domingo, 8 de mayo de 2016

El numen comercial

RECENSIÓN DE “EL NUMEN COMERCIAL”, ENSAYO DE FILOSOFÍA DE LA RELIGIÓN, DE ANTONIO MUÑOZ BALLESTA. Edición privada del autor.

En 2005 apareció un ensayo del prof. D. Antonio Muñoz Ballesta que pasó desapercibido y me parece que merece recibir nuestra atención. Además, después de la gran polémica acerca del núcleo de la religión protagonizada por D. David Alvargonzález y sus antagonistas, creo que conviene leer lo que ha escrito D. Antonio Muñoz Ballesta.

            El libro es un breve ensayo de 64 páginas en las que Antonio Muñoz Ballesta expone su particular filosofía de la religión deudora del materialismo filosófico de Gustavo Bueno. Desde mi perspectiva no es más que una feliz o infeliz ocurrencia de Antonio Muñoz Ballesta que tendrá poco recorrido.

            El punto de partida de Antonio Muñoz Ballesta no es otro que el materialismo filosófico de Gustavo Bueno, en particular, su filosofía materialista de la religión, expuesta ésta e “El animal divino”, (1985,1996). El numen es un centro de voluntad y de inteligencia capaz de mantener relaciones lingüísticas con el hombre.

            Según Antonio Muñoz Ballesta el numen de la religión es el numen comercial. La economía, el intercambio comercial está en el núcleo de la religión. Es que en el eje radial está lo económico. El homo sapiens sapiens superó al homo sapiens neandertalensis por la economía.

            Los númenes son animales. La cuestión es ¿Cómo los animales llegaron a ser númenes? La respuesta según Antonio Muñoz Ballesta es “mediante la constitución del numen comercial”.[1]

            Según Gustavo Bueno, el factor lingüístico es fundamental a la hora de llegar a pensar de forma universal al numen mediante la palabra. El lenguaje fonético articulado sería el elemento principal que permitiría pensar al numen. Según Antonio Muñoz Ballesta habría que añadir a esto el comercio y la división social del trabajo. El hombre de Neandertal era alalo, mudo. No tenía lenguaje. Juan Luis Arsuaga y otros afirman hoy que el Neandertalense podía hablar. David Alvargonzález recoge en su teoría II los descubrimientos de la ciencia positiva más recientes sobre la posibilidad del lenguaje de los neandertales.

            Hay etapas o fases del curso de la religión en las cuales el numen pasa a un segundo plano, incluso se desvanece según Gustavo Bueno, pero según Antonio Muñoz Ballesta, eso no tiene lugar del todo nunca, “porque los númenes eran, en realidad, númenes comerciales.”[2]

            “El comercio y la división del trabajo son instituciones humanas que de forma etic han demostrado su “racionalidad” para el avance de las sociedades humanas, mucho más que la magia.

            La “política” incipiente y el comercio requieren también del despegue del lenguaje. En cambio, en el espacio 1) se ha “probado” que el lenguaje era posible, y sin embargo, no pudo imponerse al espacio 2) cuando empezaron sus contactos y conflictos.”[3] Lo que hace pues Antonio Muñoz Ballesta es subrayar el papel de la economía en la configuración de la religión.

            El núcleo de la religión debiera concebirse de forma dinámica y múltiple. La posición de Antonio Muñoz Ballesta es una síntesis ecléctica entre Gustavo Bueno y David Alvargonzález. A esto añade él la suya propia, afirmando que el numen animal es un numen comercial. “No considero improbable la coexistencia de las tesis de Gustavo Bueno y las de Alvargonzález. Es posible que los númenes con correlato en un animal real a los que se refiere David Alvargonzález sean los númenes reales del “Animal divino” de Gustavo Bueno, y que no necesariamente estén mediados siempre por explicaciones míticas en el núcleo porque el núcleo de las religiones  no está exento no está exento de los demás núcleos del espacio antropológico.”[4]

            Distingue Antonio Muñoz Ballesta tres clases de númenes: El numen prístino, que pertenece al eje angular. El numen teriomorfo, que pertenece al eje angular y el numen teriántropo, que pertenece al eje angular. “Se pueden integrar los númenes de Gustavo Bueno y los de David Alvargonzález siempre que tengamos en cuenta el proceso de construcción de distintos espacios antropológicos en biocenosis entre ellos en la realidad del Paleolítico.”[5]

            Esta interpretación de Antonio Muñoz Ballesta se autoconcibe a sí misma como plural, temporal y conflictiva.

