Reforma laboral

Finalmente, presionado por las grandes potencias de la Unión Europea, el gobierno español legisló la tan prometida y ansiada por muchos reforma laboral. La reforma laboral supone introducir el principio individualista en las relaciones laborales. A partir de ahora la sociedad capitalista o burguesa española en el ámbito laboral será un edén de los derechos naturales del hombre. Libertad: el empresario y el trabajador gozan de una libertad irrestricta. El empresario podrá despedir con menor coste, contratar con menor coste y descolgarse de los convenios colectivos como un individuo que ejercita su libre autodeterminación. Igualdad: obreros y empresarios son libres de contratar y de no contratar. Fraternidad: Todos ellos buscan su propio provecho egoísta que acaba beneficiando a la postre a todos. La sociedad burguesa desregulada ha quedado restaurada tras muchas décadas de regulación de las relaciones laborales. A partir de ahora reina el individualismo económico en las relaciones laborales. Esto dicen algunos beneficia a los trabajadores porque de esta manera los empresarios se animarán a contratar más y mejor y el pueblo entonces será feliz. Pero no es así. Supone esto un aumento de la precariedad laboral y un retroceso en los derechos de los trabajadores. Es la vuelta a la etapa liberal anterior a la constitución del Estado Social. Bajarán los salarios y aumentarán los beneficios empresariales. Es un avance del capitalismo y del empresariado.