jueves, 14 de diciembre de 2017
Descomposición
La izquierda socialdemócrata y la izquierda comunista sostenían la negatividad del capitalismo y de la sociedad burguesa porque había alienación del hombre. Esta alienación era básicamente económica y estaba originada por la propiedad privada de los medios de producción. La revolución pues era necesaria para conseguir la emancipación del hombre. La clase obrera primero y luego el Partido eran los sujetos revolucionarios, los demiurgos filósofos que subvertirían la sociedad burguesa. En el caso de la socialdemocracia se aceptaba el reformismo, la vía gradualista con el partido, la clase obrera y la democracia burguesa. En ambos casos se ha producido la extinción. El comunismo desapareció como alternativa seria al capitalismo en los años 1990. Había desaparecido la clase obrera y los partidos comunistas por lo tanto se iban menguando cada vez más. La socialdemocracia murió de éxito al ser asumidos sus postulados por los demás partidos burgueses y al conseguir ella misma implantar sus ideas reformistas en las sociedades capitalistas. Todos los partidos eran burgueses, eran capitalistas, eran de derechas pues. Ser de izquierdas pasó a significar estar en contra del sistema burgués democrático de bienestar desde fuera. Ahora bien, sin clase obrera poco se podía hacer. Entonces la izquierda se refundó: No se podía atacar la economía burguesa, la capa basal pero sí la capa conjuntiva. Conseguir que se pudrieran las instituciones sociales burguesas con la propaganda: matrimonio, normas morales y éticas, relativismo, perversiones sexuales, parafilias políticas: mariconismo, feminismo, ecologismo, animalismo, etc para hacer saltar la sociedad burguesa. El sujeto revolucionario pasó a ser el lumpemproletariado: vagos, maleantes, parásitos, inmigrantes, putas, mendigos, delincuentes, asesinos, ocupas, pervertidos sexuales. Ahora la izquierda apoyaba el delito, la transgresión, la perversión, el vicio, la degeneración moral, lo anormal, lo anómalo para conseguir sus objetivos revolucionarios. Además, nada de teoría revolucionaria. Sofística de baja estofa, fórmulas sencillas, demagogia. El nivel de los teóricos o políticos izquierdistas es de Primero de la E.S.O. frases, fórmulas, consignas, simplificaciones. Sofística y demagogia. Halagar al vulgo y ya está. Esto es lo que pasa cuando alguien va con la bandera de España: que un asesino de izquierdas lo mata y los medios de comunicación izquierdistas le quitan toda importancia. Quieren legitimar el delito revolucionario. Lo mismo ocurre con los partidos de izquierdas. Les parece algo sin la menor importancia. Así están las cosas: izquierda=delito.
domingo, 3 de diciembre de 2017
Sin Gustavo Bueno
Gustavo Bueno Martínez (1924-2016) el Ser Superior falleció el año pasado, el 7 de agosto de 2016 y desde entonces podemos constatar el inmenso vacío inconmensurable que ha dejado con su ausencia y por otro lado el que su figura filosófica y humana no deja de agigantarse en contraste con sus seguidores y su círculo familiar e íntimo. Un filósofo comparable con Platón y con Aristóteles es mucho filósofo y mucho más si escribe y piensa enteramente en español, sin complejos, con patriotismo, por España y con España y sin las tonterías de los progres a propósito de Europa, la Europa sublime y con las necedades e infamias de la leyenda negra y sin las modas progresistas socialdemócratas del Estado de derecho y de los derechos humanos. Desenmascaró a la izquierda cínica, valga la redundancia porque la izquierda es la heredera de la sofística griega y de los predicadores. La izquierda te vende humo, palabras. Es la impostura por excelencia. Eso lo supo detectar D. Gustavo Bueno y supo diagnosticar los males de la sofística democrática, esto es, del fundamentalismo democrático. Esperemos que todos nos pongamos a filosofar de manera modesta y realista y continuemos con la crítica a la impostura democrática europeísta y progresista.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
Derecha e izquierda en 2017
Gustavo Bueno realizó una verdadera arqueología política empírico trascendental que describía la situación existente en Europa y América entre 1789 y 1992. Sin embargo, el escenario real ha cambiado notablemente. El consenso socialdemócrata posterior a 1945 ha ecualizado las izquierdas y las derechas en el Estado del Bienestar y la distinción derecha/izquierda ha perdido vigencia en el seno del Estado burgués plutocrático de mercado pletórico de bienes.
Si hubiera que reformular la oposición entre la derecha y la izquierda en el año 2017 habría que referirla a la oposición entre los antisistema, antisociedad burguesa y los partidos partidarios de la conservación de la sociedad burguesa democrática y de bienestar. Lo primero podríamos denominarlo izquierda y lo segundo derecha. Sin embargo, algunos individuos aislados se autodenominan de izquierdas pero patrióticos y de orden, lo que constituiría a mi juicio un verdadero contrasentido. Es por eso por lo que denomino a tales individuos como constitutivos y constituyentes de un colectivo que podríamos denominar como izquierda celeste, que habita en las esferas supralunares apelando a una distinción aristotélica que vale para definir tales fenómenos contradictorios e imposibles debido a que finis operantis, emic pretenden ser de izquierdas y finis operis, son de derechas, del sistema.
Otra cosa es la izquierda real, la izquierda que habita en el mundo sublunar, la izquierda terrestre, antinacional, antiburguesa, antidemocrática, etc. revolucionaria en suma, que maneja el lema leninist de cuanto peor mejor. La denomino izquierda terrestre De tal manera, el buen sentido es de derechas y la locura y la necedad son de izquierdas. Hoy las izquierdas clásicas están disueltas en el Estado, en la derecha. Todos los hombres o ciudadanos del Estado son de derechas cuando son partidarios de la autoridad, el orden, el Estado. Y los enemigos son la izquierda, la terrestre, la efectiva, la real.
sábado, 21 de octubre de 2017
Materialismo y derecha
Algunos seguidores de Bueno se autodefinen como individuos de izquierdas o de izquierda. Sostienen como hace la película de 2015 sobre Bueno que hemos criticado hace ya algún tiempo en este blog, que Gustavo Bueno era de izquierdas. Bueno criticó a la izquierda cínica, a todos los tópicos de izquierda y alabó al capitalismo y al mercado pletórico de bienes.
Actualmente algunos de los antiguos discípulos de Bueno se autodenominan como hombres de izquierda, pero es que yo no sé qué significa eso hoy. Con la ecualización entre izquierda y derecha en los modernos Estados del Bienestar se ha constituido un consenso socialdemócrata que podemos calificar como de derechas porque busca la estabilidad, la eutaxia política, conservar el capitalismo, la propiedad privada y el mercado y de acuerdo con la tradición esto solía denominarse derecha. La derecha hoy es el Estado y la izquierda, si la han es lo contrario, la revolución si no bolchevique, sí populista o indefinida. Por lo demás tales discípulos de Gustavo Bueno ignoran que la derecha primaria, la del Antiguo Régimen ha desaparecido hace ya mucho tiempo. Denominarse de izquierdas sólo tiene un valor psicológico, motivacional, pero carece de todo contenido si se dice a continuación que se defiende al Estado, a la Patria, a la Nación. Yo llamo a estos discípulos de Bueno la izquierda celeste porque sólo existe como proyecto o como algo sin eficacia causal en la Tierra, en el mundo sublunar, aunque puede haber perfectamente otros tipos de izquierda celeste no materialistas sino idealistas: fundamentalistas democráticos, europeístas, en torno a la ideología del Estado de derecho, en torno a la ideología de los derechos humanos, etc. Todas ellas sin ninguna eficacia causal sobre la política española real actual. Esperando encarnarse algún día en alguna organización política que tendrá que definirse como o bien izquierda terrestre antisistema o bien derecha, el Estado.
Actualmente algunos de los antiguos discípulos de Bueno se autodenominan como hombres de izquierda, pero es que yo no sé qué significa eso hoy. Con la ecualización entre izquierda y derecha en los modernos Estados del Bienestar se ha constituido un consenso socialdemócrata que podemos calificar como de derechas porque busca la estabilidad, la eutaxia política, conservar el capitalismo, la propiedad privada y el mercado y de acuerdo con la tradición esto solía denominarse derecha. La derecha hoy es el Estado y la izquierda, si la han es lo contrario, la revolución si no bolchevique, sí populista o indefinida. Por lo demás tales discípulos de Gustavo Bueno ignoran que la derecha primaria, la del Antiguo Régimen ha desaparecido hace ya mucho tiempo. Denominarse de izquierdas sólo tiene un valor psicológico, motivacional, pero carece de todo contenido si se dice a continuación que se defiende al Estado, a la Patria, a la Nación. Yo llamo a estos discípulos de Bueno la izquierda celeste porque sólo existe como proyecto o como algo sin eficacia causal en la Tierra, en el mundo sublunar, aunque puede haber perfectamente otros tipos de izquierda celeste no materialistas sino idealistas: fundamentalistas democráticos, europeístas, en torno a la ideología del Estado de derecho, en torno a la ideología de los derechos humanos, etc. Todas ellas sin ninguna eficacia causal sobre la política española real actual. Esperando encarnarse algún día en alguna organización política que tendrá que definirse como o bien izquierda terrestre antisistema o bien derecha, el Estado.
lunes, 9 de octubre de 2017
La sofística en la actualidad
Los sofistas eran unos profesores ambulantes que recorrían Grecia para impartir sus enseñanzas a cambio de dinero. Enseñaban todo lo que un varón adulto necesitaba para triunfar en la democracia ante el vulgo en sus asambleas. El vulgo confundía y confunde aún hoy la capacidad retórica con la capacidad política. Los sofistas derivaron hacia un relativismo y hacia un nihilismo amoralista e inmoralista pragmático en sus doctrinas. La verdad fue dejada de lado y lo que importaba finalmente era ganar, convencer y no importaba cómo.
Los sucesores de los sofistas fueron los sacerdotes de la Iglesia Católica en la Edad Media. Imitaron sus técnicas en la oratoria sagrada y sus razonamientos eran igualmente complicados con la finalidad de convencer y persuadir.
Los sofistas desde la caída del Antiguo Régimen son las distintas generaciones de la izquierda y hoy son simplemente la izquierda. La izquierda pretende destruir el capitalismo, el orden social, el mercado en suma de los Estados democráticos del bienestar y caída ya la URSS y convirtiéndose el marxismo en un objeto de historiografía de la filosofía, las izquierdas se han convertido en la actualidad en una poderosa escuela sofística con ayuda de los intelectuales progresistas y de los medios de comunicación progresistas. Hoy la izquierda, alcanzada la ecualización entre izquierda y derecha en el Estado del Bienestar, es lo antisistema, lo antiestado. La derecha es el Estado. Si a alguien se le puede llamar izquierda es precisamente a lo externo al Estado y al orden. Los izquierdistas actuales son sofistas pero de la peor especie. Su nivel teórico ha descendido a la altura de niños de primero de la E.S.O. Consignas fáciles, mentiras, manipulaciones, demagogia, promesas imposibles, etc. La izquierda=la sofística. Son los herederos de la sofística.
Los sucesores de los sofistas fueron los sacerdotes de la Iglesia Católica en la Edad Media. Imitaron sus técnicas en la oratoria sagrada y sus razonamientos eran igualmente complicados con la finalidad de convencer y persuadir.
Los sofistas desde la caída del Antiguo Régimen son las distintas generaciones de la izquierda y hoy son simplemente la izquierda. La izquierda pretende destruir el capitalismo, el orden social, el mercado en suma de los Estados democráticos del bienestar y caída ya la URSS y convirtiéndose el marxismo en un objeto de historiografía de la filosofía, las izquierdas se han convertido en la actualidad en una poderosa escuela sofística con ayuda de los intelectuales progresistas y de los medios de comunicación progresistas. Hoy la izquierda, alcanzada la ecualización entre izquierda y derecha en el Estado del Bienestar, es lo antisistema, lo antiestado. La derecha es el Estado. Si a alguien se le puede llamar izquierda es precisamente a lo externo al Estado y al orden. Los izquierdistas actuales son sofistas pero de la peor especie. Su nivel teórico ha descendido a la altura de niños de primero de la E.S.O. Consignas fáciles, mentiras, manipulaciones, demagogia, promesas imposibles, etc. La izquierda=la sofística. Son los herederos de la sofística.
martes, 19 de septiembre de 2017
Ensayo sobre la distinción entre izquierda celeste e izquierda terrestre
Yo sostengo que fundamentalmente ser de izquierdas hoy y aquí en España consiste en destruir la nación española, destruir sus instituciones sociales y políticas y el sistema económico y social amén de favorecer la desmembración de España, tan fuerte es el oportunismo de tal izquierda y su negrolegndarismo que impregna toda su concepción del mundo sobre la Nación Española a la que desprecian e ignoran.
Sin embargo, también hay voces de reducidas minorías de hombres doctos o no tan doctos, digamos, profesores y profesionales liberales de diversos sectores que se autodenominan de izquierdas y que reivindican la Nación Española y su preservación y conservación. Esto a mí me parece un poco chocante. ¿Por qué denominarse entonces de izquierdas? Porque creen en el mito de la izquierda, por el prestigio que otorga dicho término a quien se proclama perteneciente a ese campo semántico presuntamente. La primera izquierda, en sentido fuerte la denomino izquierda terrestre, utilizando metáforas platónicas y aristotélicas, perteneciente al mundo sublunar, donde reina el movimiento, el cambio y sobre todo la generación y la corrupción. Por eso ser de izquierdas en sentido terrestre es ser un sofista, un charlatán, un impostor, un estafador, un farsante, porque sostengo que la izquierda vende humo, palabrería. Las enseñanzas de la historia con el bolchevismo no hay que olvidarlas. Digamos que la izquierda terrestre está corrompida por completo por una suerte de corrupción no delictiva pero no por ello menos grave, más bien, al contrario.
