viernes, 5 de enero de 2018

La lucha contra el hombre inferior dialectal

El hombre dialectal es aquel hombre que tiene su cabeza, su entendimiento, su conciencia invadidos por el dialecto. El dialecto es una lengua ridícula sin importancia política, intelectual, científica, filosófica, literaria, minoritaria, familiar, comarcal, regional. Sin embargo, en España las élites caciquiles regionales fomentan el dialecto para consolidar su poder político y la división política, bases de la duración y consolidación de su poder político y de paso hacer a sus hablantes unas bestias de carga. El español siempre ha sido emancipador y liberador porque es una lengua universal, mundial. El dialecto empequeñece y embrutece, aísla, divide y separa y provoca disensiones. Imponer el dialecto siembra discordias en España y hace todo más ridículo e idiota. Por esta razón se impone necesariamente para el buen sentido la lucha contra el hombre inferior dialectal. Un hombre dialectal es un ser profundamente defectuoso. Pudiendo hablar español para hacerse entender por todos prefiere usar el dialecto para hacerse entender por pocos. La lucha contra el Estado de las autonomías exige igualmente la lucha contra el dialecto, contra su imposición obligatoria, contra su uso oficial, contra aquellos que promueven la división y en última instancia la desmembración de España. Ni imposición, ni oficialidad ni inmersión lingüística, digo dialectal, en la escuela.

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