JOSÉ MARÍA AZNAR, EL HÉROE DE NUESTRO
TIEMPO.
Todo el mundo conoce a D. José María
Aznar. Los que somos españoles lo conocemos. Ha sido presidente del Gobierno
del Reino de España desde 1996 a 2004. Las opiniones sobre su gestión, ideología
y persona son muy variadas y encontradas. Conviene siempre buscar la verdad y
encontrarla y mucho más en cuestiones politicas que afectan al ser o al no ser
de nuestra patria. A nuestro entender, nuestro país, España, vive ahora una
gravísima crisis constitucional o política. No podemos adoptar una posición
desinteresada en torno a las cuestiones políticas nunca y ahora menos que nunca
por la gravedad de los acontecimientos que han tenido lugar en los últimos años
en España. Es hora de luchar por la verdad y contra la propaganda que
determinados medios de comunicación de masas difunden machaconamente día y
noche intentando echar cal viva sobre todos los discrepantes. Por eso entiendo
que es importante comentar el libro de Aznar titulado “Ocho años de Gobierno”,
una visión personal de España”., Editorial Planeta, Barcelona, 2004. 277 páginas.
Es un libro simple este de Aznar, de
filosofía política popular o de ideología política popular. Es muy sencillo en
su exposición. No vamos a encontrar en tal libro grandes lecciones de filosofía
política o de derecho constitucional. No vamos a encontrar algo inaudito.Es un
breviario político-ideológico. Se trata de una oportuna intervención personal y
política de Aznar frente a las calumnias de los resentidos progresistas. En un
país en el que la mayor parte de los medios de comunicación denigran a España y
son o progresistas o secesionistas, antiamericanos y judeófobos, la verdad es
que resulta harto difícil que se abra paso la verdad. La enemistad hacia el PP
y hacia Aznar ha sido algo descomunal. El libro es pues la doxografía que Aznar
realiza sobre Aznar. “De forma que me ha parecido oportuno recopilar algunas
notas de urgencia que plasmen mis opiniones sobre algunos asuntos que me han
ocupado y que ocuparán la vida de los españoles durante los próximos años”[1]
En primer lugar, Aznar se autodefine
como liberal: “Siempre he sido un liberal, y sigo siéndolo. Un liberal
conservador, pero sustancialmente un liberal. En la tarea política, eso se
refleja en una actitud personal, en una
actitud ante los demás y ante la vida general y también en un conjunto de
principios generales, políticos, sociales y económicos en los que creo.”[2] Da
por supuesto que el lector conoce perfectamente qué cosa sea el liberalismo.
Veremos sin embargo, que Aznar es un liberal, conservador y de orden. No es un
liberal conmo Von Mises o Von Hayek o más recientemente Hans Hermann Hoppe, un
anarcoliberal capitalista de una de cuyas obras recientes tuvimos hace algún
tiempo que ocuparnos haciendo una recensión crítica. Podemos decir que la
doctrina o ideología política de Aznar se podría resumir en los siguientes
principios: 1. Defensa de la unidad de España según la Constitución de 1978. 2.
Defensa de los derechos y libertades individuales. 3. Defensa de la economía de
libre mercado capitalista y 4. Defensa de los valores tradicionales.
Aznar sostiene que “la democracia es la
forma más perfecta de la organización de la libertad”[3]. Ahí
une libertad con democracia. La democracia necesita la libertad y la libertad
necesita a la democracia. La unión se realiza por medio del ideológico concepto
de “Estado de derecho”, ideológico por confusionario, puesto que nada
significa, pues todo Estado es ya precisamente Estado de Derecho.