La segunda izquierda es la izquierda celeste de las buenas intenciones, inmaculada y sin pecado concebido que habita en las esferas supralunares, con el éter. Está esperando para encarnarse en la Tierra para salvarnos y es buena, pero cuando se encarna lo hace en forma de socialdemocracia, lo cual no deja de ser algo sofístico. Se hace terrestre y pretende no ser revolucionaria pero evitar la ecualización con la derecha, hecho éste último que debiera ser reconocido por pura honestidad intelectual. En resumidas cuentas, la izquierda celeste se encarna en socialdemocracia y se ecualiza así con la derecha, pero no quieren reconocerlo e insisten en su pertenencia a la izquierda. Esto nos hace sospechar de su sofística y de su impostura. La izquierda celeste es así socialdemócrata y ello con sus taras de nacimiento: progresismo, antifranquismo, europeísmo, etc. Siempre algo viscoso e indefinido que puede mover a engaño a los incautos.
Sin embargo, también hay voces de reducidas minorías de hombres doctos o no tan doctos, digamos, profesores y profesionales liberales de diversos sectores que se autodenominan de izquierdas y que reivindican la Nación Española y su preservación y conservación. Esto a mí me parece un poco chocante. ¿Por qué denominarse entonces de izquierdas? Porque creen en el mito de la izquierda, por el prestigio que otorga dicho término a quien se proclama perteneciente a ese campo semántico presuntamente. La primera izquierda, en sentido fuerte la denomino izquierda terrestre, utilizando metáforas platónicas y aristotélicas, perteneciente al mundo sublunar, donde reina el movimiento, el cambio y sobre todo la generación y la corrupción. Por eso ser de izquierdas en sentido terrestre es ser un sofista, un charlatán, un impostor, un estafador, un farsante, porque sostengo que la izquierda vende humo, palabrería. Las enseñanzas de la historia con el bolchevismo no hay que olvidarlas. Digamos que la izquierda terrestre está corrompida por completo por una suerte de corrupción no delictiva pero no por ello menos grave, más bien, al contrario.
La segunda izquierda es la izquierda celeste de las buenas intenciones, inmaculada y sin pecado concebido que habita en las esferas supralunares, con el éter. Está esperando para encarnarse en la Tierra para salvarnos y es buena, pero cuando se encarna lo hace en forma de socialdemocracia, lo cual no deja de ser algo sofístico. Se hace terrestre y pretende no ser revolucionaria pero evitar la ecualización con la derecha, hecho éste último que debiera ser reconocido por pura honestidad intelectual. En resumidas cuentas, la izquierda celeste se encarna en socialdemocracia y se ecualiza así con la derecha, pero no quieren reconocerlo e insisten en su pertenencia a la izquierda. Esto nos hace sospechar de su sofística y de su impostura. La izquierda celeste es así socialdemócrata y ello con sus taras de nacimiento: progresismo, antifranquismo, europeísmo, etc. Siempre algo viscoso e indefinido que puede mover a engaño a los incautos.
viernes, 15 de septiembre de 2017
El ateísmo esencial total
El
ateísmo esencial total.
Conviene que se sepa y conozca qué es el ateísmo esencial total para distinguirlo del ateísmo habitual que se queda como ateísmo existencial. El ateísmo esencial total niega la esencia de Dios y por ello concluye de ahí su inexistencia.
Conviene que se sepa y conozca qué es el ateísmo esencial total para distinguirlo del ateísmo habitual que se queda como ateísmo existencial. El ateísmo esencial total niega la esencia de Dios y por ello concluye de ahí su inexistencia.
Se
entiende por ateísmo la negación teórica y práctica de la existencia de Dios o
la existencia de cualquier realidad trascendente al hombre.
Sin
embargo, esta definición convencional, como la del término «ateo», es usada
habitualmente con gran irresponsabilidad y confusión, por lo que ha de ser
revisada desde las coordenadas del materialismo filosófico. Ni la fe ni el
ateísmo son términos unívocos, sino análogos, con acepciones muy diversas y
encontradas.
El
ateísmo se refiere a las doctrinas que niegan la existencia de Dios. Pero la
religión no puede definirse en función del Dios ontológico y esto obliga a
distinguir de inmediato el ateísmo de la irreligiosidad o impiedad.
Hay
que distinguir entre el ateísmo politeísta y el ateísmo monoteísta al igual que
distinguimos entre el teísmo politeísta y el teísmo monoteísta. La definición
del ateísmo dependerá en consecuencia de las distintas concepciones posibles de
Dios, ya que no puede ser lo mismo el ateísmo respecto al Dios personal de la
religión terciaria (ya sea el judaísmo, el cristianismo o el islamismo) que
respecto al Dios de los filósofos, en tanto que principio abstracto y
fundamento del mundo. Así, el deísmo, manifestado en personajes como Voltaire,
propugnaba la lucha contra la Iglesia Católica («aplastar a la infame»), pero
no renegaba de Dios como
Supremo Hacedor, Arquitecto del Universo. En la actualidad, hablamos de ateísmo
para referirnos al ateísmo monoteísta, al ateísmo por referencia al Dios
ontológico (ya sea puro, ya sea preambular).
El
ateísmo es una situación a la que los hombres llegan después de haber creído en
Dios, por eso ocurre que hay diferencias importantes entre un ateo católico, un
ateo judío o un ateo musulmán. También cabe clasificar a los ateos no sólo en
función de la existencia de Dios, sino también en función de la esencia o
sistema de atributos en función de los cuales se define el ateísmo.
Además,
no es lo mismo llamar ateo a un hombre que se mantiene por educación,
temperamento o cultura, enteramente al margen de Dios, que llamar ateo a un
hombre que se considera «privado» o mutilado por haber perdido la fe religiosa
que tuvo antes. En el primer caso, hablamos de ateísmo negativo, y en el segundo,
de ateísmo privativo.
El ateísmo esencial
total.
El ateísmo esencial total niega por de pronto la existencia de Dios, porque al
menos en la Teología natural tradicional la esencia de Dios implica su
existencia, y ésta es la clave del llamado argumento ontológico de San Anselmo.
El materialismo filosófico llega a la inexistencia de Dios mediante la
imposibilidad de su Idea, recorriendo el argumento ontológico de Leibniz o
Malcolm en sentido ateo: Dios, el Ser necesario, por su propia esencia existe
necesariamente sólo si es posible; pero si Dios no es posible no puede existir.
De este modo, el materialismo filosófico, en rigor, lo que demuestra es la
inexistencia de la Idea de Dios, su imposibilidad como Idea contradictoria.
Desde este reconocimiento de la imposibilidad de su Idea, no puede ser
recorrido, bajo ningún caso, el camino hacia su existencia.
El
ateísmo esencial total significa la negación de la misma Idea de Dios. El
ateísmo esencial total no niega propiamente a Dios, niega la idea misma de Dios
y con ello, por supuesto, niega el mismo argumento ontológico. Por consiguiente
y siguiendo la argumentación de San Anselmo, la propia esencia de Dios implica
su inexistencia.
El
ateísmo esencial concluye que no tenemos una idea de Dios clara y distinta, sino
tan confusa que en el fondo, la idea de Dios es una pseudoidea o una paraidea,
a la manera como el llamado concepto de decaedro regular es un pseudoconcepto o
un paraconcepto, es decir, un término contrasentido.
Desde
la perspectiva del ateísmo esencial las preguntas habituales ¿Existe Dios o no
existe?, o bien, ¿Cómo puede vd. demostrar que Dios no existe?, quedan
dinamitadas en su mismo planteamiento, y con ello su condición capciosa. En
efecto, cuando la pregunta se formula atendiendo a la existencia se está muchas
veces presuponiendo su esencia Y esto supuesto, es obvio que no es posible la
inexistencia de Dios, sobre todo teniendo en cuenta que su existencia es su
misma esencia; y dicho esto sin detenernos en sus consecuencias, principalmente
en ésta: que quien niega la esencia de Dios está negando también su existencia,
precisamente en virtud del mismo argumento ontológico que los teístas utilizan.
Así
pues, el ateísmo esencial sostiene que la idea de Dios es una pseudoidea, o una
paraidea, una idea compleja inconsistente, del estilo del concepto de decaedro
regular. Lo que el ateo esencial está negando no es la existencia de Dios, sino
la idea de Dios de la Teología natural.
Concretamente, el
materialismo filosófico cifra la imposibilidad de la Idea de Dios
en múltiples puntos, entre los que cabe destacar:
Contradicción entre Dios
como Ser infinito o Ipsum esse, y Ser egoiforme,
personal, en tanto la conciencia es siempre finita.
Contradicción de Dios
como causa sui, en tanto límite contradictorio de las
relaciones de causalidad circular.
Contradicción de Dios
como Ser simplicísimo, en tanto el Ser es originariamente
pluralista y el monismo, una concepción metafísica que
se abre camino a través de la vía del sustancialismo.
Contradicción de Dios
como creador del Mundo, en tanto una causa eficiente infinita
anegaría al efecto por ella creado, destruyendo la propia relación de
causalidad, aparte de que la causalidad es inmanente al mundo,
en tanto supone cuerpos (totalidades jorismáticas) y
las relaciones de causalidad no sólo cuentan con una causa
eficiente y un efecto, sino también con un esquema material de
identidad, que en el caso de la creación tendría que ser
necesariamente la Nada, algo absurdo.
Contradicción de Dios
como ser omnisciente, en tanto el principio de symploké y la existencia de
la materia ontológico-general que desborda a la “conciencia trascendental E” lo
impiden.
Contradicción de la idea
de omnipotencia.
Contradicción de la idea
de eternidad atribuida a Dios (fundamentalmente por Boecio).
miércoles, 6 de septiembre de 2017
Secesión
Cataluña intenta efectuar un acto de alta traición, de sedición, de secesión. No es un golpe contra la democracia, sino contra la Patria, contra España. ¿Qué me importa a mí la democracia? España está por encima de la democracia. Su existencia es anterior a la democracia. Por eso decimos que España es una Nación política, la nación española. La Patria no es un invento de Franco como afirman los idiotas progres, no. La Patria, para empezar, es el suelo, el territorio que comprende el Estado y que todos pisamos y que nos pertenece a todos en una suerte de pro indiviso, indivisible. Nadie puede expropiarnos de tal suelo, salvo por la fuerza. La secesión es pues, un robo, porque todas las partes del Estado están unidas de forma indivisible. La secesión es una expropiación de la que somos objeto y que no debemos consentir y cuando alguien quiere robarme tengo derecho a matarlo. Locke dixit. En el límite, la sedición se castiga con la muerte. Es un crimen de lesa Patria. Todo vale para defender la unidad indisoluble de España, del Estado, del territorio, del suelo. Así de claro y no esa conducta de mierda democrática, inútil, estúpida e ineficaz de la corrupta clase política del Régimen de 1978.
miércoles, 23 de agosto de 2017
Donoso Cortés. Discurso sobre la dictadura
Discurso sobre la dictadura
de Juan Donoso Cortés
de Juan Donoso Cortés
marqués de Valdegamas, en la sesión de 4 del corriente, en el Congreso de Diputados.
SEÑORES : el largo discurso que pronunció ayer el señor Cortina, y á que voy á contestar, considerándole bajo un punto de vista restringido, á pesar de sus largas dimensiones , no fue mas que un epílogo; el epilogo de los errores del partido progresista, los cuales á su vez no son mas que otro epilogo; el epilogo de todos los errores que se han inventado de tres siglos á esta parte, y que traen conturbadas mas ó menos hoy dia todas las sociedades humanas.
El Sr. Cortina, al comenzar su discurso , manifestó con la buena fe que á S. S. distingue, y que tanto realza su talento, que él mismo algunas veces habia llegado á sospechar si sus principios serian falsos, si sus ideas serían desastrosas al ver que nunca estaban en el poder, y siempre en la oposición. Yo diré á S. S. que por poco que reflexione , su duda se cambiará en certidumbre. Sus ideas no están en el poder, y están en la oposición cabalmente porque son ideas de oposición; señores, son ideas infecundas, ideas estériles, ideas desastrosas, que es necesario combatir hasta que mueran, que es necesario combatir hasta que queden enterradas aquí, en su cementerio natural, bajo de estas bóvedas, al pié de esa tribuna.
El Sr. Cortina, siguiendo las tradiciones del partido á quien capitanea y representa; siguiendo, digo, las tradiciones de este partido desde la revolución de febrero, ha pronunciado un discurso dividido en tres partes, que yo llamaré inevitables. Primera, un elogio del partido, fundado en una relación de sus méritos pasados. Segunda, el memorial de agravios presentes del partido. Tercera, un programa ó sea una relación de méritos futuros. Señores de la mayoría, yo vengo aquí á defender vuestros principios, pero no esperéis de mi ni un solo elogio : sois los vencedores, y nada sienta en la frente del vencedor como una corona de modestia.
No esperéis de mí, señores, que hable de vuestros agravios : no tenéis agravios personales que vengar, sino los agravios hechos á la sociedad y al trono por los traidores á su Reina y á su patria. No hablaré de vuestra relación de méritos ¿Para qué fin hablaría de ellos? ¿Para que la nación los sepa? La nación se los sabe de memoria.
El Sr. Cortina, señores, dividió su discurso en dos cuestiones, que desde luego se presentan al alcance de todos los señores diputados. S. S. trató de la política exterior, de la política interior del Gobierno, y llamó política exterior importante para España la política ó los acontecimientos ocurridos en París, en Londres y en Roma. Yo tocaré también esas cuestiones.
