miércoles, 20 de septiembre de 2023

El concepto de Imperio

El concepto de imperio. Notas. El imperio nace en Mesopotamia. Se trata de un despotismo oriental. El rey o emperador es la representación divina en la Tierra. Es consustancial al imperio la vocación de una misión sagrada. De ahí se deriva la universalidad. El imperio tiene una vocación de universalidad. El imperio de Alejandro Magno es griego y con los griegos se produce una desacralización del imperio. La filosofía griega produce un desencantamiento del mundo, una secularización de lo político. El primer imperio de la historia de la humanidad es el imperio Acadio (-2334-2154) cuyo primer emperador es Sargón I. Sargón se proclama rey de la totalidad. Ahí aparece el carácter universal de la idea de imperio. Sargón es rey de las cuatro regiones del mundo, norte, sur, este y oeste y rey de Acad. El imperio neosumerio (-2154-2004), sucesor del imperio acadio se autodenomina igual. III dinastía de Ur. El imperio acadio es la primera constitución política que se asocia al concepto de universalidad. Es el modelo para las estructuras políticas imperiales posteriores, sucesoras. Las ideologías básicas asociadas al concepto y a la idea de imperio. El imperialismo, esto es, la expansión política y territorial –puede decirse que la historia universal es la historia de los sucesivos imperios hegemónicos que ha habido-, el centralismo, el militarismo y la sobrehumanidad del monarca. –no debemos olvidar el carácter religioso asociado inicialmente a la idea de imperio- Sargón significa rey legítimo, Sarrukin, palabra de origen acadio, Sarrukinu en sumerio. Sin embargo, hay que añadir que el auténtico creador de la titulatura real acadia va a ser Naram-Sin. El imperio de Alejandro Magno es griego y con los griegos se produce una desacralización del imperio. La filosofía griega produce un desencantamiento del mundo, una secularización de lo político. La filosofía griega va a amortiguar la carga sagrada del despotismo imperial oriental. La polis griega es una sociedad política absolutamente nueva en relación con el despotismo oriental. Limitación de la soberanía absoluta. Limitación del poder político. En adelante en Occidente siempre habrá una asamblea o cuerpo legislativo que acompañe al monarca a diferencia de lo que ocurre con el Sultán de Turquía, el faraón, el déspota oriental, el emperador chino, el emir, el califa….Las sociedades políticas occidentales siempre tienen una asamblea junto al monarca o soberano o emperador. Aparece en la polis griega un espacio público de razón y de palabra, de isonomía, de isegoría. Distinción entre el orden natural, la physis y el orden social, el nomos. La polis es el punto de partida de la reflexión política. Punto de partida de la política europea y occidental. Una tradición de poder político limitado. El griego rechazaba el despotismo oriental del Gran Rey y de los pueblos bárbaros. Político y política son términos griegos derivados de la palabra polis. Roma como sociedad política nace con el Imperium de los reyes etruscos. Roma es el modelo imperial perpetuo en Occidente. Con origen etrusco y con resurrección con César. El imperio romano conserva la marca de lo sagrado El imperio romano viene del término imperium, mando, poder. Fuera de la Urbe es el poder militar ilimitado y absoluto y dentro de la Urbe es el poder político civil sometido a la ley. El imperio romano supone una resurrección de lo sagrado en lo político. El emperador romano personifica lo público y lo sagrado concentrando la auctoritas y la potestas. Aparece el culto al emperador, la religión imperial. Como implicaba el dominium mundi, la palabra equivalente a emperador significaba rey del mundo. Lo sagrado y lo político se unían en la persona del emperador y se consideraba a los emperadores como seres divinos o semidivinos. Sin embargo, aún se conservaban energías cívicas en el imperio, el Senado, el pueblo. De alguna manera el poder del emperador no provenía de los dioses sino del pueblo romano. La forma imperial romana estaba pues afectada por una debilidad íntima que durará hasta que aparezca el Estado nacional. La polis griega es el conflicto. El Imperio es la Pax. Sólo fuera del Imperio, del limes hay guerra y con ella la política.La paz imperial es la absorción de las unidades políticas y por ello es el eclipse de lo político, del conflicto dentro del territorio imperial. Cuando el imperio fracasa reaparece el conflicto, lo político, la distinción entre amigo y enemigo. Lo político no es un universo, sino un pluriverso. Igual que el libre mercado, la competencia desaparece con el monopolio, igualmente lo político desaparece con el imperio. La oposición amigo/enemigo define la esencia de lo político en las relaciones políticas exteriores del Imperio. La oposición mando/obediencia para las relaciones interiores del Imperio. Decía Carl Schmitt