Me
propongo escribir una pequeña nota pedagógico-política para que el público
entienda cuál es la verdadera naturaleza de la ETA. La ETA es una organización
terrorista abertzale autodeclarada independentista, nacionalista vasca y
marxista-leninista, que invoca la lucha armada como método para obtener sus
objetivos fundamentales, prioritariamente la independencia de lo que el
nacionalismo vasco denomina Euskal Herria, las Vascongadas, de los Estados de España y
Francia. Para ello ha utilizado el asesinato, el secuestro y la extorsión
económica tanto en España como, ocasionalmente, en Francia. La ETA es un
movimiento nazi independentista. Es socialista, es vasquista, völkisch,
racista. Es nacionalsocialista. Que quede claro todo esto para una mayor inteligencia
del fenómeno nazi vasco.
Fundada
en 1958 durante la dictadura franquista tras la expulsión de miembros de las
juventudes del Partido Nacionalista Vasco, cometió su primera acción violenta
en julio de 1961 e, inicialmente, contó con el apoyo de una parte significativa
de la población al ser considerada una más de las organizaciones opuestas al
régimen. Tras el proceso democratizador iniciado en 1977, al cual no se
incorporó, fue perdiendo apoyos públicos, siendo condenados sus actos y
calificados de terroristas por la inmensa mayoría de las fuerzas políticas y
sociales desde la aprobación del Estatuto de Guernica en 1979 hasta la
actualidad.
. En 1952 se organizó un grupo de estudio universitario con
el nombre Ekin (acometer en euskera) en Bilbao. A partir de 1953, y a través
del Partido Nacionalista Vasco, el grupo tomó contacto con la organización
juvenil del PNV, Euzko Gaztedi Indarra (EGI). En 1956 ambas asociaciones se
fundieron, redactando una ponencia conjunta en el primer Congreso Mundial Vasco
celebrado ese mismo año en París, en el que apostando por el relevo
generacional, diferían de las directrices del partido. Ekin organizaba charlas y
cursos clandestinos sobre eusquera e historia. En 1958 se vislumbraron
tensiones en el interior de la asociación en confrontación con los altos
dirigentes del PNV, que llevan a la expulsión de dirigentes de Ekin y que
motivó la posterior escisión en el mes de mayo de ambos grupos16 puesto que
Ekin propugnaba una estrategia de «acción directa» y actuar así como un
movimiento de resistencia vasco, en una época en la que abundaban las luchas de
liberación nacional en el tercer mundo, como la descolonización de Argelia.
En
1958 se constituyó ETA. José Luis Álvarez Emparanza Chillardegui propuso el
nombre Euskadi Ta Askatasuna (ETA), que fue decidido en una reunión entre
Benito del Valle, Julen Madariaga, Iñaki Larramendi y Chillardegui en Deva a
finales de 1958.14 Usaron dicho nombre públicamente por primera vez el 31 de
julio de 1959 en una carta a Jesús María Leizaola, lendakari en el exilio.14 El
31 de julio se celebró la festividad de San Ignacio de Loyola y ese mismo día,
64 años antes, se había fundado el PNV. En 1959 la organización ya tenía junta
directiva colegiada formada por Eneko Irigaray, López Dorronsoro, Álvarez
Emparanza Chillardegui, Benito del Valle, J. Manuel Aguirre, Julen Madariaga,
Alfonso Irigoien y Patxi Iturrioz.
El
18 de julio de 1961 aniversario del Glorioso Alzamiento Nacional del 18 de
Julio, cometieron su primera acción
violenta al intentar hacer descarrilar un tren con voluntarios franquistas que
viajaban a San Sebastián para conmemorar el principio de la guerra civil.
Su
ideario, plasmado en su primera asamblea, celebrada en el monasterio
benedictino de Belloc (Francia) en mayo de 1962, se basaba en: El
regeneracionismo histórico, considerando los hechos más relevantes de la
historia vasca como hitos de un proceso de construcción nacional. La valoración
del eusquera como elemento clave de la nacionalidad, en sustitución de la
"raza", declarando que vasco es quien vive y trabaja en Euskadi. La
aconfesionalidad, rechazando explícitamente la Jerarquía de la Iglesia, cuya
doctrina aceptan como referencia para la elaboración de un programa social. El
anticomunismo ideológico, aunque la valoren como método de acción. La
independencia de las Vascongadas, compatible con el Federalismo europeo. En
1962, el ideólogo exiliado nazi Federico Krutwig, bajo el pseudónimo de
"Fernando Sarrailh de Ihartza", en su obra "Vasconia"
define a ETA como un "Movimiento Revolucionario Vasco de Liberación
Nacional, creado en la resistencia patriótica, e independiente de todo otro
partido, organización u organismo."
