miércoles, 11 de mayo de 2016

Sobre la basura progre en los institutos


SOBRE LOS "DERECHOS" DEL ALUMNADO.   

     No sé qué pasa en nuestra profesión, una profesión vilipendiada, maltratada que hasta los mismos individuos que la ejercen, la profesan de profesores, la degradan.

     Uno de los terrenos en los cuales tal degradación es más evidente es en el tema de los presuntos "derechos" de nuestros alumnos. Resulta que muchos colegas acomodaticios, por inercia, dejadez, cobardía, etc., han resuelto conceder por costumbre cada vez mayores áreas de poder a los alumnos, de tal manera que éstos se creen que "poseen" y son titulares de determinados "derechos", sólo por la fuerza de la costumbre, de tal manera que resulta difícil revertir las cosas. Ningún tonto tira piedras sobre su propio tejado, pero ya se ve, que en nuestro oficio tal ejemplar abunda.

     El alumno tiene derechos de todas las clases. Voy a redactar una suerte de declaración nacional de derechos del alumnado:

     1º Tiene derecho a aprobar.

     2º Tiene derecho a la pereza y a no sufrir traumas estudiando. Pobrecito el nene.

     3º Tiene derecho a masticar durante las horas lectivas chicles, caramelos, comida, placebos, etc.

     4º Tiene derecho a ver los exámenes que ha hecho, debido a su falta de memoria. Pobrecito por ser desmemoriado.

     5º Tiene derecho a protestar por cualquier memez y hay que hacerle caso en su necedad e ignorancia.

     6º Tiene derecho a fumar para parecer sensato y cabal aunque la realidad diste mucho de ello.

     7º Tiene derecho a hacer exámenes fáciles para no cansarse, debido a lo tierno de su infancia artificialmente prolongada.

     8º Tiene derecho a estar voluntariamente en permanente minoría de edad mental.

     9º Tiene derecho a regatear la nota como un vulgar mercachifle.

     10º Tiene derecho a la incompetencia intelectual y moral.

     11º Tiene derecho a ser insolente, maleducado y mezquino.

     12º Tiene derecho a no saber leer ni escribir en C.O.U.

     13º Tiene derecho a cometer todas las faltas de ortografía de que sea capaz.

     14º Tiene derecho a fijar las fechas de examen, cambiarlas y a fijar los términos del examen.

     15º Tiene derecho a olvidar y a carecer de raciocinio.

     16º Tiene derecho a amontonarse en los pasillos y escaleras como si fuera nieve.

     17º Tiene derecho a no prestar atención y a ocuparse de otros asuntos en clase.

     18º Tiene derecho a faltar a clase cuantas veces quiera.

     19º Tiene derecho a suspender cuantas asignaturas quiera durante el curso y luego, en la última evaluación, pasar al curso siguiente.

     20º Tiene derecho a no hacer nada cuando se le diga que algo haga.

    

     No sé si me he dejado algún derecho olvidado. Bien pudiera ser. Lo que a mí me interesa es subrayar que si esto fuera universal, en todo mundo universalmente válido, ello constituiría obviamente una catástrofe. En nuestro país, es algo real, efectivo y así nos luce el pelo con un presidente del Gobierno en entredicho, cometiendo delitos y amparando la corrupción de sus subordinados. Sostengo la insolente tesis que a muchos parecerá falsa, de que tales derechos de los alumnos están conectados con la corrupción actual de nuestro régimen político. Son la base sobre la que crece la corrupción social de España. La corrupción empieza en la más tierna juventud y prosigue hasta la vejez, cuando se vota al PSOE o a quien mande para conservar la pensión.

     Creo que hay que promover un movimiento contrario al actual estado de cosas que se vive en la enseñanza, un movimiento ilustrado, laico y de izquierdas. Hay que promover el gusto por el saber desinteresado. Hay que descalificar el utilitarismo y fomentar la competitividad intelectual. El elitismo intelectual, la exquisitez cultural no son algo de suyo condenable, muy al contrario, son el motor del progreso intelectual de las naciones.

     Desasnar, fomentar el amor al saber, desterrar la pereza y el conformismo, instruir en y para la verdad, sancionar el error y premiar el acierto deben ser las tareas del profesorado ilustrado en un sistema de enseñanza pública ilustrado y laico, sin los lastres y servidumbres de complacer al vulgo y a los grupos de presión y de servir a otros intereses espúreos aparte de los intereses intelectuales.

 

     Doctor Asnóctonos, 13-I-1995

 

P.S. Este escrito provocó las iras de la "democrática" "comunidad" escolar que nada tiene de común, no sé por qué la llaman así. No es Gemeinschaft, sino, más bien, Gesellschaft y más bien provinciana y estrecha. Los que se dén por aludidos e injustamente aludidos lo siento por ellos, por esa contradicción. Si son aludidos, tal alusión resulta justa. Los que crean que ellos no pertenecen a tal clase, nada tienen que sentir en cuanto a sentirse ofendidos. No puede ofenderse alguien que diga: No va conmigo, yo no soy de esos. Sí se ofende quien dice, vaya yo soy ése. Pienso, que todo discurso que no sea oficial tiende a producir en muchos colegas brotes de ampollas. Lo que ha ocurrido es una buena prueba de ello. De los alumnos nada que decir. No considero verdadero alumno al que vegeta y respira en el Instituto y estudia por aprobar y no por aprender. Tales individuos están deslegitimados por completo para hacerme críticas. A ellos iba dirigida mi crítica y creo que son los que se deben dar por aludidos. Tampoco considero gente poco recomendable la que arranca un cartél de la pared y lo fotocopia y distribuye con ánimo de perjudicar.