que se podrían clasificar a todos los modelos de teoría política en función del grado de optimismo antropológico o de pesimismo antropológico subyacente en ellos. Igualmente, según Gustavo Bueno distinguimos entre imperios generadores, que buscan igualar las provincias a la metrópoli y generan ciudades e imperios depredadores, que buscan conquistar un imperio colonial que no busca igualar las colonias al centro, al Estado imperial central, sino mantenerlas subordinadas con fines de sumisión y explotación y siempre por debajo de la metrópoli. Juan Ginés de Sepúlveda distinguió entre imperios heriles e imperios serviles. Roma es un imperio generador. La tradición occidental es la limitación del poder político. Lo religioso resucita en el imperio romano pero vía filosofía (estoicismo) y religión terciaria, cristianismo, una religión aparecida después de la filosofía griega. El cosmopolitismo estoico y el universalismo cristiano, su catolicidad son los elementos religiosos del imperio occidental. Se produce asimismo una secularización de la naturaleza y de lo político. La ciudadanía es universal, es la humanidad. Aparece el individuo privado, con derechos y sin participación política. En la Edad Media pervive el imperio romano como imperio cristiano, cuerpo de cristo, Iglesia Católico. La translatio imperii se produce de los romanos a los bárbaros, primero a los francos y luego a los germanos. Surgirá así el Sacro Imperio Romano Germánico que pervivirá desde Otón I hasta 1806. En España pervive también la idea de imperio sobre todo a partir de Alfonso III que se proclama imperator de León. Imperator totius hispaniae, en el sentido de hegemón de los reinos de España, Fernando I, Alfonso VI, Alfonso VII, que se corona emperador, hegemonía en España e independencia y soberanía non superiorem recognoscens. En Francia la cancillería subraya el título de rey, imperator est in regno suo bajo los Capetos. En la Edad Media imperator significa monarca superior a otros reyes. El emperador romano germánico sería una especie de primus inter pares o Rex magnus en el seno de la Cristiandad latina vista ahora como una suerte de confederación de reinos. Alfonso X se declara soberano non superiorem recognoscens, hegemón de los reinos hispánicos. Rex est imperator in regno suo. Toda la universalidad de la idea de imperio en Occidente deriva de Roma. Roma es la única monarquía universal legítima de la historia. De imperium romanum se pasa al imperium christianum. Roma est caput mundi y a esto se añaden los derechos imperiales que acarrea el título imperial. Durante cinco siglos el imperio romano medieval se llamó a secas sacrum romanum imperium, título oficial desde Federico I Barbarroja Hohenstaufen, 1157. Título utilizado frecuentemente desde el año 1000. Sólo en la dieta imperial de Colonia del año 1512 lo decreta el nombre Sacro Imperio Romano Germánico de la Nación alemana. Sacrum Imperium Romanum Nationis Germanicae. Heiliges Römisches Reich Deutscher Nation. Simplemente, Deutsches Kaiserreich. Esto se prolonga hasta 1806. De todos modos este título aparece ya antes desde 1474 en la documentación de la cancillería imperial de Federico III de Habsburgo, utilizándose entonces predominantemente la intitulación Imperio Romano (Römisches Reich), unas treinta veces más que la intitulación romano-germánica. Godofredo de Viterbo, notario de la cancillería del emperador Hohenstaufen Federico I Barbarroja afirmó que la continuidad esencial existente entre la Roma de los Césares y la Alemania de los Hohenstaufen no se apoya en la sangre, sino en el imperium. Sólo habría pues habido un solo emperador, quien representaba la cúspide del orden querido por Dios en la Tierra. Es el imperio romano. Es el emperador romano. Sigue perviviendo pues, en el siglo XII el mito político, asociado a Roma. En parecidos términos se había expresado ya antes en el siglo XI bajo el emperador Enrique IV, el obispo Benzo de Alba, enemigo acérrimo del papa Gregorio VII y de la hierocracia grecolatina, uno de los grandes publicistas del cesaropapismo, de la absorción de la Iglesia bajo el poder del emperador, publicista del mito del Sacro Imperio Romano medieval. Roma es caput mundi y es a quien corresponde el gobierno del orbe. Luego, el emperador es el sucesor de Julio César y de los posteriores césares y César es él mismo y gobierna los reinos y las naciones. El imperio es originario y universal pues. Sólo él constituye el auténtico cuerpo político unitario en el que se encuadra el pueblo cristiano. Podemos distinguir dos ideas de imperio en este respecto en la Edad Media. 1. Una idea cesaropapista de imperio. Esta idea subsume la Sancta Ecclesia Romana dentro del Imperium Romanum bajo la auctoritas et potestas del emperador. Es la tesis representada y formulada y expresada por Benzo de Alba, quien afirma que el imperio es pues la forma específica de gobierno de Dios en la Tierra y por consiguiente el emperador es la cabeza del cuerpo de Cristo, del cuerpo cristiano. El papa es designado por el emperador en su calidad de protector y rector de la Iglesia. 