Otro valor fundamental es la
tolerancia. “Hay que respetar siempre las opiniones ajenas”.[4] No
estamos de acuerdo con esta afirmación. Las opiniones son algo que debe ser
trascendido. La doxa no vale nada. No hay respeto que valga hacia las opiniones
y mucho menos hacia las que son absurdas. Aznar sin embargo, corrige a
continuación y afirma que lo peor es confundir la tolerancia con el nihilismo y
el relativismo moral y político en el que todo vale. “El mayor riesgo para las
sociedades libres y tolerantes es justamente que no existan valores, ni
principios, ni convicciones.”[5]
Porque “Si no existen esas ideas y esas convicciones, pronto acabamos en el
nihilismo, que es ese estado en el que no se puede afirmar ni conocer nada
porque la realidad no existe, como tampoco existe la posibilidad del
conocimiento, ni la posibilidad de convencer a quien no está de acuerdo contigo
de que tienes elementos suficientes para afirmar lo que estás diciendo.”[6]
Todo esto descansa en el falsacionismo
de Sir Karl R. Popper (1902-1994). “En una sociedad libre nadie puede impedir a
los demás que hagan una hipótesis sobre la realidad y comprueben su eficacia”.[i][7] Las
teorías científicas formuladas como enunciados universales son inverificables,
todo lo más son confirmables. Un millón de casos a favor no dan por verdadera
la hipótesis, en cambio un solo caso en contra falsa la hipótesis. Aznar no se
da cuenta de que entonces, él mismo ha gobernado con hipótesis falsas y
falsadas por la experiencia. Más bien, se diría que dentro del teoreticismo que
profesa, más bien ha obrado en política con una suerte de falsacionismo
complejo a lo Lakatos o con un paradigma inverificable e infalsable por
decisión metodológica de su comunidad política. Si Aznar hubiera seguido el
criterio de falsación de Popper, no hubiera podido gobernar en absoluto. El
liberalismo es infalsable. No prohibe en absoluto nada. Es compatible con
cualquier mundo posible. Ahora bien, si es cierto que el teoreticismo maneja
una concepción de la verdad como coherencia, entonces, Aznar ha tenido una cierta
conducta coherente y una cierta política coherente, lo que desde el teoricismo
liberal podría ser una seña de verdad de su política.
2. La capa conjuntiva.
En este libro Aznar va exponiendo su
política y su doctrina en una serie de temas populares, de política elemental,
básica. Por ejemplo, para empeza, ya en la capa conjuntiva del cuerpo político,
Aznar afirma que hay que proteger la familia. La familia en España es la que
evita que los parados busquen trabajo o hace de colchón para amortiguar las
indeseables consecuencias del paro y las pésimas condiciones laborales
existentes en España. “No se sabe qué habría pasado sin la familia cuando, como
ocurría a mediados de los años noventa, casi el 25 por ciento de la población
activa estaba en paro.”[8] La
estructura familiar debe seguir adelante. Atrás quedó la majadería marxista o
progresista de que había que suprimir la familia. Ya Aristóteles le criticó a
Platón estas tonterías de pretender liquidar la familia. La familia ni es
conservadora ni liberal ni progresista. Sencillamente es.
Respecto a la educación, al sistema
educativo, heredado del PSOE, repara Aznar en la situación desastrosa de la
enseñanza en España. El progresismo había devastado la enseñanza en España.
Habían creado millones de analfabetos funcionales. Había llegado el momento de
desfacer los entuertos progresistas cometidos en el ámbito de la enseñanza.
“Habíamos detectado un déficit de conocimientos en algunas materias básicas que
era importante subsanar porque el Estado, en cuanto a la enseñanza, tiene que
garantizar que todos los alumnos salen de la escuela o del instituto con un
mínimo de conocimientos comunes. En realidad, para eso se había universalizado
la enseñanza.”[9] Sin embargo, el PP, Aznar,
dejaron la enseñanza como estaba. No se atrevían contra las mafias de la
sociedad de las familias, progresistas de instituto, inspectores con el carnet
del PSOE en la boca y las corruptas burocracias sindicales. El PP, tragó, hizo
una tibia reforma con la LOCE y ahora el PSOE tiene que retocarla un poco
solamente para retornar al lodazal logsiano. Por lo menos la filosofía ha
recuperado algo de importancia en comparación con los enemigos de la filosofía
en España: los progresistas. A propósito de esto último, de la filosofía, me
gustaría señalar que no hay conexión alguna de la filosofía con el socialismo,
sino más bien con el capitalismo y esto lo demuestra a las claras el PP y Aznar.
Además, ¿Por qué habría de ser indeseable la desigualdad? Si a esto añadimos el
caos reinante merced a los 17 sistemas educativos autónomos españoles,
comprobaremos que Aznar ha permitido el desgobierno. Si el PP volviera al
poder, debiera aprender de los errores cometidos derogando toda la legislación
del PSOE en materia de enseñanza. Aznar se da cuenta sin embargo del
desgobierno, de la indisciplina y del analfabetismo funcional de los alumnos,
de la desgana del profesorado, del socialismo del aprobado general. En fin, la
educación es una asignatura pendiente para el retorno del PP al poder.
