no es observado. Así, el Principio Antrópico Participativo nos llevaría al esse est percipi aut percipere de George Berkeley. Si el universo no es observado, entonces no existe. El universo nos necesita para existir. Sin observadores, no hay universo.
Según el principio antrópico la vida está en el centro de la maquinaria entera del diseño del mundo.
El principio antrópico es una mera tautología. El universo tiene que admitir vida en algún lugar, en algún punto de su historia porque nosotros estamos aquí.
Según Brandon Carter el principio copernicano debe ser moderado por el principio antrópico a efectos de que nuestra localización e el universo es necesariamente privilegiada. La existencia de vida excluye otros universos. Ciertas propiedades son prerrequisitos para que haya observadores que observan el universo. El universo, la ciencia, están hechos a la escala del cuerpo humano.
El principio de autoselección, dice Tipler y Barrow, es la versión más básica del principio antrópico. Se está hablando aquí del principio antrópico débil.
El principio antrópico en todas sus manifestaciones, pero particularmente en su versión débil es muy análogo a los argumentos de autorreferencia en matemáticas y en ciencia computacional.
El principio antrópico muestra que la estructura observada del universo está restringida por el hecho de que nosotros estamos observando esta estructura: por el hecho de que por sí decir, el universo está observándose a sí mismo a través de nosotros.
“El Santo Grial de la física moderna es explicar por qué estas constantes numéricas –cantidades como la ratio de las masas de protones y electrones por ejemplo- tienen los particulares valores que ellos tienen”
El principio antrópico es una norma regulativa de nuestro conocimiento en el sentido de que nos advierte de los posibles errores que cometeríamos si no tuviésemos en cuenta el sesgo producido por nuestra propia existencia.
¿Tendrá acaso el principio antrópico una doble faz, lo histórico por un lado, -evolución del universo- y lo ahistórico –leyes físicas y químicas-?
Posteriormente, en “Teorías del todo”, Crítica, Barcelona, 1994, John D. Barrow añade algunas afirmaciones a sus tesis de 1986. Por ejemplo, en la página 14 declara que nuestro conocimiento del universo está influido por ocho ingredientes esenciales:
1. Las leyes de la naturaleza.
2. Las condiciones iniciales.
3. La identidad de las fuerzas y de las partículas.
4. Las constantes de la naturaleza.
5. Las simetrías rotas.
6. Los principios organizadores.
7. Los sesgos de selección.
8. Las categorías del pensamiento.
El principio antrópico débil es “el reconocimiento de que nuestra propia existencia requiere que se satisfagan ciertas condiciones necesarias respecto a la estructura pasada y presente del universo visible.
Nuestras observaciones no deben ser tomadas como si hubieran sido extraídas de algún conjunto ilimitado de posibilidades, sino de un subconjunto ilimitado de posibilidades, sino de un subconjunto restringido por las condiciones necesarias para que observadores basados en el carbono como nosotros mismos puedan aparecer y evolucionar antes de que las estrellas mueran. Los cosmólogos ven el principio antrópico débil como una restricción al célebre dicho de Copérnico según el cual el hombre no ocupa un lugar especial en el universo. Pues aunque tengamos razón en no admitir el prejuicio de que nuestro lugar en el universo es especial en todos los sentidos, no deberíamos concluir de ello que nuestro lugar no pueda ser especial en algún sentido”
Si negamos el principio antrópico débil incurrimos en consecuencias erróneas. “Una de las características más importantes del principio antrópico débil es que su negación conduce a conclusiones erróneas acerca de la estructura del universo”.
El objeto y el sujeto cognoscente son inseparables: “La estructura a gran escala del universo está vinculada, en contra de lo esperado, a esas condiciones necesarias para la existencia de observadores vivos en su seno. Cuando los cosmólogos se enfrentan a alguna propiedad extraordinaria del universo, deben moderar su sorpresa preguntándose quién estaría aquí para verse sorprendido si el universo fuera significativamente diferente. Este tipo de consideración antrópica débil no es una conjetura o una teoría falsable.”