Después descendió S. S. á la política interior, y la política interior, tal como la ha tratado el Sr. Cortina, se divide en dos partes : una, cuestión de principios, y otra, cuestión de hechos: una, cuestión de sistema, y otra, cuestion de conducta. A la cuestión de hechos , á la cuestión de conducta, ya ha contestado el Ministerio, que esa quien correspondía contestar, que es quien tiene los datos para ello, por el órgano de los señores ministros de Estado y Gobernación, que han desempeñado este encargo con la elocuencia que acostumbran. Me queda para mi casi intacta la cuestión de principios : esta cuestión solamente abordaré; pero la abordaré, si el Congreso me lo permite , de lleno.
Señores: ¿cuál es el principio del Sr. Cortina? El principio de S. S., bien analizado su discurso, es el siguiente en la política interior : la legalidad, todo por la legalidad, todo para la legalidad, la legalidad siempre, la legalidad en todas circunstancias ,' la legalidad en todas ocasiones : y yo, señores, que creo que las leyes se han hecho para las sociedades, y no las sociedades para las leyes, digo : la sociedad, todo para la sociedad, todo por la sociedad, la sociedad siempre, la sociedad en todas circunstancias, la sociedad en todas ocasiones.
Cuando la legalidad basta para salvar á la sociedad, la legalidad; cuando no basta, la dictadura. Señores, esta palabra tremenda, que tremenda es, aunque no tanto como la palabra revolución, que es la mas tremenda de todas; digo que esta palabra tremenda ha sido pronunciada aquí por un hombre que todos conocen : no ha sido hecho por cierto de la madera de los dictadores. Yo he nacido para comprenderlos, no he nacido para imitarlos. Dos cosas me son imposibles : condenar la dictadura y ejercerla. Por eso lo declaro aquí alta, noble y francamente. Estoy incapacitado de gobernar : no puedo aceptar el gobierno en conciencia : yo no podría aceptarle sin poner la mitad de mí mismo en guerra con la otra mitad, sin poner en guerra mi instinto contra mi razón, sin poner en guerra mi razón contra mi instinto.
Por esto, señores, y yo apelo al testimonio de todos los que me conocen, ninguno puede levantarse ni aquí ni fuera de aquí, que haya tropezado conmigo en el camino de la ambición, tan lleno de gentes; ninguno. Pero todos me encontrarán, todos me han encontrado en el camino modesto de los buenos ciudadanos. Solo así, señores, cuando mis dias estén contados, cuando baje al sepulcro, bajaré sin el remordimiento de haber dejado sin defensa á la sociedad bárbaramente atacada, y al mismo tiempo sin el amarguísimo, y para mí insoportable dolor, de haber hecho mal á un hombre.
Digo, señores, que la dictadura en ciertas circunstancias, en circunstancias dadas, en circunstancias como las presentes, es un gobierno legítimo, es un gobierno bueno, es un gobierno provechoso como cualquier otro gobierno, es un gobierno racional, que puede defenderse en la teoría, como puede defenderse en la práctica. Y si no, señores, ved lo que es la vida social. La vida social, señores, como la vida humana, se compone de la acción y de la reacción, del flujo y reflujo de ciertas fuerzas invasoras y de ciertas fuerzas resistentes.
Esta es la vida social, así como esta es también la vida humana. Pues bien: las fuerzas invasoras, llamadas enfermedades en el cuerpo humano, y de otra manera en el cuerpo social, pero siendo esencialmente la misma cosa, tienen dos estados : hay uno en que están derramadas por toda la sociedad, en el que estas fuerzas invasoras están reconcentradas solo en individuos : hay otro estado agudísimo de enfermedad, en que se reconcentran mas, y están representadas por asociaciones políticas. Pues bien : yo digo que no existiendo las fuerzas resistentes, lo mismo en el cuerpo humano que en el cuerpo social, sino para rechazar las fuerzas invasoras, tienen que proporcionarse necesariamente á su estado. Cuando las fuerzas invasoras están derramadas, las resistentes lo están también; lo están por el Gobierno, por las autoridades y por los tribunales, y en una palabra, por todo el cuerpo social; pero cuando las fuerzas invasoras se reconcentran en asociaciones políticas , entonces necesariamente, sin que nadie lo pueda impedir, sin que nadie tenga derecho á impedirlo , las fuerzas resistentes por sí mismas se reconcentran en una mano. Esta es la teoría clara, luminosa, indestructible de la dictadura.
Y esta teoría, señores , que es una verdad en el orden racional, es un hecho constante en el orden histórico. Citadme una sociedad que no haya tenido la dictadura, citádmela. Ved, sino, qué pasaba en la democrática Atenas, lo que pasaba en la aristocrática Roma, En Atenas, ese poder omnipotente estaba en las manos del pueblo, y se llamaba ostracismo ; en Roma, ese poder omnipotente estaba en manos del Senado, que le delegaba en un barón consular, y se llamaba como entre nosotros dictadura. Ved las sociedades modernas, señores; ved la Francia en todas sus vicisitudes. No hablaré de la primera república, que fue una dictadura gigantesca sin fin, llena de sangre y de horrores. Hablo de época posterior. En la Carta de la Restauración la dictadura se había refugiado ó buscado un asilo en el artículo 14 : en la Carta de i 830 se encontró en el preámbulo; ¿ y en la república actual ? De esta no digamos nada. ¿Qué es sino la dictadura con el mote de República?
Aquí se ha citado, y en mala hora, por el Sr. Galvez Cañero la Constitución inglesa. Señores, la Constitución inglesa cabalmente es la única en el mundo, tan sabios son los ingleses, en que la dictadura no es de derecho excepcional sino de derecho común, y la cosa es clara. El Parlamento tiene en todas ocasiones, en todas épocas, cuando quiere, pues no tiene mas límite que el de todos los poderes humanos, la prudencia, este poder.
Tiene todas las facultades, y estas constituyen el poder dictatorial, de hacer todo lo que no sea hacer de una mujer un hombre, ó de un hombre una mujer, como dicen sus jurisconsultos. Tiene facultades para suspender el habeas corpus, para proscribir por medio de un bill d'attaner: puede cambiar de constitución, puede variar hasta de dinastía, y no solo de dinastía, sino hasta de religión, y oprimir las conciencias; en una palabra, lo puede todo. ¿Quién ha visto, señores, una dictadura mas monstruosa?
He probado que la dictadura es una verdad en el orden teórico, que es un hecho en el orden histórico. Pues ahora voy á decir mas : la dictadura es otro hecho en el orden divino. Señores, Dios ha dejado hasta cierto punto á los hombres el gobierno de las sociedades humanas, y se ha reservado para sí exclusivamente el gobierno del universo. El universo está gobernado por Dios, si pudiera decirse así; y si en cosas tan altas pudieran aplicarse las expresiones del lenguaje parlamentario, diría que Dios gobierna el mundo constitucionalmente. Y, señores, la cosa me parece de la mayor claridad, y sobre todo de la mayor evidencia. Está gobernado por ciertas leyes precisas, indispensables, á que se llama causas secundarias. ¿Qué son estas leyes sino leyes análogas á las que se llaman fundamentales respecto de las sociedades humanas?
Pues bien, señores, si con respecto al mundo físico Dios es el legislador, como respecto á las sociedades humanas lo son los legisladores, ¿ gobierna Dios siempre con esas mismas leyes que él á sí mismo se impuso en su eterna sabiduría, y á las que nos sujetó á todos? No, señores, pues algunas veces, directa, clara y explícitamente manifiesta su voluntad soberana, quebrantando esas mismas leyes que él mismo se impuso, y torciendo el curso natural de las cosas. Y bien , señores, cuando obra así, ¿no podría decirse, si el lenguaje humano pudiera aplicarse á las cosas divinas, que obra dictatorialmente?
Esto prueba, señores, cuan grande es el delirio de un partido que cree poder gobernar con menos medios que Dios, quitándose á sí propio el medio, algunas veces necesario , de la dictadura. Señores, siendo esto así, la cuestión, reducida á sus verdaderos términos, no consiste ya en averiguar si la dictadura es sostenible, si en ciertas circunstancias es buena : la cuestión consiste en averiguar si han llegado ó pasado por España estas circunstancias. Este es el punto mas importante, y es al que voy á contraerme exclusivamente ahora. Para esto tendré que echar una ojeada, y en esto no haré mas que seguir las pisadas de todos los oradores que me han precedido; una ojeada por Europa y otra ojeada por España.
Señores, la revolución de febrero vino como viene la muerte, de improviso. Dios, señores, habia condenado á la monarquía francesa. En vano esta institución se había trasformado hondamente para acomodarse á las circunstancias y á los tiempos ; ni aun esto la valió : su condenación fue inapelable, y su pérdida infalible. La monarquía de derecho divino concluyó con Luis XVI en un cadalso : la monarquía de la gloria concluyó con Napoleón en una isla : la monarquía hereditaria concluyó con Carlos X en el destierro ; y con Luis Felipe ha concluido la última de todas las monarquias posibles, la monarquía de la prudencia. ¡Triste y lamentable espectáculo, señores, el de una institución venerabilísima, antiquísima, gloriosísima, á quien de nada vale, ni el derecho divino, ni la legitimidad, ni la prudencia ni la gloria!
Señores, cuando vino á España la grande nueva de esa grande revolución, todos nos quedamos consternados y atónitos. Nada era comparable á nuestro asombro y á nuestra consternación, sino la consternación y el asombro de la monarquía vencida. Digo mas: había un asombro mayor, una consternación mas grande que la de la monarquía vencida,y era la de la república vencedora. Aun ahora mismo : diez meses van pasados ya desde su triunfo ; preguntadla cómo venció; preguntadla por qué venció; preguntadla con qué fuerzas venció, y no sabrá qué responderos. Esto consiste en que la república no venció, la república fue el instrumento de victoria de un poder mas alto.
Ese poder, señores, cuando esté consumada su obra, así como fue fuerte para destruir la monarquía con un escrúpulo de república, será fuerte también, si necesario fuera y conveniente á sus fines, para derribar la república con un escrúpulo de imperio, ó con un escrúpulo de monarquía. Esta revolución, señores, ha sido objeto de grandes comentarios en sus causas y en sus efectos, en todas las tribunas de Europa, y entre otras en la tribuna española. Yo he admirado aquí y allí la lamentable lijereza con que se trata de las causas hondas de las revoluciones. Señores, aquí, como en otras partes, no se atribuyen las revoluciones sino á los defectos de los gobiernos. Cuando las catástrofes son universales, imprevistas, simultáneas, son siempre cosa providencial; porque, señores, estos y no otros son los caracteres que distinguen las obras de Dios de las obras de los hombres.
Cuando las revoluciones presentan esos síntomas, estad seguros que vienen del cielo, y que vienen por culpa y para castigo de todos.¿ Queréis, señores, saber la verdad, y toda la verdad concerniente á las causas de la revolución última francesa? Pues la verdad llegó el dia de la gran liquidación de todas las clases de la sociedad con la Providencia, que en ese dia tremendo todas se han encontrado fallidas. En ese dia han venido á liquidación con la Providencia, y repito que todas en esa liquidación se han encontrado fallidas. Digo mas, señores : la república misma, el dia mismo de su victoria se declaró también en quiebra. La república habia dicho de sí, que venia á sentar en el mundo la dominación de la libertad, de la igualdad, de la fraternidad, esos tres dogmas que no vienen de la república, sino que vienen del Calvario. Y bien, señores, ¿qué ha hecho después? En nombre de la libertad ha hecho necesaria, ha proclamado, ha aceptado la dictadura; en nombre de la igualdad, con el título de republicanos de la víspera, de republicanos del dia siguiente, de republicanos de nacimiento, ha inventado no sé qué especie de democracia aristocrática, y no sé qué género de ridículos blasones; en fin, señores, en nombre de la fraternidad ha restaurado la fraternidad pagana, la fraternidad de Eteocles y Polinices; y los hermanos se han devorado unos á otros en las calles de París, en la batalla mas gigantesca que dentro de los muros de una ciudad han presenciado los siglos. A esa república que se llamó de las tres verdades , yo la desmiento; es la república de las tres blasfemias, es la república de las tres mentiras.
Viniendo ahora á las causas de esta revolución , el partido progresista tiene unas mismas causas para todo. El Sr. Cortina nos dijo ayer que hay revoluciones porque hay ilegalidades, y porque el instinto de los pueblos los levanta uniforme y espontáneamente contra los tiranos. Antes nos habia dicho el Sr. Ordaz Avecilla : ¿Queréis evitar las revoluciones? dad de comer á los hambrientos. Véase, pues, aquí la teoría del partido progresista en toda su extensión: las causas de la revolución son por una parte la miseria, por otra la tirania. Señores, esa teoría es contraría, totalmente contraria á la historia. Yo pido que se rae cite un ejemplo de una revolución hecha y llevada á cabo por pueblos esclavos ó por pueblos hambrientos. Las revoluciones son enfermedades de los pueblos ricos; las revoluciones son enfermedades de los pueblos libres. El mundo antiguo era un mando en que los esclavos componían la mayor parte del género humano; citadme cuál revolución fue hecha por esos esclavos.
Lo mas que pudieron conseguir fue fomentar algunas guerras civiles; pero, las revoluciones profundas fueron hechas siempre por opulentísimos aristócratas. No, señores ; no está en la esclavitud, no está en la miseria el germen de las revoluciones: el germen de las revoluciones está en los deseos sobreexcitados de la muchedumbre por los tribunos que las explotan y benefician. Y seréis como los ricos : ved ahí la fórmula de las revoluciones socialistas contra las clases medias; y seréis como los nobles : ved ahí la fórmula de las revoluciones de las clases medias contra las clases nobiliarias: y seréis como los reyes; ved ahí la fórmula de las revoluciones de las clases nobiliarias contra los reyes; por último, señores; y seréis á manera de Dioses: ved ahí la fórmula de la primera rebelión del primer hombre contra Dios. Desde Adán, el primer rebelde, hasta Prudhom, el último impío, esa es la fórmula de todas las revoluciones.