En la capa conjuntiva, Aznar ha
pretendido reforzar las instituciones democrático-parlamentarias. El PP es el
partido del sistema, del régimen de 1978. El PSOE es el partido de la
irresponsabilidad y de la demagogia. Cuando hablamos del régimen actual y
realmente existente hoy hablamos de su partido, el único partido que lo
sostiene: el PP. Este es el problema de la crisis constitucional por la que
atravesamos ahora en España. Aznar es un estadista serio. Se da cuenta de la
necesidad de que el régimen dure mucho. Esa es la eutaxia. Si el núcleo de la
acción política como afirma Bueno es la eutaxia, Aznar intencionalmente ha
buscado la eutaxia política de España con su defensa de la Constitución de
1978. No se ha dado cuenta de que tal Constitución desnacionaliza España y la
conduce al caos político. El sistema constitucional fomenta el secesionismo y
debilita al Estado. Aznar todavía cree que es viable y que con tan malas
herramientas puede servir a la tranquilidad pública.
Lo me más me gusta de Aznar es su
reivindicación de España sin complejos por lo menos en su caso. Otra cosa son
las infames conductas de algunos
seguidores suyos del PP, algunos ministros de sus gobiernos. “Yo nunca he visto
a España como un problema. He visto a españoles problemáticos, que es algo
distinto. Pero España como problema, nunca.
Lo peor de la leyenda negra que se inventaron sobre nosotros no es su
popularidad fuera de España. Esas leyendas siempre tienen éxito cuando un país
se convierte en una potencia hegemónica. Pero los demás países no suelen
creérsela.
Nosotros nos la creímos.”[10]
Parece que no concibe a España como un problema ni a Europa como la solución
como afirmaba Ortega y Gasset. Eso es un elemento positivo en un régimen
político en el que la mayoría de los políticos españoles odian a España.
Los progres son los enemigos del
Estado, de España, del pueblo, de la tranquilidad pública. Sólo pueden
ofrecerle al pueblo palabras. Eso es la demagogia. Aznar sabe todo esto: “Estoy
convencido de que se ha producido un retroceso. Una parte de la izquierda
española carece de un comportamiento homologable al que tiene la izquierda en
otros países. Y es que en el fondo la izquierda española sigue pensando que los
demás, todos los que no comparten su misma posición, están desautorizados para
gobernar.”[11] Con estos malandrines
progresistas no hay nada que hacer. Como dice Antonio Sánchez en el número 32
del Catoblepas, están confabulados con los separatistas contra España. Yo voy
más lejos aún: Son la AntiEspaña. Lo malo del PSOE es que no tiene principios,
ni ideología, sólo intereses grupales. El PSOE se ha convertido en un partido
antisistema y antiEspaña y pretende crear otro régimen político. “Por eso es
especialmente triste y dañino que justo en este momento, la oposición, por
falta de convicciones o por oportunismo político, quiera poner en tela de
juicio los elementos básicos que han permitido este progreso. Dentro del
Partido Socialista se hacen declaraciones contradictorias, no se hacen
propuestas positivas y cuando se hace explícito algo, no hacen falta muchos
esfuerzos para comprender que ése justamente es el camino que no hay que
seguir. Porque lo que están proponiendo es, ni más ni menos, que un cambio de
régimen. Eso significa que el principal problema que tienen ahora mismo se
llama Partido Socialista Obrero Español.”[12]
Respecto a la capa basal del cuerpo
político de España, yo creo que el gran éxito del PP es el desarrollo de las
fuerzas productivas. Se trata de liberar a esas fuerzas económicas de las
trabas del proteccionismo y del intervencionismo. El capitalismo en España ha
mostrado muchas de sus virtualidades. Los liberales pueden estar muy contentos.
España es un país capitalista aunque le duela a los social-comunistas. “Hasta
hace muy poco tiempo, en España la economía de mercado tenía mala prensa”.[13] Son
los rescoldos del comunismo, de la revolución que conviene apagar, porque desde
luego no hay ninguna racionalidad en esas ideologías absurdas y falsas.
Apartaos de las necias ideologías habría que atreverse a decir.