Y aquí precisamente entra el tema de la pluralidad o infinidad de mundos posibles o reales relacionados con el principio antrópico: “Si existe algún elemento intrínsecamente aleatorio en la composición del universo, el papel de los sesgos resultará crucial en nuestro programa dirigido al entendimiento del mundo físico. Si tiene una única estructura posible y necesaria, por existir sólo un universo posible, lógicamente consistente, el efecto de nuestra selección antrópica débil apenas nos deja concluir algo más que nuestra buena fortuna por haber permitido el universo que la vida evolucionase en su seno…Existen aspectos del universo que podrían haber sido de otra forma y, de hecho, puede que sean efectivamente de otra forma en partes diferentes del cosmos.”
El principio antrópico débil afirma que los valores observados de todas las cantidades físicas y cosmológicas no son igualmente probables, sino que ellos toman sus valores de manera restringida por la exigencia de que haya lugares en los que la vida basada en el carbono pueda evolucionar y por el requisito de que el universo sea lo suficientemente viejo como para que ya haya tenido lugar eso.
Barrow y Tipler distinguen cuatro principios antrópicos: el principio antrópico débil, el principio antrópico fuerte, el principio antrópico participatorio de Wheeler y el principio antrópico final de Barrow y Tipler.
Es esencial tener en cuenta las limitaciones de un aparato de medición cuando uno interpreta sus observaciones.
Nuestra existencia como observadores no explica el aspecto del universo. Collins y Hawking en 1973 decían al contestar a la pregunta de por qué el universo es isotrópico que la isotropía del universo es una consecuencia de nuestra existencia. Ello lleva al desprestigio al principio antrópico.
El principio antrópico más bien sostiene que debemos observar que el universo posee ciertas características (no que el universo deba poseer ciertas características) y la filosofía antrópica sostiene que las características básicas del universo fueron traídas precisamente por nuestras observaciones.
Si hubiera características en el universo incompatibles con nuestra existencia, nosotros ya no estaríamos aquí para observarlas.
En su libro de 2013, “Las constantes de la naturaleza” Crítica, Barcelona, 2013, John D. Barrow considera al principio antrópico como un principio metodológico. “Es simplemente un principio metodológico que si se ignora o se pasa por alto, nos llevará a extraer conclusiones incorrectas”.
Ya hemos visto cómo John Wheeler propone al principio antrópico participativo.
Finalmente, Frank Tipler y John Barrow proponen el principio antrópico final: “Es sólo una hipótesis que debería poderse demostrar verdadera o falsa utilizando las leyes de la física y el estado observado del universo. Se denomina principio (o conjetura) antrópico final, y propone que una vez que la vida emerge en el universo, no desaparecerá”. El procesamiento inteligente de información debe venir a la existencia en el universo y una vez que haya aparecido, no podrá desaparecer.
Volviendo a “El principio antrópico cosmológico”, los autores afirman refiriéndose al Principio Antrópico Débil que desde él se introduce necesariamente la idea de un conjunto de universos posibles.
El principio antrópico fuerte afirma que el universo tiene que tener tales propiedades que permitan el surgimiento de la vida en alguna etapa de su desarrollo. De aquí se llega al argumento teleológico o del diseño inteligente. 1ª tesis: (A) Hay un universo posible diseñado con la finalidad de generar y sostener observadores. El principio antrópico participativo es una segunda posible interpretación del principio antrópico fuerte.
(B) Los observadores son necesarios para traer a la existencia al universo.
Otra posibilidad de interpretar el principio antrópico fuerte sería la siguiente: (C) Un conjunto de diferentes universos es necesario para la existencia de nuestro universo.
El principio antrópico final y el principio antrópico fuerte son muy especulativos, por el contrario, el principio antrópico débil es precisamente uno de los mejor establecidos principios de la ciencia, ya que es esencial tomar en cuenta las limitaciones de los aparatos de medición cuando interpretamos las observaciones de uno de ellos.
El principio antrópico fuerte y el principio antrópico final sugieren de alguna manera que la mente está ligada esencialmente al cosmos. Por ello están ligados de alguna manera a los argumentos teleológicos.
El origen del principio débil lo debemos a la relación entre las constantes del universo con las condiciones para que surja la vida.