     He dicho cosas que no gustan, en un tono tal vez muy duro y he mezclado la enseñanza con la política ¿Y por qué no?

     Los que han apoyado este régimen piden que se les respete. Se les puede respetar, pero no apreciar, ni admirar ni considerar un ejemplo de decencia. No sólo es corrupto el que se corrompe, sino el que lo consiente, calla, apoya, ampara y cierra los ojos. Hay corrupción de base y eso es innegable. También es corrupción ser inmoral, hipócrita, no tener autenticidad.

     Una vez más compruebo que esto no es una democracia. Sólo se pueden hacer públicas opiniones buenas, blandas, ñoñas, insustanciales, mojigatas.

     Un gobierno impresentable, muy decente, pero rodeado de corruptos por doquier de Ministro para abajo, pero como no forman parte del Gobierno, acosado por malvados periodistas que se atreven desvergonzadamente a decir que GonzáleX=X y a despejar la incógnita sirviéndose de su inteligencia, que en 1990 realiza la gran estafa social de la enseñanza al pueblo español: la LOGSE, aplaudida por arribistas, oportunistas de toda laya. Yo sí he tenido que aguantar persecuciones y controles por parte de esos mafiosos educativos disfrazados de enseñantes. Ellos, sólo ellos, nadando a favor de corriente y guardando la ropa han emprendido una buena carrera de medro y doblez y de persecución y denuncia oportunista de sus colegas disidentes ante la inspección, los padres y alumnos y luego se defiende la honorabilidad de tales elementos componentes de tal secta. Ahora resulta que quieren abandonar el barco y desprecian la LOGSE poco antes de que el Gran Hermano se marche y tal vez a los juzgados.

     Mi crítica tiene varios elementos que hay que discriminar: 1º La actitud nefasta de parte del profesorado y su negativa repercusión en la situación de nuestras instituciones públicas de instrucción.

     2º La degradación del alumnado a marchas forzadas que enrarece la convivencia en los institutos.

     3º La conexión de tal estado de cosas con la situación política.

     Y por eso se me dice que soy un difamador y ofendedor. Todo ello queda prohibido decirlo. No pasa nada, quien sea partidario del rollo oficial que lo diga y discuta y diga: Yo soy así.

     Lo que ocurre es que en los Institutos no hay democracia, sino demagogia y un ejército de ocupación que se ocupa del control político e ideológico de ellos y no del avance del conocimiento. Todavía no he oído a ningún alumno que se interese por la situación actual de la filosofía en España por poner algún ejemplo y menos en algún padre.

     Sí, Todos esos derechos no están enunciados oficialmente, pero de hecho se ejercen en el conocimiento y complicidad de las autoridades y supongo que también de algunos profesores. Su ejercicio se va incrementando. Si un alumno es un incompetente en C.O.U. eso significa que ha superado muchas etapas y obstáculos con la general anuencia del profesorado, o, ¿quién es quien pone las notaas? ¿Los padres, la inspección?

     Lo que quiero decir es que mi crítica se apoya en hechos ciertos e indicios razonables. A nadie pretendo acusar. No soy un censor logsiano de esos que critican a sus colegas constantemente por desviarse de la línea oficial. Esos sí difaman, ofenden, pero, tienen a la Administración (Por encima de toda sospecha, claro está) a su favor. Sólo pretendo fomentar la discusión racional y la crítica ideológica de la que tan necesitados están los profesores.

     Algunos se ofenden porque critico al Gobierno, al PSOE y a sus electores. Pero ¿No es más cierto que tales elementos forman una piña de solidaridad? ¿No es más cierto que es ofensivo para la moralidad y la más elemental sindéresis el espectáculo político actual? Así, que, ofensa por ofensa, mejor dicho, una pequeña ofensa de un profesor contra millones de ofensas en la vida cotidiana y pública de España. Un Alfiler en el lomo de una ballena azul frente a cañonazos para matar hormigas. La desproporción es evidente. Ah, por cierto, no me digan luego la majadería de que el PSOE es de izquierdas, puesto que no tiene gracia y me parece una falta evidente de respeto a las personas. Es como llamarlas imbéciles y cómplices del hedor medioambiental.    

 

Doctor Asnóctonos, 15-I-1995.

 

 

Post scriptum de 29 de mayo de 1997:

 

     Se desencadenó una infame persecución llena de hipocresía y de mezquindad moral e intelectual, la propia de los sujetos por mí acusados. La inspección cometió prevaricación conmigo. Realizó el plan EVA aunque no era preceptivo. So capa de tal plan se inició una persecución contra mí. Me defendí y la cobarde inspección desistió. El 17 de abril de 1997 en una sesión del Consejo Escolar, considerando que el último incidente inquisitorial contra mí desbordaba el vaso de mi paciencia, y siendo ya diputado en el Consejo Escolar, leí un duro y contundente comunicado que puso las cosas en su sitio. Así son estas gentes tan "respetables" y tan "progres". Creo que dos años después, ha cambiado el gobierno, pero no lo denunciado por mí en la enseñanza pública.

Doctor Asnóctonos.

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