miércoles, 20 de abril de 2016

El sistema educativo español hoy


El sistema educativo español está en ruinas. Desde 1970 no para de ser cambiado y siempre a peor. El gran mérito de las izquierdas comunista y socialdemócrata fue la reducción del bachillerato español a escombros, satisfaciendo así las necesidades del sistema económico capitalista en lo que a la formación social española se refiere. Hay que enseñar menos y peor para adaptar a los alumnos a un paro crónico y permanente o a trabajos precarios con un 25% de paro que se va a prolongar muchos años aún.

            Crearon un salario mínimo interintelectual, metieron a la sociedad de las familias en los institutos y establecieron un paternalismo progresista embrutecedor. Establecieron un régimen de escuchas, maledicencias, amenazas, acusaciones, injurias y calumnias para los discrepantes e hicieron predominar la estupidez sobre la inteligencia y la incompetencia frente a la profesionalidad y colonizaron por último la enseñanza de tal manera que hay que escribir mucho para que los alumnos no escriban nada y se sientan autosatisfechos de su estupidez de consumidores satisfechos en su vacío estúpido y conformista.

            ¿Para qué instruir exhaustivamente a los alumnos si el paro va a ser su realidad permanente? La posibilidad de promoción social por los méritos y la valía y el talento ha desaparecido totalmente. El progresismo llama a esto calidad de la enseñanza e innovación pedagógica. Sonríen los progresistas con estos inventos suyos y si hay fallos, que los hay, los achacan al escaso gasto y a los profesores conservadores, de derechas y fachas. No pueden admitir que la causa del fracaso escolar, del abandono escolar es el diseño progresista de la enseñanza, cuando no el fracaso natural intelectual normal derivado del hecho palmario de que no todo el mundo quiere ni puede estudiar.

            Pedagogía, una pseudociencia que los ideólogos progresistas que han ocupado nuestras instituciones educativas se empeñan en imponer y desde la que insisten en diagnosticarlo todo. Las cosas son mucho más sencillas. Ellos con su sofistería han putrefactado la enseñanza en España.

            Enseñanza empeñada en inculcar los valores del pacifismo, del animalismo, del feminismo o ideología de género, del homosexualismo, del armonismo socialdemócrata en suma. Dejar a la gente estúpida e indefensa ante la demagogia criminal y suicida del progresismo. Fundamentalismo democrático y científico empeñado en no dejar lugar a una reflexión rigurosa. Supresión de las enseñanzas fuertes (griego, latín, filosofía) y sustitución de los saberes fuertes por comodines para entretener a los alumnos en instituciones ya no disciplinarias, sino posmodernas, de control y de clasificación de los alumnos en una suerte de sala de espera para acceder al paro. Eso sí, un paro socialdemócrata o liberal, democrático, con derechos humanos y sin recursos económicos.

            Los directores y los jefes de estudios están empeñados en darle la razón a la sociedad de las familias y a la Administración educativa en contra de los profesores, utilizados como carnaza política para complacer al vulgo ignaro. Profesores empeñados en parecer tan jóvenes como los alumnos y en reírles las gracias así como en entretenerlos para ganarse su simpatía y no sufrir desprecio y denuncias infames e impunes. Esta es la enseñanza en España y supongo que en todas las democracias realmente existentes influidas por la socialdemocracia y el liberalismo en un fundamentalismo democrático común a ambas.

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