La receta liberal aplicada por Aznar ha
sido la liberalización económica, suprimir intervenciones, privatizar empresas
públicas, contener el gasto público, reducción de la inflación, de los tipos de
interés, reducción del déficit público, bajada de impuestos. “Las medidas de
austeridad, de liberalizaciones y de privatizaciones nos permitieron emprender
una política fiscal nueva en España. Se resume en una expresión muy sencilla:
bajar los impuestos.”[14] El
liberalismo resultó beneficioso para España y aumentó el bienestar del pueblo.
Hay que mantener y aumentar la eutaxia política: “El Estado moderno tiene que
asegurar un determinado grado de bienestar y de oportuniades para todos: entre
otros deberes, tiene que garantizar el acceso a la Sanidad, el pago de las
pensiones, una educación de calidad.”[15] La
política económica del PP ha rebajado las cifras del paro en España. Es mejor
combatir el desempleo rebajando las cifras de parados que entregando generosas
subvenciones al paro, la sopa boba del Estado del Bienestar.
El liberalismo de Aznar es pues
compatible con el Estado del Bienestar. Está por ello comprometido con la idea
de la igualdad de oportunidades. Se trata de comenzar todos en iguales
posiciones para acabar en desiguales posiciones. “Un gobierno debe garantizar
la igualdad de oportunidades y la solidaridad, e impulsar la modernización del
país. A lo largo de estos años, hemos defendido que todas las personas deben
tener iguales oportunidades en todo el país.”[16] De
todos modos ¿Por qué habría de ser mala necesariamente la desigualdad? ¿Acaso
no es cierto el principio que afirma que los hombres responden a incentivos? A
los pobres les conviene una cierta desigualdad preferiblemente a una igualdad
en la que vivirían peor, además de que todos los demás vivirían peor. Se vive
mejor en la desigualdad que en la igualdad. Esto sólo lo discuten los fanáticos
criptocomunistas o progresistas, los residuos de las izquierdas comunista y
socialista pasados por la posmodernidad.
Como no se podía derribar al Gobierno
del señor Aznar por las elecciones, hubo que montar el golpe de Estado
islamista-progresista del 11-14 de marzo de 2004. Hubo que liquidar a 192
personas para conseguir que el PP perdiera las elecciones del 14 de marzo de
2004.
Lo más polémico de la actuación
política de Aznar como Presidente del Gobierno de nuestra Patria, España, fue
su política exterior, su gestión realizada en el seno de la capa cortical del
cuerpo político estatal. Aznar se dio cuenta de que la alianza con los EE.UU.
era sumamente útil para los intereses de España. En un país con 48 millones de
ciudadanos hablando español no puede haber sentimientos antiespañoles en
principio. En cambio, Francia, de la que sólo nos han venido desgracias, no ha
sido nunca un aliado fiable, máxime cuando es el patrón de Marruecos, secular
enemigo de España. España tiene mucho más que ver con EE.UU. y con Iberoamérica
que con Francia-Alemania y la UE. En las postrimerías del siglo XX el proyecto
nazi formulado en Mein Kampf por Hitler estaba a punto de cumplirse: Una Europa
unida bajo la égida Alemana y protegida por la force de frappe francesa. El
enano político y gigante económico a la vez en palabras de Willy Brandt estaba
a punto de convertirse en gigante político y gigante económico simultáneamente
merced a la alianza con Francia. España es un país atlántico, una potencia
marítima más que terrestre y sus intereses divergen notablemente de estas
potencias de la UE, que consideran Europa como de su exclusiva propiedad.
El 11 de septiembre de 2001 comenzó una
nueva época en la Historia Mundial. La agresión islámica frente a Occidente
tomaba cuerpo en el asesinato de de 3500 personas en EE.UU. “En aquellos
primeros momentos, el 11 de septiembre, hubo una gran confusión. Pero una vez
se supo que era un ataque terrorista y se comprendió su magnitud, fue evidente
que había empezado una historia nueva.”[17]
EE.UU. emprendió dos campañas militares victoriosas: la primera en Afganistán y
la segunda en Irak, ambas apoyadas por el gobierno de Aznar. Valiente por
enfrentarse con el antiamericanismo enfermizo de los progres: “Se escuchan
muchos argumentos antinorteamericanos. El primero se basa en una percepción
evidente. Quien tiene la responsabilidad de gobernar no es popular”.[18]
Aznar inteligentemente apostó por los EE.UU., el único imperio realmente
existente, frente a Francia, Alemania, Rusia y China en alianza con el Islam.
