EL USO PRÁCTICO DE LA RAZÓN.
1.Las máximas de la acción y el imperativo categórico
Querer no es desear. Es decidirse en el transcurso de una
acción. Según Kant, tal decisión es moralmente buena solamente si se realiza
por mor de cumplir el deber de uno.
Según Kant, el valor moral de
las acciones radica "en la máxima
de acuerdo con la que se han decidido". "Una máxima es el principio
subjetivo de la acción..." es decir, "el principio de acuerdo con el que él debe actuar". Es
posible, por supuesto, que la máxima del agente pueda conformarse con la ley
moral, así como también que su máxima o máximas sean incompatibles con ella.
Una máxima es un
principio subjetivo de la acción. es moral si concuerda con la ley moral. La
moralidad de una acción no radica en los deseos o intención del agente o en sus
consecuencias Una máxima es moral
si concuerda con la ley moral
Las normas impuestas reciben
el nombre de imperativos. Las máximas son principios subjetivos. Los
imperativos son objetivos.
Dentro de los imperativos hay que distinguir entre los
hipotéticos y los categóricos. Los hipotéticos tienen la forma de
“si…..entonces…..” Son condicionales. Los hay de dos tipos: técnicos o
problemáticos (reglas de habilidad) buscan la comodidad. Los imperativos de
prudencia asertóricos (reglas de sagacidad) que son útiles para buscar la
felicidad. Los imperativos hipotéticos son juicios analíticos a priori porque
quien quiere el fin, quiere los medios.
El imperativo categórico es apodíctico o moral. Es la ley
moral. Obliga de modo incondicional. El imperativo categórico es un juicio
sintético a priori apodíctico, universal y necesario.
Así pues, hay que distinguir entre máximas/imperativos.
Los imperativos se dividen en dos: Imperativos hipotéticos o
preceptos/Imperativos categóricos o Leyes morales.
El hombre, a diferencia de los seres santos, entenderá el
principio formal de moralidad como un imperativo. El imperativo del deber, lo
que nos ordena cumplir nuestro deber y cumplirlo por mor del deber, depende,
como pronto veremos, de una acción. No nos dice "cumple con tu deber si
esto o aquello o a menos que eso...". Es categórico.
2. El imperativo categórico.
El imperativo categórico es el principio formal de la
moralidad. La filosofía de Kant es un formalismo moral. Este imperativo admite
una diversidad de formulaciones. La primera es "actúa sólo con la máxima
que quieras que sea al mismo tiempo una ley universal". También puede
formularse de la siguiente manera: "actúa como si la máxima de tu acción
llegara a ser, mediante tu voluntad, una ley universal de la naturaleza".
La aplicación del imperativo categórico a las máximas nos
permite trazar una distinción absoluta entre las que son morales y las que no
lo son. ¿Cómo se justifica el imperativo categórico de Kant?
Exige Kant que debe probarse
una conexión entre el concepto de "un ser racional en general" y la
adopción del imperativo categórico hecha por ese ser.
Exige, además, que debe probarse que esa conexión es
sintética.
Debe probarse, además, que la conexión es a priori. Se
trata de probar que todo ser racional debe estar sometido al imperativo
categórico.
Además, debemos probar que nuestra conexión sintética a
priori es una clase especial, la del principio sintético a priori práctico, es
decir, una clase que pueda determinar nuestra voluntad independientemente de
nuestros deseos e incluso en oposición a ellos.
Una voluntad sometida al imperativo categórico,
obedézcalo o no, no es necesariamente una voluntad racional humana. La voluntad
de cualquier ser racional está así sometida al imperativo categórico.
¿Cómo puede el imperativo categórico determinar la
voluntad? Esta dificultad, afirma Kant, puede superarse. "Suponiendo que exista algo cuya existencia tenga en sí misma
valor objetivo, es decir, algo que como un fin en sí mismo pudiera ser la base
de determinadas leyes, entonces en ese algo, y sólo en él se hallaría la base
de un imperativo categórico o, lo que es lo mismo, de una ley práctica."
En otras palabras, si puede mostrarse que existe un fin en sí mismo o un fin
independiente de cualquier tipo de deseo, entonces debería ser obligatoria a
toda voluntad racional la ley prescrita para la consecución de este fin.
En este sentido introduce Kant un postulado: "El hombre como todo ser racional
existe como fin en sí mismo, no solamente como medio para el uso arbitrario de
esta o aquella voluntad, sino que debe considerarse en todas sus acciones...al
mismo tiempo como un fin."
Cuando Kant dice que el hombre, o todo ser racional, es
un fin en sí mismo (un fin absoluto) quiere decir que, en cierto sentido el
hombre queda fuera de toda cadena causal y, por lo tanto, fuera de toda
jerarquía de medios y fines. El hombre es un ser racional, una persona, un fin
en sí mismo.
3. El deber.
Kant define el deber como la necesidad de una acción por
respeto a la ley moral. Si una máxima coincide con el imperativo categórico,
entonces la máxima es moral. Pero para que una acción sea moral, debe
ejecutarse por mor del deber, por el deber mismo. Es el deber por el deber.
