jueves, 4 de junio de 2020
La mala suerte de Gustavo Bueno Martínez
Gustavo Bueno tuvo mala suerte. Nunca se le tributó un homenaje en condiciones correspondientes a sus múltiples méritos teóricos y filosóficos y a su importancia en la historia de la filosofía. Fue un marginado, un solitario con creciente aislamiento con respecto a las instituciones universitarias o académicas y editoriales. Aún hoy estamos ayunos de una edición crítica, rigurosa de sus obras completas. Rábade, Millán Puelles, Ortega, Aranguren, Julián Marías, etc., cuentan con ediciones de sus obras completas en buena presentación editorial pero a Gustavo Bueno le ha caído en suerte que sus herederos no han querido, por la razón que sea, hacer lo mismo con Bueno. Gustavo Bueno está muerto y bien muerto y enterrado y a día de hoy ha caído en el olvido. Sus libros son imposibles de encontrar y no se reeditan. Sus artículos se encuentran en peor situación. No se ha compuesto un volumen con todos sus artículos. La Fundación Gustavo Bueno nada hace al respecto. Gustavo Bueno ha tenido la desgracia de ir siendo progresivamente arrinconado y olvidado. Una mala suerte editorial y una Fundación Gustavo Bueno que no cumple con su propósito fundacional. Gustavo Bueno está muerto, enterrado y olvidado. Esperemos que otras personas e instituciones hagan lo que es debido en un futuro tal vez lejano y que ahora tanta falta hace.
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Urge editar sus obras completas y ampliar el pensamiento de Gustavo Bueno sin limitaciones ideológicas, no sólo en la sociedad, sino en la academia, también en la universitaria.
ResponderEliminarEl pensamiento de Gustavo Bueno tiene un potencial increíble que está desaprovechado por dos razones: 1) la esterilidad del sistema filosófico para ir más allá del presente en marcha; 2) la ideologización de su figura y asociación a la derecha política.
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