Desde que la
LODE en 1985 entró en vigor empezaron a proliferar de oficio las APA ,
Asociaciones de Padres de Alumnos para cubrir los consejos escolares. El propio
fundamento de la LODE es absurdo desde un punto de vista teórico, no así desde
un punto de vista de la conveniencia política tal y como la entendían los
jerarcas del PSOE que ocuparon los escalafones de la administración educativa
para su uso y disfrute y convirtieron el sistema educativo nacional en 17
cortijos privatizados para uso y disfrute de las oligarquías regionales,
locales, nacionales y nacionalistas que para el caso son lo mismo a efectos
prácticos: una desgracia para España.
La
doctrina al uso sostiene que las masas, el vulgo, encarnado en la sociedad de
las familias, que a su vez encuentran su cauce de expresión más adecuado en las
APA, tienen el derecho de participar, controlar y hasta dirigir los procesos
educativos y de instrucción pública. Lo dice la Constitución me dijeron una vez
unos cretinos del APA del IES “Butarque”, también me lo recordó el
jefe-cacique-coordinador local de IU en Leganés, el ínclito Eduardo Cuenca
Cañizares, típico representante de la fauna izquierdista nacional que busca
desesperadamente un nicho ecológico útil en el que proliferar para poder trepar
por la pirámide ecológico-jerárquica del régimen de 1978.
Sí, ya
sé que nuestra Constitución de 1978 lo dice, que los padres participarán en la
educación, bueno, es una desgracia para la educación como otra cualquiera.
Desde entonces la educación pública española es una piltrafa llena de
reglamentos, incompetencia, comisarios políticos, demagogos y trepas. Eso tiene
una repercusión para la enseñanza: su degradación técnica y moral. Ni se enseña
ciencia ni raciocinio ni la objetividad ni se cultiva la memoria ni se fomentan
valores éticos valiosos. Sólo se fomenta lo políticamente correcto, las modas
al uso de lo bienpensante. Ni los manuales franquistas de buenos modales
cayeron nunca tan bajos y por supuestos no fueron tan eficaces en el fomento de
la ñoñería y el infantilismo.
Se
convierte así al Instituto en una prolongación de la familia con el
consiguiente infantilismo del vulgo. Nadie le pediría a las masas el
diagnóstico médico ni una asesoría jurídica, pero parece razonable que sean
ellas quienes dirijan la enseñanza a través de los Consejos Escolares y a
través de directores y jefes de estudios cómplices y ansiosos por ganarse a su
favor a tales sujetos para medrar. A su vez, las APA son organismos infiltrados
por malandrines y sindicatos que sólo buscan la promoción social personal de
sus dirigentes que sólo se representan a sí mismos y a quienes les gusta jugar
con el invento. El APA da rienda suelta a las pasiones del vulgo: la pasión por
el aprobado, el proteccionismo del alumno tendente al cretinismo. En suma, la
barbarie educativa en manos del vulgo. La enseñanza no tiene nada que ver con
la democracia. Es un proceso asimétrico y confidencial entre alumno y profesor
y todo lo que sea que terceros intervengan destruye este proceso. Además, como
los padres son a la vez juez y parte en todo esto, presionan parcialmente y sin
ecuanimidad ni equidad en los Consejos Escolares o a los periodistas
analfabetos para despotricar contra los profesores díscolos y que no se ajustan
a sus inclinaciones ni les han sabido amaestrar y decir en necio lo que el
vulgo pide para sentir gusto.
Las
APA son correas de transmisión de sindicatos y partidos políticos cuando no de
oscuros sujetos impresentables o de la canalla de la peor especie. Son un
instrumento para neutralizar políticamente a los institutos, para sembrar la
intriga y la ineficacia en los institutos y para atacar a los profesores
díscolos con la LOGSE y con la demagogia oficial del Movimiento del PSOE o de
lo que sea.
Las
APA son el gobierno de la masa, sensible a la adulación, inestable en sus
odios y amores, cobarde y gregaria,
apoyada en el número, en el anonimato y en el apoyo de la Inspección y de la
Administración cuando no de los partidos políticos oligárquicos que así ejercen
el clientelismo amén de la barbarie periodística que echa así carnaza a sus
lectores, oyentes o televidentes para vender más y no dudando en mentir y
renunciando a una información veraz. El gobierno del cretinismo. No olviden que
ningún tonto es bueno. Las APA no sirven
para nada bueno y sí para deteriorar la enseñanza pública. Esto lo he comprobado yo fehacientemente en el IES Butarque de Leganés y en el IES Isidra de Guzmán de Alcalá de Henares.
Felipe Giménez, 22 de mayo de 2000.
No hay comentarios:
Publicar un comentario