En
1964, el ilegalizado PNV muestra su desvinculación con ETA y para ello, con el
fin de desmentir ciertos rumores, declara públicamente "que la
organización conocida con las siglas E.T.A. ni es núcleo activista, ni sección
terrorista de nuestro partido, ni tiene con este ningún lazo de
disciplina", rechazando sus métodos violentos.
Los
elementos izquierdistas, socialistas, nacionalsocialistas, que alejan a ETA de
la tradición conservadora y católica del PNV, quedan más definidos a partir de
la II Asamblea, en la que se constatan afinidades entre el ideario de ETA y el
comunismo. Esta asamblea se celebró en Bayona en la primavera de 1963.
En
la III Asamblea, que se reunió aproximadamente entre abril y mayo de 1964, se
tomó la decisión de que la lucha armada era el mejor modo de conseguir los
fines propuestos. La ponencia se publicó más tarde con el título La
insurrección en Euscadi. En esta asamblea, además se decidió unánimemente la
ruptura con el PNV, cuya labor ETA consideraba «contraria a los intereses de la
liberación nacional».
Aunque
las estadísticas del Ministerio del Interior de España reflejan que la primera
víctima mortal de ETA fue José Ángel Pardines Arcay, en 1968, hay fuentes que
atribuyen a ETA el asesinato de la niña de 22 meses Begoña Urroz Ibarrola,
muerta el 27 de junio de 1960, a causa de la explosión de una bomba en la
estación de tren del barrio de Amara, en San Sebastián. Esta atribución a la ETA
es criticada como infundada por los historiadores Francisco Letamendia, Santiago
de Pablo e Iñaki Egaña, que coinciden en que la ETA en 1960 aún carecía de
medios suficientes para cometer este tipo de atentados, y atribuyen la autoría
a la organización de extrema izquierda DRIL (Directorio Revolucionario Ibérico
de Liberación), grupo que reivindicó el atentado, junto con otros cinco muy
similares, cuatro de ellos cometidos en aquel mismo día (contra otras
estaciones de tren de San Sebastián, Barcelona y Madrid y contra el tren correo
Barcelona-Madrid) y otro realizado dos días después (en la estación de Atxuri
de Bilbao). De hecho, según la documentación hallada por Iñaki Egaña, 12
miembros del DRIL —la mayoría de los participantes en los atentados— huyeron a
Bélgica, todos ellos fueron detenidos en Lieja, y 9 de ellos fueron juzgados
por tráfico ilegal de armas y explosivos y por la muerte de Begoña Urroz; los
otros tres fueron liberados de inmediato, dado que eran infiltrados policiales.
El mismo jefe del aparato militar del DRIL, José Fernández Vázquez Soutomayor,
reconoció la infiltración de los aparatos franquistas en la organización y
lamentó la muerte del bebé.
A
partir de la IV Asamblea aparecen algunas de las líneas de fractura que
dividirán a los miembros de la organización y se harán más claras en asambleas
sucesivas, dando lugar a varias escisiones. De manera simplificada, por una
parte hay una tensión ideológica entre quienes dan preeminencia a los aspectos
más nacionales o vasquistas de la actividad de ETA y quienes privilegian la
implicación en las luchas obreras que sacuden a toda España en esos años; por
otra, se discute sobre los grados de importancia que deben tener en el quehacer
de la organización las luchas netamente políticas de un lado y la actividad
armada de otro. En la IV Asamblea, que se inició en agosto de 1965 en
Guipúzcoa, en la Casa de Ejercicios Espirituales de los jesuitas de Loyola
(Azpeitia) y continuó en una cabaña de las campas de Urbía, lugar próximo al
Santuario de Nuestra Señora de Aránzazu, al ser sorprendidos algunos delegados
del exilio de camino a la primera sede, se marcaron tres tendencias:
Los «culturalistas» o «etnolingüistas»,
representados por José Luis Álvarez Emparantza Chillardegui. Son el sector más
vasquista. Sector völkisch. Los «obreristas», representados por Patxi Iturrioz.