“La moderna forma del principio antrópico débil surgió de los intentos de relacionar la existencia de aspectos invariables de la estructura del Universo con aquellas condiciones necesarias para generar observadores”
El interés en las coincidencias cosmológicas envolviendo los grandes números de Eddington y Dirac junto con la posibilidad de variaciones temporales en las constantes fundamentales catalizó el desarrollo de una nueva perspectiva cosmológica. Un punto de vista que condujo a los cosmólogos directamente a la forma moderna del principio antrópico.
En 1957 Dicke estableció la conexión entre los factores biológicos y las coincidencias en los grandes números. Dicke y Whitrow nos suministraron los primeros ejemplos de un principio antrópico débil, a saber, que ciertos fenómenos destacables de la estructura del universo eran necesarios para nuestra propia existencia.
A partir de ahí hizo su aparición el argumento del diseño inteligente, esto es, que el universo debe dar lugar al surgimiento de la vida o que está diseñado para que tenga lugar en él. Carter denominó a este principio antrópico como principio antrópico fuerte para subrayar la idea de que el universo debe ser cognoscible y admita la creación de observadores dentro de él en alguna etapa. Este enfoque puede se empleado para “retrodecir” (retrodict) ciertos fenómenos de un universo cognoscible.
Wheeler ha especulado acerca de que el universo puede ser cíclico infinitamente, alternándose la expansión y la contracción. En los infinitos ciclos sucesivos pueden darse muchos universos con vida, con observadores. El problema es que esto no es verificable.
Una más atractiva posibilidad que no emplea nociones especulativas en lo que respecta a los universos cíclicos es la sugerida por Ellis. Si el universo es infinito en el espacio y en el tiempo, entonces nuestro conjunto ya existe. Un acontecimiento debe estar ocurriendo simultáneamente en un infinito número de lugares en el universo.
Finalmente, la teoría de los multiversos de Everett, derivada de la mecánica cuántica es un intento de superar el número de profundas paradojas inherentes a la interpretación de la mecánica cuántica y a la teoría de la medida. La mecánica cuántica requiere la existencia de un superespacio de mundos alcanzando el rango de todas las posibles observaciones.
3, Gustavo Bueno y el principio antrópico.
Gustavo Bueno desde la perspectiva del materialismo filosófico, en el ámbito epistemológico referente a la teoría del conocimiento distingue entre el idealismo (los fenómenos como proyecciones de formas del sujeto hacia el locus apparens de los objetos) y el realismo (los fenómenos como reflejos en mi cerebro de objetos).
El mundo objetivo se nos presenta como una suerte de espectro de absorción practicado por nuestra subjetividad al intervenir en una realidad envolvente. La morfología del mundo de la ciencia tiene que estar dada en segmentos suyos esenciales, a escala del cuerpo humano y este es el fundamento más profundo en el que podría asentarse el llamado principio antrópico. El objeto real es el mismo objeto conocido.
Según afirma G. Bueno en su doctrina del cierre categorial, “las categorías científicas ofrecen las bases más seguras para la posibilidad misma de la vida del hombre en el mundo (siempre que esta vida se suponga ya dada).” Nunca hay que olvidar que la ciencia es el resultado del conjunto de operaciones realizadas por los sujetos operatorios humanos y que por ello mismo el mundo, la realidad se mide a escala humana, las manipulaciones humanas son a escala del hombre lógicamente.
Por lo demás, las relaciones existentes entre los términos de un campo gnoseológico de objetos materiales y que constituyen las identidades sintéticas de las ciencias tienen lugar siempre a escala de las operaciones quirúrgicas. Esto significa que tales operaciones y tales relaciones no son independientes del propio sujeto operatorio que las ejecuta. “Esto es tanto como reconocer que las leyes de la naturaleza (que son conjuntos de esas relaciones) no son leyendas metafísicas o absolutas, sino leyes de la naturaleza “centrada en torno al hombre”, es decir, leyes del mundo del hombre.” Si el mundo hubiera sido diferente, los hombres habrían formulado otras leyes físicas.
4. Demócrito y los infinitos mundos.
Demócrito con su doctrina filosófica del universo, de los infinitos universos supone un gran paso hacia un materialismo complejo, pluralista y acosmista.