El interés de España como Estado está dirigido a Hispanoamérica y frente al
Islam y frente al hegemonismo franco-alemán. “Siempre he creído en el vínculo
atlántico y en el atlantismo. En esto coincidía plenamente con la política de
Gran Bretaña, cuyo interés atlántico es aún mayor que el nuestro.”[19]
Los demagogos progresistas intentaron
derrocar al legítimo gobierno de España mediante la agitación callejera. Fueron
atacadas más de 300 sedes del PP por iniciativa del PSOE e IU, su satélite o
acólito. Estos ataques fueron premeditados. “A ello se añade que hubo numerosos
fenómenos de violencia. Todos los días se producían ataques a las sedes del
Partido Popular, agresiones personales a la gente del partido y a los miembros
del Gobierno. Era una mezcla de presión callejera y de agresión, y salió a
relucir un rostro de una parte del país muy agresivo, muy turbio y capaz de poner
en cuestión las cosas más fundamentales, las de principio. Tampoco en esto la
condena por parte de la oposición fue tan rotunda como habría sido de desear.”[20] Se
trataba de aterrorizar al PP, igual que los asesinatos cometidos por
socialistas en 1934 y 1936 tenían una clara finalidad política. Ahora no se
llegó tan lejos, pero el PSOE demostró a las claras que no tolera que el PP
gobierne. Se le hace insoportable que los conservadores y liberales gobiernen.
Democracia es que gobierne el PSOE. La actitud del PSOE durante la guerra de
Irak fue de traición a España, no sólo al gobierno del PP. “Estoy convencido
que se ha producido un retroceso. Una parte de la izquierda española carece de
un comportamiento homologable al que tiene la izquierda en otros paíss. Y es
que, en el fondo, la izquierda española sigue pensando que los demás, todos los
que no comparten su misma posición, están desautorizados para gobernar”.[21] Por
eso vale todo. Todo es lícito para conseguir el poder a toda costa. “Aquí, en
contra de lo que ocurrió en los demás países europeos, lo que se cuestionó fue
la legitimidad del Gobierno, la legitimidad de un gobierno democrático para
dirigir el país.”[22] El
PSOE tiene una larga tradición antidemocrática: 1917, 1934, 1981 y 2004. No hay
que hacerse muchas ilusiones con ellos. Después de leer a Pío Moa no hay por
dónde cogerlos. El PSOE sigue identificándose con el PSOE de 1934 y de 1936.
Quieren ganar la guerra civil ahora, creyendo que la situación actual es más
favorable para ellos que en 1934 y 1936. Son muy malos perdedores. Tienen muy
mal perder.
La gran apuesta estratégica de Aznar
por la cual puede ser considerado un gran estadista es los EE.UU. “Nuestra
relación con Estados Unidos nos ayuda en varios aspectos. Estados Unidos es hoy
día la garantía de la seguridad en el mundo. No existe alternativa a esa
garantía. Jugar a elaborar posiciones distintas es una frivolidad para España y
para Europa. Si se garantiza la seguridad, se garantizan también los principios
básicos en los que se sustenta esa seguridad, que son las libertades que
proporcionan los sistemas democráticos. Una cosa va con la otra. La seguridad
se basa en el establecimiento y la estabilidad de sociedades abiertas y
regímenes democráticos. El mundo sería un lugar mucho más peligroso si no
mantuviéramos una buena relación con Estados Unidos.”[23] Por
primera vez en muchos años, España no dependía de Francia y Alemania. Eso no se
lo perdonó la progresía afrancesada española a Aznar. ZP ha vuelto a la
sumisión incondicional a Francia a cambio de nada. He ahí el nihilismo político
del PSOE. Si a esto se une su islamofilia, la cosa no puede ser más desoladora.
Además, se estableció una alianza con
otro país católico y enfrentado a las grandes potencias continentales europeas
que son Alemania y Rusia, se trataba de la católica Polonia. Dos países que
tenían que soportar al Eje Franco-alemán. Dos países con intereses comunes.