El gobierno español, como era su deber, no quiso que esa fórmula tuviese su aplicación en España; tanto menos lo quiso cuanto la situación interior no era la mas lisonjera ; y era menester prevenirse así contra las eventualidades del interior como contra las eventualidades exteriores. Para no haberlo hecho así, era necesario haber desconocido de todo punto la marcha de una corriente magnética que se desprende de los focos de acción revolucionaria, y que va inficionándolo todo por el mundo.
La situación interior, en pocas palabras, era esta. La cuestión política no estaba, no ha estado nunca, no está de todo punto resuelta: no se resuelven así tan fácilmente cuestiones políticas en sociedades tan soliventadas por las pasiones. La cuestión dinástica no estaba concluida, porque aunque es verdad que en ella somos nosotros los vencedores , no teníamos la resignación del vencido , que es el complemento de la victoria. La cuestión religiosa estaba en muy mal estado. La cuestión de las bodas, todos lo sabéis, estaba exacerbada. Yo pregunto, señores, supuesto , como he probado ya, que la dictadura sea en circunstancias dadas legítima, en circunstancias dadas provechosa, ¿estábamos ó no estábamos en esas circunstancias? Sino habían llegado, decidme cuáles otras mas graves han aparecido en el mundo. La experiencia vino á demostrar que los cálculos del Gobierno y la previsión de esta Cámara no habían sido infundados. Todos lo sabéis, señores: yo en esto hablaré muy de paso, porque todo lo que es alimentar pasiones, lo detesto; no he nacido para eso; todos sabéis que se proclamó la república á trabucazos por las calles de Madrid; todos sabéis que se ganó parte de la guarnición de Madrid y de Sevilla; todos sabéis que sin la resistencia enérjica, activa del Gobierno, toda España, desde las columnas de Hércules al Pirineo, de un mar á otro mar, hubiera sido un lago de sangre. Y no solo España: ¿sabéis qué males, si hubiera triunfado la revolución, se habrían propagado por el mundo? ¡Ah señores! Cuando se piensa en estas cosas, fuerza es exclamar que el Ministerio que supo resistir y supo vencer, mereció bien de su patria.
Esta cuestión vino á complicarse con la cuestión inglesa : voy á decir antes de entrar en ella, y desde ahora anuncio que no entraré sino para salir de ella inmediatamente , porque así lo conceptúo conveniente y oportuno ; pero antes de entrar en ella me permitirá el Congreso que exponga algunas ideas generales que me parecen convenientes.
Señores, yo he creído siempre que la ceguedad es una señal así en los hombres, como en los gobiernos, como en las naciones, de perdición. Yo he creído que Dios comienza por cegar siempre á los que quiere perder; yo he creído que para que no vean el abismo que pone á sus pies, comienza por turbarles la cabeza. Aplicando estas ideas á la política general seguida de algunos años á esta parte por la Inglaterra y por la Francia, señores, lo diré aquí, hace mucho que yo he predicho grandes desventuras y catástrofes : un hecho histórico, un hecho averiguado, un hecho incontrovertible es que el encargo providencial de la Francia es ser el instrumento de la Providencia en la propagación de las ideas nuevas, así políticas como religiosas y sociales. En los tiempos modernos tres grandes ideas han invadido la Europa : la idea católica, la idea filosófica, la idea revolucionaria.
Pues bien, señores, en esos tres períodos la Francia se ha hecho siempre hombre para propagar esas ideas. Carlo- Magno fué la Francia hecha hombre para propagar la idea católica; Voltaire fue la Francia hecha hombre para propagar la idea filosófica; Napoleón ha sido la Francia hecha hombre para propagar la idea revolucionaria. Del mismo modo creo que el encargo providencial de la Inglaterra es mantener el justo equilibrio moral del mundo, haciendo contraste perpetuo con la Francia. La Francia es lo que el flujo, la Inglaterra lo que el reflujo del mar.
Suponed por un momento el flujo sin el reflujo; los mares se extenderían por todos los continentes : suponed el reflujo sin el flujo, los mares desaparecerían de la tierra. Suponed la Francia sin la Inglaterra; el mundo no se movería sino en medio de convulsiones, cada día tendría una nueva constitución, cada hora una nueva forma de gobierno. Suponed la Inglaterra sin la Francia : el mundo vegetaría siempre bajo la carta del venerable Juan sin Tierra, que es el tipo permanente de todas las constituciones británicas. ¿Qué significa, pues, señores, la coexistencia de estas dos naciones poderosas? Significa, señores, el progreso limitado por la estabilidad, la estabilidad vivificada por el progreso.
Pues bien, señores; de algunos años á esta parte, y apelo á la historia contemporánea y á vuestros recuerdos, esas dos grandes naciones han perdido la memoria de sus hechos, han perdido la memoria de su encargo providencial en el mundo. La Francia , en vez de derramar por la tierra ideas nuevas, predicó por todas partes el statu quo: el statu quo en Francia, el statu quo en España, el statu quo en Italia, el statu quo en el Oriente. Y la Inglaterra en vez de predicar la estabilidad, predicó en todas partes las revueltas : en España, en Portugal, en Francia, en Italia y en la Grecia. ¿Y qué resultó de aquí? Lo que había de resultar forzosamente; que las dos naciones, representando un papel que no había sido el suyo nunca, le han representado pésimamente. La Francia quiso convertirse de diablo en predicador: la Inglaterra de predicador en diablo.
Esta es, señores, la historia contemporánea; pero hablando solamente de la Inglaterra, porque es de la que me propongo hablar muy brevemente, diré que yo pido al cielo, señores, que no vengan sobre ella, como han venido sobre la Francia, las catástrofes que ha merecido por sus errores; porque nada es comparable al error de la Inglaterra de apoyar en todas partes los partidos revolucionarios. ¡Desgraciada! ¿No sabe que el dia del peligro esos partidos con mas instinto que ella la habrán de volver las espaldas? ¿No ha sucedido esto ya? Y ha debido suceder, señores, porque todos los revolucionarios del mundo saben que cuando las revoluciones van de veras, que cuando las nubes se agrupan , que cuando los horizontes se oscurecen, que cuando las olas suben á lo alto, el navio de la revolución no tiene mas piloto que la Francia.
Señores, esta fue la política seguida por la Inglaterra, ó por mejor decir, por su gobierno y sus agentes durante la última época. Yo he dicho, y repito, que no quiero tratar esta cuestión; me mueven á ello grandes consideraciones. Primera : la consideración del bien público, porque debo declarar aquí solemnemente que yo quiero la alianza mas íntima, la unión mas completa entre la nación española y la nación inglesa, á quien admiro y respeto como la nación quizá mas libre, mas fuerte y mas digna de serlo en la tierra. No quisiera, pues, con mis palabras exacerbar esta cuestión, y no quisiera tampoco perjudicar ó embarazar ulteriores declaraciones. Hay otra consideración que me mueve á no hablar mas de este asunto. Para hablar de él tendría que hacerlo de un hombre de quien fui amigo, mas amigo que el señor Cortina; pero yo no puedo ayudarle hasta el punto que el Sr. Cortina le ayudaba; la honra no me permite mas ayuda que el silencio.
El Sr. Cortina al tratar esta cuestión, permitame que se lo diga con franqueza, tuvo una especie de vahído, y se le olvidó quién era, dónde estaba y quiénes somos. S. S. creyó que era un abogado, y no era un abogado, que era un orador del Parlamento. S. S. creyó que hablaba ante jueces, y hablaba ante diputados. S. S. creyó que hablaba en un tribunal, y hablaba en una asamblea deliberante; creyó que hablaba de un pleito, y hablaba de un asunto político, grande, nacional, que si pleito era, era pleito entre dos naciones. Ahora bien, señores; ¿ debe doler profundamente al Sr. Cortina haber sido el abogado de la parte contraria á la nación española? ¡Y qué, señores! ¿es eso patriotismo por ventura?¿Es eso ser patriota? ¡Ah! no. ¿Sabéis lo que es ser patriota? Ser patriota, señores, es amar, es aborrecer, es sentir como ama, como aborrece nuestra patria.
Dije, señores, que pasaría muy de lijero por esta cuestión , y ya he pasado.
El Sr. SECRETARIO Lafuente Alcántara : Pasadas las horas de reglamento, se pregunta al Congreso si se prorroga la sesión. (Muchas voces : Sí, sí.) Se acordó afirmativamente.
El Sr. marques de VALDEGAMAS : Pero, señores, ni las circunstancias interiores que eran tan graves, ni las circunstancias exteriores que eran tan complicadas y peligrosas, son bastantes para disminuir la oposición en los señores que se sientan en aquellos bancos. ¡Y la libertad! nos dicen. ¡Pues qué! la libertad, ¿no es sobre todo? Y la libertad, á lo menos la individual, ¿no ha sido sacrificada? ¡La libertad, señores! ¿Saben el principio que proclaman y el nombre que pronuncian los que pronuncian esa palabra sagrada? ¿ Saben los tiempos en que viven? ¿No ha llegado hasta nosotros, señores, el ruido de las últimas catástrofes? ¡Qué! ¿no saben á esta hora que la libertad acabó? Pues qué, ¿no han asistido como he asistido yo con los ojos de mi espíritu á su dolorosa pasion? Pues qué, señores, ¿no la habéis visto vejada, escarnecida , herida alevemente por todos los demagogos del mundo ? ¿ No la habéis visto llevar su angustia por las montañas de la Suiza, por las orillas del Sena, por las riberas del Rhin y del Danubio, por la» márgenes del Tíber? ¿No la habéis visto subir al Quirinal, que ha sido su calvario ?
Señores, tremenda es la palabra; pero no debemos retraernos de pronunciar palabras tremendas si dicen la verdad, y yo estoy resuelto á decirla. ¡ La libertad acabó! No rematará, señores, ni al tercer dia, ni al tercer año, ni al tercer siglo quizá. ¿ Os gusta, señores, la tiranía que sufrimos? De poco os asustáis; veréis cosas mayores. Y aquí os ruego, señores, que guardéis en vuestra memoria mis palabras, porque lo que voy á decir, los sucesos que voy á anunciar en un porvenir mas próximo ó mas lejano, pero muy lejano nunca, se han de cumplir á la letra.
El fundamento, señores, de todos vuestros errores (dirigiéndose á los bancos de la izquierda) consiste en no saber cuál es la dirección de la civilización y del mundo. Vosotros creéis que la civilización y el mundo van, cuando la civilización y el mundo vuelven. El mundo, señores, camina con pasos rapidísimos á la constitución de un despotismo el mas gigantesco y asolador de que hay memoria en los hombres. A esto camina la civilización, y á esto camina el mundo. Para anunciar estas cosas no necesito ser profeta. Me basta considerar la combinación pavorosa de los acontecimientos humanos desde su único punto de vista verdadero, desde las alturas católicas.
Señores, no hay mas que dos represiones posibles, una interior y otra exterior; la religiosa y la política. Estas son de tal naturaleza, que cuando el termómetro religioso está subido, el termómetro de la represión política está bajo; y cuando el termómetro religioso está bajo, el termómetro político, la represión política, la tiranía está alta. Esta es una ley de la humanidad, una ley de la historia. Y si no, señores , ved lo que era el mundo, ved lo que era la sociedad que cae al otro lado de la Cruz, decid lo que era cuando no había represión interior, cuando no había represión religiosa. Entonces aquella era una sociedad de tiranías y de esclavos. Citadme un solo pueblo donde no haya esclavos y donde no haya tiranía. Este es un hecho incontrovertible, este es un hecho incontrovertido, este es un hecho evidente. La libertad, la libertad verdadera, la libertad de todos y para todos no vino al mundo sino con el Salvador del mundo. Este también es un hecho incontrovertido , es un hecho confesado hasta por los mismos socialistas que lo confiesan. Los socialistas llaman á Jesús un hombre divino, y los socialistas hacen mas, se llaman sus continuadores. ¡Sus continuadores, Santo Dios! ¿Ellos, los hombres de sangre y de venganzas, continuadores del que no vivió sino para hacer bien; del que no abrió la boca sino para bendecir; del que no hizo prodigios sino para librar á los pecadores del pecado, á los muertos de la muerte; el que en el espacio de tres años hizo la revolución mas grande que han presenciado los siglos, y la llevó á cabo sin haber derramado mas sangre que la suya?
Señores, os ruego me prestéis atención; voy á poneros en presencia del paralelismo mas maravilloso que ofrece la historia. Vosotros habéis visto que en el mundo antiguo, cuando la represión religiosa no podia bajar mas porque no existia ninguna, la represión política subió hasta no poder mas, porque subió hasta la tiranía. Pues bien, con Jesucristo , donde nace la represión religiosa, desaparece completamente la represión política. Es esto tan cierto, que habiendo fundado Jesucristo una sociedad con sus discípulos, fue aquella la única sociedad que ha existido sin gobierno. Entre Jesús y sus discípulos no habia mas gobierno que el amor del Maestro á los discípulos y el amor de los discípulos al Maestro. Es decir, que cuando la represión era completa, la libertad era absoluta.