El atomismo de Demócrito postuló la existencia de infinitos mundos. Si hay un número infinito de átomos en un vacío infinito, tiene que haber un infinito número de mundos que se están formando y destruyendo continua y eternamente. “Hay infinitos mundos, que son engendrados y perecederos”. Diógenes Laercio (IX).
“Dice Demócrito que existen infinitos mundos. Algunos de los cuales no solo son semejantes entre sí, sino que no hay ninguna diferencia entre ellos”. Cicerón.
La tesis de los infinitos universos sostenida por Demócrito es una de las más curiosas del atomismo griego. Es una verdadera anomalía filosófica en el mundo antiguo, caracterizado por su monismo y por su cosmismo.
En la doctrina atomista está ausente la teleología en un espacio vacío infinito y con un número infinito de átomos y con infinita variedad de átomos. La consecuencia es clara: Un infinito número de mundos.
“Los mundos son infinitos, y diferentes en tamaño. En algunos no hay sol ni luna, en otros son más grandes que en el nuestro y en otros más numerosos. Los intervalos entre los mundos son desiguales, y en unas partes hay más y en otras menos: unos están creciendo, otros en su plenitud, otros decayendo; y en unas partes nacen y en otras perecen. Se destruyen al chocar unos con otros. Hay algunos mundos desprovistos de animales y de plantas y de toda humedad”.
La doctrina atomista establece que los mundos están sujetos a la generación y a la corrupción. Claro, también puede pensarse en un multiverso, un universo infinito…Infinitud y unidad parecen incompatibles. Un cosmos infinito es una expresión contradictoria.
“Demócrito supone que el universo es infinito porque no ha sido creado por un ser cualquiera, afirmando además que es inmutable y expone de un modo racional como está constituido. Las causas de los fenómenos actuales no han tenido principio, porque las cosas presentes y futuras están absolutamente predeterminadas desde la eternidad”.
No hay cosmos, porque no hay orden ni sentido del universo en el caso de que se interprete a Demócrito en el sentido de un universo único, pero infinito, como un multiverso ni de ninguno de los universos infinitos en número existentes. Como no hay causa final, no hay ni unicidad ni eternidad del cosmos. En un vacío infinito hay innumerables o infinitos mundos y tales mundos son distintos entre sí. Hay una infinita variedad de mundos y de universos.
5. Giordano Bruno (1548-1600).
El universo es infinito y existen infinitos mundos en su seno. No hay un mundo, sino más bien muchos. Desemboca así Bruno en un acosmismo. Los infinitos mundos se mueven todos sin excepción. Además, los infinitos mundos del universo están habitados y en ellos existen seres vivos e inteligentes. Hay que presumir que se trata también de hombres. Todos los infinitos mundos existentes son similares al nuestro. En “Del infinito universo y de los mundos” Diálogo V se afirma respecto al espacio infinito, que “En él existen infinitos mundos semejantes a este y no diferentes de éste en su género”. Y antes, en el diálogo III, “Existen pues, innumerables soles; existen infinitas tierras que giran igualmente en torno a dichos soles del mismo modo que vemos a estos siete (planetas) girar en torno a este sol que está cerca de nosotros”.
6. Gottfried Leibniz (1646-1716).
Según Leibniz, este mundo que existe es uno de los infinitos mundos posibles. Esta posibilidad pertenece al orden de las esencias, más no al de las existencias. Según Barrow, “Aunque el universo inflacionario no crea “todos” los mundos posibles –en el sentido metafísico de crear todas las variaciones imaginables de todos los aspectos de un universo-, sí es capaz de explorar todas las variaciones autocoherentes de la física permitidas por la teoría de cuerdas. Al parecer, el número de ellas es el colosal 10 elevado a 500 que vimos antes.”
