Acerca de la ecualización

En los Estados capitalistas plutocráticos occidentales del bienestar surgidos a partir de 1945 se ha formado lo que se ha dado en llamar consenso socialdemócrata. Todos los partidos principales de la izquierda y de la derecha clásica han tendido a parecerse cada vez más unos a otros. Los partidos socialdemócratas perdieron el marxismo y la lucha de clases y la revolución y aceptaron la democracia burguesa, el reformismo y la propiedad privada y el mercado pletórico de bienes. Hubo así una confluencia en la derecha de todos los partidos dispuestos ahora al unísono a defender el capitalismo, la sociedad burguesa y la democracia. Las diferencias ideológicas y programáticas se han volatilizado. Es el fin de la revolución pues. Puede haber grupúsculos fanáticos o algún partido antisistema como ocurre en España con Podemos por ejemplo. Sin embargo, podemos decir que el 80 por ciento de los votos, de las fuerzas políticas están de acuerdo en conservar el orden social y político posterior a 1945. La ecualización entre izquierda y derecha suprime a la izquierda, tradicional término utilizado para la revolución para designar el cambio revolucionario antisistema burgués. Digamos que se ha formado un bloque constitucional de partidos sumamente parecidos entre sí de tal manera que en la campaña electoral tienen que hacer denodados esfuerzos para diferenciarse un poco y así permitir un pluralismo que funde la libertad de elegir de los consumidores políticos en el mercado electoral. Así pues, podemos decir que en este momento histórico la derecha se ha apropiado de todo el sistema político y de todas las ideas referentes al Estado social. Ahora designaremos como izquierda a las fuerzas políticas si las hubiere, que ansían derrocar el sistema social actual.