Sigamos el paralelismo. Llegan los tiempos apostólicos, que los estenderé, porque así conviene ahora á mi propósito, desde los tiempos apostólicos propiamente dichos, hasta la subida del cristianismo al Capitolio en tiempo de Constantino el Grande. En este tiempo, señores, la religión cristiana, es decir la represión religiosa interior, estaba en todo su apogeo; pero aunque estaba en todo su apogeo, sucedió lo que sucede en todas las sociedades compuestas de hombres, que comenzó á desarrollarse un germen, nada mas que un germen de licencia y de libertad religiosa. Pues bien, señores, observad el paralelismo : á este principio de descenso en el termómetro religioso corresponde un principio de subida en el termómetro politico. No hay todavía gobierno, no es necesario el gobierno , pero es necesario ya un germen de gobierno. Así en la sociedad cristiana entonces no habia de hecho verdaderos magistrados, sino jueces arbitros y amigables componedores, que son el embrión del gobierno. Realmente no habia mas que eso; los cristianos de los tiempos apostólicos no tuvieron pleitos, no iban á los tribunales, decidían sus contiendas por medio de arbitros. Obsérvese, señores, cómo con la corrupción va creciendo el gobierno.
Llegan los tiempos feudales, y en estos la religión se encuentra todavía en su apogeo, pero hasta cierto punto viciada por las pasiones humanas. ¿Qué es lo que sucede, señores, en este tiempo en el mundo político? Que ya es necesario un gobierno real y efectivo, pero que basta el mas débil de todos, y así se establece la monarquía feudal, la mas débil de las monarquías.
Seguid observando el paralelismo. Llega, señores, el siglo XVI. En este siglo, con la gran reforma luterana, con ese grande escándalo político y social, tanto como religioso, con ese acto de emancipación intelectual y moral de los pueblos, coinciden las siguientes instituciones. En primer lugar, en el instante, las monarquías, de feudales, se hacen absolutas.Vosotros creeréis, señores, que mas que absoluta no puede ser una monarquía : un gobierno, ¿qué puede ser mas que absoluto? Pero era necesario, señores, que el termómetro de la represión política subiera mas, porque el termómetro religioso seguía bajando; y con efecto subió mas. ¿Y qué nueva institución se creó? La de los ejércitos permanentes. ¿Y sabéis, señores, lo que son ejércitos permanentes? Para saberlo, basta saber lo que es un soldado : un soldado es un esclavo con uniforme. Así, pues, veis que en el momento en que la represión religiosa baja, la represión política sube al absolutismo, y pasa mas allá. No bastaba á los gobiernos ser absolutos; pidieron y obtuvieron el privilegio de ser absolutos y tener un millón de brazos.
A pesar de esto, señores, era necesario que el termómetro político subiera mas, porque el termómetro religioso seguia bajando; y subió mas. ¿Qué nueva institución, señores, se creó entonces? Los gobiernos dijeron : tenemos un millón de brazos y no nos bastan; necesitamos mas, necesitamos un millón de ojos; y tuvieron la policía, y con la policía un millón de ojos. A pesar de esto, señores , todavía el termómetro político y la represión política debían subir, porque á pesar de todo, el termómetro religioso seguia bajando; y subieron.
A los gobiernos, señores, no les bastó tener un millón de brazos; no les bastó tener un millón de ojos; quisieron tener un millón de oídos, y los tuvieron con la centralización administrativa, por la cual vienen á parar al gobierno todas las reclamaciones y todas las quejas.
Y bien, señores; no bastaba esto, porque el termómetro religioso siguió bajando, y era necesario que el termómetro político subiera mas. ¡Señores, hasta dónde! Pues subió mas.
Los gobiernos dijeron : no me bastan para reprimir, un millón de brazos; no me bastan para reprimir, un millón de ojos; no me bastan para reprimir, un millón de oídos; necesitamos mas : necesitamos tener el privilegio de hallarnos á un mismo tiempo en todas partes. Y lo tuvieron; y se inventó el telégrafo.
Señores, tal era el estado de la Europa y del mundo cuando el primer estallido de la última revolución vino á anunciarnos, á anunciarnos á todos, que no habia bastante despotismo en el mundo; porque el termómetro religioso estaba por bajo de cero. Ahora bien, señores, una de dos...
Yo he prometido, y cumpliré mi palabra, hablar hoy con toda franqueza.
Pues bien, una de dos : ó la reacción religiosa viene ó no : si hay reacción religiosa, ya veréis, señores, como subiendo el termómetro religioso comienza á bajar natural, espontáneamente, sin esfuerzo ninguno de los pueblos, ni de los gobiernos, ni de los hombres, el termómetro político, hasta señalar el dia templado de la libertad de los pueblos : pero si por el contrario, señores, y esto es grave (no hay la costumbre de llamar la atención de las asambleas deliberantes sobre las cuestiones hacia donde yo la he llamado hoy; pero la gravedad de los acontecimientos del mundo me dispensa, y yo creo que vuestra benevolencia sabrá también dispensarme); pues bien, señores, yo digo que si el termómetro religioso continúa bajando, no sé adonde hemos de parar. Yo, señores, no lo sé, y tiemblo cuando lo pienso. Contemplad las analogías que he puesto á vuestros ojos; y si cuando la represión religiosa estaba en su apogeo no era necesario ni gobierno ninguno siquiera, cuando la represión religiosa no exista, no habrá bastante con ningún género de gobierno, todos los despotismos serán pocos.
Señores, esto es poner el dedo en la llaga, esta es la cuestión de España, la cuestión de Europa, la cuestión de la humanidad, la cuestión del mundo.
Considerad una cosa, señores. En el mundo antiguo la tiranía fue feroz y asoladora, y sin embargo esa tiranía estaba limitada físicamente, porque todos los Estados eran pequeños, y porque las relaciones internacionales eran imposibles de todo punto; por consiguiente en la antigüedad no pudo haber tiranías en grande escala, sino una sola, la de Roma. Pero ahora, señores, ¡cuan mudadas están las cosas! Señores, las vias están preparadas para un tirano gigantesco, colosal, universal, inmenso; todo está preparado para ello : señores, miradlo bien; ya no hay resistencias ni físicas ni morales : no hay resistencias físicas, porque con los barcos de vapor y los caminos de hierro no hay fronteras; no hay resistencias físicas, porque con el telégrafo eléctrico no hay distancias; y no hay resistencias morales, porque todos los ánimos están divididos y todos los patriotismos están muertos. Decidme, pues, si tengo ó no razón cuando me preocupo por el porvenir próximo del mundo : decidme si al tratar de esta cuestión no trato de la cuestión verdadera.
Una sola cosa puede evitar la catástrofe, una y nada mas : eso no se evita con dar mas libertad, mas garantías, nuevas constituciones; eso se evita procurando todos,hasta donde nuestras fuerzas alcancen, provocar una reacción saludable, religiosa. Ahora bien, señores : ¿es posible esta reacción? Posible lo es : pero ¿es probable ? Señores, aquí hablo con la mas profunda tristeza : no la creo probable. Yo he visto, señores, y conocido á muchos individuos que salieron de la fe y han vuelto á ella: por desgracia, señores, no he visto jamas á ningún pueblo que haya vuelto á la fe después de haberla perdido.
Si aun me quedara alguna esperanza , la hubieran disipado, señores, los últimos sucesos de Roma : y aquí voy á decir dos palabras sobre esta cuestión, tratada también por el Sr. Cortina.
Señores, los sucesos de Roma no tienen un nombre : ¿cómo los llamaríais, señores? ¿Los llamaríais deplorables? Deplorables, todos los que he citado lo son; esos son mucho mas. ¿Los llamaríais horribles? Señores, esos acontecimientos son sobre todo horror.
Habia en Roma, ya no le hay, sobre el trono mas eminente el varón mas justo, el varón mas evangélico de la tierra. ¿Qué ha hecho Roma de ese varón evangélico, de ese varón justo?¿Qué ha hecho esa ciudad en donde han imperado los héroes, los Césares y los pontífices? Ha trocado el trono de los pontífices por el trono de los demagogos. Rebelde á Dios, ha caído bajo la idolatría del puñal. Eso ha hecho. El puñal, señores, el puñal demagógico, el puñal sangriento, ese es el ídolo de Roma. Ese es el ídolo que ha derribado á Pió IX. Ese es el ídolo que pasean por las calles tropas de caribes. ¿Dije caribes? dije mal, que los caribes son feroces, pero los caribes no son ingratos.
Señores, me he propuesto hablar con toda franqueza, y hablaré. Digo que es necesario que el rey de Roma vuelva á Roma, ó que no quede en Roma, aunque pese al Sr. Cortina, piedra sobre piedra.
El mundo católico no puede consentir, y no consentirá en la destrucción virtual del cristianismo por una ciudad sola entregada al frenesí de la locura. La Europa civilizada no puede consentir, y no consentirá que se desplome, señores, la cúpula del edificio de la civilización europea. El mundo, señores, no puede consentir, y no consentirá que en Roma, esa ciudad insensata, se verifique el advenimiento al trono de una nueva y extraña dinastía, la dinastía del crimen. Y no se diga, señores, como dice el Sr. Cortina, como dicen en periódicos y discursos los señores que se sientan en aquellos bancos, que hay dos cuestiones allí, una temporal y otra espiritual, y que la cuestión ha sido entre el rey temporal y su pueblo. Que el pontífice ha sido respetado, que el pontífice existe todavía. Dos palabras sobre esta cuestión, dos palabras, señores, lo explicarán todo.
Sin duda ninguna el poder espiritual es lo principal en el Papa, el temporal es accesorio; pero ese accesorio es necesario : el mundo católico tiene el derecho de exigir que el oráculo infalible de sus dogmas sea libre é independiente : el mundo católico no puede tener una ciencia cierta, como se necesita, de que es independiente y libre, sino cuando es soberano, porque solo el soberano no depende de nadie. Por consiguiente, señores, la cuestión de soberanía, que es una cuestión política en todas partes, es en Roma ademas una cuestión religiosa; el pueblo que puede ser soberano en todas partes, no puede serlo en Roma; asambleas constituyentes que pueden existir en todas partes, no pueden existir en Roma; en Roma no puede haber mas poder constituyente que el poder constituido. Roma, señores, los Estados pontificios, no pertenecen al Estado de Roma, no pertenecen al papa; los Estados pontificios pertenecen al mundo católico; el mundo católico se los ha reconocido al papa para que fuera libre é independiente, y el papa mismo no puede despojarse de esa soberanía, de esa independencia.
Señores, voy á concluir, porque el Congreso está muy cansado y yo lo estoy también. (Varios señores : No, no.) Señores, francamente tengo que declarar aquí, que no puedo extenderme mas porque tengo la boca mala, y ha sido un prodigio que yo pueda hablar, pero lo principal que tenia que decir lo he dicho ya.
Después de haber tratado las tres cuestiones exteriores que trató el Sr. Cortina, vuelvo, para concluir, á la interior. Señores , desde el principio del mundo hasta ahora ha sido una cosa discutable si convenía mas el sistema de la resistencia ó el sistema de las concesiones, para evitar las revoluciones y los trastornos; pero afortunadamente, señores, esa que ha sido una cuestión desde el primer año de la creación hasta el año 48, en el año de gracia de 48 ya no es cuestión de ninguna especie, porque es cosa resuelta : yo, señores, si me lo permitiera el mal que padezco en la boca, haria aquí una reseña de todos los acontecimientos desde febrero hasta ahora, que prueban estas aserciones; pero me contentaré con recordar dos : el de la Francia, señores : allí la monarquía, que no cedió, fue vencida por la república que apenas tenia fuerza para moverse; y la república que apenas tenia fuerza para moverse, porque resistió, venció al socialismo.
En Roma, que es otro ejemplo que quiero citar, ¿qué ha sucedido? ¿No estaba allí vuestro modelo? Decidme : si vosotros fuerais pintores y quisierais pintar el modelo de un rey, ¿encontraríais otro modelo que no fuera su original Pió IX? Señores, Pió IX quiso ser, como su divino Maestro, magnífico y dadivoso : halló proscriptos en su país, y les tendió la mano y los devolvió á su patria : había reformistas, señores, y les dio reformas : habia liberales, señores, y los hizo libres : cada palabra suya, señores, fue un beneficio : y ahora, señores, decidme, ¿ sus beneficios no igualan, si no exceden, á sus ignominias? Y en vista de esto, señores, ¿el sistema de las concesiones no es una cosa resuelta?
Señores, si aquí se tratara de elegir, de escoger entre la libertad por un lado y la dictadura por otro, aquí no habría disenso ninguno; porque ¿quién , pudiendo abrazarse con la libertad, se hinca de rodillas ante la dictadura? Pero no es esta la cuestión. La libertad no existe de hecho en Europa; los gobiernos constitucionales que la representaban años atrás, no son ya en casi todas partes, señores, sino una armazón de un esqueleto sin vida. Recordad una cosa, recordad á Roma imperial. En la Roma imperial existen todas las instituciones republicanas, existen los omnipotentes dictadores, existen los inviolables tribunos, existen las familias senatorias, existen los eminentes cónsules; todo esto, señores, existe; no falta mas que una cosa, y no sobra mas que otra cosa : sobra un hombre, y falta la república.