En la crisis de la Isla de Perejil se
vió claramente que Francia apoyaba a Marruecos y que los EE.UU. a España. Estas
cosas conviene recordárselas a los pacifistas, muñecos del PSOE, así como a sus
titiriteros intelectuales a su servicio y en su nómina. “Pero la decisión de
intervenir en Perejil si era necesario estaba tomada desde el primer momento.”[24] El
mundo islámico considera la contemporización como síntoma de debilidad, de
impotencia. Así debieron considerar la visita de ZP en clara deslealtad frente
a España cuando España y Marruecos pasaban por unas malas relaciones
diplomáticas. Es sintomático respecto a nuestra debilidad lo siguiente: “Eso es
lo que aún nos diferenciaba de otros países. Después de la ocupación de Perejil
por el Ejército marroquí, tardamos una semana en intervenir, cuando cualqueir
otro país importante lo habría hecho el mismo día, en veinticuatro horas.”[25] Esta
es una asignatura pendiente para España, el convertirse en una gran potencia
militar para evitar problema con Francia y con Marruecos.
El gobierno del PP ha suprimido el
servicio militar obligatorio. Ahora sólo tenemos un ejército profesional. Eso
significa que hay que conseguir que su tamaño y eficiencia sean los adecuados.
La defensa, la capa cortical es fundamental en el Estado, puesto que “el
compromiso activo en Defensa es lo que garantiza la libertad de un país. No hay
política exterior sin unas Fuerzas Armadas competentes. En eso hay que invertir
muchas energías y mucho esfuerzo. Luego
viene el sentimiento de satisfacción cuando ocurren cosas como las que han
sucedido últimamente y hay buenos profesionales preparados para afrontar los hechos,
y con medios para cumplir con su misión.”[26]
Los EE.UU. pretenden que Irak sea un
Estado democrático fiable y no un Estado peligroso para los intereses de EE.UU.
que son también los nuestros, al igual que la causa israelí es la nuestra, lo
que ocurre es que Europa, la UE tiene una política de apoyar a los palestinos
en contra de Israel por eso de la tradicional amistad con el mundo árabe. No sé
de dónde procede tal amistad, que en el fondo no existe. Tal vez se deba esa
islamofilia de la necesidad de un suministro regular de petróleo. Ya Francisco
I de Francia pactó con el Turco y algunos príncipes protestantes apoyaban al
Turco para debilitar a los Habsburgo. En Francia estaban prohibidos los libros
que contaran cosas sobre Turquía para que los franceses no se enteraran de los
turbios manejos de su gobierno contra la cristiandad. La islamofilia francesa
sigue funcionando hoy en contra de Israel y de los EE.UU. En Irak nos jugamos
mucho todos, por eso la retirada de las tropas de Irak por parte de ZP es una
ignominia llena de cobardía: “Si las cosas saliesen mal en Irak, si en Irak
fracasáramos en la construcción de un régimen estable y que nos permita una
vida digna a sus habitantes, fracasaríamos todos, en particular, los europeos.
Estados Unidos también perdería, pero perderíamos más nosotros, los europeos,
porque nosotros somos la parte más débil, y la que está más próxima al
conflicto. Si Turquía acaba siendo miembro de la Unión Europea, vamos a tener
frontera con Irak. Y si el intento de estabilizar Irak fracasa, y Estados
Unidos da un paso atrás en la estabilización de la zona, nos vamos a encontrar
con un polvorín a las puertas de casa. Será nuestro problema, y no podremos
pedirle otra vez a Estados Unidos que venga a echarnos una mano cuando nosotros
no hemos contribuido seriamente a ayudarle. Esto me parece vital. Cuanto más se
tarde en tomar las decisiones que garanticen nuestro apoyo a este proyecto, más
costará ponerlo en marcha y más difícil será garantizar la seguridad y la
libertad allí, y, al fin y al cab, también en nuestro país.”[27] En
materia de defensa, lo que importa es gastar el dinero que haga falta para
fortalecer a España. “Lo importante es saber por qué se quiere gastar en
Defensa. Los españoles tienen que comprender que su libertad depende de la
capacidad de influencia de España en el mundo, y que esta capacidad de
influencia no existirá sin un Ejército razonablemente adecuado a las
responsabilidades que nos corresponden en defensa de los principios de
legalidad y de respeto a los derechos humanos que sostienen los regímenes
democráticos. Eso es lo que cuenta. La voluntad y la capacidad de defender esos
valores occidentales que son los valores en los que yo creo.”[28]
Respecto a la UE, Aznar es partidario
de mantener la independencia de los Estados miembros. Su posición se parece
mucho a la británica o a la que tenía de Europa Charles de Gaulle. “Ahora bien,
hay varios conceptos acerca de lo que debe ser la unión política europea, y yo
debo decir que no he tenido nunca una concepción federalista de Europa. Para
mí, la Unión Europea es una unión de Estados con políticas integradas y
comunes, pero también con cooperaciones intergubernamentales y, por supuesto,
con políticas nacionales propias. No concibo una Europa sin naciones y sin
Estados.”[29] En el Tratado de Niza de
2000 se consiguió una buena ventaja para España y para Polonia que el
afrancesado ZP arrojó por la borda para complacer a Francia y a Alemania.
