Problemas constitucionales

España tiene como institución o mecanismo de control de constitucionalidad de las leyes un tribunal constitucional, invento de Hans Kelsen y vigente en Italia y en Alemania también. En España, una constitución calcada de la Ley Fundamental de Bonn de 1949 está dando unos resultados nefastos, lo que indica que no sólo es importante el ordenamiento jurídico que un Estado tenga, sino las costumbres políticas que ese Estado tenga. También habría podido utilizarse otra institución, como el Tribunal Supremo, tal y como sucede en los EE.UU., o un Consejo Constitucional, como ocurre en Francia. Lo cierto es que el desprestigio del poder judicial en España es patente y manifiesto, no digamos el prestigio de un Tribunal Constitucional que ha producido sentencias anticonstitucionales para cualquier lego que las considere, un tribunal político que está por encima del poder judicial, contraviniendo así el propósito para el que fue diseñado el Tribunal Constitucional, al menos, formalmente. Se ha convertido así al Tribunal Constitucional en un tribunal de casación superior que revisa y avoca las sentencias del Supremo si ello le conviene al Gobierno. Es así, un excelente órgano político de control de la legislación y del poder judicial. Ahora se ha legalizado la ETA para mayor gloria del PSOE y del Gobierno y para mayor ignominia de España.