            Precisamente , ya la conferencia que dio David Alvargonzález sobre la cuestión de la verdad absoluta en la religión primaia en septiembre de 2003 en Murcia revela  dos concepciones distintas de filosofías materialistas de la religión, a saber, la (1) de Gustavo Bueno, que sería una teoría filosófica materialista de la religión unidimensional, que pone el núcleo de la religión en un solo eje del espacio antropológico (el angular) y la (2) de David Alvargonzález, que sería una “teoría filosófica materialista de la religión bidimensional (angular y circular), que supone construido el numen personal beta operatoriamente, mediante elementos procedentes del eje angular y del eje circular. Incluso constata una concecpción de la filosofía materialista intermedia entre la (1) y la (2), la (1b), que se debe a Alfonso Fernández Tresguerres, en la que se sostiene que los animales han pasado, por obra de las sociedades humanas, por los tres ejes o dimensiones del espacio antropológico, primero por el eje radial, segundo por el eje angular, precisamente en e momento en el que surgió el hombre, tercero el animal vuelve a la dimensión radial y en cuarto lugar los animales son situados en el eje circular.

            Cuando aparecen los ejes del espacio antropológico, en el eje radial se constituyen los bienes económicos. Es muy probable que el núcleo de la religión primaria fuera tridimensional. Bien pudiera ocurrir que el numen pudiera estar también mediado por la división del trabajo y por el comercio. El numen pues, era también numen comercial. Habría pues una tercera teoría la (3), que es la teoría del numen comercial de Antonio Muñoz Ballesta. Esta consiste en la ampliación de las anteriores.

            Antonio Muñoz Ballesta recurre para fundar sus asertos tan atrevidos y audaces a los estudios de J. Shogren y de K. Chen. Los estudios de Shogren “nos permiten afirmar que la razón determinante de que los homo sapiens sapiens se impusieran a los homo neandertales fue que los homo sapiens practicaban la división del trabajo y el comercio, no así los neandertales. Por lo que no es ya una hipótesis filosófica “arbitraria” decir que el numen fue el resultado no solamente de la mediación mítica, también tendría que ver, en gran medida, con esas características esenciales de la división del trabajo y el comercio.

            Los estudios de K. Chen sobre el carácter natural en los hombres y primates, de la aversión al riesgo permitirían afirmar que los númenes funcionarían también como aporte de seguridad a las relaciones de comercio y de caza; y no solamente eran las primeras imágenes religiosas.”[6]

            La teoría del numen comercial pone en juego los tres ejes del espacio antropológico para constituir el núcleo de la religión primaria.

            “Mi hipótesis filosófica, dentro del Materialismo Filosófico, es la de que “el hombre hizo a los númenes a imagen y semejanza de los animales para favorecer el comercio y la división del trabajo componiendo elementos angulares, circulares y radiales, lo que permitía al grupo social humano del paleolítico vencer a otros grupos humanos y con ello, reproducir más eficientemente su sociedad grupal.

            El numen comercial, núcleo de la religión a decir de Antonio Muñoz Ballesta les daba a los hombres la fuerza numinosa necesaria para la caza y no solamente para la alimentación del grupo, sino también para el comercio.

            Esta teoría III de Antonio Muñoz Ballesta permite dar cuenta adecuadamente del carácter numinoso del Estado Moderno, del Leviatán y de la teología política. Es el caso del Leviatán de Hobbes brillantemente analizado por Carl Schmitt. También ocurriría lo mismo con el Behemoth de Hobbes igualmente. Lo numinoso es previo a lo político. Los conceptos políticos son secularización de conceptos teológicos.

            En fin, que Antonio Muñoz Ballesta irrumpe audazmente en el debate filosófico acerca de la verdad del numen o del núcleo de la religiosidad primaria.



[1]  Antonio Muñoz Ballesta, op. cit. pág. 21.
[2] Antonio Muñoz Ballesta, op. cit, pág. 22.
[3] Antonio Muñoz Ballesta, op. cit. pág. 32.
[4] Antonio Muñoz Ballesta, op. cit. pág. 34.
[5] Antonio Muñoz Ballesta, op. cit. pág. 35.
[6]  Antonio Muñoz Ballesta, op. cit. pág. 39.

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