Pues esos son, señores, en casi toda Europa los gobiernos constitucionales; sin pensarlo, sin saberlo el señor Cortina, nos lo demostró el otro dia. ¿No nos decia V. S. que prefiere, y con razón, lo que dice la historia á lo que dicen las teorías? A la historia apelo. ¿Qué son, señor Cortina, esos gobiernos con sus mayorías legítimas, vencidas siempre por las minorías turbulentas, con sus ministros responsables que de nada responden, con sus reyes inviolables siempre violados? Así, señores, la cuestión , como he dicho antes, no está entre la libertad y la dictadura; si estuviera entre la libertad y la dictadura, yo votaría por la libertad, como todos los que nos sentamos aquí. Pero la cuestión es esta, y concluyo : se trata de escoger entre la dictadura de la insurrección y la dictadura del Gobierno ; puesto en este caso yo escojo la dictadura del Gobierno, como menos pesada y menos afrentosa : se trata de escoger entre la dictadura que viene de abajo y la dictadura que viene de arriba; yo escojo lo que viene de arriba, porque viene de regiones mas limpias y serenas: se trata de escoger, por último, entre la dictadura del puñal y la dictadura del sable; yo escojo la dictadura del sable, porque es mas noble. Señores, al votar nos dividiremos en esta cuestión, y dividiéndonos seremos consecuentes con nosotros mismos. Vosotros, señores, votaréis, como siempre, lo mas popular; nosotros, señores, como siempre, votaremos lo mas saludable.
miércoles, 16 de agosto de 2017
Ensayo de una redefinición de la oposición derecha/izquierda
Gustavo Bueno escribió el mito de la izquierda y el mito de la derecha. Sin embargo, en sus últimos años tuvo que reconocer paladinamente que se había producido en las democracias capitalistas de mercado pletórico de bienes la ecualización entre todos los partidos de tales regímenes plutocráticos. Digamos que la doctrina de Gustavo Bueno era válida para describir las ideologías entre 1789 y 1992 pero el escenario había cambiado.
La propuesta mía es asumir tal ecualización en los Estados democráticos como reducción a la derecha. A fin de cuentas, se asume el capitalismo, la propiedad privada, la democracia burguesa, el Estado del Bienestar y los derechos humanos y la ideología del Estado de Derecho. Si no hay fuerzas revolucionarias antisistema que pretendan destruir tales sociedades, no habría una izquierda políticamente significativa.
Sin embargo, en España hay un partido financiado por Venezuela y por Irán llamado Podemos que sí que pretende la revolución y que se inspira en las ideas de Lenin para tomar el poder político. Votado por más de 5 millones de individuos que compran tal mercancía averiada, la de la revolución, aunque sea bolivariana o chiripitifláutica. Entonces estamos en condiciones de afirmar que Podemos es un partido de izquierda, revolucionario, antisistema, que aplica las técnicas leninistas para la conquista del poder político. Si a esto le sumamos el PSOE radicalizado, podemos decir que España es el único país de Europa con riesgo de tener un gobierno revolucionario.
Ignoro si las fuerzas armadas darían un golpe de Estado contrarrevolucionario o tendrían que ser la OTAN y la UE quienes intervendrían. No creo que nadie quiera una Venezuela en Europa. Tampoco creo que tal revolución beneficie al pueblo español.
La propuesta mía es asumir tal ecualización en los Estados democráticos como reducción a la derecha. A fin de cuentas, se asume el capitalismo, la propiedad privada, la democracia burguesa, el Estado del Bienestar y los derechos humanos y la ideología del Estado de Derecho. Si no hay fuerzas revolucionarias antisistema que pretendan destruir tales sociedades, no habría una izquierda políticamente significativa.
Sin embargo, en España hay un partido financiado por Venezuela y por Irán llamado Podemos que sí que pretende la revolución y que se inspira en las ideas de Lenin para tomar el poder político. Votado por más de 5 millones de individuos que compran tal mercancía averiada, la de la revolución, aunque sea bolivariana o chiripitifláutica. Entonces estamos en condiciones de afirmar que Podemos es un partido de izquierda, revolucionario, antisistema, que aplica las técnicas leninistas para la conquista del poder político. Si a esto le sumamos el PSOE radicalizado, podemos decir que España es el único país de Europa con riesgo de tener un gobierno revolucionario.
Ignoro si las fuerzas armadas darían un golpe de Estado contrarrevolucionario o tendrían que ser la OTAN y la UE quienes intervendrían. No creo que nadie quiera una Venezuela en Europa. Tampoco creo que tal revolución beneficie al pueblo español.
jueves, 27 de julio de 2017
El PSOE
El PSOE fue fundado por una pandilla de fanáticos iletrados en 1879 en Madrid. Tenía más bien la forma de una secta obrerista, con poca teoría y mucha fe de carbonero en las virtudes redentoras del socialismo marxista -Bueno. Estos no sabían muy bien que hubiera eso. Las izquierdas españolas siempre han sido ágrafas- En 1910 Pablo Iglesias consigue ser diputado y lo primero que hace es amenazar de muerte a Maura. Es que eran así: un partido terrorista. Durante la II República Española el PSOE se sublevó en octubre de 1934 y posteriormente provocó la guerra civil. Un guardaespaldas de Indalecio Prieto asesinó a Calvo Sotelo, uno de los dirigentes de la oposición.
Tuvieron que ser la CIA y las grandes potencias: Francia y Alemania los que reconstituyeran el PSOE a partir de 1974 como una alternativa al franquismo y al PCE. Lo consiguieron. A cambio el PSOE aceptó la OTAN y condujo a España a la UE a cambio de convertir a España en un país turístico y de servicios y de agricultura. Desde entonces el paro se mantiene siempre más alto que en los demás países de la UE. El PSOE siempre ha sido oportunista y creo que ya no tiene nada que ofrecer a los españoles de bien. Las divisiones internas del PSOE acabarán por desintegrarlo. A día de hoy el PSOE ha cumplido su misión de introducir a España en la OTAN y en la UE. Su doctrina socialdemócrata del Estado del Bienestar ha sido asumida por todos los partidos del Régimen de 1978. El PSOE está muerto. Pedro Sánchez está dispuesto a destruir el Estado para gobernar España. El nivel intelectual y moral de los dirigentes del PSOE está muy por debajo del PSOE de 1977. Su decadencia es irreversible. Sólo vende humo, palabrería, demagogia para tontos. Es hora de morir.
Tuvieron que ser la CIA y las grandes potencias: Francia y Alemania los que reconstituyeran el PSOE a partir de 1974 como una alternativa al franquismo y al PCE. Lo consiguieron. A cambio el PSOE aceptó la OTAN y condujo a España a la UE a cambio de convertir a España en un país turístico y de servicios y de agricultura. Desde entonces el paro se mantiene siempre más alto que en los demás países de la UE. El PSOE siempre ha sido oportunista y creo que ya no tiene nada que ofrecer a los españoles de bien. Las divisiones internas del PSOE acabarán por desintegrarlo. A día de hoy el PSOE ha cumplido su misión de introducir a España en la OTAN y en la UE. Su doctrina socialdemócrata del Estado del Bienestar ha sido asumida por todos los partidos del Régimen de 1978. El PSOE está muerto. Pedro Sánchez está dispuesto a destruir el Estado para gobernar España. El nivel intelectual y moral de los dirigentes del PSOE está muy por debajo del PSOE de 1977. Su decadencia es irreversible. Sólo vende humo, palabrería, demagogia para tontos. Es hora de morir.
sábado, 15 de julio de 2017
La secesión permanente
Los separatistas catalanes llevan explícitamente desde 2012 declarando que desean la secesión de España: Referendos, elecciones plebiscitarias, proclamación unilateral de la secesión, propaganda, amenazas. Un delito continuado de alta traición, de lesa Patria. Lo cierto es que llevan ya 5 años de secesión y aún no se ha llevado a efecto tal secesión. No se ha consumado la separación. Los políticos dialectales catalanes siguen pidiendo cosas, dinero, privilegios. Siguen incumpliendo la ley, marginando a la lengua española, que es la única que hablan la totalidad de los catalanes -el 53% de los catalanes son hispanohablantes- y la que más se usa en Cataluña, lógicamente. La Generalidad de Cataluña está en quiebra económica por lo demás y sólo se sostiene recibiendo dinero del Gobierno de España. Cataluña ahora es una entidad parásita de España. Los políticos dialectales catalanes o bien quieren privilegios -vivir parasitariamente a costa del resto de España- o bien quieren simplemente la secesión.
El gobierno de España, del PP, de Rajoy se comporta de manera infame, pasiva, sin hacer nada. Finalmente esta pantomima dialectal catalana, esta payasada política puede desembocar en la reforma constitucional del título VIII de la Constitución para garantizar los privilegios dialectales de los que ya gozan los catalanes y su corrupta clase política regional. No habría secesión según esto pero sí más pesados privilegios, más financiación a costa, evidentemente -juego de suma cero- del resto de España.
Es hora de acabar con los privilegios, autonomías, diputaciones, etc. No necesitamos autonomías, ni partidos separatistas, ni la marginación del español, ni aprender ni estudiar en dialectos ridículos que no sirven para nada más que para garantizar privilegios para los que los dominan. Una sola lengua, el español, una sola administración nacional y leyes iguales para todos los españoles. Escupid sobre los separatistas y los dialectales. Este es el mejor homenaje que podemos hacer hoy a Miguel Ángel Blanco.
El gobierno de España, del PP, de Rajoy se comporta de manera infame, pasiva, sin hacer nada. Finalmente esta pantomima dialectal catalana, esta payasada política puede desembocar en la reforma constitucional del título VIII de la Constitución para garantizar los privilegios dialectales de los que ya gozan los catalanes y su corrupta clase política regional. No habría secesión según esto pero sí más pesados privilegios, más financiación a costa, evidentemente -juego de suma cero- del resto de España.
Es hora de acabar con los privilegios, autonomías, diputaciones, etc. No necesitamos autonomías, ni partidos separatistas, ni la marginación del español, ni aprender ni estudiar en dialectos ridículos que no sirven para nada más que para garantizar privilegios para los que los dominan. Una sola lengua, el español, una sola administración nacional y leyes iguales para todos los españoles. Escupid sobre los separatistas y los dialectales. Este es el mejor homenaje que podemos hacer hoy a Miguel Ángel Blanco.
jueves, 13 de julio de 2017
Hernán Cortés, el hombre superior providencial
Hernán Cortés ya saben todos que conquistó México, 13 de agosto de 1521 y posteriormente el territorio de lo que se dio en llamar Virreinato de la Nueva España. Podemos comparar precisamente la importancia de Hernando Cortés a Alejandro Macedonio. También podemos compararlo con Julio César, conquistador de las Galias. A Bernal Díaz del Castillo podemos compararlo con su Historia verdadera de la conquista de la Nueva España con Julio César y su La conquista de las Galias. En ambos casos se trata de un imperialismo generador, que busca extender una manera de concebir el mundo y de ser y estar en él. En el caso de Hernando Cortés, el ortograma imperial que le guía y orienta en su conquista de México viene constantemente expresado en la Historia verdadera: Acabar con los sacrificios humanos y con la antropofagia, acabar con la mariconería, pacificar a las diversas tribus indígenas y convertir a todo el mundo a la fe verdadera, al catolicismo, la religión de los españoles. Por eso la genialidad de Cortés debe ser resaltada por sus éxitos políticos y militares. Es pues un hombre superior providencial español y biennacido. Con Cortés nació el México moderno y comenzó la civilización en el continente americano. Los indígenas pasaron del salvajismo a la civilización.
domingo, 18 de junio de 2017
Iván Fandiño, un hombre superior
El torero afincado en Guadalajara ha muerto cogido por el toro en una corrida de toros en Francia. Ha muerto con honor, con gallardía, como un héroe, porque de eso se trata: del enfrentamiento del hombre con una fiera salvaje, contra una bestia irracional: entendimiento contra instinto. Tiene que ser de verdad, no en una realidad virtual, representada. Esta es la grandeza de la tauromaquia. A una corrida de toros se va a ver el heroísmo, la valentía, la astucia, los conocimientos etológicos del hombre frente a una bestia en un combate a vida o muerte. Por eso Iván Fandiño era un hombre superior, extraordinario por el gran mérito que tiene el ser torero y no morir en el intento o morir en el intento como ha resultado finalmente para la desgracia de Iván Fandiño.
Los animalistas no tienen razón en sus invectivas groseras, soeces, carentes de ética y de buen sentido, llenas de maldad ética. Son simplemente basura nazi y así hay que calificarles por su estrecho parentesco con la ideología nazi, de origen protestante y animalista y ecologista. Uno de los elementos constitutivos del nazismo fue su animalismo. Himmler estuvo en 1940 en las Ventas y el pobre hombre tan sensible vomitó. No le ocurrió lo mismo con los judíos y la solución final. Ya se ve que situaban a los animales por encima de los judíos y a tal fin promulgaron leyes que prohibían el maltrato animal y los experimentos con animales. No así con los judíos y víctimas del holocausto.
Mientras haya toros en España, podremos tener aún la esperanza de que no todo está perdido en el proceso de putrefacción progresista y democrática que sufrimos desde 1977, ahora que la clase política del Régimen de 1978 celebra ufana sus méritos de gobierno corrupto, europeísta y dialectal-separatista amén del cortejo de ideologías políticas basura que pueblan nuestro panorama político, entre las que se encuentra el animalismo: confundir a hombres con animales y atribuirles a éstos cualidades éticas, morales y políticas.
Los animalistas no tienen razón en sus invectivas groseras, soeces, carentes de ética y de buen sentido, llenas de maldad ética. Son simplemente basura nazi y así hay que calificarles por su estrecho parentesco con la ideología nazi, de origen protestante y animalista y ecologista. Uno de los elementos constitutivos del nazismo fue su animalismo. Himmler estuvo en 1940 en las Ventas y el pobre hombre tan sensible vomitó. No le ocurrió lo mismo con los judíos y la solución final. Ya se ve que situaban a los animales por encima de los judíos y a tal fin promulgaron leyes que prohibían el maltrato animal y los experimentos con animales. No así con los judíos y víctimas del holocausto.
