miércoles, 28 de marzo de 2012

Pesimismo

Decía el filósofo alemán nacido en Danzig Arturo Schopenhauer que la Voluntad de vivir es irracional, nos lleva al dolor, al hastío, al aburrimiento, al deseo insatisfecho y al placer, breve entre grandes períodos de dolor y de aburrimiento. En consecuencia la filosofía de Schopenhauer siempre ha sido calificada de pesimista- Debemos resignarnos como bien dijo Schopenhauer ante el destino. También anteriormente, los estoicos nos recomendaron apatía ante el destino, abstine et sustine.
Pues bien, eso mismo tenemos que hacer frente al resultado adverso para el PP y para España, de las elecciones celebradas el 25 de marzo de 2012.
Sabemos que los andaluces prefieren la nada, el nihilismo socialfascista a asumir que hay una recesión de caballo y que hay que reformar al Estado y la Administración en una época en la que el dinero está desapareciendo aceleradamente en las Administraciones públicas. Vamos, que todo el dinero clientelar andaluz está en vías de desaparición por la simple razón de su escasez manifiesta.
Los andaluces han preferido seguir bajo la bota socialfascista. IU, partido corrupto y oportunista, será el mamporrero de la corrupción socialfascista. ¿Qué tienen los de IU que aportar a España en lo ideológico? Nada. Mejor sería que se disolvieran o integraran en la charca cenagosa que es el PSOE. Los andaluces son resignados, sumisos y pasivos ante el PSOE. Así les luce el pelo. Bueno. Tienen su socialismo con su salario universal garantizado a cambio de no trabajar, el P.E.R. porque trabajar 40 días al año eso es no trabajar.
Por su parte, el PP ha demostrado seguir siendo el Partido de la Puta Pena y no dar la batalla por las ideas, no moverse, esperar a que todo el mundo lo vote por cojones porque sí, como siervos o esclavos. La gente conservadora no es disciplinada en el voto. El voto conservador no es condicional. El PP ha perdido en Andalucía 440.000 votos y el PSOE sólo 65.000 votos. Ha sido un descalabro para el PP se diga lo que se diga. Partido que no reconoce su filiación ideológica, que no quiere debatir ni entrar al trapo, ni criticar ferozmente nunca al PSOE, que siempre busca disculparse por ser conservador y busca siempre el aplauso de separatistas y de socialfascistas creyendo así poder congraciarse con tales malnacidos. El resultado es que el PP deviene Partido de la Puta Pena...Una desgracia para España. Un partido político que no quiere reconocer su ideología, ni su proyecto y que renuncia a criticar y a atacar frontalmente al progresismo y al separatismo, la antiespaña. El PP es cómplice pasivo de la destrucción de España y algunas veces activo como ocurre en Galicia y Valencia con la estúpida y bárbara imposición obligatoria del dialecto al pueblo.
Soy pesimista. Se impone el pesimismo, pero no la pasividad. Ya sabemos lo que tenemos. No nos hagamos ilusiones pues.

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