Barrow sin embargo añade que “En el momento en que uno se toma en serio que todos (o casi todos) los posibles universos pueden existir (o existen), una resbaladiza pendiente se abre”. Es la pendiente que conduce a la metafísica del eterno retorno de lo idéntico y de la infinita repetición. “En un universo de tamaño y extensión material infinitos, cualquier cosa que tenga una posibilidad distinta de cero de ocurrir en algún lugar ocurrirá con una frecuencia infinita. Actualmente, debe haber un número infinito de copias idénticas de nosotros haciendo exactamente lo que estamos haciendo ahora.” La filosofía de Leibniz es cosmista porque vivimos en el mejor de los mundos posibles, en el único universo existente, mientras que los demás posibles no existen, pertenecen al orden de las esencias, no de las existencias. Es que la cosmología actual merced al PAF es acosmista porque afirma la coexistencia de infinitos universos. Pero esta infinitud como hemos visto tiene consecuencias que nos aproximan a la teoría del eterno retorno. Cualquier cosa que tenga una probabilidad finita de ocurrir habrá ocurrido una infinidad de veces en el pasado.
Un sistema de esencias composibles entre sí, sin contradicciones es un mundo posible. El principio de no contradicción domina la esfera de los mundos posibles, de las esencias y de los composibles.
No todos los mundos posibles son composibles. Las esencias tienen que ser compatibles entre sí….El mundo ha de ser viable. Dios calcula según el principio de lo mejor y por el principio de razón suficiente. Cum Deus calculat, fit mundus.
Dios ha creado el mejor de los mundos posibles. La finalidad aflora aquí. La preocupación por la teodicea es la que se advierte tras la teoría leibniziana de los mundos posibles. Si Deus est, unde malum? He aquí la cuestión decisiva que determina la tarea de la teodicea.
Los posibles son infinitos, pero no todos ellos llegan a la existencia. Sólo aquellos que sean composibles entre sí y responden a la totalidad de condiciones necesarias para poder existir llegan a la existencia. Hay una selección divina. Decir que el mundo que hay es el mejor es una redundancia porque si este mundo es el único que hay ello es porque es el mejor; y es el mejor, justa y precisamente porque lo hay.
En virtud de la necesidad moral el mundo actual es el mejor de los mundos posibles.
Hay una infinidad de mundos posibles y distintos con los que Dios habría podido llenar el espacio y el tiempo. Pero hay uno sólo real, que se distingue de todos y es precisamente el elegido por Dios como mejor entre todos los mundos posibles.
Hay que concebir los mundos posibles como una colección infinita de mundos en los cuales cada substancia se halla completamente ajustada a las substancias del mundo correspondiente. Actualmente se habla de los universos burbuja, doctrina de Alan Guth llamada del universo inflacionario que afirma que otros universos podrían surgir de lo que se conoce como inflación eterna. Nuestro universo ha terminado de expandirse y otros en cambio siguen haciéndolo. En lugares muy extraños surgirían universos con otras leyes físicas aisladas. Un multiverso (o metauniverso) es el conjunto hipotético de múltiples universos posibles (incluyendo nuestro universo) que en conjunto constituyen toda la realidad. Los deferentes universos dentro de un multiverso son a veces llamados universos paralelos. Se habla así de universos paralelos, que están ligados a la teoría de las supercuerdas. También se habla de universos-branas, son éstos universos paralelos apenas fuera del alcance del nuestro en dimensiones extras al espacio tridimensional cotidiano. Los universos-branas podrían flotar dentro de nuestro mismo espacio-tiempo en dimensiones superiores. Los universos hijos hacen alusión a lo siguiente: es posible que todos los posibles resultados dentro de una situación ocurran en sus propios universos separados. En cada universo existe una copia de ti mismo presenciando uno de los resultados pensando que tu realidad es la única realidad.
Según algunos matemáticos de Oxford, las matemáticas demuestran que los universos paralelos existen realmente. Esta noticia nos indica la importancia de estas teorías de los multiversos generadas desde 1957 pero sobre todo desde hace treinta años aproximadamente, Neoteo, nt 27-IX2007, Matemáticos de la universidad de Oxford demuestran matemáticamente que el concepto de estructura de árbol de nuestro universo es real. Los universos alternativos son matemáticamente posibles. El Dr. David Deutsch afirma que la estructura del universo contiene infinitas bifurcaciones creadas al dividirse en versiones paralelas de sí mismo, que puedan explicar la naturaleza probabilística de los resultados cuánticos. La línea del espacio-tiempo del universo tendría así una estructura arborescente infinita.