Mientras haya toros en España, podremos tener aún la esperanza de que no todo está perdido en el proceso de putrefacción progresista y democrática que sufrimos desde 1977, ahora que la clase política del Régimen de 1978 celebra ufana sus méritos de gobierno corrupto, europeísta y dialectal-separatista amén del cortejo de ideologías políticas basura que pueblan nuestro panorama político, entre las que se encuentra el animalismo: confundir a hombres con animales y atribuirles a éstos cualidades éticas, morales y políticas.
Pedro Sánchez, el demagogo
En la Antigüedad Clásica ya existía el fundamentalismo democrático, duramente criticado por Platón y por Tucídides y por Aristóteles. En suma, los sabios nunca fueron demócratas. La masa era comparada por Platón con un animal irracional incapaz de la menor reflexión, carente de rigor, sensible a la adulación y con afectos cambiantes, non muta d´acente, ma si di pensiero. Es como si un experto en domesticación de animales sabe cómo acercarse a la masa y sabe decir lo que le gusta y lo que no le gusta, un etólogo vamos. El demagogo es asimilado a un sofista y a un etólogo avant la lettre por Platón.
Los demagogos existieron. Claro que existieron, Cleón fue uno de ellos. Otro fue Cleofón. Amenazaban con gestos obscenos a los aristócratas y a todo aquel que no fuera fundamentalista democrático. Sin embargo, murieron por la Patria.
En los regímenes democráticos plutocráticos de mercado pletórico de bienes los demagogos son cobardes y oportunistas y algunas veces hasta quieren desmembrar la Patria con tal de gobernar en un lugar minúsculo. Carecen de visión de Estado. Sólo les queda la visión de establo. Tal es el caso de Pedro Sánchez. Bueno, también tenemos a Pablo Iglesias. Prometen cosas imposibles, estúpidas y pelgrosas para el interés nacional-general. Son antipatrióticos y sus mensajes carecen de significado porque son sin sentido.
Pedro Sánchez, elegido por el PSOE como su dirigente, es un ambicioso y sin escrúpulos que nada digno de comentarse profiere en sus actos públicos. El PSOE, la corrupta socialdemocracia española siempre ha sido oportunista y demagógico. Provocó el levantamiento de Asturias en 1934 y en 1936 provocó la guerra civil española.
El PSOE es una amenaza real para España y sólo sabe causar daños a la Patria. Ya lo hizo con el nefasto Zapatero al frente. El PSOE debería desaparecer por decencia, por patriotismo y por eutaxia de Estado nacional español. Por España.
Los demagogos existieron. Claro que existieron, Cleón fue uno de ellos. Otro fue Cleofón. Amenazaban con gestos obscenos a los aristócratas y a todo aquel que no fuera fundamentalista democrático. Sin embargo, murieron por la Patria.
En los regímenes democráticos plutocráticos de mercado pletórico de bienes los demagogos son cobardes y oportunistas y algunas veces hasta quieren desmembrar la Patria con tal de gobernar en un lugar minúsculo. Carecen de visión de Estado. Sólo les queda la visión de establo. Tal es el caso de Pedro Sánchez. Bueno, también tenemos a Pablo Iglesias. Prometen cosas imposibles, estúpidas y pelgrosas para el interés nacional-general. Son antipatrióticos y sus mensajes carecen de significado porque son sin sentido.
Pedro Sánchez, elegido por el PSOE como su dirigente, es un ambicioso y sin escrúpulos que nada digno de comentarse profiere en sus actos públicos. El PSOE, la corrupta socialdemocracia española siempre ha sido oportunista y demagógico. Provocó el levantamiento de Asturias en 1934 y en 1936 provocó la guerra civil española.
El PSOE es una amenaza real para España y sólo sabe causar daños a la Patria. Ya lo hizo con el nefasto Zapatero al frente. El PSOE debería desaparecer por decencia, por patriotismo y por eutaxia de Estado nacional español. Por España.
lunes, 1 de mayo de 2017
El obrero masa socializado
1 de mayo de 2017, los sindicatos de clase, la mayor estafa del Régimen de 1978 se manifiestan en España, ellos a favor del PSOE, del socialfascismo y de la corrupción socialdemócrata, subvencionados con dinero estatal, municipal, autonómico, apoyando al separatismo, la inmersión dialectal, antiespaña, antiobreros, sirviendo de correas de transmisión del PSOE, corrompiéndose en Andalucía con PSOE e IU, no lo olvidemos, ellos, sosteniendo la existencia de una ficticia clase obrera universal, por lo cual se autodenominan sindicatos de clase. Las consecuencias de la caída del Muro de Berlín en 1989 se dejan notar en los sindicatos, la clase obrera ha desaparecido. Su destino es la desaparición paulatina. Eduard Bernstein demostró a finales del siglo XIX que la predicción marxista del empobrecimiento progresivo del proletariado era una falsedad. Más bien lo que ocurría era que se constituían nuevas clases medias. Sus palabras fueron proféticas y a la vista está que la decadencia de los sindicatos es irreversible e inexorable. Seguirá habiendo colectivos, gremios, grupos sociales, pero ya no habrá jamás una clase obrera universal, internacional dispuesta a instaurar la dictadura del proletariado. En 1914 quedó demostrado que no había tal clase obrera, pero los partidos comunistas y socialistas y sus sindicatos respectivos seguían por inercia alimentando el mito como idea reguladora de sus acciones políticas y sociales. El mito se cayó finalmente y ahora la desintegración de partidos comunistas y socialdemócratas y de los sindicatos de clase a la vista de todos está.
domingo, 30 de abril de 2017
Alicia Rubio
Finalmente ese grupo de presión LGTB y la basura de Podemos, el apoyo de los progres y la pasividad moral del PP han conseguido su objetivo, que un claustro miserable de profesores cobardes y miserables destituyera a la jefa de estudios del IES Peridis de Leganés. Vaya por delante mi apoyo incondicional a la profesora Alicia Rubio y mi desprecio absoluto a todo ese colectivo de infames. Escupid sobre el infame decía Voltaire y yo ahora lo repito: escupid sobre los infames.
No hay libertad de expresión ni de cátedra en los institutos. Sólo queda defender las perversiones sexuales y ser progresista. Esta es la corrección política que admite el Régimen de 1978. Presumen de libertades y de garantías y eso es falso. El Estado garantista no existe, hay censura, represión, imposición, imposición de ideologías absurdas y ridículas y de mentiras, imposturas intelectuales con las que hay que comulgar con ruedas de molino. La inspección educativa está al servicio de la sociedad de las familias y no al servicio ni de la verdad ni del rigor. La democracia desemboca en la inmoralidad Platón dixit y es verdad y desemboca posteriormente en la tiranía y era y es verdad. Escraches hechos con la ayuda de alumnos indocumentados, impresentables y analfabetos e impulsados por la escoria política de Podemos. Profesores que no tienen lo que hay que tener para defender la verdad y la honestidad. Esta es la basura de sistema educativo empeñado en aprobar a todo el mundo para esconder su fracaso y su incompetencia. Se inventan denuncias falsas. Es una verdadera mafia educativa que desmiente sus proclamas de libertad e igualdad. Sólo hay dictadura progresista.
No hay libertad de expresión ni de cátedra en los institutos. Sólo queda defender las perversiones sexuales y ser progresista. Esta es la corrección política que admite el Régimen de 1978. Presumen de libertades y de garantías y eso es falso. El Estado garantista no existe, hay censura, represión, imposición, imposición de ideologías absurdas y ridículas y de mentiras, imposturas intelectuales con las que hay que comulgar con ruedas de molino. La inspección educativa está al servicio de la sociedad de las familias y no al servicio ni de la verdad ni del rigor. La democracia desemboca en la inmoralidad Platón dixit y es verdad y desemboca posteriormente en la tiranía y era y es verdad. Escraches hechos con la ayuda de alumnos indocumentados, impresentables y analfabetos e impulsados por la escoria política de Podemos. Profesores que no tienen lo que hay que tener para defender la verdad y la honestidad. Esta es la basura de sistema educativo empeñado en aprobar a todo el mundo para esconder su fracaso y su incompetencia. Se inventan denuncias falsas. Es una verdadera mafia educativa que desmiente sus proclamas de libertad e igualdad. Sólo hay dictadura progresista.
viernes, 28 de abril de 2017
Crítica a la teoría de la novela de Jorge Lukács
En
1916 publica Lukács su obra “Teoría de la novela”. En el fondo este escrito juvenil de Lukács es una
fenomenología del espíritu al estilo hegeliano aplicada a la literatura, a la
epopeya, tragedia, drama, lírica, poesía y novela.
Según
afirma Lukács, la novela es la expresión del desamparo trascendental de la vida
moderna. Una especie de versión idealista del tema nietzscheano de la muerte de
Dios. La muerte de Dios ha dejado un inmenso vacío imposible de llenar en
principio que tiene su lógico reflejo en la literatura y particularmente en la
novela. La novela es una narración de los acontecimientos de los hombres en una
realidad vacía dice Lukács. Su contenido es la historia del alma que parte para
conocerse, que busca las aventuras para ser probada en ellas, para hallar su
propia esencialidad. A diferencia de las tragedias y de la epopeyas griegas, la novela se encuentra privada de una
necesaria y espontánea relación con el todo. La novela exhibe una búsqueda de
sentido que está abocada al fracaso.
La Teoría
de la novela [Die theorie des romans] fue publicada por Georg Lukács en 1920.
El primer manuscrito fue escrito el verano de 1914 y la versión final en el
invierno de 1914-1915. Publicada por primera vez en 1916 en Zeitschrift fur Aesthetik
und Allgemeine Kunstwissenschaft de Max Dessoir, después Paul Cassirer lo
publicaría en forma de libro en 1920 en Berlín. Subtitulado como “ensayo
histórico filosófico sobre las formas de la gran literatura épica", lo que
busca es hacer un análisis hegeliano de las categorías estéticas y literarias,
y la forma en que la novela se constituyó como modelo hegemónico en las
sociedades actuales.
Teoría
de la novela fue realizada por Georg Lukács en 1916 y editada por Paul Cassirer
en Berlín en 1920. Había sido publicado anteriormente en la revista Zeitschrift
fur Aesthetik und Allgemeine Kunstwissenschaft de Max Dessoir en 1916. Lukács
escribió el primer manuscrito en el verano de 1914 y la versión final en el
invierno de 1914-1915. Fue su tercer libro después de El alma y las formas
(1911) e Historia evolutiva del drama moderno (1912), no tomamos en
consideración su texto La forma dramática (1909) pues integra la primera parte
de Historia evolutiva. En español existen varias ediciones, la más conocida es
la realizada a cargo de Manuel Sacristán por la editorial Grijalbo en 1985,
Teoría de la novela se encuentra en el primer volumen junto con El alma y las
formas. Existe una edición anterior hecha por Juan José Sebrelí en 1966 en
Buenos Aires. Otra edición más reciente es la de Ediciones Godot Argentina
publicada en 2010 y con traducción de Micaela Ortelli.
El
mismo autor indica en uno de los prólogos a Teoría de la novela en 1962 (42
años después de la publicación del texto) que durante la realización de este
trabajo se encontraba en un cambio de ideología, dejaba las ideas de Kant para
entrar al idealismo hegeliano. Sin embargo, seguía usando como marco teórico a
las “ciencias del espíritu” de Dilthey:
[La]
así llamada escuela de las “ciencias del espíritu”; entiendo que está actitud
se basa, esencialmente, en mi juvenil entusiasmo por las obras de Dilthey,
Simmel y Max Weber. Teoría de la novela es, en efecto, una producción típica de
las tendencias de esta escuela. Cuando conocí a Max Dvorak en Viena, en 1920,
me confesó que consideraba mi estudio la publicación más importante del
movimiento.
Gyorgy
Lukács. “Prólogo” en Teoría de la novela. Buenos Aires, Ediciones Godot, 2010.
Pág. 7.
El
método o moda del que habla Lukács consistía en elaborar generalizaciones a
partir de características de un período o ámbito en específico, para luego
proceder por deducción al análisis del fenómeno individual, para así
comprenderlo en su extensión. De esta manera Teoría de la novela es un
representante típico de las “ciencias del espíritu”. Su innovación se encuentra
en ser uno de los primeros textos de esta escuela en tomar elementos
hegelianos, ya no kantianos ni cerca del positivismo, para estudiar el arte y
la literatura. La primera parte del libro está determinada por principios
hegelianos, por ejemplo, la comparación entre los modos de totalidad en la
épica y el drama, la idea histórico-filosófica sobre lo que la novela y la
epopeya poseen en común y los diferencia, etc. También retoma ideas de Goethe,
Schiller y Solger.
1
Años después el mismo autor diría que su obra “no llegó tan lejos” y que
“permaneció en el nivel de mero intento que fracasó tanto en diseño como en
ejecución, pero aun así estuvo más cerca que otros estudios contemporáneos de
alcanzar una solución verdadera”.
2
Para Karl Mannheim el libro de Lukács plantea un intento de interpretar un
fenómeno estético, el de la novela, desde la filosofía de la historia.
3. Georg
Lukács plantea una división social: sociedades cerradas y abiertas, al igual
que hará en 1945 Sir Karl R. Popper en “La sociedad abierta y sus enemigos”
desde una perspectiva liberal. En las
primeras encontramos que no hay una escisión entre el ser y el mundo, el
adentro y el afuera, no hay distinción entre el alma y la figura o acción. Son
sociedades meramente homogéneas, lo cual permite que la naturaleza sea cerrada
y se derive una secuencia de totalidad; es decir, hablamos del mundo de la
absoluta inmanencia.