2. La concepción representada por los agustinianos: San Agustín en De Civitate Dei, San Gelasio (492-496) con su teoría de las dos espadas. El emperador romano se halla dentro de la Iglesia como cualquier otro fiel y no por encima de ella. La teoría de las dos espadas formulada por el papa Gelasio I distingue entre la sacra auctoritas del pontífice y por debajo de ésta la regia potestas del emperador. El poder espiritual está por encima del poder temporal. Frente a una concepción monocrática y monista del imperio que sostiene que el imperio, el emperador tiene también el poder espiritual se sitúa una concepción dualista del imperio que desacraliza el poder político y distingue entre Iglesia y Estado. Bajo el emperador alemán Conrado II, se afirma en un documento imperial en 1033 que Roma est caput Mundi tenet orbis frena rotundi. Hasta finales del siglo XIII figura en la cabecera de todos los documentos imperiales. La translatio imperii se combina con la renovatio imperii. Esto fue formulado por vez primera en el Libro de Daniel, (2, 36-45). Hay una influencia gigantesca de tal libro en la teología política del imperio medieval. El reino de Dios reflejado en el reino terrestre, El reino de Dios como arquetipo político medieval. León III en 800 coronó en la basílica de San Pedro del Vaticano a Carlomagno como imperator romanorum Semper augustus. Se trasladó así la dignidad imperial romana de Cosntantinopla, segunda Roma, a la católica Aquisgrán, tercera Roma. Tiene lugar una translatio imperii de los bizantinos a los francos. Renueva efectivamente un Imperio que no dejó virtualmente de existir. El nuevo Imperio Santo hereda el legado teológico político de los emperadores romanos pero además hereda la teología cristiana centrada en el Apocalipsis. El Emperador tiene una responsabilidad escatológica. El Imperio no sólo es romano, es cristiano. En “El nomos de la tierra”, Carl Schmitt defendió la tesis de que el concepto decisivo que funda la continuidad del Imperio Romano es el de katechon, a fin de cuentas, dice Schmitt, todos los conceptos políticos son conceptos teológicos secularizados, El imperio este katechon se expresaba políticamente de acuerdo con una misión transhistórica que dotaba al imperio de una caga histórica y de una dimensión metapolítica. Según Carl Schmitt lo fundamental del Imperio es precisamente no ser eterno. Todo lo que nace tiene que morir, tiene su propio fin. El concepto fundamental es el del Katechon. Imperio significa en este contexto la fuerza histórica que es capaz de detener la aparición del Anticristo y el fin del eón presente, una fuerza qui tenet según afirma San Pablo en la segunda carta de los Tesalonicenses, capítulo dos. El Imperio medieval cristiana perdura mientras permanece activa la idea del Katechon. En el Imperio medieval se reconcilia la Idea del Imperio con la esencia política, con la filosofía griega y con el cristianismo. Hay una función política del imperio que es la custodia de una comunidad política amenazada por la anomia. El elemento religioso le dota a la idea de imperio de una misión escatológica pero también farmacológica de la política que constituye la tradición occidental esencialmente. Farmacología y escatología combinan perfectamente. En el caso del Sacro Imperio la dimensión farmacológica procedente de la filosofía platónica se sublimó en la idea del katechon. La misión del Emperador conjugaba lo político y lo escatológico en la defensa de la Cristiandad amenazada políticamente por los infieles y espiritualmente por las fuerzas de la antinomia encarnadas en el Anticristo. Santiago Montero Díaz afirma en su conocida conferencia sobre la idea de Imperio que la idea imperial es un programa de salvación ante la crisis. El imperio se asienta sobre una justificación moral. Es un poder salvífico y de ahí viene su expansión por la conquista. La España moderna se ha forjado en dura contienda secular contra el Islam. Esto ha forjado la unidad de España. Todo esto confiere a la teoría española del Estado una simbiosis entre tradición farmacológica y tradición escatológica de la política. España ha producido el primer Estado moderno pero un Estado Imperio católico evangelizador, una empresa con misión, dique o barrera (de katechon) ante los enemigos de la Cristiandad. El Estado-Imperio español tenía una misión farmacológica y escatológica. El katechon paulino pone fin al avance del Anticristo, se trata de luchar contra el mal. La teología política de Schmitt no fue indiferente al poderoso atractivo de la figura paulina neotestamentaria. Ya en Platón se encuentra en La República el concepto de to katechon y representa Platón a la clase de los filósofos