Entonces, podemos concluir que el principio antrópico se dice de al menos cuatro maneras: 1. Principio antrópico débil. 2. Principio antrópico fuerte. 3. Principio antrópico participatorio y 4. Principio antrópico final. Sólo desde la ciencia y desde una filosofía rigurosa podría únicamente el Principio Antrópico Débil ser aceptable sin incurrir en la mala metafísica grosera y zafia de los que sostienen el PAF con sus delirios incontrolados y que desde luego el Materialismo Filosófico también sostiene una suerte de principio antrópico débil al afirmar que la ciencia y nuestro mundo están hechos desde la perspectiva humana y a escala del cuerpo humano y de las operaciones quirúrgicas realizadas por los sujetos corpóreos humanos operatorios. desde el Principio Antrópico Débil podría ser aceptable sin incurrir en la mala metafísica grosera y zafia de los que sostienen el PAF con sus delirios incontrolados y desde luego el Materialismo Filosófico también sostiene una suerte de principio antrópico al afirmar que la ciencia y nuestro mundo está hecho desde la perspectiva humana y a escala del cuerpo humano y de las operaciones realizadas por los sujetos corpóreos humanos operatorios puesto que a fin de cuentas, la ciencia es un conjunto de operaciones materiales, quirúrgicas humanas. Los hombres sólo pueden dividir y unir cuerpos.
El materialismo filosófico ha triturado diversos mitos de la metafísica tradicional además de nuevos mitos que se han ido incorporando a la filosofía popular. Por ejemplo, el mito de la cultura, el mito de la naturaleza, el mito del espíritu, el mito de la historia, el mito de la izquierda, de la derecha, de la clase obrera, del cosmos. Reparemos en que las tres Ideas de la Metafísica tradicional tematizadas por Christian Wolff, Dios, Alma y Mundo, fueron trituradas desde el siglo XVII. Gustavo Bueno Martínez hizo una trituración más exhaustiva de tales ideas. El cosmos es también una Idea metafísica, o un mito. El Universo o cosmos no pueden ser conocidos por la ciencia. La ciencia según la teoría del cierre categorial no es un conocimiento, es un conjunto de operaciones materiales sobre un campo de objetos. No hay ningún cosmos, ningún universo, y mucho menos un multiversos o una pluralidad de universos. La cosmología no es la ciencia del cosmos porque no hay una ciencia de todo ni de la totalidad de lo real. Las ciencias siempre son parciales. No hay cosmos como totalidad, como un todo que pueda estudiarse científicamente. El todo siempre está limitado a escala antrópica. El conjunto de todos los conjuntos no es un conjunto. La clase universal de todas las clases no es una clase ella misma.
El materialismo filosófico pues, niega la idea de universo como objeto único. En esto consiste el materialismo, en el acosmismo. La ciencia pues no puede conocer el cosmos. No hay tal cosmos. Sólo hay ciencias particulares. El mundo comprende no la realidad total sino sólo las cosas que nos son accesibles, el mundus adspectabilis
Felipe Giménez Pérez.
Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2337073633164059483.post-34986927567694283122021-10-04T06:23:00.002-07:002021-10-04T06:23:47.747-07:00Gustavo Bueno y su posición políticaGustavo Bueno fue un izquierdista compañero de viaje del comunismo, aunque sin llegar a estar afiliado al PCE ni militar. Por lo demás, Bueno nunca fue marxista. Conoció al marxismo de forma tardía y criticó tanto al materialismo histórico como al materialismo dialéctico. Siempre se declaró sin embargo de izquierdas e incluso en 1990 llegó a decir que el marxismo no podía morir porque era un racionalismo histórico. Grave error, el marxismo murió y fue un viejo perro muerto, como sigue siendo ahora, hoy en día. Fue en 1998 cuando Gustavo Bueno, con su conferencia sobre España cuando de facto rompió con la izquierda cínica, digo puta, con la sofística. Criticó a la izquierda de forma demoledora. Gustavo Bueno, quiero decir que llegó a ser cabal en política además de en filosofía como era ya de toda la vida. Adoptó una posición política correcta así. Se equivocó pues deurante muchos años y rectificó luego, tardíamente, bien es cierto, pero lo hizo y rompió con los sofistas.Felipe Giménezhttp://www.blogger.com/profile/13020793666961518849noreply@blogger.com0