Estupideces políticas de los progresistas. En el referéndum próximo sobre ese
engendro llamado “Constitución europea”, convendría que los españoles votáramos
que NO.
En cuanto a la lucha contra el
terrorismo nacionalista vasco, la lucha de Aznar con esta lacra política ha
sido más intensa si cabe que la llevada a cabo por gobiernos anteriores. Aznar
declara que su lucha contra ETA se ha basado en los siguientes cuatro
elementos: 1º Es posible acabar con el terrorismo. 2º Batalla abiertamente
frontal contra el terrorismo. 3º Actuar dentro de la ley. Y 4º Ofensiva
internacional contra ETA. Esta estrategia tiene sus limitaciones: la
Constitución de 1978 y la no existencia de pena de muerte. Con las autonomías
se ha introducido el cáncer en el Estado y se da de comer carnaza política a la
bestia independentista, por tanto, a ETA. En fin, Aznar también tiene
limitaciones.
El PP fue atacado por ETA. Un buen
número de militantes y cargos públicos del PP fueron asesinados. El asesinato
de Miguel Ángel Blanco pudo haber servido para aplastar a los independentistas,
pero los secesionistas entonces pactaron con ETA con la complicidad de IU-PCE,
partido antiespañol donde los haya. Unos malandrines traidores a fin de
cuentas.
Aznar tiene la ingenuidad de sostener
que todo es posible en la democracia. Ahí falla su pensamiento político.
Justamente como todo es posible, se hace imposible extirpar a los enemigos de
España. “Se pueden expresar todas las ideas, todas las opiniones y todos los
proyectos”.[30] Grave error de terribles
consecuencias para España. Hay que saber cuáles son los límites de la tolerarancia
y qué hacer con los enemigos de la libertad. Saint- Just decía que no debe
haber libertad para los enemigos de la libertad. Me parece muy justo
Saint-Just. No se puede tolerar todo. He ahí una contradicción de la
democracia. Si se tolera todo, la democracia desaparece y si no se tolera nada
tampoco sobrevive mucho tiempo. No tiene precisamente mucho mérito tolerar sólo
a los que se parecen a nosotros. En fin, de todos modos podríamos decir que
todos los partidos políticos secesionistas deberían estar prohibidos. La
destrucción de España es un crimen de lesa patria y no se debe tolerar bajo
ningún concepto.
De todos modos, Aznar tuvo el acierto
de conseguir que el PSOE firmara el Pacto Antiterrorista, el Acuerdo por las
Libertades y contra el Terrorismo de diciembre de 2000. Parecía que el PSOE era
un partido nacional y español, pero eso duró poco. Era más importante derribar
al gobierno del PP como fuera que defender a España de sus enemigos.
Lo que está clara es la unidad de
acción entre el PNV y ETA. “El PNV no ha querido la derrota de ETA. Siempre que
ETA ha estado contra las cuerdas, el Partido Nacionalista Vasco le ha lanzado
un salvavidas. Es lo que ocurrió con la campaña organizada en contra de la
autopista de Leizarán y volvió a ocurrir cuando la detención de la cúpula de
ETA en Bidart, en 1992.”[31] Es
que tal vez algún día se demuestre que el presidente de ETA es algún miembro
prominente del PNV.
Uno de los grandes éxitos en la lucha
contra ETA fue el encarcelamiento de la Mesa Nacional de Herri Batasuna en
1997, pero el aparato judicial de Polanco presente en el Tribunal
Constitucional los puso en libertad. Esto hizo que se impulsara una Ley de
Partidos Políticos nueva en 2002 merced a la que se ilegalizó HB. Esto fue otro
gran acierto de Aznar.