como retardadores de la anomia y de la anaciclosis. San Pablo no menciona esto y oculta así las fuentes paganas de su escatología. Hay que contar en esto con el realismo político. El katechon no puede extirpar el mal, sólo retenerlo, retardarlo. Esto evita el milenarismo político. Hay que recordar que en Roma era farmacológico el principio político fundamental: la máxima salus populi suprema lex est, la salud o salvación del pueblo es la ley suprema. En el siglo XII se redescubre el derecho romano en Europa de la mano de los maestros glosadores del derecho romano y así de la mano de la lex romana tiene lugar una renovatio imperii. Es por ello por lo que se sitúa el origen de la legitimidad política en el consensus populi. Se trata de la obediencia voluntaria por consentimiento como base de la legitimidad política del gobierno. Dante Alighieri en su tratado De Monarchia sostiene que el imperio es verdaderamente universal si abarca todo el género humano. El género humano, la humanitas sustenta al poder político entonces. La monarquía imperial teutónica tenía para Dante las características de un imperio romano atemporal, eterno e ilimitado abarcando no sólo la Cristiandad, sino el conjunto de todo el género humano. Se trataba de un imperio universal pues. Se trata de lograr el bien común del humanorum genus pues sólo una monarquía universal mundial romana permitirá conseguir de la mejor manera posible el sumo bien del género humano que consiste en la paz y en la justicia universales y por lo tanto la felicidad. El Imperio es fuente de paz y de libertad. La Iglesia se ocupa de la vida eterna. La salvación del género humano radica en el imperio romano. La gloria del principado del divino Augusto es la Pax Romana así como la decisión divina de hacerse carne en un cives romanus, Cristo. La formulación más clara y contundente de las que formuló Dante se encuentra en una carta del 31 de marzo del año 1311 dirigida a sus compatriotas florentinos que le habían condenado al exilio. En la carta Dante proclama el origen divino de la jurisdicción imperial sobre el conjunto de la humanidad. Sabía Dante muy bien que desde el año 1200 los distintos regna de la Cristiandad fueron constituyéndose en Estados independientes como reinos soberanos que ostentaban la summa potestas. Es el proceso de formación de las monarquías nacionales en la Edad Moderna. Para entonces el Sacro Imperio se había convertido en un poder teutónico e italiano más que universal. Inglaterra, Aragón, Hungría, Nápoles y otros muchos principados eran vasallos directos del Papado, mientras que los dos principales reinos europeos (Francia y Castilla) de consideraban exentos el Imperio a partir de la fórmula rex est imperator in regno suo, fórmula establecida por los juristas de la corte de Alfonso X el Sabio y San Luis IX de Francia. El Sacro Imperio Romano Germánico desapareció oficialmente con el tratado de Presburgo en 1806. Sólo el imperio español fue en realidad un fiel heredero de la tradición romanista universalista transmitida por la cristiandad medieval en la Edad Moderna. Sólo el imperio español fue un imperio generador, católico, universal. Sólo la monarquía católica, la monarquía hispánica fue universal, a diferencia de los otros imperios, coloniales, depredadores, nacionales. Carlos V fue el primer emperador moderno. La monarquía de España por sus posesiones fue el primer imperio verdaderamente mundial de la historia. El primer imperio global. No debe sorprender que la idea del katechon ocupara el pensamiento de Carl Schmitt y su aprecio de la obra histórica de España, pues sobre esta base se llegó a construir una idea de Imperio que alimentó el pensamiento político español de los siglos XVI y XVII . El pensamiento político español es pura teología política. Esto ayuda a entender el caso español, único en Occidente, de una sociedad política parcialmente al menos antimaterialista, un imperio generador católico. Volviendo a la idea de Imperio en la España medieval, ya los reyes de León anteriores a Fernando I llevaban el título de emperador imperator totius Hispaniae. Según Ramón Menéndez Pidal en Carlos V están operando dos conceptos de imperio. Por un lado la idea imperial alemana titulada Sacro Imperio Romano Germánico y por el otro lado la idea imperial leonesa, romana, hispánica. Samuel Pufendorf afirmaba que si se quisiera clasificar el imperio según las reglas de la ciencia política, habría que decir que es un cuerpo irregular semejante al de un monstruo. Curiosamente, Hobbes califica el Estado como Leviatán, el mayor monstruo terrestre. El joven Marx de la “Crítica de la filosofía del derecho de Hegel consideraba por su parte que en el Sacro Imperio Romano Germánico se encontraban los pecados de todas las formas políticas. Felipe Giménez Pérez, Pioz, 17 de septiembre de 2023.

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