Sector social, socialista. Los «tercermundistas», representados por Jose Luis
Zalbide; otro sector nacionalista partidario de establecer un vínculo entre la
lucha por la independencia vasca y las luchas de liberación nacional que se
estaban dando en varios países del Tercer Mundo frente a las potencias coloniales.
En
esta asamblea se aprobó definitivamente el uso de la violencia armada como una
de las formas de acción habituales de la organización. También se aprobó el uso
de la violencia para conseguir fondos económicos (el primer atraco a mano
armada tuvo lugar en Vergara, Guipúzcoa, el 24 de septiembre de 1965).
V Asamblea: ETA Berri y ETA Zaharra
La
V Asamblea da lugar a la primera escisión. Se realizó en dos fases, la primera
en diciembre de 1966 en la casa parroquial de Gaztelu (Guipúzcoa). La segunda
se celebró en marzo de 1967 en la casa de ejercicios espirituales de la
Compañía de Jesús de Guetaria (Guipúzcoa). En la asamblea estallaron las
divergencias entre obreristas y los dos sectores nacionalistas formados en la
IV Asamblea. Los obreristas, tachados de «españolistas» por su pretensión de
priorizar la alianza con grupos de izquierdas de todo el territorio español, se
escindieron en una organización que llamaron ETA Berri (Nueva ETA), mientras
que los otros dos sectores quedaron encuadrados en la llamada ETA Zaharra
(Vieja ETA), que pronto volvería a ser ETA a secas. ETA Berri contribuyó a
crear y acabó por disolverse en un partido político de ámbito español llamado
Movimiento Comunista (MC). En ETA Zaharra el sector tercermundista arrinconó y
apartó del poder al sector culturalista de Chillardegui, que formó un grupo
interno llamado Branka. En la V Asamblea se decide también la creación de los
cuatro frentes o grupos de trabajo interno que mantendrá la organización a lo
largo de los años: político, militar, económico y cultural.
VI Asamblea: ETA-V y ETA-VI
En
la VI Asamblea, celebrada en el verano de 1970 en Bayona, resurgen con fuerza
las tensiones, esta vez entre militaristas (partidarios de la preeminencia de
la actividad terrorista), y un sector llamado otra vez «obrerista», que aboga
por la supeditación de la lucha armada a la lucha política realizada en alianza
con las organizaciones obreras. Este último sector es mayoritario durante la
celebración de la asamblea, y su decisión de poner coto a la actividad armada
hace que el sector militarista se niegue a aceptar las resoluciones de la
asamblea, creando una escisión que llamarán ETA V Asamblea Askatasuna ala hil
(Libertad o muerte) o ETA-V. El sector mayoritario emplea la denominación ETA
VI Asamblea Iraultza ala hil (Revolución o muerte) o, abreviadamente, ETA-VI.
Sin embargo, ETA-V logra hacerse con el control de la organización, en la que
se integra un sector de EGI, las juventudes del PNV, partidario de la lucha
armada. ETA-VI, por su parte, se divide en dos grupos, el mayoritario (llamado
de los mayos) y el minoritario (minos). El primero aprueba en 1973 integrarse
en la Liga Comunista Revolucionaria (LCR, partido de ámbito español que muchos
años después se unificará con el MC). El otro sector, el de los minos, se
disolverá al integrarse sus miembros en otras organizaciones como la
Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT) y el PCE, o incluso en la
propia ETA-V (nuevamente ETA a secas).
La segunda VI Asamblea: ETA militar y ETA
político-militar
La VI
Asamblea de 1973 (recordemos que quien se queda con el nombre de ETA no
reconoce la anterior VI Asamblea) es la que provoca las últimas y más
importantes escisiones hasta la fecha. Se celebra en dos partes, la primera en
la localidad vascofrancesa de Hasparren en agosto de 1973, y la segunda tras el
atentado de la calle Correo de Madrid. En la primera parte resurgen las
tensiones entre militaristas y obreristas, que se plasman en dos sectores
enfrentados y con poca comunicación entre ellos. Son los militaristas quienes
deciden unilateralmente atentar contra Carrero Blanco en diciembre de 1973,
provocando la escisión del sector obrerista, que se constituirá en Langile
Abertzale Iraultzaileen Alderdia (LAIA), abandonando ETA.
