martes, 27 de diciembre de 2011
Madrid fue la tumba del socialfascismo.
Efectivamente, Madrid fue el 20 de noviembre de 2011 la tumba del socialfascismo. El PSOE, Partido Socialfascista Obrero Español sufrió una aplastante derrota en Madrid. Sólo obtuvo 10 diputados de un total de 36 en Madrid...Madrid fue la derrota del socialfascismo. Me alegro de ello. Algo bueno tiene que haber en nuestro corrupto Régimen de 1978, un Estado de Partidos que se reparten el poder en el Estado según cuotas electorales. Por lo demás, la recesión ha seguido agravándose y hay serias dudas acerca de la capacidad del nuevo gobierno del PP para enderezar el rumbo que llevan las cosas. Es posible que el descontento popular aumente hasta grados insoportables para cualquier régimen político y para cualquier Estado. Las recesiones económicas fuertes se llevan por delante los regímenes políticos que en ese momento estén en vigor. Con una crisis constitucional junto con una crisis económica podemos decir que estamos en España atravesando una situación de altísimo riesgo. El PP es un partido que es buen gestor económico, no así político por su babosería y su cúmulo de complejos ideológicos. Siempre tiene un perfil político bajo cuando hay que tenerlo alto. La crisis económica en España se agrava por la crisis política que atravesamos desde hace ya muchos años y por eso la salida de esta situación crítica requiere políticos con visión de Nación, de Estado, más que con visión de Régimen y de partido de Régimen. No basta con una buena gestión económica, que por otro lado es enteramente laudable y deseable, hace falta una visión política lo suficientemente inteligente, realista y descarnada para darse cuenta de que la Constitución de 1978 no rige en España y que se ha convertido en una constitución meramente semántica. Todas las instituciones políticas españolas están corrompidas, urge crear un nuevo régimen político republicano y que sea superior a éste que padecemos, lo cual, por otro lado no debe ser precisamente muy difícil de conseguir a poco que hagamos cuatro o cinco reformas constitucionales, dado el nivel de corrupción de nuestro Régimen político actual español. Por lo demás, ¿Qué pasaría si el descontento popular aumenta hasta grados insoportables y el Gobierno no consigue frenarlo? ¿Qué será de este nuevo gobierno si la decepción de las masas es radical y rápidamente se agrava la recesión en la que ya estamos instalados? ¿Cuántos parados puede soportar el Régimen de 1978 sin que pase algo terrible?
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