No basta con que una máxima coincida con el imperativo
categórico. Yo debo obrar por mor del deber para que mi acción sea moral. Según
esto, las acciones pueden ser 1. Morales, coinciden externa e internamente con
la ley moral. Se ejecutan por mor del deber. 2. Amorales, coinciden sólo
externamente con la ley moral.. Se ejecutan por otras razones diferentes al
mero respeto por la ley moral. 3. Inmorales, están en abierta contradicción con
la ley moral interna y externamente.
El deber es la ratio
cognoscendi de la libertad y la libertad es la ratio essendi del deber.
4. La autonomía de la voluntad.
Todo ser racional se encuentra sometido al imperativo
categórico. La voluntad de todo ser racional está sometida al imperativo
categórico.
Los seres racionales no sólo están sometidos al
imperativo categórico, sino que son también sus creadores. Todo ser racional no
sólo está sometido a la ley moral, sino que también es legislador. Llegamos así
a la "idea de la voluntad de todo ser racional como una voluntad universalmente
legisladora". Ser moralmente autónomo es ser libre. La libertad consiste
en regirse uno a sí mismo moralmente por el imperativo categórico. Sólo se es
libre si se es autónomo moralmente. La
voluntad o razón práctica no sólo está sometida al imperativo categórico, sino
que es el fin mismo de la ley y por lo tanto es legisladora universal del
deber. El ser racional actúa determinado por las leyes que su propia voluntad
impone.
Kant califica de heteronomía la suposición de que es la
voluntad de un ser racional la que está sometida a leyes o principios morales y
no el resultado de su propia legislación en cuanto voluntad racional.
5. Los postulados de la razón práctica.
La antinomia de la Razón Práctica consiste en la
posibilidad o no del enlace entre virtud y felicidad. No hay una conexión
analítica entre virtud y felicidad. En el mundo empírico puede perfectamente no
darse conexión alguna entre virtud y felicidad. La salida de esta antinomia
está en los postulados de la razón práctica, libertad, inmortalidad y Dios.
Como lo único bueno que hay en el mundo es la buena
voluntad y la buena voluntad no es buena por lo que consigue, por sus fines,
sino por sí misma, surge la posibilidad entonces como hemos señalado, de que no
funcione el cálculo racional de la felicidad y que los más sabios no sean
siempre los más felices.
"Estos postulados no son dogmas teóricos, sino presupuestos que
tienen necesariamente sólo valor práctico. Consecuentemente no amplían el
conocimiento especulativo (teórico), sino que dan a las ideas de la razón
práctica en general realidad objetiva (por su relación con lo
práctico)..." CRPr. Los postulados de la razón práctica determinan que las ideas de Dios,
libertad e inmortalidad tienen "objetos", pero son objetos
fenoménicos cuya existencia es garantizada sólo por la aprehensión de la ley
moral.
Los tres postulados de la
razón práctica son los siguientes:
1. El hombre es libre.
2. Dios existe.
3. El hombre es inmortal.
El postulado de la libertad ha
quedado expuesto a propósito de la autonomía de la voluntad.
He aquí el argumento por el que Kant intenta establecer
la conexión entre el imperativo categórico y el postulado de la inmortalidad
del hombre: "La adecuación completa
de la voluntad con la ley moral es la santidad, una perfección que ningún ser
racional es capaz de lograr en ningún momento de su existencia. Dado, sin
embargo, que se requiere como algo prácticamente necesario, puede hallarse
solamente en un progressus que se sigue hasta la infinitud...Sin embargo, este
progreso infinito es posible sólo si suponemos una existencia infinitamente
última del mismo ser racional (la cual es llamada la inmortalidad del
alma)"
La idea de Dios no tiene objetividad teórica. La tesis se
sigue de forma inconfundible de la posición del idealismo trascendental. Cuando
Kant califica de postulado de la razón práctica a la tesis de que "Dios
existe", está implicando que la ley moral le da objetividad práctica.
El argumento ético de la existencia de Dios hace uso de
la concepción del sumo bien que implica la moralidad completa y "la
felicidad que es igual que aquella". Como seres morales debemos exigir no
sólo una situación ideal en la que todos los seres racionales sean santos, sino
también otra en la que sus estados anímicos se caractericen por la intensidad y
clase de felicidad que merezcan. Lo que debe ser, debe ser posible, pues toda
obligación moral implica la libertad (moral) de realizarlo.
"Debemos tratar de promover el sumo bien (que, por lo tanto, ha
de ser posible). En consecuencia, debemos postular la existencia de una causa
de la naturaleza toda, que sea distinta de la naturaleza y que contenga el
fundamento...de la proporcionalidad exacta de la felicidad y la
moralidad." CRPr. Kant muestra que Dios, el ideal de la razón pura es esa causa. Su
argumento consiste en que el bien supremo no es realizable si Dios no
existe...Dado que como él mismo insiste, la posibilidad de realizar el sumo
bien implica la posibilidad de que el hombre logre la santidad, el argumento
ético de la existencia de Dios está ligado al argumento de la inmortalidad del
hombre.
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