Tras
el atentado indiscriminado de la calle Correo resurge, durante la celebración
de la segunda parte de la asamblea, la antigua discrepancia entre los que
abogan por la prioridad absoluta de la actividad terrorista y quienes desean su
supeditación a las luchas políticas. Así surgen los «militares» (milis,
esencialmente provenientes del Frente Militar) y los «político-militares»
(poli-milis, procedentes del Frente Obrero), que se escindirán en dos
organizaciones: ETA militar (ETA-m, ETA (m) o ETA mili) y ETA político-militar
(ETA-pm, ETA (pm) o ETA poli-mili), siendo esta última la mayoritaria.
La transición democrática
Cuando
se inicia la llamada transición a la democracia española, por tanto, no hay una
ETA sino dos. ETA-pm apoyó la fundación de un partido político que representara
el ideario de la organización ante las elecciones generales de 1977, Euskal
Iraultzarako Alderdia ('Partido para la Revolución Vasca', EIA), que participó
dichas elecciones a través de la candidatura Euskadiko Ezkerra. ETA-pm mantuvo
durante años una relación de interdependencia con EIA hasta que la deriva
militarista de la organización (asesinato de dos dirigentes vascos de UCD a
finales de 1980) llevó a los dirigentes del partido a tomar una postura crítica
ante el terrorismo. En 1982, la facción VII Asamblea de ETA-pm aceptó la
amnistía concedida por el gobierno español a todos los presos etarras aunque
tuvieran delitos de sangre, abandonando la violencia e integrándose en el
partido político Euskadiko Ezkerra («izquierda del País Vasco», que en 1993 se
fusionaría con el Partido Socialista de Euskadi, federación vasca del PSOE). El
abandono de la violencia, decidido por los dirigentes de la VII Asamblea de
ETA-pm, fue contestado por buena parte de su militancia (los
"milikis"), que se integró en ETA-m (que en adelante, volvió a ser
conocida simplemente como ETA), en especial los llamados comandos bereziak
(especiales), comandos dedicados a las acciones violentas más importantes.
Algunos de los dirigentes de lo que en adelante sería ya la única ETA proceden
de ETA-pm, como Antxon o Pakito, así como Arnaldo Otegi, y se debe a personas
de esta procedencia también la llamada Alternativa KAS.
ETA
militar, al igual que los partidos EHAS y LAIA, boicoteó las elecciones
generales de 1977, al mantener que no se habían conseguido las condiciones
mínimas para la participación (libertades democráticas y amnistía general). La
organización terrorista intentó convencer al PNV de que se uniese a su postura
abstencionista durante las denominadas conversaciones de Chiberta (País Vasco
francés), pero el partido se negó, apostando por la vía institucional. El PNV,
además, formó un Frente Autonómico para el Senado con el PSE-PSOE, el principal
partido vasco no nacionalista.
ETA-m
consideraba que con el sistema constitucional posterior a 1978 las cosas no
habían cambiado sustancialmente, ya que consideró a la naciente democracia como
una continuación de la dictadura franquista. En 1978, reforzada por la unión de
los berezis, una escisión militarista de ETA-pm, ETA-m cambió de estrategia y
adoptó la conocida como "de la negociación" o "guerra de
desgaste", que consistía en asesinar a miembros del Ejército y de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para presionar al Gobierno y
obligarle a aceptar la "Alternativa KAS". Por otra parte, para no
dejar el campo político libre a ETA-pm, apoyó la creación de la coalición Herri
Batasuna (HB), que en un principio era una alianza autónoma de cuatro partidos
políticos (HASI, LAIA, ESB y ANV). ESB y LAIA abandonarían HB en 1980 en
desacuerdo con el papel predominante de KAS dentro de la coalición y su
negativa a que HB participase en las elecciones, lo que ha sido interpretado como que ETA-m tomó el control de
HB y consiguió expulsar a los críticos.
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