Aznar omite sus dos fracasos
estrepitosos en la gestión política de la capa cortical del Estado, a saber, la
inmigración y la delincuencia. El descontrol de la inmigración ha sido
mayúsculo, permitiéndose la gran riada de inmigrantes legales e ilegales durante
el período de gobierno del PP, así como por otro lado además, la dejadez y
negligencia en el tema del orden público, del aumento del número y gravedad de
los delitos. El tema de la seguridad ciudadana se ha dejado desgobernado. Para
no parecer xenófobo o racista y para no parecer autoritario, ha renunciado a la
seriedad en estos temas el PP y por tanto Aznar. Parece que siempre los
progresistas son los evaluadores de la legitimidad de todos los gobiernos de
España. Parece que el PP quiere hacerse perdonar no se sabe muy bien qué pecado
cometido en el pasado. Ya sabemos que quienes tienen que hacerse perdonar sus
graves pecados del pasado son precisamente los progresistas, los comunistas y
los secesionistas. Los conocemos bien a todos ellos.
5. Epílogo.
“El 11 de marzo de 2004 recibí la
noticia de los atentados de Madrid a las siete y media de la mañana, nada más
producirse la explosión de las bombas en la Estación de Atocha, en el El Pozo y
en Santa Eugenia. Inmediatamente comprendí la gravedad de lo sucedido.”[32]
Aznar se equivocó en cuanto a la autoría directa del crimen masivo: “Al mismo
tiempo que el Gobierno dispuso la atención a las víctimas y la restauración, en
lo posible, de la normalidad, se abrió la investigación sobre lo sucedido. Yo
mismo y el Gobierno creímos que ETA era la autora material de los atentados. No
fuimos los únicos ni en España ni fuera de España. No hubo ni un solo
representante del Estado, ni un solo medio de comunicación que adelantara otra
hipótesis en aquellos momentos.”[33] Ahora
sabemos que el atentado lo realizaron confidentes de la Policía Nacional y de
la Guardia Civil y que hay conexión con ETA. El objetivo del atentado
terrorista fue electoral, modificar el resultado de las elecciones para que
ganara el PSOE y así cambiara la política interior y exterior de España.
El Gobierno del PP no mintió, sino más
bien el Grupo PRISA y su marca el PSOE. “Hubo personas, en particular el jefe
de campaña del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno español,
llamado a ocupar un puesto tan alto como el de jefe del grupo parlamentario del
PSOE en las Cortes españolas, que dijo en los medios de comunicación, la noche
del 13 al 14 de marzo, que el Gobierno estaba mintiendo. Una vez demostrada la
falsedad de estas gravísimas acusaciones, estas personas, que violaron a
sabiendas la ley electoral que les obligaba a abstenerse de cualquier
manifestación política el día de reflexión, tienen el deber de demostrar que
esas acusaciones no entrañaban una interpretación conscientemente sesgada de
una realidad que conocían a la perfección. Y si no lo logran demostrar y no
actúan en consecuencia, la opinión pública sabrá lo que tiene que esperar de
ellos. Los españoles, que han demostrado estos días una acusada sensibilidad
ante cualquier sospecha de manipulación y de ocultación de los hechos, no se
merecen otra cosa.”[34] Pero
es que no se puede esperar otra cosa del portavoz del Gobierno del GAL y de
Filesa y de la corrupción. Rubalcaba, el ministro de deseducación, es lógico
que se comporte así.
Gracias a este libro y a los hechos por
todos conocidos y que se imponen al final tercamente, echaremos de menos al
gobierno de Aznar y lamentaremos que quisiera abandonar la dirección del Estado
que con tanta brillantez llevó durante ocho años. Sólo con analizar a ZP y a su
gobierno y a su conducta desde hace años y compararlos con la conducta y la
gestión del gobierno de Aznar podemos valorar los méritos de Aznar, el héroe de
la libertad, el héroe de nuestro tiempo.
[5] Ocho años de gobierno,
pág. 12.
6.Ocho años de gobierno, pág. 13.
7.Ocho años de gobierno, pág. 13.
8.Ocho años de gobierno, pág. 16.
9. Ocho años de gobierno, pág. 18.
10. Ocho años de gobierno, pág 22.
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