A finales de septiembre de 1526, cuando habían transcurrido dos años de viajes hacia
el sur afrontando toda clase de inclemencias y calamidades, llegaron a la isla
del Gallo extenuados. El descontento entre los soldados era muy grande,
llevaban varios años pasando calamidades sin conseguir ningún resultado.
Pizarro intenta convencer a sus hombres para que sigan adelante, sin embargo la
mayoría de sus huestes quieren desertar y regresar. Allí se produce la acción
extrema de Pizarro, de trazar una raya en el suelo de la isla obligando a
decidir a sus hombres entre seguir o no en la expedición descubridora.
Tan sólo cruzaron la línea trece hombres. Los "Trece de la Fama", o los "Trece caballeros de la isla del Gallo", fueron: Bartolomé Ruiz, Pedro Alcón, Alonso Briceño, Pedro
de Candia, Antonio Carrión, Francisco
de Cuéllar, García
Jerén, Alonso Molina, Martín Paz, Cristóbal de Peralta, Nicolás de Rivera (el
viejo), Domingo de Soraluce y Juan de la Torre y Díaz Chacón.
Sobre la escena que se vivió en la Isla del Gallo,
luego que Juan Tafur le trasmitiera la orden del gobernador Pedro de los Ríos,
nos la cuenta el historiador José
Antonio del Busto:
"El trujillano no se dejó ganar por la pasión y,
desenvainando su espada, avanzó con ella desnuda hasta sus hombres. Se detuvo
frente a ellos, los miró a todos y evitándose una arenga larga se limitó a
decir, al tiempo que, según posteriores testimonios, trazaba con el arma una
raya sobre la arena:
Por este lado se va a Panamá, a ser pobres, por este otro
al Perú, a ser ricos; escoja el que fuere buen castellano lo que más bien le
estuviere.
Un silencio
de muerte rubricó las palabras del héroe, pero pasados los primeros instantes
de la duda, se sintió crujir la arena húmeda bajo los borceguíes y las alpargatas
de los valientes, que en número de trece, pasaron la raya. Pizarro, cuando los
vio cruzar la línea, no poco se alegró, dando gracias a Dios por ello, pues
había sido servido de ponelles en corazón la quedada. Sus nombres han quedado
en la Historia".
José Antonio del Busto
Pizarro y los Trece de la Fama esperaron
refuerzos cinco meses en la isla del Gallo, los cuales llegaron de Panamá
enviados por Diego
de Almagro y Hernando de Luque, al mando de Bartolomé Ruiz. El navío encontró a Pizarro y los
suyos en la Isla
de la Gorgona,
hambrientos y acosados por los indios. Ese mismo día, Pizarro ordenó zarpar
hacia el sur.
Pizarro no fue ni el primero ni el único que intentó
la conquista del Perú. Dos años antes, en 1522, Pascual
de Andagoya intentó la
aventura: su expedición terminó en un estrepitoso fracaso. Sin embargo, las
noticias de la existencia de "Birú" y de sus enormes riquezas en oro y plata, influyeron sin duda en el ánimo de
los asociados y pudieron haber sido decisivas en la toma de decisión para
acometer la empresa.
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