4
Por el otro lado tenemos a las sociedades abiertas las cuales sí tienen una clara
distinción entre el afuera y el adentro y se las denomina sociedades
trascendentes. Un común denominador entre este tipo de sociedades es la
relación del hombre con la naturaleza: en las sociedades cerradas el hombre
está subordinado a la naturaleza, en las abiertas el hombre se vuelve sujeto y
las controla.
Un
claro ejemplo de sociedad cerrada lo encuentra Lukács en la primera etapa de la
Grecia antigua, la Grecia de Homero, es aquí donde nace la épica, la cual busca
resolver la pregunta: ¿Cómo puede la vida volverse esencial? Puro idealismo
hegeliano.
5
Cuestión contraria a otra etapa de la Grecia antigua, la del mundo de la
tragedia, en ésta se perfila el nacimiento de la esencia, acto configurador de
la filosofía que devela a destino trágico como la cruel arbitrariedad de lo
empírico. Este héroe será transfigurado en una de las últimas etapas del mundo
helénico, la de la trascendencia platónica, aquí el héroe o sabio deja de ser
trágico y total, se transforma con su gran actividad cognitiva y visión creativa,
es decir, pasamos del héroe épico, al trágico y al héroe cognitivo. Para Lukács
la totalidad es la condición para que surja la literatura épica, una vez que se
rompe este vínculo entre la esencia y el hombre este género se va
desarticulando, sólo hay casos específicos donde el mundo se completa
nuevamente, donde se recupera la totalidad: Giotto y Dante, en Wolfram von
Eschenbach y Pisano, en Santo Tomás y San Francisco; con estos autores la
estética ha vuelto a ser metafísica por última vez.
6. La
transformación de un mundo inmanente en uno trascendente condujo al
sometimiento de las formas de arte a una dialéctica histórica. Después de la
épica, los géneros artísticos se cruzarán unos con otros, la suma de ellos es
sólo una totalidad histórica de lo empírico y de las condiciones empíricas en
las que nació cada forma. Así, el sentido histórico – filosófico de la
periodicidad ya no se hallará en las formas simbólicas – artísticas. Pero
mientras la perturbación de las relaciones trascendentales hace desaparecer la
inmanencia, así la esencia escindida puede empalidecer pero nunca desaparecer
por completo. Por eso, la tragedia, a pesar de sus transformaciones, ha
sobrevivido hasta nuestros días con su esencia intacta, mientras que la épica
debió desaparecer y dar lugar a una forma enteramente nueva: la novela.
7. La
relación de la esencia puede ser de dos tipos, una esencia cercana a la vida,
donde encontramos a la plenitud como una forma de aproximación y a la
transparencia, el otro tipo es la forma abstracta de la esencia, alejada de la
vida. Esto hace necesario la dualidad estilística de la tragedia moderna, cuyos
polos modernos son Shakespeare y Alfieri. A diferencia de estos autores, los
griegos nunca entraron en el dilema de la esencia, por ello, el coro griego
otorga vida y plenitud a la esencia situada por fuera y más allá de toda vida,
esto es, de forma interna y externa. El coro y corifero en la tragedia griega
poseen la misma esencia, son completamente homogéneos, por eso pueden cumplir
funciones por separado sin destruir la estructura de la obra.
8. La
vida no se encuentra ausente del drama moderno, puede ser desterrada como lo
hacen los clasicistas, lo cual implica un reconocimiento, no sólo de la
existencia de lo desterrado sino de su poder. Este tipo de tragedia consume la
vida. Ubica a sus héroes sobre el escenario como hombres vivos en medio de un
mundo aparentemente vital. De esta manera, la figura del héroe se vuelve
polémica y problemática; ser un héroe ya no es la forma natural de la existencia
en la esfera de la esencia, sino el acto de enaltecerse por sobre lo meramente
humano, ya por sobre la masa que los rodea, como por sobre sus propios
instintos.
9. En
el drama griego las figuras se encuentran a la misma distancia de la esencia,
están en el mismo nivel y tiene los mismos deseos: formar una unidad. A
diferencia del drama moderno donde la jerarquía es una condición de su
existencia, el dramatis personae está sujeto al destino y a su resultado
último, la soledad trágica. Así, uno de los problemas de la tragedia moderna es
el de la confianza, las figuras confían que esa jerarquía desaparecerá y se
fundirán todos con la unidad, pero esto no pasa. La soledad dramática y
psicológica constituye la experiencia de vida del hombre en proceso de convertirse
en héroe. Podemos separar al héroe según su relación con la esencia, el héroe
inmanente o épico es un yo empírico dominado por el deber ser, esto mata la
vida y cancela la muerte del héroe, éste debe vivir. El drama, más alejado de
la vida, muestra el yo inteligible del hombre el cual asume los atributos
simbólicos de la vida, por ejemplo, una ceremonia simbólica, la muerte.
10. La
épica conforma una visión utópica que se ayuda del efecto lírico, lo elegíaco y
la grandeza de las acciones para consolidarse. El drama no busca la grandeza de
los temas, ignora el contraste entre la totalidad y la segmentación; busca
existir, es decir, constituir un universo y capturar su esencia, poseer la
totalidad empírica y metafísica, pues combina la trascendencia y la inmanencia.
11. La
epopeya y la novela no están diferenciadas por sus intenciones fundamentales
sino en sus realidades histórico – filosóficas. Como indica Lukács: “La novela
es la epopeya de una época en que la totalidad extensiva de la vida no está
determinada, en que la inmanencia del sentido tampoco está directamente
determinada, pero que aún busca la totalidad.” (p 44). De esta forma, uno de
los constituyentes de la tragedia y la épica es el verso trágico, el cual es
según Lukács, duro, contundente, aísla y crea distancia para abrigar a los
héroes en las profundidades de su soledad. El verso épico también crea
distancia pero genera felicidad y ligereza, transforma el tiempo en un nivel de
existencia; la armonía establecida presupone que este tipo de verso debe cantar
a la totalidad sagrada de la vida. La ligereza es una característica de la gran
literatura épica, es sólo una forma de utopía, fuerza creadora de la realidad y
privadora de su totalidad. Cuando esa ligereza ya no es concedida, el verso es
desterrado de la épica, o se transforma en verso lírico. De esta forma sólo la
prosa puede incluir el sufrimiento y el éxito, sólo su flexibilidad y su
rigidez no rítmica pueden abrazar la pesadez y la ligereza.
12. Algunos
ejemplos son la prosa de Cervantes, la de Goethe, en contraposición con la obra
lírica de Ariosto y la de Goethe. Una figura central es Dante, quien es más
lírico que Homero, pues el tono de balada se usa para apelar a los rasgos de la
epopeya, así, crea una obra basada en la inmanencia del sentido a la vida en el
más allá, esto es, la inmanencia de la trascendencia, puesto que transforma lo
individual en componente de la totalidad.
13. Otra
diferencia entre la epopeya y la novela es que la primera busca dar forma a la
totalidad de la existencia, mientras que la novela busca descubrir y construir
la totalidad de la vida.
14.
El individuo épico, el héroe de la novela, es producto de la extrañeza con el
mundo exterior. Cuando el mundo es internamente homogéneo, los hombres no
difieren cualitativamente unos de otros. En sentido estricto, el héroe de la
epopeya no es un individuo. Se ha entendido como característica esencial de la
épica que el objeto no se relacione con el destino de una persona en particular
sino con el de una comunidad; ya que, lo completo, lo cerrado del sistema de
valores del cosmos épico crea un todo orgánico. La importancia de un
acontecimiento en un mundo cerrado siempre es cuantitativa, la serie de
aventuras en la que se manifiesta este acontecimiento será significativa según
el grado en que también lo sea para un complejo de vida orgánico: una nación o
linaje.
15. Lukács
señala que en la tragedia el héroe debe de ser rey por la simple necesidad del
sendero ontológico del destino; lo que en la tragedia no es más que un símbolo
constituye una realidad en la epopeya: la fuerza de la unión entre un destino
individual y la totalidad. Dante es el único gran ejemplo en el que se
distingue claramente a lo arquitectónico dominando lo orgánico; y por lo tanto
su obra presenta una transición histórico-filosófica de la epopeya a la novela.
Aún se verifican la inmanente ausencia de distancia y la perfección de la
verdadera épica. Sus figuras son individuos con consciencia y de manera activa,
se ubican en oposición a una realidad que se comienza a aparecer cerrada.
16. La
novela es la expresión de la madurez viril, en contraste con el infantilismo
normativo de la epopeya. La totalidad de la novela es una imperfección, una
resignación. En el resto de los géneros la aceptación de una disonancia es
anterior al acto de dar forma, en la novela la aceptación es la forma misma, de
ahí que el autor plantee una relación diferente en el ámbito de la ética y la
estética. La novela desde el punto de vista artístico es el género más
amenazado y ha sido definido como una forma artística incompleta por los que no
pueden diferenciar entre problemática del objeto y del ser problemático. Sin
embargo, la novela posee un gemelo caricaturesco de quien resulta casi
indistinguible en todas las características formales inesenciales: la novela de
entretenimiento, su única diferencia es que ésta carece de sentido.
17. Ahora,
la forma externa de la novela es esencialmente biográfica; oscila entre un
sistema conceptual y complejo vital que busca objetivarse en la organicidad de
la biografía. En la forma biográfica, la incansable lucha por alcanzar la
unidad de la vida y la perfecta arquitectura del sistema se equilibran y se
ponen en reposo. El personaje principal de una biografía lo es por su relación
con un mundo de ideales que se encuentren por encima de él; pero, inversamente,
ese mundo sólo alcanza expresión a través de la experiencia del sujeto. La
biografía da cuenta de una vida completa e inmanente significativa de un
individuo problemático, éste es problemático pues no tiene objetivos evidentes
y, además, se encuentra determinado recíprocamente por el mundo contingente.
18. La
composición de la novela comprende la paradójica combinación de elementos
heterogéneos e independientes en un todo orgánico que es destruido una y otra
vez. Ahora, la tragedia rompe con la jerarquía de los mundos, ahí no existe ni
dios ni demonio, puesto que el mundo exterior es sólo la oportunidad del alma
de hallarse, para que el héroe se descubra como tal. De ahí la famosa frase de
Lukács: “La novela es la epopeya del mundo abandonado por Dios; la psicología
del héroe de la novela es demoníaca, a falta de un dios.”. Si Dios no existe,
todo está permitido.
19. El
autor define y diferencia a los tipos de héroes para comprender mejor el héroe
novelístico. El héroe dramático no conoce interioridad, pues esta es el
producto de la dualidad antagónica entre alma y mundo, la angustiosa distancia
entre psiquis y alma. Su seguridad no es puesta a prueba, pues es una
característica a priori. Así, la novela habla de la aventura de la
inferioridad; su contenido es el relato del alma que sale a buscarse, que
quiere ponerse aprueba con las aventuras para poder hallar su propia esencia.
20. J.
M Bernstein indica que Teoría de la novela fue un gran suceso para la
intelectualidad de la primera etapa del siglo XX. Algunos de los pensadores que
quedaron sorprendidos o marcados por este texto son Theodor Adorno quien
escribe en su texto El significado del realismo contemporáneo que el libro de
Lukács es un brillante y profundo estudio que replantea las categorías
filosóficas básicas de la estética. Bernstein asevera que las carreras
políticas de Adorno y Walter Benjamín no serían posibles sin la base del libro
de Lukács. Otro estudioso que fue marcado con la lectura de las primeras obras
de Lukács es Lucien Goldman quien basa su sociología de la literatura en los
textos del crítico húngaro.
La
crítica que le formulamos a Lukács y a todos cuantos pretenden componer una
teoría de la novela o una teoría literaria es que, en el caso de la novela, al
no haber ciencia de la literatura, no puede haber una teoría de la novela
entendida como ciencia estricta. Esto es algo muy pertinente, porque el “tema
de nuestro tiempo filosófico, diríamos, consiste en distinguir las ciencias de
las ciencias ficción, teniendo en cuenta que la mayor parte de las ciencias
ficción, que no quieren reconocerse como tales, se reclutan entre las llamadas
ciencias humanas”[1].
La teoría literaria o de la literatura no es ciencia. Se halla a la altura de
la llamada ciencia del derecho o jurisprudencia, un discurso teórico de
metodología beta-2 operatoria. Carece de cierre categorial. Tendrá un cierre
técnico, retórico, lingüístico a lo más. No hay ciencia de la literatura ni
crítica literaria científica. No se puede prescindir en absoluto de los juicios
de valor del escritor que escribe sobre literatura. Lo que dice Lukács es tan
arbitrario como lo que diría cualquier otro investigador o teórico o
catedrático o profesor de literatura sobre la novela.
Lo único
que puede decirse de la novela es que es un relato en prosa de extensión
variable en el que los contenidos y argumentos son muy variados. Hay muchas
novelas. Lukács no tiene en cuenta la novela antigua ni la medieval. La novela
procede de la epopeya, pero también de las leyendas y mitos e historias. La
novela puede tratar de cualquier cosa, de cualquier historia y lo que afirma
Lukács es arbitrario enteramente.
En
conclusión, como no puede haber una teoría científica de la novela, caben
tantas teorías de la novela como catedráticos o teóricos de la literatura pueda
haber… La perspectiva ideológica o filosófica del investigador será la que haya
que tener en cuenta para una clasificación de las teorías de la novela llegado
el caso y a la hora de resolver cómo proceder. La verdad de una teoría de la
novela se resolvería por las insuficiencias de sus teorías rivales, más que por
las virtudes o ventajas de la propia y de manera axiomática. La verdad en todo
esto será tentativa, praxeología metalingüística apagógica.
[1] Gustavo
Bueno, 1982. Gnoseología de las ciencias humanas, Actas del I Congreso de
teoría y metodología de las ciencias,
Primera edición, Oviedo, 1982 Editorial Pentalfa.